"AQUI ESTAN... ESTOS SON,
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Si votas un Milei te sale un Videla
Manuela Castañeira acusó a Milei de tener el mismo plan económico de Videla ¿Tiene razón?
Rafael Ramirez 26 agosto, 2021
Ayer Manuela Castañeira tuvo un fuerte cruce con Javier Milei en el programa “ A dos voces” en TN: “Tu plan económico es el de Jorge Rafael Videla”, “vos defendés un régimen totalitario y que no haya derechos para nadie” acusó Castañeira, mientras Milei explotaba de indignación.
¿Tenía razón Milei en estar enojado ante las “falacias” de Castañeira? Comencemos analizando los siguientes dos párrafos y veamos similitudes y diferencias.
“Hemos puesto a la libertad en una valoración superior en todo nuestro esquema. Es decir, consideramos que ella hace a la esencia misma de la existencia del hombre y debe ser ejercida con responsabilidad. De allí deviene el acento que hemos puesto en la iniciativa individual, en la importancia de la empresa privada en el esquema productivo de país y en la eliminación de la excesiva estatización o intervención del estado o regulación de la economía”.
“No se cual es el problema en aceptar que los individuos sean libres, nadie mejor que vos mismo para saber lo que querés. Son las empresas privadas, el sector privado el que crece sirviendo al prójimo, dándole un buen producto, a buen precio. El estado interventor es el problema, no la solución”.
¿Parecidos no? El primer párrafo es del último discurso de Martínez de Hoz, Ministro de Economía de la última dictadura militar, el segundo es el de Javier Milei, anoche en TN.
No es casualidad: Martínez de Hoz era un abierto adherente a las ideas de la Escuela de Chicago que ya estaba aplicando la dictadura de Pinochet en Chile, desde hacía tres años atrás.
De hecho, el referente intelectual de Milei, Friedrich Hayek, visitó Chile y, a instancias de Álvaro Alsogaray, también la Argentina. Incluso mantuvo reuniones con Jorge Rafael Videla y Leopoldo Galtieri. En numerosas oportunidades Hayek afirmaría, en referencia a su simpatía por la dictadura chilena, que prefería una dictadura liberal antes que un sistema democrático porque en éste podían llegar a limitarse las libertades económicas, las únicas que importan.
Lo primero que hizo Martínez de Hoz como Ministro fue presentar un plan de privatizaciones de las empresas públicas, aunque la propuesta no pasó el filtro de la cúpula militar.
Luego vendrían una serie de medidas de «liberalización económica» como las que le gustan a Milei: en un contexto fuertemente inflacionario, eliminó todos los precios máximos (¡pero congeló los salarios!) y empezó una fuerte reducción de los aranceles a la importación con el objetivo de atraer inversiones para el país.
Martínez de Hoz eliminó la ley que regulaba las inversiones extranjeras. La dictadura igualó a las firmas extranjeras con las de capitales nacionales. Les permitió transferir utilidades y dividendos sin ninguna limitación, posibilitó el acceso al crédito interno y reconoció la independencia de las casas matrices respecto de las sucursales locales.
Además, modificaron la Ley de Contratos de Trabajo: terminaron con los convenios laborales y se eliminó el salario mínimo, vital y móvil. Todas las modificaciones que le hicieron a la Ley buscaban «reducir los costos laborales» (¿les suena?) y se flexibilizaron las obligaciones del empleador en la relación laboral, lo que abrió el camino para la tercerización laboral, que tanto impera hoy.
La apertura comercial indiscriminada y el ingreso masivo de capitales especulativos generaron un verdadero desastre en el entramado industrial del país: miles de industrias se cerraron mientras el país estaba inundado de productos extranjeros. Por supuesto, esto produjo un fuerte aumento del desempleo, y con él, de la pobreza.
Además, la «libertad» que tenían los capitales extranjeros de retirar sus inversiones en pesos y cambiarlas a dólares para luego irse del mercado local produjo un rápido agotamiento de las reservas de divisas del país. La forma que encontró Martínez de Hoz de «resolver» esto fue endeudándose, abriéndose uno de los períodos de endeudamiento más grande de la historia argentina.
Es decir que la política de endeudamiento no sólo no es contraria al liberalismo, como indica Milei y sus seguidores, sino que fue su consecuencia directa.
Todas estas medidas de liberalización, se suponía, iban a terminar con la inflación. El resultado fue el opuesto: no sólo aumentó la pobreza, el desempleo y la desigualdad, sino que la inflación siguió en disparada. A mediados de 1977, obligado por este contexto caótico de la economía, Martínez de Hoz comenzó a tomar medidas de controles de cambios y se restituyeron algunas regulaciones.
No es que el plan de la dictadura no haya sido liberal, como afirma Milei. De hecho inicialmente lo fue, pero su fracaso fue tan rápido y estrepitoso que debió abandonarlo al poco tiempo.
Luego, se dedicó a retomar el camino inicial. Se eliminaron los controles de precios y en 1980 también 23 impuestos a las transacciones internacionales. También se congeló la emisión monetaria sin lograr frenar la escalada inflacionaria, mucho más alta que la actual.
Milei contra la «democracia»
Intenta sin embargo posar de defensor de la «libertad». Pero reiteradas veces ha dicho que su modelo a seguir es la época de la «Argentina potencia» liberal, inventada por una imaginación febril ignorante de historia. Inmediatamente después dice en su infinito delirio que, desde Yrigoyen, Argentina es «socialista». ¿Podrá ser casualidad que piensa que vivimos bajo el socialismo desde el mismo, mismísimo, momento en que la gente empezó a tener el derecho a votar? Siente nostalgia, justamente, por la época en que los ricos y nadie más tenían derechos políticos.
Pero la cosa sigue. En TN, una periodista le preguntó si creía en la democracia… y Milei no quiso responder.
“Digamos, yo creo que la democracia tiene muchísimos errores. Por ejemplo, yo te hago al revés la pregunta: ¿conocés el tema e imposibilidad de Arrow?” fue su respuesta.
La periodista insistió: “Le hago la pregunta de nuevo, porque acá la que pregunta soy yo: ¿Usted cree en el sistema democrático?”.
“¿Y yo no puedo contestarte con una pregunta?”, continuó Milei, a lo que la conductora volvió a apuntar: “Es importante la pregunta y requiere de una respuesta contundente: ¿Cree o no en el sistema democrático? Es fácil la pregunta”.
“Digamos, si conocieras el teorema de imposibilidad de Arrow…digamos, o sea…tendrías algunas consideraciones”, divagó Milei.
Como si esto fuera poco…
Cambiemos ahora de tema y pasemos de la economía a la política y la ideología. La segunda candidata a diputada por detrás de Milei será Victoria Villarruel, una referente del discurso negacionista y pro-dictadura en la Argentina. Es autora de dos libros que niegan el genocidio de Estado: «Los llaman jóvenes idealistas» y «Los otros muertos: víctimas civiles del terrorismo guerrillero de los 70».
La dictadura defendía al igual que Milei la teoría “liberal” en la economía, Milei tiene como segunda candidata a una persona que defiende a la dictadura…
Hay quienes pueden seguir pensando que son casualidades forzadas por el autor de esta nota. Sigamos dando argumentos:
Milei en reiteradas ocasiones cita a un autor económico llamado Mises. Ludwing Von Mises fue, además de un teórico defensor de las ideas del liberalismo de la escuela Austriaca, asesor del gobierno fascista austríaco de Engelbert Dollfuss, en 1932.
O sea Milei habla con el mismo discurso económico de la dictadura, su lista está compuesta en altos lugares por candidatas que la defienden y además cita autores que participaron de gobiernos fascistas…
Milei no tiene por qué indignarse, aunque sabe bien que la acusación de Manuela Castañeira es verdad. El anticapitalismo de Castañeira es la salida, no las viejas recetas que fueron represivas para y empobrecedoras para el pueblo trabajador argentino.
Javier Milei admitió que fue asesor del genocida Antonio Bussi
No sólo Milei trabajó para un represor condenado por delitos de lesa humanidad, sino que lo hizo cobrando del Estado. Se cae la careta de los discursos sobre la "libertad": los liberales son todos pro-dictadura.
El ridículo economista «libertario» y candidato a diputado, Javier Milei, fue asesor del genocida Antonio Bussi en el Congreso, cuando este fue electo Diputado Nacional en 1999.
El dato fue revelado por Leandro Santoro en el programa Staff de Noticias, emitido por Telefé. La información sería luego confirmada por el propio Milei en su Twitter, que no tuvo más remedio que admitir que el dato es verdadero.
El tema surgió a raíz de declaraciones del propio Milei, que fue invitado al mismo programa un día antes. Allí, una de las secciones del programa por donde están pasando distintos candidatos consiste en que el invitado tiene que dejarle una pregunta al invitado del día siguiente.
A Milei le tocó hacerle una pregunta a Santoro, y eligió preguntarle «si alguna vez había trabajado en el sector privado, siendo que tiene 45 años». Milei buscó «chicanear» a Santoro acusándolo de ser un «parásito del Estado», como le gusta repetir a los «libertarios», pero su pregunta lo dejaría en offside luego de que Santoro revele su vínculo con Bussi.
Por lo tanto, no sólo Milei trabajó para un represor condenado por delitos de lesa humanidad, sino que lo hizo cobrando del Estado. El economista fue uno de los asesores de Antonio Bussi en el Congreso. Bussi fue electo Diputado en 1999, pero su trayectoria en el cargo duraría unos pocos meses debido a que la propia Cámara de Diputados declararía su inhabilidad moral para ejercer el puesto, debido a su pasado genocida.
La «defensa» de Milei es absurda: dice que la queja de Santoro debería ir conducida hacia los tucumanos por haber votado a Bussi. ¡Pero nadie lo mandó a Milei a ser asesor de un genocida! Lo hizo por pura convicción de defender genocidas. En realidad, no sólo por convicción: también por plata… del Estado. ¿Milei aplicará su propio criterio y se auto-acusará de haber sido un «parásito»?
Bussi, uno de los personajes más siniestros de nuestra historia
Antonio Bussi fue gobernador de facto de la Provincia de Tucumán durante la última dictadura militar. En la provincia, Bussi era el responsable directo de varios centros clandestinos de detención incluso desde antes del Golpe. Luego del 24 de Marzo de 1976, los centros de detención y tortura se multiplicarían y se instrumentaría un plan sistemático de desapariciones forzadas y represión. Los relatos de las víctimas y testigos que formaron parte del juicio confirmaron que Bussi visitaba asiduamente los Centros Clandestinos de Detención.
No sólo eso, durante los juicios se pudo constatar el asesinato de al menos tres personas en manos del propio Bussi, así como también hay testigos que confirmaron que en persona llevaba adelante torturas contra personas detenidas ilegalmente. Se trata de uno de los personajes más siniestros de la última dictadura.
Con el retorno de la democracia, Bussi fue beneficiado por la Ley de Punto Final, promulgada por Alfonsín. En aquellos primeros años post dictadura, Bussi ya enfrentaba más de 800 causas por privación ilegítima de la libertad, tormento, homicidio y falsificación de documentos.
Luego sería electo Gobernador de la Provincia de Tucumán en 1995, y en 1999 sería electo diputado. Para ese entonces, Javier Milei ya era uno de sus asesores.
En 2003 fue detenido por primera vez en una de las tantas causas abiertas por sus crímenes cometidos durante la dictadura, pero sería beneficiado con la prisión domiciliaria. En 2004, la Cámara Federal confirmaría que bajo su mando se cometieron delitos de lesa humanidad. Finalmente, en 2008, fue condenado a reclusión perpetua. Bussi murió en prisión domiciliaria en el año 2011.
Esta revelación del vinculo que une a Milei con Bussi es otra prueba más de que Manuela Castañeira tenía razón: a pesar de su palabrerío sobre la «libertad», la lista de Milei es una lista pro dictadura, tal como le dijo en la cara en el programa A dos voces.
A pesar de que Milei asegura que es una «falacia», como le gusta repetir, que su plan es el mismo que el de la dictadura, en Izquierda Web ya hemos mostrado con numerosos argumentos de que si votas un Milei, te sale un Videla.
PASO 2021 – Ultraderecha | Milei trabajó para el genocida Bussi.
CABA (TV Mundus) Por Raúl de Souza.- El pre-candidato de la ultraderecha Javier Milei fue empleado del genocida Antonio Domingo Bussi uno de los principales asesinos de la dictadura militar. Entre 1976 y 1978 ese territorio fue uno de los peores en la ola represiva y guerra sucia que los uniformados instrumentaron contra la población civil fundamentalmente de la clase trabajadora.
Milei, quien es empleado del Grupo Eurnekián (contratista del Estado) acusa a sus rivales en las elecciones de ser “parásitos” del Estado, confundiendo el ocupar cargos electivos decididos por la población con trabajar para una dictadura como la que él ayudó siendo asesor del Partido de Bussi en el Congreso.
Milei dijo que había que destruir el Estado y quemar el Banco Central, terminar con las jubilaciones y que solo sobrevivan los más aptos. El empleado de megaempresas difunde un mensaje en contra de la población apoyado por la corporación de multimedios derechistas.
…
José Bonacci habla de la "etapa de Catilina", del preanuncio de cambio de signo, la llegada de un César. Sostiene que ya ocurrió antes, con Juan Domingo Perón, que sintetizó otro desencanto y preconiza que puede repetirse casi un siglo después. A eso atribuye, un fenómeno de esta elección: la sobreoferta de listas de derecha en la provincia de Buenos Aires.
Un dato es riguroso: el 12 de septiembre, de las 28 listas de candidatos a diputados nacionales que compiten en territorio bonaerense, al menos 12 se ubican en el espectro que va del centro a la ultraderecha. Tienen músculo y perfiles muy diferentes, pero en lo estadístico es inédito: jamás la oferta, en términos numéricos, fue tan vasta aunque, según el grueso de las encuestas la proyección electoral del bloque derecha ronda los 10 puntos. Más/menos.
Bonacci, ex Modín, el partido del coronel carapintada Aldo Rico, fue candidato a presidente en el 2011 -obtuvo 48.774 votos- con la consigna "esta democracia no sirve". La repitió cuando, en 2019, aportó su partido, UNITE, para que Amalia Granata fuese elegida legisladora santafesina -lo abandonó unos días más tarde- y la ratifica ahora cuando va como segundo de la modelo e influencer Cinthia Fernández. El formato Granata en versión bonaerense.
El eslogan de Bonacci se enlaza con su referencia a Catilina, el político romano que encabezó una conjura para destruir la República. "La proliferación de candidaturas o mensajes es la multiplicidad de voces van construyendo un panorama nuevo. Pero todavía no hay un dirigente que produzca la síntesis", afirma Bonacci a elDiarioAR. En la paleta de colores de la derecha, el dirigente tiene rodaje, secundó a Rico, de la vieja generación.
Es, por caso, contemporáneo a otro jefe del espectro alt-right y candidato en este turno: Alejandro Biondini, del Frente Patriota, acusado de neonazi, que por sus modos y su historia aparece más al borde del péndulo y, a su vez -quizá por eso- no sintoniza con las demás versiones de la derecha. Según Bonacci, de tan antisistema, Biondini está dentro del sistema. "Yo busco candidatos revulsivos al sistema", justifica su empatía con Cinthia Fernández y remite al cualunquismo del italiano monárquico Guglielmo Giannini.
Tonalidades de la derecha
En una sondeo nacional que hizo en junio, la consultora Zuban-Córdoba detectó que un 13, 3% que los encuestados se declaraba de "derecha", algo más de un 10% de centro derecha y poco más de 2% de extrema derecha. Para Gustavo Córdoba, el dato novedoso era ese 13,3% de derecha que no aparecía en sus registros anteriores y lo atribuyó a una especie de fin del tabú.
¿Hay, entonces, un caudal de argentinos y bonaerenses dispuestos a votar una oferta de derecha? Facundo Nejamkis, de Opina Argentina, aporta un primer eje: que "el PRO es un partido de centro derecha" y la novedad, al menos como oferta, es la irrupción de expresiones "que están a la derecha del PRO". Lo atribuye a un fenómeno mundial, que se registra en Europa pero que tiene como reflejo a Jair Bolsonaro en Brasil. En la provincia, sus datos ponen como principal figura a José Luis Espert y estima para el segmento derecha unos 10 puntos.
Avanzar Libertad, el frente por el que compite el economista, aparece como la oferta más visible y taquillera. Espert hace una distinción pura y dura: detalla que aunque habiten el mismo hemisferio ideológico, la derecha, "yo soy liberal y el liberalismo está todo en Avanza Libertad. Los liberadores y la derecha conservadora, algunos medio fascistas, son cosas muy distintas". Se define, y las encuestas lo confirman, como la figura más poderosa e invoca que logró juntar a los tres partidos históricos del liberalismo criollo: la UCeDé, el Partido Demócrata y los autonomístas del PAN, además de tener una alianza empática con Javier Milei y sumar a la franquicia bonaerense de Republicanos Unidos de Ricardo López Murphy.
Espert invoca que logró juntar a los tres partidos históricos del liberalismo criollo: la UCeDé, el Partido Demócrata y los autonomístas del PAN.
“El liberalismo con potencia electoral está todo con nosotros. El resto que tiene alguna incidencia menor, son monotemáticos o conservadores”, afirma Espert a elDiarioAR y apunta al despliegue territorial de su espacio porque tiene candidatos en las ocho secciones electorales y en la mayoría de los municipios de la provincia.
Gustavo Córdoba, de Zuban-Córdoba, habla de la tendencia mundial, y aporta que el voto de las expresiones libertarias es, en esencia, de "votantes de Macri de 2019". El consultor habla de un voto antisistema que se nutre de personajes mediáticos pero que no tiene identidad política clara.
La variedad de oferta es diversa. Va de expresiones "celestes", emergentes de lucha contra la legalización del aborto, a listas libertarias o de derecha clásica o nacionalista. De figuras con visibilidad como el economista Espert a otras poco conocidas, recién surgidas en el juego político y electoral, como Ignacio Raffo, presidente del Partido Libertario bonaerense. De BIondini a José Luis Gómez Centurión, de Unión por el Futuro, único espacio que validó una primaria: compite contra Juan Carlos Neves.
Aparece, además, un subsegmento cristiano: Cinthia Hotton, ex diputada del PRO, encabeza una lista pero hay además dos boletas más, la Celeste PROVida de Ayelén Amancay y otra del pastor Víctor Albarracín. Formaron parte, en 2019, del espacio de Gómez Centurión y ahora van con marcas y sellos propios. "Somos de centro derecha pero no somos liberales", explica Hotton que afirma que la matriz económica de su espacio es la Doctrina Social Cristiana. Su frente se llama +Valores y así como se opuso a la legalización del aborto, rechaza cualquier legalización del consumo recreativo de drogas. "Eso lo propone una elite progre de Puerto Madero que quiere fumarse un porro sin culpa”, atiza.
'Somos de centro derecha pero no somos liberales', explica Hotton que afirma que la matriz económica de su espacio es la Doctrina Social Cristiana.
El menú se completa con Jesús Medrano, alguna vez cercano a Eduardo Duhalde y ligado al salteño Alfredo Olmedo, que anotó la lista Dignidad Patriótica, Jorge Alberto Paz de Moral y Progreso y Walter Arias del Partido de la Unidad Social.
Aunque se ubican más explícitamente en la oferta panperonista, Santiago Cúneo (que compite por el Partido Popular) podría engrosar la oferta de la centro derecha nacionalista mientras que Guillermo Moreno, que es candidato por el partido Republicano Federal, transita esa ancha avenida. Por lo pronto, en este perfil, no se cuentan en el universo de la "derecha" que incluye doce listas.
El mercado electoral
¿La sobreoferta anticipa una demanda todavía no expresada? ¿Hay un voto de derecha que necesita que alguien lo represente? ¿O es, como plantea Gustavo Córdoba, un voto antisistema, sin identidad clara, más un voto anti que un voto a favor de, por caso, el ideario libertario?
Shila Vilker, directora de Trespuntozero, apunta que de todos los espacios que "intentan capturar un voto conservador o de derecha", el que mejor se perfila es el que expresan Espert y Javier Milei. "Tiene por un lado un elector ideologizado, empapado de las ideas libertarias y su léxico. Hablan de la importancia del individuo, las libertades individuales y de la defensa del mercado frente al Estado. Sin embargo, el grueso de los electores desconoce estas propuestas. Ven en la dupla de economistas la posibilidad de encauzar una pulsión antisistema y celebran sus discursos críticos de la clase política".
La consulta divide a ese espacio de otros de la "derecha más tradicional" donde menciona a Gómez Centurión y a Biondini, que "intentan abiertamente emular a Trump o Bolsonaro, todavía sin mucho éxito" y que tiene como primer desafío "lograr pasar el piso de 1,5%" para llegar a la elección general.
En junio, la consultora Zuban-Córdoba detectó que un 13, 3% que los encuestados se declaraba de "derecha", algo más de un 10% de centro derecha y poco más de 2% de extrema derecha.
Según Patricio Hernández, politólogo y titular de la consultora Cooperativa Mental, "estas expresiones de derecha buscan representar algo que la lavada versión de JxC no les ofrece", pero limita su potencial electoral porque, entre otros motivos, "en tiempos polarizados la gente no elige, descarta".
"No veo que a estos candidatos representen nítidamente a ningún clan electoral. Espert y Gómez Centurión son sustancialmente menos que los Cavallo o Rico de ayer", apunta y agrega un elemento logístico que también menciona Nejamkis: por su extensión y la cantidad de mesas de votación, cualquier partido chico se enfrenta a la dificultad de tener presencia territorial sostenida. "En la provincia se necesitan casi tantos fiscales como votos para acceder a una banca y ninguna de estas fuerzas los tiene", afirma.
La atomización de la oferta agudiza esa debilidad. Hotton cuenta que hubo intentos por formar un bloque pero que no se pudo. Bonacci, al igual que Raffo, apuntan que el objetivo es el 2023. Arias afirma que para los candidatos y sectores las elecciones intermedias son la oportunidad de sumar visibilidad y que, en las ejecutivas, se tiende a unificar en menos ofertas. Lo mismo indican en el espacio de Gómez Centurión.
La duda, así y todo, es cuánto puede acumular, juntos o por separado, el sector. Hay un antecedente: en el 2003, en la disputa por la gobernación bonaerense, compitieron Aldo Rico y Luis Patti que, con boletas separadas, sumaron casi 23% de votos. En ese año, Ricardo López Murphy, ahora la versión liberal y de derecha dentro del abanico de Juntos, rozó el 20% en la elección presidencial que ganó Carlos Menem pero que, sin balotaje, derivó en la proclamación de Néstor Kirchner
PI
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