El Fre Cu Li o FREE COOL Y?
No nos transculturicemos, okaaaaay?
Frente Cultural de Liberación
"América
Profunda, Sol de Abyayala”
F.A.L
"Frente de Artistas Latinoamericanos..."
Presentan
"Caminos
Musicales de la Patria Grande."
(Musica Criolla y nativa de Nuestra America,
Nacional, popular, tradicional, ancestral, con proyeccion, mas no le queremos llamar Folklor!)
(Musica Criolla y nativa de Nuestra America,
Nacional, popular, tradicional, ancestral, con proyeccion, mas no le queremos llamar Folklor!)
Con Francisco Alvero y Compañeros de ruta.
Propuesta integral de comunicación, música, canto, poesía, danza y
otras disciplinas de Nuestra América, en la cual reflejamos las identidades
regionales y culturales de nuestro continente, exaltando la unidad en la
diversidad.
Recorriendo las distintas geografías,
hermanamos distancias con el fin de
comunicarnos y despertar conciencia sobre el potencial de nuestras raíces
ancestrales.
Nuestro objetivo como artistas
populares, a través de esta Cantata de libertad en forma de concierto, es
transmitir nuestros valores en común y la esperanza concreta que estamos
generando los pueblos, como también revalorizar el mestizaje producido por el
aporte inmigratorio y las naciones originarias de la Abyayala, alimentándonos
de su esencia milenaria.
El Arte Popular es liberador, si
cumple con su función de elevar las conciencias y fortalecer nuestra identidad,
acompañando los procesos de luchas y cambios sociales, manifestando valores,
construyendo igualdad.
Desarrollo: A través del teatro y la poesía cantada y sumado a la expresión corporal de una bailarina en cada tema, caracterizada con el atuendo característico de cada región, interpelamos e interpretamos la esencia, el sentir y las tradiciones populares, remontándonos a cada lugar de Nuestra América profunda y sus realidades tan diferentes e iguales… Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia, Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia, Guatemala, Nicaragua, México y Cuba.
La totalidad de las obras interpretadas son autoría de Francisco Alvero, El Juglar de la
libertad y están fuertemente
vinculadas con la unión latinoamericana.
Músicos/ Cantantes/ Actores/ Locutores / Bailarinas,
bailarines...
“Por la
Unidad de todas las Artes al servicio de los Pueblos.
Y Por la Unidad de todos los Pueblos al servicio de las Artes, emancipadoras de la conciencia.”
Y Por la Unidad de todos los Pueblos al servicio de las Artes, emancipadoras de la conciencia.”
Resistir es crear unión en la diversidad.
Desde
Nuestra América, criolla, mestiza y originaria hasta la victoria final.
Francisco Alvero
“El Juglar Del Amor Y La Libertad”
“El Juglar Del Amor Y La Libertad”
Juglar. Cantautor Lírico Popular Argentino. Tenor. Discípulo del Maestro Ricardo Catena del Teatro Colón de Buenos Aires. Hijo de Lorenzo Américo Alvero Alincastro, ex Zupay y sobrino nieto de Buenaventura Luna, poeta Sanjuanino.
Integró el "Coro de Cámara de la Universidad De
Morón", el "Coro Estable de la Biblioteca Nacional”
Posteriormente, conforma el dúo vocal "De la misma sangre" junto a su
padre,
Presentándose en diversos escenarios porteños y en el
interior del país.
Entre sus reconocimientos, ha sido galardonado con el 7mo Certamen de
Canto Lírico en “La Scala
de San Telmo”.
Constantemente viaja por Latinoamérica: Uruguay, Chile,
Bolivia, Perú, presentando su propuesta "CAMINOS MUSICALES…"
En diversos ámbitos culturales y académicos como la Casa de la
literatura Peruana, Auditorio Ricardo Palma de Miraflores, Alianza Francesa del Cusco, Auditorio del
parque de la Amistad de la Municipalidad de Surco, entre otros, auspiciados por
la Embajada Argentina en el Perú y la embajada del Perú en Buenos Aires.
Galas de
Zarzuela. Teatro Margarita Xirgu y Club Palacio Español. Auspiciado por la Embajada de España. Acompañado por coro y ballet (Romanzas, dúos
y tercetos)
Universidad
Nacional San Antonio Abad del Cusco. “Encuentro en defensa del Agua y de la Vida”.
Ciclos de
Música “Veladas Lírico-Popular” La Bohemia Café Concert y Dama de Bollini
Homenajes
al Poeta Sanjuanino Buenaventura Luna. Auditorio de la Biblioteca del Congreso
Nacional. Y al cantautor chileno Víctor Jara. Teatro de la Sociedad Hebraica
Argentina.
Auditorios
de CTERA, ARGENTORES, ATE y CTA.
Decenio Internacional de los pueblos originarios declarado por la ONU.
Decenio Internacional de los pueblos originarios declarado por la ONU.
Seminario
de Pueblos Originarios y Afro-descendientes en el Salón de los pasos perdidos
de la Honorable
Cámara de Diputados de la Nación.
En el 2012 el concierto y álbum
“Caminos Musicales” fue declarado de Interés
Cultural por la Municipalidad de la Matanza.
Actualmente se desempeña como maestro de canto, compositor e
intérprete.
Formación Académica:
Repertorio
de Cámara y Operístico con el Maestro Carlos Coffman. Conservatorio Nacional
Carlos López Buchardo.
Arte
Escénico, Canto Grupal y Expresión Corporal con la Maestra Iris Guiñazú
(Antropóloga musical)
Ritmos
Criollos Argentinos con la
Maestra Graciela Testa (Concertista de guitarra)
“Caminos Musicales de la
Patria Grande”
1. Caminos Musicales
(ZAMBA)
Argentina
2. Nuestro Norte es el Sur (SON
CUBANO) Cuba
3. La Amada del Cantor (TANGO) Argentina
4. Grito Hermano
(SAYA) Bolivia
5. De Chiapas a Cutralcó (CORRIDO) México
6. Lunita Candombera
(CANDOMBE) Uruguay
7. Le canto al Perú (HUAYNO) Perú
8. Cuequita Puneña
(CUECA) Bolivia
9. De ande Somos (CHACARERA) Argentina
10.
Canción para mi Irupé (GUARANIA) Paraguay
11.
Joropo de la Unidad
(JOROPO) Venezuela
12.
Soy negro, negro soy (FESTEJO) Perú
13.
Colombia de mis
amores (CUMBIA) Colombia
14.
Tonada del árbol nuevo (TONADA) Chile
15.
Choele Choel
(LONCOMEO)
Mapuche
16.
Para que venza la paz (CANCION) Nicaragua
17.
Pachamama universal
(PASILLO) Ecuador
18.
Pequeña bossa de amor (BOSSA
NOVA) Brasil
19.
Del sol primaveral
(BOLERO)
México
20.
Del sur al norte argentino (CANCION MALAMBO) Argentina
Autor y compositor: Francisco
Alvero. El Juglar del amor y la libertad.
Contactos: 4381-2492 // 4382-5443 //
Whatsapp 11-5568-4235
"Ninguna
acción es efímera. El arte y el pensamiento utópico siempre han
sobrevivido a los entierros prematuros." (Andreas Huyssen)
Resistir es crear unión en la diversidad.
“Por la
Unidad de todas las Artes al servicio de los Pueblos.
Y Por la Unidad de todos los Pueblos al servicio de las Artes, emancipadoras de la conciencia.”
Y Por la Unidad de todos los Pueblos al servicio de las Artes, emancipadoras de la conciencia.”
Resistir es crear unión en la diversidad.
Desde
Nuestra América, criolla, mestiza y originaria hasta la victoria final.
Centenario de Miguel Alandia Pantoja (1914 –2014)
Las pinturas rebeldes de un muralista boliviano
01/04/2014
Semblanza del artista
Miguel
Alandia Pantoja, considerado uno de los pintores bolivianos más
influyentes del siglo XX, nació en Llallagua (Potosí), el 27 de mayo de
1914, y murió durante su exilio en un hospital de Lima (Perú), el 2 de
octubre de 1975, tras una larga enfermedad. Ese mismo año sus restos
fueron inhumados en la ciudad de La Paz; el cortejo fúnebre partió del
local de la Federación de Mineros entre llantos y voces que murmullaban:
“Alandia sigue vivo. Alandia es inmortal”.
Su
infancia estuvo marcada por las injusticias sociales y por un ambiente
familiar donde se incentivó el amor al arte y la literatura. De ahí que
el olor al óleo y a la copagira fueron las sensaciones que más
perduraron en su vida. No cursó estudios en academias de bellas artes,
pero atesoró un talento innato que lo convirtió en un artista
autodidacta, con una vocación creadora que lo llevó a escalar las
cumbres más elevadas de la plástica latinoamericana.
A
muy temprana edad, por influencias de su padre, tomó conciencia de los
antagonismos entre la oligarquía minera y las pujantes organizaciones
obreras, y no tardó mucho en asumir una filosofía revolucionaria que más
tarde sería uno de los motivos centrales de su obra. Concurrió como
recluta a la Guerra del Chaco, donde cayó prisionero y luego huyó al
Paraguay; una experiencia que, sin embargo, le sirvió para constatar que
la guerra fratricida entre Bolivia y Paraguay fue tramada por dos
consorcios imperialistas que se disputaban los yacimientos petrolíferos
en las tierras del Chaco Boreal, donde derramaron su sangre los soldados
hambrientos y sedientos de ambos países. El pintor, como fiel exponente
de su realidad, hizo también que esta amarga vivencia se reflejara de
manera consciente en una parte de su producción pictórica.
El
artista, a modo de asumir un compromiso más serio con las masas
desposeídas, se convirtió en un activo militante del Partido Obrero
Revolucionario (P.O.R.) y, durante el sexenio “rosquero”, fue uno de los
fundadores de la Central Obrera Nacional, el antecedente inmediato de
la Central Obrera Boliviana (COB). Su estrecho vínculo con las
organizaciones obreras lo impulsó a presentarse como candidato a la
diputación por la provincia Murillo de La Paz, en la planilla del Bloque
Minero en las elecciones de 1947. De modo que Alandia Pantoja no sólo
fue un maestro de las artes plásticas, sino también el activista
político-sindical, cuyas consecuencias lo llevaron a sufrir la
persecución, el destierro y, lo que es peor, la destrucción por parte de
las dictaduras militares de varios de sus murales cargados de esperanza
y compromiso social.
Vida y obra al servicio de la revolución
Los
historiadores de arte no dudan en ubicarlo entre los pintores sociales
que, como Gil Imaná, Walter Solón Romero y Lorgio Vaca, surgieron en la
plástica boliviana tras el triunfo de la revolución nacionalista de
1952; una generación que, arrastrada por el realismo y la efervescencia
revolucionaria, creó obras identificadas plenamente con las aspiraciones
populares.
Miguel
Alandia Pantoja, consciente de que toda expresión artística debe estar
al servicio de las culturas populares y la revolución, no concebía el
arte por el arte; al contrario, proclamaba la pintura de tesis,
convencido de que era posible fusionar el pensamiento político con la
sensibilidad creativa del artista. Por eso mismo, a la hora de definirlo
en el contexto de la plástica boliviana, no es extraño considerarlo uno
de los principales impulsores del muralismo revolucionario. No en vano
él mismo dijo en una de las pocas entrevistas que concedió en vida: “El
muralismo tomó mitos y leyendas populares y la vida misma de las masas
mineras y campesinas en su lucha contra la vieja oligarquía minera
terrateniente y mercantil, para expresar en un lenguaje plástico,
remozado y rotundo el anhelo universal del hombre de nuestro tiempo: la
revolución”.
El
muralismo de la época de la revolución nacionalista de 1952, con sus
lumbreras y sus demoliciones, no sólo estuvo vinculado a los momentos
claves de la historia nacional, sino que llegó a constituir una síntesis
simbólica de la cultura y el instrumento eficaz para transmitir las
aspiraciones populares. Los muralistas, en su afán de poner el arte al
servicio de los desposeídos, explayaron su sensibilidad creativa en
avenidas, universidades, sindicatos, hospitales, centros vecinales y
oficinas públicas como el Palacio de Gobierno.
Miguel
Alandia Pantoja, que se inicio como caricaturista, supo manejar con
destreza todas las técnicas del arte pictórico, destacándose por el
color, las formas y la temática. Los estudiosos clasifican su obra en
dos etapas; en la primera, influenciado por el indigenismo, realizó su
pintura de caballete (caricaturas, dibujos y cuadros al óleo sobre
lienzo); y, en la segunda, desarrolló el figurativismo dentro del cual
plasmó gran parte de su pintura mayor, con la impronta de la escuela
mejicana, empleando las técnicas del fresco y el temple, el acrílico y
el aserrín sobre soporte mural.
Entre
1943 y 1968, creó sobre andamios algo más de 16 murales, en
aproximadamente 562 metros cuadrados; una extensa obra donde el
estallido multicolor y el compromiso social son una verdadera fiesta
revolucionaria, con un indiscutible valor ético y estético que, si bien
mantuvo en jaque a los militares golpistas, le hicieron merecedor de
elogiosos comentarios tanto dentro como fuera del país. Así, el
muralista mejicano Diego Rivera, invitado por el presidente Víctor Paz
Estensoro en 1953, al conocer las pinturas del artista boliviano, comentó:
“El mural del Palacio de Gobierno es formidable". Cuatro años más
tarde, en 1957, cuando Alandia Pantoja fue invitado a México para
exhibir su pintura en el Palacio de Bellas Artes del Distrito Federal,
el muralista mejicano, exaltando con vivo entusiasmo las virtudes de su
colega del altiplano, declaró: “Este artista ha sabido tomar de Orozco,
de Sequeiros y de mí lo mejor; su obra es un claro ejemplo de que
nuestro movimiento ha trascendido hasta convertirse en el instrumento de
expresión de los creadores que producen junto a su pueblo”. Asimismo,
en la carta de presentación dirigida
a Víctor M. Reyes, entonces jefe del Departamento de Artes Plásticas
del INBA, escribió: “Quiero presentarle por medio de ésta al pintor
boliviano Alandia Pantoja. Cuando viajé a su país, un mural muy
importante de él en la Casa de Gobierno me entusiasmó por su calidad
plástica y su contenido progresista. Y me emocionó fuertemente porque
era una afirmación de que existe ya un movimiento de arte colectivista
monumental en nuestro continente conectado con el nuestro”.
Los murales restaurados y destruidos
En
vista de que su obra monumental es considerable, aquí sólo cabe
mencionar los más importantes, como “Historia de la Medicina" (1956), un
mural de 50 metros cuadrados (m2), realizado sobre tela e instalado en
el auditorio del Hospital Obrero de La Paz. La serie de cinco murales
sobre “El Petróleo en Bolivia” (1958), de 30 m2, que pintó en el
edificio de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales
Bolivianos. “Hacia el Mar” (1962), de 36 m2, plasmado en el edificio del
Ministerio de Relaciones Exteriores y su importante mural titulado
“Lucha del Pueblo por su Liberación, Reforma Educativa y Voto Universal”
(1964), de
aproximadamente 160 m2, que luce en el edificio del denominado
Monumento a la Revolución Nacional de la plaza Villarroel, donde fue
restaurado en dos ocasiones y puesto a disposición del publico en una
suerte de Museo Abierto.
Algunos
de sus murales, en los que se criticaba a la oligarquía minero-feudal y
las Fuerzas Armadas, como es el caso de “Historia de la Mina” (1953),
de 86 m2, que estaba en el salón principal del Palacio de Gobierno e
“Historia del Parlamento Boliviano” (1961), de 72 m2, que estaba en el
Palacio Legislativo, fueron destruidos por órdenes de la Junta Militar
presidida por el dictador René Barrientos Ortuño, en mayo de 1965.
Las
dictaduras militares, más que con ningún otro artista boliviano, se
ensañaron con la obra de Alandia Pantoja, destruyéndola sin
contemplaciones. La agresión de sus enemigos llegó a tal extremo que
demolieron al menos cuatro de sus murales, con algo más de 206 metros
cuadrados, con imágenes de mineros y campesinos en armas, mujeres
combatientes y un pueblo clamando justicia y libertad en las calles.
Cuando
el 18 de septiembre de 1981 se inició la demolición del edificio de la
Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), que por
entonces cobijaba también a la Central Obrera Boliviana (COB), los
militares golpistas no tuvieron el menor reparo en deshacerse del mural
titulado “Huelga y Masacre”,
de 34 m2, concluido en 1954. El mural, compuesto de una serie de seis
(cuatro frisos o cenefas y dos cuadros grandes), era un manifiesto de
protesta contra la explotación y un homenaje a los obreros caídos en la
masacre de 1949. El Coronel Luis Arce Gómez, a tiempo de impartir
órdenes de derribar el edificio de la Federación de Mineros, declaró
enfático: “Con la demolición de este edificio y la construcción de uno
nuevo, más útil, se acaba la época del caos y la anarquía, y empieza una
nueva favorable a los trabajadores que desde aquí han sido engañados
permanentemente”.
Las
pinturas rebeldes de Miguel Alandia Pantoja, quien jamás dudó de su
compromiso social y soportó con estoicismo la destrucción de una parte
de su obra, son una suerte de banderas libertarias que lo sitúan, por su
magnitud y su talento, en la constelación de los monstruos del
muralismo latinoamericano.
Exposiciones y actualidad del artista.
Su
primera exposición de caballete se efectuó en 1937 y se presume que
comenzó a crear murales a los 29 años de edad, pues el registro del
primer mural data de 1943-46 y tiene la peculiaridad de ser
transportable, según el catálogo de la última exposición que Alandia
Pantoja realizó en Bolivia, en febrero de 1971. Otras exposiciones
importantes tuvieron lugar en Buenos Aires (1945), Santiago de Chile
(1947), México 1957 y 1970, Costa Rica (1957), La Habana (1959), Caracas
(1959), Checoslovaquia (1964), Hungría (1964), Yugoslavia (1964), Viena
(1964), Montevideo (1965) y Lima (1967). Obtuvo una Mención Honrosa en
la Primera Bienal de México en 1958 y el Gran Premio Nacional de Pintura
de La Paz en 1960.
Actualmente
su obra está siendo restaurada y existen varias iniciativas -privadas e
institucionales- para rescatar la memoria del artista y dar a conocer
su obra que, de un modo magistral, se anticipó a los cambios que se
están suscitando en el continente latinoamericano, cuyos sectores más
desposeídos pasaron a ser los artífices de un futuro más venturoso y
menos competitivo. El sueño de Miguel Alandia Pantoja, con todos los
altibajos de un proceso político complejo, parece emerger de sus
pinturas y plasmarse esta vez en una realidad donde él está más vivo que
nunca.
Víctor Montoya es escritor boliviano.
https://www.alainet.org/es/active/72631
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NUEVO LIBRO
Arte, vanguardias y revolución
Charlamos con Ariane Díaz, compiladora del libro El encuentro de Breton y Trotsky en México, que se presentará este viernes 6 de mayo, a las 20.30 hs., en la Feria del Libro.
Lunes 2 de mayo de 2016
Nos parecía que el manifiesto condensaba varios de los problemas que plantea la relación arte/revolución, que atravesaron buena parte del debate ideológico, mínimo desde el surgimiento de las vanguardias históricas para acá. Por ejemplo, si el arte puede funcionar como una forma de crítica de la sociedad capitalista, o es vehículo de las ideologías dominantes; si puede ser una práctica libre en esta sociedad; etc. El manifiesto llega a una serie de posiciones comunes sobre esos temas, pero sus distintas versiones y las discusiones que tuvieron Breton y Trotsky permiten profundizar en las definiciones que lo sostienen, donde no siempre hubo acuerdo.
Pero también queríamos mostrar los caminos por los que llegaron allí. Así que compilamos cartas, declaraciones y entrevistas de ambos referidas a estos temas previas al encuentro, así como textos posteriores para ver las repercusiones que tuvo. Son textos que en algunos casos estaban en castellano pero incompletos, o no estaban traducidos, y abarcan un poco más de una década. Una década muy convulsionada, amenazada por el ascenso del fascismo y la consolidación del stalinismo en la URSS, pero también cruzada por procesos revolucionarios abiertos, como el de España. Y como nuestra idea era abrir debates, agregamos un segundo bloque de otros autores que o fueron testigos o estudiaron el encuentro y lo relataron, algunos simpatizantes del trotskismo, otros partícipes e historiadores del surrealismo, o ambas cosas.
¿Por qué decís que también las diferencias que hubo son significativas? En la introducción también hablás de “destiempos”…
Está claro que ambos llegan a estas definiciones desde distintos lugares: uno es uno de los dirigentes de la Revolución rusa, que había mostrado interés en estos temas, pero que no se dedicaba a la crítica de arte o de literatura. El otro es un artista que para la década del treinta ya tiene no sólo una obra consolidada sino todo un aparato de definiciones sobre las que se apoya, donde va a empezar a cobrar peso la política sobre todo alrededor de distintos eventos de la lucha de clases de esos años. Pero cuando en 1925 Breton por ejemplo homenajea a Lenin y a Trotsky como los líderes de la Revolución rusa, no sabía que en la URSS, ya muerto Lenin, Stalin pretendía poner eso en cuestión; cuando los surrealistas definen entrar al PC, después de largos debates sobre si debían o no asumir ese compromiso político, el proceso de stalinización ya había avanzado por todos los partidos que integraban la Internacional e incluía posturas hacia el arte que no podían compartir, así que así como entran, salen al poco tiempo.
Entre la versión original y la final del manifiesto que están en el libro, se pueden ver las marcas de estos distintos recorridos, no sólo las referidas a los préstamos que podían tomarse del psicoanálisis, por ejemplo, sino respecto a las definiciones marxistas y la política de los revolucionarios sobre el arte. Y algunos de estos cambios, como está analizado en distintos textos de la compilación, si uno se deja llevar por los prejuicios más difundidos hoy, pueden ser sorpresivos, porque las de Trotsky parecen más probablemente salidas de la pluma de Breton y viceversa.
¿Qué opinión tenía Trotsky sobre el surrealismo?
Por lo que se desprende de varios de los textos, lo conocía más bien poco en su producción y estaba lejos de sus preferencias literarias. Pero de eso se trataba: Trotsky no pretendía incentivar tal o cual corriente estética. Si no lo había hecho en plena revolución, como uno de sus dirigentes más reconocidos, no iba a ponerse ahora a defender de manera oportunista los procedimientos del surrealismo u otra corriente porque tuvieran acuerdo político con él, ni a tratar de acomodar esas prácticas a sus gustos estéticos. Podía claro discutir con sus presupuestos, como había hecho con muchas tendencias de la literatura soviética años antes (nunca consideró al arte algo indiscutible en nombre de un “arte puro”), pero de ahí a prescribir tendencias había un trecho que no quiso recorrer aun cuando el stalinismo todavía no había establecido su doctrina oficial; menos todavía cuando el stalinismo impone el llamado “realismo socialista”.
Esa política del stalinismo tuvo un papel importante acercando posiciones, ¿no?
Si claro, es uno de los ejes que los reúne. Es por entonces que se instala esta regimentación de la actividad artística, hecha en nombre de la revolución, que prescribía temas y estilos acusando a quienes no la aceptaban de reaccionarios, y es también entonces cuando muchos artistas o críticos que se definen simpatizantes del marxismo, no sólo los troskistas, también la van a cuestionar.
Pero hay otro núcleo importante creo en común, que es la voluntad explícita de las vanguardias como el surrealismo de enfrentar las instituciones burguesas ligadas al arte por las limitaciones que le imponen, así como el objetivo que declaraban de fusionar arte y vida cuestionando esa separación entre la práctica creativa y enriquecedora y una sociedad cada vez más alienada y empobrecida. Trotsky había discutido esta cuestión en Literatura y revolución con las vanguardias soviéticas, criticándolas por suponer que eso podía establecerse a puro voluntarismo, pero destacando que mostraban una amplitud de miras y una voluntad radical de cuestionar hasta el fondo las bases de una sociedad que mantiene al arte como una excepción, un reducto para pocos, dentro de una sociedad alienada. Breton seguramente encontró en esos escritos ecos de su propio entusiasmo.
Lo que pasa es que ya en los treinta, lo que pretendía establecerse como versión marxista “oficial” consideraba al arte una herramienta de propaganda de un régimen, la exaltación de determinados jefes, etc., considerando toda otra expresión como “degenerada”. Es decir que el arte, en vez de tener posibilidades de cuestionar la sociedad, debería pasar a ser una práctica conservadora y justificadora de determinadas políticas, incluso de políticas reaccionarias, como por ejemplo vemos en uno de los textos de Breton sobre los intentos nacionalistas del PC francés, avalados por el aparato cultural de la URSS, de defender una “cultura francesa” nacionalista contra todo lo alemán, que se identificaba con el fascismo. “¿Pero Marx no era alemán?”, se pregunta Breton.
Lo que tratan de plantear entonces es un camino que ni reduzca al arte a la propaganda, ni lo deje “librado” a las leyes del mercado y sus instituciones, que también son claro una forma de poner límites a la actividad creativa aunque parezcan más sutiles.
Y que sigue actuando hasta hoy…
Sí, incluso quizás más perfeccionadas que entonces, cargadas de triunfalismo burgués. La comercialización, la adaptación de los formas de creación artísticas a las formas de la producción capitalistas, los cuestionamientos de las vanguardias deglutidas como gestos de una “moda rebelde”, no han dejado de crecer. Incluso una parte del mundo del arte está ahora altamente financierizado y funciona como espacio de especulación. Fue después de la guerra que aparece como fenómeno la llamada “industria cultural”, que comenzó a discutirse en la posguerra y que fue puesta en cuestión nuevamente en los sesenta y setenta cuando un nuevo ascenso revolucionario ponía de nuevo las instituciones burguesas “normales” en cuestión.
Eso fue acompañado de la crítica a las versiones marxistas oficiales. Lo extraño es que después de todas estas discusiones abiertas, muchos sigan confundiendo las definiciones marxistas sobre el arte y la cultura con el “realismo socialista”. Creo que los textos reunidos en el libro son un ejemplo de que la tradición marxista revolucionaria estuvo no sólo lejos de ella, sino que mostró una riqueza que hoy necesitamos seguir desarrollando.
— -
Quizás te interese ver también en La Izquierda Diario TV: Eduardo Grüner y Christian Castillo hablan del libro El Encuentro de Breton y Trotsky en México
Géneros y Sexualidades
DIVERSIDAD SEXUAL
Frente de Liberación Homosexual: historias de papeles insumisos
A 39 años del golpe cívico-militar, presentamos parte de la historia del Frente de Liberación Homosexual (FLH), conformado por intelectuales y activistas, cuyas luchas setentistas por la libertad sexual y contra los códigos contravencionales, entre otras, quedaron marcadas en la tradición de la diversidad sexual en Argentina.
Jueves 19 de marzo de 2015
rezaba una vieja consigna del minúsculo Frente de Liberación Homosexual.
Tal vez en el gesto militar del macho está ya indicado el fascismo de las cabezas.
Y al matar a una loca se asesine a un devenir mujer del hombre.
Néstor Perlongher
Entre 1969 y 1976 en Argentina tuvo lugar un período revolucionario que puso en cuestión el dominio capitalista en el país. Es el momento de los levantamientos obreros y populares, del Cordobazo, el Rosariazo y el Tucumanazo, entre otras gestas.
El cuestionamiento hacia el orden establecido también tocaba a las personas que vivían su sexualidad fuera de la heteronorma. Claro que de una manera muy distinta a la que podemos pensar hoy en día. Las “teteras” eran los lugares escogidos tanto para los amantes furtivos como para la propaganda. Los activistas dejaban volantes y comunicados en el suelo para que sean leídos por quienes las frecuentaban: así llamaban a organizarse o informaban de sus actividades.
Este es el contexto en el que es fundado el Frente de Liberación Homosexual en 1971. El Grupo Nuestro Mundo, los anarquistas de Bandera Negra y una serie de intelectuales conformaron este grupo de acción y militancia, principalmente por la libertad sexual. Los más reconocidos son Néstor Perlongher, Blas Matamoro, Juan José Sebreli y Manuel Puig, entre otros.
El acuerdo fue escrito en un documento que sería repartido por toda la Argentina, y la lucha principal era por la eliminación de los códigos contravencionales y las leyes que criminalizaban y patologizaban la homosexualidad.
Pensaban que la misoginia y homofobia de la época se basaba en la ideología capitalista, que quería imponer una “moral dominante”. Esta moral, a su vez, les otorga a los capitalistas un poder sobre el “control de los cuerpos”, necesario para la alienación laboral. Por ende, el placer queda relegado a un segundo plano. Según sus propias palabras, “somos todo placer, y los cuerpos se presentan mutilados, castrados, para el trabajo capitalista”. El placer está reducido al coito heterosexual, culturalmente necesario para la reproducción biológica de los seres humanos y, además, para que se fortalezca el sistema de dominación.
En el mes de marzo del año 1972, jóvenes estudiantes ingresan al FLH, principalmente de las carreras de Filosofía, Psicología y Sociología de la UBA, algunos con militancia en diversos partidos y agrupaciones de izquierda o anarquistas, como el propio Perlongher, que lo hacía en Política Obrera cumpliendo un rol de seguridad, siendo luego separado de la organización.
Todos tenían un mismo acuerdo, y este era la batalla cultural contra la opresión. Integraban un frente amplio, ya que también tenían un grupo de Acción Católica Homosexual. Los miembros de FLH caracterizaban que la opresión era propia del sistema “heterosexual compulsivo y exclusivo”, funcional al capitalismo. En el proceso de conformación del Frente se unen con la Unión Femenina Argentina (UFA), Safo, el Movimiento de Liberación Feminista (MLF) y la Asociación de Mujeres Socialistas, entre otros.
“No somos putos, no somos faloperos…”
Durante aquella época la izquierda no era sensible a la problemática. Se escuchaba a Fidel Castro decir que “la Revolución cubana no necesitaba de peluqueros”, y la sexualidad disidente (de la heteronorma) se expresaba de forma clandestina. Dentro del marco de una izquierda que relegaba la política de la mujer o acerca de la sexualidad y del género, hubo un guiño por parte del PST, que les prestaba su local regional a los activistas del FLH para que hicieran sus reuniones. Gesto que, dado el contexto de pacatería y hostilidad, fue de gran ayuda para el FLH.
Durante la primavera del 73 asume Cámpora, a partir del Pacto Social se congelaron precios y salarios, se sancionaron leyes antiobreras, se intervinieron los sindicatos y hubo gran persecución y detención de dirigentes sindicales combativos.
El FLH promovió un acercamiento a la izquierda peronista y fue echado de sus columnas en la asunción de Héctor Cámpora con una consigna de los Montoneros: “No somos putos, no somos faloperos, somos soldados de Evita y Montoneros”. En junio de ese mismo año, con una bandera que decía “Para que reine en el pueblo el amor y la igualad” lo esperaron a Perón en Ezeiza, quien los terminó por defraudar. Juan Domingo gobernó con López Rega y la derecha peronista que prometía limpiar al país de “zurdos y putos”, e incluso las agrupaciones de izquierda peronistas ni siquiera tuvieron la intención de tomar las demandas del Frente.
Para el año 1975 la revista Caudillo de la Triple A publicó una nota titulada “Acabemos con los homosexuales”. De esa forma el FLH tuvo que pasar a la clandestinidad. Y lo que pasó después ya es historia conocida.
Hoy no puede decirse que hay que esconderse como en aquella época. La realidad es que hoy en las novelas hay protagonistas homosexuales, Florencia de la V tuvo un programa en el horario familiar del mediodía, contamos con la Ley de Matrimonio Igualitario y también con la Ley de Identidad de Género (LIG), que permite a las personas trans el reconocimiento de su identidad autopercibida. Teteras quedan pocas, fueron reemplazadas por saunas u hoteles “gay-friendly”.
Pero,como dice un viejo refrán, los Gobiernos pasan y la Policía queda. Los códigos contravencionales todavía siguen vigentes en algunas provincias, no se implementa la parte sanitaria (art. 11) de la LIG, la inserción laboral es escasa y, por si eso fuera poco, se esparce la homolesbotransfobia que pregona el papa argentino Jorge Bergoglio,comparando a las personas trans con armas nucleares o a las teorías de género con teorías fascistas.
El FLH fue la vanguardia en lo que respecta a la política de sexualidad y género contra la moral dominante en los setenta. Hoy, en otro contexto y con algunas demandas mínimas obtenidas gracias a la lucha, esa misma moral sigue teniendo al Estado y a la Iglesia como sus fieles representantes.
Para enfrentar estas instituciones sostenidas por una minoría que explota a una mayoría es necesario construir un movimiento por la libertad sexual independiente de los Gobiernos de turno y que pelee por nuestras demandas en una perspectiva emancipadora, porque la igualdad ante la ley no es la igualdad ante la vida. Nuestra lucha por la libertad sexual y contra el patriarcado debe ir de la mano del movimiento obrero, de las mujeres, de los inmigrantes y demás sectores oprimidos de la sociedad. Esas banderas son las que levantamos con orgullo cada día.
Con ese objetivo te invitamos a marchar el 24 de Marzo junto con la Juventud del PTS y las compañeras de Pan y Rosas. Contra la falsa polarización entre la casta judicial del 18F y el Gobierno kirchnerista, seamos miles en las calles para enfrentar el espionaje, la represión y el acoso de las fuerzas represivas, que sufrimos tanto las organizaciones obreras y de izquierda como las personas que disentimos de la heteronorma.
La constitución de 1917 y el triunfo de la burguesía en la revolución mexicana
Escrito por Carlos Márquez
1917 suele ser el año que se marca como
fin del proceso revolucionario iniciado en 1910 en México. En realidad,
el proceso duró más, pero es verdad que el establecimiento de la
constitución (que significó a su vez la derrota de la Convención
Revolucionaria y con ella de los Villistas y Zapatistas) y el triunfo de
Venustiano Carranza marcaron un punto de inflexión que erigió al ala
burguesa de la revolución como la triunfadora, aunque para conseguirlo
tuvieron que ceder importantes concesiones a las masas de obreros y
campesinos.
La nación mexicana y sus constituciones revolucionarias
Las naciones son formaciones
relativamente recientes en la historia de la humanidad. En general
cuentan en común con un territorio, idioma (aunque hay excepciones a
esto), vida económica y psicología. Son formadas a partir de todo un
proceso histórico común.
La nación mexicana se construyó a partir
de revoluciones y luchas de liberación nacional contra tiranos
españoles, estadounidenses y franceses. Los ideales de la revolución
burguesa internacional influyeron en su desarrollo. El primer intento de
establecer una constitución se da en medio de la guerra de
independencia. Miguel Hidalgo e Ignacio Allende inician la lucha en 1810
con una insurrección de masas, posteriormente José María Morelos y
Pavón encabezó la insurgencia y controló buena parte del territorio de
lo que hoy es la nación mexicana. De tal forma que impulsó un ideal
político, que se expresa en su famoso discurso conocido como “Los
sentimientos de la nación”, aquí todavía se habla de libertades para los
americanos. Los revolucionarios independentistas instauraron un
congreso al que llamaron de Anáhuac. Este congreso fue itinerante, pues
las condiciones de la guerra así lo exigían, y aprobó la constitución en
Apatzingán en 1814. Finalmente los insurgentes fueron derrotados y con
ellos su constitución. Esta constitución contenía ideas revolucionarias
para su tiempo y fue una guía para las posteriores revoluciones
burguesas en el país.
A mediados del siglo XIX se dieron
nuevos acontecimientos tormentosos. Una generación brillante derrocó al
dictador Santa Anna e impulsó reformas importantes, esto desató una
guerra civil y la invasión francesa que instauró un imperio. Pero los
reformistas (jacobinos mexicanos), encabezados por Benito Juárez,
finalmente ganaron la guerra y establecieron la constitución aprobada en
1857. Este proceso, conocido como La Reforma, fue una revolución
burguesa prácticamente sin burguesía, que permitió la unidad nacional y
el inicio del desarrollo capitalista. En aquel temprano tiempo del
juarismo ya veíamos una minoría de constitucionalistas que defendía
reformas sociales, como fueron Ignacio Ramírez, Ponciano Arriaga,
Isidoro Olvera y José María Castillo Velazco. Las masas obreras y
campesinas, sin embargo, no se vieron favorecidas y en medio de
condiciones de pobreza y represión hicieron medio siglo después una
nueva revolución.
Venustiano Carranza
Venustiano Carranza Garza fue el impulsor de la constitución de 1917, él nació en Cuatro Ciénegas, Coahuila, el 29 de diciembre de 1859. Su padre fue combatiente juarista, posterior seguidor de Porfirio Díaz y también miembro de la naciente burguesía local. Los Carranza establecieron un fuerte grupo político, pugnas locales los acercaron a otros grupos norteños, destacando el de Bernardo Reyes, gobernador de Nuevo León, y Evaristo Madero, coahuilense y abuelo de Francisco I. Madero. La carrera política de Venustiano fue en ascenso, lo que a su vez le permitió acrecentar su riqueza personal con la adquisición de tierras. Fue alcalde de Cuatro Ciénegas y senador porfirista, en 1909 fue el candidato natural para gobernar Coahuila y tanto reyistas como maderistas (incluyendo a Francisco I. Madero) le apoyaron.
Las revoluciones suelen iniciar con
divisiones por arriba. Era claro que el dictador Porfirio Díaz, avanzado
en edad, en algunos años tendría que dejar de gobernar. Nadie en el
régimen cuestionaba su liderazgo pero la pugna por la vicepresidencia,
que podría marcar la continuidad del régimen con la muerte del dictador,
abrió las fisuras a través de la cual se expresó una nueva generación
de políticos que pedían algunas reformas como obtener más espacios de
debate políticos y también aspiraban a un mayor desarrollo capitalista y
veían como un peligro para sus intereses la cada vez mayor intromisión
en la economía de las empresas imperialistas.
Los reyistas que apoyaban la candidatura
gubernamental de Carranza, en realidad fieles a Porfirio Díaz, se
opusieron a que Ramón Corral encabezara la candidatura a vicepresidente
del país y eso generó una lucha y como respuesta una ofensiva del
porfirismo en contra de ellos. El resultado fue que Venustiano Carranza
perdería unas elecciones llenas de irregularidades y se viera obligado,
sin quererlo, a entrar en la oposición, sumándose a la lucha anti
reeleccionista que impulsó Francisco I. Madero.
Coahuila dio dos de los principales
dirigentes de la revolución: Francisco I. Madero y Venustiano Carranza.
Los seguidores de Madero, en su mayoría, engrosarían las fuerzas de la
División del Norte de Pancho Villa mientras que los provenientes del
reyismo formarían las fuerzas constitucionalistas de Venustiano
Carranza.
La revolución mexicana
Porfirio Díaz asumiría la presidencia
desde 1876 y gobernaría al país por tres décadas, los obreros habían
iniciado la lucha contra el porfiriato con huelgas muy militantes como
las de Cananea (1906) y Rio Blanco (1907), que fueron reprimidas con
brutalidad. Las masas querían salir de su situación de miseria y de la
represión, los campesinos añoraban la tierra. La revolución mexicana
inicia en 1910 con una campaña por la presidencia encabezada por
Francisco I. Madero. Él, después de un fraude electoral, que incluyó su
encarcelamiento, logra llegar a la presidencia en 1911 gracias a un
levantamiento armado que dio fin a la dictadura de Porfirio Díaz. Madero
decía que Porfirio Díaz había roto el orden legal y había que aplicar
la constitución de 1857.
Madero fue derrocado y asesinado en
febrero 1913 con un golpe militar y Victoriano Huerta, un general
porfirista que formó parte del gobierno maderista, se erigió presidente.
Para ese entonces Venustiano Carranza ya era gobernador de Coahuila y
desconoció al gobierno de Victoriano Huerta, eso lo erigió como el
continuador de la lucha de Madero y el principal dirigente de la
Revolución.
En marzo de 1913 Venustiano Carranza
redactó en la hacienda de Guadalupe, en Ramos Arizpe, Chihuahua, un
programa muy escueto que señalaba la ilegalidad del gobierno huertista,
de los poderes legislativo y judicial y de todo aquel gobierno estatal
que lo apoyara, a quienes desconocía y llamaba a luchar por sustituirlos
por gobiernos constitucionalistas. Francisco J. Múgica dijo que este
Plan: “Era conciso, breve e iletrado como su autor. En todo el solo
campeaba la idea legalista, principio y motivo de aquella campaña”.
Al presentarlo al grupo de insurrectos
ahí presentes generó muchas críticas, varias voces propusieron incluir
en este programa demandas agrarias, por las que realmente estaba
luchando el campesino. Múgica, recordaría las palabras de Venustiano
Carranza:
“¿Quieren ustedes que la guerra dure dos
años, o cinco años? La guerra será más breve mientras menos resistencia
haya que vencer. Los terratenientes, el clero y los industriales son
más poderosos que el gobierno usurpador; hay que acabar primero con este
y atacar después los problemas que con juicio entusiasman a todos
ustedes”. [2]
Finalmente el Plan de Guadalupe fue aceptado.
Carranza agrupó a un cumulo de grupos
armados que se declararon el Ejército Constitucionalista. Él era el
principal representante de la burguesía naciente, pero el
constitucionalismo no era homogéneo desde su origen. Podemos ver por
ejemplo que Lucio Blanco y con él Francisco J. Múgica (firmantes del
plan de Guadalupe) hicieron el primer reparto agrario de la revolución,
pese al enfado de Carranza, dejando tras de sí un gran precedente.
En la revolución los campesinos luchaban
por salir de su pobreza y eran representados fielmente por Pancho Villa
y Emiliano Zapata, pero también había campesinos que siguieron a
representantes de una naciente burguesía representada por dirigente como
Venustiano Carranza y Álvaro Obregón.
Esta alianza que luchó junta contra el
viejo régimen en un momento tenía que diferenciarse en líneas de clase.
Esto ocurrió cuando con el avance de La División del Norte consiguieron
el control del estado de Chihuahua y erigieron a Pancho Villa como
gobernador a finales de 1913. El gobierno de Pancho Villa expropió a los
enemigos de la revolución, repartió tierras y creo cientos de escuelas
para dar educación al pueblo (un par de años después Zapata tomaría
medidas similares en Morelos, ellos no necesitaron leyes para llevar
adelante las medidas revolucionarias que se necesitaban). Pero Carranza
rompió en cólera y trató de subordinar a Villa. Formalmente estos dos
personajes pertenecían al mismo ejército, pero entraron en conflicto. La
lucha de estas personalidades era en realidad un conflicto de clase.
El látigo de la contrarrevolución con el
derrocamiento de Madero sólo generalizó la lucha armada en el país y ya
para 1914 fue tal el avance de las tropas opositoras que la nueva
dictadura colapsó dejando el poder en los revolucionarios.
Ya derrotado Victoriano Huerta se
planteó una Convención Revolucionaria para dirimir los conflictos entre
los dirigentes. Los sectores más representativos de las masas campesinas
se unificaron y erigieron como triunfadores en la Convención, avanzaron
a la toma de la capital y establecieron un gobierno revolucionario,
aunque los principales dirigentes, Villa y Zapata, acuerdan regresar a
defender sus territorios y no afianzan una alianza duradera. Después de
esta etapa se da la mayor guerra civil en la revolución, que fue una
lucha entre el ala burguesa en contra de los sectores más
representativos de las aspiraciones de las masas.
Primeramente es derrotado Pancho Villa
por las tropas dirigidas por Álvaro Obregón y más tarde los
Constitucionalistas destruirían la Comuna de Morelos de Emiliano Zapata.
Fue entonces que Carranza lanzó la convocatoria al Congreso
Constituyente para terminar de aplastar los residuos de la Convención
Revolucionaria.
Los revolucionarios rusos, por mucho
tiempo, agitaron a favor de una Asamblea Constituyente. Esta consigna
puede ser correcta en países con gobiernos dictatoriales o que cuentan
en su población con una gran masa campesina. Las masas campesinas en la
revolución mexicana había llegado más lejos al derrocar al viejo régimen
y establecer la Convención Revolucionaria que era el naciente poder de
los trabajadores. Para que ésta triunfara era necesario concretar la
alianza con la clase obrera en las ciudades, pero la ausencia de una
dirección revolucionaria lo impidió. Por el contrario, la dirección
anarquista oportunista llevó por un momento a la clase obrera al bando
carrancista, aunque los trabajadores romperían con él y responderían en
1916 con una huelga general contra Venustiano Carranza en la Ciudad de
México. En este contexto, el congreso constituyente fue una medida para
afianzar el avance de la contrarrevolución y aplastar el naciente poder
de los trabajadores representado por la Convención Revolucionaria, el
Ejercito Libertador del Sur y la Comuna de Morelos de Zapata y la
División del Norte de Pancho Villa.
La convocatoria a la constituyente
Con el ala revolucionaria casi
derrotada, Venustiano Carranza lanzó, el 14 de septiembre de 1916, la
convocatoria al congreso constituyente. En su convocatoria tenía que
usar un discurso revolucionario que realmente fuera aceptado y
reconocido por las masas que hicieron la revolución. En este dice que la
primera jefatura del ejército constitucionalista:
“ha expedido disposiciones directamente
encaminadas a preparar el establecimiento de aquellas instituciones que
hagan posible y fácil el gobierno del pueblo y que aseguren la situación
económica de las clases proletarias, que habían sido las más
perjudicadas con el sistema de acaparamiento y monopolio adoptado por
gobiernos anteriores”.
Tomó medidas para mantener el control de
la constituyente y evitar que los sectores más revolucionarios
influyeran. Carranza pone en el mismo costal a los huertistas junto a
los villistas y zapatistas a quienes declara enemigos de la revolución y
los excluye de ser electos diputados constituyentes:
“Para ser electo diputado al Congreso
Constituyente, se necesitan los mismos requisitos exigidos por la
Constitución de 1857 para ser Diputado al Congreso de la Unión pero no
podrán ser electos, además de los individuos que tuvieren los
impedimentos que establece la expresada Constitución, los que hubieren
ayudado con las armas o sirviendo empleos públicos a los gobiernos o
facciones hostiles a la causa Constitucionalista”. [3]
La constitución de 1857 fue la bandera
del inicio de la revolución y Venustiano Carranza planteó reformar esa
constitución lo cual refleja que no aspiraba a una revolución social
profunda sino a dar continuidad a las pasadas revoluciones burguesas.
Además de las medidas para excluir a los
villistas y zapatistas, Carranza fue muy cuidadoso en el lugar de la
reunión que fue Querétaro, un lugar bajo su control. El debate era
bastante limitado, se debía basar en un ante proyecto entregado por el
mismo Carranza quien dio un plazo de apenas dos meses para realizar el
congreso. La nueva constitución debía promulgarse el 5 de febrero de
1917, justo 60 años después de la promulgada en 1857. La gran fuerza de
la revolución mexicana hizo que el plan de Carranza no se llevara como
él lo tenía pensado.
Reformadores contra Jacobinos
Carranza nunca tuvo la profundidad
política de un Zapata, ni la capacidad estratégica y militar de un
Álvaro Obregón ni mucho menos de un Francisco Villa. El anteproyecto
constitucional contenía sus ideas, pero fue redactado por un grupo de
colaboradores que fueron diputados durante el gobierno de Madero, e
incluso antes con Porfirio Díaz, y se convertirían en la voz de Carranza
dentro del congreso constituyente. Hablamos de José Natividad Macías,
Luis Manuel Rojas, Félix F. Palavicini y Alfonso Cabrioto. Ellos
encabezarían el grupo Renovador o Reformador, el ala liberal burguesa y
por tanto conservadora del congreso. Estos elementos eran
profesionistas, abogados, con experiencia legislativa.
Las elecciones para los diputados
constituyentes se realizaron el 22 de octubre de 1916, para ello se
formaron diversos partidos y clubs políticos. La mayor parte de los
diputados provenía de las clases y capas medias, mientras que sólo había
un puñado de diputados obreros y militares revolucionarios.
También se formó un ala de izquierda que
se autoproclamaban los radicales o Jacobinos destacando Francisco J.
Múgica, Esteban Baca Calderón, Amado Aguirre, Juan de Dios Bojórquez,
Pastor Rouaix, Heriberto Jara, Luis G. Monzón y Enrique Colunga.
Es de resaltar el papel de Francisco J. Múgica, en sus discursos se nota orgulloso al mostrare como el más radical de los parlamentarios, dispuesto a tomar todas las medidas posibles a favor de las masas. Pero Múgica es importante no solo en la constituyente sino en el conjunto de su trayectoria de lucha. Como ya dijimos fue impulsor del primer reparto agrario de la revolución, participó en importantes batallas durante la guerra civil y fue posteriormente parte del gabinete de Lázaro Cárdenas. En ese tiempo mantuvo contacto con el revolucionario ruso León Trotsky (antes había abogado por él para que obtuviera asilo político), exiliado en México. Mújica fue de los redactores del decreto expropiatorio del petróleo, una de las grandes conquistas de la revolución.
En total fueron 219 diputados quienes
participaron en el Congreso Constituyente de los cuales 209 firmarían la
constitución. Al final del constituyente 94 diputados firmaron un
manifiesto jacobino pero esta ala llegó a ganar votaciones con 4/5
partes de los asistentes, lo cual refleja la fuerza de la izquierda. El
Congreso se instauró en la ciudad de Querétaro, el 1 de diciembre de
1916.
El congreso constituyente se convirtió
en un nuevo campo de batalla entre el ala revolucionaria que aspiraba a
la revolución social y el ala burguesa que planteaba cambios para que el
Estado Capitalista se fortaleciera y siguiera en pie. Al finalizar el
congreso el ala radical publicó un manifiesto a la Nación donde hacen un
balance de esta lucha.
“Es bien sabido de la República entera
que en el Congreso Constituyente que acaba de terminar su período único
de sesiones, hubo dos grupos denominados liberal jacobino, el de la
mayoría, y liberal clásico, el de la minoría; pero en realidad no hubo
tales jacobinos ni tales clásicos, sino simple y sencillamente: grupo
revolucionario constitucionalista y grupo de renovadores; mejor dicho,
grupo de retardatarios, de aduladores, de obstruccionistas” [4]
Los derechos obreros
Los sectores proletarios tomarían un papel importante en los debates en el bando opositor. La verdadera batalla en el congreso fue cuando se inició el debate sobre el trabajo. El proyecto Carrancista planteaba la libertad de trabajo, que bajo el capitalismo es la libertad de ser explotado. Carlos L. Gracida, sindicalistas de las Artes Gráficas tomó la palabra y dijo:
“Los sindicatos de oficios, las uniones
obreras de todas aquellas corporaciones de trabajadores que hacen
resistencia al capital, van tras de un objetivo: alcanzar el máximo de
remuneración contra la ambición del capitalista, que es alcanzar el
mínimo del salario; obtener la máxima jomada entre ello y las ocho horas
de trabajo contra la ambición del capitalista, el trabajo de sol a sol.
El sindicalismo, como otras corporaciones obreras, tiene, para obtener
el concurso de todos los trabajadores, una tendencia, quitar toda clase
de prejuicios religiosos a sus adherentes para que no se entreguen en
cuerpo completo o en alma, si existe, completamente a un solo fin: a
evitarse de la explotación.”
Carlos L. Gracida era parte de la Casa
del Obrero Mundial y formó parte de las acciones trágicas en que la
clase obrera se enfrentó a las tropas villistas, aun así expresa de su
voz parte de las demandas obreras. Otro obrero, este ferrocarrilero
originario de Yucatán, llamado Héctor Victoria, señaló en la tribuna:
“Vengo a manifestar mi inconformidad con
el artículo 5° en la forma en que lo presenta la Comisión, así como por
el proyecto del ciudadano Primer Jefe, porque en ninguno de los dos
dictámenes se trata del problema obrero con el respeto y atención que se
merece. Digo esto, señores, porque lo creo así, repito que soy obrero,
que he crecido en los talleres y que he tenido a mucha honra venir a
hablar a esta tribuna por los fueros de mi clase”
Y más adelante señaló:
“Por consiguiente, el artículo 5° a
discusión, en mi concepto, debe trazar las bases fundamentales sobre las
que ha de legislarse en materia de trabajo, entre otras, las
siguientes: jomada máxima, salario mínimo, descanso semanario,
higienización de talleres, fábricas, minas, convenios industriales,
creación de tribunales de conciliación, de arbitraje, prohibición del
trabajo nocturno a las mujeres y niños, accidentes, seguros, e
indemnizaciones, etc.” [5]
Victoria propuso formar una comisión
para hacer una propuesta sobre derechos laborales. Los reformadores
dieron argumentos legaloides diciendo que las constituciones deberían
ser pequeñas y plantear las líneas generales del funcionamiento del
país, en todo caso esas demandas podrían incluirse en las leyes
secundarias. Jacobinos como Heriberto Jara, quien había jugado un papel
clave dentro del magonismo en la organización de las históricas huelgas
textiles de 1907 en torno a la fábrica Rio Blanco, rechazaron esos
argumento legaloides y pugnaron por incluir en la constitución misma los
derechos laborales.
Por si esos argumentos no eran
suficientes para los señoritos abogados reformadores, estaban los
argumentos de las armas que hicieron la revolución. El diputado Jorge
Von Veren se paró amenazante en la tribuna mostrando su enorme pistola y
dijo que los comisionados no deberían tener miedo sino polainas tipo el
rifle 30-30.
Pastor Rouaix Méndez, siendo gobernador
en Durango durante la lucha armada, había ya decretado la primer Ley
Agraria de la Revolución y participado en batallas épicas como la toma
de Torreón. Este jacobino, junto con el abogado reformador José
Natividad Macías, redactaron el borrador de un largo apartado que se
convertiría en el artículo 127 constitucional que legalizaba los
derechos laborales. Hay que señalar que incluso estos avances fueron
vistos como insuficientes por obrero constituyentes como Héctor
Victoria, aun así fueron un paso adelante.
Se estableció así constitucionalmente el
salario mínimo, la jornada de 8 horas, el derecho a huelga, derecho al
descanso, derechos para las madres obreras, ilegaliza el trabajo
infantil, pago mayor por trabajo excedente, a trabajo igual salario
igual, reparto de utilidades, derecho a sindicalización, entre otros
derechos. Si bien se avanza en legalizar derechos, también el Estado se
erige como árbitro estableciendo la Junta de Conciliación y Arbitraje
(que en la práctica, en la inmensa mayoría de los casos, se posicionó
del lado de los patrones) y se regulariza la lucha de clases, aunque se
reconoce el derecho de huelga esta se limita, declarándola ilícita en
tiempo de guerra o cuando los obreros cometan actos violentos.
Agrarismo
La causa principal de la revolución
mexicana fue la desigualdad provocada por la obscena concentración de la
tierra. El campesino fue la fuerza motriz y no había derramado su
sangre para no obtener nada. La revolución trastocó las más hondas
profundidades de la sociedad y a pesar de las derrotas de Villa y Zapata
y de la huelga general obrera de 1916, el peligro de nuevos
levantamientos de masas era latente. El ala burguesa comprendió que
había que dar concesiones si quería pacificar al país y generar
estabilidad para el nuevo Estado Burgués mexicano.
Después de una batalla importante, se
logró establecer el artículo 27 constitucional. Como hemos dicho la
constitución mexicana tiene un carácter capitalista con importantes
derechos sociales, es una constitución nacionalista revolucionaria.
El reparto de tierras tiene un carácter
capitalista pues no abole la propiedad privada. Lenin llevó adelante en
Rusia una reforma agraria de este tipo porque era la única forma de
hacer una real alianza con el campesinado pobre y las condiciones de
atraso económico no permitían ir de un solo golpe a la colectivización
de la tierra. Pero los bolcheviques planteaban que bajo planificación
democrática de la industria estatizada la economía se desarrollaría y
con un trabajo de convencimiento al campesinado permitiría una paulatina
industrialización del campo y su colectivización.
Aun cuando la constitución mexicana
legaliza la propiedad privada de la tierra, lo hace de una forma
peculiar. El artículo 27 aprobado en 1917 dice:
“La propiedad de las tierras y aguas
comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponde
originariamente a la Nación, la cual, ha tenido y tiene el derecho de
transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la
propiedad privada”.
“Esta no podrá ser expropiada sino por causa de utilidad pública y mediante indemnización”.
“La Nación tendrá en todo tiempo el
derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el
interés público, así como el de regular el aprovechamiento de los
elementos naturales susceptibles de apropiación, para hacer una
distribución equitativa de la riqueza pública y para cuidar de su
conservación”. [6]
En la Nación caben los campesinos,
obreros, pequeños propietarios, capitalistas, banqueros y
terratenientes. Estos tienen intereses distintos y muchas veces
contrapuestos. Como explicamos, la nación mexicana fue producto de
luchas revolucionarias y de liberación nacional. El nacionalismo tiene
un significado revolucionario o progresista para muchos sectores de las
masas. Mientras que la burguesía nacional revolucionaria aspiraba a un
desarrollo capitalista independiente del imperialismo, las masas
aspiraban a justicia social. Pero la nación mexicana es gobernada por el
Estado que tiene como fin último preservar el capitalismo y lo
intereses de la clase burguesa.
La revolución mexicana fue una fuerte
lucha de clases y el discurso manejado tenía muchos elementos clasistas
que fueron siendo sustituidos por nacionalismo lleno de populismo, la
mayor parte de las veces demagógico. La constitución de 1917 es en
realidad un pacto social inter clasista que permite al capitalismo
funcionar pero legalizando concesiones serias a las masas.
El artículo 27 también desconoce todas
aquellas medidas que legalizaron el despojo que anteriormente se hizo de
las tierras y legaliza el reparto agrario, aunque este se realiza en
última instancia sólo si el presidente así lo quiere.
Anticlericalismo y educación pública
La iglesia católica había jugado un
papel contrarrevolucionario en la historia del país. En un momento
fueron los principales terratenientes y su dominio ideológico fue
instrumento de dominación de clase desde su llegada al continente con la
conquista. Podemos mencionar algunas excepciones dentro de la iglesia,
como los insurgentes independentistas, pero en términos generales fue
una institución de dominación de clase.
Un tema muy discutido en el congreso
constituyente fue el papel de la iglesia. Francisco J. Múgica hizo
llamados a mantener alto el radicalismo también en este asunto. En uno
de los debates dijo:
“Yo ruego que la prensa, no sólo la
prensa del país, sino también la prensa asociada que tiene aquí un
representante, transcriba estos documentos si es posible íntegros al
extranjero, para que se vea cuál ha sido la gran justicia que el pueblo
mexicano ha tenido cuando ha procedido con tanta saña, con tanta
crueldad, a veces con tanta ferocidad increíble, para perseguir lo que
aquí llamamos Clero y que debía llamarse una banda de ladrones, de
forajidos y estafadores, porque los curas en México no han sido otra
cosa que estafadores del dinero de los trabajadores para poder
enriquecerse y darse una gran vida. Esto, señores diputados, os hará
cuando menos votar con más conciencia”. [7]
En la constitución de 1917 a las
iglesias se les quita el derecho de ser propietaria de tierras, de
bienes raíces y capital. A los templos se les declara propiedad de la
Nación al igual que seminarios, asilos, etc. La constitución no legaliza
ni ilegaliza religión alguna. A los ministros de las iglesias se les
considera como cualquier otra profesión, se les quita derecho al voto y a
la crítica a las leyes y al gobierno. La aprobación de esas leyes se
pueden comprender por el papel retrograda y contrarrevolucionario que
había jugado la iglesia.
Por otro lado, el establecimiento de la
educación pública, laica y gratuita, le quita el rol a la iglesia de
educador de la sociedad. Esto también es una conquista muy importante
para una sociedad analfabeta donde las familias obras y campesinas
habían tenido un acceso educativo muy restringido.
El presidencialismo
La constitución de 1857 tenía un
carácter burgués liberal, que buscaba el buen funcionamiento y
desarrollo del capitalismo rebasando las barreras feudales y quitando el
poder a la iglesia. Era necesario la consolidación del Estado Nacional.
Aunque planteaba una república parlamentaria, Juárez intentó realizar
un plebiscito que le diera más poderes al presidente. Porfirio Díaz en
la práctica se convertiría en un dictador donde todo el aparato estatal
se subordinó a su figura.
La revolución mexicana fue una
revolución de caudillos que eran seguidos por las masas. Esto se explica
en parte por el atraso económico del país que contaba con un enorme
campesinado y la ausencia de partidos revolucionarios sólidos de los
trabajadores. Estos elementos jugarían un papel en la aprobación de
algunas leyes que permitieron dotar al presidente de enormes poderes.
Los reformadores carrancistas no
lograron impedir la aprobación de leyes sociales, pero sí lograron dotar
de enormes poderes al poder ejecutivo y en particular al presidente. De
tal forma que la aplicación de las leyes sociales dependía en gran
medida de que el presidente las quisiera llevar adelante o no. Esta
legalidad facilitó el establecimiento de un régimen bonapartista, aunque
cada cierto tiempo se cambiara de Bonaparte con la elección de un nuevo
presidente.
El establecimiento de una república
parlamentaria más sólida sin duda hubiera sido mejor, aunque al final
(como lo mostró el porfiriato) no es garantía de nada y una ley en sí
mismo no cambia las condiciones materiales. Venustiano Carranza se
enfrentaba a un capital imperialista poderoso que incursionaba en la
economía con una burguesía nacional aun débil y unas masas de obreros y
campesinos conscientes de su fuerza revolucionaria que amenazaban al
naciente y boyante poder burgués.
La constitución de 1917 resultó muy
diferente a como la tenía pensada Venustiano Carranza pero reflejó la
real correlación entre las clases. Por un lado un campesinado
revolucionario que no fue capaz de dirigir a la nación en su conjunto,
era necesario que la clase obrera jugara un rol decisivo abanderando la
revolución con un programa socialista. Lamentablemente esto no ocurrió
por la ausencia de un partido con una dirección revolucionaria. El
Partido Liberal mexicano de Ricardo Flores Magón pudo haber jugado ese
rol, pero la represión porfirista y sus errores sectarios los aislaron
del proceso. Los dirigentes obreros anarcosindicalistas jugaron un papel
oportunista y hasta contrarrevolucionario. Esto condenó a la revolución
mexicana, sin embargo por el otro lado, la naciente burguesía no era
tan poderosa para aplastar definitivamente a las masas revolucionarias
de obreros y campesinos. Para consolidar su poder tuvieron que dar
concesiones. El nuevo Estado mexicano se vio obligado a balancearse
entre las clases para permitir el funcionamiento del capitalismo. El
nuevo Estado se formó bajo la incapacidad de los trabajadores de tomar
el poder y de la burguesía para aplastarlos.
Mientras en México, producto de la
revolución, se configuraba el nuevo Estado burgués, en Rusia los obreros
comenzaban una nueva revolución. En unos pocos meses, a finales de
1917, la clase obrera en alianza con el campesinado tomaba el poder
sacudiendo al mundo entero. Por primera vez las clases explotadas
asumían las riendas de la sociedad. Rusia tenía una economía atrasada,
al igual que México, con una población mayoritariamente campesina. El
gobierno de los obreros y campesinos estableció una economía
planificada, expropiando a las clases poseedoras, de la misma forma que
lo hizo Villa y Zapata pero llegando hasta el final. Su gobierno no se
quedó en una parte del territorio sino que se asumió en el país entero,
de tal forma que lograron aplastar definitivamente al poder burgués. Los
obreros establecieron una república parlamentaria pero no al estilo
clásico burgués sino basada en diputados obreros electos desde la base y
organizados en los Soviets (comités) de obreros, soldados y campesinos
que se organizaban regional y nacionalmente, ejerciendo el poder
legislativo y ejecutivo a la vez.
Rusia muestra el camino que podía haber
seguido la revolución mexicana. Las aspiraciones de justicia social solo
se podrían haber cumplido plenamente con la toma del poder de los
trabajadores y el establecimiento de una economía planificada que sólo
era posible realizar con la expropiación de las tierras de los
terratenientes y la industria. La revolución mexicana tendría que haber
caminado rumbo al socialismo para hacer plena justicia a las masas que
la llevaron adelante. La diferencia sustancial entre la revolución
mexicana y la rusa no fue la capacidad y disposición de la lucha de las
masas, sino que en Rusia los trabajadores contaron con el partido
bolchevique, con dirigentes como Lenin y Trotsky y con la claridad
programática y estratégica que te da el auténtico marxismo.
Contrarrevolución capitalista
Carranza se erigió como presidente
después del congreso constituyente. Asesinó a Emiliano Zapata y Felipe
Ángeles, compañero de armas de Pancho Villa. Quiso perpetuarse en el
poder y generó nuevas divisiones en el constitucionalismo que
terminarían con su asesinato. Pero los primeros pasos para establecer el
nuevo Estado Mexicano estaban dados. Emilio Portes Gil fortalecería las
instituciones del nuevo Estado y formaría el Partido Nacional
Revolucionario (que después se llamaría PRI) basado en un frente inter
clasista dirigido por la burguesía.
En la segunda mitad de los años 30,
Lázaro Cárdenas asume la presidencia y con él varias aspiraciones de las
masas se cumplieron, llevando adelante el mayor reparto agrario que el
país haya conocido. El capitalismo mexicano, para desarrollarse, tuvo
que apoyarse en este nuevo Estado quien a su vez tuvo que nacionalizar
palancas claves de la economía, en oposición al imperialismo, que
permitieran desarrollar la economía.
El régimen del PRI tuvo como objetivo
primordial el desarrollo nacional del capitalismo y los intereses de la
burguesía. Usó la fuerza bruta contra las masas para cumplir ese
objetivo, pero tenía que balancearse entre las clases y dar concesiones a
obreros y campesinos que nunca han dejado de luchar por mejorar sus
condiciones de vida. Producto de la revolución mexicana las masas
consiguieron educación, salud, tierras, viviendas y derechos laborales.
El capitalismo de la segunda posguerra vivió internacionalmente un
importante crecimiento económico y permitió dar concesiones incluso en
países atrasados económicamente como México.
Hoy el capitalismo es decadente e
incapaz de sobrevivir sino es atacando los niveles de vida de las masas.
Hoy no hay reformas sino contrarreformas. Las industrias nacionalizadas
se privatizan, los recursos naturales se ponen a disposición de los
beneficios de las empresas imperialistas, el campo está en ruinas
mientras los derechos obreros están en extinción. La constitución
mexicana ha sufrido más 600 modificaciones, la mayoría en los últimos 30
años que han coincidido con la ofensiva de la burguesía contra las
conquistas de la revolución. Sólo queda un 20% de la redacción original
de la constitución del 5 de febrero de 1917 que con todas sus limitantes
y su carácter burgués fue la constitución más avanzada de todo el mundo
en cuanto a derechos sociales se refiere.
Hoy México también ha cambiado mucho. Si
hace 100 años el 20% de la población vivía en las ciudades hoy es un
80%. El proletariado es más poderoso, el campesinado y los pueblos
indígenas siguen contando con fuertes tradiciones revolucionarias. El
México de hoy nos recuerda en mucho al de la época de Porfirio Díaz. La
tradición revolucionaria de nuestro pueblo sigue viva y más tarde que
temprano viviremos nuevas explosiones sociales. Una explosión volcánica o
un terremoto no son eventos comunes pero son inevitables, de la misma
forma ocurre con las revoluciones dentro de la sociedad de clases. Es
necesario construir el instrumento que les faltó a los revolucionarios
mexicanos hace 100 años: un partido obrero de masas con un programa
socialista.
Si se quiere llevar las reformas
sociales hasta sus últimas consecuencias se tiene que llegar al objetivo
central de llevar adelante la revolución socialista. Los liberales
reformadores de la época de Benito Juárez generaron una tradición y un
ejemplo. Los luchadores antiporfiristas formaron círculos liberales, uno
de ellos se llamaría Ponciano Arriaga, en honor a un constituyente
liberal social de 1856-1857, de ahí surgiría el Partido Liberal Mexicano
y los hermanos Flores Magón, quienes llevaron hasta sus últimas
consecuencias la lucha por la justicia social y llegaron a conclusiones
revolucionarias y socialistas.
Cuando los obreros tomaron el poder en
Rusia, Ricardo Flores Magón, que se declaraba anarquista, la saludó
entusiastamente, se lamentó por no poder incluir en el periódico
Regeneración, por lo reducido de su espacio, todas las declaraciones de
Lenin y Trotsky. Flores Magón, un año después de finalizado el congreso
constituyente en México, escribió:
“Nicolás Lenin, el líder ruso, es en
estos momentos la figura revolucionaria que brilla más en el caos de las
condiciones existentes en todo el mundo, porque se halla al frente de
un movimiento que tiene que provocar, quiéranlo o no lo quieran los
engreídos con el sistema actual de explotación y de crimen, la gran
revolución mundial que ya está llamando a las puertas de todos los
pueblos; la gran revolución mundial que operará cambios importantísimos
en el modo de convivir de los seres humanos”. [8]
Cien años después es más necesaria y objetivamente posible la revolución socialista mundial.
Los problemas que aquejan a las masas en
México son resultado de un sistema capitalista mundial en crisis,
decadencia y descomposición. La lucha no es nacional sino internacional.
En la propia experiencia mexicana podemos ver ejemplos de combatientes
internacionalistas como Francisco Javier Mina, el español que luchó por
la independencia de México; el batallón de San Patricio que venía a
invadir y unió sus armas con el pueblo de México y en la Revolución
iniciada en 1910 contamos con combatientes italianos, armenios, suecos,
estadounidenses… La lucha que tenemos no es nacional, es un conflicto de
clases internacional y la futura revolución mexicana tendrá que
enarbolar la bandera del internacionalismo proletario y la revolución
socialista mundial.
NOTAS
_______________
[1] Citado en Pedro Salmerón, Cien preguntas sobre la revolución Mexicana, Brigada para leer en libertad, página 66.
[2] Citado en Arnaldo Córdova, La ideología de la revolución mexicana, ediciones Era, página 196.
[3] Venustiano Carranza, Decreto que convoca a un constituyente
[4] 94 diputados jacobinos, Manifiesto a
la Nación. Tomado de Djed Bórquez, Crónica del Constituyente, SEP,
Instituto de Investigaciín jurídica de la UNAM e INEHRM, página 394
[5] 1916 Discursos sobre los artículos 5° y 123. Carlos L. Gracidas, Héctor Victoria y Froylán C. Manjarrez
[6] Constitución promulgada el 5 de febrero de 1917, Diario oficial.
[7] Francisco J. Múgica, Francisco J. Mújica un romántico rebelde, Fondo de Cultura Económica, página 161
[8] Ricardo Flores Magón, La revolución Rusa.
Otras fuentes consultadas:
Rubén Rivera Álvarez, Independencia y
revolución – 200 años de la lucha de clses en México. Centro de Estudios
Socialistas Carlos Marx
Pedro Salmerón, Los carrancistas, Planeta.
Diario de los debates del congreso constituyente, web de la cámara de diputados
La lucha de los pueblos es de Liberación Nacional
La lucha nuestra, en Argentina, en Brasil, en Nuestra América, es por recuperación de la soberanía e independencia económica, lo mismo que decir que es lucha de liberación nacional. Los argentinos ya se dieron cuenta y se están movilizando en un gran frente nacional para conquistar la Segunda Independencia. El documento convocatorio para ese movimiento expone con claridad los estragos causados por el proyecto de dominación neoliberal, hace la necesaria crítica a los movimientos populares que hicieron el juego del capital financiero y propone caminos para la liberación. Es un poco largo pero vale la pena leer. Un buen ejemplo para las izquierdas latinoamericanas.
Documento Político 2017 de Convocatória 2ª Independência
Argentinos convocan por la 2da Independencia
- Panorama Mundial
Luego de la recuperación económica alcanzada en el 2010, de la crisis provocada por la burbuja financiera-inmobiliaria de Wall Street en el 2008; el Gobierno Global, que intenta consolidarse como tal, ha decidido iniciar su transición hacia un Nuevo Orden Mundial, pasando a consolidar su proceso Imperial de mayor concentración capitalista-financiera, de características liberales ortodoxas basadas mayoritariamente en el ideario histórico del las viejas familias oligárquicas anglosajonas del viejo dinero.
El mundo entra en tensión bélica, en una disputa intercapitalista entre el Gobierno Global de la Plutocracia imponiendo la hegemonía unipolar, contra el resto de las potencias capitalistas que intentan ser parte de la mesa chica disputando la multipolaridad para unos pocos sobrevivientes de los tiempos que vendrán.
Para el Nuevo Orden Mundial, el problema demográfico es EL PROBLEMA. Sobran pueblos enteros frente a la escasez de recursos, y la guerra es la salida histórica para ellos. En este escenario cualquier opción hacia abonar la dispersión, el espontaneísmo, la reacción emocional desgastante e impotente, o el pacifismo posibilista parlamentario, es el suicidio en masa. Por ello, los pueblos no se auto-limitan o auto-condicionan con estas opciones, ni se someten masivamente a sus alternativas en estos momentos de conflicto abierto.
Los pueblos que no solo están sobreviviendo, sino que están combatiendo, lo hacen desde la organización decidida a enfrentarse a la altura de este enemigo como Venezuela, Siria, Palestina, etc.). Pensamiento Estratégico, Organización Revolucionaria, Combatientes no Víctimas, ejercicio del Internacionalismo, tanto en tiempos de supuesta paz o como en los de plena guerra, sea en guerras regulares o asimétricas; es esta la Tarea. Hay pueblos combatiendo al imperio en el mundo; y el nuestro, que resiste, también debe prepararse para ello.
- Situación Nacional y Popular
El último mandato del gobierno de Cristina Kirchner terminó por condenar los últimos diez años (es decir una generación completa que se inicia a la vida política y económica del país), como una década totalmente desperdiciada para consolidar la subjetividad (es decir las organizaciones necesarias y el proyecto nacional y de liberación social anhelado), que pudiera desterrar contundentemente al colonizador de nuestras tierras.
En cambio ha dejado dividido y herido al tejido político y social del campo popular, ha sido vehículo de los principios y conceptos liberales y progresistas en las filas del nacionalismo popular, ha corrompido militancia, ha traficado la historia por oportunismo político, ha desorientado y desviado del camino transformador que el pueblo abriera hacia fines del 2001 (todo ello a pesar y sobre todo sin detenerse a cuidad las bases abnegadas populares que pusieron el lomo convencidas del necesario camino nacional y popular para la liberación). Nos ha dejado a merced y en bandeja de plata en manos de estos asesinos, explotadores, saqueadores, los patrones de siempre y genocidas oligarcas de doble apellido que solo les interesa hacer bien los deberes para sus jefes imperiales, como buenos gerentes que añoran vivir en otras tierras donde sean aceptados y reconocidos por una inalcanzable realeza que los desprecia.
Nos han retrotraído a una época parecida a un par de años previos a los años ´30, ingresando de la mano de los liberales de la década infame a la Gran Depresión mundial. En un mundo aún más pequeño que el de aquellos años, gracias a la revolución tecnológica y de las comunicaciones, que les ha servido sobre todo como grilletes de propaganda ideológica dominante, consiguiendo masificar globalmente la esclavitud como nunca antes la humanidad había visto. Nuestro Pueblo argentino no es una excepción; y es lo que padecemos a la hora de intentar organizarnos, resistir, enfrentar al patrón y sus sabuesos, de sumar fuerzas y claridad para levantarnos una vez más. Nos esclavizaron, nos sometieron; necesitamos liberarnos.
Nuestro país no ha dejado de pagar la deuda externa en los últimos años. El gobierno anterior recuperaba reservas del BCRA contrayendo deuda; y hoy sigue siendo lo mismo. Hoy como ayer, pero con distintos relatos, nos vuelven a vender que el endeudamiento nos garantizará crecimiento. Pero, hoy, en este mundo en guerra, los plazos se acortan; y por más impulso con los votos de elecciones parlamentarias, que a nadie convencen, el Gobierno de Macri sabe que la lluvia de inversiones no llega, y sin ellas va directo a una crisis económica, financiera y social.
¿Por qué no llegan las inversiones? Porque no se cumplen con las exigencias del FMI. Que Cristina no recibiera las visitas de los inspectores del FMI, no implicaba que no incidieron sus exigencias. De hecho la famosa, y ahora herramienta represiva tan presente en manos de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y sus amigos de los Servicios de Inteligencia (sobre todo internacionales), la Ley Antiterrorista fue una muestra de tantas decisiones que se han tomado en dirección a profundizar el actual modelo de saqueo, explotación, represión y control territorial efectivo por el enemigo histórico, a pedido de los organismos internacionales.
¿Cuáles son las exigencias con las que extorsiona el FMI para que lleguen las virtuales e hipotéticas, aunque utópica lluvia de inversiones? La Tercer Reforma del Estado, que había quedado trunca desde mediados de los ´90 y venía a pasos lentos (durante el gobierno anterior, no sólo no se modificó ninguna estructura estatal del menemismo, sino que el vaciamiento del Estado tampoco dejó de producirse, solo que con otras formas y características; se intentó convencernos de que había una necesidad de reinventar un Estado que supuestamente estaría presente para proteger los intereses de las clases populares frente a la crisis de representatividad surgida en el año 2001.?Los millones de argentinos y argentinas hoy desprotegidos dan cuenta de esa mentira de ayer, que se continúa y profundiza hoy) : Ajuste del Estado Nacional (bajo la mentira del déficit fiscal que provoca el empleo estatal indicado como el principal despilfarro de un Estado que privilegia a los mismos políticos y empresarios de siempre); venta de activos, cierre y desfinanciamiento de las Empresas estratégicas del Estado; empobrecimiento y debilitamientos de los niveles provincial y municipal del Estado con transferencias de funciones sin presupuesto; Reforma Laboral (con intervención y persecución patronal en los sindicatos); Reforma Previsional; Reforma Impositiva; Reforma judicial y jurídica; Reforma del Sistema de Salud y Educación (pasantías que multiplican la mano de obra barata y esclava a favor de las grandes empresas)…Sí, las recientes anunciadas reformas en el marco del “Acuerdo Nacional”. Un acuerdo tácito pero sentido (sobre todo en el lomo de las clases populares) donde algunos más adentro del CCK, o a un par de cuadras queriendo saber de qué se trata, han asistido sin intentar detener lo que avanza rápidamente; antes que una crisis ingobernable económica y social les demore el orgasmo orgiástico al que aspiran estos yuppies de doble apellido, al gozar con la impúdica soberbia de tener el poder sobre nuestras vidas.
Es indudable que este Gobierno no va a producir ninguna ruptura con los organismos internacionales de crédito, no porque necesite préstamos, sino porque se considera parte del Grupo de los 20 países capitalistas más importantes de la Tierra. Orgullosos y serviles se preparan para recibir a sus jefes de la OMC, y entregar hasta sus madres para agasajar lo mejor posible a los presidentes del G20 el año que viene. Harán todo lo que les pidan con tal de ser parte de la fiesta de unos pocos. Mientras nos hambrean para servir a sus amos, ellos mismos son tratados como bufones de la corte.
El gobierno anterior no ha transformado la matriz agro-exportadora-extractivista primaria, de saqueo foráneo de nuestros bienes naturales; y hoy, el actual gobierno avanza decididamente en este escenario global, con la ocupación efectiva de nuestro Territorio. Las puebladas de pueblos enteros, como las últimas de El Bolsón, Esquel, El Maitén, las luchas por la tierra de comunidades campesinas y originarias en Formosa, Salta, Jujuy, en toda la Patagonia, dan cuenta de la resistencia de nuestro Pueblo al avance que continúa y se multiplica de los intereses extranjeros sobre suelo argentino. Las luchas contra Benetton y Lewis, tanto de comunidades mapuches como criollas, contra Gildo Insfrán de wichis y agricultores familiares en Formosa, de desocupados y municipales en el feudo de Morales en Jujuy, de comunidades campesinas y guaraníes en la Salta de Urtubey, son brutalmente reprimidas por las burguesías y oligarquías locales en sociedad directa con capitales externos.
La ocupación de nuestro territorio se está desarrollando hace años a través de la concentración de tierras en pocas manos, la radicación de empresas transnacionales, de sus mafias (redes que involucran al poder político, judicial y mediático) y en los últimos años también a través del narcotráfico. Hoy necesitan desplegarse por todo el mapa, a pedido de sus terminales extranjeras, ya que la insularidad de nuestra Patria Grande, junto con las reservas de recursos naturales, son indispensables en tiempos de guerra. Hoy se centra el tablero de control territorial en el Ministerio de Seguridad, en el que se han instalado directamente las agencias de inteligencia extranjeras.
Hoy más que nunca necesitan liberalizar todo lo que se pueda el comercio exterior, quitar todo control en las fronteras; ser ellos los únicos controladores, para que sus negocios, sus mercancías (las de la economía de la guerra y el narcotráfico) circulen sin reparo y se blanqueen las divisas que ello genera, en sus propios bancos. Todo ello bajo el telón de ser ellos mismos los justicieros contra la corrupción local.
No sólo son la soja y los terratenientes locales que nos hambrean, hoy los dueños de siempre y de todo son los que directamente nos gobiernan y necesitan todas las reformas posibles para remodelar a su medida, un Estado servil a la Patria Contratista y Financiera. Ratificarnos como una colonia que debe suministrar y servir a la concentración imperial del Nuevo Gobierno Global que se está diseñando.
A los “agrodiputados” de ayer se les suman los “narcodiputados” de hoy, bajo la careta de ser paladines contra la corrupción, apuntándose y denunciándose unos con otros; reproduciendo la putrefacción hacia todos los sectores para no ser descubiertos como los principales responsables y partícipes de la crisis de representación, de la corrupción de las conducciones políticas, de la crisis de valores esenciales para la convivencia comunitaria, y la falta de esperanza de vida, sobre todo en nuestros jóvenes.
Mientras piensan cómo sobrevivirán (tanto burocracias políticas como sindicales), cómo se mantendrán en la palestra del ciber-espacio mediático (tanto izquierdas como derechas liberales parlamentarias), el Pueblo se harta y todo le resulta más de lo mismo. Lo guía su instinto de supervivencia; y allí todos intentan cantar la canción que el Pueblo, creen ellos es la que quiere escuchar. Entonces aparecen propuestas populistas de derecha como las de Macri y Vidal, como las de Massa y Randazzo, o como las progresistas de Cristina y D´Eelia, y hasta la izquierda liberal y la reformista acomodan su presentación en medio de tanto hartazgo…y todo vuelve a parecerse a más de lo mismo, pero con otro color.
Mientras tanto la Plutocracia avanza en su objetivo estratégico de control, dominio y explotación. En lo que va de estos últimos dos años se ha transformado el Estado, se perdieron más de 15.000 puestos de trabajo, se han cerrado fábricas estratégicas del Estado, se direccionan millones de beneficiarios de planes sociales hacia la contención social y mano de obra esclava; se pone en venta la participación del Estado en las Empresas Hidroeléctricas, se dejan de fabricar aviones para fabricar chalecos y vallas, se cierran controles sanitarios en puertos y fronteras, se dan de baja programas de salud, y se diseña la educación de nuestros jóvenes a medida de las necesidades de ganancias de los empresarios. Se despliega gendarmería y prefectura para brindar seguridad a empresas transnacionales, se obliga con escenarios fabricados a involucrar a las Fuerzas Armadas en asuntos de seguridad interior, bajo la excusa de existencia de grupos terroristas en el país.
Pasamos todas y todos a ser objetivos militares, con el control interno y los resortes económicos en manos de ellos, gracias al eterno endeudamiento; quedamos totalmente vulnerables a sus caprichos, y a un solo paso de la implosión de nuestro Estado para cuando necesiten intervenir directamente.
Así de expuestos quedamos y estamos. En una etapa distinta a la década pasada, porque como lo anunciaba Cristina, el objetivo es seguir profundizando el modelo. Hoy ya no hay grises. Hoy somos Nosotros: los Pueblos, frente a Ellos: la Oligarquía financiera internacional con sus gerentes transnacionales en el país. Hoy son las organizaciones revolucionarias o los ejércitos regulares o irregulares de ellos, desplegados por nuestras tierras.
Como al inicio de la crisis del 2008 que se llamaba al Pacto Social a la dirigencia de la CGT, de la CTA y la UIA; hoy ante las exigencias del FMI para que lleguen las inversiones que salvarían a Macri de una crisis económica ingobernable, suman también al “Gran Acuerdo Nacional” a las iglesias, y a los más grandes Movimientos Sociales. Más amarillo, más consensos, más equipo, más cinismo para ellos mantenerse a costa del ajuste y la miseria nuestra.
Hoy, luego de la victoria de Cambiemos con el voto hartazgo popular, se amontonan y apresuran reagrupamientos hacia las presidenciales del 2019 para ver quienes pueden sobrevivir del naufragio. Allí veremos más populismo discursivo liberal y amarillo de Vidal, el reagrupamiento del PJ con la bendición de Bergoglio de unirse para salvarse (convenciendo a Massa, Randazzo, Urtubey, el Movimiento Evita, gran parte de la CTEP, gobernadores, intendentes, ex kirchneristas, etc.), y una izquierda parlamentaria intentando abrirse espacio en el Congreso y siendo fagocitada, cual Podemos en España o al independentismo pacifista de Cataluña.
- Nos quieren Esclavos:
Que nadie se atreva a cuestionar esos valores, que todos repudien cualquier tipo de violencia, que nadie se pregunte si hay posibilidad de otro sistema de vida. Que descarguen sus frustraciones en terapias colectivas y grupales dibujando consignas. Que nadie se atreva a organizarse políticamente para revolucionar el orden establecido, que todos piensen que se revolucionan pero que no se enfoquen en el poder. Que el poder sea un misterio para unos pocos, y que esos pocos nunca sean nombrados.
Hasta aquí llegamos TODOS, las y los que intentamos una y otra vez junto a la memoria de los que ya no están, y también los que buscaron los atajos retrasando y quitando fuerzas al camino revolucionario. Aquí estamos, en la cueva mirando la proyección de una realidad que se nos presenta como cierta. Aquí estamos TODOS Y TODAS, dentro de la Matrix, controlados por el “Gran Hermano”, el ojo que todo lo ve y al que nos está prohibido acceder.
Nuestro tiempo físico se nos escapa de entre las manos, perdiendo minutos, horas, días, años en varias batallas ficticias e impotentes. Mucho esfuerzo y recursos en conseguir una banca dentro del juego de la democracia representativa que mayoritariamente repudiamos. Reclamamos la Soberanía del Pueblo, y nos desgastamos en sostener su sometimiento parlamentario delegativo. Mientras tanto ellos avanzan en su sometimiento, avanzan en las ocupaciones territoriales, en la colonización de nuestras tierras e ideas; compran voluntades, firman pactos sociales, encienden rebeldías controlables, saquean territorios, balcanizan unidades nacionales, desintegran Estados, y avanzan en el rediseño del Nuevo Orden Mundial.
- La Tarea por delante
Las elecciones pasan y la tarea seguirá siendo la misma. Nuestro objetivo está en la resolución de la relación de poder entre Liberación o dependencia, entre nosotros o ellos, entre oprimidos y opresores. El enemigo principal es el imperialismo, y no hay liberación de él dentro de su sistema de dominación, que es el Capitalismo. Ser anti-imperialista es a su vez ser anti-capitalista, no hay Liberación Nacional posible de las garras del Imperio sino nos proponemos al mismo tiempo la construcción hacia el Socialismo; y no hay camino hacia el Socialismo sin una clase Trabajadora organizada en Unidad Nacional para la Liberación de la Patria. A la clase Trabajadora argentina, con empleo o sin empleo, se le niega el camino de la unidad Nacional para que no protagonice la revolución de su Liberación Social. En un país como el nuestro, semi-feudal y dependiente económicamente de los capitales extranjeros, donde los medios de producción estratégicos se encuentran en manos foráneas, encaminarse hacia la construcción del Socialismo indefectiblemente implica la lucha por la Liberación Nacional. Al Imperio…ni un tantito así. “Peleamos contra el sistema y no contra una de sus variantes”.
Para ello no hay recetas dogmáticas ni un solo camino para alcanzar dicho objetivo; toda y todo revolucionario debe tener la creatividad, capacidad y formación para dirigir las herramientas de lucha que surgen de la resistencia de su Pueblo, y encausarlas organizativa y revolucionariamente hacia una estrategia de poder; que avizore el objetivo final de la causa y prevea las victorias parciales, en el largo camino de la revolución continua y permanente.
Ni el guerrillerismo, ni el sindicalismo, ni el electoralismo por sí solos son métodos que garantizan soluciones a la ofensiva de un enemigo que ha sofisticado sus armas, y que disputa en todos los terrenos y dimensiones de la relación de poder impuesta. Por eso, el desafío cada vez nos exige más audacia, disciplina, formación, grandeza en la humilde tarea de aprender a ser conducidos, y el coraje para asumir las ignorancias del presente si entendemos que tenemos la responsabilidad de conducir a otras y otros.
No se puede conducir a un Pueblo que no está preparado para ser conducido. El Imperio nos pretende adiestrados y disciplinados también, para que nos dejemos conducir hacia sus intereses. La revolución necesaria, y exigida por el Pueblo por el sometimiento e infelicidad que implican sus necesidades básicas insatisfechas, consciente o no de ello, es nuestra tarea. Necesitamos que la mayor cantidad de nuestro Pueblo Trabajador se predisponga para ello.
La oligarquía internacional, como una minoría elitista pretende mantenerse con sus serviles burguesías locales transnacionalizadas; con sus gerentes hoy en la conducción del Ejecutivo Nacional, con los partidos liberales parlamentaristas, con sus disputas inter–capitalistas hacia una etapa de mayor concentración del sistema financiero internacional. Un capitalismo financiero manteniéndose en medio de su crisis sistémica y civilizatoria, pretendiendo que los Pueblos la paguemos. Con la superpoblación global estorbando en el rediseño mundial, de un sistema de vida que alcanza para unos pocos; en su guerra imperial de rapiña, saqueando recursos, atendiendo el problema demográfico con los exterminios de pueblos enteros, ocupando países a través de los ensayos de implosiones de Estados, financiando e incentivando desestabilizaciones y guerras civiles.
Nunca como antes han estado tan a la vista nuestra, en forma obscena, los reyes desnudos frente a nosotros. Son Ellos o Nosotros. Son esas pocas familias banqueras que comandan y dirigen las pocas potencias mundiales que se disputan el liderazgo dentro del sistema capitalista y consumista global.
Los que realmente se enfrentan y resisten (no los simulacros e inventos por ellos financiados); los que realmente están resistiendo y combatiendo, son los que están padeciendo todo el odio sobre sus espaldas, toda la crueldad al desnudo de los que quieren todo bajo su control y dominio: Palestina, Siria, Venezuela, y las organizaciones revolucionarias que se dan en el seno de aquellos Pueblos subyugados por la ocupación.
Convocatoria a la Segunda Independência
Por todo ello,?Convocatoria-Segunda Independencia, convoca a todas y todos los compañeros y compañeras que se encuentren decepcionados, traicionados, solitariamente abatidos, a que no pierdan un minuto más, que no se vuelvan a sus casas, que se decidan a tomar el destino, propio y colectivo, en sus manos y se sumen a esta propuesta.
Es evidente que los tiempos venideros serán verdaderamente muy difíciles y sacrificados, pero aún lo serán mucho más si nos organizamos para enfrentarlos.? El futuro sólo podrá volverse digno en nuestro presente de lucha. La Historia Argentina se fue construyendo con hombres y mujeres que tuvieron la osadía de desafiar destinos, que asumieron la responsabilidad histórica de ser protagonistas de cambios, que dejaron huellas indelebles en nuestra memoria. Que no dejaron de tener audacia. Solo necesitamos volver a confiar en nosotros mismos, en la conciencia de nuestro propio ser y de nuestro destino; pero sobre todo, y con todo ello, la confianza en un proyecto común, en una Organización que contenga nuestras esperanzas y concrete nuestros sueños colectivos.
Llamamos a organizarnos para resistir y enfrentar en carácter de urgente:
- Enfrentar cualquier “Pacto Social” que se pretenda para iniciar las Reformas exigidas por el FMI: No a la Reforma Laboral, Previsional, de Salud, de Educación (No a las pasantías gratis para empresarios públicos y privados); No a la Emergencia Social que impone la precarización laboral y el subsidio a las grandes empresas privadas.
- Exigir la recuperación y reactivación de las Fábricas y Empresas estratégicas del Estado. Generación de empleo genuino como parte de un Proyecto Nacional soberano, que reactive el mercado interno. No al pago de la deuda externa ilegal e ilegítima.
- Afianzar, promover y apoyar las puebladas en distintas localidades del país en reclamo de tierras para quienes la Trabajan. Recuperación de tierras/territorio hoy en manos de terratenientes locales y extranjeros, para las comunidades originarias y locales. Promover la defensa cultural de las distintas naciones que priorizamos la unidad plurinacional, para la conquista de un único Estado Argentino en manos de nuestros pueblos. No a los separatismos pregonados por intereses que benefician a las burguesías transnacionales y terratenientes locales; Sí a la independencia argentina de los intereses del imperio colonizador
- No a la Reforma del Código Penal con el objeto de la persecución y criminalización de la protesta, mientras se busca la seguridad jurídica para resguardar las empresas transnacionales y sistema financiero, que son los principales ladrones de nuestras riquezas. No puede haber Ningún acuerdo nacional mientras se mantenga el procesamiento de miles de trabajadores/as sometidos a causas penales por sus luchas. Derogación de la Ley Antiterrorista. Exigir la renuncia inmediata de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich por ser responsable política del asesinato de Santiago Maldonado, por el incumplimiento de deberes de funcionario público, y sospechada popularmente de Traición a la Patria. Aparición de Julio López, Iván Torres y Daniel Solano, y de las 30.000 compañeras y compañeros detenidos desaparecidos.
- Son prioridades políticas de Convocatoria-Segunda Independencia la nacionalización de la banca, del comercio exterior, la democratización de la Tierra y la Reforma agraria. Abolición de la propiedad privada y la concreción de la propiedad colectiva y comunitaria.
- Ruptura con el FMI y el BM -que nunca se van a democratizar- e integración y participación decidida de nuestro país en la UNASUR; disolución de la OEA (alguna vez denominada “Ministerio de Colonias”); y constitución del Banco del Sur.
- Derecho de nuestros Pueblos a la Autodeterminación. Por un Estado Argentino Plurinacional. Plena soberanía del Pueblo argentino sobre sus recursos naturales. Derecho a la nacionalización y estatización de los medios de explotación de los mismos, de la banca y del comercio exterior. Regulación de los precios internacionales tendientes a estabilizar los gastos de importación y los ingresos por las exportaciones. Nuevas fuentes de financiación, tendientes a fomentar la propiedad colectiva y comunitaria, y el desarrollo con créditos no condicionados.
- Control real de las empresas transnacionales y de las áreas estratégicas de la producción en manos del Estado. Creación de mecanismos eficaces para la transferencia de tecnología avanzada a nuestros países.
- Cese de condicionamientos para la aplicación de los mecanismos legales de cada país. Promover mecanismos de democracia directa y plebiscitos populares en asuntos estratégicos. Desconocimiento de las deudas externas contraídas y luego ratificadas en forma ilegal.
- Derechos de los pueblos al control estatal de la propiedad de la tierra en función social y comunitaria. Derecho del Estado a expropiar los grandes latifundios.
- Derechos del Estado argentino a contar con su propia marina mercante de bandera nacional. Estatización del transporte y vías aéreas. Defensa y reactivación de las Empresas estratégicas del Estado. ??
Convocatoria por la liberación nacional y social en el camino de la Segunda y definitiva independencia.
Mesa Directiva Nacional – Noviembre, 2017
sábado, 15 de julio de 2017
ARRANCO LA MARCHA PROVINCIAL CONTRA EL HAMBRE Y LA REPRESIÓN
Los
marchantes contra el hambre, por trabajo genuino y contra la represión
salieron hoy desde Azul hacia La Plata en busca de respuestas sobre el
trabajo genuino. Estas familias marcharan 300km contra el hambre
saliendo del corazón de las tierras mas ricas de la Provincia de Bs As
que se encuentran concentradas en unos pocos terratenientes; en ellas se
producen alimentos para todo el mundo, pero este grito de bronca
desnuda el hambre y la desocupación que produce este sistema de
exclusión y saqueo.
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