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martes, 1 de febrero de 2022

Nro. 4 ALLENDE EL TIEMPO... “Boric no es Allende, pero es la nueva esperanza hecha presidente." OTRO CHILE DISTINTO ES POSIBLE. POEMA CANCION de Francisco Alvero EL JUGLAR

 


Desde Argentina, para el hermano pueblo trasandino, Abrazamos su esperanza genuina y renovada, en su flamante presidente electo   El "Salvador" de su gente, El "Salvador" del Chile del Siglo veintiuno. "Allende" el golpe,  "Allende" el neoliberalismo", Allende" las mentiras repetidas... Allende ayer, hoy y siempre..GABRIEL BORIC, PRESIDENTE!!!


   Pequeña Cantata Popular

"DE LAS GRANDES ALAMEDAS"

 

 De Francisco Alvero EL JUGLAR  

DE LA LIBERTAD 

 

 

Nro. 4

  ALLENDE EL TIEMPO...


“Boric no es Allende,  pero es la nueva esperanza hecha presidente."

 

OTRO CHILE DISTINTO ES POSIBLE.


POEMA CANCION 

de Francisco Alvero EL JUGLAR




 Boric no es Allende,  pero es la nueva esperanza hecha presidente  

Boric es su pueblo, medio siglo postergado y vilipendiado, 

Ayer y hoy, ni un paso atrás!


Gabriel es su Chile castigado que lo está eligiendo, sin dudarlo 

Para construir una patria diferente, 

nueva y digna, siempre, muy feliz de verdad

 

Mi pueblo milenario de Chile, 

no olvida nunca sus luchas y raíces,

Por más que intentaron mil veces, inútil y violentamente, 

Extirparle su memoria de futuro y dignidad 

En la huenu foye y en cada puño levantado

el pueblo de chile ha demostrado

Que su estrella combatiente regresando siempre está!


 Boric no es Salvador,  pero aprendió la lección, si señor

No confiar en las fuerzas del orden 

ni el imperialismo, ni tantico, ni tantico!

 

Gabriel es su pueblo esperanzado que lo está abrazando, 

para poder avanzar

Y construir un Chile de la mano, 

como en tiempos de la Unidad Popular


Otro Chile distinto es posible!

Lejos, muy lejos del neoliberalismo

Oscura herencia de la dictadura voraz.

Otro Chile distinto es posible!

Construido siempre en la diversidad. 

Defendido con uñas y dientes 

Como las mujeres

Presente, pasado y futuro en unidad popular

Porque la Patria trasandina profunda, 

Al igual que el Wallmapu, jamás claudicará!


Otra América distinta es posible,

parida de la entraña de sus pueblos y la pacha ancestral

Por la segunda y definitiva independencia 

Avancemos de la mano, porque ella esperándonos está.

Aprendamos de nuestro pasado

errores y aciertos nos harán brillar.

A cincuenta años de la eterna utopía,

Chile y Argentina un abrazo se dan.




Chile. Boric y Allende: aclaración necesaria

Por Atilio A. Boron, Resumen Latinoamericano, 26 de diciembre de 2021.

En una larga entrevista publicada en Resumen Latinoamericano el pasado 24 de diciembre una persona, que responde al nombre de Lucho Vega, sostuvo que “si a Atilio Boron le gusta Boric está bien que lo diga pero que no nos digan que es Allende, que no nos engañe.”

Es evidente que Vega no leyó siquiera con un mínimo de cuidado los diversos escritos (artículos, tuits, historias en IG o FE, etcétera) que le he dedicado al tema de las elecciones presidenciales chilenas y en ninguno de los cuales cometí el exabrupto que me imputa. Viví en Chile en la época de la Unidad Popular, tuve el inmenso privilegio de poder conversar en un par de ocasiones con el Presidente Heroico y sólo un descerebrado podría establecer semejante identidad entre Boric y Allende como la que Vega cree ver en mis escritos. Si Vega encuentra una afirmación como aquella de la que me acusa lo desafío a que la presente, y que lo haga como corresponde a una referencia seria, “científica,” como dice en su entrevista. Citas al voleo como la que me estoy refiriendo carecen por completo de seriedad.

Esta infortunada alusión personal no es el único problema que se desprende de sus palabras. Su intervención contiene demasiadas opiniones muy controvertibles. Más allá del hecho de que ciertamente Gabriel Boric  no es Allende -ni el Chile de hoy es el que existía hace 50 años- decir que “hoy en día Boric es la expresión del modelo neoliberal con un apoyo indudablemente popular” francamente me parece un exceso. ¿Expresión del modelo neoliberal, Vega? ¿No le parece mucho, cuando observa que su plan de gobierno contempla el  “acceso garantizado universal a la salud; pensiones dignas sin AFP; un sistema educativo público, gratuito y de calidad, y la conformación del primer gobierno ecologista de la historia de Chile”, cuatro pilares del modelo neoliberal chileno? Sobre todo cuando a renglón seguido usted reconoce, con indisimulada condescendencia (y hasta un cierto disgusto), que “es un presidente elegido indudablemente con cierto apoyo popular en segunda vuelta.”  ¡Usted dice “cierto apoyo popular” para calificar al presidente que llega a La Moneda con mayor número de votos en toda la historia chilena! ¡Un poquito más de modestia, Vega, por favor! Y sobre todo si tras cartón usted califica a “los fascismos de hoy en día que se están presentando en América como  fascismos de cartón (¡Sic!), porque ellos son neoliberales de esencia.” Seguramente usted se está refiriendo a Kast (al que pocas líneas más abajo califica como “pseudo fascista”, cosa que el publico de Resumen seguramente agradecería tuviera a bien aclarar que es lo que significa). Créame si le digo que no entiendo como un hombre que conoció la ferocidad genocida de la dictadura de Janina Añez en Bolivia pueda referirse a esas macabras experiencias como “fascismos de cartón” y a Kast como un “pseudo fascista.”

Termino reafirmando que más allá de las intenciones de Boric, que ojalá vayan en la dirección correcta, lo que definirá el margen de maniobra y el destino de su gobierno será la presencia consciente y organizada de las masas en las calles y plazas de Chile. Esa es la enorme tarea que debe acometer sin más demora el campo popular. Mientras tanto deberíamos hacer un esfuerzo para evitar sembrar la confusión en las filas de la izquierda con afirmaciones como las que abundan en la entrevista de marras.



Este domingo 19 de Diciembre, Gabriel Boric, candidato de la coalición de izquierda Apruebo Dignidad, formada por el Frente Amplio (FA) y el Partido Comunista de Chile (PCCh), ganaba la presidencia de Chile con 4.620.671 votos, el 55,87 %. La clase obrera y la juventud chilenas han vuelto a protagonizar una movilización espectacular en las urnas, haciendo posible el mayor resultado obtenido por presidente alguno en la historia del país.

Boric se ha impuesto asestando una derrota contundente al candidato ultraderechista José Antonio Kast, que se queda con 3.649.647 votos y el 44,13%. Con la participación más alta desde que el voto dejó de ser obligatorio, 55,65%, el candidato de la izquierda gana por 11,7 puntos y casi un millón de papeletas de diferencia, imponiéndose en 11 de las 16 regiones y 9 de las 11 ciudades más pobladas del país, en seis de ellas con más del 60% de los votos. Unos resultados que muestran la tremenda fuerza de la movilización obrera y popular.

Un durísimo golpe a la clase dominante

Estos resultados han sido recibidos con una explosión de euforia. Centenares de miles inundaban las calles de Santiago nada más conocerse la noticia del triunfo, en una atmósfera de emoción y confianza en sus propias fuerzas semejantes a la de la histórica victoria de Salvador Allende y la Unidad Popular en 1970. Como aquellas, esta no ha sido una elección más. Se trataba de una jornada electoral clave después del estallido del proceso revolucionario de octubre de 2019, y la clase dominante la enfrentó como un plebiscito contra el “comunismo”.

Kast no dejó de apelar durante la campaña a la “mayoría silenciosa” para recuperar “el orden y la estabilidad” y acabar con el “caos” y el “radicalismo” que “se han apoderado del país” desde el levantamiento popular de hace dos años. Pese a sus intentos de ponerse la piel de cordero durante la segunda vuelta, las intenciones y el programa de este ultraderechista y de los sectores de la clase dominante que le apoyan no podían estar más claras: intensificar la represión contra las luchas obreras y sociales dando carta blanca al poder ejecutivo y los mandos policiales para realizar escuchas, detenciones y operativos contra cualquier actividad que ellos consideren terrorista o peligrosa; militarizar los territorios del pueblo mapuche para acabar por la vía represiva con las tomas de tierra y las protestas contra el saqueo de los terratenientes, las multinacionales y empresas forestales; aplicar una legislación racista contra la inmigración y proceder a deportaciones masivas y, por encima de todo, blindar los beneficios de la patronal y la oligarquía asegurado las leyes que precarizan y extorsionan a la clase obrera y la privatización de los servicios públicos esenciales.

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"El programa del ultraderechista Kast y de los sectores de la clase dominante que le apoyan es muy claro: intensificar la represión contra las luchas obreras y sociales"

Millones de jóvenes, de trabajadores y trabajadoras han entendido lo que estaba en juego y se han movilizado como un solo puño para golpear a la contrarrevolución. La correlación de fuerzas excepcionalmente favorable para llevar a cabo una política que rompa con la lógica capitalista y promueva profundas y radicales trasformaciones, es indiscutible. Estos resultados, como la lucha librada en estos años por los oprimidos de Chile, echan por tierra todos los argumentos de los escépticos y los teóricos del “reflujo permanente”, de esos cobardes que se pasan todo el día justificando renuncias y claudicaciones.

La clase dominante también ha entendido el significado de esta batalla y la fuerza demostrada por las masas. No se conforman con los discursos de Boric llamando a la calma y comprometiéndose a buscar el diálogo, y en tan solo unas horas la Bolsa cayó el 8%, el dólar escaló su cotización y se recrudeció la amenaza de fugas de capitales e inversiones si el Gobierno aprueba cualquier medida que cuestione sus intereses.

Conciencia de clase y determinación en la lucha

Los resultados del 19D suponen una bofetada a esos dirigentes socialdemócratas e intelectuales pequeñoburgueses que desde sus cómodas cátedras universitarias y escaños parlamentarios pontificaban tras la primera vuelta acerca del desplazamiento hacia la derecha de la clase obrera chilena.

El discurso racista, machista y LGTBIfóbico de Kast ha sido derrotado sin paliativos incluso en aquellas zonas que se ponían como ejemplo de ese supuesto giro a la derecha. Boric arrasa con un 60% en la ciudad minera de Antofagasta, donde en primera vuelta ganó el derechista Parisi aprovechándose de la alta abstención y voto de castigo al PS, y vence en 4 de las 5 regiones del norte minero donde la campaña antinmigración de la ultraderecha ha sido más intensa.

Como explicábamos en nuestro artículo de balance de la primera vuelta, la clave de estas elecciones no era ganar el supuesto voto de centro sino recuperar la movilización en las calles de esos millones de trabajadores y jóvenes que protagonizaron la insurrección de octubre de 2019, sufrieron la represión del régimen asesino de Piñera, y votaron masivamente en el plebiscito y las elecciones constituyentes por la izquierda. Muchos de estos trabajadores, defraudados por meses de discursos pidiendo moderación y paciencia, y de debates en la Constituyente dominada por la izquierda sin respuestas concretas a sus demandas, se abstuvieron en la primera vuelta de las presidenciales. Esos sectores son los que en el momento decisivo han vuelto a movilizarse masivamente para derrotar a la ultraderecha.

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"Como explicábamos en nuestro artículo de balance de la primera vuelta, la clave de estas elecciones era recuperar la movilización en las calles de los millones de trabajadores y jóvenes que protagonizaron la insurrección de octubre de 2019"

La participación en las comunas pobres vuelve a subir del 40 o 35% a datos del 50 o 55%. En Puente Alto, la comuna (municipio) más poblada del país, en el sur del Distrito Metropolitano de Santiago, Boric consigue el 70% de apoyo frente al 29% de Kast. En el Gran Santiago, que con 6.254.314 habitantes concentra un tercio de la población chilena, Boric recibe el 60%, con porcentajes que en el caso de las comunas más proletarias llegan al 73, 74 y 75%. En Valparaíso, ciudad industrial y portuaria de gran tradición combativa, rebasa el 65%.

Estos resultados confirman que la clave de la victoria de Kast en la primera vuelta no fue el miedo a que la izquierda fuese demasiado lejos y planteasen propuestas demasiado radicales, como afirmaban interesadamente los dirigentes del Partido Socialista (PS) y otros analistas burgueses y pequeñoburgueses, sino todo lo contrario.

La renuncia de Boric a muchas reivindicaciones que movilizaron a las masas durante la insurrección de 2019, su firma del acuerdo por la paz social y su aceptación de las reglas del capitalismo le impidieron conectar con centenares de miles en la primera vuelta y movilizarlos. Si esto ha cambiado en la segunda vuelta es porque la posibilidad de que un pinochetista declarado como Kast pudiese llegar a la presidencia ha actuado como el látigo de la contrarrevolución, electrizando y espoleando a las masas.

Los medios de comunicación se han atiborrado de análisis atribuyendo la victoria de Boric a su “moderación” y al apoyo de los dirigentes podridos del PS o de la Democracia Cristiana (DC) ¡Nada más lejos de la realidad! Donde más crece el apoyo a Boric es precisamente allí donde el PS y su coalición Nuevo Pacto Social con la DC y otros partidos burgueses tuvieron peores resultados en la primera vuelta: los barrios obreros del Gran Santiago y otras grandes ciudades, y las regiones mineras del norte, en los que estas formaciones redujeron su apoyo a menos del 10%.

Una nueva fase en la lucha de clases

La impresionante respuesta de las oprimidas y oprimidos ha desbaratado los planes de un sector mayoritario de la oligarquía chilena que, temiendo que la convención constituyente y el papel de los dirigentes de la izquierda no fuera suficiente para seguir conteniendo la movilización popular, apostó por Kast para agrupar y movilizar hacia la derecha a las capas más desesperadas y radicalizadas de la pequeña burguesía, intentar arrastrar a sectores desmoralizados de las masas populares y pasar a la ofensiva contra la revolución.

Esto obliga al conjunto de la clase dominante a seguir basándose, al menos por el momento, en su control del Parlamento y el tercio que les permite bloquear la convención encargada de elaborar la nueva constitución con los votos de la derecha piñerista, de partidos burgueses como el Partido Liberal y la DC, y los propios dirigentes del PS.

A la burguesía no le queda otra que intentar maniobrar para imponer su agenda por la vía de los hechos. Ya está presionando para incluir figuras del PS en el Gobierno de Boric, y asegurarse que las decisiones de fondo del nuevo Ejecutivo no cuestionan el entramado de poder vigente. En cualquier caso, es inevitable que los millones que han protagonizado este vuelco en las urnas den un margen de confianza a Boric y esperen resultados. Pero lo fundamental es que las elecciones han demostrado el poder de las masas en lucha, les han dado más confianza en sus propias fuerzas y les ha hecho más conscientes de su enorme poder en la batalla contra la reacción. Si Boric renuncia a aplicar políticas transformadoras y a enfrentarse con los poderes económicos y militares, si busca un consenso imposible, no tardará mucho en encontrarse con una respuesta de su propia base social.

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"Si Boric renuncia a aplicar políticas transformadoras y a enfrentarse con los poderes económicos y militares, no tardará mucho en encontrarse con una respuesta de su propia base social"

Levantar una alternativa revolucionaria para transformar la sociedad

Aunque la reacción ha salido derrotada de esta primera batalla, no ha sido aplastada definitivamente ni mucho menos. Con Kast u otro, la burguesía no dudará en aprovechar el desgaste del Gobierno de la izquierda y cualquier oportunidad de movilizar los puntos de apoyo. Una de las banderas de Kast para nuclear a su base contrarrevolucionaria son los prejuicios raciales y la criminalización contra los inmigrantes y el pueblo mapuche para intentar dividir a las masas.

En cuatro de las cinco regiones donde gana y en las únicas dos grandes ciudades donde también lo hace, la brutal campaña de ataques contra los mapuches tiene un peso decisivo. Sin embargo, las condiciones para unificar la lucha por el pleno reconocimiento de sus derechos democrático-nacionales, tierras, cultura e idioma con la del resto de los oprimidos y oprimidas son hoy más favorables que en otros momentos.

Dos medidas que los millones que han votado por Boric esperan que aplique de manera inmediata son levantar la militarización de 4 provincias con presencia mapuche decretada por Piñera, que Kast exigía ampliar a otros territorios, y decretar la amnistía inmediata de los centenares de presos políticos que permanecen encarcelados. Unido a ello está la exigencia de depurar y castigar a los mandos policiales y militares y disolver el cuerpo de carabineros, responsable de la represión sangrienta contra las luchas sociales.

Estas medidas democráticas deben ir unidas a un programa amplio y ambiciosos por resolver los problemas de una población que no puede esperar. Las lecciones de la Unidad Popular en 1970-73 están muy presentes en la situación actual. Boric y el Partido Comunista tienen una enorme responsabilidad histórica. Pueden conformarse con gestionar un sistema en crisis, pero si eligen este camino serán barridos por la presión de los capitalistas y entrarán en el terreno de la autojustificación, culpando de sus errores, como ya hemos visto tantas veces, a las misma clase obrera que les ha llevado a la presidencia.

Pero también tienen otra opción, otro camino, que no es fácil pero es el único para cumplir con el mandato del pueblo: apoyarse en la fuerza de esos millones de votos y movilizar a los trabajadores y la juventud para llevar a cabo una política de medidas socialistas enérgicas, empezando por nacionalizar los bancos, las grandes empresas y la tierra bajo la gestión directa y democrática de los trabajadores. Esto permitiría planificar la economía para satisfacer las necesidades sociales, llevando a cabo medidas como la eliminación de las AFP y la creación de un sistema público de pensiones que garantice una jubilación digna.

Un plan de choque frente a la pandemia y el desarrollo de la salud y la educación públicas, digna, gratuita y universal para toda la población. Colocando los recursos extraordinarios de la nación en manos del pueblo, se podría llevar a cabo una verdadera lucha contra la pobreza y la precariedad, por salarios y condiciones laborales dignas y una genuina reforma agraria que devuelva sus tierras y garantice unas condiciones de vida decentes a los mapuches y otros pueblos originarios, acabe con su exclusión social y reconozca todos sus derechos democrático-nacionales, lengua e identidad cultural.

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"El único camino es apoyarse en la fuerza de los millones de votos y movilizar a los trabajadores y la juventud para aplicar medidas socialistas enérgicas"

La presión de la burguesía para que Boric haga lo mismo que los anteriores Gobiernos del PS será brutal. 

La tarea de la izquierda combativa es participar en primera línea en la lucha contra la derecha y ultraderecha levantando una alternativa revolucionaria, rompiendo con las concepciones etapistas que anteponen el mal llamado proceso constituyente a la lucha por la transformación socialista de la sociedad. 

La victoria de Boric es el fruto de la lucha revolucionaria de millones, pero esta nueva fase solo puede concluir en un triunfo decisivo si el poder real pasa a las manos del pueblo trabajador.



Chile. Boric contra Venezuela y Nicaragua en entrevista para la BBC


Resumen Latinoamericano, 22 de enero de 2022.

En entrevista con la cadena británica BBC, el presidente electo chileno Gabriel Boric volvió a repetir su discurso de condena a Venezuela bolivariana y Nicaragua. Boric, que acaba de dar a conocer quienes conformarán su gabinete eligió como ministra de Relaciones Exteriores a Antonia Urrejola, quien formara parte de la Concertación y además se desemeñara junto al ex secretario Insulsa en la OEA. En el archivo de declaraciones de la nueva ministra Venezuela y Nicaragua son dos países que siempre criticó con un léxico similar al que emplea Washington. Por eso, no extraña a nadie, salvo a quienes no quieren ver la realidad, esta ratificación del presidente electo de su pensamiento anti Maduro y anti Ortega.

Cuando la periodista de la BBC le pregunta:

-Dentro del concierto latinoamericano, ¿se reconoce en alguno de los gobernantes de izquierda?

Esto responde Boric:

Me da mucha esperanza y espero tener un trabajo codo a codo con Lucho Arce en Bolivia, si Lula gana las elecciones en Brasil con Lula, la experiencia de Gustavo Petro si se consolida en Colombia. Creo que ahí se puede armar un eje tremendamente interesante. 

Yo entiendo que la pregunta va muy relacionada con Venezuela y Nicaragua. En el caso de Nicaragua no logro encontrarle nada ahí, y en el caso de Venezuela es una experiencia que más bien ha fracasado y la principal demostración de su fracaso son los seis millones de venezolanos en diáspora.

Chile. Rafael Correa responde a críticas de Gabriel Boric sobre el chavismo


Resumen Latinoamericano, 23 de enero de 2022.

En una entrevista al presidente electo chileno, Gabriel Boric, la BBC de Londres preguntó si él “se ve” en alguno de los gobernantes de izquierda de América Latina y respondió que a Nicaragua no logra “encontrarle” nada y que “Venezuela es una experiencia que más bien ha fracasado, y la demostración son los 6 millones de venezolanos en diáspora”.

En su cuenta de Twitter, el ex mandatario de Ecuador Rafael Correa le resopondió: “Gabriel: ¿Se te olvida el criminal bloqueo a Venezuela? ¿A Venezuela le impiden vender su petróleo! ¿Cuántos chilenos estarían en la ‘diáspora’ si se le impidiera vender cobre a Chile? Es como encontrar un ahogado encadenado y decir que no sabe nadar”.



Chile. El legado patriótico de Salvador Allende

Por Hugo Alcayaga Brisso. Resumen Latinoamericano, 10 de septiembre de 2020.

Retomar los sueños de las mayorías que quedaron inconclusos por el derrocamiento y muerte del presidente Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, es hoy la gran tarea nacional: son anhelos por una democracia real, igualdad, justicia social y derechos ciudadanos que no pueden ser contenidos indefinidamente por los dueños del dinero que aprovechando los privilegios que les dejó la dictadura mantienen en pie un modelo neoliberal que explota a millones de hombres y mujeres vulnerables.

Cuando el presidente constitucional cayó abatido en La Moneda por la conjura militar-empresarial sostenida por el imperio yanqui, hace 45 años, se detuvo un inédito proceso histórico que contaba con la entusiasta adhesión masiva del pueblo y era observado con admiración en el mundo entero. En su lugar se instaló una cruenta dictadura que secuestró, torturó y asesinó a miles de compatriotas junto con demoler un sistema republicano que hasta ahora no ha sido restituido.

Allende siempre dijo que el objetivo de su gobierno era un socialismo adecuado a las características socioeconómicas, políticas y culturales del país. Por eso impulsó un programa de cambios revolucionarios destinado al desarrollo y dignidad de todos, en un intento de hacer de Chile la primera nación llamada a forjar una transición a una sociedad socialista construida de acuerdo a un proyecto democrático pluralista y libertario.

Ese programa empezó a desplegarse en medio de la hostilidad del gran empresariado tocado en sus intereses y la derecha política desplazada por la ciudadanía. El ambiente enrarecido se convirtió pronto en una feroz conspiración – desabastecimiento, mercado negro, atentados, sabotajes – tras la cual estaban los golpistas armados y civiles solapados dependientes de la Casa Blanca que veía cómo un pequeño país sudamericano escapaba de sus dominios.

La nacionalización del cobre fue el principal logro alcanzado por el pueblo (11 de julio de 1971, Día de la Dignidad Nacional). Era un paso gigantesco para la independencia económica de Chile y significaba una potente señal de soberanía frente a las grandes compañías norteamericanas que se habían apoderado del metal rojo. Con ello, se obtenían los recursos necesarios para los indispensables avances sociales que constituían la prioridad del gobierno popular.

Actuando con absoluto respeto a una Constitución burguesa, se avanzó en la estatización de los bancos y en la profundización de la Reforma Agraria, al tiempo que se intervinieron diversas industrias y se creó el área de propiedad social. Paralelamente se dio paso a la redistribución de la renta nacional en beneficio de la masa trabajadora, una de las medidas que urgían en busca de la equidad demandada por décadas.

La clase trabajadora fue pilar fundamental en el gobierno de Allende, que en su primer gabinete ministerial incluyó a cuatro obreros. En su intervención en la ONU en diciembre de 1972 el mandatario chileno dijo: “El progresivo papel de dirección que asumen los trabajadores en el cambio de la estructura de poder, la recuperación nacional de las riquezas básicas, la liberación de nuestra patria de la subordinación a las potencias extranjeras, son la culminación de un largo proceso histórico”.

El paso violento, a sangre y fuego – sin “transición” – desde un régimen democrático, justo, igualitario y de derechos sociales, hacia otro antagónico, excluyente, de sello capitalista, marcado por la concentración de la riqueza por unos pocos, la corrupción y la impunidad, ha sido la experiencia mas traumática de la sociedad chilena a lo largo de su historia. Ha pasado mucho tiempo pero hoy siguen faltando unidad y resolución para romper el cerco antipopular y abrir espacios a un Chile distinto a partir de una nueva Constitución elaborada por una Asamblea Constituyente, lejos de la dictadura mercantil que controla al país y su gente empobrecida.

Con el ejemplo de Allende en la memoria – su trayectoria, su afán incansable por las clases postergadas, sus esfuerzos unitarios, su coraje y consecuencia – es hora de comenzar a estructurar un sólido movimiento alternativo de base popular. Allí se impone la participación prioritaria de las organizaciones de trabajadores, fuerzas sociales, pobladores, estudiantes, mujeres y la nueva generación de políticos jóvenes de manos limpias que aparecen generando expectativas.

El legado patriótico de Allende está enraizado profundamente en quienes comprendieron la magnitud de su mensaje en beneficio del pueblo. Su nombre se proyecta hasta estos días asociado a los cambios radicales abortados por la felonía y la traición, y sus conceptos revolucionarios constituyen un desafío para iniciar la reconstrucción de una democracia plena, por cuya defensa el presidente heroico entregó su vida.

«11 de septiembre de regreso a las calles»

Compartimos el siguiente comunicado en conmemoración activa a esta herida abierta hace 47 años

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