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martes, 14 de julio de 2015

"Por el Cambio Total en Nuestra America... Cambio de Era... de conciencia por la madre tierra" de FRANCISCO ALVERO CANTA



Por el Cambio Total En Nuestra América

Por un Cambio de Era... 
De conciencia y paz, por la madre tierra

 

(Chacarera trunca doble)

de FRANCISCO ALVERO 

"El Juglar Del Amor Y La Libertad"



Por esa latinoamérica, 
que a toditos nos contenga
Hay que luchar y hay que cantar,
 hay que bailar  y hay que soñar
hasta  hacerla realidad!
 Por esa gran Argentina, y mucho mas!

 Unidos como un telar, 
Solo podremos lograr
  que en nuestra tierra sin mal, 
a nadie le falte el pan
Y aquel sueño popular 
de nuestra felicidad

Por eso mismo hay que luchar, 
codo con codo y sin dudar
desde el campo a la ciudad, 
un solo puño alcemos ya!
 Porque es vital nuestra unidad!

Aquella que desde abajo, 
crece cual río en el mar
de a poco va germinando 
y nadie la detiene ya
Aunque algunos no la vean,
 la nueva era está acá!


El gallo rojo está anunciando, 
con su canto libertario
que la alborada de los pueblos, 
va pariendo ya estos cambios! 
El gallo rojo, lo esta anunciando!

Este cambio de amor, tan necesario
es un cambio de era, mis hermanos!
y por esa razón, es nuestro el cambio!

  Este cambio es por amor, 
sumamente necesario
 Por eso crece la flor, 
en el lodo o en el fango
Como la flor de Irupe 
o del loto milenario


Escribamos otra historia, 
con coraje y con memoria
Avanzando de la mano, 
 todo el pueblo sin demora
  todo es a partir de ahora, 
pues la nueva era asoma!



II


Roja y preñada de ilusiones,  
como un fuego nos palpita
aquella luz de los ancestros 
que nos cantan noche y día
Roja y preñada ya por la vida! 

Es nuestra tierra Argentina, 
herencia de mis mayores
de los pueblos que la habitan, 
hace milenios señores
Es nuestra tierra argentina, 
miel  y sal de mis amores

Crece y avanza la semilla 
de la paz originaria
por ella grita nuestra vida,  
y se hace puño en la garganta
Crece y avanza la semilla originaria

Con una esperanza plena,  
en la América morena
raíz del tawantinsuyo, 
que palpita en nuestras venas
desde el sur, desde el wall mapu,
 se rebela nuestra esencia 
  
Y con sus luchas, se renueva,
 nuestra fe y nuestra paciencia
Mientras se vuelve mas inmensa, 
lo que nos convoca y despierta
alas de diversidad, clara y concreta

 
Por el Cambio Total en Nuestra América, 
Abyayala ancestral! Cambio de era!
No debemos dudar, Ni un paso atrás!
Juntos podemos avanzar
Cantar, bailar, luchar y amar





Marcha desde al Acampe Qopiwini hasta el monumento a Juana Azurduy

Convocatoria abierta QOPIWINI: GRACIAS, JUANA AZURDUY

Desde el Acampe QOPIWINI (Av. de Mayo y Av. 9 de Julio), hasta el monumento a Juana Azurduy (detrás de la Casa Rosada)
Venite con la Organización Social de tu barrio, con tus amigos, con los vecinos, con la familia, con el Movimiento, o solo – que acá encontrás un cumpa para marchar al lado-.
La fuerza la hacemos juntos apoyando y acompañando a los Pueblos Originarios







Somos la fuerza de pueblos con historia, música y danza milenarias, principal testimonio de todos nuestros procesos culturales.
Seguiremos formando nuevos actores culturales para que nuestro espíritu nunca muera y cada día sea más fuerte!!!!!


Nuestra misión, es difundir nuestras culturas y unir a los pueblos del mundo en hermandad, amor y sensibilidad por nuestras más ancestrales formas de ver el mundo, con ARTE!.






Aplaudan, aplaudan hermanos, y admiremos a la gran Capitana Juana Azurduy que luchó por la emancipación y la soberanía de los pueblos.
Hoy vemos y escuchamos homenajes en discursos oficiales, mientras buscamos formas de coordinar las luchas y resistencias, porque los tiempos por venir serán de un capitalismo perverso que se profundiza y nos debe encontrar más fuertes y unidos que nunca.




PAN Y CIRCO EN CASA ROSADA DEDICADO A NOSOTROS, PUEBLOS ORIGINARIOS 

(CONFEDERACIÓN MAPUCHE DEL NEUQUEN)
Se prepara desde las diversas provincias del país, el traslado de integrantes de comunidades indígenas hacia una nueva “fiesta popular”, esta vez en la Casa Rosada. Esta vez será la inauguración de la estatua a Juan Azurduy. Hay micros y pasajes aéreos para una multitud que se le exige aplaudir acríticamente lo que va a acontecer.

Mientras se denuncia desde los 4 extremos del país la situación de exclusión y discriminación a cientos de comunidades que demandan DERECHOS HUMANOS PARA LOS PUEBLOS INDÍGENAS, las únicas menciones a sus gritos han sido numerosos actos simbólicos y retóricos, cargados de demagogia y resignación. Desde la creación de direcciones sin ningún tipo de facultades para incidir en las políticas de exclusión, a nombrar salones de la Casa Rosada con nombres indígenas o a generar actos estruendosos para hacer público la declaración de la independencia en idiomas indígenas.

Esta vez se nos hará parte de una nueva celebración, mientras la situación de despojo y expulsión de los territorios comunitarios no se detiene. Como muestra de esta realidad, más de un contingente, pasara frente al acampe de KOPIWINI en Av. 9 de Julio y Av de Mayo, como una muestra cruel de este intento de ocultar el sol con las manos.

En la política estatal de desconocer nuestra preexistencia como naciones originarias, hasta a la misma Juana Azurduy le restan su origen indígena y la muestran como una heroína del Alto Perú o valiente guerrillera boliviana. Es que el “crisol de razas” nacional y popular, es un argumento fuerte para fundir todas las diferencias y sumergir en el mestizaje a más de 30 pueblos naciones que reclaman derechos desde sus plenas identidades y riqueza cultural.

Aplaudan hermanos, y admiremos a Juana Azurduy que luchó por la emancipación y la soberanía que hoy la escuchamos solo en discursos oficiales, mientras busamos formas de coordinar las luchas, porque los tiempos por venir serán de un capitalismo perverso que se profundiza y nos debe encontrar más fuertes y unidos que nunca.









"Minería a sangre fría".

 Sabías que los proyectos de minería a cielo abierto están prohibidos en la mayoría de los paises ricos? Y que en América y Africa solo tributan un 2 % del total declarado que los estados aceptaron no controlar? la última: sabías que la contaminación en aire, suelo y agua ya está comprobada con fallos a lo largo y ancho del globo? Entonces porqué seguimos permitiendo que los cauces de agua se contaminen desde el nacimiento en las cordilleras hasta los oceanos, bañando nuestra tierras cultivadas y pueblos?





LA PACHAMAMA EN TIEMPOS DE CAPITALISMO d Warakas Puca


Comienza agosto en Jujuy y el aroma a qoa inunda los campos, pueblos y ciudades, es el tiempo de la Pachamama. Los titulares de los diarios reflejan por estos días imágenes de los políticos k y de la oposición UNEN ataviados con prendas típicas o arrodillados sobre la tierra.
  “La Pachamama tiene un sentido cultural muy profundo que nos llena de orgullo” dice Fellner. Corría agosto de 2003 cuando Fellner impulsa el nombramiento de la Quebrada de Humahuaca como Patrimonio de la Humanidad, lo que en los hechos significó la entrega de estos territorios a la voracidad de los capitales inmobiliarios y turísticos. En agosto,  pero de  2006, las comunidades de quebrada y puna realizan un corte de 24 horas en la ruta 9, luego del cual el gobernador  K se compromete a entregar la totalidad de los títulos comunitarios. Hasta ahora no cumplió y los pocos  que entregó son meros títulos superficiarios, el estado se reserva los recursos naturales (para negociarlos con los  empresarios, claro). En 2007, reabre la puerta a las multinacionales mineras, reinaugurando  Mina Pirquitas esta vez en manos de la Multinacional Silver Estándar y entronizando un nuevo método de explotación ”a cielo abierto”, altamente contaminante y destructivo.  En los últimos años,  la expresión jujeña del kirchnerismo, promueve la minería de  litio, que destruirá definitivamente  las salinas  y acuíferos de la zona como espacio de vida y  trabajo para sus milenarios habitantes. Mientras en la quebrada y puna el kirchnerismo fue servil a la megamineria, al turismo y a las inmobiliarias, en las yungas consolidó la unidad con las tabacaleras, la petrolera Pluspetrol y Ledesma del genocida Blaquier.  Por ello, en 2008 junto a otros políticos burgueses celebraron los 100 años de Ledesma,  un centenario fundado en la expropiación de territorio  y  explotación de qollas y guaraníes.
  “La Pachamama es vital mantenerla viva, porque ahí está la fortaleza de Argentina” dice Urtubey.  Siguiendo la línea K, en Salta  los derechos de los distintos pueblos no son respetados. En los últimos días organizaciones campesinas, originarias y la ONG Greenpeace denunciaron  la deforestación de  más 350.000 hectáreas, de las cuales más de 100.000 eran zonas protegidas. También  son diarias las denuncias de desalojos y represión.
Gerardo Morales, dirigente de UNEN, promovió en el senado de la Nación la declaración de Jujuy como capital de la Pachamama. Otros de sus proyectos que tuvo mucha difusión fue el de la expropiación de los restos del Marquez de Yavi, auténtico terrateniente y explotador de las comunidades de Jujuy y Salta.  Esta oposición también avaló la explotación megaminera.
  Milagro Sala le pidió este año a la Pachamama "trabajo para los que no lo tienen, armonía y entendimiento. Que podamos convivir aceptando las diferencias”.  Tomando como insignia el nombre y el rostro de Tupac Amaru, la realidad es que Sala es la cabeza de una red de cooperativas donde predomina el trabajo en negro y precarizado, copas de leche por medio de las cuales despliega una política asistencialista y clientelar. Y de su respeto a las diferencias podrán hablar aquellos que fueron desalojados a los tiros de “su” barrio al reclamar la falta de pagos de salarios.
  “Soy Pachamama” dice el slogan de la Secretaria de turismo de Jujuy.  Slogan impreso en las remeras de los promotores que, cuando se detuvo, empujaron el móvil policial que llevaba detenidos a diez dirigentes y activistas qollas que formaban parte de una acción en la cual se exigía el Derecho a la Consulta Previa, Libre e Informada, ante el paso del imperialista rally Dakar por el territorio. Represión y criminalización, como continuidad local de la política K hacia los pueblos y naciones oprimidos y tan bien llevan a cabo Fellner, Insfran, Sapag. Estos son los resultados concretos de la coordinación entre los gobiernos provinciales y el gobierno nacional en la Dekada K.
  A esta serie de contradicciones entre hechos y palabras, podemos agregar que muchos dirigentes y miembros de comunidades participaron de esta verdadera “farsa” de oficialistas y opositores en torno a nuestra Pachamama. ¿Cómo podemos explicarlo? Es que así como  las iglesias, las escuelas,  y otras instituciones son herramientas de dominación, también lo son los partidos patronales que hacen pie en las comunidades y organizaciones  por medio de punteros políticos que tienen un manejo clientelar de las migajas del estado, planes, proyectos, becas, etc.
  Además de un doble discurso hipócrita, algo más  tienen en común los oficialistas  k y la oposición UNEN, ambos bandos sostienen este régimen político podrido al servicio de los grandes empresarios y terratenientes. Para ello, continúan y profundizan la expropiación, la entrega y el saqueo de nuestros  territorios. En las zonas urbanas nos condenan a sobrevivir en medio del hacinamiento, la precarización laboral, salarios miserables, la crisis en salud y educación pública. Cuando salimos a luchar por nuestros derechos somos reprimidos, perseguidos, judicializados.
  “En agosto la Pacha tiene hambre, hay que darle de comer” decía mi abuela. Agosto desde que tengo memoria  es tiempo de encuentro, de compartir, de agradecer.  La corpachada, que se realiza durante este mes,  es muestra de resistencia de nuestro Pueblo Qolla a la opresión  sufrida durante siglos desde la conquista, la colonización, hasta la actual república. Esta organización política, social,  económica llamada capitalismo que continúa sistemáticamente el genocidio hacia nuestros pueblos.  Capitalismo que debemos enfrentar construyendo lazos de unidad desde las bases que confluyan en una gran coordinadora de pueblos originarios, movimientos sociales, sindicales, estudiantiles, en lucha por el territorio y contra la criminalización de la protesta.



AGENCIA PARA LA LIBERTAD

Periodismo de Intervención social





"Estamos federalizando, difundiendo poesía" 

(APL) Noticiasdiaxdia en Radio es un programa conducido por Claudia Ainchil donde se entrevista a poetas de cada provincia, se les da voz. Cuentan acerca de sus creaciones, en que andan y dan un panorama de la poesía en cada lugar. Hay música, noticias culturales de las provincias que no salen en los medios. “Con el programa “Noticiasdiaxdia en Radio” estamos federalizando, difundiendo poesía”-dice la poeta Claudia Ainchil, quien junto a Maria Alejandra Figueroa, actriz que interpreta al aire los poemas de los invitados, Manolo Giménez desde Mendoza con sus análisis de libros y la productora Camila Súnico Ainchil todos los martes muestran las voces de nuestros poetas.


Cuenta Claudia Ainchil :“Siempre me pregunto cómo llegar a todas las personas… A la poesía no hay que ponerle miriñaque, o barniz. Que no sea para unos pocos, es decir que no quede encerrada en un circulo selecto. Que se abra. Que los poetas no seamos leídos solo por poetas”

“Hay muchos grupos que la están remando, lo hacen todo a pulmón, organizan encuentros donde invitan a participar, tienen en cuenta, sin favoritismos, a los creadores. Ellos realizan un trabajo social, que es difundir y dar voz. Porque muchas veces se organizan Festivales con bombos y platillos y nos encontramos con los nombres conocidos de siempre. Que bueno sería abrir convocatorias en todo el país para que puedan salir a la luz muchos poetas.”-expresa Ainchil.
Por el Programa de radio han sido entrevistados muchos poetas de todo el país, como Claudia Massin, Alejandra Correa, Fernando Toledo, Augusto Enrique Rufino, Wenceslao Maldonado, Pablo Anadon, Osvaldo Bossi, Hugo Francisco Rivella, Gustavo Tisocco, Bebe Ponti, Sergio Minore, Gabriela Bruch, Norma Segades Manias, el Gato Osses,Gabriela Rivero, Alejandro Carrizo,Gabriel Gomez Saavedra, Acción Poética Salta, Jorge Tula, Meliza Ortiz, Anibal Silvero, Edgar Morisoli entre otros.
El programa se emite los martes de 14 a 15 hs por www.conexionabierta.com.ar
AUDIO DEL PROGRAMA DE RADIO
http://www.conexionabierta.com.ar/programas-mp3/noticias%20dia%20x%20dia.mp3
*CLAUDIA AINCHIL *
http://ainchilclaudia-poesia.blogspot.com.ar/
Seleccionada en 1º Juegos Florales del Siglo XXI (concurso conmemorativo que se llevó a cabo en Montevideo, Uruguay con el tema 1804-2004, los versos de la Patria Grande, convocando a poetas de habla hispana y portuguesa de América, España y Portugal).Difundida en varios países.
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Libros Publicados:
COMIENZO DE COMIENZOS (1985)/ SON COSAS DE ÁNGELES (1987)/ AMORES SIN ZAPATOS (1991)/ REMOLINOS ABORDO (2003)/ REVOLUCIÓN (SECRETA) 2012/ ANTOLOGÍA POESÍA BAJO LA AUTOPISTA I (2012)/ ANTOLOGÍA POESÍABAJO LA AUTOPISTA II (2013)/ AUTOPÍSTICAS-ANTOLOGÍA
INVISIBLE
Invisible como un invisible/Molino detenido en el tiempo/ Las ventanas semi abiertas invisibles/ Asaltadas en una décima esquina/ Por nadie/ O por alguien nadie/ No me salva la recolección de números dispersos/ Convertidos en azar/Un clandestino apogeo/ Invisible/ Ni la salvación eléctrica de manos/ Que se lavan a sí mismas/ Como Pilatos sonríe acumulando/ Buenas intenciones/ Envician el aire en la oscuridad/ Siempre invisible/ No visible incorpórea/Un hábito alojado en errores que evitan aprender/Como esos inciensos de primavera inquieta/La ausencia de olfato rasgó el sueño invisible/ El trazo se desvaneció/Hay almas raras que uno encuentra/ Se escurren dentro y disparan/ No podemos evitarlo/ Con una exhalación nos mudan/ Atrapando/Hubo signo y mensajeros?/Cuarenta y cinco minutos y el destierro/Invisible como un invisible/Asi…molida en tela de araña de un pantano visible.



COMUNICADO JUNTA INTERNA ATE DEL HOSPITAL GARRAHAN - marzo 2014


Repudio ante nuevos presos por luchar

(APL)*En un comunicaddo emitido ayer, los compañeros repudian “enérgicamente la detención de Martin “Cuellito” Oñate y Nestor Vivares (miembros de la Comisión directiva del Sindicato Petrolero de Santa Cruz), “Chiru” Armoa (delegado de la empresa BACSSA) y los obreros Franco Cisterna, Lucas Soria, Berrios actualmente en huelga de hambre para luchar por su libertad y el pedido de captura para Víctor “picante” Oñate.*

A la vez, denuncian “la persecución de la que estamos siendo objeto los trabajadores organizados para luchar por nuestros derechos, la represión y la criminalización de la protesta, en especial de los trabajadores petroleros, por parte de un gobierno que defiende los intereses de las petroleras multinacionales”.






Asimismo, los compañeros consideran que “ante este nuevo ataque a la clase trabajadora, condición indispensable para hacer pasar un ajuste salvaje, es necesario e imperioso redoblar nuestros esfuerzos, y continuar apuntalando la organización de acciones coordinadas, lejos de los sectarismos y diferencias, para derrotar el ajuste, la represión y la criminalización. Libertad a los presos por luchar”.


PATRIA GRANDE. Movimientos sociales el cambio desde abajo

Aram Aharonian | Nuestros movimientos sociales, indígenas, sindicales, campesinos, comunitarios, que se fueron cimentando a lo largo de las décadas de resistencias y luchas, se van transformando y potenciado por la realidad sociopolítica que han ayudado a construir, impulsando o constituyendo gobiernos populares en varios países de la región.
Pero la nueva realidad política e institucional, con las nuevas contradicciones, conflictividades e interacciones de fuerzas e intereses sociales, económicos, culturales y políticos, configuran un nuevo mapa sociopolítico donde los movimientos sociales deben hacerse cargo de lo que ellos mismos ayudaron a construir y asumirse como protagonistas de los procesos colectivos de articulación y construcción, simultáneamente con la transformación de espacios gubernamentales e institucionales del Estado y el gobierno, en el marco de la disputa integral con el poder hegemónico tradicional.
La lucha es una
Los nuevos movimientos emergentes en la escena pública desde diciembre de 2001 en Argentina reflejan los esfuerzos de reconstrucción de los lazos sociales a través de nuevas formas de organización. La visibilidad de estos movimientos y su creciente legitimidad, así como su expansión y sus mecanismos de articulación recíproca, surgieron del colapso institucional que abarcó a la cúspide del poder político, la moneda e incluso los valores que sustentaron el modelo neoliberal de los noventa. Sin embargo, la mayoría de estos movimientos reconoce orígenes previos, con la única excepción de las asambleas barriales, herederas directas de aquel colapso. De allí que las nuevas formas de asociatividad no deberían asignarse a un supuesto vacío producido por el quiebre del modelo neoliberal, sino más bien atribuirse en gran medida a la desestructuración social que acarreó su funcionamiento pleno.
Las soluciones no llegarán desde los centros de poder o sus organismos subordinados, sino desde lo profundo del pueblo, desde las periferias, señala Juan Grabois: “Llamamos poder popular a la comunidad que se organiza para pelear por su dignidad y creemos que de ahí puede nacer una nueva sociedad”, señala.
Si bien no es lógico resistir, luchar y alcanzar gobiernos para luego abstenerse de asumir la responsabilidad de cogobernar, participar en la toma de decisiones y el control de la gestión pública y para llevar propuestas propias construidas desde abajo, tampoco parece políticamente lógico que, una vez alcanzado el gobierno por presión, lucha e impulso de los movimientos sociales, se prescinda de ellos o se aspire a cooptarlos en posiciones de administración.
Muchas veces el problema es la sectarización y fragmentación: por ejemplo, la lucha ambiental no es solo ecológica, sino que además es económica, porque pasa por un cambio de modelo de producción. Así, deben fortalecerse las alianzas entre las diversas luchas y reivindicaciones sectoriales, para que juntas puedan concretizarse en victorias para todo el movimiento que las impulsa. Debemos comprender que somos parte de la misma lucha, y quien transforma es porque articula por formar un sujeto colectivo político. Ningún actor social por sí solo, sin importar los porcentajes que pueda tener, puede realizar individualmente la articulación para la recomposición que requiere la sociedad tras la atomización que sufrió producto del modelo neoliberal.
Hay muchas formas de involucramiento de los movimientos. Pueden hacerlo como demandantes, como ejecutores subordinados al gobierno-Estado, como fuerzas de choque de la oposición, como espectadores críticos, como constructores de un nuevo poder, construido con el protagonismo de los de abajo, hombro con hombro, ladrillo con ladrillo (gobierno, Estado e instituciones sociales y políticas). Desde abajo, porque lo único que se construye desde arriba… es un pozo.
Isabel Rauber señala que el conflicto es la forma “natural” de existencia y participación de los movimientos sociopolíticos en defensa de la vida, en disputa con el poder hegemónico del capital y en la construcción de su propio poder.
En nuestros países, los movimientos sociales deben revalidar hoy el protagonismo político alcanzado en las luchas contra el neoliberalismo. La existencia de gobiernos populares supone un cambio en las condiciones sociopolíticas, así como en las correlaciones de fuerzas. Obviamente, el protagonismo social y político de la resistencia no es automáticamente trasladable al presente.
Para ello hay que abandonar las actitudes reactivas, defensivas, para transformarse en los protagonistas de la historia que se va construyendo, moviéndose quizá en terrenos políticamente desconocidos hasta ahora para lograr que los instrumentos estatales-gubernamentales se conviertan en las herramientas de los cambios definidos con la participación popular gestada desde el abajo.
Los Estados, las organizaciones, los sindicatos, los partidos, los pensadores, los científicos, los militantes comprometidos ni los grandes líderes pueden transformar la realidad sin el pueblo y, claro, mucho menos contra el pueblo.
No hay una caja de herramientas ni un mapa únicos, pero hay que ir construyéndolos, deslastrándose de la carga (de colonialismo) cultural acuñada por 520 años, para participar en la toma de decisiones, para sumar propuestas que impulsen el proceso de cambios superando las consignas y dando los pasos necesarios para fortalecer el protagonismo colectivo del conjunto de actores sociales y políticos del pueblo todo. El futuro está abierto… y en disputa.
Raúl Zibechi* | Nuevas agendas en los movimientos sociales

Una somera radiografía de las movilizaciones más importantes de los últimos años, como las masivas manifestaciones de millones de brasileños en 353 ciudades en junio del 2013, puede contribuir a visibilizar a los nuevos actores que protagonizan el activismo social en América latina. El 84% de los manifestantes no tenían preferencias partidarias, el 71% participaba por primera vez en protestas y el 53% tenía menos de 25 años.
Las movilizaciones brasileñas se focalizaron en el rechazo al aumento del precio del transporte urbano, como parte de una lucha más amplia por el acceso a la ciudad y contra la represión policial. La organización convocante, el Movimiento Passe Livre (MPL), es una pequeña red asentada en decenas de ciudades e integrada por jóvenes de los sectores medios que estudian en la universidad, que se movilizan cada vez que aumenta el transporte (uno de los más caros del mundo). Con los años, el movimiento ha ido evolucionando hacia la demanda por el derecho a la ciudad, que sienten limitada por el costo del transporte y la especulación urbana.
Las protestas en Brasil tienen cierta similitud con el movimiento Yo Soy 132 lanzado por los estudiantes universitarios mexicanos, exigiendo la democratización de los medios de comunicación durante las elecciones presidenciales del 2014. Aunque ambos se dispersaron en poco tiempo, los grupos que estuvieron en la base de las movilizaciones brasileñas estaban organizados desde mucho tiempo antes y siguen adelante luego del momento álgido de las acciones de calle.
En los últimos 10 años han surgido tantos movimientos que resulta difícil hacer un listado que los incluya a todos. Entre los más conocidos, figura el movimiento estudiantil de Chile, agrupado en la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ADES); las decenas de asambleas locales contra la minería y el modelo extractivo en Argentina, coordinadas en la Unión de Asambleas Ciudadanas; la potente resistencia a la minería en el departamento de Cajamarca, en el norte del Perú, en particular contra el proyecto Conga, en la que destacan las comunidades indígenas andinas, por mencionar apenas tres casos distintos. A ellos, habría que sumar infinidad de movimientos locales, como la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida, que consiguió frenar la instalación de Monsanto en una pequeña localidad cercana a la ciudad de Córdoba (Argentina). O la importante resistencia a la especulación inmobiliaria en Río de Janeiro, con motivo del reciente Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos del 2016.
Bloques sociales y temáticos
En el continente podemos identificar, por su pertenencia social, tres grandes bloques de movimientos: los indígenas, los campesinos y los de sectores populares urbanos. Cada uno de ellos se asienta en espacios diferentes y enarbolan, en principio, demandas distintas. Los primeros, anclados en sus territorios ancestrales, reivindican la defensa y reconocimiento de esos territorios frente a la expansión del extractivismo minero y agroexportador, pero también exigen autogobierno en base a sus usos y costumbres, así como poder decidir aspectos centrales de las políticas educativas y de salud que afectan a los pueblos.
La actividad de los movimientos campesinos gira en torno a la tierra. Como los indígenas, enfrentan también al agronegocio, en particular la expansión de los cultivos de soja que provocan migraciones y contaminan aguas y poblaciones. Su lista de demandas incluye desde la reforma agraria (caso del Movimiento Sin Tierra de Brasil) hasta la exigencia de créditos para la producción y precios para sus productos. En los últimos años algunos de ellos han incrementado sus movilizaciones contra los efectos de tratados de libre comercio con Estados Unidos, y llegan a exigir su derogación, como la Mesa Nacional de Unidad Agraria y decenas de organizaciones campesinas en Colombia.
El tercer bloque está conformado por los sectores populares que viven en las periferias de las grandes ciudades. En estos espacios, que en ocasiones denominan también como territorios, se aglomeran familias que fueron expulsadas por el agronegocio, las guerras y violencias de paramilitares, narcotraficantes, militares y guerrillas, pero también trabajadores formales cuyas empresas quebraron en la última crisis y migrantes de países de la región. Han levantado sus viviendas en base al trabajo familiar, espacios y equipamientos colectivos (en ocasiones escuelas y clínicas de salud) gracias a la cooperación y la reciprocidad (minga). En general, son familias que sobreviven en el empleo “informal”, pero también encontramos trabajadores mal remunerados que se desempeñan en la construcción, el trabajo doméstico y la venta ambulante.
Por el cambio estructural
Las demandas han sufrido algunos cambios a lo largo de los años. Si hubiera que encontrar alguna característica común, es el rechazo a la desigualdad y la lucha por cambios de carácter estructural. Sin embargo, muchos de estos movimientos comienzan reclamando algo tan simple como poder vivir. Algo así reclaman Máxima Acuña Atalaya, su familia y sus vecinos: que les permitan quedarse en las tierras que compraron hace 20 años, que ahora reclama una multinacional de la minería en la laguna Azul, en las alturas de Cajamarca. El derecho a la vida es también el reclamo que mujeres y personas de la diversidad sexual han instalado en la agenda pública de muchos de los países de la región para acabar con la impunidad de la que gozan los responsables de feminicidios y crímenes de odio.
En efecto, las luchas por el agua, la tierra y el derecho a la vivienda, aun para quienes viven en favelas y asentamientos precarios, atraviesa a campesinos, indígenas y sectores populares urbanos. Pero a medida que esas demandas se convierten en movilizaciones, desde lo local hasta lo nacional, chocan con las diversas facetas de la desigualdad (desde el acceso a los medios de comunicación hasta la representación en el sistema político). En este punto enfrentan lo que el sociólogo peruano Aníbal Quijano ha denominado “colonialidad del poder”: un patrón de relaciones asimétricas, de raza, género y generación, que siempre perjudica a los indios, negros y mestizos, y de modo particular a las mujeres y los jóvenes de esos sectores.

El nacimiento de feminismos comunitarios, populares, indígenas y afrodescendientes, forma parte de este proceso de enraizamiento de los movimientos entre los grupos subalternos, marcando claras diferencias con la primera generación de feministas formadas en las academias y los partidos políticos, y volcadas hacia las ONG y las instituciones. Una característica de esta nueva realidad, es la aparición de grupos de mujeres (como la Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú), que no se identifican como feministas, pero que luchan por la emancipación de las mujeres.
En el mundo juvenil se pueden observar procesos similares. A través de expresiones como el hip hop, los jóvenes negros de ciudades como Río de Janeiro buscan un lugar en una sociedad que los excluye. Los medios de comunicación nacidos en las villas de Buenos Aires, donde grupos juveniles expresan sus diferencias culturales, enseñan la politización no domesticada de los jóvenes pobres en las grandes ciudades latinoamericanas (como el mensuario cooperativo La Garganta Poderosa).
*Periodista, analista internacional y escritor uruguayo.
Las culturas políticas

Tan importante como las demandas, son las culturas políticas que expresan los movimientos. Se trata de abordar lo que no dicen los programas políticos, ni las listas de reivindicaciones, ni las consignas que agitan en las calles. Sabemos que hoy los movimientos luchan contra los extractivismos minero, agropecuario y urbano, por más libertades y derechos. Pero también importa cómo lo hacen, de qué manera trabajan, cómo están dispuestas sus fuerzas en el interior de los colectivos y grupos.
Los nuevos movimientos muestran otros modos de organizarse, una cultura política que algunos analizan en cinco rasgos: autonomía, horizontalidad, federalismo, consenso para tomar decisiones y apartidismo (que diferencian del antipartidismo). En paralelo, suelen posicionarse contra un amplio abanico de opresiones: de clase, de género, de raza y generacionales, además de la defensa de la naturaleza. Casi todos los movimientos asumen varias identidades, no limitándose a una sola, lo que constituye una característica de los movimientos integrados por jóvenes.
La más reciente camada de movimientos nació en un período caracterizado por la crisis del viejo patriarcado y la deslegitimación de las instituciones basadas en la representación, como los partidos, los sindicatos y los parlamentos. En ambos casos, los nuevos sujetos (en particular mujeres y jóvenes) tienden a construir organizaciones que rehúyen las jerarquías, el tipo de estructuras gobernadas por varones, donde las bases están sujetas a las direcciones y tienen pocas posibilidades de hacer que sus opiniones sean tenidas en cuenta.
Debemos destacar cinco aspectos que atraviesan a la mayor parte de los movimientos más dinámicos y creativos y que conforman el núcleo de la cultura política emergente en el actual activismo social y político.
– Crean organizaciones pequeñas y medianas, donde los vínculos cara a cara sustituyen la figura de la representación en las grandes organizaciones de “masas”. La preferencia por grupos de tamaño reducido no ha impedido la eficacia de la movilización. En esos grupos se crean fuertes lazos de camaradería y confianza, similares a los vínculos de carácter comunitario. Son esos vínculos los que potencian la acción colectiva, sostenida en el tiempo, y no los aparatos burocráticos de carácter masivo. Esto facilita su autonomía del Estado y los partidos.
– Para la coordinación de acciones entre gran cantidad de grupos, establecen coordinaciones puntuales, “livianas”, capaces de articularse en poco tiempo, que tienden a desarmarse cuando ya no son necesarias. Esta peculiaridad de los colectivos de jóvenes y mujeres suele desconcertar a los varones anclados en la “vieja” cultura política, ya que hay un evidente desfasaje entre la capacidad de movilización y la estabilidad y visibilidad de los núcleos organizados.
– La horizontalidad, entendida como la inexistencia de jerarquías permanentes y fijas, es una de las principales características de los modos de hacer de los movimientos actuales. En vez de representantes, eligen voceros; en vez de dirigentes, nombran personas para coordinar cada reunión, asamblea o actividad, que no suelen ser las mismas que ya realizaron esa tarea en momentos anteriores. En no pocos casos, aparece la figura de la rotación o turno, propia de las culturas indígenas, aunque la mayor parte de las veces no las nombran de ese modo.
– Se percibe un evidente rechazo a un tipo de crecimiento destructivo de la naturaleza y también de la sociabilidad entre las personas. Rechazan la contaminación y el crecimiento económico que no aporta calidad de vida a las comunidades. En algunos casos adoptan la consigna de “Buen Vivir” para designar el tipo de sociedad a la que aspiran, aunque otros movimientos prefieren hablar de “socialismo”. No todos los movimientos rechazan el desarrollismo, aunque hay una tendencia creciente a la crítica al modelo de crecimiento perpetuo.
– Por último, una de las características más novedosas de los movimientos es que no sólo demandan a los Estados y gobiernos, sino que crean espacios propios donde empiezan a construir relaciones sociales diferentes a las hegemónicas. Inspirados en las comunidades indígenas y en las culturas juveniles, se empeñan en construir ahora el mundo de sus sueños.
Con Francisco y Evo, del 7 al 9 de julio

A nueve meses del exitoso primer encuentro en Roma, los Movimientos Populares y el Papa Francisco vuelven a encontrarse el próximo 9 de julio en Santa Cruz de la Sierra, huéspedes del presidente Evo Morales y del Estado Plurinacional de Bolivia.
“La solidaridad, entendida, en su sentido más hondo, es un modo de hacer historia y eso es lo que hacen los movimientos populares”, había señalado el Papa en la reunión de octubre de 2014.
A partir del próximo 7 de julio y hasta el 9, más de 1.500 delegados representando a diferentes movimientos populares latinoamericanos y delegaciones del resto de los continentes, junto a una significativa cantidad de obispos y agentes pastorales participarán de reuniones, análisis y debates; compartirán experiencias, realidades, ideas y propuestas para abordar los problemas que afectan a los pobres de la tierra.
Desde su propia condición de campesinos e indígenas, vecinos de asentamientos populares y familias en lucha por un techo, trabajadores precarizados o de la economía popular, es decir, los excluidos de la Tierra que no se resignan, que se organizan y que luchan por una alternativa humana a la globalización excluyente, participarán en este cónclave.
Por ello los ejes principales seguirán siendo Tierra, Techo y Trabajo, con una mirada más amplia a lo que pasa con la Madre Tierra y los distintos conflictos que afectan la paz y la soberanía de los pueblos en todo el mundo.
El Encuentro culminará el jueves 9 de julio a las 17:30, hora en que está pautado el plenario con Francisco y el anfitrión, presidente boliviano y dirigente popular indígena Evo Morales, donde dialogarán sobre la necesidad de un proceso de cambio que tenga a los movimientos populares como protagonistas en la lucha por la justicia social.
Al final del Encuentro, los Movimientos Populares entregarán al Papa Francisco una carta con los resultados del trabajo de los tres días y las recomendaciones allí consensuadas, para que el mismo Papa pueda tenerlas en cuenta en sus ponencias frente a la Asamblea de las Naciones Unidas y otros foros internacionales.
Juan Luis Berterretche | El Enclave transgénico de Suramérica 
Desacato.info 

Hoy la superficie que ocupan las plantaciones de soja transgénica en el enclave del conjunto de cinco países sudamericanos alcanzaría en la zafra actual a 57 millones de hectáreas o 570 mil kilómetros cuadrados, territorio mayor que el de España que casi se duplica si agregamos las plantaciones de los otros granos transgénicos, como el maíz, la cebada, el algodón, o el eucaliptus transgénico ya autorizado en Brasil.
Desde hace algo más de dos décadas el objetivo central del capitalismo es el dominio mundial de la agricultura, y la minería, entonces los territorios ocupados por “prometedoras nuevas tecnologías agrícolas y mineras que acabarían con el hambre en el mundo y bajarían el precio de los minerales” pasaron a tener extensiones insospechadas.
“Enclave” es un territorio dentro de otro, sujeto a diferente sistema productivo y regido por distintas leyes, disposiciones y privilegios económicos, sociales y políticos con aceptación explícita o implícita de la nación o naciones que los albergan. El enclave suramericano de transgénicos abarca parte de Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia. Los unen exenciones arancelarias, legales y reglamentarias que afectan la salud tanto ambiental como humana y arrasan con derechos ciudadanos.
Es una producción dominada por el oligopolio corporativo de semillas transgénicas y agroquímicos asociados, en alianza con grandes latifundistas nacionales o extranjeros, en una producción en su mayor parte dedicada a la exportación y regida por mercados externos –el internacional de commodities, subordinado al mercado financiero– y no por necesidades soberanas de alimentación de la población.
En menos de tres décadas un puñado de corporaciones multinacionales ha creado un fulminante y feroz cerco corporativo en torno de las semillas, el primer eslabón de la cadena alimentaria.
La mayor parte de la producción de soja en el Cono Sur se practica en predios mayores a 500 hectáreas. En consecuencia, un número cada vez menor de productores manejan superficies cada vez más extensas, llegando a unidades de 2.500 a 5.000 hectáreas o más, en Argentina, Brasil y Paraguay. En este último país, Tranquilo Favero –conocido como el rey de la soja– posee él sólo un millón de hectáreas plantadas de soja. Producción de soja y concentración de tierras van de la mano. Obedece a un círculo vicioso: la mayor parte de la producción proviene de sistemas agrícolas altamente industrializados (semillas transgénicas, siembra directa por maquinaria y agroquímicos aplicados de manera mecánica por “mosquitos” o vía aérea).
La industrialización
La intensa industrialización de esta nueva forma productiva implica el incremento de la capacidad de inversión de los productores, lo que deriva en la paulatina marginalización de los agricultores de pequeña escala o con reducida capacidad de inversión, de los trabajadores rurales, indígenas y campesinos. El enclave productivo que se viene extendiendo en el continente al margen de las necesidades e intereses de las poblaciones, utilizan tecnologías pensadas para prescindir y excluir la mano de obra humana, en un área de exclusión de trabajadores rurales, de campesinos, de agricultores familiares, de indígenas y descendientes de esclavos liberados (quilombolas), que transforma el sistema de propiedad de la tierra, pasando el domino de ésta a sociedades anónimas, grandes terratenientes o pool de siembras costeados y controlados por el capital financiero a través de fondos de inversión imperialistas.
Este mismo proyecto imperialista, no sólo está dedicado al continente americano. El G8 desde hace 2 o 3 años ha elegido a África como su próxima víctima. Quizá porque el agro negocio comienza a evidenciar con más claridad en América sus secuelas destructivas y la resistencia en nuestro continente crece.
En lo que va del nuevo siglo resalta la intervención directa del Banco Mundial en la expulsión y expropiación sin indemnización de territorios de comunidades nativas en África –donde sobreviven 540 millones de personas–, para desarrollar proyectos económicos de metrópolis de tradición colonialista, el mismo sistema productivo destructivo y excluyente que impulsaron en nuestro continente. Para este plan, los proyectos de “cooperación europea y estadounidense” con África ya definieron su principal enemigo: la agroecología tradicional africana y las mujeres negras que son el 75% de quienes la practican.
Problemas ambientales y también sociales

Desde la zafra pasada, las plantaciones de soja del enclave transgénico suramericano ya proveen más del 50% de la producción mundial. Más allá de las declaraciones triunfalistas de los funcionarios gubernamentales, en esta última zafra se han hecho presente las dificultades que empiezan a manifestarse con un sistema productivo que crea problemas ambientales ya comprobados de contaminación, en especial en el sistema hídrico; que atenta contra el sistema sanitario de los países, e incluso que promueve cambios retrógrados en el sistema económico, social y político como es el caso paradigmático de Brasil.
En general en todos los países los gobiernos responsabilizan al clima por las mermas en la producción y los bajos promedios de kilogramos por hectárea en esta zafra. Se culpabiliza a la falta de lluvias o altas temperaturas el verano austral de 2014-2015. Y se culpa al mercado mundial por la acentuada baja de los precios y los malos resultados que se obtendrán con las exportaciones. La “novedosa solución progresista” para estos problemas empieza a transitar por los “ajustes fiscales” desembozados en Brasil o Argentina, o algo disimulados en Uruguay.
Los gobiernos se resisten aceptar que en los últimos años irrumpió una crisis hídrica. Que afecta a las grandes ciudades. En Brasil por diques o embalses en las corrientes para abastecer al ganado que se expande a costa de la selva amazónica y perjudica el clima de todo el sur del continente; por grandes represas para generar energía para la expansión de la explotación minera y por el uso y envenenamiento del agua de las mismas mineras, y por las nuevas disposiciones o la aceptación implícita de la deforestación de las márgenes de ríos y arroyos y el desmonte de bosques para que se expanda la plantación de transgénicos.

Cosecha de soja 2014-2015

En Brasil la cosecha alcanzaría 94,3 millones de toneladas, por tanto un 9,5% más que la cosecha anterior de 2013-2014 (93,5 millones de toneladas). La superficie plantada alcanzaría las 31 millones de hectáreas. Es decir la soja ocupó 310 mil kilómetros cuadrados. Una superficie mayor que la de Italia y poco menor que la de Polonia.
En Argentina, las previsiones en abril para la cosecha actual son que alcanzaría 58 o 59 millones de toneladas, por tanto, entre 2,4 y 3,4 millones de toneladas más que la cosecha 2013-14 (55,6 millones de toneladas). La cosecha de soja argentina en la temporada 2014/15 habría ocupado una superficie plantada de 20,2 millones de hectáreas. Entonces la parte del enclave en territorio argentino sería de 202 mil kilómetros cuadrados. Una superficie algo menor que Guyana y mayor que la de Senegal.
En Paraguay la producción de soja en la cosecha 2014-2015 se habría reducido a 8 millones de toneladas. Es decir, 1,3 millones menos que en la cosecha anterior (9,3 millones de toneladas, 2013-2014) a pesar de haber aumentado en 10 mil ha la superficie plantada. 3,26 millones de hectáreas en 2014-2015 frente a 3,25 millones de ha en la cosecha anterior. El enclave sojero paraguayo ocupa una superficie de 32,6 mil km2, es decir, mayor que el territorio de Bélgica.
En Uruguay la producción de la cosecha actual sería entre 3,2 y 3,4 millones de toneladas para una superficie sembrada de 1,5 millones de hectáreas. Y por tanto una superficie de 15 mil kilómetros cuadrados. Si la cifra de 3,2 millones de toneladas de producción de soja de la actual cosecha se confirma, significa una caída del rendimiento en relación a la cosecha anterior donde con menos superficie sembrada (1,3 millones de hectáreas) se obtendría el mismo volumen de granos.
En Bolivia aún no existen previsiones de volumen de la cosecha de soja transgénica para 2014-2015. Se estima que la superficie plantada alcanzaría a 0,95 millones de hectáreas, lo que significa 9,5 mil km2 plantados de soja.
Consecuencias nocivas del agronegocio

En Brasil el gobierno está centrando toda su publicidad en el hecho de haber superado los 200 millones de toneladas de granos en esta cosecha (200,7 millones de toneladas para 2014-2015) como un record de la producción de alimentos, cuando en verdad la producción de soja, maíz etc. transgénicos por el agronegocio se exporta en su mayoría al extranjero como materia prima para raciones de ganado.
Una parte no exportada del maíz se utiliza en la producción industrial de carne aviar y en la industria de malta cervecera en sustitución de la cebada. Algo poco conocido en el país: el 40% del componente de la cerveza brasileña es transgénico.
Mientras tanto, más del 70% de la alimentación de la población brasileña, la provee la agricultura familiar u orgánica, sin ninguna clase de publicidad gubernamental. Pero podría argumentarse que es importante la producción transgénica para el ingreso de divisas al país.
En realidad este año es muy expresivo el mal negocio que se hace apoyando a la agroindustria como un pilar fundamental del sistema productivo, por el encarecimiento permanente de los agrotóxicos, la presión de las empresas proveedoras de semilla por el cobro de royalties a los productores, y el aumento del precio del transporte a los puertos que están a 2.000 km del cinturón sojero. A eso se agrega la baja de los precios internacionales de los granos por la sobreproducción que ha desbordado los stocks disponibles.
Pero la consecuencia más dañina de estos “pilares productivos” en Brasil, la debemos buscar en el sistema político. Durante los gobiernos del PT, la prioridad dada al agronegocio resultó en un crecimiento continuo de la bancada de este sector en el Congreso, por la financiación del capital privado a las campañas electorales. El actual presidente de la Cámara de diputados Eduardo Cunha (PMDB) actuó como principal lobista de las empresas y corporaciones para elegir diputados que se sumaran a la bancada empresarial.
Los grandes terratenientes del campo y sus políticos afines reunidos en el Frente Parlamentario Agropecuario (FPA) son a partir de 2015 la mayor bancada del Congreso. Ha crecido un 33% sumando 273 asientos entre diputados y senadores. En la Cámara de Diputados junto a otros 131 parlamentarios vinculados al agronegocio, conseguirían una mayoría de 257 representantes del sector ruralista, frente a los 256 no ruralistas. O sea controlan más de la mitad de los diputados federales vía financiación corporativa privada de campañas.
Las consecuencias de este sistema corrupto se manifiestan directamente en las primeras votaciones parlamentarias. Durante abril se votó en la Cámara de Diputados un cambio de redacción de la definición de trabajo esclavo haciendo más permisiva la ley y eliminando situaciones similares a esta explotación para evitar que se expropien las haciendas de los culpables y se las integre a la reforma agraria, como estipula la ley. También se eliminó la obligación de rotular los alimentos –con una T dentro de un triángulo– que identificaba los productos con ingredientes transgénicos, un grosero golpe a la libertad de información.
Esto sin mencionar leyes como la de “tercerización” del trabajo que tiene como objetivo reducir y anular derechos de los trabajadores y precarizar más aún el mercado de trabajo.
En Argentina la gran preocupación es la caída en un 30% de los precios de la soja en el mercado internacional. Si bien con una superficie similar a la zafra anterior sembrada, la cosecha puede ser superior en dos o tres millones de toneladas. Pero el valor actual de US$ 370 la tonelada no es alentador. Y con esos precios de venta la situación del productor arrendatario es fuertemente deficitaria.
El experto Manuel Alvarado Ledesma señaló que en los precios de corto plazo “la perspectiva realmente es mala”, pues “sigue la firmeza del dólar así como el precio del petróleo continúa en baja, en un contexto donde la oferta de soja del hemisferio norte es enorme y la del sur amenaza serlo también”. La caída del crudo incide directamente en los valores de los biocombustibles e indirectamente en los precios de los granos y otros derivados.
En Paraguay se produjo un proceso similar de cambio político a partir de los terratenientes en el Congreso, pero mucho más drástico. Fueron ellos quienes apuntalaron el golpe del senado paraguayo contra Fernando Lugo (2012), instalando en la presidencia al vicepresidente Federico Franco, representante de los latifundistas que en ese momento detentaban el 2,6% de los predios rurales abarcando el 85,5% del total de la superficie agrícola del país, ocho millones de hectáreas más que en 1991. Luego, con la elección de Horacio Cartes (2013) a la presidencia –empresario del tabaco y el alcohol y dueño de un banco dedicado al lavado de dinero de drogas– se dio continuidad a este proceso.
En Paraguay, la absoluta ausencia de control del sistema productivo basado en transgénicos ha conducido a una disminución significativa de la producción en la cosecha actual (1,3 millones de toneladas menos que en la anterior).
El plantío soja/soja, es decir sin rotación de suelos, tiene como consecuencia la pérdida de materia orgánica de la tierra sin capacidad de recuperarla y exige aumentar la cantidad de fertilizantes químicos. La ausencia de rotación con maíz y trigo no sólo impidió que con los rastrojos de esos dos granos el suelo recuperara materia orgánica, sino que además se evadieron dos cultivos fundamentales para la alimentación de la población.
Esto mantiene una situación de protesta campesina violenta en las áreas rurales. A esto se agrega que los cultivos con deficiencia nutricional son más susceptibles a plagas y enfermedades. En todo el enclave en territorio paraguayo existe un fuerte ataque de roya asiática con tolerancia a los fungicidas, así como de chinches y lepidópteros con resistencia a insecticidas cada vez más tóxicos.
Con un promedio de rendimiento del enclave de 2.452 kg/ha, sólo tres departamentos (Alto Paraná, Canindeyú y Caaguazú) superan dicho promedio, mientras otros siete tienen producción por debajo de esa cifra. Las perspectivas son más que “preocupantes”.
La resistencia crece

Nuestras caracterizaciones económicas, sociales y políticas del grave problema causado en nuestra América por los sistemas de desarrollo productivo adoptados por los gobiernos “progresistas”, basados en agricultura transgénica, minería a cielo abierto y combustibles fósiles, nos muestran la enorme magnitud de las consecuencias negativas en todos los planos de la vida humana y la salud ambiental que sufre el continente.
Ya existe una resistencia popular creciente no sólo en el campo como también en las ciudades afectadas por la crisis hídrica. En Brasil los movimientos sociales resisten los cortes de agua en S. Paulo, Río y Belo Horizonte, etc. Los especialistas han identificado como un culpable de la crisis a las modificaciones que se realizaron al Código Forestal para favorecer a los ruralistas. Y el enfrentamiento violento en el ámbito rural determinó que Brasil tenga el triste récord de contabilizar la mayor cantidad de asesinatos de ambientalistas en el mundo, en 2014. Para el MST en este año “se abre un nuevo período, que permite la intensificación de las luchas sociales”.
En Paraguay hay una verdadera guerra civil en el campo. Los “carperos”, campesinos sin tierra, ocupan con carpas los territorios fiscales usurpados por los plantadores de soja y los enfrentamientos son permanentes y violentos.
En Argentina, que es donde Monsanto penetró primero con sus OGM a mediados de los 90, la campaña pública contra los transgénicos se ha extendido y radicalizado en los últimos meses. En abril la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (Fesprosa), con más de 30.000 médicos y otros técnicos sanitarios, apoyándose en “sospechas” de la OMS sobre el glifosato como causante de cáncer, publicó una declaración afirmando que: “El glifosato no sólo provoca cáncer, también está asociado al aumento de abortos espontáneos, malformaciones genéticas, enfermedades de la piel, respiratorias y neurológicas”. Y pide su prohibición.
En Uruguay las actividades en protección del medio ambiente involucran a varios movimientos de defensa de la tierra y el agua con muy buena inserción en el interior del país. Existe en Sudamérica una posibilidad creciente de alianzas multitudinarias democráticas y sociales para enfrentar y derrotar estos sistemas improductivos funestos.
Capitales excedentes en nuevo arreglo espacio-temporal

La categoría del arreglo espacial (o arreglo espacio/temporal) que utilizó David Harvey para explicar las burbujas inmobiliarias es aplicable también a las nuevas inversiones de capitales en nuestro continente. Harvey se apoya en la afirmación de que los ciclos de acumulación capitalistas construyen geografías a su medida.
Con el inmenso enclave transgénico, Sudamérica, atiborrada de monocultivos, ha transfigurado su geografía transformándola en enormes extensiones de territorios de desiertos verdes que producen materias primas para el mercado mundial, en detrimento de la producción de alimentos para su población. Con consecuencias nefastas de deforestamiento para su vegetación nativa, y envenenamiento de sus acuíferos, nacientes y corrientes a la vez de una gran disminución del caudal de sus ríos.
Desde la ocupación de tierras para plantíos de monocultivos transgénicos o forestales; o las plantas industriales para procesar materias primas –como la celulosa–; la construcción de diques, embalses y represas hidroeléctricas, plantas de procesamiento de biomasa, gasificadoras y los pozos de extracción de gas de esquisto (fracking), para abastecer de energía los proyectos; o la acción minera a cielo abierto; la instalación de infraestructura vial, puertos y aeropuertos, sistemas de transporte marítimo, ferroviario, y de carreteras y avanzados medios de comunicación. Todo esto no es un sector menor de la economía, y es capaz de absorber ingentes cantidades de capital e inmovilizarlo por años, dando beneficios por décadas.
Se trata de un proceso global de conquista geopolítica de fuentes de recursos naturales, claves para la expansión del capital. Es un arreglo espacial que supone un relanzamiento del proceso de acumulación de capital mediante un nuevo conjunto de relaciones territoriales, como en Sudamérica y también en África, que generan nuevas escalas espaciales y proveen insospechados volúmenes de plusvalía. Es un nuevo tipo de colonialismo económico –en países que brindan la posibilidad de enclaves– que se concentra sólo en los privilegios y beneficios, y desconoce y elude todo tipo de costos ambientales, sanitarios, sociales o políticos.
Los movimientos, la tierra, la dignidad

La CLOC-VC, expresión organizada de los campesinos y campesinas, pueblos originarios, afrodescendientes, asalariadas y asalariados del agro de Latinoamérica, en su VI Congreso realizado en Buenos Aires en abril pasado señaló que la región vive “un momento en que las contradicciones y la lucha de clases se reflejan en una ofensiva del capital que promueve nuevas guerras, opresión y conspiración contra los pueblos”, como el ataque directo a Venezuela al declararlo un peligro para la seguridad de EE.UU., y diversas estrategias golpistas y desestabilizadoras, instrumentadas por la alianza de los grandes grupos empresariales de la comunicación y el capital financiero..
El campesinado rechazó el patriarcado, el racismo, el sexismo y la homofobia, en su lucha por sociedades democráticas y participativas, libres de explotación, discriminación, opresión y exclusión de las mujeres y los jóvenes. Condenamos toda forma de violencia doméstica, social, laboral e institucional hacia las mujeres, y levantar la bandera del feminismo campesino y popular es parte de nuestro horizonte estratégico de transformación socialista.
La CLOC reafirmó su lucha por la Reforma Agraria Integral y Popular, la agricultura campesina e indígena de base agroecológica como “componentes imprescindibles del camino hacia la soberanía alimentaria y el enfriamiento del planeta, garantizando el acceso a la tierra y el agua a las mujeres, los jóvenes, los sin tierra, y asegurando la recuperación de los territorios por parte de los pueblos originarios y afro descendientes”. También reafirmaron su lucha por el reconocimiento de la función social de la tierra y el agua, y la prohibición de toda forma de especulación y acaparamiento que las afecte.
Los campesinos se comprometieron a seguir defendiendo y manteniendo vivas las semillas campesinas e indígenas, “para que en manos de las comunidades las recuperemos, reproduzcamos y multipliquemos, desde nuestros sistemas campesinos. No vacilaremos en la lucha contra cualquier forma de privatización y apropiación de las semillas y toda forma de vida”.
Agregaron que “debemos derrotar el modelo agrícola impuesto por las corporaciones del agronegocio, que apoyado por los capitales financieros internacionales y basado en monocultivos transgénicos, uso masivo de agrotóxicos y expulsión de campesinas y campesinos del campo, es el principal responsable de las crisis alimentaria, climática, energética y de urbanización”.
La CLOC hizo un llamado a continuar luchando “por un mundo libre de transgénicos y agrotóxicos que contaminan, enferman y matan a nuestros pueblos y a la madre tierra. Resistiremos junto a pueblos y comunidades el extractivismo, la megaminería y todos los megaproyectos que amenazan nuestros territorios”.
Rafael Cuevas Molina* | América latina y la corrupción

La corrupción, la ejerza quien la ejerza, es imperdonable; pero a veces sorprende más, y duele, cuando es instrumento de quienes se han dicho abanderados de los ideales de equidad y justicia.
Se vea a donde se vea, en América latina campea la corrupción. Aunque no es, ni lejanamente, exclusiva de ella, la política es uno de sus escenarios privilegiados. Hay casos de casos, es cierto, ámbitos en los que encontrarse con ella no causa mayores sorpresas, pero, en otros, son traición a ilusiones y esperanzas depositadas por quienes tienen pocas razones para tenerlas.
No causa sorpresa encontrársela en Guatemala, por ejemplo, en donde el Estado está tomado por mafias bien organizadas que se pelean la oportunidad de saquear el erario público. Ahí, hasta la ONU ha tenido que intervenir para intentar ordenar el aparato institucional que debería de ser el encargado de velar por la pulcritud de la actividad estatal.
Tampoco sorprende encontrarla campeando en México, en donde el PRI logró estructurar, a través de décadas en el poder, un entramado, nada sutil por cierto, de clientelismos que abarcaba desde el más humilde funcionario público hasta el presidente de la República. Entramado que, ni corto ni perezoso, heredó y revitalizó el PAN, que entró en la lid emulando a su antecesor, del que tanto se quejó y al que tantas veces denunció.
Ya se sabe que en esta región llamada hoy Mesoamérica, la venalidad de nuestros gobernantes ha sido proverbial. Llamarnos peyorativamente Banana Republics estuvo asociado precisamente a eso, a la facilidad con la que políticos y funcionarios reciben plata por debajo de la mesa; y nadie quiere quedarse fuera de la posibilidad de recibir un dinerito extra, desde el inspector que revisa la mercadería que debe atravesar alguna frontera, pasando por el policía de tránsito que vigila la ruta por donde se mueve, hasta el encopetado engominado que, sentado en una silla “ejecutiva”, debe establecer las normas y los reglamentos que rigen el sistema.
Ha llegado a ser tan común esta cultura de “la mordida”, como le llaman en México, que deben calcularse en el presupuesto de cualquier trámite las correspondientes tajadas para cada uno de los funcionarios por donde se debe pasar.
Es una cultura de la corrupción, de la venalidad, de la trampa institucionalizada, y la esperanza es que desaparezca. Por eso, la palabra de moda es transparencia. No hay gobierno que se precie que no haga de la transparencia su caballito de batalla. Se llenan la boca los gobernantes hablando de ella, y la repiten tanto que va perdiendo sentido.
Algo hemos ganado, sin embargo, con solo ponerla sobre la palestra, porque la corrupción en América latina no es nueva, pero ahora hay más ojos escrutadores y empoderados sobre quienes ejercen el poder. Muestra que hemos avanzado por lo menos en eso, que por demás no es poca cosa, de la rendición de cuentas ante quienes nos han puesto en determinado sitio para que maniobremos con la cosa pública.
La corrupción, la ejerza quien la ejerza, es imperdonable; pero a veces sorprende más, y duele, cuando es instrumento de quienes se han dicho abanderados de los ideales de equidad y justicia. Como el escándalo que vive Chile por el hijo de la presidenta Michelle Bachelet, por ejemplo, que la ha despojado de la enorme confianza que habían depositado en ella sus compatriotas, mermando la legitimidad de su mandato y coadyuvando a que explote sin más la conflictividad social.
En América latina, territorio en el que sigue existiendo el trabajo esclavo; personas que viven con menos de un dólar al día; en donde proliferan las villas miseria; los niños que mueren por desnutrición, es un delito de lesa humanidad enriquecerse. Así, en términos generales y sin ambages: es un delito enriquecerse, y más aún cuando se hace a través de prácticas corruptas.
Y los “comunistas” chinos, a quienes enriquecerse les parece glorioso, pueden irse al diablo n
*Presidente AUNA-Costa Rica
Jorge Núñez Sánchez* | La mentira panamericana

No mentir, dicen los preceptos bíblicos; pero en nuestra cultura política hay grandes mentiras aceptadas por todos como verdades. Una de esas, quizá la más escandalosa, es la mentira panamericana o interamericana, inventada por los Estados Unidos para hacernos creer que nuestro continente es una gran isla de paz y amigable convivencia. Esa mentira fue inventada en el siglo XIX, precisamente para oponerse al proyecto alfarista de reunir un gran Congreso Continental que normara la Doctrina Monroe y refrenara el expansionismo estadounidense. Surgieron, así, las Conferencias Panamericanas, convocadas por los EE.UU. para tratar de convertir a América latina en una zona de influencia suya y un coto cerrado para su comercio.
La primera se reunió en Washington en 1889 y de ella surgió la Oficina Internacional de Repúblicas Americanas, convertida en 1910 en la Unión Panamericana y en 1948 en la tristemente célebre OEA, a la que Fidel Castro llamara “Ministerio de Colonias Yanquis”.
Pero al mismo tiempo que se reunían las Conferencias Panamericanas, los EE.UU. ejercitaban su política de intervención y agresión a los países de América latina. En 1901 aprobaron la Enmienda Platt, que proclamaba su derecho de intervenir en Cuba cuando ellos quisieran. En 1903 tomaron Panamá, para construir su canal interoceánico y enviaron tropas a Nicaragua. En 1904 aprobaron el “Corolario de la Doctrina Monroe”, según el cual “un mal proceder” en los países del sur justificaría su intervención en ellos. En 1906 volvieron a ocupar Cuba. En 1909 enviaron tropas a Nicaragua para derrocar al presidente Zelaya. La lista de esas intervenciones es abundante.
En 1935, el general Smedley Butler, el “pacificador” de Nicaragua, Haití y Santo Domingo, confesó ante el Senado de su país:
“He servido durante treinta años y cuatro meses en las unidades más combativas de las fuerzas armadas norteamericanas, la infantería de marina. Pienso que durante ese tiempo actué como un bandido altamente calificado al servicio de los grandes negocios de Wall Street y de sus banqueros. En 1914 contribuí a darles seguridad a los intereses petroleros en México, particularmente en Tampico. Ayudé a hacer de Cuba un país donde los señores del National City Bank podían acumular sus beneficios en paz. Entre 1909 y 1912 participé en la limpieza de Nicaragua para ayudar a la firma bancaria internacional de Brown Brothers. En 1916 llevé la civilización a la República Dominicana por cuenta de los grandes azucareros norteamericanos. Fue a mí a quien correspondió ayudar a arreglar en 1923 los problemas de Honduras para darles seguridad a los intereses de las compañías fruteras norteamericanas”.
El último capítulo de esa ominosa historia intervencionista es el que el presidente ecuatoriano Rafael Correa le recordó al presidente Barack Obama en la última Cumbre de las Américas. Y eso explica por qué Obama dijo que prefiere dejar a un lado la historia y hablar de negocios.
*Presidente de la Academia Nacional de Historia del Ecuador
Carlos Ruperto Fermín | Basura en las calles

Cuando se trata de reducir los índices de contaminación ambiental y fomentar la práctica de la cultura del reciclaje, los latinoamericanos sufrimos de un continuo bloqueo mental, que nos impide asumir la responsabilidad de proteger los recursos naturales y generar respuestas positivas de cambio a favor del saturado planeta.
La sistemática indiferencia ecológica permite que los latinoamericanos produzcan de 0,7 a 1,3 kilogramos de basura a diario, por lo que cada 24 horas se originan más de 500 mil toneladas de desechos sólidos, que terminan promediando casi 200 millones de toneladas de residuos anualmente. De esa cifra, se recicla menos del 15% de los materiales orgánicos e inorgánicos que se descargan en los vertederos de basura a cielo abierto, los cuales acumulan, queman y contaminan toda la desidia ambiental, ocasionada por más de 600 millones de latinoamericanos que atiborran las calles de nuestra capitalista geografía.
Desayunamos, almorzamos y cenamos, pero ¿dónde terminan el cartón de huevos, la botella de refresco y la lata de atún? Compramos, vendemos y regalamos, pero ¿dónde terminan la colilla del cigarro, el envoltorio de los juguetes y el vidrio de los licores? Leemos, viajamos y rezamos, pero ¿dónde terminan el papel periódico, las hojillas de afeitar y los tests de embarazo?
Lloramos, reímos y soñamos, pero ¿dónde terminan el envase del cloro, el envoltorio de las galletas y las cáscaras de las frutas?
Trabajamos, dormimos y despertamos, pero ¿dónde terminan el pañal desechable, los discos compactos rayados y la mugre de las uñas? Nacemos, crecemos y morimos, pero ¿dónde terminan el pote de champú, el tetrapak de la leche, las jeringas del hospital y las baterías oxidadas?
La respuesta es muy sencilla. Gran parte de la basura latinoamericana termina aglutinada en una genérica bolsa de plástico negra, blanca o transparente, que se deposita en el genérico contenedor de basura frente a nuestro domicilio, esperando que las agujas del reloj marquen la impuntual llegada del genérico camión compactador, que trasladará con gritos industriales todos los desechos sólidos hasta el genérico vertedero a cielo abierto, para que de generación en generación se repita la misma errática historia de abuso ambiental.
Nosotros, ecocidas
Vivimos destruyendo el entorno biofísico que albergamos, y nos quedamos calladitos ante el gran ecocidio que perpetramos en la oficina, en el hogar, en las plazas, en los parques, en las playas y en las aceras de nuestros países. Desde Toluca de Lerdo en México, pasando por Maracaibo en Venezuela, y llegando hasta Tucumán en Argentina, observamos que la irracionalidad ecológica de la población latinoamericana demuestra la falta de conservacionismo entre los ciudadanos, y la abstención de los gobiernos de turno en aplicar la normativa legal que prioriza la práctica obligatoria del reciclaje.
Es obvio que la política ambiental vigente en Latinoamérica coexiste con el mal olor, con las ratas, con los cerdos, con las moscas, con los gusanos, y con el metano que habita debajo de las capas de basura en La Ciénaga, en El Rodeo, en La Bonanza, en Yotoco, en Villa Hayes, en Norte III, en La Esmeralda, en La Chorrera, en El Milagro, en Cerro Patacón, en San José, en La Cañada, en Zona 3, en Las Iguanas, en Santiago Poniente, en Doña Juana, en Atiquizaya, en Huajara, en Yopal, en Los Pinos y en el resto de los laberintos de aniquilación ambiental, mejor conocidos como rellenos sanitarios, vertederos o botaderos de basura.
Por desgracia, los rellenos sanitarios no representan un mecanismo técnico eficaz para disponer de la basura urbana. Son improvisadas áreas naturales demarcadas con estratégicos vocablos politizados, donde las empresas contratistas jamás terminan recolectando, clasificando y llevando la basura hasta los centros autorizados de reciclaje, que aprovecharían los materiales desechados en aras de su reutilización como materia prima, para la fabricación de nuevos productos de bajo impacto ambiental.
Por el contrario, en América latina se acostumbra a quemar la basura en horas de la madrugada, desprendiendo un huracán de cenizas tóxicas que maltrata la calidad del aire, y provoca enfermedades respiratorias a las personas que las inhalan, pues esas sustancias nocivas para la salud, malogran los pulmones de los seres humanos y carcomen la caja torácica del alérgico medio ambiente.
Estamos dañando la capa vegetal de los ecosistemas, propiciando la entrada furtiva de familias que viven en estado de indigencia, colapsando las alcantarillas en épocas de lluvia, y acrecentando la plaga de roedores, aves carroñeras e insectos que llegan hasta los centros urbanizados en los que vivimos, originando una crisis epidemiológica que afecta a todos los estratos sociales.
Consumo, reciclaje
Lo que en realidad enfrentan los latinoamericanos, es una asfixiante tendencia consumista encabezada por el todopoderoso dios dinero, a quien no le interesa el fatal destino de su capitalismo salvaje y de sus esclavos, para transformarlos en piltrafas humanas disfrazadas de hombres y mujeres con agudo pensamiento crítico.
El reciclaje requiere de un trabajo mancomunado entre los organismos públicos, la empresa privada y la sociedad, para cumplir con la sinergia ambiental de la regla de las 3R (reducir, reutilizar y reciclar).
Estamos resintiendo el déficit de programas ambientales que realmente valoricen la recuperación y la reutilización de la basura doméstica e industrial, porque estamos inmersos en la cultura del consumo, del derroche y del descarte.
Gran parte de las toneladas de la basura latinoamericana no es biodegradable. La obsolescencia programada de la naturaleza puede tardar de cinco a 1000 años en degradar todo el plástico que se mezcla con tintas artificiales, aluminios, resinas sintéticas, escombros de la calle y pulpa de celulosa. Por eso, mientras esperamos el lanzamiento del nuevo iPhone, podríamos visitar alguna región de los ancestrales pueblos originarios, para pedirles perdón de rodillas a cada uno de nuestros hermanos indígenas, quienes son los más perjudicados por la sobreexplotación de los recursos naturales y por la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón), que va deforestando, contaminando y arrasando con la nobleza de los más inocentes.
Todos los latinoamericanos somos culpables del gran ecocidio protagonizado en el siglo XXI. Estamos ciegos, sordos y mudos, porque no recibimos clases de educación ambiental en nuestro proceso de aprendizaje escolar.
La tendencia negativa en América latina se agudizará en los próximos 15 años, a causa de la aglomeración del incontrolable e-waste, por la expansión de la chatarra de automóviles y neumáticos en terrenos baldíos, por el desaprovechamiento de la minería urbana para frenar la alta tasa de desempleo, por el hipnótico bombardeo publicitario que se transmite en los canales de TV, por la no masificación de centros de reciclaje que sean fácilmente localizables en las calles, por la no comercialización de productos fabricados 100% con materiales reciclados, y por la falta de diversificación de la matriz energética, que castigará con fuerza al horizonte ecológico latinoamericano, incrementando los niveles de polución por las emisiones de gases de efecto invernadero.
El reciclaje parece ser auténtica letra muerta para los gobiernos, las comunidades y sus lugareños. Los hogares latinoamericanos no separan la basura doméstica desde la fuente, ya sea por desconocimiento, conformismo o porque saben que el camión compactador del aseo urbano, se encargará de mezclar todos los residuos y estropeará la tarea del reciclaje.
El libre albedrío del hiperconsumismo nos ahoga con tanta basura de los pies a la cabeza. Ojalá que podamos encontrar la llave y desbloquear el reciclaje en Latinoamérica, para que ya no sea un tema tabú, una piedra en los zapatos, o una mancha de sangre que germina en lo más profundo del bosque.





EL ROSTRO DE AMÉRICA LATINA





Hay una sola manera de conseguir el objetivo de esa Patria Grande liberada. Y es que la mayoría de nuestros pueblos entienda que históricamente hemos sido dominados por elImperio, y que nuestra independencia nunca pasó de una formalidad superficial y banal. Que entienda que el Imperio siempre se sirvió de los “cipayos”, aquellos grupos de poder que gobernaron para los intereses extranjeros y no los nacionales. Y que esas minorías, fuertes por su dinero y sus privilegios, no permitieron que nuestros puebloscrecieran, se desarrollaran, y se independizaran de verdad.

Es necesario que nuestra gente sepa que eso, ocurre en Argentina, en Chile, en Paraguay, en Bolivia, en Brasil, en Uruguay, en Venezuela, y como lo hemos visto en estos días, en Ecuador.

Las cosas han cambiado, es verdad. Hoy sería imposibleel desembarco de los marines norteamericanos en Santo Domingo, o el golpe de la CIA en el Chile de Allende. PERO NO NOS ENGAÑEMOS. El Imperio decadente y decaído, mantiene sus garras. Y los “cipayos” están ahí, para aprovecharse de problemas reales, que vienen de lejos... problemas económicos y muchas veces sociológicos. Como no pueden más intervenir directamente como antaño, se aprovechan de reclamaciones o problemas sectoriales, para desestabilizar y crear un clima de revuelta. Fue la Patria Sojera de la Argentina, fue la Media Luna en la Bolivia de Evo, ahora el descontento de la clase policial en el Ecuador de Correa.

La reacción de los Gobiernos sudamericanos, la reacción del pueblo ecuatoriano y de todos los grupos de signo nacional y popular no deja lugar a dudas de que hay una decisión firme de no retroceder y no permitir que se instauren regímenes antidemocráticos en nuestro continente. Porque es una autodefensa nuestra el no permitir que el vecino se enferme, porque puede contagiarnos. Virus y gusanos, todas nuestras sociedades tienen de sobra.

Este domingo 135 millones de brasileros van a las urnas. El candidato que durante la campaña criticó duramente la política de Lula con Bolivia y Paraguay y cuestionó la “sociedad” con Chavez, no llega al 30% de los votos. Lo que quiere decir que más del 60% de los brasileros no tienen la mínima intención de terminar siendo explotadores de paraguayos o bolivianos, sea con la energía eléctrica de Itaipu, sea con al gas natural que viene por el gasoducto hasta S.Paulo. Brasil no va a faltar a la cita con sus hermanos del continente, y quien conoce al pueblo brasilero sabe que aún cuando tengan sueños de grandeza, no tienen mente de explotadores.

Volviendo a Ecuador, es de destacar el coraje y la determinación de Correa. En determinado momento, uno tuvo miedo de que le pasara lo mismo que Allende, y que lo sacaran muerto de aquel hospital. Tiros no faltaron para eso, y eso nos tiene que demostrar que los “nenes” que tenemos que enfrentar no son ningunos angelitos. Por eso es muy bueno que algunas veces, y mismo no se adecuando a la táctica de “ir por las buenas”, haya gente como Hebe que diga lo que dijo, desde su papel profético de Madre de la Plaza. Y a los que se horroricen, podemos explicarles que el única arma que tiene esta vieja de 80 años es su pañuelo blanco y su verborragia encendida. Pero que no está exagerando, y lo que está denunciando o exigiendo es realmente materia de denuncia o exigencia. ¿Acaso lo que se estaba exigiendo no era el cumplimiento de la ley para todos por igual, y lo que se denunciaba eran tramoyas entre bambalinas para ir demorando la cosa, en la esperanza que cambien los vientos políticos?

Concuerdo en que no tenemos que colgarnos el cartelito de terroristas, pero no tengamos miedo de llamar a las cosas por su nombre, y explicarle claramente a la gente que esas imágenes que nos trajo la TV ecuatoriana, en nuestro país ocurrieron en gran escala, el 16 de junio del 55, en la Plaza de Mayo, cuando la multitud que iba a defender a su Líder fue bombardeada desde los aviones por los marinos. Y no eran bombas de gas...ciertamente. La misma gente de pueblo de un lado, indefensa, con su corazón y su cuerpo. Y del otro lado, el odio asesino al servicio de intereses espurios, pero claro, revestidos de un aurea de “libertad” o “republicanismo”. Ah!!! Malditos hipócritas, a los que podríamos llamar con aquellas palabras del Evangelio: ¡sepulcros blanqueados!! Lindos por fuera y podridos por dentro.
¡Vamos compañeros, que como diría San Martín, los Andes nos contemplan! SEAMOS LIBRES, LO DEMÁS NO IMPORTA NADA.


Argentina_Formosa: En el Día Internacional de los Pueblos Indigenas volver a denunciar NUNCA MÁS!
  
"Somos las víctimas de este Estado que no deja de sacar leyes para justificar el despojo que nos hacen durante años y años, generando más sufrimiento" Felix Diaz. Territorio Qom Potae Napocná Navogó
El 9 de agosto institucionalizaron la conmemoración del Día Internacional de los Pueblos Indigenas, así tal cual, según la denominación establecida por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Ese mismo punto de encuentro superestructural para asociación y confrontación mundial de Estados, muchos de los cuales son los mismos que tradicionalmente han sostenido y patrocinado la continuada exclusión , la sobreexplotación, la miseria, represión y opresión en todos los sentidos. En síntesis una campaña ininterrumpida de despojo territorial y exterminio social de los pueblos originarios.


Naciones Unidas: Informe del Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas
El presente informe examina la situación de los derechos humanos de los pueblos indígenas en Argentina, y hace recomendaciones al respecto, sobre la base de la información recibida por el Relator Especial durante su visita al país del 27 de noviembre al 7 de diciembre de 2011.
El Estado de Argentina ha realizado pasos importantes para reconocer los derechos de los pueblos indígenas en el país. Estos pasos incluyen las reformas de la Constitución de la Nación de 1994 en materia de los pueblos indígenas, la adopción de la Ley 26160 que inicia un proceso para contribuir a la regularización de las tierras indígenas del país, la ratificación del Convenio 169 de la OIT, y el voto en la Asamblea General a favor de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.
Sin embargo, persiste una brecha significativa entre el marco normativo establecido en materia indígena y su implementación real. Es necesario que el Estado, tanto a nivel federal como provincial, priorice y dedique mayores esfuerzos a los temas relacionados con los derechos humanos de los pueblos indígenas.

 










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