"Canción de vanidad"
(Villancico capitalista neoliberal)
Navidad, vanidad
Todos a
comprar
Al
contado o a pagar
Todos a
gastar.
Penetración
global
No nos
deja pensar
Dictadura
democrática
Burguesa
capital
Trasnacional,
trasnacional
Vamos a
rifar
Un
país, un continente
Que
supimos ganar
Un
gordo barrigón
Al niño
desplazó,
El
viejo de la bolsa
Que
compra dow johns
La
navidad llegó,
Y al
pobre ilusionó,
Con un
sin fin de cosas
Que el
rico tendrá!
Al
pobre, lo acusan
De vago
y haragán
Y se
pasa la vida
Trabajando
sin parar!
Que se
yo, que se yo
Que
festejo yo.
Solo se
que una vez
Quiero
ser feliz.
Ya se
fue, donde está?
Esa
navidad
Que en
lugar de unirnos más!
Es
timba y lock out!
NAVIDAD Y CONSUMISMO
Por Carlos Villacorta V. Quien inventó la frase que “sin regalo no hay navidad” se pierde en el marasmo y grandioso festín de los regalos y la publicidad para hacerlos efectivos. Nadie te garantiza que, aunque des el mejor regalo y el más costoso, no te hace querer más a la persona a quien lo regalas.Después de la "Noche buena" en comida, tertulia, tragos y regalos. Todos volvemos a nacer en nuestras pobrezas de espíritu y falta de voluntad para con el prójimo. Otros no paran de seguir ganando y ganando explotando al prójimo. Según los balances más serios, el año 2007, las ganancias netas globales en estas festividades navideñas fue un aproximado de más de 5 mil billones de dólares, si, no leyó mal, más de 5 mil billones de dólares. Este 2008, pese a la crisis, se observa más adicción al consumismo.Son poquísimos los cristianos que reflexionan a través de sus símbolos, en los pobres de hoy como los millones de niños víctimas del SIDA, en los huérfanos y discapacitados hambrientos; en las deportadas y deportados por ser inmigrantes; en los millones de niños que salen a trabajar, de esas niñas abusadas y explotadas. Ninguno de estos niños a los que hago referencia, tendrán posibilidad de un regalo, pero si mirarán lo que otros compran e irán sufriendo un desamor y un resentimiento en el fondo de sus corazones que más tarde resurgirá en diversas manifestaciones de protesta. Estas realidades generalmente no son tomadas en cuenta ni mucho menos presentadas oficialmente en los servicios religiosos navideños, porque los que los ofician también salen beneficiados por este descomunal consumismo.
A casi todos nos hacen sentir la necesidad de regalar, porque si no lo haces “no estas viviendo la navidad”. Aunque después estés lamentando de tu deuda hasta el cuello. Por otro lado, las apariencias y la hipocresía están a la orden del día. Siendo la única realidad, la alegría de consumir. Gastar y decorar es el fin, situaciones que jamás podrán llenar nuestro interior, por el contrario, destruye lo mínimo de humano que hemos podido desarrollar hasta estos momentos. Algún día nacerá el niño que junte a todos los niños del mundo para forjar una Sociedad Superior, donde lo humano tenga más valor que lo material.
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