"EL PELUCA Y LA MILICA
2 GORILAS HACIENDO ESTRAGOS
TUMBA Y CARCEL DE LOS DERECHOS DEL PUEBLO
CANTATA POPULAR, Siniestro cuento neoliberal
NEO LIBERA LITO y LA MATRIX R E C A R G A D A
Ascenso al poder, descenso a los infiernos
1RA PARTE
de la TRILOGIA LIBERAL
ANTI POPULAR:
"LA REPUTISIMA SANTISIMA TRINIDAD DEL MERCADO":
En el nombre del fraude, del fisco
y los esclavos unidos, ok.
1. Ajuste, deuda e inflación.
2. Saqueo, mentira y represión.
¡ ¡ ¡ AL PELUCA CABRON ! ! !
Destructor, che, peluca, sos buchón
CANCION
De Francisco Alvero
EL JUGLAR DE LA LIBERTAD
(del FRENTE CULTURAL VICENTE ZITO LEMA.)
Javier Milei NO ES NINGUN REBELDE "ANTI CASTA NI ANTI SISTEMA", No es Ni El Primero Ni El Último Punk (Ni lo será nunca)
El fuego de la rebelión sube. Y no es liberal.
Federico N. Fernández * CREE que "La irrupción de Javier en los medios ha sido, ciertamente, un vendaval. ¿Pero esto lo convierte en el último punk o en el primero de algo que cada vez va a crecer más?"
Hace unos meses Una Bandita Indie de La Plata sacó la canción “Javier Milei: El Último Punk”. De la misma se hizo eco el diario El Cronista, que en su edición Clase Ejecutiva se refirió a Milei como “el último punk de la economía liberal”.
La metáfora del punk es perfecta para explicar lo que está pasando. Nacido a mediados de los 70s, el Punk Rock fue una reacción musical al rock sinfónico y progresivo de la época. La escena musical estaba dominada por artistas ya no tan jóvenes que tocaban canciones soporíferas de 20 minutos de duración. La relación con el público también estaba trastocada. El propio Roger Waters, en una entrevista en la década del 70, explicaba que el muro (The Wall) también simbolizaba la distancia y separación que él y su grupo sentían respecto de su audiencia.
Los punks se rebelan ante esta situación en donde la música se había alejado de sus raíces y los artistas habían dejado de ser rockers para transformarse en rockstars. El Punk llega con la fuerza de una música cruda, cuadrada, una estética agresiva y, sobre todo, la filosofía de hacelo vos mismo. Para ser un punk rocker no es necesario ser un virtuoso, basta sólo con ser atrevido, con animarse. La relación con el público también cambia diametralmente. El punk se toca en bares, muchas veces sin escenario. La cercanía es total. El vínculo banda — público puede ser simbiótico o dialéctico, pero de seguro es íntimo. A veces los integrantes del grupo que está tocando se suman al pogo, otras se agarran a trompadas con la audiencia.
En resumen, los primeros punks estaban aburridos y desilusionados por el estado de la música de su época. Veían un rock fosilizado, que había abandonado sus raíces juveniles y contestatarias y se había extraviado en el laberinto del progresivismo. Lo que iniciaron fue un movimiento anti-establishment, una contracultura, una rebelión.
Volvamos ahora a la Argentina actual. Si sos joven y querés rebelarte, ¿qué hacés?
En nuestro país hubo un simulacro de rebeldía durante los doce años de kirchnerismo. Se llamó La Cámpora y consistió en un grupo de chiquilines que, básicamente, seguían los dictados de sus padres y abuelos. Quienes en los 70s habían sido dirigentes universitarios, simpatizantes de la guerrilla o exiliados internos como Néstor y Cristina llevaron adelante su psicodrama para saldar la frustración setentista.
Por supuesto, la universidad ¿tampoco es un ámbito propicio para generar ninguna rebeldía? Allí, el éxito gramsciano es absoluto. Supongo que a esta altura ¿los únicos debates admisibles dentro una facultad de humanidades o ciencias sociales argentina es entre las diversas facciones trotskistas? NO.
¿Te vas a meter en política? Para encontrar algo distinto vas a tener que armar tu propio partido. No importa que formalmente sean de centro. El Pro, por caso, en cualquier país del mundo sería un partido socialdemócrata.
El PRO en la Argentina es la “derecha” ¿por el sólo hecho de que el espectro está absolutamente corrido hacia la izquierda?. Cada vez que cualquier político habla su boca se llena de palabras como “estado”, “redistribución”, “impuestos”, “regulaciones”, “gastos”, “deuda”, “retenciones”, etc.
La última carta rebelde del establishment cultural y político nacional es su "fetiche" favorito: el Ché Guevara. Justamente, estos días están de celebración porque sería su cumpleaños. Guevara cumpliría 90 años, que es la edad de muchos de sus seguidores actuales. En Rosario están organizando una serie de actividades, muchas sponsoreadas por la propia Municipalidad. Todos sabemos que no hay nada más contracultural que sumarse a los festejos de un partido que gobierna la ciudad desde hace 29 años. Y el organizador de la fiesta es el “Champa” Galiotti.
Se entiende entonces el crecimiento exponencial del liberalismo entre los jóvenes. La izquierda es víctima de su propio éxito. Logró dominar cada uno de los aspectos de nuestra cultura. Y eso mismo la priva de ser atractiva como alternativa. Ya no puede ser la oposición al establishment porque sencillamente es el establishment.
Cada vez hay más chicos liberales porque el liberalismo crece en los mismos intersticios sociales en los que los jóvenes se sienten cómodos. Libros prohibidos, redes sociales, youtube, memes, podcasts y medios no tradicionales.
* Presidente de la Fundación Internacional Bases (Rosario, Argentina) y Senior Fellow del Austrian Economics Center (Viena, Austria).
Fuente: La Opinión Incómoda
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