martes, 17 de marzo de 2015

“Décimas A Las Nochecitas Rioplatenses” (Uruguayas y Argentinas, porteñas y montevideanas) DE FRANCISCO ALVERO CANTA

Décimas A Las Nochecitas rioplatenses”  
(Uruguayas y Argentinas, porteñas y montevideanas)

Titilan noches rioplatenses
  Vanidosas sin pudor
Dulce y tibia caricia
De luna y flor.
Palpitando su identidad
Criolla, afro- latina,
Inmigrante y nativa
A la distancia
Brillan aun más
Que el sol!

Agridulces laburantes
Nochecitas compañeras
Hermanas del caminante
Del compadre y el compadrito
Sus estrellas nos alumbran
Por dentro y por fuera
 Y hoy más que nunca
Son un tesoro del corazón
Mucho más que la plata o el oro,
 sí señor.

Nochecitas de resplandor.
Nacidas del corazón
Porteñas en la Costanera
Uruguayas en Carmelo,
Rioplatenses y hermanadas,
Bailan y cantan en las esquinas,
Al compás del tambor y el bandoneón.
Y sus lágrimas son barridas,
Por esa fresca y eterna poesía
Que emana siempre su voz!

Lucen tan impactantes,
Y de eso están orgullosas,
Su acrisolado paisaje
Desnuda relieves en sus pieles,
Mucho más cuando ladran a la luna,
Eternas utopías de Pugliese,
Viglietti o Benedetti
Y los versos visionarios de Discépolo,
Constituyen su mayor valor
Su heroico sueño de amor.

Del negro, aún perviven
Enrulados y azules
Ritmos embriagantes,
Ese rugido energizante
Soplido de vida y coraje,
Son ardiente y cosquilleante.
Dueño de un sabor zigzagueante
Que sacude sus entrañas militantes
Partiendo el aire
Con un rayo fulgurante

Al hecho, pecho,
Y al tango, milonga
Valsecito criollo enamorado,
De la eterna milonga  
Candombe en cada rincón
Del alma nueva de la canción
Mensajera del amor
Para cantar en la oración.
Nochecitas rioplatenses
Para ellas, mi canción.

Alfileres fulgurantes,
Alucinadas, desafiantes,
Locas enamoradas,
Vertiginosas inevitables
Cacho de su hermosura.
Como del Otoño, sus hojas.
Brillan cuando más se atenúan
En la madrugada candorosa.
Dulzura azabache,
Plateada y trigal.

Candombeando
Sus entrañas compañeras,
Gambetean las tristezas
Desangrando su pasión más verdadera
Goleadora y galante,
 De veras!
Los domingos por la tarde,
Se huele el clásico asadito,
Música y amigos,
Pegan el grito.

Verdores hasta la madrugada!
La pronuncian orilleras.
Argentinas y uruguayas,
Siempre compañeras
Regateando la dormida espera,
Política, la redonda y las polleras
Dan vuelta en esas cabezas
Y en alguna esquina charlas a beso partido.
Sin medidas, sin barreras,
Ni fronteras.

Aquellas noches del pasado,
 Como las que no han llegado
Guardan y  aguardan
Momentos nunca olvidados,
Recuerdos reconfortantes!
Abrazos entre hermanos
Y en el futbol rivales
Nacional y Peñarol,
  River y Boca,
 Balbín y Perón

Reflejo fiel de una idiosincrasia
Celeste y blanca,
Urbana y campera
Del compadre y compadrito,
Paisanos de dos paisajes
Y un enorme y gran país.
La patria grande de Artigas y San Martín
Quienes fundieron sangre y mensaje,
Guardando sencillez y lenguaje.
Linaje de un ayer, sin revés.

Nochecitas rioplatenses,
  igualmente diferentes
tan cercanamente lejanas
como las cuerdas nostálgicas 
de mi criolla guitarra
Por eso ninguna sombra botniana
por mas que con intrigas nos invada
jamas nos robara su mítico resplandor
El Pepe o La Cristina sabrán solucionar
 cualquier situación  


Ay,  nochecitas rioplatenses
De poético corazón.
Desnudas así se entregan
Nostálgicas y seductoras, si señor
Temblando en brazos del amor.
Nos inspiran tonadas en flor
Mágicas, cautivadoras  
Nochecitas de resplandor,
Alunadas de mensajes,
Dictados por el sol.

Que toda esa tibieza
Abrigue a los sin techo, ni pan.
E ilumine a los que el paco
Extravió de su estrella, sin más
Ay, Nochecitas porteñas
Nochecitas montevideanas
No se olviden por nada
Que quien les canta las ama
Pero también les reclama

Un poco mas de solidaridad



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