Y te llaman terrorista, te llaman anti semita!!!
Arruinándote la existencia
persiguiéndote de por vida
Las ideas siempre libres y despiertas
La verdad no se compra ni se vende,
Si se tiene dignidad
De pie hay que luchar hasta el final
Como ayer invasores y conquistadores
Nos siguen subestimando
Terrorismo es violencia de mil formas y maneras!!!
Manipular y ocultar
Cinicamente mentir, transigir
Segregar, postergar, invisibilizar
Capitalismo simple y llano
Violencia y dominación
Aculturación, transculturación
Destierro, olvido y miseria
Lastima y dominación
Nosotros escribimos la historia
hermanos pongamos atención
La Patria vamos gestando
Luchando y cantando juntos a plena voz!!!
Hagámoslo primero
Desde nuestro corazón
Sino no ha de cambiar nada
Con las armas de la idea
Hacia la revolución

Mundo Libre. Diseño especial de Iván Bellot.
Las fechas y las cifras siempre ayudan a hacer visible aquello que se nos hace presente como una realidad caótica o naturalizada. Este es un breve recorrido por esas sombras que el imperialismo norteamericano ha dejado por doquier desde que detonó dos bombas nucleares sobre una población civil hace 75 años.
“Visnú está tratando de convencer al príncipe de que cumpla con su deber y para impresionarlo, adquiere su forma de múltiples brazos, y dice: ‘ahora me he convertido en la muerte, el destructor de mundos’… Supongo que todos pensamos eso, de una u otra forma”. [i]
Con esa famosa cita del Bhagavad- gita Julius Robert Oppenheimer se refería al momento en que vio detonar a su creación en el desierto de nuevo México. Era el 16 de julio de 1945 y la prueba Trinity lograba la expresión máxima de la racionalidad imperialista. La bomba atómica se sumaba al escenario geopolítico. “Supimos que el mundo ya no sería el mismo… algunas personas rieron, algunas personas lloraron… la mayoría permaneció en silencio”, recordaba en voz alta Oppenheimer mientras miraba al suelo, tal vez con vergüenza de sí mismo, como pidiendo perdón a las generaciones futuras. Su legado era la muerte masiva e instantánea. EE. UU. se convertía en la primera potencia nuclear de la historia.
Unas semanas más tarde, el 9 de agosto, ese mismo prototipo de plutonio, el Fat man era arrojado por el bombardero estadounidense Bocks Car sobre la ciudad de Nagasaki en Japón. Si la bomba de Hiroshima, que había aturdido a la humanidad dos días antes, es la expresión apoteótica de la decadencia civilizatoria, la de Nagasaki no tiene palabras que permitan justificar el grado de tal atrocidad. un horror horroroso[ii]
. Ninguno de los crímenes del ejército imperial Japones en China e indochina fue ajusticiado con estos bombardeos. No una, sino dos veces detonaron el resplandor de mil soles sobre la población civil. La barbarie de Europa occidental es increíblemente grande, solo superada —superada con creces, es verdad— por la barbarie de Estados Unidos, dirá Aimé Cesaire con justa razón[iii].El argumento de que se utilizaron estas Armas de Destrucción Masiva (MAD, en inglés) para evitar muertes y poner fin a la guerra es, además de un oxímoron, una de las falsedades a las que el imperialismo norteamericano tiene acostumbrado a los pueblos del sur del mundo. Lo que estaba en juego en verdad era la supremacía geopolítica en el mundo que surgía luego de la II Guerra Mundial- o de la transición geopolítica iniciada por la crisis del capitalismo-. Para EE. UU. la colaboración con la URSS para derrotar a Japón se estaba tornando un problema central para el escenario que se abría y necesitaba dar un mensaje de “poder preponderante”[iv]
. En un mundo colonial, capitalista y eurocéntrico, quien quisiese ser su rey debía montarse en una montaña de sombras y ruinas. Pero, sobre todo, debía mostrar ese poder.El Artillero y fotógrafo del Enola Gay describió la detonación de Hiroshima con las siguientes palabras: Comienzo a contar los incendios. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis… catorce, quince… es imposible. Son demasiados para poder contarlos. Aquí llega la forma de hongo de la que nos habló el capitán Parsons. Viene hacia aquí. Es como una masa de melaza burbujeante. El hongo se extiende (…) La ciudad debe estar abajo de todo eso. 70 mil personas murieron en un destello, sus sombras quedaron en el asfalto. El registro fílmico y fotográfico es impresionantemente grande y mudo. Todo el archivo sobre las bombas, obedece a esa frivolidad de la razón que engendra monstruos, pero también a una lógica de poder internacional. Para que el objetivo sea alcanzado, el poder debe ser mostrado, debe hacerse espectáculo.

Nube de la bomba lanzada en Nagasaki
El 15 de agosto de 1945 un emperador japonés derrotado daría el primer discurso radial de su vida, “el enemigo ha comenzado a emplear una bomba nueva y más cruel, cuyo poder para hacer daño es, de hecho, incalculable, y está cobrando la vida de muchas vidas inocentes. Si continuamos luchando, no solo resultaría en un colapso final y la destrucción de la nación japonesa, sino que también conduciría a la extinción total de la civilización humana”, así expresó Hirohito la rendición total del Japón. También era la primera vez que su voz se escuchaba en público. Sus ansias de expansión imperial sobre el continente se ahogaban en un mar de silencio y destrucción que nunca hubiese imaginado que se volviese sobre su propia nación. Mas de 250 mil personas habían muerto con los dos bombardeos, cientos de miles más padecerían la ceguera, las quemaduras y el cáncer. Cientos de miles de niños, mudos, telepáticos, recitará Vinicius de Moraes[v]
, porque el silencio inundaría a Japón por años.

Gebaku Domu, la cúpula de la bomba atómica. Ciudad de Hiroshima.
Cuando el bombardero B-29 dejo caer la bomba sobre Hiroshima, la flamante carta de San Francisco- que daba nacimiento a la ONU- tenía menos de dos meses de haberse suscripto para “defender la paz y los Derechos Humanos en el mundo”. Luego de ver la barbarie decidieron crear la ONU. Con los campos de concentración en las retinas del mundo- impensables en Europa antes del nazismo, pero muy conocidos y padecidos en el sur desde hacía siglos- las potencias occidentales establecieron un sistema internacional para prevenir nuevas catástrofes humanas. Pero Japón no era occidente, tampoco China ni indochina, tampoco Asia ni África. Tampoco Nuestra América.
Ahora las bombas apuntan hacia el sur
Una vez que EE. UU. fue alcanzado en su tecnológica nuclear por la URSS en 1949 y por China en 1964, ninguna guerra directa sería posible entre los dos grandes bloques de poder internacional. Como afirma Vijay Prashad en su flamante libro Washington Bullets[vi]
: “La principal contradicción en los años posteriores a 1945 no era por los ejes Oriente y Occidente —la Guerra Fría— sino entre en Norte y el Sur: la guerra imperialista contra la descolonización.”Terminada la guerra, Estados Unidos emergió como el “garante de la libertad”, como único cuidador de la paz mundial, y se alió rápidamente a sus antiguos enemigos- Alemania y Japón- para enfrentarse a su viejo-nuevo enemigo: el comunismo internacional. Se comenta que, en la Guerra de Corea, tras la derrota en la batalla de Chosin, donde el apoyo del ejército popular chino había sido central para los comunistas coreanos, el general MacArthur solicitó que le enviasen 26 armas atómicas para atacar a China- sí, veintiséis-. Este país, no solo tenía “el descaro” de hacer una nueva revolución, sino que además apoyaba a un país hermano contra el ataque imperial. Truman se negó rotundamente. El mismo presidente que había tirado dos bombas, que había iniciado la famosa doctrina que lleva su apellido, se negó. Hacía unos años que otros podían devolverle el favor.

Bombardeo con Napalm en Vietnam.
Mientras tanto, los pueblos que habían combatido contra el Eje y sus invasiones ahora tenían que argumentar y luchar para que los derechos que se habían acordado en la ONU se les reconocieran a ellos también y que los genocidios no se repitiesen de forma invisibilizada fuera del “primer mundo”. Según ACNUR[vii]
en los 20 años de la guerra en Vietnam murieron entre 2 y 6 millones de vietnamitas y cerca de 1 millón de soldados norteamericanos -afrodescendientes en su mayoría-. La colonialidad imperialista no veía al pueblo de Vietnam como un rival digno, ni siquiera los consideraban personas. Los yanquis dejaron un apocalipsis, pero no pudieron subirse victoriosos a su montaña de huesos.Su impotencia en Vietnam fue canalizada en África. En esta porción de tierra, la CIA y los gobiernos títeres constituyeron el asesinato de líderes y lideresas populares en un deporte. Desde Patrice Lumumba en el Congo, al soporte y financiamiento de la CIA al UNITA[viii] y el FNLA en Angola —que retraso una independencia y un porvenir con justicia e igualdad para dejar un país quebrado— con una guerra que dejo 800 mil muertos, cuatro millones de refugiados/as y unos/as 100 mil mutilados/as. Años más tarde tendrían un nuevo capítulo del otro lado de este continente, en Somalia, con la libertad y la ayuda humanitaria como banderas intervinieron para garantizarse las supuestas reservas de petróleo en este país. Solo dejaron cientos de muertos somalíes y algunos helicópteros derribados[ix]
. Tampoco se observan mucho respeto de los Derechos Humanos actualmente en Libia luego de la intervención que derrocó a Ghadaffi en 2011: 50 mil personas murieron durante la guerra.En todas estas décadas posteriores a las bombas de Hiroshima y Nagasaki, el capitalismo liderado por los Estados Unidos tuvo su momento de mayor despliegue tecnológico, de expansión mundial y crecimiento. Elementos que llegarían con su versión inversa en el sur global y en las colonias internas de ese mismo centro. Porque, hay que aclarar, la población afro, indo y comunidades latinas, dentro del mismo imperio, padecerían los mismos niveles de explotación, racismo y opresión que el resto del sur mundial. Con gran parte de sus organizaciones y liderazgos bajo persecución; con asesinatos selectivos, como el de Malcolm X, el de Luther King o con cientos de encarcelamientos. Una situación que continua hasta la actualidad. Actualmente hay 200 personas de comunidades originarias en cárceles estadounidenses, gran parte de las personas encarceladas tiene más de tres décadas de encierro.[x]
Las guerras terroristas contra Oriente
La primera intervención en el Golfo Pérsico contra Irak fue en el año 1991 —petróleo de por medio— el imperialismo norteamericano se estrenaba con su único y solitario reinado en la hegemonía mundial y en pocos meses dejo más de 200 mil muertos. Pero, la masacre más atroz fue causada, no por las armas convencionales, sino por el bloqueo económico. Según las conservadoras cifras de la ONU —que no evita muchas guerras, pero si genera información sobre ellas— demuestran que alrededor de 1,7 millones de civiles iraquíes murieron por causa de ese brutal régimen de sanciones impuesto por EE. UU. La mitad de esas víctimas eran niños y niñas.

Ciudad de Homs, Siria.
La guerra de Irak —la de las armas químicas que nunca existieron— la que inicio en 2003 dejo, al menos entre 500 mil y 1 millón de muertos. Para el periodista Nafeez Mosaddeq Ahmed[xi]
, sólo en el caso de Irak, la guerra económica mató a 1,9 millones de iraquíes, desde 1991 hasta 2003. Y a partir de 2003 hay que contar 1 millón de muertes más. En total, cerca de 3 millones de vidas de iraquíes. Si se agregan las víctimas mortales de Afganistán, Pakistán e Irak los números son escalofriantes. Valoraciones aparte del partido Bazz[xii], lo que ha quedado claro es que EE. UU. no llevo ni democracia, ni libertad ni Derechos Humanos.En Siria no lograron cambiar el régimen político, pero en casi 10 años de guerra generaron la cantidad de 384 mil muertos, la mayor parte eran civiles; 5,7 millones de refugiados en el exilio y más de seis millones de desplazados internos por los combates. En la Siria que supo tener uno de los niveles de vida más altos de la región, en 2020 la economía y las infraestructuras están arrasadas, con un coste de reconstrucción estimado en más de 400 mil millones de dólares. Además de los bombardeos, el imperialismo tenía otra arma secreta , el ISIS[xiii]
, que aplicó su fundamentalismo patriarcal de laboratorio, importado para destruir la región y sobre todo a las organizaciones comunitarias kurdas.
Rompe la ola desde el horizonte
Si peinásemos este pueblo tan diverso y rico que es el de Nuestra América, nos encontraríamos con varios elementos en común, pero hay uno que se destaca: el espanto y el saqueo generado por el destructor de mundos, por esa barbarie imperialista que tenemos tan cerca, cruzando ese Rio Bravo (que es nuestro también) y que está ubicado a unas millas de nuestra Cuba. Ese pueblo que resiste lo irresistible en la isla que lleva bloqueada más de 60 años. Según el último informe presentado por ante la ONU, en octubre de 2019[xiv]
, los daños acumulados durante casi seis décadas de aplicación de esta política alcanzan la cifra de 138 mil 843, 4 millones de dólares. Siempre aclarando los detalles hasta las comas, esas comas que duelen en el estómago y en la salud de cientos de miles de personas de carne y hueso. Los atentados terroristas contra Cuba son otro capítulo. Se estima que entre todos se llega a una cifra de 3 mil muertos. Los terroristas venían siempre del norte, o se refugiaban allí, con todos los privilegios.Juan Bosch había llegado a la presidencia en República dominicana tras la caída del hijo putativo del imperio, el dictador Leónidas Trujillo. Como la política soberana y digna del profesor Bosch no le hacia gracia a la oligarquía adicta de EEUU , le hicieron un golpe de estado en 1963- el Partido Revolucionario Dominicano no llevaba ni un año en el gobierno-. Pero las fuerzas defensoras del voto popular y la constitución dieron la pelea y estaban por recuperar el poder cuando el presidente de los Estados Unidos Lyndon Johnson, convencido de la derrota de las fuerzas leales y por temor al surgimiento de “una segunda Cuba” en el Caribe, ordenó a las fuerzas armadas estadounidense la “restauración del orden”. El 28 de abril de 1965 se ponía en marcha la operación Power Back. Lo que volvía era la política del Chivo. El régimen de Trujillo había gobernado con mano dura y onanismo personalista durante 31 años. Fue el responsable de la muerte de más de 50 mil personas. Entre sus eventos “destacados” se encuentra la llamada ” Masacre del Perejil ” en la que fueron asesinados miles de haitianos/as. Las estimaciones totales sobre el número de muertes por la masacre alcanzan los 25 mil. El nombre, irónicamente inocuo, se debió a que los victimarios identificaban a las personas del otro lado de la isla por su pronunciación de la “R”. Así su racismo fónico permitía distinguir entre aquellos/as negros/as que tendrían que encarcelar y aquellos que no volverían a respirar.
La MINUSTAH[xv]
no fue la primera intervención imperialista en Haití, pero sirve de ejemplo de la opresión aplicada con discurso colonial-humanitario. Si pasamos por alto a los carniceros de Papa y Baby Doc[xvi] —que bajo las órdenes directas de la CIA y el beneplácito de Reagan aplasto al pueblo haitiano — y el golpe de estado a Aristide en 2004, tenemos más de 10 mil muertes causadas por el cólera, ingresado por las tropas de Nepal, un socio menor de la orquesta de naciones que intervino bajo el mando norteamericano. No hay cifras exactas sobre las violaciones a las mujeres haitianas, pero con la prepotencia imperialista, patriarcal y colonial las cuentas dan un numero de cientos de casos. Las pruebas están en los y las hijos/as abandonados por los soldados. Unos años antes, en una isla que también había hecho su revolución, los norteamericanos desembarcaron con 7 mil efectivos en la invasión que llevaría el nombre en código de Urgent Fury. Era el 25 de octubre de 1983 y la isla era Granada.

Masacre de El Mozote, El Salvador ,1982.
El Pop y la guerra sucia en Mesoamérica
Los años ’80, detrás de toda la reciente añoranza fabricada por los mismos vendedores, fueron años de exportación de música pop y altos niveles de injerencia en Centro América. Son los años de los contras en Nicaragua y de las masacres en el Salvador, donde el ejército local bajo las órdenes de Washington generó unas 27 masacres civiles documentadas entre 1979 y 1985. En total, la guerra en El Salvador cobró aproximadamente 80 mil vidas. En Guatemala todavía no hay un numero acordado. La Comisión para el Esclarecimiento Histórico estimó que el saldo al final de la guerra fue de doscientos mil muertos, cuarenta y cinco mil desaparecidos, y cerca de cien mil desplazados. La mayoría del pueblo Quiche. El racismo en toda su irradiación se evidencia como pilar del capitalismo y del imperialismo. Las atrocidades hacia las mujeres aun no pueden ser contadas, muchas de ellas siguen sin hablar. Muchas otras se fueron a la montaña, una buena parte cayo luchando, otra parte sigue peleando por la justicia y la memoria de quienes niegan ese genocidio para entregar el país a la “la libertad” y el mundo occidental. La historia de Guatemala en la segunda mitad del siglo XX había iniciado con esperanza, pero la United Fruit y la CIA la cortaron enseguida. El golpe de estado a Árbenz en 1954 fue el inicio de una larga y oscura saga de golpes a gobiernos populares.
Los muertos los ponen los pueblos, las balas las ponen los yanquis. De eso saben bastante los habitantes del barrio de El Chorrillo en Panamá. Fue ese barrio popular de los suburbios que se llevó la peor parte de la invasión de los marines en 1989. existen estimaciones de que hubo unas 3 mil víctimas fatales, unos 20 mil habitantes perdieron sus viviendas y demás bienes. Ningún gobierno panameño hizo queja alguna en las tribunas internacionales, ningún presidente panameño intento al menos hacer justicia por lo muertos. Ni cifras oficiales existen. Solo un presidente piso el Chorrillo y no era panameño. En su viaje a la VII Cumbre de las Américas en 2015, Nicolas Maduro, paso a saludar y a escuchar esa denuncia histórica que la elite local oculta bajo la alfombra. Allí el pueblo lo recibió con los brazos abiertos, no con cacerolas y protestas como lo hicieron los desmemoriados que sueñan con tener su oficina en el centro de la ciudad y estafar a medio mundo desde las guaridas fiscales.

Invasión de Panamá, 1989.
De las dictaduras a las guerras por las drogas
En el sur se transitó desde las dictaduras cívico-militares a las democracias de mercado y baja intensidad de derechos. Con la excepción de Chile, cuya elite será el ejemplo de exhibición- para el poder hegemónico global-. Pinochet seguirá casi una década más que el resto de los genocidas. Aunque también hay que mencionar otra excepcionalidad: la dictadura en Stroessner en Paraguay que ni siquiera era un ejemplo —ni para los propios — también se mantuvo escondida en un rincón y así estiro su régimen unos buenos años más. El plan Condor que articulaba a las botas militares, tenía un proyecto económico y geopolítico detrás, que reorientaba la economía de la región según las directivas del neoliberalismo. Mataban y torturaban para instalar un modelo, una nueva fase del capitalismo. En el camino destruían todo atisbo de revolución o de conquista de derechos para el pueblo. Detrás de todo esto, detrás de los milicos, de las elites vendepatria, de los servicios locales, las mismas siglas, los mismos colores del norte. EE. UU. Los y las 30 mil en Argentina, las personas torturadas y desaparecidas en Chile, Paraguay, Uruguay, Bolivia, luego en Perú son una herida que sigue doliendo. Los beneficiarios de ese modelo siguen paseando en sus yates de lujo.
Colombia no necesitó un golpe de Estado porque con los civiles que gobernaban —y gobiernan— no necesitaron darle forma de régimen milico para continuar con los intereses yanquis en este país. Las masacres y torturas las hicieron ellos mismos al mismo precio. Colombia es un caso para ver a contramarcha, porque mientras la región, a inicios del siglo XXI, empezaba a meterse en un nuevo ciclo de integración y de procesos populares, el país sudamericano se llenaba de bases militares y aplicaban el Plan Colombia para hacer la “guerra al narcotráfico” que no fue otra cosa más que el combate a las insurgencias y toda posibilidad de justicia social mínima. El narcotráfico no solo que nunca se llegó a erradicar, sino que se potenció y hasta llego a la presidencia con Álvaro Uribe. Pero esta guerra sí dejo 8 millones de víctimas, 7 millones 134 mil desplazados y 10 mil falsos positivos, entre el 2000 y el 2015. Esto sin contar asesinatos de paramilitares y otras carnicerías en los poblados del interior del país, allí donde mataban a los hombres y violaban a todas las mujeres de la comunidad. Las que tenían suerte no eran fusiladas o descuartizadas. Las propias clases dominantes colombianas hasta están orgullosas de su “labor patriótica” de ser el patio trasero de los norteamericanos y de paso hacer sus negocios. El uribismo es la fase neoliberal de ese callejón de la vergüenza histórica donde habitaran los Trujillo, los Somoza y tantos otros hijos de perra. Los soldados norteamericanos no solo se encargaron de resguardar “sus” recursos estratégicos exportables, sino que además abusaban de menores. Al menos 53 niñas colombianas fueron violadas por soldados y contratistas de EE.UU., que, además, grabaron los abusos y vendieron los videos. Los marines no fueron procesados por la justicia colombiana por haber cometido estas violaciones dentro del territorio de las bases militares norteamericanas[xvii]
Esta tragedia puede compararse por similitud de tiempo y de gobiernos nefastos con la de México en las primeras décadas del siglo XXI. La primera conclusión de la “guerra contra el narcotráfico” es que la guerra debería llevar un nombre distinto, tal vez, la guerra contra el pueblo. Las cifras son de cientos de miles de muertos, fosas comunes, toda la institucionalidad corrompida, subordinación total al imperio y un plan que dejo al país peor que antes[xviii]
. En cifras: 250 mil muertos, 71 mil seiscientas personas desaparecidas y millones de desplazados. Esta guerra vino a sumarse a un saqueo histórico, iniciado con el del territorio en el siglo XIX, hasta el nuevo colonialismo del TLCAN firmado en el ´94. Un país donde se tuvo que poner una nueva palabra para la violencia contra las mujeres. Como siempre el cinismo imperial. Todavía hay despistados que se creen el cuento, para esos tienen esos asesores que eligen estos nombres.
Bainbridge tiene razón, en parte
Y la lista sigue hasta nuestros días, se amplía, se torna más lúgubre, los golpes de estado e intentos de desestabilización se agolpan, se superponen: Honduras, Paraguay, Brasil, Bolivia. Las masacres de Senkata, de Sacaba, las quemas de whipalas. El asesinato de Berta de Marielle. La represión en Chile, los ojos que no ven, las pibas violadas. Sigue la guerra contra Venezuela- han intentado todas las recetas, hasta han prendido fuego a los chavistas, han intentado meter paramilitares, quisieron asesinar al presidente, nombrar a uno semi virtual, la guerra económica- La más reciente acción de piratería moderna, la han realizado los ingleses, que conocen del tema, y se quedaron con mil millones de dólares en oro de Venezuela. En el medio Elliott Abrams volvió del callejón de los malditos para seguir jodiendo a los pueblos. Las masacres que tiene a su cuenta en Centro América fueron la carta de presentación para que le den el cargo de destructor de Venezuela. Ya han masacrado a este pueblo muchas veces en el pasado, la última fue durante el caracazo. En esa las balas fueron del propio ejército, pero la estrategia económica que generó el hambre si venia de Washington. Esa vez unos pocos militares se negaron a reprimir. contra esos que se pusieron del lado del pueblo una vez en la historia de este rincón del mundo, contra ellos caería todo el odio y más tarde con Chávez en el gobierno aplicarían todos los métodos posibles para derrocarlo. Aun no lo han logrado, pero los costos para el pueblo no dejan de ser altos.
Es la decadencia de toda una civilización, que empuja al abismo a billones de seres humanos para que el 1% pueda vivir con lujos pornográficos. En el mundo dos mil multimillonarios- hombres blancos del norte- poseen el doble de riqueza que 4600 millones de personas (un 60% de la población mundial). 700 millones de personas viven en situación de pobreza extrema o moderada pese a tener empleo[xix]
. Cifras de un sistema mundial, de una hegemonía que se pavimento con dos bombas atómicas, miles de bombas de napalm y cuentos de golpes de estado. Bombas y propaganda, muerte y espectáculo. Porque el poder se tiene que mostrar, como las bombas en Japón o como la revista Forbes. También tiene que acallar, como el sol que resplandece y también genera sombras. Son esas sombras las que han sostenido al imperio norteamericano, todas esas cifras de devastación son millones de vidas que algún día serán vindicadas.Ese día de julio en el desierto de Nuevo México, iniciaba una nueva era con la prueba Trinity. Oppenheimer la interpreto desde su oscuro misticismo con frases del Bhagavad- gita, Pero quien capto en parte la naturaleza de la etapa imperialista que se abría fue Kenneth Bainbridge —uno de los diseñadores de las primeras bombas nucleares y uno años después director del departamento de Física de Harvard. Bainbridge luego de la explosión, se volteó hacia Oppenheimer y dijo “Oppy Ahora somos unos hijos de perra”.
Referencias:
[i] El Bhagavad Gita e una escritura hindú del siglo II a.C Y expresa una conversación entre un ser humano, Arjuna, y una encarnación de Dios Vishnu, el Señor Krishna. En el libro, Arjuna está preocupado y deprimido por tener que luchar contra sus primos en la guerra. La cita de Oppenheimer es de 1965, aparece en el documental The Decision to Drop the Bomb que fue emitido por la cadena norteamericana de televisión NBC
[ii] Hay que escribir un poema/sobre la bomba atómica /es un horror/nos dijo/un horror horroroso/es el fin es la nada/es la muerte. Del Poema Frustrado de Mario Benedetti.
[iii] Cesaire, Aimé. Discurso sobre el colonialismo.
[iv] Concepto adjudicado al Director de Planificación de Políticas del Departamento de Estado de los Estados Unidos,Paul Nitze en 1952. «El poder preponderante debe ser el objetivo de la política de Estados Unidos».
[v] Rosa de Hiroshima, poema de Vinicius de Moraes. Su versión musical tiene varias interpretaciones.
[vi] Prashad, Vijay. Washington Bullets. Batalla de ideas. Buenos Aires
[vii] ACNUR , Agencia de la ONU para los Refugiados.
[viii] La Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA , portugués: União Nacional para a Independência Total de Angola)
[ix] Sobre este episodio existe una película, que muestra la perspectiva imperialista, titulada La Caída del Halcón Negro (Black Hawk Down) de 1993.
[x] Si se contempla también a quienes están encarcelados en el campo de concentración de Guantánamo llegamos a más de 500 presos políticos.
[xi] Las víctimas ignoradas de las guerras de Occidente. Disponible el en : https://www.voltairenet.org /article187311.html
[xii] El partido gobernó Irak entre 1968 y 2003, primero bajo el mando de Ahmed Hasan al-Bakr y a partir de 1979 bajo Sadam Husein. Este partido se ubicaba como defensor del nacionalismo pan- árabe, laico y militante del socialismo.
[xiii] Estado islámico.
[xiv] Informe de Cuba sobre la Resolución 73/8 de la Asamblea General de las Naciones Unidas: “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”. Disponible en: http://www.granma.cu/cuba/2019-11-08/informe-sobre-las-afectaciones-del-bloqueo-a-cuba-del-ano-2019-20-09-2019-13-09-08
[xv] La Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití, también conocida como MINUSTAH, un acrónimo del nombre francés.
[xvi] Jean-Claude Duvalier , dictador en Haití desde 1971 hasta que fue derrocado por un levantamiento popular en 1986. Sucedió a su padre François “Papa Doc ” Duvalier como el gobernante de Haití después de su muerte en 1971.
[xvii] Según denuncia el Informe de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas.
[xix] https://www.oxfam.org/es/cinco-datos-escandalosos-sobre-la-desigualdad-extrema-global-y-como-combatirla
UNA SENTENCIA EJEMPLAR CON TUFO A IMPUNIDAD
MARCHA FUJIMORI CULPABLE (Ve los 9 videos)http://www.youtube.com/watch?v=1Oeu6RlYE-w
INICIAN JORNADA POR CONDENA A ALBERTO FUJIMORI http://www.youtube.com/watch?v=HZWokIAdl4g
CONFERENCIA DE PRENSA CGTP, FUJIMORI CULPABLEhttp://www.youtube.com/watch?v=sJ_92fW19Cc
La condena al hombre que confederó los vicios de la república y las peores flaquezas de la sociedad peruana, es un momento histórico pero también, y fundamentalmente, una manera de recuperar la decencia nacional.
Somos bastante mejores como país desde el día de ayer. El fujimorismo gutural quería que siguiéramos siendo, en muchos sentidos, una tribu sin ley que festejara la infamia y que sólo tuviera por norma la conveniencia de su cabecilla.
La sala penal que ha juzgado y condenado al usurpador de nombre Alberto Fujimori nos devuelve al mundo civilizado. Podemos decir ahora que, a diferencia de Chile, hemos aplicado la ley a quien jamás la acató. Porque si Pinochet sufrió ciertos aprestos judiciales -infligidos sobre todo gracias al juez español Garzón y al fuero londinense- murió, sin embargo, de larga vida y muchas muertes y jamás fue condenado.
Fujimori, en cambio, podrá ahora apelar a las instancias políticas de la siempre intervenida Corte Suprema, pero la condena de ayer lo marca para siempre y marca un antes y un después en la historia judicial peruana.
La historia del Poder Judicial en el Perú ha sido una historia de corrupción general y de muy pocas grandezas.
La corrupción no es inexorable. Los jueces paradigmáticos que ayer le han lavado el rostro al Perú demuestran que, al final, la elección entre el honor y la sordidez será siempre un asunto personal. Y que las personas dignas, más allá de las presiones y las turbas amenazantes, producirán siempre actos dignos.
Frente a tantos años de canalla abogadil y jueces no sólo sin rostro sino también sin honra, la sala penal presidida por César San Martín e integrada por los vocales Víctor Prado Saldarriaga y Hugo Príncipe Trujillo nos reconcilia con la esperanza: los jefes de Estado no son impunes, la democracia también es depuración y limpieza, no es una fatalidad aceptar el crimen ni resignarse ante la inmundicia.
Si hubo un San Martín importado y amable que juró la independencia en 1821, ayer ha habido un San Martín nacional que nos ha librado de una dominación tan indeseable como la que España impuso en estas tierras: la dominación del deshonor.
Fujimori es la interpretación más cabal y el resumen biográfico más perfecto del deshonor. No hubo deshonor que le fuera ajeno ni traición que lo asqueara ni felonía que le mereciese algún reparo.
Traicionó a la democracia que juró respetar, a la Constitución que debía cumplir, a la esposa que lo catapultó, a los evangelistas a quienes debía la victoria, a los apristas a quienes había amado tanto, a los tontos que lo creyeron “populista”.
Y cuando la ola de podre lo salpicó, traicionó a los traidores Montesinos y Hermoza Ríos, lo que es un refinamiento no sé si romano o delicadamente oriental.
Y cuando la cobardía lo ensilló por enésima vez -porque la cobardía es madre de la crueldad, según Michel de Montaigne, y Alberto Fujimori fue cruel hasta con los cadáveres-, cuando la cobardía lo azuzó, digo, perpetró la que sería la traición más transoceánica de su historia personal: renunció a la presidencia desde Tokio (“porque temía por mi vida”, diría después), se hizo japonés extrayendo la nacionalidad secreta que siempre había negado tener, se vinculó a círculos mafiosos y fascistas de la política del Japón, apareció de pronto en Chile creyendo que en el Perú lo esperaban las masas y, cuando la policía chilena lo detuvo, candidateó sin éxito al Parlamento nipón para blindarse.
Esa trayectoria ha terminado ayer con una condena que nos enaltece como país. Y esa condena se yergue ahora como un aporte de los jueces peruanos al derecho internacional y a la lucha que Latinoamérica ha librado en contra de la barbarie.
Sendero Luminoso y el MRTA le declararon la guerra al país. Pero, como lo demostró Antonio Ketín Vidal, enfrentarse al salvajismo marxista de Sendero y del MRTA no implicaba convertirnos en gentuza que celebrara en una playa militar una fiesta borracha tras el asesinato de nueve estudiantes y un profesor.
Fujimori vivió a sus anchas cuando Sendero y el MRTA le permitieron actuar como si todo le estuviese permitido. La captura relativamente precoz de Guzmán, debida al GEIN y no a los sicarios mandados desde Palacio, lo desconcertó.
Pronto, sin embargo, encontraría nuevos motivos para continuar su campaña destinada a “prolongar” la guerra todo lo que fuera posible. Un país normalizado no era conveniente porque podía permitir que la gente mirara el otro lado de la luna: el masivo latrocinio del presupuesto militar, las coimas grandiosas que irían a parar a Suiza y a la banca sucia del Caribe, la venta mafiosa de las empresas públicas, la compra de tractores chinos sobrevaluados y de aviones de guerra que costaban la mitad de lo que se decía que costaban, el uso de dineros públicos para comprar a los congresistas tránsfugas y sostener la prensa de estercolero dedicada a denigrar a “los enemigos”.
En estos días hemos visto y oído al fujimorismo, en todos sus matices, expresarse con plena libertad. Desde las objeciones de Valle Riestra, ese tribuno de “La Tribuna” y ese primer ministro goloso de la dictadura, hasta la señora Keiko Fujimori, que hasta ahora no nos dice cuándo devolverá el dinero sucio que recibió de su padre, pasando por Jaime Bayly, ese fujimorista que salió del clóset para anunciar que votará por quienes siempre lo asustaron y a los que siempre aduló.
Fujimori condenado. Las turbas que Raffo recolecta entre el lumpen harán lo suyo. “La Razón” gritará lo previsto. Martha Chávez, Martha Hildebrandt, Luz Salgado y Carmen Losada de Gamboa regurgitarán sus viejos argumentos. Valle Riestra usará, más que nunca, la corbata del luto por sí mismo. Los canales que le deben a la Sunat lo que la Sunat jamás permitiría a otros que se le debiera, seguirán reciclando chicharrones de prensa.
Pero todo eso será episódico. Desde ahora, el condenado Fujimori ya no es la víctima de una persecución que sus parásitos jamás pudieron demostrar. Desde ayer, Fujimori es un reo. Y el Perú ha amanecido distinto. El Perú ha jalado la cadena.
Es importante no olvidar algo que podría ser fundamental. No sólo los Saravá están de duelo. Están también de duelo, aunque quisieran aparentar lo contrario, los empresarios que apostaron todo por Fujimori.
No sólo en “La Razón” -el diario que justifica la masacre de Gaza tanto como la matanza de Barrios Altos- están de duelo. También lloran como viudas y viudos repentinos en “Eisha”, en la Confiep servil, en las oficinas de Dionisio Romero, en las gerencias de Saga y Ripley.
Porque Fujimori no fue sólo Barrios Altos y La Cantuta. Fujimori fue también la ejecución del consenso de Washington y del liberalismo en dosis de caballo.
El liberalismo no llegó a América Latina demandado por los pobres, como dicen los pobres diablos. El liberalismo llegó a Chile de la mano ensangrentada de Pinochet y a Argentina de la zarpa de Rafael Videla.
El Perú no podía ser distinto. Una política de persecución de los derechos adquiridos por los trabajadores, de supresión de los sindicatos, de ajuste para los de abajo y ganancias excepcionales para los de arriba y para las corporaciones que los de arriba muchas veces representan, sólo podía ejecutarse en medio del estado de excepción, la Constitución suspendida y la democracia quebrada.
La condena a Fujimori tiene connotaciones políticas. Pero no son las que el fujimorismo pretenderá esgrimir estos días. El sustrato político en todo esto es que la condena de ayer no sólo alcanza al autor mediato de crímenes abominables y al cómplice encumbrado de asesinos sombríos, sino al operador de una política que hoy, con la crisis mundial desatada, se muestra no sólo como injusta sino también como insostenible en el largo plazo.
La derecha llora por Fujimori. ¿Quién dijo que los cocodrilos no lloraban de verdad?
La razonada sentencia ha acumulado decenas de pruebas que demuestran que Fujimori comandó un grupo de poder y crimen cuyos soportes fueron el capitán (r) Vladimiro Montesinos y el general Nicolás de Bari Hermoza. A la luz de los hechos, expuestos con claridad y rigor en la sentencia, aparece Fujimori no sólo como un criminal despiadado, sino también como un cínico.
En el proceso y en declaraciones periodísticas, el ex presidente ha afirmado que no conocía de los asesinatos cometidos por el destacamento “Colina”. Sólo fanáticos enceguecidos pueden creer que, ocho meses después de la matanza de “Barrios Altos”, en la cual Martin Rivas mató a un niño de ocho años de edad, el ex presidente no sabía de esa organización criminal.
Sectores independientes de la prensa peruana y observadores internacionales habían investigado ya la pavorosa hecatombe de “Barrios Altos”, y señalado a los autores, pero el ingeniero Fujimori afirma no haberse enterado de nada. “Yo soy el jefe, pero no sé nada”, podría haber dicho.
Eso es lo que, conforme a ley y razón, el tribunal califica de omisión culpable, porque, si hubiese sido un gobernante democrático y responsable, hubiera debido ordenar no sólo la investigación, sino también el castigo para el grupo militar que efectuó tal ejecución extrajudicial con armas, municiones y hasta movilidad oficial.
Lo que sí hizo Fujimori es felicitar al comando ‘Colina’ “por sus exitosas operaciones”, además de amnistiarlo para que siguiera disfrutando de la vida. Y de la muerte.
Keiko Fujimori, la heredera política del ex dictador, considera que la sentencia ha sido inspirada por el odio. Esa señora, que no se inquietó por el trato despótico y cruel dado por su padre a su madre, doña Susana Higuchi, parece incapaz de sopesar la magnitud de los delitos de su progenitor.
A lo mejor cree que las matanzas de “Barrios Altos” y “La Cantuta” fueron inspiradas por el amor.
No la ha conmovido el asesinato de personas modestas que se habían reunido en el jirón Huanta para una pollada destinada a reparar servicios en su casa de vecindad.
Keiko, la candidata presidencial que no sabe nada de nada, ignora quizás el sufrimiento de los estudiantes de “La Cantuta”, asesinados, literalmente, a sangre y fuego, y victimados después por las calumnias del fujimorismo militante. No es capaz de compartir el dolor y la cólera de las madres y parientes de esos jóvenes.
El tribunal declara en su sentencia que las 29 víctimas de “Barrios Altos” y “La Cantuta” no estaban vinculadas a Sendero Luminoso. He ahí otra calumnia que se desbarata.
Una de las características comunes de la historia contemporánea en América Latina es el hecho de que existen profundas desigualdades e injusticias sociales en grandes sectores de la población. Esta situación ha provocado grandes tensiones y conflictos sociales permanentes. Probablemente, esta constatación, junto al impacto político de la revolución cubana en la región y el contexto internacional de "guerra fría" fueron algunos componentes que configuraron una nueva visión del papel del Estado y de las Fuerzas Armadas en el continente.
El miedo atroz a los cambios sociales, a los movimientos populares, a la "amenaza comunista" fueron creando un clima de inseguridad (en muchos casos artificial y ficticio) en las clases dominantes de América Latina que las condujo a otorgar mayores cuotas de poder a instituciones militares y policiales que aseguraban el mantenimiento del "orden vigente" y el "status quo".
La "cultura de la pobreza", la dependencia económica y política de las grandes metrópolis imperialistas, la no resolución de los problemas sociales de los sectores más débiles y marginados de la población, la imposibilidad de cambios sociales, van creando las condiciones del enfrentamiento social y político.
De tal manera, la irrupción del conflicto social y político en diversos ámbitos de la sociedad lleva a situaciones de polarización de fuerzas. La respuesta de los sectores dominantes no será el diálogo ni la búsqueda de salidas de consenso. La solución será la represión política.
Esta represión tendrá características totalmente diferentes. No será la represión tradicional, salvaje de antaño.
Se requiere un nuevo tipo de represión, nuevos métodos y técnicas, más eficaces y sistemáticos. En definitiva, una nueva concepción de la represión para hacer frente a los conflictos sociales. Así se recurre a la estrategia de la contrainsurgencia y la Doctrina de la Seguridad Nacional como un auxiliar ideológico que justifica teóricamente la necesidad de la "seguridad" y la preparación para la guerra en contra del "enemigo interno".
Por consiguiente, con la ineficacia de los tradicionales métodos de represión, con esta nueva visión de neutralizar y reprimir los conflictos sociales, con un nuevo papel para el Estado y las Fuerzas Armadas, con la incorporación de la ideología de la Seguridad Nacional, con la preparación militar para oficiales latinoamericanos en escuelas internacionales de contrainsurgencia, va surgiendo algo nuevo.
De este modo, se han configurado todos los elementos y condiciones para comprender la razón y la lógica, por la cual algunos gobiernos, civiles o militares, han aplicado determinadas formas de terrorismo de Estado, constituyendo la desaparición forzada de personas, la expresión más perfecta y acabada.
El terrorista estatal es aún más execrable que el terrorista extra-estatal, al precaverse del aparato del Estado para delinquir, ocultarse, protegerse o hacerse impune. El tríptico que caracteriza la ideología del terrorismo de Estado es: secreto, clandestinidad e impunidad. Impunidad que en el caso Peruano es insistentemente buscada por los dos delincuentes políticos que promovieron e implementaron uno de los terrorismos de estado mas crueles y sanguinarios de América Latina, vale decir Alan García y Alberto Fujimori .
La utilización de la máquina del Estado, por Alan García y Fujimori en complicidad con las fuerzas armadas y la policía nacional, para generar represión, aterrorizar, y ejecutar graves violaciones de los derechos humanos los convierte en terroristas de estado por excelencia. Motivo por el cual estos parias siguen intentando tergiversar los hechos históricos, de tal manera que finalmente el pueblo termine por creer que ellos tuvieron una razón superior para aniquilar a mas de 75,000 peruanos.
Afortunadamente, el pueblo no olvida y sabe perfectamente todo lo que pasó durante ese capitulo de la historia negra del Perú. En el campo de la violación de los derechos humanos estuvieron presentes los siguientes elementos:
Muertes.
Detenidos-desaparecidos.
Torturas.
Tratos y penas crueles, inhumanas y degradantes.
Allanamiento
Exilio y Refugiados
Los Peruanos no olvidaremos jamás. La memoria colectiva y las heridas sociales profundas se confabularan para precipitar la salud social única y exclusivamente cuando se diga la verdad, se haga justicia y se repare de alguna manera el daño ocasionado por los grupos de poder y sus brazos armado y policial.
NO A LA IMPUNIDAD DE LOS TERRORISTAS DE ESTADO!!!
LIMPIEZA A FONDO EN LAS FFAA Y POLICIALES CORRUPTAS!!!
ALAN GARCÍA Y FUJIMORI DEBEN DE RESPONDER POR SU LIDERAZGO EN ESTOS HECHOS QUE LLENAN DE VERGÜENZA Y DOLOR A TODO UN PUEBLO QUE BUSCA RECUPERAR LA DIGNIDAD Y CURAR LAS HERIDAS!!!!
García tiene motivos personales para enterrar el recuerdo: los muertos de El Frontón lo desvelan, con oleaje nocturno, sonoro, persistente.
Quienes, de izquierda, centro o derecha, desean que los años de odio y sangre no se repitan, aspiran a conservar la memoria y la lección, y honrar a las víctimas.
Movimientos reaccionarios como el nazismo de Hitler instalaron, en cambio, el culto de la muerte. Envenenaron a los jóvenes alemanes con el impulso de morir por el jefe, el guía (Der Führer), y victimar a los adversarios.
Hace quinientos años, el poeta y religioso inglés John Donne escribió hermosos sermones, que son a la vez ensayo y poesía. En uno de ellos se lee:
“Nadie es una isla completa en sí mismo; cada hombre es un fragmento del continente, una parte de la Tierra. Toda Europa queda disminuida si el mar se lleva una porción de tierra, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. Por eso la muerte de cualquier hombre me disminuye, porque estoy ligado a la humanidad; y, por consiguiente, nunca preguntes por quién doblan las campanas: doblan por ti”.
Ernest Hemingway escribió una notable novela titulada Por quién doblan las campanas, que tiene como epígrafe la frase recién citada.
Sólo mentes perversas o enfermas (fascistas o delincuentes avezados, fanáticos religiosos o políticos) se regodean con la idea de matar seres humanos.
En un país donde la violencia causó matanzas horrendas, practicadas sobre todo por las fuerzas del orden pero también por políticos que se decían de izquierda, el Museo de la Memoria es una necesidad no tanto para los viejos (me apunto), sino, ante todo, para los jóvenes.
No puedo omitir que en la Alemania de hoy, gracias a la asimilada lección del pasado, los jóvenes son los adversarios más lúcidos y enérgicos de los neonazis.
Otrosí. El jueves, a medianoche, la muerte nos golpeó: se llevó a Julio Altmann, autorizado jefe de nuestra página internacional, amigo y cabal compañero de trabajo. Su presencia nos honró, ahora nos asistirá.
En junio de 1986, reclusos senderistas de Lurigancho, EL Frontón y Santa Barbara se amotinaron y tomaron rehenes. Al termino de la operación que dio a fin a estos levantamientos, aproximadamente 250 personas resultaron muertas. Numerosas versiones apuntaban a que hubieron masivos ajusiticiamientos extrajudiciales, luego que los reclusos se rindieran. A esto se le conoció como la matanza de los penales. A raíz de esto, se formó una Comisión Investigadora del Congreso, con el objeto de determinar el grado de responsabilidad de las autoridades en dicho suceso.
Dicha comisión fue presidida por el senador Rolando Ames. A continuación se presenta los alcances principales de su informe al Congreso de la República:
INFORME DE LA COMISIÓN INVESTIGADORA SOBRE LOS SUCESOS DE LOS PENALES
La comisión, presidida por el entonces senador Rolando Ames, al analizar los sucesos de los penales de Junio de 1986 y las decisiones políticas tomadas por el Presidente García y el Concejo de Ministros, ha encontrado hechos que obligan a esas altas autoridades a responder ante el país por las decisiones tomadas.
A lo largo de esta investigación hemos encontrado igualmente hechos que nos obligan a presumir que funcionarios civiles de alto nivel en la administración, así como determinados oficiales y miembros de la fuerzas del orden que intervinieron en el debelamiento de los motines, materializaron delitos previstos y sancionados en nuestro ordenamiento legal.
Responsabilidad Gubernamental
Está demostrada la imprevisión de las autoridades del gobierno. Se permitió la organización de los internos de Sendero Luminoso en sus propios términos en los establecimientos penitenicarios; se toleró el control de los pabellones y se llegó al extremo de desconocerse el número exacto de los internos, así como las propias condiciones de reclusión en las que se encontraban.
Está demostrado que los comunicados públicos proporcionaron información falsa que magnificaba los hechos de los motines. Entre las decisiones gubernamentales estuvo la de controlar la información sobre los hechos. Esta se realizó a través de 6 Comunicados Oficiales, todos ellos eran probados por la Presidencia de la República y difundidos por medio de su Secretaría de Prensa.
Delito contra la fé pública
Los Comunicados Oficiales contenían graves inexactitudes. En el primero se hace la suma tendenciosa de motines y reivindicaciones salariales, proporcionándose información errónea sobre el número de rehenes y de armas de los amotinados. En los siguientes comunicados se ratificó la información falsa sobre posesión de armas y explosivos.
Uno de los casos más saltantes de desinformación se refiere a los hechos de Lurigancho. Se informó de construcciones inexistentes en las cuales los internos habrían ofrecido sería resistencia, muriendo "asfixiados" varios de ellos. Se sostuvo, también falsamente, que la duración de la lucha, antes de la rendición, fue de 12 y no de 2 como en realidad sucedió.
En cuanto a los comunicados públicos, estos eran revisados por el Presidente de la República y emitidos por su Secretaría. Los responsables de esa transmisión de distorsión de los sucesos habrían cometido falsedad, alterando y ocultando la verdad; habrían, además, provocado falsa alarma y serían responsablñes de delito contra la fé pública.
Limitación ilegal de autoridades judiciales
Está demostrado que se impidió y limitó ilegalmente la actuación de las autoridades judiciales y del Ministerio Público.
Debemos hacer notar que la existencia del estado de emergencia no deja de lado las facultades de los jueces ni de los representantes del ministerio Público. Por ello, no existía razón alguna para justificar el retiro de dichas autoridades del control de la legalidad en el curso de las operaciones de debelamiento.
Injustificable número de muertes
Está demostrado que el gobierno, al incumplir con su obligación de proteger la vida humana, dio órdenes que trajeron como consecuencia un injustificable número de muertes. La opción tomada de debelar los motines a través de la fuerza militar, en el plazo más breve y perentorio, significaba poner en grave e innecesario peligro la vida de los rehenes y los internos.
Fue el propio Presidente -en su condición de Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas- quien, durante el seguimiento de los operativos, insistió en esa brevedad. El Presidente de la República y el Concejo de Ministros tienen responsabilidad directa de los resultados que su orden desencadena. Los hechos posteriores, y sus costos en pérdida de vidas humanas, pudieron ser previstos, por lo menos como riesgos a evitar, y no lo fueron.
Gobierno pretende encubrir los hechos
Está demostrado que las actitud gubernamental pretendió encubrir los actos realizados durante las acciones de debelamiento de los motines. El gobierno tomó conocimiento inmediato del número de víctimas en cada uno de los penales. Sin embargo, no censura la acción que había producido tan elevado números de muertos, lo que hace presumir que dicho costo de vidas humanas estaba dentro de sus cálculos.
Lejos de sorprenderse, el gobierno felicita al Comando Conjunto de la Fuerza Armada. Asimismo, el gobierno tomó una decisión particularmente grave e inconstitucional: "se dispuso que a partir de esa misma tarde los jueces civiles ya no ingresen a los penales ni a las zonas aledañas". De acuerdo a la Constitución, el gobierno no tiene la atribución de limitar o restringir la Función Jurisdiccional.
Cuestión Final
Los siguientes son los tres aspectos principales que produjeron la masacre de los penales que costó la vida aproximadamente a 250 personas:
a) La decisión del Presidente de la República y del Concejo de Ministros de aplicar una respuesta de represalia violenta y rápida, encargándola a las Fuerzas Armadas, ante la noticia de los amotinamientos.
b) Un hábito de comportamientos represivos fuera de la ley -incluyendo las ejecuciones extrajudiciales- que gana terreno entre oficiales y personal subalterno de las Fuerzas del Orden, y es practicado con frecuencia en las zonas declaradas en emergencia.
FRENTE ÚNICO NACIONAL DE LOS PUEBLOS DEL PERÚ
defensa de puerto del paita, etc, las jornadas de lucha como las del 13 de abril y del 27 de mayo.
Norteamericano, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y otros organismos internacionales cómplices y responsables de nuestra frondosa e impagable deuda externa.
Que, el TLC con los Estados Unidos y los que se preparan con la Unión Europea , Chile, Canadá y otros países de Asia, no están dirigidos a cambiar nuestra situación de exclusión, sino a profundizarla. Estos acuerdos permiten que el puñado de empresas transnacionales que actualmente saquea el mundo, se apropien también de nuestros recursos naturales y de nuestras materias primas.
PROPONEMOS:
Ante la depredación de las empresas transnacionales y la inacción cómplice de los Estados, que han puesto en riesgo la propia continuidad de la vida en el planeta, proponemos la unidad e integración de los pueblos.
CONVOCAMOS:
A una amplia movilización unitaria nacional para constituir y construir el FRENTE AMPLIO PATRIOTA Y NACIONALISTA DEL PERU, como una organización de ancha base sin caudillos ni caudillaje, donde el acceso a las ideas, la voz y pensamientos sean una constante para todos los niveles e instancias de nuestra sociedad, premisa indispensable para refundar una nación sin excluidos, donde cada uno de los peruanos tenga el mismo valor, atención y oportunidad ante la vida y su futuro.
Lima, 10 de Febrero de 2009
Este éxito electoral demuestra, además, que el FMLN tuvo razón al abandonar, en 1992 y en el contexto del fin de la guerra fría, la opción guerrillera (después de un conflicto de doce años que causó 75.000 muertos), y al adoptar la vía del combate político y de las urnas. A estas alturas, en esta región, un movimiento guerrillero armado está fuera de lugar. Ese es el mensaje subliminal que transmite, en particular a las FARC de Colombia, esta victoria del FMLN.
Por último, confirma que los vientos favorables a las izquierdas siguen soplando con fuerza en Suramérica (1). Desde la histórica victoria de Hugo Chávez en Venezuela hace diez años, que abrió el camino, y a pesar de las campañas de terror mediático, más de una decena de Presidentes progresistas han sido elegidos por voto popular con programas que anuncian transformaciones sociales de gran amplitud, redistribución más justa de la riqueza e integración política de los sectores sociales hasta entonces marginados o excluidos.
Cuando en el resto del mundo, y muy particularmente en Europa, las izquierdas, alejadas de las clases populares y comprometidas con el modelo neoliberal causante de la crisis actual, parecen agotadas y desprovistas de ideas, en Suramérica, estimuladas por la poderosa energía del movimiento social, los nuevos socialistas del siglo XXI desbordan de creatividad política y social. Estamos asistiendo a un renacimiento, a una verdadera refundación de ese continente y al acto final de su emancipación, iniciada hace dos siglos por Simón Bolívar y los Libertadores.
Aunque muchos europeos (hasta de izquierdas) lo sigan ignorando -a causa de la colosal muralla de mentiras que los grandes medios de comunicación han edificado para ocultarlo-, Suramérica se ha convertido en la región más progresista del planeta. Donde más cambios se están produciendo en favor de las clases populares y donde más reformas estructurales están siendo adoptadas para salir de la dependencia y del subdesarrollo.
Removida en sus cimientos por vientos de esperanza y de justicia, Suramérica ha dado también un rumbo nuevo al gran sueño de integración de los pueblos, no sólo de los mercados. Además del Mercosur, que agrupa a los 260 millones de habitantes de Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela, la realización más innovadora para favorecer la integración es la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). Sus miembros (2) han conseguido una estabilidad que les ha permitido consagrarse a la lucha contra la pobreza, la miseria, la marginalidad, el analfabetismo, para asegurar a los ciudadanos educación, salud, vivienda y empleo dignos. Han obtenido asimismo, gracias al proyecto Petrosur, una mayor cohesión energética y también un aumento significativo de su producción agrícola para avanzar hacia la soberanía alimentaria. Gracias a la creación del Banco del Sur y de una Zona Monetaria Común (ZMC), progresan igualmente hacia la creación de una moneda común cuyo nombre podría ser el sucre (3).
Gracias a estos recientes instrumentos de cooperación, la nueva Suramérica acude más unida que nunca a su gran cita con Estados Unidos en la Cumbre de las Américas que se celebra en Puerto España (Trinidad y Tobago) del 17 al 19 de abril. Allí, los mandatarios suramericanos debatirán con el nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, quien expondrá su visión de las relaciones con sus vecinos del sur.
En su reciente visita a Washington, el Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, le pidió a Obama que levantase por completo el embargo económico contra Cuba, argumentando que es algo a lo que se oponen todos los países de la región (5). El pasado 11 de marzo, Washington había anunciado que los cubanoamericanos podrán visitar a quien deseen en la isla una vez al año y permanecer en ella tanto tiempo como quieran. Aunque durante su campaña electoral, Obama prometió mantener el embargo parece que se avecina una era de acercamiento entre La Habana y Washington. Ya era hora. Queda pendiente normalizar también las relaciones con Venezuela y Bolivia. Más ampliamente, Washington debe admitir que aquello del "patio trasero" pasó a la historia. Que los pueblos de Suramérica se han puesto en marcha. Y que, esta vez, no se detendrán.
Notas:
(5) Costa Rica y El Salvador, los dos únicos países de la región que no tenían relaciones diplomáticas con La Habana, anunciaron en marzo pasado su decisión de restablecerlas.
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