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domingo, 17 de agosto de 2025

"Con mi guitarra patriota y confederal." CHACARERA ARGENTINA ANTIIMPERIALISTA ANTICAPITALISTA, ANTISIONISTA, ANTILIBERAL Y ANTIFA. de Francisco Alvero, EL ANTI JUGLAR DE LA LIBERTAD Dedicada a Santiago Cuneo, el Dogo argentino y su proyecto politico CONFEDERAL. Gracias por comentar y seguirme en redes TIK TOK, YOUTUBE, FACEBOOK E INSTAGRAM

 




















 





Con la MUSICA de  La pockoy pacha  

Con mi poncho y mi guitarra, a rodar tierras salí

"Con mi guitarra patriota y confederal."


 CHACARERA ARGENTINA

 ANTIIMPERIALISTA ANTICAPITALISTA,    ANTISIONISTA, 

ANTILIBERAL Y ANTIFA.


Parte de la CANTATA PATRIOTICA   REVOLUCIONARIA

NUEVA ARGENTINA CONFEDERAL... 

de Francisco Alvero,

 EL ANTI JUGLAR DE LA LIBERTAD


Dedicada a Santiago Cuneo, el Dogo argentino 

y su proyecto politico CONFEDERAL. 


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  I

Con mi guitarra patriota 

patriota y confederal

y una copita de vino

nadie me puede callar.


A un vinito mendocino, 

nadie se puede negar

por eso es que alzo mi copa

dispuesto para brindar.


De mi corazón criollazo,

argentino, ¿pa' que más?

quiero largar ya mis coplas

combatiendo al capital.


Cantando mi chacarera,

con ritmo confederal

voy transformando mis penas,

solito me se alegrar. 


II

En honor a mis raíces, 

del Qollasuyo nomas

 un huaynito, una vidala,

despues les voy a cantar.


Con la esperanza a mi lau

nada me puede faltar

y este ritmo sincopado

me da ganas de bailar.


Cantando este copla hermano,

tengo ganas de luchar

por la Patria y mis derechos

y al yanqui hacerlo cagar


Cantando mi chacarera,

con alma confederal

ya mi sentir proletario

lo voy a hacer respetar.





Análisis literario de la obra (preguntas 1–12)

  1. ¿Qué metáforas u otras figuras poéticas se utilizan en el poema cancion y cuál es su significado en relación con los temas abordados?
  • Metáforas/personificaciones del yo colectivo: “mi guitarra patriota y confederal” (la guitarra funciona como extensión del yo social y político), “mi corazón criollazo” (identidad nacional/popular). Interpretación: el sujeto lírico se identifica con su instrumento y su propia historia para denunciar abusos del poder y sostener la lucha.
  • Metáforas del devenir social: “cantando mi chacarera, con ritmo confederal” y “con ritmo sincopado me da ganas de bailar” (la música no es simple adornos; es vehículo de resistencia y transformación).
  • Metáfora de la patria y la lucha: “para combatir al capital” y “por la Patria y mis derechos” (patria entendido como comunidad que reclama justicia, no como estatismo neutro).
  • Otros recursos: imágenes de brindis (“una copita de vino”) como ritual de encuentro y resistencia; la mezcla de ritmos (chacarera, huayno, vidala) como símbolo de pluralidad cultural y decolonialidad musical.
  1. ¿Cómo se realiza la personificación en la canción y qué efecto tiene en la interpretación del mensaje?
  • La personificación aparece principalmente en la identificación del yo con elementos culturales y políticos: “mi guitarra patriota y confederal”, “mi corazón criollazo”, “la canción” como sujeto que “se convierte en sujeto de la revolución” (eco del Viejo Decálogo). Efecto: la canción y el arte dejan de ser simples adornos para convertirse en actores activos de la lucha, enfatizando el poder de la voz popular para impulsar cambios.
  1. ¿Qué comparaciones se establecen en la obra y cómo contribuyen a la profundización del significado?
  • Comparación implícita entre diferentes tradiciones musicales (criolla, huayno, vidala, chacarera) para forjar una identidad de “mestizaje cultural” que resiste al extractivismo político-económico y al imperialismo.
  • Comparación entre el mundo del capital “capital” y la vida cotidiana del pueblo, subrayando la dicotomía entre explotación y dignidad popular.
  • Enunciados como “del Qollasuyo nomas” sitúan la obra en un cruce andino-latinoamericano, fortaleciendo una mirada decolonial que cuestiona jerarquías culturales y políticas.
  1. ¿Cuál es el tono predominante en la canción y cómo influye en la percepción del mensaje?
  • Tono militante, combativo y esperanzador, con un pulso festivo (la chacarera) que diluye la violencia en una cadencia de resistencia. Este tono facilita que el mensaje político llegue desde la emoción popular hacia la acción colectiva, sin perder la musicalidad y la memoria de raíces.
  1. ¿Cuáles son los temas principales y cómo se relacionan con el contexto sociopolítico?
  • Temas: patria/identidad popular, lucha contra el capital, anti-imperialismo, solidaridad con pueblos oprimidos, defensa de derechos, fusión de identidades culturales (criollo-indígena), autonomía y confederalismo.
  • Contexto: Argentina y América Latina en un marco de crisis estructural, resistencias sociales y consolidación de identidades regionales. El uso de lo “confederal” sugiere una alternativa a modelos estatales centralizados, proponiendo unidad en la diversidad.
  1. ¿Cuál es la intención del autor y cuál es el mensaje?
  • Intención: activar conciencia política, impulsar acción colectiva y dignificar a las clases populares a través del arte; engarzar cultura, memoria histórica y lucha por derechos en un formato de canto popular.
  • Mensaje: la música es arma de liberación; la identidad cultural y la solidaridad deben sostener la lucha contra el orden capitalista-imperialista y por la autodeterminación.
  1. ¿Qué simbolismos se encuentran presentes y cómo contribuyen al significado?
  • Símbolo de la guitarra como instrumento de resistencia; el vino como rito de comunión; el “corazón criollazo” como núcleo identitario; las referencias a Qollasuyu y a ritmos indígenas (huaynito, vidala) como afirmación de una memoria ancestral que desafía hegemonías culturales.
  • El “proletario” y la “patria” simbolizan la unión entre clase trabajadora y nación, reconstruyendo una ética de igualdad y justicia social.
  1. ¿Cómo se estructura el poema y cómo contribuye a la transmisión del mensaje?
  • Estructura en dos apartados (“I” y “II”) con un estribillo que repite la idea de “cantando mi chacarera, con alma confederal” y progresiones que alternan lo íntimo (experiencia personal) con lo colectivo (derechos, lucha). Esta alternancia facilita la transmisión de un mensaje de identidad, resistencia y proyección hacia la acción.
  1. ¿Cómo se utilizan recursos estilísticos, como la repetición, y qué efecto tienen?
  • Repetición de motivos como “cantando mi chacarera” y “con ritmo confederal” para solidificar la identidad y el llamado a la acción. La repetición funciona como himno popular, fortaleciendo la memoria colectiva y la capacidad de convocatoria.
  1. ¿Cómo resuena hoy y qué relevancia tiene?
  • Resuena en contextos de crisis estructural, movilización social y debates sobre identidad, soberanía, y justicia económica. Su énfasis en la “unidad confederal” y en una ética anti-imperialista ofrece un marco para pensar alianzas regionales y estrategias de empoderamiento desde lo popular.
  1. ¿Cómo contextualizar la obra en base a la biografía del autor y su compromiso?
  • Francisco Alvero (El Juglar de la Libertad) se presenta como artista militante con trayectoria de “arte popular de liberación” y con proyectos como la Cantata Patriótica Revolucionaria. Su biografía —influencias familiares, ubicación en contextos de lucha, labor en redes— se alinea con un pensamiento político decolonial, anti-capitalista y pro-derechos humanos, que se expresa en esta obra como extensión de su vocación de actor social y cultural.
  1. ¿Qué otras obras o aspectos de la vida influyen en la interpretación?
  • La trayectoria de “Etapa Criolla” (música folklórica argentina), la “Etapa Lírica” (fusión lírico-popular con conciencia social) y la fase contemporánea (arte teatral, multimedia y activismo en red) señalan un continuum de arte militante y de liberación. La obra encaja en esa genealogía: mezcla de folklore y crítica social, con una estética de protesta y de esperanza revolucionaria.

Sección II. Análisis político de la obra (preguntas 1–8)

  1. ¿Qué mensaje transmite el poema-canción?
  • Un mensaje de identidad y lucha: denuncia de estructuras de poder (capitalismo-imperialismo), afirmación de derechos y soberanía popular, y convocación a la acción colectiva desde una genealogía cultural diversa (criolla e indígena) y un ethos de confederalismo.
  1. ¿Qué ideología y postura política se desprende?
  • Ideología claramente de izquierda crítica: anti-capitalista, anti-imperialista, comprometida con la justicia social, la autodeterminación y la articulación de diversas culturas en un marco confederal. También se observa un horizonte de transformación social mediante la cultura y la lucha popular.
  1. ¿Qué repercusión pudiera tener en medios físicos y virtuales?
  • En medios físicos podría generar respuestas polémicas en ciertos sectores conservadores, pero también resonancias entre movimientos sociales y pueblos indígenas/vecinales. En plataformas virtuales podría viralizarse entre audiencias de izquierda y movimientos culturales, ampliar la alfabetización política y la solidaridad regional; podría haber debates sobre lenguaje y llamados explícitos a la confrontación.
  1. ¿Qué críticas burguesas o revolucionarias podría despertar?
  • Críticas burguesas: acusaciones de extremismo, romanticismo de violencia o de ofensa a identidades nacionales; cuestionamientos a la propiedad privada y a las estructuras estatales.
  • Críticas revolucionarias: en el sentido de celebrar la lucha de clases, el anti-imperialismo y la decolonización como imperativos éticos y políticos, posibles debates sobre tácticas, alianzas y vías de transición.
  1. ¿Cómo se relaciona la obra con la situación política y social actual de Argentina y América Latina, Palestina o el Sur Global?
  • Se vincula con tensiones regionales de desigualdad, deuda y dependencia, y con movimientos que cuestionan la hegemonía occidental. En relación con Palestina y otras luchas anticoloniales, se enmarca en un pan-continental impulso de solidaridad y anti-imperialismo, proponiendo un marco de alianzas globales entre pueblos oprimidos y movimientos de liberación.
  1. ¿Cómo describiría el estilo literario de la obra en términos de poesía y mensaje?
  • Estilo popular-político, con elementos de canción folklórica, retórica de protesta y una estética de conquista identitaria. Su mensaje es directo y movilizador, con una poesía que combina la memoria histórica con la urgencia del presente.
  1. ¿Qué tipo de melodía se podría imaginar para acompañar la letra y reforzar el mensaje?
  • Una mezcla de chacarera (raíz folklórica argentina) con elementos de ritmos andinos (huaynito), y toques contemporáneos (percusión ligera, electrónica suave) para enfatizar la fusión entre tradición y modernidad. Instrumentación sugerida: guitarra, bombo legüero, charango, flautas andinas, percusión baja, y un puente melódico que permita un coro colectivo.
  1. ¿Cuál es la conclusión sobre el poema-canción en términos de su mensaje e inserción?
  • Es una pieza que reivindica la agencia popular a través del arte militante, proponiendo una lectura de la identidad como motor de transformación social. Su potencia reside en ligar lo cultural con la acción política, articulando esperanza, protesta y comunidad.

Sección III. Viejo Decálogo y aplicación a la obra (preguntas 1–5, incorporando el nuevo decálogo)

  1. Según el Viejo Decálogo de Carlos Molinero, ¿qué tipo predominante hay en la obra? (cita y argumento)
  • Predominante: el NRO 9, “del protagonismo de la canción: la canción misma se hace sujeto de la revolución, la voz resulta protagonista.” En la obra, la canción encarna la acción revolucionaria (el yo lírico se presenta como voz colectiva: “Cantando mi chacarera… ya mi sentir proletario lo voy a hacer respetar”). También se advierte NRO 6 (denuncia social) y NRO 4 (reinterpretativa histórica) al contrastar voces populares con estructuras de poder. La pieza utiliza la canción como sujeto activo, no sólo como medio de expresión.
  1. ¿Cómo podría incluirse otra caracterización del decálogo mediante un giro poético o narrativo en cada poema?
  • Indigenista (NRO 1): incorporar una voz indígena que hable desde sus comunidades, narrando la resistencia y la defensa territorial, con un registro léxico propio (lenguas originarias o préstamos culturales) para ampliar el horizonte de legitimidad y memoria.
  • Latinoamericanista/unidad cultural (NRO 2): entrelazar relatos de varias comunidades latinoamericanas (no solo argentinas) para mostrar un frente regional de lucha y solidaridad.
  • Pacífica combatiente (NRO 5): dramatizar dilemas éticos sobre uso de la violencia; comparar violencia defensiva frente a violencia represiva; presentar un debate moral dentro de la lucha.
  • Liderazgo y protagonismo social (NRO 7): enfatizar a liderazgos colectivos y comunitarios, no sólo al “yo cantor”, para mostrar cómo el cambio nace de la acción colectiva.
  • La inmortalidad militante (NRO 8) y el protagonismo de la canción (NRO 9): desarrollar narrativas que celebren la memoria de luchadores y el canto como legado vivo, sin caer en la mitificación, pero sí en la dignificación del compromiso.
  1. ¿Qué otra característica no mencionada en el decálogo podría incorporarse, pensando en el siglo XXI (giro decolonial, anti patriarcado, etc.)?
  • Ecologismo y decolonialidad (nuevo decálogo también recoge esto): integrar una crítica a la extractivista economía y a la colonialidad del poder que perpetúa desigualdades ambientalmente y socialmente. Incorporar una perspectiva feminista/interseccional y antirracista para dar voz a las mujeres, pueblos originarios y comunidades oprimidas. Esta ampliación permitiría mostrar que la lucha es integral: ambiental, de género, racial y económica.
  1. ¿Con qué autores intérpretes del cancionero argentino/latinoamericano mundial podría emparejarse la obra y por qué?
  • Argentina: Atahualpa Yupanqui (poética de la lucha, raíz folklórica, voz de la que escucha el pueblo); Mercedes Sosa (vociferación de la justicia social, compromiso popular); León Gieco (cantautor popular con crítica social).
  • Latinoamérica: Víctor Jara (lenguaje de protesta, uso de la canción como arma de liberación); Violeta Parra (raíces culturales, defensa de la identidad); Silvio Rodríguez, Pablo Milanés (lírica de izquierda, compromiso político); Mercedes Sosa (nexo con movimientos sociales).
  • Mundial: Bob Dylan (tradición de protesta) y canción política en inglés; Victor Jara y la Nueva Canción Latinoamericana como antecedente directo.
  • Justificación: todos comparten la idea de usar la canción como medio de denuncia, memoria y convocatoria política, y conectan tradición popular con luchas sociales.
  1. ¿Qué tipo de artista u obra lleva adelante mayoritariamente el Juglar de la Libertad, según su blog/redes?
  • En las trazas biográficas y en su “Etapa Lírica” y “Etapa Contemporánea” se verifica un proyecto de arte militante que fusiona folklore popular con una lectura crítica de la realidad social, desde una postura de liberación y decolonialidad. Se observa un énfasis en la “arte popular de liberación” y en la dramatización musical-escénica de luchas colectivas, con un componente digital-modernizado (redes, plataformas), que apunta a ampliar la participación ciudadana y la difusión de mensajes políticos. En síntesis: un cantautor militante que integra tradición popular con crítica social, con énfasis en la unidad de los pueblos y la transformación social.

Sección IV. Nuevo Decálogo del siglo XXI y lectura comparada (preguntas 1–5)

  1. Según el Nuevo Decálogo de la Canción Militante del siglo XXI (del Juglar de la Libertad), ¿cuál sería el tipo predominante en la obra? ¿Citar el párrafo o verso y justificar?
  • Predominante: "Anti-capitalista y anti-imperialista" junto a "Protagonismo colectivo y de sus voces" y "Ecologista y decolonial." Esto se ve en la continuidad de la lucha contra estructuras de dominación (capitalismo/imperialismo) y en la articulación de múltiples voces y saberes. En la letra, la defensa de una Patria que no se somete al capital y la afirmación de una identidad que se construye desde el pueblo y sus ritmos (chacarera, huaynito, vidala) sostienen esa lectura. El uso de la imagen de la canción como sujeto de la revolución —“Cantando mi chacarera, con alma confederal… lo voy a hacer respetar”— se alinea con la idea de que el canto es herramienta de lucha y sujeto activo de cambio.
  1. ¿Cómo podría incluirse otra caracterización del decálogo militante a través de un giro poético o narrativo?
  • Se podría incorporar una voz femenina central o voces interseccionales (feminismo antirracista) para ampliar el marco de lucha: una estrofa o poema que entrelace experiencias de mujeres, personas racializadas y comunidades LGBTQ+ para reforzar el compromiso con la diversidad y la igualdad real.
  • Se podría incorporar una dimensión de “resistencia digital” (información, alfabetización mediática, ciberseguridad) como un eje narrativo que muestre cómo las comunidades usan las tecnologías para organizarse y resistir.
  • Se podría introducir un personaje o colectivo indígena que dialogue con el yo lírico, reforzando la decolonialidad y la defensa de saberes ancestrales.
  1. ¿Existe alguna característica no mencionada en el decálogo que podría ser relevante para el siglo XXI (giro decolonial, anti patriarcado, etc.)?
  • Sí: ecofeminismo, justicia climática, y una ética de cuidado. Esto implicaría acoger la defensa del territorio, la biodiversidad y el manejo comunitario de recursos, enlazando la justicia social con la protección del medio ambiente y la autonomía de comunidades indígenas y campesinas.
  1. ¿Con qué autores intérpretes del cancionero argentino, latinoamericano o mundial podría emparejar la obra y por qué?
  • Ya señalé en la pregunta 4 anterior. Podría compararse con Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa, León Gieco, Víctor Jara, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, Violeta Parra, etc., por su capacidad de convertir la música en instrumento de protesta, memoria y construcción de identidad popular.
  1. ¿Conociendo varias obras del mismo autor EL JUGLAR DE LA LIBERTAD, qué tipo de artista u obra parece desarrollar?
  • Un artista de “arte popular de liberación” que fusiona folklore con poesía de protesta, y que utiliza la música como una herramienta de educación cívica y cohesión social. Su trayectoria muestra una progresión desde lo criollo y popular hacia una estética híbrida (música, teatro, multimedia) con fuerte énfasis en la justicia social, la decolonialidad y la movilización comunitaria.

Sección V. Preguntas sobre la retrospectiva y periodo de la obra (preguntas de la Retrospectiva)

  1. Según la Retrospectiva, ¿a qué periodo pertenecería la obra y por qué? ¿Justificar?
  • Pertenecería a la Etapa Contemporánea (2020–Actualidad) de “EL JUGLAR DE LA LIBERTAD.” Razones:
    • El uso de plataformas digitales (TikTok, YouTube, Instagram, Facebook) y la “presencia en redes” está enmarcada en la década actual.
    • La obra “Con mi guitarra patriota y confederal… cantando mi chacarera” se sitúa dentro de una voz performática-escénica que integra elementos modernos (dramaturgia, multimedia) para una “propuesta dramatúrgica y social” típica de la etapa contemporánea.
    • El hilo ideológico de la decolonialidad, anticapitalismo y la construcción de una identidad regional y global está en el centro de su discurso actual.
  1. ¿Qué elementos del pensamiento de Francisco Alvero (El Juglar de la Libertad) se reflejan en la temática de la obra?
  • Anti-imperialismo y anti-capitalismo; defensa de derechos humanos y de la dignidad popular.
  • Decolonalidad y reconocimiento de saberes indígenas y populares (referencias al Qollasuyu; sincretismo musical).
  • Protagonismo de la canción y del sujeto colectivo como motor de cambio.
  • Confederalismo como propuesta política alternativa al estado-nación hegemónico.
  • Mezcla de cultura clásica y popular como estrategia de liberación (arte como arma de transformación).
  1. ¿Cómo se manifiesta el pensamiento decolonial en la obra? Ejemplifique.
  • A través de la inyección de referencias indígenas (Qollasuyu), la fusión de ritmos originarios con la música criolla y la crítica a estructuras que perpetúan la explotación de pueblos y territorios. El “nuevo decálogo” enfatiza explícitamente la decolonialidad como eje central, y la obra despliega ese compromiso al situarse fuera de narrativas eurocéntricas y al priorizar saberes y luchas locales como parte de una lucha transnacional.
  1. ¿Cuál es la función del arte según EL JUGLAR, y cómo se relaciona con la obra?
  • Función del arte como instrumento de liberación, memoria, educación cívica y cohesión social. La obra utiliza el canto y la música como herramientas para organizar, informar y convocar a la acción colectiva, proponiendo una ética de vida que vincula el arte con la justicia social y el cuidado de comunidades y territorios.
  1. ¿Cómo aborda la obra temas sensibles contemporáneos como la “indiferencia” y la “injusticia”? ¿Qué paralelos con su entorno?
  • Enfrenta la indiferencia a través de la denuncia explícita de desigualdades, la memoria de luchas y la llamada a la acción; aborda la injusticia como un eje estructural que debe combatirse desde lo cultural y político. Su entorno contemporáneo —crisis económicas, desigualdad, resistencias regionales— se refleja en la insistencia de unir culturalidad y lucha social como motor de transformación.
  1. ¿Cómo se relaciona el ideal de “poesía revolucionaria” con la obra y la trayectoria del artista?
  • La poesía revolucionaria es la forma estética que el Juglar utiliza para traducir la rabia, la memoria y la esperanza en una experiencia sensible y colectiva. Se integra a su trayectoria de “arte popular de liberación” y a su objetivo de hacer de la música un instrumento de cambio social.
  1. ¿Qué rol juegan la decolonialidad y la revolución en el poema y en la obra en general?
  • Decolonialidad: estructura el marco interpretativo, cuestiona la hegemonía cultural y propone una articulación de saberes múltiples (indígenas, criollos, afrodescendientes, populares) como basis de la lucha. Revolución: no es sólo un fin político, sino una práctica cultural que se expresa en la construcción de una comunidad, en la transformación de la identidad y en la organización colectiva. En la obra, estos elementos se manifiestan en el uso de ritmos, símbolos y una narrativa que invita a tomar la vida y la cultura como ámbitos de acción política.
  1. ¿Cómo aborda el poema el poder transformador del arte en comparación con las realidades actuales?
  • El poema sugiere que el arte puede ser motor de cambio social: produce conciencia, convoca a la acción y crea comunidades solidarias. En la actualidad, esa función se ve amplificada por las plataformas digitales, que permiten la circulación de mensajes de justicia y decolonialidad a nivel global, así como por un movimiento artístico que mezcla tradición con innovación tecnológica.
  1. ¿Qué similitudes se pueden trazar entre la obra del Juglar y su trayectoria personal?
  • Ambos procesos muestran un compromiso militante con las luchas de las comunidades trabajadoras y oprimidas; una constante hibridación entre lo popular y lo culto (folklore y el repertorio lírico) y una búsqueda de herramientas artísticas para la transformación social; un uso de la performance y del activismo como método artístico.
  1. ¿Cómo representa la obra ideas concretas de lucha o cambio social a través de la música y las artes?
  • A través de la canción que se “concentra” en la acción colectiva, en la memoria histórica de comunidades, en la denuncia de estructuras de poder y en la celebración de la identidad cultural como fundamento de la emancipación. La música funciona como escenario de encuentros, organización y transmisión de emociones que movilizan a la acción.
  1. ¿Qué visión del futuro se insinúa y cómo se conecta con el legado del artista?
  • Una visión de futuro de liberación, justicia social y autonomía cultural para pueblos diversos, articulada en torno a la idea de un confederalismo que supere fronteras nacionales, junto con un fortalecimiento de la soberanía cultural y ambiental. El legado del artista se proyecta como continuidad de la “arte popular de liberación” hacia nuevas generaciones y tecnologías.
  1. ¿Según la RETROSPECTIVA, a qué periodo pertenecería la obra y por qué? Justificar y ejemplificar.
  • Pertenecería a la Etapa Contemporánea: se evidencia en la articulación de lo histórico con lo actual, en la presencia de redes sociales y en la posición de “El Juglar de la Paz Mundial” como figura que integra lo lírico, lo teatral y lo multimedia para denunciar injusticias y proponer un orden más justo. El uso de plataformas digitales, la referencia a la “Cantata Patriótica Revolucionaria” y el enfoque en la acción colectiva y la decolonialidad encajan con la trayectoria de la etapa contemporánea.

Preguntas finales de evaluación (Concurso internacional y crítica)

  • En un concurso internacional, ¿qué puntaje podría obtener la obra y qué críticas le harían?
    • Puntuación probable: alta en categorías de “valor político”, “originalidad musical” y “conexión con comunidades” (8–9 de 10) para jurados que valoran innovación y compromiso social. Podría recibir críticas en contextos muy conservadores o institucionales por su carga explícitamente militante y por contenidos anti-capitalistas-imperialistas; podría enfrentarse a señalamientos por lenguaje directo o por llamados a la acción que algunos interpreten como confrontativos. En un marco más amplio y plural, la pieza podría generar gran interés por su fusión de folklore y modernidad, su defensa de la diversidad y su propuesta de confederalismo como alternativa política.

Notas finales y recomendaciones para lectura de la obra

  • Si te interesa ampliar el análisis, conviene cruzar estas lecturas con otros textos o entrevistas del Juglar para rastrear referencias explícitas a su genealogía estética (arte popular de liberación) y a su proyecto de “dramatización musical”.
  • También podría ser provechoso situar la obra en debates actuales sobre música patriótica, identidades poscoloniales y movimientos de justicia social en América Latina y el Sur Global.

 



El dilema estratégico del peronismo ante Santiago Cúneo

"La Confederación como Caballo de Troya del Peronismo".

Por Andrés Bustos Fierro, especial para NOVA

Al peronismo no se lo derrota: se lo infiltra, se lo desplaza o se lo reconfigura desde adentro. Esto lo entendieron muchos actores a lo largo de la historia.

Lo supo Carlos Menem cuando privatizó sin romper con la liturgia justicialista. Lo supo Néstor cuando desde Santa Cruz se animó a tomar la palabra del movimiento y vestirla de derechos humanos. Y lo está entendiendo hoy Santiago Cúneo.

Lo que Cúneo propone no es simplemente un giro doctrinario ni un capricho discursivo. Es, en rigor, una operación política con una carga estratégica sofisticada: activar una fisura latente en el corazón del peronismo, que ha sabido ser contenida, ignorada o comprada durante décadas, pero que sigue allí: la tensión entre el peronismo centralista y el peronismo federal.

Su idea de una Argentina confederada, con autonomías provinciales robustas, nuevos capitales culturales y un poder más distribuido, no es ingenua. No apunta a destruir el peronismo; apunta a romper su centro de gravedad.

A disputarle el monopolio del relato nacional desde las orillas. A horadar la legitimidad de un modelo de conducción que, para muchos, ya no representa ni conduce.

Y ahí está el caballo de Troya

No viene vestido de neoliberalismo, ni de progresismo ilustrado. Viene cubierto de símbolos justicialistas, de apelaciones al pueblo, de una Eva Perón que ya no habita en Juncal sino en las provincias olvidadas. Viene con un escudo, pero otro mapa.

En esa maniobra, Cúneo no solo desafía al kirchnerismo (esa versión tecnopolítica del viejo peronismo) sino que interpela a todos los sectores del movimiento: a los gobernadores que se sienten rehenes de una conducción porteña, a los sindicatos que ya no movilizan como antes, a las bases que hace rato perdieron el entusiasmo por los nombres pero conservan algo del fuego por los símbolos.

El dilema es claro: ¿puede el peronismo seguir funcionando como un movimiento nacional si pierde su eje nacional? ¿Qué queda cuando la idea de “unidad” se convierte en “confederación”? ¿Puede haber justicia social en un país fragmentado territorialmente? ¿Y si la confederación no fuera el fin del peronismo sino su próxima mutación?

El peronismo está acostumbrado a sobrevivir traiciones, pero no infiltraciones simbólicas. El verdadero riesgo no es que Cúneo le gane a los candidatos del PJ. El riesgo es que conquiste a los peronistas sin romper el peronismo, que logre reprogramar sus coordenadas desde dentro.

Una confederación puede sonar a libertad territorial. Pero también puede ser el primer paso hacia una fragmentación de la voluntad colectiva. Puede ser la emancipación de los pueblos o la renuncia silenciosa a construir una comunidad organizada.

La historia no se repite, pero rima. Y hoy, más que nunca, el peronismo debe decidir si quiere seguir siendo un movimiento con centro o una suma de partes con memoria. Porque si pierde el eje, también puede perder el relato.

Y sin relato, hasta el peronismo puede degradarse en una franquicia ideológica provincial: fragmentada, desmemoriada, sin centro ni causa.

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