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lunes, 28 de octubre de 2024

EL HALLOWEEN DEL TERCER MUNDO , OPERA ARGENTINA Y PALESTINA de EL JUGLAR DE LA LIBERTAD

 




  
























 6. EL HALLOWEEN DEL TERCER MUNDO, OPERA ARGENTINA Y PALESTINA de EL JUGLAR DE LA LIBERTAD


Personajes:

El Juglar de la Libertad: Tenor y cantautor, voz de la resistencia.

Ana: Activista que representa la voz del pueblo.

Presidente Peluca: Un político corrupto que se burla de la situación.

Villacuartel: Vicepresidenta negacionista que minimiza el sufrimiento.

Zombi Adorni: Vocero del gobierno, que intenta ocultar la verdad.


Storyline


Acto I: La Noche de los Vivos, demasiado vivos

La obra comienza en una plaza oscura, decorada con calabazas que llevan las banderas de Argentina y Palestina. Un narrador, con voz profunda, introduce el concepto del "Halloween real", un evento que no celebra la muerte, sino que denuncia el sufrimiento de los pueblos oprimidos. El "Juglar de la Libertad", con su guitarra, se presenta como el símbolo de la resistencia, conectando con el público a través de canciones que relatan la historia de la opresión.



Acto II: El Banquete de los Poderosos

La escena se transforma en un banquete grotesco donde los políticos celebran mientras el pueblo sufre. El "Presidente Peluca" se jacta de sus logros, mientras "Villacuartel" niega la realidad del dolor. En el fondo, se proyectan imágenes de la represión en Palestina, creando un contraste entre la opulencia de los poderosos y la miseria de los oprimidos.

Diálogo Clave:

El Juglar: "No se trata de religión, se trata de colonización y manipulación. Este es el Halloween real."

Ana: "Miren al guasón del subdesarrollo, la bestia que llegó a la presidencia."


Acto III: La Rebelión de los Oprimidos

Los ciudadanos, representados por Ana, Sandra y Héctor, se levantan en contra de la opresión. Con un sentido de urgencia, desafían a los políticos, exigiendo acción y justicia. La tensión aumenta cuando los personajes se enfrentan a la realidad de su situación, y el público siente la desesperación y la rabia.

Escena Clímax:

Ana, en un monólogo apasionado, conecta la lucha palestina con la crisis argentina, llamando a la unidad y la resistencia. La escena se llena de imágenes de protestas y resistencia, mientras los actores se convierten en un coro de voces que claman por libertad.


Acto IV: El Desenlace del Horror

En el acto final, la plaza se transforma en un campo de batalla simbólico. Los personajes políticos intentan mantener su control, pero el pueblo, unido, se levanta en una revuelta. Las luces parpadean y el sonido de tambores resuena, simbolizando la fuerza del pueblo.


Cierre:

El Juglar se enfrenta al "Presidente Peluca" y, con determinación, declara: "No más promesas vacías. La lucha es nuestra, y no descansaremos hasta que se haga justicia." La obra culmina en un poderoso canto colectivo, donde todos los actores se unen en un grito de resistencia.


Epílogo

El telón cae mientras el eco de su grito resuena en el aire, dejando al público reflexionando sobre la importancia de la lucha por la justicia y la dignidad. La obra termina con un mensaje claro: el verdadero horror no es solo el sufrimiento, sino la indiferencia ante él. La resistencia es el camino hacia la libertad. 


 

Acto I: La Noche de los Vivos, demasiado vivos


La escena se abre en una plaza oscura, con calabazas decoradas que lucen las banderas de Argentina y Palestina. Un ambiente tenso pero cargado de esperanza. El narrador, vestido de manera sombría y con una voz profunda, se encuentra en el centro del escenario.


Narrador:

(voz grave)

Bienvenidos, amigos, a esta noche de recuerdos y luchas. Aquí, celebramos no la muerte, sino la vida de aquellos que sufren bajo el peso de la opresión. Esta es la noche donde el sufrimiento clama justicia, donde la resistencia florece… ¡es el Halloween real!


Las luces brillan suavemente y entra el “Juglar de la Libertad”, vestido de forma bohemia, con su guitarra en mano. Se dirige al público, su voz se alza con fuerza y emoción.


El Juglar de la Libertad:

(cantando)

En noches oscuras, las almas claman,

por justicia, por paz, en esta gran trama.

Voces silenciadas, hoy se hacen sentir,

latidos de pueblos que no dejan de existir.


El público se siente conectado, mientras el “Juglar de la Libertad” comparte historias de resistencia a través de sus canciones.


Ana:

(subiendo al escenario)

Y no solo son historias, son nuestras vidas,

las luchas diarias, las heridas compartidas.

Hoy levantamos la voz, somos muchos, no pocos,

porque el sufrimiento no se puede esconder en los locos.


Se escucha un murmullo entre la multitud; se sienten las vivencias y las emociones de la gente. La atmósfera es de unión, pero también de tensión.


Acto II: El Banquete de los Poderosos


La escena se transforma abruptamente. Se presenta un banquete lujoso en el fondo del escenario. Mesas repletas de comida opulenta y políticos riendo y brindando. El "Presidente Peluca" entra con aire triunfante y una sonrisa burlona, seguido por "Villacuartel".


Presidente Peluca:

(levantando una copa)

Brindemos por nuestros logros, el pueblo nos ama,

estamos construyendo un futuro sin drama.


Villacuartel se ríe y asiente, mientras el público observa con desdén.


Villacuartel:

(negando con la cabeza)

¿Qué sufrimiento? Lo que vemos son fantasías,

la gente se desvive, vive en sus melodías.


En el fondo, aparecen imágenes de la represión en Palestina, proyectadas en una pantalla. El contraste es evidente; las risas de los políticos se oyen aunque el dolor es palpable en el aire.


El Juglar de la Libertad:

(caminando hacia el frente)

No se trata de religión, se trata de colonización,

la manipulación siempre discontinua, ¡esta es nuestra canción!

Miren al guasón del subdesarrollo,

la bestia que llegó a la presidencia… ¡éste es nuestro destello!


Ana, enfadada, levanta la voz entre el banquete.


Ana:

(y señalando a Peluca)

Miren bien las máscaras, bajo la piel lo que hay,

no son más que sombras que se burlan de su ley.


Acto III: La Rebelión de los Oprimidos


La escena cambia nuevamente. Los ciudadanos, representados por Ana, Sandra y Héctor, entran enérgicamente y desafían a los políticos en el banquete. Con determinación, se enfrentan a la opresión que han sufrido.


Ana:

(con fuerza)

¡Ya no podemos quedarnos callados!

El pueblo está cansado, no seremos olvidados.

Palestina y Argentina, unidas en la lucha,

abrazamos el dolor, desafiamos la basura.


Sandra y Héctor se suman al grito de resistencia, formando un coro que enlaza las voces de los oprimidos.


Sandra:

(gritando)

Exigimos justicia, exigimos verdad,

nuestros corazones laten con ansiedad.


Héctor:

(afiancando su voz)

Despertamos, retumbamos, no hay más que callar,

la lucha es el camino, ¡y juntos vamos a luchar!


Ana da un paso al frente, preparándose para su monólogo.


Ana:

(en un monólogo apasionado)

Hoy, nuestra historia se entrelaza,

la lucha palestina y la crisis que abraza,

el hambre al sur y el fuego al norte,

somos hijos de la resistencia, jamás en el corte.


Las luces se vuelven intensas, imágenes de protestas vibran en el fondo, intensificando el sentimiento de urgencia y esperanza.


Acto IV: El Desenlace del Horror


El escenario se convierte en un campo de batalla simbólico. Los personajes políticos, amedrentados, intentan mantener el control, mientras el pueblo se une en un frente común.


Zombi Adorni:

(con voz convincente)

Sigamos con la farsa, no es el momento de dudar,

las promesas vacías siempre nos van a salvar.


Un sonido de tambores enérgicos comienza a resonar. El Juglar avanza hacia el Presidente Peluca con determinación.


El Juglar de la Libertad:

(gritando sobre el ruido)

No más promesas vacías, ¡la lucha es nuestra!

El pueblo está despierto, no habrá más respuesta.


La plaza tiembla con el grito del pueblo, mientras las luces parpadean, simbolizando la fuerza de la resistencia unida.


Al final, todos los protagonistas se reúnen en el centro del escenario.


Todos (coral):

(en un canto colectivo)

Por la libertad, por la justicia,

nuestras voces resuenan, sin más ficticia.

La resistencia es el camino, la lucha va a seguir,

hacia un futuro brillante, donde podamos vivir.


Cierre:


Un eco de su grito resuena a través del escenario, mientras el telón cae lentamente. Las luces se apagan suavemente.


Epílogo:

La obra termina con el mensaje claro: el verdadero horror no es solo el sufrimiento, sino la indiferencia ante él. La resistencia es el camino hacia la libertad.


El telón cae mientras el eco de su grito resuena en el aire, dejando al público reflexionando sobre la importancia de la lucha por la justicia y la dignidad.


 Epilogo: Resiliencia y Esperanza


El telón se levanta nuevamente para revelar un escenario transformado. La plaza, aunque desgastada por la lucha, ahora está adornada con flores, pancartas de paz y símbolos de esperanza. Los personajes, algunos con cicatrices, pero todos con una renovada determinación, se sitúan en el escenario, listos para un último mensaje al público.


Ana:

(con voz firme)

Hoy no celebramos una victoria, sino el comienzo de un camino. La lucha no termina en una batalla ganada, sino en la perseverancia de cada uno de nosotros.


Héctor:

(asentando)

Y aunque el horror nos haya marcado, la experiencia nos une. Cada grito, cada lágrima, cada flash de luz en la oscuridad, es un recordatorio de que estamos vivos y, más importante, ¡que seguimos luchando!


Sandra:

(tomando la mano de sus compañeros)

Porque somos más que solo supervivientes; somos soñadores, creadores de un futuro donde la paz no sea solo un sueño, sino una realidad.


El "Juglar de la Libertad" toma su guitarra, inspirando a los demás a unirse en un canto final lleno de esperanza.


El Juglar de la Libertad:

(cantando)

Cuando las sombras lleguen, nunca dejaremos de brillar,

nuestras voces resonarán, la justicia nos va a encontrar.


Los personajes se agrupan, formando un círculo, simbolizando la unidad del pueblo. Sus voces se yuxtaponen, creando un poderoso coro que eleva el ánimo en la sala.


Todos:

(en un canto colectivo)

¡Unidos por la verdad, por la justicia y la paz!

Nuestros corazones laten, nadie nos podrá parar.

De Palestina a Argentina, el eco de nuestra voz,

símbolo de resistencia, ¡en el amor somos dos!


Luz brillante inunda el escenario, simbolizando la esperanza y la conexión entre las luchas. El público, movido, se une a la ovación, sintiendo la energía y el poder de la resistencia.


Las luces se atenuan lentamente mientras los personajes permanecen de pie, con las manos alzadas, mostrando unidad y fuerza ante el futuro que construyen juntos. El telón cae por última vez, dejando una huella profunda en los corazones de todos los presentes.


Fin de la obra.

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