FRENTE
Y
C O N C O R A J E
D i g á m o s l e
A l F.M.I
UN no, ROTUNDO Y GIGANTE!!!
CANTATA NAC & POP ARGENTINA
PA’ SALIR DEL FONDO Y NO CAER DE NUEVO.
De Francisco Alvero EL JUGLAR
INDICE:
1.
Santo Fondo Monetario (TONADA No
Positiva Pa’ Les Cipayes)
2. La mente cipaya al fondo nos manda!
3.
Milonga del Bati-fondo (MILONGA)
4.
De Frente y sin dudarlo! (CUMBIA Y
HUAYNO)
5.
Chacarera Anti Cipayos (CHACARERA)
6. “Enfrente al fondo, compatriota!”
7.
Para salir del fondo! (ZAMBA)
8. Dráculas del capital.
9.
De frente con la Unidad. (CANDOMBE)
10.
Ya
es tiempo de ponernos la camiseta.
11.
Ya fuiste! Maldito FMI (JOROPO y
FESTEJO)
12.
Francamente, No! (CHACARERA)
13.
Acuerdo = Hambre del pueblo
14.
Malevaje Monetario. (TANGO)
NRO.1
“Santo Fondo Monetario…”
Patrono
de los cipayos.
(TONADA)
“Antes de comenzar
mi cantata, Quisiera aclararles de entrada,
Que más que “contra” el oscuro fondo, Mi canto es a favor de la Patria.
Naciendo, casi de urgencia, por la coyuntura y la
contingencia,
Garabateando broncas y convicciones, como suele hacer el
pueblo,
Remedando melodías populares, nacen versos ejemplares.
Que con mi alma de juglar, comencé a cantar.
Ahora sí! Vamos a empezar!
...Si la Virgen de la Carrodilla, Es la patrona de los
viñedos,
El Santo Fondo Monetario, Es el patrono de los cipayos! Y
así estamos!
Nunca es muy tarde pa’ comenzar, a querer bien a la
Patria,
Y más que en “contra”, estar siempre, a favor de la
esperanza.”
Quiero cantar con el
alma, esta mi humilde tonada,
Esperanza de mi
Patria, que se siente acorralada.
Si no pegamos el
grito, todo el pueblo en cada marcha!
Seguro que a la
Argentina, del fondo nadie la saca!
Por eso, es que
nuestra Patria, al fondo le dice basta!
Este mi argentino canto,
quisiera ya convocarnos
A la unidad y a la
lucha, contra el fondo monetario
Nuestra Patria está
en peligro, están robando su nido
Si antes ya lo
dijimos, ahora lo repetimos!
Están robando su
nido, por culpa de unos bandidos
Somos pueblo que trabaja, que lucha y también que canta!
Que sueña con una Patria, libre, justa y soberana.
Cambiemos trajo este cambio, y ahora quien se va a hacer
cargo?
La deuda es con nuestro pueblo, nunca hay que olvidarnos
de eso!
El fondo es tela de araña, por mí, que siga esperando…
Que otro gobierno cipayo, a su amo estará pagando!
Santo Fondo
Monetario, deja tranquilo a mi pueblo.
Basta, basta, ya
hemos dicho! de injerencia y de saqueo
Mi guitarra pega el
grito! En contra del usurero
Ministerio de
colonias, te decimos vade retro!!!
Aunque muy bien te
disfraces, de lejos te conocemos.
Quiero abrazar a mi gente,
para poder superarlo,
Santo fondo
monetario, otra vez tú merodeando?
Porque le abrimos la
puerta, y a la vez nos encerramos,
Santo fondo
monetario, patrono de los cipayos.
Te juro tu diezmo es
caro, Por eso, es que no acordamos!
Ay, frente, frente de todos, por favor toma las riendas!
Pa’ que mi pueblo querido, del voto no se arrepienta!
Aunque lo nieguen y oculten, No queremos más ajuste!
Que paguen los platos rotos, quienes pidieron al fondo!
Ay, frente, frente de todos con la sartén por el mango!
Haz que este grito sagrado, se oiga y no sea condenado!
Santo fondo monetario…
NRO.2
“la mente cipaya al fondo nos manda…”
Se quejan de los piquetes, y no se quejan del fondo,
La mentalidad cipaya, tristemente caló hondo!
Tal vez tenga mala prensa, o tiene mala memoria
La bendita clase media, quiere repetir la historia
Qué triste, que triste pena, que no hay unión verdadera!
La
mente cipaya, al fondo siempre nos manda…
No
nos vengan con macanas! Nuestra Patria es soberana!
Si el
Fondo me la deshonra, donde quedan los patriotas?
No
queremos más disculpas, solo que hagan bien las cosas.
Por
eso seguimos cantando, y seguiremos luchando
Aunque vengan degollando, somos pueblo y no
arrugamos!
Si
nos gritan quiero truco, re truco, les contestamos!
Pues
las y los trabajadores, nunca nos vamos al mazo!
Dense cuenta gobernantes, aunque no se pueda creer,
Por si no lo habían notado, soberanos somos pues!
Porque no somos colonia, jamás lo pensamos ser!
Le pedimos al Alberto, que reaccione y obre bien
Y al FMI, cobarde, lo raje ya de una vez!
El
acuerdo es imposible, inviable, si desangra a mi pueblo de abajo
Compañeros,
camaradas a luchar, unidos por una misma causa.
NRO. 3
“milonga DEL batifondo, SIN FONDO”
MILONGA
Escúchenme esta
milonga, que le dedico a mi pueblo
Voy a cantar
opinando, Al modo del Martin Fierro, ay.
Aunque me hagan
batifondo, palabreríos rastreros
Aquellos que se marean,
nunca han de ser compañeros
Peligro pueblo pensando, peligro pueblo avanzando
Tiemblan gobiernos cipayos y tiemblan los “empresaurios”
No haría falta que
cante esta milonga campera,
Ni marchas ni más
protestas, ay, si mi Patria en el fondo
no estuviera. Ay!
No queremos soga al
cuello, lo va diciendo mi pueblo
Contra traidores
cipayos, va a defender sus derechos
Salgamos pronto a las calles, antes que sea muy tarde!
Con la izquierda y con el pueblo, unidad ya, compañeros
No es mi estilo andar
callando, o cantándoles a medias
Verdades para mi
pueblo, Al modo de los setenta, (la felicidad, jaja)
Armado con mi guitarra,
grito pueblo y grito patria!
Quiero largarles mis
coplas, para dar vuelta la taba.
No hagamos la vista gorda, que el fondo nunca perdona.
No es tiempo de divisiones, y mucho menos ahora.
Tenemos que
vacunarnos, nos dicen desde el gobierno,
Vacunarse de
conciencia, deberían hacer ellos,
Pues, juraron ante el
pueblo y la Patria, defendernos
Pero, y al final de
cuentas, terminaron sucumbiendo.
No bajaremos los brazos, para luchar compañeros
Digamos ya fuerte y claro, que la deuda es con el pueblo
Y aura me voy despidiendo, al menos de esta
milonga
Diciendo que es el
poder La droga más poderosa,
Hay quienes se me
sorprenden, con las noticias de ayer,
Pero el tío Sam, desde
siempre, veneno te está metiendo.
En el corazón del pueblo, vendiéndole anti valores
Comprando y siempre comprando, gobiernos y voluntades
NRO.4
De Frente Y Sin Dudarlo
Contra el Fondo Monetario
CUMBIA Y HUAYNO
Esta cumbia, medio
huayno, es para hermanarnos contra el fondo monetario
Lo digo cantando, lo
banco luchando, si vamos de frente, es posible derrotarlo!
Lo dijo Jauretche y
no hay que olvidarlo,
Lo triste no es el
gringo que te compra, sino el criollo que te vende!
Que desastre, inimaginable,
Que volvamos, a ese fondo miserable!
Todo el pueblo sale a
las calles, Pa’ gritarles, no hay acuerdo, si es con hambre!
No es posible, que
volvamos, Otra vez de nuevo, al fondo monetario!
Hay que vacunarnos,
Hay que vacunarnos, Contra la idiotez de los traidores cipayos!
Es Urgente, necesario, ir de Frente, Contra el Fondo
Monetario!
Mi Argentina ya no aguanta, mas promesas si con ellas me
la estafan!
Yo no me hago
cargo de sus agachadas!
Si el cambio de
cambiemos, desangra a nuestra Patria!
Efe Eme i, flor de atorrantes, de nuestra Patria nunca
más has de mofarte!
Nunca, nunca más, al fondo volveremos, dice mi Patria y
ya grita, grita el pueblo,
Con el hambre, compañeros! No se juega, y menos se hace
dinero!
RECITADO
“Hasta cuándo, mi Argentina! nos enterraremos hasta el
fondo, Patria mía,
No seamos ingenuos, y menos buenudos, ya que los verdugos
no perdonan a alguno!
Ya lo hemos dicho, una y mil veces, a nuestro pueblo, no
le gustan los aprietes!
Se los canto, y vaticino, Si al pueblo no lo respetan, se
desbordará cual río!”
Que coraje, este
ultraje, lo que a ellos le falta, al pueblo le sobra aguante!
Miserables, hay en
todas partes, no solo el gato, que nos endeudó pa’ rato!
Vende patria,
genuflexos, No son compañeros, los que entregan a su pueblo!
Basta de acuerdos,
fraudulentos, A los vende patria, tras las rejas los queremos!
Que locura, triste y
dura, Quien diría volvería esta tortura!
Piquete y cacerola,
la lucha era una sola, en el dos mil uno, no perdimos la memoria!
Hay que pellizcarse, hay
que pellizcarlos, si se duermen con el fondo monetario
Hay que denunciarlos,
también escracharlos, a los lame botas
del fondo monetario!
NRO. 5
“Chacarera anti cipayos”
RECITADO:
“Hay quienes aún se preguntan, porque no queremos
acuerdo?
Porque el acuerdo es con hambre, edulcorado y siniestro.
Que soy funcional a la derecha? Ya no me como ese verso.
Más allá de eurocentrismos, Soy funcional a mi pueblo.
Soy peronista, carajo, revolucionario y de abajo, No soy
traidor ni cipayo,
Por eso canto esta chacarera, Anti fondo monetario.”
La pucha que estaba
linda
La campaña electoral
Cuando al pueblo
prometían
Que no iban a
traicionar
Por culpa de un
amarillo
Gato rastrero y
cipayo
Al cruel fondo
monetario
Hoy día estamos
atados!
No entendemos el acuerdo
Ni lo saben explicar
Solo sabemos que el
pueblo
Otro ajuste sufrirá!
Chacarera, chacarera, Anti fondo monetario
Si el pueblo no se organiza, Lo seguirán estafando!
Chacarera peronista
Contra el fondo
monetario
Fabrica mundial de indigentes
Medalla para cipayos!
Máxima fue mi
sorpresa
Máximo fue mi estupor
Cuando Máximo decía
Por este camino, no!
Siempre con la soga
al cuello,
Así lo tienen al
pueblo
Compañeras,
compañeros
Ya no lo permitiremos
Chacarera, chacarera, Por nuestra Patria Argentina
Al acuerdo con el fondo, de una vez lo haremos trizas!
NRO.6
“en-frente al fondo, compatriota!”
“Cuidado
compatriotas… En frente, el fondo. Si, enfrentemos al fondo…
Porque
frente al fondo, hermanas y hermanos, ya no hay tu tía…
O le
hacemos frente y le decimos que no rotundamente!
Como
en nuestra cantata.
O
nos hundimos, definitivamente, en el fondo desgraciadamente.
Seas
del frente que seas, o de ningún frente en particular,
Si
querés a nuestra gente, y tenés más de dos dedos de frente,
Hacelo
por vos, por mí, por todos y todas, Hacelo por la Argentina!
Que
el fondo no te quite la comida de tu familia!
Ya
sé, me dirás que “todos los políticos son iguales.”
No
es cierto, aunque pocos van al frente cuando y como se debe.
Si
el frente de izquierda tiene sus temitas…
Los
debatirán seguro en asamblea.
Si
el frente liberal de cambiemos metía miedo…
Ya,
en parte, lo superaremos.
Pero
vos, che, Frente de todos,
No
quiero que seas frente de nadie, frente del fondo.
Así
que a pellizcarse…
Justicialistas
y Radicales,
Peronistas
K, Kirchneristas, Cristinistas, Albertistas,
Socialdemócratas
y Progresistas,
Intransigentes,
Yrigoyenistas,
Cooperativistas,
Centroizquierdistas
De
FORJA, Unidad Popular, Nuevo Encuentro,
Partido del Trabajo y del Pueblo,
Partido
Solidario, Frente Grande, Proyecto Sur…
Socialistas y Comunistas… Independientes y
feministas…
Y la
lista, es casi infinita… judíos y cristianos, ateos y religiosos,
Conservadores
y liberales, anarquistas y nacionalistas… y hasta trotskistas
Qué
tal si nos unimos y mandamos al fondo… bien al fondo?
NRO. 7 A
“ZAMBITA DEL
DES ACUERDO!”
ZAMBA
Para bailar la zamba, que el fondo quiere, que el fondo
quiere,
Hay que resignar la Patria y sus quehaceres y sus
quehaceres
Y endeudarnos hasta el acá, hombres, mujeres, hombres,
mujeres
La Patria está en peligro, quien lo diría, quien lo
diría!
Habiendo luchado tanto, por la Argentina, por la
Argentina
De nuevo la soga al cuello, quien lo diría, Patria mía!
Achalay con el acuerdo, el que quieren
imponernos
Fondos
buitres muy contentos, no es nada bueno, no es nada bueno
Velay,
mi pueblo querido, hagámosle frente ya a este infierno!
La zamba del acuerdo, tiene un secreto, tiene un secreto
Mirando la letra chica, van todos presos, van todos
presos
Por eso yo digo siempre que es la zambita del desacuerdo!
No veo ni un fundamento, pa que firmemos ya nuestro
entierro
Al compás del desacuerdo, se va pa’ l fondo, mi Patria es
cierto
Zambita del desacuerdo, cuando escucharás a tu pueblo?
Achalay
frente del fondo, perdón quise decir todos!
Si
no se ponen las pilas, se prende la Patria mía!
Y no
es ninguna amenaza, es solo lo que pasaría!
NRO. 7 B
“Para
salir del fondo!”
ZAMBA
“Para
salir del fondo, hay que querer a la Patria,
Digo
en mis versos, y aquí en mi zamba.
Si
por el pueblo, de frente y con coraje,
No
le se dice al FMI, un NO rotundo y gigante!
Tristemente
el Frente de todos,
Pasará
a ser el frente del fondo o de nadie!”
Para salir del fondo, se necesita, se necesita,
Una pisca de coraje, y otras cositas, y otras cositas!
Una pisca de coraje, y otras cositas, y otras cositas!
Pa’ no caer de vuelta, como ratones en la trampera
Debemos cuidarnos mucho, tanto del gato y de los truchos!
Debemos cuidarnos mucho, tanto del gato y de los
truchos!
Y
para salir del fondo, del que ya habíamos salido
No
hay que volver a caerse, ni distraídas ni distraídos
No
hay que firmar el acuerdo, si es muy leonino, muy leonino!
Después de haber salido, del triste fondo, tan triste y
cruel,
Pensaba que era imposible, de que volviéramos a caer!
Pensaba que era imposible, de que volviéramos a caer!
A menos que a mi pueblo, Lo quieran siempre comprometer
Y digo comprometer, pa’ no decirles quieran joder!
Y digo comprometer, pa’ no decirles quieran joder!
Cuidadito
con el fondo, con errar en el pronóstico
De
que valen mil promesas, si traicionamos a nuestra mesa?
Y lo
más triste de todo, que al pueblo tiren pa’ l fondo!
Velay,
mi pueblo querido, en esta zamba te lo digo!
NRO.8
Dráculas del fmi,
No chuparán más nuestra sangre!
“A
ti! FMI! fiero y cobarde, de por sí.
No
te tenemos miedo y te detendremos, al fin.
Drácula de los pueblos, no chuparas más
nuestra sangre.
Nuestro
amado pueblo argentino, No es zurdo, ni facho, menos.
Mas,
no nos tomen el pelo, porque zonzos nunca seremos.
Por si acaso lo creyeron:
Él
no es k, ni es anti k, liberal o libertario nunca será;
Él,
es Pueblo y es Patria, nada menos, nada más…
Por
eso canta sus penas y sus ansias, de justicia y liberación
Y al
fondo de sus pesares, siempre, le ha de gritar que NO!
Aunque,
a veces, se equivoque, Mi pueblo siempre va al frente
Avanzando
con coraje, Con amor y sabiamente.
Sin
dudarlo ni un instante, Cuando su cuero está en juego
Contra
la entrega y el saqueo, El pueblo lucha primero!
No
chuparás nuestra sangre, FMI, fiero y cobarde
Pues,
mi Patria es soberana y la cosa está que arde!!!
A la
izquierda de mi Patria, yo le digo en este instante:
No
vuelva a votar en blanco! Coherencia y también mensaje.
Como
cantor militante, nunca le escapo al debate.
Y me
pongo codo a codo, para luchar en las calles.
Contra
el Drácula de los pueblos,
Que
no chupará más nuestra sangre.
NRO.9
UNIDAD DE FRENTE,
De frente con la unidad
Contra eL FMI, fiero y cobarde!
CANDOMBE
…Luchemos
junto a mi pueblo, para triunfar, para salir adelante, luchemos ya!
Que el FMI cobarde, y criminal, Retrocederá! nuestra
sangre no beberá! No, no lo hará!
Hay quienes tenían dudas, hasta recién, pero ahora es
evidente, sabemos bien
Que si no le hacemos frente, sin retroceder, nos hundimos
otra vez!
Contra el cobarde
y rastrero FMI, hay que luchar todo el pueblo, sin mezquinar
Con la unidad de frente, frente unidad! Sin falta vamo’ a
triunfar
Como
dijo un compañero, yo lo escuché! Del Partido piquetero, lo dijo ayer,
Vamos,
vamos todo el pueblo, ya de una vez, unidos hasta vencer.
Todas,
todos de la mano, hay que avanzar, en un frente único y popular
Contra
la entrega y saqueo, de aquí y de allá, Frente único, nomas!
….A
la izquierda vacilante, le digo ya, que si no lucha en las calles, para que
está?
Y a
la otra yo le digo, que el voto en blanco no va!,
Para
el pueblo eso no va, eso no va!
Ya vemos las consecuencias, ay, ay, ay, ay, colmada ya la
paciencia, se implanta ya!
El pueblo no quiere muerte ni desazón, y grita, grita que
no!
Con el pueblo en las calles voy a luchar, consecuente y
militante, ni un paso atrás!
Con la izquierda combativa salgo a pelear, unión en
diversidad
Nuestra Patria no es colonia, claro que no, es pueblo y
liberación!
El
pueblo de la Argentina no olvidará, cual es la mejor salida para avanzar
En las calles y en la vida, si hay unidad, la
victoria llegará!
Conocemos
las promesas, de pe a pa, y sufrimos los pesares, ay, ay, ay, ay
Y no
hace falta ser trosco, para saber y avivarse de una vez!
Todo
el pueblo a las calles con decisión, pa’ decirle al fondo no!
NRO.10
YA ES TIEMPO DE
PONERNOS LA CAMISETA
No te parece babieca, que ya es tiempo de ponerse la
camiseta?
Vos que ocupas una banca, en la oposición o el
gobierno
Y de las grandes empresas y los medios, mejor ni
hablemos.
Porque son militantes de las transnacionales,
jinetes sin cabeza.
Y al excelentísimo señor presidente…Compañero
Alberto Fernández
No se olvide que nosotres lo votamos,
Pensando que
para nosotres iba a salir jugando.
Tal vez, pensás que algún árbitro,
Va a dar el partido por ganado o por finalizado, sin
jugarlo.
No, importa, déjalo ahí… siempre con la Patria al
hombro,
El pueblo sí que tiene un equipo de primera
Y siempre tiene puesta la camiseta. Gane o pierda.
Ya es tiempo de ponernos la camiseta,
La diez o la que quieras
Porque el verdadero partido, ahora nos espera…
Patria y pueblo, tienen la pelota,
Y si no le hacen trampa y le ocultan la cancha
Ganará en esta patriada.
Si somos compatriotas, Hermanos y hermanas,
Porque esa es nuestra esencia
Donde está la Unión verdadera?
Ya lo decía Fierro
Mucho más en estos tiempos.
Donde nos pueden meter el gol
De la derrota eterna.
NRO. 11
Ya fuiste!
Maldito fmi.
JOROPO
y FESTEJO
Otra vez en mi país? Maldito FMI
Con el llanto de mi pueblo, No sé de qué te reis!
Me pregunto para qué? Si, Pa’ qué? pa’ que existís?
Si no es pa' dominarnos, Maldito FMI
Algunos le llaman karma, yo no creo que sea así,
Son los pueblos, siempre libres!, Maldito FMI
Ya fuiste FMI, No te queremos
ni oír!
Yo me pregunto mil veces, como puedes
existir!
Por empresas y gobiernos, corruptos yo
sé que si
Otra vez te veo la cara… Maldito FMI
Te vemos agazapado Maldito FMI
Berlín, Berlín, Berlín… No te escondas más ahí
Maldito FMI Sabemos que estás ahí
Con tus garfios preparados, Para matarnos al fin.
Por culpa de unos traidores Y de un gaturro cipayo
Hemos caído de vuelta En el fondo monetario.
Ya fuiste! FMI, Tómatela, de aquí!
Te lo dice ya mi pueblo, aunque no
quieras oír
Che, maldito FMI, te lo voy a repetir
Ya fuiste! te dice mi pueblo… Ya fuiste
FUCKIN’ FMI!!!
Ya Fuiste FMI, te lo decimos así!
Cuando el pueblo se cabrea… mejor que
rajes de aquí!!!
NRO. 12 “FRANCAMENTE, NO…”
Al fondo decimos que no!!! CHACARERA
“Francamente
no! No queremos este acuerdo
Que ponga a nuestro
pueblo, de nuevo la soga al cuello.
Mientras unos pasean
banalidades,
Mi pueblo padeciendo ajuste,
represión y calamidades,
Tristezas y
soledades.
Francamente no, al
fondo le decimos que no!
Que no queremos
mentiras, que no!
Que no queremos
acuerdo, que no!
Que no queremos más
dependencia y sumisión.
Y no se trata de
ideología, sino de sentido común.
Y ahora escuchen esta
chacarera, de corazón.”
Yo soy peronista, de Rodolfo Walsh
Y por eso al fondo, le digo que no!
Por la Patria y por el pueblo, grito liberación!
Si sos radical, de Irigoyen o Alfonsín
No podes decirle al fondo que sí!
Donde están las convicciones, y donde el porvenir?
Somos de las bases del pueblo argentino,
Y vamos al frente, por nuestro destino.
Por la Patria soberana, jamás nunca me achico!
Francamente pueblo,
podemos hacerlo
Plantarnos de frente,
pa’ decirlo siempre
Que no, no estamos de
acuerdo
Con lo que ellos
pretenden.
“Quiero convocarte mi pueblo querido
Pueblo compañero,
pueblo tan sufrido
A que luchemos unidos
y unidas cara al sol!”
Oye este mensaje, de
amor y esperanza
Por nuestra bandera, que en Malvinas brama,
Por el Pueblo y por la Patria, al fondo le digo NO!
La lucha es espejo, de todos los sueños
Son los gobernantes, un débil reflejo
Crisis y contradicciones, traerán los nuevos
tiempos
Pueblo, que ya viste, lo que nos pasó
Caímos al fondo, que lo re parió!
Por mi Patria soberana, al fondo digo no!
No hay otra salida, que salir del fondo
La unidad del pueblo, garantiza hoy
Que en un futuro cercano, no haya otro ajuste, no!
Francamente no! No
quiero este acuerdo
A costa del pueblo y
su sufrimiento
Por eso en la
chacarera, al fondo grito, no!
NRO.13 Se va acercando el FINAL
ACUERDO = HAMBRE DEL
PUEBLO
“Atención, atención!!! Auspicia esta entrega con el Fondo Macabro
Internacionale…
El gato con votos. MAGNETO y CIA. Que quilombo!
Su atención, por favor! El proyecto de patria, soberano, Desde este
instante ha sido abortado.
Así es la milonga, hermanas y hermanos, Si ahora no luchamos, mañana
lloraremos como en un tango. Qué duda cabe? Se va acercando el final. El final se va acercando.
Ha llegado el número 13 de la Cantata,
y dicen que el 13 es yeta! Será verdad?
Yo digo que vos, FMI y Tío SAM. Son la yeta! Y se los digo en la jeta.
Yeta y yuta, que te mata, sin
preguntar.
Y vos, si todavía no lo cachaste, te lo
canto y te lo bato en buen lunfardo: Malevaje monetario.
A ver si al escucharlo, no creo que quieran
bailarlo, cazan un poco la onda de mi pueblo que es libre y soberano. Ya
fuiste… fondo monetario!”
Mientras los cipayos le dicen hello! Ellos le contestan… Good bye!
Y se sienten del primer mundo, Aunque
sea un poquito nomás.
Go home, FMI!!! No se animan nunca a gritar. Maldito
FMI, Fuerza Maquiavélica Inmoral
Forzosa Muerte Indecente… Fabrica Mundial de Indigentes!
El Acuerdo, es igual a
hambre del pueblo.
Prefiero equivocarme,
Luchando contra sabuesos,
A tener razón y
darle, La espalda a lo que está sucediendo.
Lo dijimos una y mil
veces, y lo repetiremos, si es que hace falta…
No queremos ningún
acuerdo, a costa de nuestro pueblo.
Porque firmar no cuesta
nada, solo sangre, sudor y lágrimas.
Y si veo a alguno que insiste por ahí,
Porque a un gringo voraz quiere hacer
feliz,
Lo digo también así: GO HOME, FUCKIN’
FMI!
Tal vez, en el idioma colonialista de
guantes blancos:
Puedan masticarlo un poco mejor y no
sean tan mufa como son!
GO HOME FMI! GO HOME,
cipayos!
Ustedes son iguales o
peores que el famoso gato.
Tan solo unos pato ñato,
pato criollos, ya doctorados,
Peores que un gol en
contra en la final de un mundial.
GO HOME, antipatria y
Antipueblo soberano
GO HOME Capitalistas
neoliberales,
Son como una patada, ya
saben dónde!
Y no hablo de atriqui,
que se lo tienen bien gana ‘o.
GO HOME FMI, ocho
cuarenta del mundo
Ojala se pianten de una
vez!
A ver, si en lunfardo me
lo entienden!
Ustedes son la mishiadura
al por mayor.
NRO.14
MALEVAJE MONETARIO
Yo No TE FIRMO este
acuerdo ni borracho!
TANGO
“Y ha llegado el 14. El
14 en la quiniela, ya sabemos, es el borracho
Y aunque no me gusta
la timba financiera,
Te lo vamos
adelantando…
Este acuerdo no hay
que firmarlo, ni borrachos.
Aunque nos apriete
por lo bajo, el malevaje monetario.”
Decime Alberto Fernández, por qué es que haz
cambia’ o, no se más quien sos!
El malevaje monetario, la sabiola te cambió,
Si ahora, con todo respeto, cual perrito faldero,
tapas el agujero que el gato causó!
Oíme, che Alberto Fernández, así en confidencia,
batí que paso?
Decinos ya! Che,
Alberto Fernández
Sin chamuyar, que es
lo que pasó?
Si hasta el mismísimo
compañero Máximo,
Con su renuncia lo
manifestó!
De esta manera con el
fondo, no!
Caiga quien caiga,
gritamos Go home!
Si con el pueblo no
existe un acuerdo,
Todo se derrumba en
nuestra nación!
Oíme, che, fondo monetario, No te hagas más el
otario Y tómatela de acá!
Mi pueblo no aceptará, un acuerdo fraudulento
Si vos querés manyarnos el vento
Y a eso le llamas acuerdo, te juro no pasará!
Oíme, che, fondo monetario, No te hagas más el
otario Y tómatela de acá!
Go home! Go home, che
FMI
Go home! Go home!
Rajá ya de aquí!
Porque mi pueblo no
puede vivir
Con la soga al
cuello, che FMI
Go home! Go home!
Cipayos también
Y aunque mi pueblo ya
no pueda creer
Que haya tantos
traidores, así por doquier
Go home! Go home!
Andá a cantarle a Gardel.
FIN?
Exámenes que Máximo no quiere dar
© cedoc
La
renuncia de Máximo a presidir el bloque de diputados del Frente de Todos para
no conducir el debate y posible aprobación del acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional puede ser contextualizada dentro de otras renuncias que ha tenido
en su vida frente a situaciones en las que ha podido sentirse bajo presión.
Cuesta
entender que el heredero de dos presidentes con vocación de hacer una carrera
política propia haya rehusado a sumar el conocimiento que brinda una carrera
universitaria. La interpretación que se dio hace un lustro con mayor énfasis en
los medios críticos era que se trataba de un joven vago que se pasaba horas
jugando en la PlayStation. Su posterior actuación pública deconstruyó esa
imagen, demostrando que no se trata de alguien indolente, frívolo o solo
inclinado a lo lúdico, quedando demostrados sus esfuerzos por asumir una
actitud de compromiso. Y su renuncia ahora a conducir el bloque de diputados
puede asociarse a su renuncia a la universidad: el terror a dar examen y salir
reprobado o no suficientemente aprobado.
No
exponerse al aplazo en una universidad o en un reportaje denota miedo
escénico
Es
habitual que políticos actuales hayan forjado su vocación en un hogar donde
alguno de sus padres tuviera alguna actuación en el campo de lo público.
Aristóteles titula su primer libro de La Política: Comunidad política y
comunidad familiar, porque en la polis griega la división entre lo público y lo
privado prácticamente no existía. Su holístico concepto de “vida buena” del
ciudadano interrelacionaba la vida pública y la privada. Para Aristóteles, la
ética desemboca en la política.
Dentro de
la familia se produce la primera transmisión de valores sociales. Los
descubrimientos en el siglo XIX de Gregor Mendel, el padre de la genética, son
a la biología equivalentes a los de Newton a la física, y se habla de genética
mendeliana para explicar el proceso de transmisión entre progenitores y su
descendencia. Sin la precisión de la biología en las ciencias sociales, hay
decenas de estudios que confirman el modelo de identificación partidaria
intrafamiliar. El Center for Political Studies de la Universidad de Michigan lo
demostraba para la afiliación entre republicanos y demócratas en los Estados
Unidos del siglo pasado. El sociólogo norteamericano Talcott Parsons, autor de
la Teoría de la Acción Social, atribuía a la familia la función de latencia
sistémica en la transmisión de lealtades partidarias y la general continuidad
ideológica entre padres e hijos. La mayoría de las personas empatiza con una
afinidad ideológica antes de haber podido desarrollar un conocimiento sobre la
política y los sectores políticos en pugna.
Esas
lealtades partidarias son transmitidas en mayor proporción en hogares más
politizados y explican en alguna medida la persistencia intergeneracional en
los electorados.
A
diferencia de los estudios realizados en Estados Unidos; en Europa, donde el
sistema no es bipartidario sino que, por su condición de parlamentario, son
muchos los partidos y van cambiando de nombre con los años tras fusiones y
desmembramientos, las afinidades ideológicas familiares, más que a un partido
concreto, se ordenan en preferencias hacia grandes espacios políticos de
derecha o izquierda. Pero también en Europa son minoritarios los casos en que
los hijos se identifican con una corriente política distinta a la de sus padres
y, como lo demuestran los datos empíricos, hay un alto grado de coincidencias
intergeneracionales.
Es
comprensible entonces que Máximo Kirchner haya vivido su infancia en el marco
de un mandato político incluso más allá de su original voluntad. Y que los
deseos de su padre, y luego más aun de su madre, de encontrar en él un
continuador de su legado resultaran una misión imposible de rechazar,
independientemente de su propia vocación. Y pudiera no ser su propio deseo
haciendo, como sucede en tantos casos, que el inconsciente boicotee lo que
exterioriza el consciente.
La
elección del nombre de un presidente fallido, como Héctor J. Cámpora, para
bautizar su agrupación y la de no incorporar los conocimientos que brinda una
carrera universitaria podrían ser síntomas de la impotencia rebelde de quien no
se siente cómodo con la misión que le encomiendan.
Son innumerables
los ejemplos de políticos que son herederos de una tradición familiar. Por
ejemplo, hijos de sindicalistas que fueron electos por el voto popular para
administrar territorios. Pero en las últimas décadas la enorme mayoría sintió
la necesidad de pasar por la universidad, aprovechando la oportunidad que le
brindaba su familia.
Una de
las diferencias entre el autodidactismo y el conocimiento sistemático de los
saberes universitarios reside en que, para estos últimos, hay que dar exámenes
y enfrentar la lógica contingencia de ser reprobado en algunas áreas del
conocimiento o calificado mediocremente en aquellas las que se espera mucho
más. Eso pudo haberlo inhibido de acceder a esta forma de desarrollo cognitivo.
Una eventual inhibición, miedo escénico, pudo haber sido aquello que lo hizo
renunciar a seguir presidiendo la banca de Diputados del Frente de Todos. Al
igual que no pudo digerir la derrota en la aprobación del Presupuesto y, en
lugar de aceptar la generación de una nueva oportunidad para su posible
aprobación pasándolo a comisión, prefirió renunciar a tenerlo de esa manera.
Renunciar
al bloque puede tener la misma explicación que dinamitar el Presupuesto
Es
habitual en los analistas asignar intencionalidad a las acciones de los
políticos: lo que hacen persigue maximizar su aparente deseo. Menos veces se lo
atribuye al error, habitual en personas competentes que se equivocan por no
querer de verdad lo que desean. Se sostiene que Máximo decidió renunciar a la
presidencia de su bloque para preservar a La Cámpora hacia 2027, imaginando que
en 2023 el Frente de Todos enfrenta significativas posibilidades de derrota.
Otra posibilidad es que La Cámpora tenga cómo líder a quien no tiene los
atributos necesarios para cumplir su designio de éxito político y se vaya
insignificando en la media en que sus progenitores vayan perdiendo influencia.
Otro
ejemplo del mismo tipo de inhibición de Máximo Kirchner se expresa en no
aceptar exponerse al examen que significa ser entrevistado en los medios de
comunicación.
Un líder
que no está dispuesto a dar exámenes tendrá muchas dificultades para conducir.
Fernando Rosso
© Proporcionado por
eldiario.es El apoyo de Máximo Kirchner al acuerdo con el Fondo Monetario
Las conclusiones de los análisis políticos pueden
ser muy diferentes si la cuestión se evalúa en función de los resultados y no
sólo por los discursos.
Marx dice en algún lugar que, contrariamente a lo
que ocurría en su tiempo con la filosofía alemana que descendía del cielo sobre
la tierra, había que ascender de la tierra al cielo. Es decir, no partir de lo
que los hombres dicen, se representan o se imaginan para llegar, arrancando de
aquí, al hombre de carne y hueso; hay que partir del hombre que
realmente actúa.
Intentar recuperar hoy ese método es toda una
herejía para estos tiempos.
Medida con estos parámetros metodológicos, la
renuncia del Máximo Kirchner a la jefatura del bloque oficialista en la Cámara
de Diputados no necesariamente opera como una oposición al acuerdo del Gobierno
con el Fondo Monetario Internacional.
En primer lugar, porque el líder de La
Cámpora manifestó que tenía discrepancias (con lo que se terminó
acordando en las negociaciones) desde antes de la rúbrica del
pacto. Sin embargo, la crítica y la renuncia acontecieron después.
Esperó con disciplina espartana que tenga lugar el anuncio público del
entendimiento y luego salió a separarse políticamente. Fue un apoyo
crítico con delay: mientras se sellaba el acuerdo que puede comprometer al país
por varias décadas mantuvo el silencio y la crítica llegó en diferido.
En segundo lugar, porque la primera disposición que
emitió hacia los diputados y diputadas que le responden o que forman parte de
su corriente política no fue que voten en contra, al contrario, están
barajando una delicada administración de las abstenciones que sólo puede tener
un objetivo: no obstaculizar la aprobación del entendimiento en el Congreso.
Ese fue el sentido del pedido que hizo en una reunión con sus legisladores para
que no se dejen “porotear”, entre otras cosas (como relató la periodista Noelia
Barral Grigera en la última entrega de su newsletter En contexto)
porque “negarse al ‘poroteo’ implica también dejar abierta la chance de que
alguno de esos 30 finalmente apoye el acuerdo. La oportunidad más nítida que
tiene hoy Germán Martínez, flamante presidente del bloque oficialista en
Diputados, de conseguir dar vuelta a los abstencionistas aparece entre los ocho
diputados de extracción sindical. Algunos consideran que hay que apoyar el
acuerdo con el Fondo, como Sergio Palazzo, que ya dijo que ‘es un acuerdo
para acompañar, siempre y cuando esa premisa (que no haya ajuste) esté
contemplada’.”
En tercer lugar, porque una oposición realmente
vigorosa al FMI demandaría el impulso a un proceso de movilización
nacional con la capacidad de contrapesar el poderío demencial del capital
financiero internacional comandado por el organismo. Una perspectiva que,
evidentemente, no está en su horizonte.
Su acción evaluada estrictamente desde el punto de
vista de las consecuencias políticas inmediatas, tuvo las características de un
apoyo crítico, con una crítica hecha sobre los hechos consumados, cuando la
cuestión ya se tornó —en gran parte— abstracta. Fue una separación o
delimitación política, pero en el sentido estrictamente electoral del término.
Un posicionamiento pensado más en función de las necesidades y las perspectivas
de su corriente hacia el futuro antes que para modificar los lineamientos
políticos del presente.
Por último, aunque no menos importante, si
su posicionamiento no se expresa ni como oposición abierta ni como votos en
contra ni como ruptura frente un tema tan nodal como el compromiso de un
co-gobierno con FMI —de mínima— por más que una década, en los hechos opera
como un mecanismo de contención. Es decir, como el intento de contener
fugas en el cada vez más amplio espectro de personas referenciadas en el Frente
de Todos que están descontentas o disconformes con un acuerdo que, más allá de
la narrativa del Gobierno, implicará un ajuste sobre el ajuste. Porque como
bien recuerda el sociólogo Juan Carlos Torre en su —ahora taquillero—
libro Diario de una temporada en el quinto piso, quien va a golpear
las puertas del FMI siempre vuelve con un programa de austeridad abajo del
brazo.
Nunca están descartados los errores de cálculo o
las movidas que pueden salir mal, pero conjugando todos estos elementos y
despejando el humo que siempre rodea al “periodismo de guerra” o a la
grieta, la renuncia y el movimiento táctico de Máximo Kirchner es —en
los hechos— funcional a los objetivos buscados por el Gobierno, aunque
superficialmente parezca todo lo contrario.
Argentina. Renunció Máximo Kirchner: Por el acuerdo con el FMI se ahonda la crisis en el Frente de Todos /El presidente asegura que Cristina no acompaña la decisión de su hijo
Resumen Latinoamericano, 31 de enero de 2022.
COMUNICADO DE LA PRESIDENCIA DEL BLOQUE
DE DIPUTADOS DEL FRENTE DE TODOS.
Lunes, 31 de enero de 2022.
Bloque de diputados y diputadas nacionales
He tomado la decisión de no continuar a cargo de la presidencia del Bloque de Diputados del
Frente de Todos. Esta decisión nace de no compartir la estrategia utilizada y mucho menos los
resultados obtenidos en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), llevada adelante exclusivamente por el gabinete económico y el grupo negociador que responde y cuenta con la absoluta confianza del Presidente de la Nación, a quien nunca dejé de decirle mi visión para no llegar a este resultado.
Permaneceré dentro del bloque para facilitar la tarea del Presidente y su entorno. Es mejor dar un paso al costado para que, de esa manera, él pueda elegir a alguien que crea en este programa del Fondo Monetario Internacional, no sólo en lo inmediato sino también mirando más allá del 10 de diciembre del 2023.
Desde el día en que, en el año 2018, Mauricio Macri trajo de regreso a la Argentina al FMI, a
quien Néstor Kirchner a través de la cancelación histórica de una deuda de 9.800 millones de dólares, lograra desterrar de nuestro país por ser el detonante clave en cada crisis económica desde la vuelta de la democracia y cuyo símbolo más elocuente fue la crisis del año 2001, sabíamos que este sería el problema más grande para nuestro país. Sobre todo por la magnitud y excepcionalidad del préstamo que alcanzara los 57.000 millones de dólares (casi 6 veces el monto cancelado en el año 2005) y del cual se desembolsaron 44.500 millones de dólares en sólo un año, perdonando además, todos y cada uno de los incumplimientos del Gobierno de Macri y violando su propio Estatuto constitutivo. Macri tenía que ganar la elección.
No aspiro a una solución mágica, sólo a una solución racional. Para algunos, señalar y proponer
corregir los errores y abusos del FMI que nunca perjudican al Organismo y su burocracia, es una irresponsabilidad. Para mí lo irracional e inhumano, es no hacerlo. Al fin y al cabo, el FMI demuestra que lo importante no son las razones ya que sólo se trata de fuerza. Quizás su nombre debiera ser Fuerza Monetaria Internacional. Y como veo que siempre se interesan por los gastos, podrían ahorrar en economistas caros ya que para hacer lo que hacen sólo basta con gente que sepa apretar prometiendo el infierno si no se hace lo que ellos quieren.
Y si algunos dudan de mi nivel de pragmatismo les recuerdo que como Jefe de Bloque acompañé la sanción de la Ley que aprobó la reestructuración de la deuda privada en moneda extranjera, sin quita de capital pero con quita de intereses, realizada por el Gobierno en el año
2020, a pesar de estar en profundo desacuerdo con algunos de sus artículos. Comprendí el contexto y arreciaba la pandemia.
Dejé los prejuicios de lado y también los agravios recibidos para conformar el Frente de Todos, no así las convicciones. No lamento haber brindado un trato que no fue recíproco. Entendí desde el momento en que CFK nos dio la instrucción de construir el Frente de Todos que lo sucedido hasta su conformación no podía obturar lo que vendría. Lamentablemente fui uno de los pocos que actuó de esa manera.
Sería más que incorrecto aferrarse a la Presidencia del Bloque cuando no se puede acompañar un proyecto de una centralidad tan decisiva en términos del presente y los años que vendrán.
Algunos se preguntaran qué opción ofrezco. En principio, llamar a las cosas por su nombre: no hablar de una dura negociación cuando no lo fue, y mucho menos hablar de “beneficios”. La realidad es dura. Vi al presidente Kirchner quemar su vida en este tipo de situaciones.
En la cena de fin de año, realizada en la Quinta de Olivos, cada uno de los integrantes del bloque, así como el Presidente de la Nación, me pudieron escuchar cuando aseguré que cualquiera de mis compañeros y compañeras podía hacerse cargo de mi lugar.
Asimismo, ningún Diputado ni Diputada de nuestro bloque recibió una instrucción para expresarse en contra de la imposición del Fondo. Es cierto también, que no recibieron una instrucción para hacerlo en su favor. Y es por ello mismo que decido liberar al
Presidente para que no se sienta “presionado”, como tantas otras veces ha hecho trascender su entorno. ¿Presionar? No. Eso lo hace el Fondo Monetario Internacional.
Agradezco a cada compañero y compañera el trabajo realizado: la Ley de Fuego, el
Aporte Solidario y extraordinario, Etiquetado Frontal, Ley de Cupo Trans, Ley de Tele-Trabajo, la Ley de Zona Fría, Ley de personas en situación de calle, fondo PREIMBA, Equidad en
Medios y otras tantas que buscaron cumplir en parte demandas y necesidades de nuestros ciudadanos y ciudadanas. Muchas de ellas en acuerdo con diferentes bloques y otras no, como es lógico en democracia. Y otras, como fue recientemente en Bienes
Personales, de vital importancia para el Gobierno, que se logró por el trabajo de acuerdos realizado en la Cámara de Diputados.
Seguiré trabajando, como lo hice hasta ahora, con una agenda que incluya leyes como Humedales, Producción de Cannabis Medicinal y Cáñamo Industrial, Acceso a la Tierra,
Envases, Fomento al Desarrollo agro-industrial Federal e Inclusivo y Promoción de la
Industria Automotriz.
Agradezco también a los Presidentes de los demás Bloques, con quienes hemos discutido fuerte pero siempre sin faltarnos el respeto y de quienes también aprendí mucho. Entre otras cosas, el lamentarse por no haber levantado su voz cuando no estaban de acuerdo en temas de extrema centralidad promovidos por su propio Gobierno.
Por comprensión histórica, por mandato popular y por decisión política, mi postura no busca señalar a quienes acompañan de manera crítica o directamente festejan, como he leído. Ojalá todo salga en los próximos años como el sistema político, económico y mediático argentino promete y mis palabras sean las de alguien que en base a la experiencia histórica solo se equivocó y no hizo otra cosa que dejar un lugar para seguir ayudando. No busco estar a la izquierda, ni mucho menos a la derecha de nadie, categorías que ya no alcanzan para explicar la realidad.
Abrazo muy fuerte a todos mis compañeras y compañeras, y a cada argentino y argentina, con quienes, voten como voten, compartimos el mismo suelo y la misma bandera.
Alberto Fernández aseguró que Cristina Kirchner no comparte la decisión de Máximo de renunciar
El Presidente reveló que Máximo Kirchner lo llamó esta tarde para anticiparle su renuncia y que en esa charla le dijo que su madre, Cristina Kirchner, no compartía la decisión que le estaba comunicando. También que él no se iría del Frente de Todos y que «prefería volver al llano para expresar mejor sus puntos de vista»
El presidente Alberto Fernández aseguró que la vicepresidenta Cristina Kirchner no está de acuerdo con la decisión de su hijo de renunciar a la presidencia del Bloque de Diputados del Frente de Todos. «Me lo dijo el propio Máximo cuando me llamó esta tarde para contarme su decisión», dijo el Presidente.
«El miércoles pasado Máximo me contó sus diferencias con la negociación con el FMI y esta tarde me llámó para anticiparme su renuncia. Traté de convencerlo de que no lo haga pero me dijo que estaba convencido de que eso era lo mejor, así que no tenía sentido impedirlo», relató Fernández.
Según afirmó el Presidente en su diálogo con C5N, el diputado le dijo que no abandonaría el Frente de Todos y que prefería volver al llano para expresar mejor sus puntos de vista.
También contó que viene conversando con Cristina Kirchner sobre la negociación y que ella manifestó diferencia y matices, pero «en algún momento hay que tomar la decisión y es mi responsabilidad hacerlo».
Fernández defendió el acuerdo realizado con el FMI asegurando que «no había ninguna alternativa, el default no lo es».
«Estoy convencido de que este es el mejor acuerdo que se podía lograr con el FMI», aseguró Fernández, que destacó que entre otras cosas despeja su viaje a China y Rusia, donde le exigían tener cerrado un acuerdo para avanzar con los proyectos de inversión que se están negociando.
Sin Alberto, el kirchnerismo marchó a Plaza de Mayo y pidió no pagar la deuda al FMI
En medio de las diferencias dentro del Frente de Todos sobre si movilizar o no por el Día de la Lealtad, finalmente el kirchnerismo se congregó en Plaza de Mayo y arengó en contra del pago de la deuda al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Desde temprano, militantes y dirigentes de agrupaciones afines al kirchnerismo empezaron a llegar a la plaza. En los días previos hubo fuertes diferencias entre las distintas facciones del gobierno sobre cómo conmemorar una de las fechas más importantes del calendario peronista.
Hebe de Bonafini pronunció el discurso más crítico contra Alberto Fernández que se quedó en su residencia de Olivos. La titular de Madres de Plaza de Mayo criticó al Presidente por sus reuniones con empresarios y por la negociación con el FMI. "Todos los que estamos acá somos parte del pueblo que lo votó, y lo va a seguir votando si se comporta como debe", lo condicionó.
El kirchnerismo logra que Alberto se sume a la convocatoria a Plaza de Mayo
"Señor Presidente, más de la mitad de los argentinos estamos bajo la línea de la pobreza. ¿Y usted con qué quiere pagar la deuda?", le preguntó a Fernández, frente a la Casa Rosada.
La dirigente sostuvo que "este acto es el inicio de una lucha hasta que consigamos no pagar la deuda". Y agregó: "Hoy empezamos. Que lo sepa el Presidente". "Nos da mucha tristeza porque usted siempre se junta con los ricos, con IDEA, con los grandes empresarios, pero a nosotros no nos escucha ni nos mira", agregó.
En esa línea se expresaron exponentes del kirchnerismo como el intendente de Ensenada, Mario Secco; el sindicalista Roberto Baradel y Amado Boudou, ex ministro de Economía que hizo uso de su libertad condicional para acercarse al acto por los 76 de la lealtad peronista.
La línea discursiva siguió al discurso que el sábado Cristina Kirchner planteó en un encuentro con jóvenes de La Cámpora en la ex Esma. La vicepresidenta dijo que el rechazó a la intromisión del FMI en el manejo de la política económica es una de las premisas del peronismo.
"Perón no permitió nunca entrar al FMI y Néstor a los dos años de asumir les pagó todo y ‘Chau, buenas noches', para que la política de Argentina se decidiera en elecciones libres y democrática", resumió.
El kirchnerismo logra que Alberto se sume a la convocatoria a Plaza de Mayo
Del acto participaron algunos ministros cercanos a Alberto como Gabriel Katopodis (Obras Públicas). También se lo vio a Daniel Filmus (Ciencia, Tecnología e Innovación), al ex ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo; y al primer candidato a diputado nacional porteño del Frente de Todos, Leandro Santoro.
En tanto, Axel Kicillof asistió a la plaza con varios ministros. El jefe de Gabinete bonaerense marcó presencia encabezando la columna del Partido Justicialista de Lomas de Zamora. "Venimos a recordar una fecha en que las y los trabajadores de nuestra Patria dieron luz al movimiento más grande de Occidente, que transformó la Argentina e hizo que nuestros compatriotas vivan con dignidad", dijo Insaurralde.
Durante la semana dentro del gobierno hubo posturas cruzadas respecto de si movilizar o no. Alberto y su jefe de Gabinete, Luis Manzur, decidieron no avanzar con una convocatoria. Sin embargo, las bases empezaron a meter presión y algunos referentes kirchneristas salieron a afirmar que movilizarían de todos modos.
Primero fue el líder de La Cámpora, Andrés Larroque, quien avisó que se sumaría a la movilización. Es que como había adelantado LPO, en la semana habían aparecido convocatorias por redes sociales, de organizaciones o figuras como Artemio López para llamar a una marcha el domingo 17 de octubre.
Máximo Kirchner acaba de renunciar a la presidencia del bloque en Diputados del
Frente de Todos. Es un elemento de crisis política en el oficialismo debido al anuncio de un acuerdo con el fondo que es un escándalo: impone un ajuste fiscal brutal y transforma al país en un virreinato afectando su soberanía.
Sin embargo, Máximo da un paso al costado y no llama a ninguna acción práctica cuando aún el acuerdo con el fondo siquiera está fIrmado y mucho menos refrendado en el Congreso Nacional.
Claro que la solución y el rechazo al mismo no saldrá de él porque hay mayoría entre el Albertismo y Juntos por el Cambio para votarlo a favor.
Por eso llamamos a Máximo Kirchner, a Lozano y a todos los sectores kirchneristas críticos del acuerdo a que pasen de las palabras a los hechos: ¡Hay que tomar las calles junto a la izquierda en repudio a este plan de saqueó brutal para derrotarlo, romper con el FMI e imponer desde abajo una salida en favor de las y los trabajadores!
#NoAlFMI #NoAlPagoDeLaDeudaExterna #NoAlPagoDeLaDeuda
500 mil hectáreas en el Delta del Paraná se quemaron solo el año pasado. Aun así, el gobierno dejó caer la ley de #humedales y da vía libre al agronegocio para saquear nuestros ecosistemas, ponen en riesgo todo para pagar la ilegítima deuda externa.
Argentina. Firmenich: La falsa opción sobre el acuerdo con el FMI y el verdadero dilema nacional
Por Mario Eduardo Firmenich, Resumen Latinoamericano, 2 de febrero de 2022.
1) La discusión superficial y engañosa sobre el drama del acuerdo con el FMI
El gobierno nacional anunció un acuerdo con el FMI que nadie ha leído porque aun no está
escrito. Algunos se apresuran a decir que fue “el mejor acuerdo con el FMI jamás firmado”, que “no
exige ningún ajuste”, que “gracias al acuerdo Argentina se salvó de la catástrofe”. Son frases
ingenuas, porque no existen los acuerdos de facilidades extendidas con el FMI sin ajuste.
El falso dilema que plantea este debate superficial es: ¿“Nos suicidamos con el balazo del
default o preferimos la enfermedad terminal del acuerdo con el FMI?
Los argumentos de que no hay alternativas ya se usaron para justificar las privatizaciones del
menemismo: “No se puede hacer ninguna otra cosa”, “la relación de fuerzas no nos favorece”, “con
los niveles de conciencia actuales del pueblo no se puede hacer nada”. Vale recordar la reflexión del
General San Martín: “al enemigo siempre se lo ve más grande estando de rodillas”.
Se ha creado otro argumento: “hay que aguantarse hasta que Lula gane las próximas
elecciones de Brasil”. El sueño de esa salvación mágica se basa en la creencia que América Latina
está volviendo a la época de los gobiernos progresistas de principios del Siglo XXI. Pero la realidad
global actual no es igual a la primera década del siglo.
Estamos en la crisis de la globalización neoliberal en medio de la tercera guerra mundial
(que es “diferente”, se consuelan algunos, pero guerra mundial al fin). Hoy China y Estados Unidos
no son los socios comerciales que generaron la gran demanda de materias primas a comienzos del
Siglo XXI. A eso se agrega el impacto de la pandemia (cualquiera sea su origen) en el comercio
mundial, incluyendo la desarticulación de las redes logisticas necesarias para el comercio.
La Rusia actual es la antítesis de la Rusia de Yeltsin queriendo ser amigo de la OTAN.
En América Latina, la realidad actual de Venezuela no es la Venezuela petrolera de Chávez
financiando a los gobiernos aliados del continente. El gobierno de López Obrador en México parece
más cerca de querer terminar su mandato del mejor modo posible que de concretar la ambiciosa
“Cuarta gran transformación”. Los problemas que aquejan al gobierno de Arce en Bolivia no se
parecen a la bonanza económica de hace 15 años. El acoso al gobierno izquierdista de Castillo en
Perú no le permite ni siquiera tener un gabinete ministerial. La fuerza polìtica de Correa en Ecuador
ni siquiera ganó las elecciones, lo mismo que el Frente Amplio en Uruguay. Y la realidad Argentina
de hoy no refleja la esperanza de “volveremos para ser mejores”. ¿No sería más realista pensar que
un eventual nuevo gobierno de Lula podría parecerse a estas nuevas realidades de los gobiernos
progresistas y que no tendrá ningún poder para resolver la deuda argentina con el FMI?
Los “progresismos” socialdemócratas en América Latina son inviables en el contexto actual.
Justificar el acuerdo con el FMI con la estrategia de esperar la llegada de los nuevos años
dorados del progresismo latinoamericano es una inegnuidad, o una ignoracia o un acto de mala fe.
2) El verdadero problema político nacional
El verdadero dilema argentino no es “suicidarse ya o agonizar durante un tiempo”. Es
inadmisible que dirigentes políticos populares nos propongan semejante falsa opción.
El dilema real, en que no podemos elegir, es desarrollarnos sustentablemente con un
Proyecto Nacional basado en un nuevo Contrato Social o morir como Nación soberana.
Las excusas para ofrecernos como “menos mala” la muerte lenta, referidas a “la relación de
fuerzas” o “la falta de conciencia en el pueblo”, son expresiones de una política que lleva ya casi 40
años de democracia fallida. La relación de fuerzas y la conciencia militante del movimiento popular
no son frutos de la naturaleza, sino que son el producto de la conducta política de los dirigentes.
La militancia polìtica debe admitir autocríticamente que el saldo de cuatro décadas de una
democracia fallida ha sido la destrucción de las fuerzas del pueblo y la generación de la apatía
política y el descreimiento popular hacia “la clase política”, que es vista como unos individuos
corruptos que van a los cargos públicos para enriquecerse ilegalmente, acompañados por otros
individuos incapaces que llenan cargos para cobrar sueldazos por lo que no saben hacer.
Es una falsa opción decir que “si rechazamos el acuerdo con el FMI nos caerá una
catástrofe” y que “si aceptamos el menos malo de los acuerdos, sufriremos pero nos salvamos”.
La grave realidad es que será tan catastrófico el mero default sin proyecto alternativo
como la firma del vasallaje matando el proyecto de una nación soberana.
El acuerdo negociado por el gobierno implica someternos a la voluntad del capital financiero
internacional, gestionada por el FMI instalado en nuestros ministerios ¡DURANTE 10 AÑOS!
Es un plan con la exigencia de cumplir objetivos fiscales-monetarios-de reservasantiinflacionarios-
etc, con un enfoque neoliberal que hará imposible cualquier estrategia de
desarrollo. Un plan que nos impondrá un examen cada tres meses con la espada de Damocles de
hundirnos en el default si no cumplimos los objetivos trimestrales del ajuste.
Es un plan de austeridad para transferir capitales al exterior, durante 10 años, sin estrategia
económica nacional (pero con un insultante “gasto social” para financiar ollas populares), que
implica perder definitivamente el tren del desarrollo de la era digital-cuántica-espacial.
Lo que ocurrirá es que mientras algunas potencias darán un salto tecnológico descomunal (si
no se autodestruyen con la tercera guerra mundial), el establishment de la globalización seguirá
imponiendo sus planes genocidas para reducir la población del mundo en 3.500 millones de
personas, eliminando a los pueblos subdesarrrollados del sur … y es exactamente allí donde
quedaremos hundidos el 80% de los argentinos.
Nuestra opción no es elegir entre la muerte súbita y la muerte en cuotas. Nuestra opción es
no morir como Nación ni morir como pueblo de hambre y enfermedades crónicas del subdesarrollo.
Nuesto problema político es que casi 40 años de democracia liberal han sido inútiles
para desmontar la trampa económica perversa de Videla y Martínez de Hoz.
¿Porqué sigue vigente la Ley de Entidades Financieras de Martínez de Hoz? ¿Porqué no se
revirtió el desmantelamiento de Industrias Mecánicas del Estado a favor de Ford? ¿Porque no
tenemos nuestro Banco Nacional de Desarrollo? ¿Porqué el Banco Hipotecario Nacional dejó de
financiar casitas para trabajadores para financiar departamentos de lujo y countries? ¿Porqué no se
recuperó la soberanía de gestión sobre los puertos y las aguas del Río Paraná y del Río de la Plata?
¿Porqué no tenemos otra vez una flota mercante nacional?
Porque la clase política no se animó a desmontar el modelo económico de la dictadura.
¿Cuál era la relación de fuerzas el 7 de julio de 1816 antes de declarar la independencia y
cruzar los Andes con un ejército armado a voluntad? Sin embago nos independizamos junto con
todo el continente y acabamos con “el imperio donde nunca se pone el sol”.
¿Cuál era la relación de fuerzas el 15 de octubre de 1945, con Estados Unidos como
potencia emergente y el coronel Perón preso? Sin embargo nació el movimiento popular y el
gobierno que industrializó al país e introdujo la justicia social con una revolución política soberana.
¿Cuál era la relación de fuerzas el 27 de mayo de 1969 con la dictadura de Onganía
entronizada para 30 años más y con el respaldo del vandorismo como bomberos que apagarían los
incendios sociales? Sin embargo se desató una ola revolucionaria que acabó para siempre con la
seudodemocracia proscriptiva y con el Partido Militar como representación política de la oligarquía.
Las transformaciones estructurales que se tornan imprescindibles como condición de
supervivencia nacional y social nunca son fruto del posibilismo, sino de decisiones heroicas.
La democracia fallida defiende “los derechos humanos” contra la dictadura, pero es
cómplice de la subsistencia del proyecto económico y social de Martínez de Hoz. No casualmente
se reivindica a las víctimas de la dictadura con la vigencia de la “teoría de los dos demonios”.
La trampa económica de Videla y Martínez de Hoz sigue vigente con leyes y políticas
públicas de la dicrtadura. Es la trampa de la entrega de la soberanía financiera a los bancos privados
extranjeros y de la exclusión social crónica y creciente de millones de argentinos. Es la trampa de la
precarización laboral permanente de la mitad del país; la trampa de “la plata dulce” con el dólar
barato como soborno social para la desindustrialización combinada con la posterior
megadevaluación para transferir riqueza del pueblo a los especuladores. Es la trampa del “acceso al
mercado internacional de capitales” para adquirir una deuda externa sistémica en que los dólares se
los llevan los mismos de siempre y la deuda es estatizada. Es la trampa de la entrega de los recursos
naturales a multinacionales que roban el patrimonio nacional y destruyen los ecosistemas.
En definitiva es la trampa de convertirnos en estado fallido al grito de “achicar el estado es
agrandar la nación”. Si los argentinos no nos animamos a resolver este problema, estamos perdidos.
3) Nuevo contrato social o guerra social directa
Ninguna sociedad en ninguna época puede desarrollar un sistema político-económico estable
con la voluntad política de un 55% de su población contra la voluntad política del 45% restante.
Muchísimo menos si la “mayoría política” es apenas a un diputado más y un senador más.
Cualquier nación que quiera construir un sistema político-económico con un Estado sólido y
eficiente debe basarse en un Contrato Social tácito o explícito. Aunque suene perogrullesco, hay que
ser conscientes de que no puede existir una sociedad si sus miembros no son socios.
Argentina carece de contrato social. Sería ocioso discutir desde cuando. Pero lo cierto es que
no tenemos un proyecto de país compartido, como mínimo, desde muchas décadas.
La Constitución Nacional es la expresión jurídico-política del Contrato Social. Pero la
convivencia exige un Contrato Socioeconómico. Hemos pasado décadas sin Constitución y la que
tenemos fue el “pacto de Olivos”, cuyas limitaciones se evidencian en la debacle de 2001 y en el
drama de esta deuda con el FMI, nacida de un acuerdo inconstitucional firmado por Macri.
No se me escapa que es muy probable que el pacto para un Nuevo Contrato Social sea
imposible. Pero debemos tener en cuenta que la alternativa a no acordar un nuevo Contrato
Social de largo plazo es la guerra social directa de la decadencia económica sin solución.
Hoy la violencia social de supervivencia es el delito individual o de bandas marginales. Pero
la degradación sistémica se agravará con 10 años de dictadura del FMI; la violencia se convertirá en
guerra social directa entre empobrecidos y excluidos organizados en maras o grandes bandas
sociales, por un lado, y los enriquecidos e incluidos con empresas de seguridad privada por el otro.
Será una guerra civil en que la batalla es matar al enemigo por un par de zapatillas, un reloj,
un teléfono móvil, la bolsa del supermercado o una violación en manada. Una guerra en que las
fuerzas policiales se convierten en un beligerante paramilitar autónomo con objetivos de botín
propio. Una guerra civil sin ejércitos y sin estrategias, rumbo a la destrucción nacional y social.
Parece más que sensato que los actores sociales y politicos se planteen un Nuevo
Contrato Social antes de aceptar la falsa opción “default sin propuestas o dictadura del FMI”.
¿Qué habría que negociar en un Nuevo Contrato Social?
Adelanto que la discusión correcta no es sobre “Capitalismo” o “socialismo”. Esa
clasificación se basa en un único parámetro: la propiedad privada de medios de producción. Desde
la Edad de Bronce en adelante, no existen “sistemas de economía pura”. Todos los sistemas de la
historia son sistemas político-económicos, con un subsistema económico (compuesto por el aparato
productivo y la estructura social) y un subsistema político (compuesto por el aparato gubernativo y
la estructura social). En todos los sistemas el estado es la principal estuctura social del subsistema
político y el mercado es la principal estructura social del subsistema económico. Definir al
capitalismo como “economía de mercado” o por “existencia de propiedad privada de medios de
producción” es un de simplismo histórico. También son economias con mercado y con propiedad
privada de medios de producción el esclavismo de la antigüedad, el feudalismo, el colonialismo, el
justicialismo, el socialismo del Siglo XXI, el estado de bienestar, y hasta el socialismo soviético.
Todos esos sistemas también tuvieron Estados que regularon la economía. En una economía
que produce excedentes acumulables, si desaparece el Estado, lo único que genera el mercado es
hiperinflación, que es la guerra de todos contra todos por ausencia de poder político sistémico.
La simplista dualización de “2 sistemas económicos canónicos” obliga a aceptar muchos
tipos de capitalismo (porque Argentina, Haití, Alemania y Japón no tienen el mismo sistema) y
muchos tipos de socialismo (porque la URSS, los socialismo árabes, la Yugoslavia de Tito, o la
Venezuela de Chávez no tienen el mismo sistema).
No se trata de etiquetar un sistema sino de acordar qué actividades económicas asumirá el
estado y qué actividades económicas se dejarán libradas al mercado con leyes que lo regulan. Esto
se debe explicitar en el Contrato Social, acordando el tiempo de transición. Se podría pactar
objetivos económicos a 10 años sobre:
a) La distribución social de la renta nacional especificando qué porcentaje de dicha renta
recibe cada uno de los “deciles” de población (segmentos del 10% de la población total).
b) La maqueta nacional de infraestructuras incluyendo: plan de reorganización urbanísticodemográfica,
nueva matriz energética sostenible, nueva red ferroviaria nacional eléctrica,
reordenamiento y desarrollo de la red de autopistas y carreteras, nuevo perfil industrial del país con
su distribución geográfica nacional, plan de desarrollo de una red satelital. Todo esto, realizado con
criterio de sustentabilidad ecológica, cambiaría revolucionariamente la equidad federal, el Valor
Agregado nacional, la justicia social y la calidad de vida.
c) Plan de inversiones públicas, privadas y cooperativas según la maqueta de infraestructuras
d) Política de estado de gestión macroeconómica incluyendo: 1) gasto público y política
tributaria como porcentajes del PIB, con prioridades sectoriales definidas y especificación de
políticas a aplicar, con un objetivo de 3% de déficit fiscal primario anual; 2) politica cambiaria
(propongo pactar un tipo de cambio real efectivo constante); 3) política de control de la inflación;
con una política para cada una de las causas, pactar un objetivo del 3% anual. ¡ESO ES POSIBLE!.
e) Política de estado sobre endeudamiento público interno y externo, definiendo un límite
máximo de ambas deudas sumadas para todas las administraciones públicas del 60% del PIB
f) Estrategia nacional de defensa civil y militar frente a amenzas de ambiciones extranjeras
sobre recursos naturales, del cambio climático y de las técnicas productivas que subordinan la
seguridad pública al beneficio privado. Esto implica formar Fuerzas Nacionales de Defensa Civil y
Militar para controlar: incendios forestales, inundaciones pluviales, desbordes fluviales, catástrofes
de terremotos, inundación por tsunamis, catástrofes ecológicas, plagas fitosanitarias y zoosanitarias,
pandemias y epidemias virales y bacterianas, ciberterrorismo, bloqueos internacionales a las
exportaciones o importaciones, ataques militares y/o paramilitares abiertos y encubiertos.
4) Los problemas estructurales que debe resolver un Proyecto Nacional integralmente
sostenible basado en nuevo Contrato Social
Entendemos por desarrollo integralmente sostenible un desarrollo socialmente justo,
económicamente eficiente, políticamente pluralista y ecológicamente sostenible, como sistema de
una Nación plenamente Soberana que promueve la integración Latinoamericana.
Las políticas de estado del Contrato Social surgen de un escenario definido por problemas
estructurales que generan restricciones que causan subdesarrollo, dependencia y conflictividad
sociopollítica. Es imprescindible concebir la Unidad Nacional con el objetivo explícito de cambiar
las estructuras perjudiciales.
Entre los impedimientos estructurales se destacan seis restricciones o malformaciones
estructurales que deben ser superadas.
a) Restricción tecnológica. Dependencia tecnológica, retraso en las tecnologías de punta,
plantas industriales sin economías de escala.
b) Restricción energética. Infraestructura para energía eléctrica insuficiente en potencia y
en predominio de fuentes renovables; alta dependencia de combustibles fósiles.
c) Restricción logística de transporte. Red ferroviaria nacional obsoleta y casi
desmantelada que conserva el trazado convergente en el puerto de Buenos Aires, ausencia de red
nacional de autopistas y marina mercante desmantelada.
d) Restricción logística de comunicaciones. Dependencia en la red de comunicaciones
satelitales.
e) Restricción en el desarrollo social.
e.1.) Escasa población para la potencialidad económica del territorio y más de un 10%
de la población escasa excluida del sistema pero residente en las principales ciudades;
e.2.) Concentración macrocefálica del 35% de la población en el Área Metropolitana de
Buenos Aires con graves deseconomías de escala en servicios públicos;
e.3.) Aparato educativo obsoleto con declive social en lo cultural, técnico y profesional;
más de un 35% de la fuerza laboral con trabajos informales y formación profesional obsoleta;
e.4.) Retraso y empobrecimiento de la infraestructura sanitaria pública y decadencia de
las obras sociales; indefensión sanitaria ante pandemias y epidemias.
f) Restricción externa. Estrangulamiento reiterado de la balanza de pagos financiado con
endeudamiento externo impagable y default recurrente. Exceso de demanda de dólares como
reserva de valor ante una inflación sistemática desde hace décadas.
g) Restricción en la defensa nacional. Indefensión estratégica ante cualquier tipo de de
guerra (convencional, biológica, ciberguerra, económica o nuclear) o de amenazas naturales.
5) La decisión política sobre el acuerdo con el FMI
Lo primero que corresponde aclarar se refiere a quien es el sujeto político de la decisión.
¿Quien es el que decide firmar o dejar de firmar un acuerdo sobre deuda externa impagable?
El sujeto político que se juega su existencia futura en esta decisión es el pueblo soberano.
Los límites de la autoridad del Poder Ejecutivo ante la soberanía popular están definidos en
el Ar.t 29 de la Constituciòn Nacional vigente:
“El Congreso no puede conceder el Ejecutivo Nacional ni las Legislaturas
provinciales a los gobernadores de provincia facultades extraordinarias, ni la
suma del poder público, ni otorgarles sumisiones o supremacías por las que la
vida, el honor o las fortunas de los argentinos queden a marced de gobiernos o
persona alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable
y sujetarán a los que los formulen, consientan o firmen, a la responsabilidad y
pena de los infames traidores a la patria.”
Es más que claro que una mayoría relativa de legisladores y mucho más una sola persona
ejerciendo el Poder Ejecutivo carecen de facultdes para empeñar la vida y la fortuna de 45 millones
de argentinos. Y si lo hacieran, merecerían la pena de los infames traidores a la patria.
El Art. 40 de la Constitución vigente autoriza la aprobación de leyes en consulta popular
vinculante y también autoriza la convocatoria de consultas populares no vinculantes.
¿No tendrán nada que decir los más de 32 millones de ciudadanos con poder de voto
soberano sobre el futuro de sus vidas, su honor y sus fortunas? Estos millones de argentinos somos
el sujeto político de la Nación conforme al principio constitucional de la soberanía popular.
Es el pueblo soberano el que tiene que tomar la decisión sobre una deuda externa que
compromete gravemente el futuro de la Nación, del bienestar social y de la paz social.
“El pueblo de la nación” no es un sujeto homogéneo. Es un sujeto social complejo, plural,
con intereses diversos y contrapuestos. Pero un pueblo sin valores y objetivos compartidos no es
una Nación sino apenas una “población”. Por eso debemos acordar el Contrato Social de la Nación
antes de tomar colectivamente como pueblo soberano esta decisión sobre la deuda con el FMI.
Debemos decidir sobre esta deuda externa dentro del estado de derecho de la Constitución
Nacional. La Constitución, Capítulo Cuarto “Atribuciones del Congreso”, Art. 75 dice:
“Corresponde al Congreso:
( … )
“4. Contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación
( … )
“7. Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación
( … )
“22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás Naciones y con las
organizaciones internacionales … ”
La deuda contraida por Macri no es jurídicamente una deuda de la Nación Argentina porque
no fue aprobada por el Congeso. Está pendiente la decisión del Congreso sobre aprobar o desechar
ese tratrado concluído con una organización internacional conformada por otros estados soberanos.
La primera decisión que cabe tomar sobre la deuda con el FMI es votar en ambas
cámaras del Congreso si se aprueba o se desecha el tratado firmado por Macri.
Si el Congreso la desecha, no corresponde aprobar ninguna renegociación.
En caso de que el Congreso la apruebe, los legiladores que consientan el sometimiento de la
vida y la fortuna de los argentinos a la voluntad de gobiernos o personas extranjeras cometerán el
delito de los infames traidores a la Patria. Pero además, ese endeudamiento sería
constitucionalmente un acto de nulidad insanable, según estable el Art. 29 de la Constitución.
Hay algo de todos modos evidente: el FMI entregó 44.000 millones de dólares a autoridades
argentinas. Rechazar la aprobación del préstamo no nos autoriza a quedarnos con un dinero
que es del FMI. Efectivamente corresponde devolver al FMI los 44.000 millones de dólares que
entregó, pero no corresponde que paguemos ni un centavo de intereses por un préstamo que
nunca aceptamos. Por la misma razón, no tendríamos obligación de hacer ningún “acuerdo de
facilidades extendidas” con el FMI para refinanciar lo que nunca existió legalmente.
Con soberanía plena de nuestra política económica y social devolveremos 44.000 millones
de dólares que no son nuestros en la medida de nuestras posibilidades y rescatando los dólares
malhabidos por los especuladores amigos del gobierno anterior.
Siguiendo el dicho de que “más vale un mal acuerdo que un pletito bien ganado” sería
inteligente que el gobierno recomprara con pesos los dólares fugados a los especuladores que
prefieran no tener problemas legales. Esos dólares serían girados como devolución al FMI.
Los diputados/das y senadores/as deberían asumir que la magnitud política de la decisión
amerita un referéndum; que el soberano de la República apruebe en una consulta popular
vinculante, como lo establece el Art. 40 de la Constitución Nacional, desechar el tratado
firmado por el gobierno de Macri con el FMI.
Alternativamente, el Presidente o el Congreso pueden convocar, según el mismo Art. 40, a
una consulta popular no vinculante sobre si el pueblo prefiere aprobar o desechar el acuerdo
firmado por el gobierno anterior con el FMI.
En cualquier caso, si el Congreso no aprueba explícitamente el crédito concedido al
gobierno de Macri, dicho crédito no tiene ni siquiera presunción de entidad constitucional como
acto válido.
Si el FMI no aceptara ningún acuerdo basado en el estado de derecho vigente al momento en
que entregaron el crédito a Macri, habrá que resolver el litigio ante un tribunal internacional.
El litigio entre un Estado y un organismo multilateral conformado por otros estados tiene
como foro judicial con competencias al Tribunal Internacional de La Haya.
Hacer cualquier cosa diferente a lo establecido en la Constitución implicaría un delito
doloso contra el Estado Nacional y un atentado contra el estado de derecho democrático de la
República Argentina por abuso de poder, en los términos establecidos por el Art. 36 de la
Constitución Nacional:
“Esta Consitución mantendrá su imperio aun cuando se interrumpiere su
observancia por actos de fuerza contra el orden institucional y el sistema
democrático. Estos actos serán insanablemente nulos. ( … )
Todos los ciudadanos tienen el derecho de resistencia contra quienes ejecutaren
los actos de fuerza enunciados en este artículo.
Atentará asimismo contra el sistema democrático quien incurriere en grave delito
doloso contra el Estado que conlleve enriquecimiento … ”
5) Unidad nacional para pactar un nuevo Contrato Social y apego a la Constitución
Nacional frente al capital finaciero internacional
Es un deber de los líderes políticos y sociales sentarse a pactar las bases de un Proyecto
Nacional compartido que detenga la decadencia de décadas y comience la reconstrucción nacional.
Un nuevo Contrato Social podría ser acordado racionalmente por el 100% de los argentinos,
aunque eso resulta poco probable. Si el pacto no cuenta con un acuerdo explícito de una mayoría
social del 90% o 95%, no será viable. Si en cambio resultara factible, aunque no cuente con el
consentimiento del 100% de los argentinos, daremos una solución heroica a un problema gravísimo
que será valorado por los pueblos del mundo y escucharemos como eco, con la melodía del himno
nacional, que “los pueblos del mundo responden, al gran pueblo argentino, ¡Salud!”
Recuperar el pensamiento nacional y popular peronista combativo, revolucionario y montonero
miércoles 2 de febrero de 2022
La tortuosa relación de América Latina con el FMI
El Fondo Monetario Internacional (FMI) es un actor fundamental en la economía global. Sus partidarios defienden que sus programas de ajuste estructural, las llamadas políticas de austeridad, están encaminados a corregir los desajustes que han llevado a la economía de un país a entrar en crisis. En cambio, sus detractores rechazan sus intervenciones por su profundo impacto social.
¿Quieres recibir contenidos como este en tu correo?
Apúntate a nuestro boletín semanalLas protestas en Nicaragua contra la reforma de la seguridad social en 2018 y las de Ecuador contra la eliminación del subsidio a los carburantes en octubre de 2019 son algunos de los episodios más recientes de un camino repleto de altibajos para el FMI en América Latina. La historia de esta relación ha estado determinada por el signo político de los gobernantes en cada país: el tradicional entendimiento con Chile, Perú o Colombia contrasta con la suspicacia característica en Argentina, Uruguay o Venezuela.
¿Qué hace el FMI?
El origen del FMI se remonta a la Conferencia de Bretton Woods (1944), que se celebró en el ocaso de la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de crear unas reglas comunes para la economía internacional que impidieran nuevas crisis o conflictos bélicos. Pero el FMI se ha adaptado al contexto internacional y ya no es el mismo que en 1944.
Su primera transformación vino entre 1971 y 1973 con el abandono del patrón oro y el fin del sistema de Bretton Woods. Después, la crisis de la deuda de los años ochenta y el final de la Guerra Fría precipitaron nuevos cambios en la institución, que adoptó el espíritu neoliberal del Consenso de Washington (1989). Para América Latina esto supuso el abandono del modelo de sustitución de importaciones —que apostaba por elaborar productos nacionales para sustituir las importaciones del extranjero— y la apertura de las economías al comercio internacional. En la actualidad, el reto del Fondo es adaptarse a una economía globalizada.
Aunque con los años la institución se ha transformado su misión sigue siendo la misma: “asegurar la estabilidad del sistema monetario internacional”. Para ello, el FMI supervisa y asesora a los países en materia económica y financiera. Su principal herramienta son los préstamos, de entre los que destacan los acuerdos de derechos de giro (Stand-By Arrangements), que exigen medidas de ajuste como privatizaciones o ajustes fiscales; también las líneas de crédito flexible, un fondo compensatorio en caso de necesidad. Los recursos del FMI provienen de cuotas de los Estados miembros, entre los que destacan los aportes de Estados Unidos y algunos países europeos.
Los programas de financiación del FMI en América Latina comenzaron con un acuerdo firmado con Perú en 1953. Desde entonces, la institución ha formado parte del imaginario colectivo latinoamericano y, especialmente, su papel durante los años ochenta, conocidos como la década perdida, que estuvo marcada por profundas crisis económicas. Después vinieron el paquetazo en Venezuela, el corralito en Argentina y el impuestazo en Bolivia. Pero ¿cuál ha sido el impacto real de las intervenciones del FMI en los países latinoamericanos? Y, si su actuación es tan controvertida, ¿por qué sigue teniendo tantos partidarios y firmando nuevos acuerdos en la región?
Para ampliar: “¿Quién o cómo se gobiernan el FMI y el Banco Mundial?”, El Orden Mundial, 2019
Las primeras intervenciones del FMI en América Latina
La controversia en torno a las políticas del FMI aumentó tras la adopción de la doctrina neoliberal del Consenso de Washington en los años noventa. No obstante, su presencia en la región se remonta a los orígenes de la institución y su papel durante esos primeros años tampoco está exento de polémica.
Argentina es un caso paradigmático: su relación con el FMI siempre ha sido tortuosa. La primera controversia vino con la incorporación del país al Fondo en 1956, ya que la decisión la tomó el Gobierno militar que había desalojado del poder a Juan Domingo Perón en un golpe de Estado un año antes. Después vino el respaldo económico a la dictadura de Jorge Rafael Videla en los años setenta, los paquetes de ajuste en los años ochenta y noventa y, finalmente, la crisis del corralito y la suspensión de pagos del 2002.
Es imposible comprender la presencia del FMI en América Latina sin mencionar estos episodios, pero Argentina solo es el ejemplo más destacado. Durante la segunda mitad del siglo XX México firmó nueve acuerdos y Paraguay once. En América Central y el Caribe también se ha recurrido a la institución en varias ocasiones, y República Dominicana destaca por su alineamiento con la institución durante la mayor parte de su historia y hasta la actualidad.
Por último, Cuba representó durante la Guerra Fría la mayor peculiaridad de la región. La isla no forma parte del FMI desde 1964 a raíz de la Revolución de 1959, pero acumula deudas con varios países occidentales. Aunque durante años el principal socio de Cuba fue la Unión Soviética, en 1986 la isla negoció su deuda occidental en el Club de París, un espacio de encuentro de los principales acreedores oficiales con sus deudores internacionales. Finalmente, la deuda no se pagó, y Cuba tuvo que volver a negociar en 2015. Los primeros pagos se hicieron en 2018, pero La Habana no cumplió con los compromisos de 2019, aunque afirma que lo hará. En cualquier caso, a pesar del acercamiento, Cuba no ha mostrado interés en reincorporarse al FMI.
La primera etapa de las relaciones del FMI con América Latina tuvo lugar bajo el sistema de Bretton Woods. Entonces, la mayoría de países de la región apostaban por el modelo de sustitución de importaciones, que pretendía reducir las importaciones para fortalecer la industria nacional y frenar así la dependencia del exterior. Sin embargo, este modelo generó una deuda creciente a causa de la dependencia tecnológica de las industrias latinoamericanas; también favoreció la aparición de oligopolios y el aumento de la desigualdad social.
Así, a principios de los años setenta este modelo ya empezaba a mostrar sus limitaciones. En 1971 llegó el fin del patrón oro —por el que el precio del dólar estaba respaldado por reservas de este metal— y el abaratamiento de la moneda estadounidense. Después vino la crisis del petróleo de 1973 y el alza generalizada de los precios de las materias primas. Cuando las materias primas volvieron a caer a finales de los setenta, las economías latinoamericanas colapsaron, dando paso a una nueva fase: la década perdida.
Para ampliar: “Hágase el dinero: cómo funciona el sistema monetario”, Javier Gómez en El Orden Mundial, 2019
La década perdida y la respuesta neoliberal
La década perdida, a lo largo de los años ochenta, estuvo caracterizada por profundas crisis de deuda, déficit e inflación provocadas por los desequilibrios económicos del modelo anterior. Algunos de los casos más dramáticos tuvieron lugar en Argentina, Chile, Perú o Venezuela. Con todo, la década perdida no solo supuso un cambio de modelo económico, sino también político: países como Ecuador, Bolivia, Brasil o Argentina dejaron atrás sus regímenes dictatoriales para transitar hacia la democracia. Esa transición política sirvió para consolidar la nueva estructura económica, que estaba alineada con los dictámenes del FMI y la doctrina neoliberal.
La respuesta a la crisis consistió en una liberalización económica mediante programas de ajuste que tuvieron su apogeo en los años noventa y se extendieron hasta principios de los 2000. Los tres casos más destacados fueron Argentina, Bolivia y Venezuela, aunque el primero es el más paradigmático: Argentina vivió una década de crisis que desembocó en 2001 en el corralito, que restringió a los argentinos la libre disposición de efectivo de sus depósitos; pocos meses después, a principios de 2002, el país se declaró en suspensión de pagos.
En Bolivia, el Gobierno de Gonzalo Sánchez firmó en 2003 un acuerdo de 250 millones de dólares con el FMI en la línea de otras medidas neoliberales que el país venía aplicando desde 1985, principalmente privatizaciones de empresas públicas y de la explotación de recursos naturales. Las medidas de ajuste de Sánchez, conocidas como el impuestazo, provocaron protestas en las ciudades La Paz y El Alto que se saldaron con más de treinta muertes, un estallido social que allanaría el camino para que Evo Morales ganara las elecciones en 2006 haciendo bandera de su rechazo al FMI. Recientemente, la ciudad de El Alto fue precisamente la más activa en manifestarse en contra del golpe de Estado que sufrió Morales en octubre de 2019. El expresidente ha denunciado que el Gobierno de Jeanine Añez, que le sustituyó en la presidencia, prepara el retorno de las políticas del FMI al país.
Para ampliar: “Evo Morales y el poder en Bolivia”, David Hernández en El Orden Mundial, 2019
Por último, si bien en la actualidad Venezuela y el FMI presentan posturas enfrentadas, antes de la llegada al poder de Hugo Chávez en 1998 sus relaciones seguían el esquema regional. De hecho, el descontento popular que llevó a la victoria del chavismo se explica en las políticas de austeridad implementadas por el Gobierno de Carlos Andrés Pérez desde finales de los años ochenta. En 1989, el conocido como Gran Viraje o paquetazo supuso una liberalización de la economía que tuvo profundos efectos sociales. La respuesta de la calle fue el Caracazo, una serie de protestas que se saldaron con cientos de muertos y sentenciaron al Gobierno de Pérez. En el marco del Caracazo se produjeron dos intentonas golpistas infructuosas, una de ellas protagonizada por Hugo Chávez en 1992. Chávez finalmente llegaría al poder por la vía democrática en 1999.
Otros casos no fueron tan polémicos. La última vez que Uruguay recurrió al FMI fue en 2005 y, apenas un año después, canceló toda la deuda. Posteriormente, los Gobiernos del izquierdista Frente Amplio no firmaron ningún acuerdo y Pepe Mujica, presidente durante aquellos años, siempre fue crítico con el FMI. En Brasil, Lula da Silva, presidente entre 2003 y 2010, renegó del FMI y puso fin a su asistencia financiera, pero cumplió con los compromisos adquiridos por su predecesor y su política fue en cierto modo continuista, sobre todo en lo referente a la reducción del gasto público. Este cumplimiento otorgó credibilidad política a Lula y, de hecho, Brasil se considera uno de los grandes éxitos de la institución.
Para ampliar: “El Partido de los Trabajadores en Brasil y el lulismo”, Álvaro Conde en El Orden Mundial, 2018
Las últimas intervenciones del FMI
La polémica más reciente del FMI en la región tuvo lugar en Ecuador. En febrero de 2019 el Gobierno de Lenín Moreno acordó un rescate con el FMI para paliar los efectos de la crisis económica que sufría el país. Apenas siete meses después, una gran marcha contra la eliminación del subsidio a los combustibles obligó a Moreno a decretar el estado de excepción y a trasladar la sede del Gobierno a la ciudad costera de Guayaquil. La medida formaba parte de un paquete de medidas más amplio destinado a cumplir con las condiciones del acuerdo con el FMI. Finalmente, Moreno dio marcha atrás con el decreto y las aguas volvieron a la calma.
Por otro lado, México viene renovando cada dos años una línea de crédito flexible firmada en 2009. La llegada de Andrés Manuel López Obrador al Gobierno en 2018 abrió un escenario de incertidumbre: en su primer año de mandato su crítica al FMI fue contundente. Sin embargo, unos meses después México renovó la línea de crédito por un nuevo periodo, aunque, según el presidente, el objetivo del acuerdo es garantizar la credibilidad de la economía, y no tiene intención de utilizar el dinero. Unos meses después, en enero de 2020, López Obrador compartía la evaluación del FMI sobre la recuperación de la economía mexicana, demostrando que, pese a sus críticas iniciales, el nuevo presidente mexicano mantiene unas relaciones cercanas con la institución.
Pero, al margen de la importancia que puedan tener el acercamiento a México y las protestas en Ecuador, la crisis en Chile es sin duda uno de los episodios más relevantes de los últimos años. Chile, que llevaba años considerado un “oasis” de calma y un modelo a seguir en una región en ebullición, estalló a finales de 2019: la subida del precio del metro de Santiago desencadenó una ola de protesta social que rompió el espejismo. Los chilenos han salido a la calle a expresar su rechazo a las medidas de ajuste y sus deseos de cambio; el modelo económico del país, notablemente liberal y heredado de la dictadura de Pinochet, se ha puesto en entredicho.
Para ampliar: “El estallido de treinta años de descontento en Chile”, Victoria Ontiveros en El Orden Mundial, 2019
¿Hacia un cambio de estrategia?
El FMI ha marcado el rumbo de la economía regional durante las últimas décadas. Los apoyos a la institución han venido tradicionalmente de posiciones ideológicas liberales o neoliberales, pero, al contrario de lo que pudiera parecer, también ha habido cierto entendimiento entre la institución y Gobiernos de izquierdas con posiciones aparentemente antagónicas. El caso de Brasil, con Lula cumpliendo con el acuerdo firmado tan solo un año antes por su predecesor, es paradigmático.
Otro ejemplo más reciente es el del nuevo presidente argentino, el izquierdista Alberto Fernández. Tras su llegada al poder en 2019, cumplir con las obligaciones hacia sus acreedores se ha convertido en una de sus principales prioridades, ya que es imprescindible para mantener la credibilidad internacional. Además, la postura del FMI hacia el pago en Argentina se ha suavizado, pidiendo a los acreedores que acepten quitas de deuda en un intento de facilitarle las cosas a Fernández. ¿Es este un signo de que el FMI está adoptando un cambio de estrategia más amplio?
Después de cuatro décadas de políticas de ajuste las economías de la región se han adaptado en gran medida a las recetas básicas del FMI. Aunque en algunos países existen reticencias hacia la receta liberal, como en Bolivia durante el mandato de Evo Morales o en Argentina con Alberto Fernández, la estabilidad de los indicadores macroeconómicos ya es prioritaria para cualquier Gobierno, independientemente de su signo político. Este enfoque de los Gobiernos latinoamericanos, favorable a la estabilidad, permite al FMI desplegar una mayor flexibilidad para firmar nuevos acuerdos en la región. Tal vez la excepción en este sentido sea Venezuela, cuyo Gobierno ha sido puesto en tela de juicio en varias ocasiones por la falta de transparencia de sus datos económicos.
No obstante, el recuerdo de la década perdida y las políticas neoliberales posteriores sigue pesando en la memoria de los latinoamericanos, como han probado las protestas de 2019. Tras la victoria electoral de Jair Bolsonaro en Brasil en 2018, el FMI instó al nuevo presidente a llevar a cabo una reforma fiscal que encaminara al país hacia una economía liberalizada, reduciendo el peso del Estado y saneando las cuentas públicas. No obstante, el miedo a que las protestas de Ecuador y Chile se extendieran también a Brasil obligó al Gobierno a frenar la reforma. Ahora se abre un nuevo periodo en la relación entre el FMI y América Latina, como demuestran López Obrador en México y Alberto Fernández en Argentina: dos presidentes de izquierdas con los que, no obstante, el FMI ha llegado a un necesario entendimiento.
Máximo Kirchner. El Fondo, las palabras y los hechos
La declaración emitida por Máximo Kirchner renunciando a la jefatura del bloque de diputados del Frente de Todos, se ha transformado en una de las principales noticias del día. Confirmando los evidentes debates y crisis internas que vive la coalición de gobierno, que el reciente acuerdo con el FMI no hace más que evidenciar y profundizar. Dejamos unas primeras opiniones sobre el tema, que iremos profundizando los días que vienen.
La oposición de Máximo Kirchner al acuerdo alcanzado, no es la primera voz que se escucha desde el Frente de Todos, ya son varios los sectores que opinaron en forma similar, mientras la vicepresidenta por ahora hace silencio, en otra forma de no decir que apoya. En un sentido es lógico; tan evidente es que el acuerdo es ajuste, pérdida de soberanía y aceptación y pago de un fraude millonario, que era imposible que no hubiera voces en contra, incluso en el frente de gobierno. Sobre todo, tomando en cuenta que parte importante de su base social esperaba otra decisión por parte del gobierno. Y que el malestar viene creciendo hace días entre trabajadores y la juventud.
Vivimos en un país que tiene marcado a fuego lo que implica quedar a merced del Fondo, sus recetas de achicar gastos -déficit- y sus monitoreos trimestrales. Tan claro es lo que viene que en estos momentos hay más tensiones en el Frente de Todos. Mientras el gran empresariado, Juntos por el Cambio y la CGT entre otros, festejan el acuerdo alcanzado.
Sin embargo, no podemos perder de vista que la decisión de Máximo Kirchner es tan solo dejar la presidencia del bloque, no es dejar al gobierno de Alberto Fernández, ni al bloque que lo representa, ni menos invitar a enfrentar el acuerdo. Decimos esto porque ante situaciones de extrema gravedad, lo coherente es tomar decisiones profundas y no simbólicas o leves gestos, para contener bases críticas y molestas con el curso de gobierno.
Si cómo dice su carta en relación al FMI y la deuda; “sabíamos que este sería el problema más grande para nuestro país. Sobre todo por la magnitud y excepcionalidad del préstamo”, la única decisión coherente y seria, es romper con ese bloque y con el gobierno, y convocar a enfrentar el acuerdo con el FMI.
Sin embargo, Máximo aclara en su carta todo lo contrario; “permaneceré dentro del bloque para facilitar la tarea del presidente y su entorno”. Si no comparte la estrategia y opina que el acuerdo es muy malo para el país; ¿porque va a facilitar que el mismo se lleve adelante? Cuando sabe perfectamente que eso implica más entrega, menos derechos sociales, más pobreza y menos soberanía.
Cuando la crisis se hace profunda y la perspectiva es de agravamiento, lo que hace falta son decisiones firmes, voluntad política para movilizar a millones y un proyecto político claro. Pero nada de esto refleja la carta de Máximo.
Esas limitaciones y vacilaciones, se hacen aún más evidente, cuando intentando no mostrarse demasiado crítico, recuerda en la carta que “como jefe del bloque acompañé la sanción que aprobó la reestructuración de la deuda pública”. Es decir, nos recuerda que tiempo atrás, fue parte de un rumbo político y una votación, que anticipaba más estafas contra el país.
Por todo esto decimos que, ante una crisis política evidente, la salida no es acompañar al presidente, ni facilitar, ni no romper. La salida está por fuera del proyecto de este gobierno. Que no solo acaba de acordar de nuevo con el FMI un plan de ajuste, sino que avala un plan extractivista de asociación con grandes mineras y petroleras, y que no ha cambiado en nada el modelo de los agronegocios en nuestro país, ni ha tocado las fabulosas ganancias de los grandes bancos privados.
Por eso nuestra visión crítica sobre los dichos de Máximo Kirchner, bien la podemos hacer extensiva a otros sectores del Frente de Todos, que vienen criticando medidas, pero sin salirse de la esfera de gobierno. Es el caso de Claudio Lozano, que con razón criticó fuerte el acuerdo estos días, pero aclaró frente a la prensa que no piensa renunciar a su cargo como funcionario de gobierno. O al Frente Patria Grande que también hace tibias críticas, mientras en el Congreso vino acompañando todas las medidas de ajuste del gobierno, bajo la tesis de estar dando una lucha desde adentro, cuando hoy salta a la vista que un frente de gobierno comandado por el PJ es imposible de cambiar, dada su matriz de clase, notoriamente inmodificable. Aún así, hoy tampoco se proponen romper con el Frente de Todos.
No es tiempo de solo hacer declaraciones, declamaciones parciales o críticas sin animarse a enfrentar de verdad al gobierno. Lo que hace falta es fortalecer el camino que desde el Frente de Izquierda Unidad que integramos desde el MST, y junto cientos de organizaciones, iniciamos el 11 de diciembre pasado llenando la Plaza de Mayo contra el pago de la deuda externa y por la ruptura con el FMI. Ese camino dio un nuevo paso hoy, cuando en una reunión abierta en Parque Lezama, acordamos volver a movilizarnos el próximo 8 de febrero a Plaza de Mayo y en todo el país, como parte de nuevas acciones que continuarán las semanas y meses que vienen contra todo el plan de ajuste y el acuerdo con el Fondo.
Por eso invitamos a todas las bases de trabajadores y trabajadoras, a la juventud, a los miles y miles que votaron contra Macri esperando otra cosa y hoy ven con decepción el presente, a que se sumen a esta marcha del 8F y a este camino político, independiente de la derecha reaccionaria de Juntos por el Cambio y de un gobierno que ajusta y también favorece a los sectores concentrados de la economía. Porque, aunque Máximo diga en su carta que no es por “izquierda” el camino, la realidad es que solo la izquierda y en particular el FIT Unidad, tiene una propuesta de fondo, coherente y a favor de las mayorías populares, que parte de desconocer la estafa de Macri y el FMI que hoy el gobierno convalida.
Por eso sin dudar vamos de nuevo a la calle en forma unitaria, contra el acuerdo con el FMI y todo el plan de ajuste y entrega. Seamos miles y miles en la Plaza de Mayo y en todo el país. Y quienes desde el FdT dicen estar en contra del acuerdo con el Fondo que den el paso y lo demuestren; enfrenten al gobierno, rompan, salgan a la calle y convoquen a derrotar el plan de ajuste. Porque las palabras no alcanzan.
Manuela Castañeira en Delta 90.3 convocando a movilizar contra el acuerdo con el FMI
La referente del Nuevo MAS convocó a la movilización unitaria de la izquierda contra el pacto de ajuste y entrega con el FMI.
«Estuve en #LaMaquina en Delta 90.3 hablando con Carolina Yarussi sobre el acuerdo con el FMI. Hay que pasar de las palabras a los hechos, tomar las calles contra el acuerdo con el Fondo. Llamamos a movilizar al conjunto de la sociedad para el 8 de febrero a Plaza de Mayo contra este acuerdo» escribió en sus redes sociales la referente del Nuevo MAS.
Manuela Castañeira:- Creo que esta semana hemos visto una gran convulsión política a partir del anuncio del acuerdo con el FMI. Se ha abierto un debate crítico, porque el acuerdo concentra en este momento el conjunto de los problemas que hay en la Argentina, problemas de soberanía, económicos y políticos.
Este acuerdo en particular es un escándalo, porque legaliza la estafa macrista, pero además está la pérdida de soberanía que significan las revisiones trimestrales del FMI sobre la Argentina. A mi juicio, eso es transformar a nuestro país en el virreinato del Río de la Plata del siglo XXI.
Sumado a esto, el acuerdo conlleva un ajuste económico brutal. Los ultraliberales del estilo Maslatón, el propio Ministro de Economía y algunos voceros del gobierno tienen un acuerdo. Hacen cálculos tratando de justificar que no habría ajustes, lo cual es insostenible hasta para el propio FMI. Porque no hay ningún indicio de que vaya a haber crecimiento. Lo del año pasado no se puede llamar crecimiento, es recuperación. Este acuerdo está incluyendo aproximadamente 16 mil millones de dólares del gasto del Estado. Si eso no es ajuste, no se que es.
Hay que rechazar este acuerdo y hay que hacerlo en la calle. Consideramos que hay sectores afines al kirchnerismo que tienen un gran descontento, y creemos que entre todas y todos tenemos que rechazar este acuerdo en la calle.
En el caso de Máximo, ha hecho una renuncia con una carta, con todo un contenido, pero para que eso no sea solo un gesto, hay que pasar de los dichos a los hechos. Por eso lo seguimos invitando a esta primera movilización, que esperamos que sea el primero de un plan de acción con más hechos en el futuro. Convocamos a todos los sectores afines al kirchnerismo que están descontentos con el acuerdo y no quieran el ajuste, a que estemos juntos en la calle para frenar una medida de este tipo. Ahí se va a aver efectivamente quién está en contra del acuerdo y quién no.
Periodista:- ¿Qué beneficio trae a nuestro país si se decide no pagar al FMI?
Manuela Castañeira:- Hoy miraba las declaraciones de Guzmán, que decía “si no pagamos entramos a lo desconocido”. Se trata de no pagar, pero no con un defoult entrando a un corralito, que es una medida que rechazamos, que es de los mercados. Consideramos que el no pago tiene que ser un no pago soberano, con un montón de medidas que afecten a los poderosos, y no a los trabajadores.
Este acuerdo empieza a hacer completo el problema de pagar. Acá estamos discutiendo un acuerdo en concreto, de pérdida de soberanía, un acuerdo que lleva el déficit fiscal a cero, un ajuste brutal, la legitimación y legalización de la estafa macrista. Todo eso implica pagar.
En relación al no pago, y a lo que decía el ministro, “entramos al mundo de lo desconocido”. Bueno, lo desconocido para quienes parecen ser funcionarios del FMI como es el ministro de economía. Pero se pueden tomar medidas como recuperar los 400 mil millones de dólares que están afuera del país, en tenedores de nacionalidad argentina, de billetes y de recursos. Se puede controlar la moneda, se puede terminar con el curro de la subfacturación de importaciones y exportaciones para hacer negocios con el dólar, se puede poner un impuesto permanente a las grandes riquezas. Ese es el tipo de medidas que hay que discutir en lugar de decir “no queda otra que someter a la argentina”.
Acá no sólo se está discutiendo pagar o no pagar, acá hay en discusión un acuerdo que por los próximos 15 años va a someter a la mayoría de los trabajadores y trabajadores, a la juventud, a la sociedad en general, al ajuste, a la pérdida de oportunidades, a una situación casi hiperinflacionaria con el único precio anclado en el país que es el de los salarios. Creo que vale la pena la discusión de fondo, porque lo que nos están ofreciendo es prácticamente volver al esclavismo. El malestar con el acuerdo no viene sólo de la crítica de la izquierda, viene también del interior del propio gobierno, entonces evidentemente vale la pena discutirlo.
Periodista:- ¿Quedaron representantes de Máximo en la cámara, alguien que acompañe su postura?
Manuela Castañeira:- Nosotros dialogamos también con los simpatizantes del kirchnerismo. Máximo Kirchner hizo un gesto político el lunes. Eso se puede analizar. ¿Es sólo un gesto político? ¿se cubre él? ¿va a tener alguna consecuencia? Bueno, no lo se. Yo no estoy en la cabeza de él ni se que intenciones tiene. Lo que sí se es que renunció a la jefatura del bloque dando cuenta de que este acuerdo tiene un ajuste. Representa todo un movimiento político en la Argentina que los ha votado pero no quiere el ajuste, nadie quiere el ajuste. Nadie votó al FMI en este país. El acuerdo con el fondo prácticamente no se discutió en las últimas elecciones. Evidentemente la renuncia representa el malestar que genera en su sector político este acuerdo con el fondo. Bueno, nosotros también tenemos una responsabilidad, y es por eso que a aquellos que reflejan un malestar los convocamos a la acción.
Periodista:- Que no se queden quietos, que no se queden en la palabra.
Manuela Castañeira:- Que no dejen pasar el acuerdo. Porque vos podés manifestarte en contra del acuerdo, como muchos liberales que dicen “bueno, no es el mejor acuerdo pero lo vamos a votar igual”, o podés hacer algo para que este acuerdo, que significa la esclavitud para la sociedad argentina, no salga. Y eso se va a lograr con movilizaciones masivas, con la sociedad expresándose, con todos los trabajadores implicados en este debate, que no sea solo en el congreso sino también en la sociedad. Que la sociedad entienda las implicancias de este acuerdo. Porque lo único que se escucha son los funcionarios diciendo: “si no se paga entramos al mundo de lo desconocido”, pero acá se abrió una crisis política porque empezó a ser concreto lo que significa pagar, y está cayendo una ficha en el país.
Periodista:- ¿Cómo se va a reflejar este acuerdo en la realidad de la gente de a pie? Evidentemente, lejos de dar un resultado positivo, interpretando lo que me explicás, va a ser aún peor y empeorar los índices de inflación, etc… lo que se quisiera corregir con el acuerdo, ¿empeoraría entonces?
Manuela Castañeira:- Si hay acuerdo con el fondo, vas a cobrar el sueldo, llegás a tu casa, agarrás la tarifa de la luz, “pum”, tarifazo. Ya vas a tener que pagar eso. Sobre la inflación nadie está diciendo nada, pero se va a un 50%. Cobrás tu salario, vas al supermercado, compras lechuga y te pasa como a mi esta semana, que el verdulero te dice “qué, ¿cobraste el aguinaldo que vas a comprar lechuga?”, la lechuga pasa a ser un bien de lujo, como otros alimentos. Tu salario va a valer lo mismo, porque parte de todo esto es que se está haciendo una reforma laboral en los hechos.
El acuerdo con el Fondo no tiene ningún beneficio para los trabajadores, por el contrario, tiene un beneficio para los mercados financieros y para las grandes empresas que van a seguir especulando, que quieren acceder al crédito ellos, a expensas del ajuste.
Si hiciéramos un no pago soberano, podés controlar la moneda, que la paguen los poderosos, suba de salarios, como sostenemos en nuestro programa, proponiendo discutir el salario mínimo vital y móvil. Nada de eso está en discusión, lo que está en discusión en el acuerdo es decirle al trabajador “mirá, te tenés que ajustar el cinturón, porque vino Macri, nos endeudó, y ahora nosotros vamos a pagar”.
No hay un incremento en los presupuestos de las universidades. No hay presupuesto para volver a la presencialidad. Sos joven, querés construir tu futuro y no podés hacerlo plenamente. Todo esto es el acuerdo con el fondo. En un país como la Argentina, recortar un punto del PBI, en concreto es menos plata para hospitales, para educación, reventar el salario de los estatales. El Estado va a recortar gastos, y eso va a venir por los salarios y por las tarifas.
Periodista:- ¿Esto se debatió en el Congreso?
Manuela Castañeira:- Se ha votado una ley, que implica que hay que votar por sí o por no en el congreso. Es un debate interesante porque el problema es que lo que se va a votar no es el contenido del acuerdo, sino solamente por sí o por no. Y eso deja afuera a la sociedad de la discusión del contenido del acuerdo. Entonces se abre un debate, que es cual sería la manera más democrática de resolver esto en esta situación.
Este martes, a las 17hs, desde Av de Mayo y 9 de Julio, vamos a estar movilizando a Plaza de Mayo en rechazo a este acuerdo, diciéndole “no” al ajuste. Es una primer movilización convocada por la izquierda, y estamos convocando para discutir acciones a los sectores afines al kirchnerismo, a Máximo Kirchner, a Claudio Lozano que también expresó su descontento, y al conjunto de la sociedad que no quiere un futuro de ajuste para la Argentina y quiere rechazar este acuerdo. Somos abiertos a todos esos sectores, y esperamos encontrarnos en las calles, que es un lugar democrático para que la sociedad se exprese. Así como lo hizo contra los militares y por el derecho al aborto, esta vez contra el ajuste y el acuerdo con el FMI.
La consigna ya circuló en 2015 luego del cierre de listas, aunque no de manera tan explícita. En aquella oportunidad, la izquierda esperó que los kirchneristas que estaban disconformes con la designación de Daniel Scioli como candidato a presidente del Frente para la Victoria se sumaran a sus propuestas que pusieron danza, a su entender, perfiles más progresistas y los acompañaran con el voto. |
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