“Permiso mis panas, compas, camaradas...”
POEMA CANCION De EL JUGLAR DEL AMOR,
LA PAZ Y LA
LIBERTAD; FRANCISCO ALVERO
De la Opera popular, Libre, Justa y Soberana Cantata
bolivariana
“Somos Venezuela, tierra de paz!”
No a al
bloqueo criminal, injerenCIA, intervención Yanki, ni invasión militar!
Autodeterminación
y libertad.
Permiso mis panas, cumpas camaradas,
Pero aunque no haya nacido en Venezuela
A su hermosa tierra, yo le quiero cantar
Si me lo permiten hermanos y hermanas
Permiso mis hermanos, permiso mis hermanas,
Confieso no he nacido en tierra bolivariana
Más, me siento enamorado, de esta tierra sin igual
Ali primeriando para cantar por la paz
Quisiera que este pueblo, renazca en sus anhelos
Igual que ha florecido de mi pecho este cantar!
Así bailando juntos, así soñando juntos
Todo, todico, todo, podemos alcanzar
Como sabrán, me siento, ante todo, latinoamericano,
Por eso es que a este pueblo, yo canto enamorado
Y así es como la abrazo y abrazándolo lo apoyo
En su lucha heroica, glorioso y bravo pueblo Bolivariano!
Sembremos conciencia, elevemos nuestro estado
El interior y el exterior, hermanas y hermanos
Un nuevo tiempo ansiado, de paz es necesario
Con valor y compromiso diario, nada menos, nada más.
El pueblo en las calles, en montañas y valles
Manifiesta su decisión de defender la paz
Canta por justicia, justicia y libertad
Tan sólo en unidad, hallaremos la paz
Que bella es la morena, que enloquece ya mis venas
Mientras su cuerpo vibra, sueña otra realidad
Gozar así por siempre, libre y sencillamente
Como cualquier persona en realidad
La siento preocupada, y algo desvelada
Y así en la noche clara, mi alma enamorada
Piensa que así bailando juntos, como al luchar
Tal vez, de mi, se pueda enamorar!
La paz es algo hermoso y me llena de gozo
La paz es algo serio de alcanzar
Pero no es complicado, aunque es muy necesario
Ponernos de acuerdo, como al bailar
Permiso mis panas, cumpas camaradas,
La lucha nos hermana, nos hermana de verdad
Pa' cantarle a Venezuela y a la paz verdadera
La copla ya se acaba, la revolución, jamás!
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