viernes, 4 de abril de 2014

“Tonada para el Tata Lemos” de FRANCISCO ALVERO CANTA



 

“Tonada para el Tata Lemos”

Con un aparente armazón,
Erizo de mar; zonda de amor!
Tum tum de soles, preñando luz
Mieles de luna pachamama le dió.

Su alma es una Wiphala, paisano,
Brillan en sus pupilas, un otoño mágico en flor
Sombra tranquila, profunda y cuyana
Dulzura que sangra, como cogollo en su voz,
A veces, lo desbordan dolor y clamor,
Gritan siglos en sus entrañas, de andar sol al sol.

¡Tonada para el tata Lemos,
Amigo, camarada y compañero!
Del cuyum mapu van brotando,
Estos mis versos de amor!
Sintiéndome huarpe y cantor.
Para endulzar las cepas de un dolido corazón,
Le brindo mi cantar en flor.

Ternuriando, hasta enojado,
Montaña de aliento, sal y coraje.
De la mano siempre de su amada Gladis
Ya no hay horizontes, que no alcancen.

Sueña despierto, sangra luchando,
Da todo de sí, por sus compadres del pago.
Pícaro ríe, con seño fruncido,
Llora cual niño en un sentido abrazo.

Mesa patera, de pan y yerbiau,
Candil en su frente, una copa en la mano.
Como todo buen mendocino! criollazo argentino,
Se abre de par en par
Con su guagua el Ramiro, brindan conmigo!

¡Tonada para el tata Lemos…

Creando aquellos nuevos valores,
Un ejército de palomas, libertarias en vuelo,
Montado en un indómito ideal,
Comandante Lemos, tu canto es vital.
Supiste entregarlo a granel, por tu suelo cuyano!
Y por supuesto latinoamericano!

Como Don Armando, guerrillero de luz,
Del torrente profano  y místico del pueblo.
Profeta del sur, poesía es tu amor,
Tu forma de ser, de ver y de actuar
Jamás nunca quisiste sembrar,
Nada que no sea, luchar por la paz!

¡Tonada para el tata Lemos!
Rafa, camarada y compañero.
Sabedor de los secretos,
Del pueblo, la pacha, el sol,

Mendocino, sí señor!
De Guanacache han florecido,
Éstos, mis versos de amor!
Sintiéndome huarpe y cantor.


La tonada (de herencia española, tocada solo con guitarras sin percusión) es la forma poética musical más sentida y representativa de las provincias argentinas de la región de cuyo (en especial Mendoza). Dicha región  recibe su nombre ya que proviene del vocablo quechua,; cuyum mapu o “tierra del medanal” como lo era primitivamente aquella tierra arisca y amada, antes de su transformación en ese paraíso de vendimias. (bautizada así por los incas del tawaintisuyo)


Esta pieza, por lo tanto, es un trozo de mi vida, me muestra en mi aspecto más genuino, el que logré sacar y forjar, gracias a esos amigos de Mendoza y el camino como el “Tata” Rafa Lemos.

Con estas humildes palabras, hechas tonada, está condensado mi cariño y “amistosidá” (como nos gusta decir, paisano)  por este compadre, orgullosamente huarpe y mendocino, caminante de los tiempos nuevos y antiguos, de la cultura precolombina, luchador sin fronteras, por la América profunda, desde su Mendoza natal hasta la gran Colombia bolivariana y más allá, palmo a palmo por la Abiayala morena.

 

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