Esquivel considera que la congresista Piedad Córdoba ha trabajado incansablemente y ha logrado significativos resultados en favor de la paz en ese país.

El docente argentino Adolfo Pérez Esquivel, galardonado con el Premio Nobel de la Paz, pidió este lunes que la senadora Piedad Córdoba reciba esta misma distinción ante sus muchos esfuerzos por aliviar el conflicto armado que vive Colombia.
“Ella viene trabajando intensamente desde hace mucho tiempo y con demasiadas dificultades para lograr la paz en Colombia y eso (el premio) ayudaría a encontrar los caminos de la paz para su país”, aseguró Pérez Esquivel.

Agregó que la sola nominación para la paz, traería consigo la apertura de vías de solución debido a la crisis por la que atraviesa Colombia.

Alimentó el hecho de los buenos resultados en torno a la labor desempeñada por Córdoba y al “trabajo continuo” protagonizado por la congresista colombiana como motivos suficientes para que los encargados de entregar el premio consideren al momento de efectuar su selección.
Pérez Esquivel manifestó su desacuerdo por la nominación del año anterior al Nobel de la Paz que tuvo Ingrid Betancourt.


“Nosotros apoyamos la liberación de Ingrid Betancourt -aseveró el ganador del Premio Nobel en 1980-, pero no encuentro otros méritos que le permitan ser ganadora de esta designación”.
Indicó que aún no ha recibido llamado alguno para conformar una misión encargada de mediar el retorno de los dos retenidos que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregarán a Córdoba en los próximos días.

Adolfo Pérez Esquivel recibió el Premio Nobel de la Paz en 1980 por sus dedicación en defensa de los Derechos Humanos cuyo trabajo ha continuado al viajar por la mayor parte de países de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, denunciando los graves crímenes continente americano.
Telesur





Nace el Consejo Patriótico Nacional, nuevo partido de izquierdas




Tras dos jornadas de reuniones en Bogotá, quedó constituido el nuevo partido político de izquierdas Consejo Patriótico Nacional, con el apoyo de unas 1.500 organizaciones colombianas y de la exsenadora liberal Piedad Córdoba.

La semilla de este partido es el movimiento Marcha Patriótica, formado durante los últimos dos años e integrado por organizaciones sociales, indígenas, de víctimas, campesinas, estudiantiles, afrocolombianas, políticas o de presos.

Al Consejo Patriótico Nacional se han adherido, entre otros, la exsenadora Córdoba, la también exsenadora y exalcaldesa de Apartadó, Gloria Cuartas; la actriz Gloria Ariza; la senadora Gloria Inés Ramírez, y el dirigente izquierdista Jaime Caycedo, impulsor de la Unión Patriótica (UP) en los años ochenta del siglo pasado.
El nuevo partido fundado hoy buscaría ocupar el espacio político que dejó la UP, unos 3.000 de cuyos miembros fueron asesinados, según han denunciado los sobrevivientes y los familiares de las víctimas.

El Consejo Patriótico Nacional se define cercano al ALBA (Alianza Bolivariana que lidera el presidente venezolano, Hugo Chávez) y de otros gobiernos y partidos nacionalistas y de izquierdas de América Latina, que enviaron delegaciones a Bogotá este fin de semana.
Esta nueva formación, que se unirá al Polo Democrático Alternativo como las únicas fuerzas de izquierdas en Colombia, echará a andar este lunes con la convocatoria de una gran marcha que recorrerá las calles de Bogotá y que se espera secunden miles de personas llegadas desde todos los rincones del país.

El partido nace bajo la mirada atenta del Gobierno y de las Fuerzas Militares de Colombia, que han denunciado que la guerrilla de las FARC estaría detrás del Consejo Patriótico, por lo que han previsto fuertes medidas de seguridad en la capital colombiana durante la marcha de este lunes.
Por su lado, portavoces del Consejo Nacional Patriótico denunciaron hoy durante su asamblea retenes e intimidaciones por parte del Ejército y alertaron de que la Policía ha filmado vídeos y tomado fotografías de las personas congregadas durante el fin de semana.

También han asegurado públicamente que este partido está totalmente desvinculado a cualquier guerrilla o grupo armado ilegal.