sábado, 26 de enero de 2013

“Pachamama Universal” Himno a los agricultores familiares De FRANCISCO ALVERO, EL JUGLAR


PACHAMAMA UNIVERSAL - Himno a la Agricultura familiar

De y por FRANCISCO ALVERO CANTA "El Juglar De La Libertad"





“Pachamama


 Universal”



Himno a los agricultores familiares


De FRANCISCO ALVERO, EL JUGLAR


Argentina, es nuestra tierra,

Exultante de bondad

Madre que nos da su esencia,

Pachamama universal.

Con coraje defendemos,

Nuestra raíz esencial

Como hijos de su entraña

Por la victoria final.

 

Eso, que llamamos tierra,

Es amor y dignidad.

Madre que nos alimenta,

Vientre fecundo de paz.

Pura esencia vital,

Tu coraje es claridad,

De pie en nuestra raíz,

Nos convoca a luchar.

Pachamama universal.

 

Argentina, sur de América,

Danza y late tu heredad.

Milenario son tus lazos,

  fortalecen mi cantar.

Cuando la tierra es salobre,

Jugosa el pueblo la hará

Cada terrón de su entraña,

Con amor renacerá!

Pachamama universal.

 

Somos los agricultores familiares!

Nativos y campesinos!

Luchamos, gozamos y sufrimos!

Llevamos el país, bien adelante!

Solar virginal de nuestros sueños,

Corazón adentro de la siembra!

Pachamama universal.

 

Somos los agricultores familiares!

Sencilla raíz y fruto camarada,

De esta hermosa tierra enamorada!

Brotes del pasado y del mañana!

de la paz, comunitaria!

¡Viva la agricultura familiar!

Ardiente sol de libertad!

Libertad! Dignidad! Libertad!

Pachamama universal.

 

Cada yuyito del campo,

Cada surco, y cada ser

Tiene sentido, armonioso,

flores,pájaros! y miel

Cantan y aroman, despacio

con amor, lucha y trabajo

Contra el silencio, y ocaso!

Reverdeciendolo de cuajo

Pachamama universal.

 

 

 


 Todos los poemas pertenecen a los AUDIO LIBRO de FRANCISCO ALVERO CANTA


Reservado todos los derechos.
Permitida la difusion mencionando la fuente.













Se realizan actividades en la provincia para potenciar la Agricultura Familiar

El Cuco Digital Ninguno 3 diciembre, 2014 - 8:15 en InicioProvinciales y Nacionales
Se desarrollarán hasta el 6 de diciembre: un encuentro de pueblos originarios, taller de aprovechamiento de fibra de lana y Feria Provincial de la Agricultura Familiar.
Del 1 al 5 de diciembre se desarrolla en la Comunidad Huarpe Guaytamari, Uspallata, Mendoza, una reunión continental de representantes de los Pueblos Indígenas, en el marco de Jornadas de Paz y Dignidad y del bloque de PO del Mercosur con participación de comunidades originarias de México, Colombia, Uruguay, Paraguay, Chile y Argentina. Allí se realizará una carrera tributaria por “La Familia y las Relaciones”, en el Cerro Sagrado Aconcagua, se trabajará una propuesta para Conformación del Bloque de Pueblos Indígenas del Mercosur (impulsado por ONPIA), un documento de los movimientos indígenas denominado “Aportes para la construcción de una sociedad más justa e igualitaria para el Buen Vivir” y Propuestas para la Carrera Continental de Jornadas de Paz y Dignidad para el 2016.
Además, el 3 y 4 de diciembre a partir de las 9:00 en las instalaciones del CIC Nº 1 de Ciudad, ubicado en 9 de Julio 3565, se realizará un encuentro de capacitación en “Nuevas aplicaciones para la fibra de lana”, donde participarán tejedoras urbanas, campesinas, agriculturas familiares y pueblos Originarios de toda la provincia.
Se busca brindar conocimientos técnicos y prácticos para el aprovechamiento del descarte de lana surgido del proceso de peinado de la fibra, con el objetivo de explorar nuevas aplicaciones para la fibra de lana mediante la técnica de afieltrado para seguir generando agregado de valor al sector caprino de la Agricultura Familiar. Es organizado en conjunto por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Ministerio de Desarrollo Social y Derechos Humanos del Gobierno de Mendoza, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación.
Y finalmente, el sábado 6 de diciembre se desarrollará la Feria Provincial de la Agricultura Familiar, como una fiesta del sector y un encuentro con las familias de las zonas urbanas de Mendoza. Será en la Nave Cultural de la Ciudad de Mendoza, de 17 a 00 hs, con entrada libre y gratuita; se ofrecerán fruta y verduras frescas, dulces y mermeladas, miel y derivados, aromáticas, frutas secas, vino casero, panificados, artesanías en cuero, lana y junquillo. Además se podrá adquirir la caja navideña de la Agricultura Familiar, con precios que van desde $60 a $250, de acuerdo a la diversidad y cantidad de productos que contendrán, todos ellos hechos con el esfuerzo de las familias campesinas de Mendoza.
Tendrá como protagonistas a los agricultores familiares, campesinos, trabajadores rurales y artesanos del campo mendocino, haciendo que los precios de los productos ofrecidos sean muy convenientes, ya que serán del productor al consumidor directamente, permitiendo un precio justo para ambas partes. Habrá un patio de comidas, talleres de artesanías y nutrición, y una peña folclórica con músicos del sector e invitados.

CLAUDIA HERRERA, DIRIGENTE INDÍGENA

“Podemos ser protagonistas”

La reconocida líder huarpe habla del rol de la mujer en las comunidades originarias, del papel de la cultura y la comunicación en la lucha por el reconocimiento, de la soberanía alimentaria y la recuperación de tierras.

“La madre tierra está pariendo tiempos libertarios desde Sudamérica y los gobiernos les están dando espacio a las comunidades indígenas”, afirma Herrera.
Foto: Silvina Frydlewsky
“Mi familia es de Huanacache, San Juan. Mi madre, proveniente de una familia de quince hermanos, se enamoró de mi papá y con él se fueron a vivir a Mendoza, donde criaron a sus siete hijos”, introduce Claudia Herrera, vicepresidenta de la Organización de Naciones y Pueblos Indígenas de la Argentina (ONPIA) e integrante de la Organización de Pueblos Indígenas de Mendoza Martina Chapanay, en homenaje a la hija de un cacique huarpe que buscó vengar la muerte del caudillo Chacho Peñaloza. Herrera es miembro y omta —como se dice en la lengua millcayac al cacique— de la Comunidad Huarpe Guaytamari, un pequeño asentamiento ubicado en la localidad mendocina de Uspallata.
A los 58 años, es mamá, abuela y una perseverante luchadora por los derechos y el reconocimiento de los pueblos indígenas. “Yo crecí con esa nostalgia que tenía mi madre. Gracias a eso, me animé a descubrir mi identidad”, dice. Con el mismo énfasis, sostiene: “Si criamos a nuestros hijos y nietos con dignidad en su identidad, nadie podrá quebrantarles sus ideales y convicciones. Sólo así vamos a poder construir una sociedad basada en la solidaridad, la reciprocidad, el respeto, la complementariedad y la verdadera convivencia en armonía con la madre tierra”.
–¿Qué rol tienen las mujeres en de la comunidad huarpe?
–En la antigüedad, nuestro rol era fundamental, sobre todo porque las tradiciones, la memoria, se mantenían gracias a la mujer, que es quien transmite a los hijos la historia propia. Recuerdo las primeras veces que nos reunimos en cumbres: la voz principal la tenían los hombres. Incluso dentro de las comunidades indígenas se instaló esta forma, que no es propia de nuestros ancestros. Sin embargo, el rol de la mujer se ha ido visibilizando cada vez más en los últimos años. De la misma manera, hemos llevado a la práctica el sentido de complementariedad de acuerdo con nuestra cosmovisión, el equilibrio de pensamientos, la unión en la diversidad. Nos toca pelear nuestro lugar, en las comunidades, las organizaciones y la sociedad en general.
–Entre otras cosas, trabajás en organizaciones que impulsan la agricultura familiar, una forma de vida basada en la concepción social de la tierra y la conservación de la biodiversidad. ¿Creés que se toma verdadera conciencia de la necesidad de la soberanía alimentaria?
–Las mujeres indígenas pusimos en la agenda de las cumbres esta discusión. Creo que la gente ya está tomando conciencia y empezando a reclamar políticas públicas y privadas al respecto. Es fundamental transmitir el valor de la soberanía alimentaria. Decidir qué es lo que vamos a sembrar en la tierra, qué alimento vamos a llevar a la mesa, es importantísimo. Las grandes empresas no puedan imponernos un modo de alimentación tóxico, con alimentos transgénicos que destruyen las tierras. La 125 fue para nosotros un antes y un después en esta lucha. Pero es urgente incluir en la Constitución derechos de la naturaleza; de eso depende la vida de todos.
–¿Qué momento transitan los pueblos indígenas en el proceso de recuperación de sus tierras?
–Se ha logrado algo histórico. Por primera vez en la Argentina, gracias a la Ley de Tierras, se empezó a ver en poder de quiénes están las grandes parcialidades de territorio. Desde nuestra cosmovisión, la tierra no es del ser humano. Nosotros estamos en esta Madre Tierra para cuidar de ella. Los que salieron a las rutas en 2008 no representaban la legitimidad de los reclamos que venimos haciendo los verdaderos primeros pobladores de las tierras. Incluso, muchos de estos sectores han usurpado territorios de poblaciones indígenas y pequeños productores. Por eso, durante el conflicto de la 125, estuvimos en el Congreso de la Nación levantando la voz de las comunidades indígenas. Somos parte del verdadero campo y es importante que nuestros rostros, nuestras voces, estén presentes.
–¿Creés que la cultura y los medios de comunicación son herramientas efectivas para la visibilización de las comunidades indígenas?
–Las herramientas culturales y mediáticas son fundamentales para ilustrar a toda la sociedad sobre las realidades de las comunidades, los derechos adquiridos, las propuestas que tenemos para una mejor convivencia en sociedad. En nuestra provincia, se ha instalado la inexistencia del huarpe por la pérdida de la lengua o de algunas tradiciones. En ese sentido, nos interesa dar a nuestra cultura el lugar que merece. Estos instrumentos son también algunos de los grandes ejes que hemos utilizado para la visibilización política. Por otra parte, gracias a la Ley de Medios, podemos hacer escuchar esta diversidad de la que formamos parte y reivindicar nuestras ricas culturas. En 2009, los jóvenes se levantaron en la lucha por la comunicación con identidad. Hoy, tenemos varios programas de radio en la provincia, y lo mismo sucede en todo el país.
–¿Qué balance hacés de tu lucha?
–Como persona mayor y como abuela, estoy bien orgullosa y feliz de que el Gran Espíritu me haya dado la posibilidad de vivir estos tiempos. Mis padres, mis antepasados, tuvieron que negar su identidad para que yo pudiera estar acá, parándome como lo estoy haciendo. Sin embargo, faltan muchas cosas. Tenemos un gobierno nacional que está dando una apertura, pero falta hacia adentro de las provincias. El día en que dejen de morir nuestros hermanos por violencia institucional, que nuestras comunidades tengan una vida digna como cualquier otro ciudadano, en una madre tierra sana, ese día voy a sonreír. Los pueblos indígenas vamos madurando como movimiento social. Debemos entender que todos podemos ser protagonistas de la historia. Estos son tiempos de esperanza, se los repito a mis hijos y nietos. La madre tierra está pariendo tiempos libertarios desde Sudamérica, desde el Tahuantinsuyo —como denominaron los Incas a su Imperio—. Los gobiernos populares le están dando espacio al pueblo y las comunidades indígenas, tantas veces excluidas, hoy somos parte de ese pueblo.
Ana Quiroga
  








































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