jueves, 10 de noviembre de 2022

“Por Nuestras Diversidades!” BIO POEMA De Francisco Alvero, EL JUGLAR ® De la TRILOGIA SOBERANA CANTATA POPULAR “DEJEN A LA PACHA EN PAZ”

 





“Por Nuestras

 Diversidades!!!”


bio poema


De la TRILOGIA SOBERANA 

CANTATA POPULAR 

DEJEN A LA PACHA EN PAZ”


De Francisco Alvero, EL JUGLAR ®


 



 

 

 “Por nuestras diversidades,

Por ellas quiero cantar

Bailar, soñar y luchar.

Y por supuesto sembrar!

Si no luchamos por ellas

Porque vamos a luchar?

Ninguna lucha existirá

Si muere la diversidad.

Por eso en este momento,

  Auto convoquémonos sin más!

 

Defender la vida es respetar,

Por siempre su dignidad

La libertad y la armonía,

Es la justicia y la igualdad. 

Y por supuesto la paz!

Comprendamos de verdad:

Es la lógica capitalista,

Tan inhumana y brutal, 

La que produce descalabro

Ecológico y social.

 

Por eso este cambio, 

Es de adentro y es global.

Gubernamental y estatal, 

Colectivo e individual. 

Político y empresarial, 

Educativo, socio cultural.

No basta con denunciarlo, 

 No basta con el arte popular,

Debemos ser agentes de cambio, 

Y debemos serlo, ya!!!”




Frente a la tragedia ambiental por las quemas de pastizales y humedales del Delta del Paraná, Cabandié trabajó en áreas afectadas y pidió celeridad en la actuación de la Justicia


Las quemas de pastizales en las islas del Delta entrerriano generan efectos negativos en la salud por el humo que se expande en la zona y que alcanza hasta Rosario, provincia de Santa Fe, lo que derivó en una polémica ciudadana, con manifestaciones y denuncias contra productores de agronegocios de la zona. Los incendios están fuera de control y afectan los ecosistemas de los humedales a mediano y largo plazo . “Acompañamos y trabajamos junto a las y los brigadistas en la lucha contra los incendios intencionales en el delta del Paraná. Los responsables de estas quemas tan brutales tienen que pagar por lo que han hecho. Esperamos que la Justicia actúe como corresponde”, dijo este sábado Juan Cabandié, el ministro de Ambiente de la Nación, desde el lugar de las quemas.

Por Patricia Escobar 

@argentinaforest 

ENTRE RÍOS Y SANTA FE (1/8/2020).- El ministro de Ambiente de la Nación, Juan Cabandié,  avanzó en una denuncia penal hace unos días por la quemas de pastizales en el Delta del Paraná y declaró la emergencia ambiental en la zona. Pero las quemas continuaron, y hasta este sábado se mantenían fuera de control, afectando con humo hasta la ciudad de Rosario, Santa Fe.

Se sigue a la espera la actuación de la Justicia para frenar las quemas y determinar las responsabilidades. Los gobernadores de Entre Ríos y Santa Fe también tienen responsabilidad en determinar quienes son los autores de las quemas y establecer un esquema de control y fiscalización ambiental.

“Los humedales son espacios verdes y reservas naturales son parte del futuro de la Argentina. Los  incendios en el Delta perjudican, dañan y destruyen un ecosistema fundamental y de enorme riqueza para ese futuro, que nos debe encontrar unidos y comprometidos en erradicarlos”,  indicó  el actual viceministro de la nación, Sergio Federovisky, quien es biólogo de profesión y  periodista ambiental.

“Desde el Ministerio de Ambiente de la Nacion se ha declarado la emergencia ambiental frente a los incendios en el Delta; además de promover un plan de producción y manejo sustentable para el humedal. Respetando así el equilibro que se debe mantener en este importante ecosistema”, expresó el funcionario a través de su cuenta oficial de Twitter.

“El Estado presente a través para frenar la barbarie y planificar junto con las provincias un modelo productivo sustentable para las islas del delta superior del Paraná que preserve los servicios ambientales del humedal”, sostuvo ante la imagen del ministro en el área, acompañando los trabajos para frenar las quemas.

El Río Paraná es parte de uno de los humedales más importantes del mundo

La quema de pastizales está fuera de control en la Isla del Delta del Paraná, en Entre Ríos, y el humo desde hace varias semanas afecta a Rosario, Santa Fe. Pero sobre todo, este tipo de actos indiscriminados genera un daño permanente sobre el valioso ecosistema del humedal del río Paraná. “Es uno de los más importantes del mundo”, afirma la periodista rosarina Jorgelina Hiba, especialista en ambiente, en una entrevista en Impulso Negocios, medio en el cual explicó las características e importancia de este entorno natural, y las graves consecuencias de su destrucción.

“Argentina tiene casi la cuarta parte de su territorio que es un humedal. El que nos referencia y nos define culturalmente, productivamente, históricamente y desde la biodiversidad es el humedal del río Paraná. Tenemos mucha suerte de poder vivir al lado de un río y de un sistema de islas como el pre Delta”, contextualiza Hiba.

Si bien el río Paraná y su línea costera constituyen una de las principales marcas identitarias y atractivos centrales de la ciudad, el aporte del humedal no se da “sólo en relación al paisaje” sino a través de los desapercibidos pero fundamentales “servicios ecosistémicos”.

“El humedal, el sistema de islas, el propio río, sirve para regular o para atemperar por ejemplo los cursos de temperaturas extremas, que va a ser muy importante en un contexto de crisis climática global, de calentamiento que por supuesto impacta en nuestra región. Nos aporta una cantidad de biodiversidad increíble en aves, en anfibios, en reptiles, en peces y esto tiene usos productivos, recreativos, turísticos. Los humedales también nos aportan oxígeno, agua, alimentos”, desarrolla la periodista.

En este sentido, el contexto de quemas actual “es el doble o el triple de grave porque además en lo inmediato genera efectos negativos a mediano y a largo plazo que vamos a ir viendo con el tiempo”.

Entre los múltiples y diversos impactos, el más registrado por los habitantes de este lado del Paraná es la presencia masiva de humo.

Según estudios realizados por la UNR, “en un día con enorme cantidad de focos, la calidad del aire de Rosario quintuplicaba los niveles de particulado contaminantes permitidos, o sea el aire estaba hasta cinco veces peor de lo que debería estar para ser un aire de buena calidad”. En un contexto de pandemia asociada además a afecciones respiratorias, esto puede tener consecuencias muy complejas a nivel sanitario.

 

Ecocidio: “Es mucho más que pastizales”

Sin embargo, el efecto más severo de las quemas es el que genera a largo plazo sobre el humedal, y que por las dimensiones alcanzadas, algunos califican como ecocidio. En lo que va del año, “se registraron más de 8000 focos en el Delta del Paraná, que va el norte de la ciudad de Santa Fe hasta la zona de San Fernando en la provincia de Buenos Aires” alcanzando así un número récord en la última década. Además, considerando solo la zona frente al Gran Rosario, se estima que se han quemado por lo menos 500 kilómetros cuadrados, “una superficie que equivale más o menos tres veces la superficie de Rosario”.

Es frecuente la caracterización de los incendios en las islas como “quema de pastizales”, lo cual puede hacer suponer que se trata de porciones irrelevantes de terreno. “El humedal mismo tiene varios subsistemas, varios paisajes dentro del paisaje. Y hay un paisaje que es el de los pastizales que no es igual al pastizal del campo o el de la llanura que es el que más vemos cuando estamos de este lado de la orilla”, explica Hiba, sino que se trata de un “sistema de agua, tierra y laguna”.

Esto genera “una mortandad de un montón de fauna que les es más difícil desplazarse rápido, como reptiles, anfibios, algunos mamíferos. En definitiva, una enorme pérdida de biodiversidad que todavía no está del todo cuantificada” pero que cuando pueda determinarse “va a ser impactante”.

Incluso las aves, que “no sufren en el primer momento por su posibilidad de desplazarse”, se ven gravemente afectadas. “El Paraná es un corredor biológico muy grande de migración de aves que hacen el recorrido del norte al sur, de Brasil hasta la Patagonia, sobre todo en los cambios de estación, otoño y primavera, entonces hay muchas especies de aves migratorias que van a encontrar su lugar de destino destruido, donde buscan su alimento, donde se reproducen, no va a estar más”.

“El ecocidio es una figura bien gráfica para entender que estamos hablando de un problema ambiental enorme”, asegura Hiba. De todas maneras, “no es todavía una figura tipificada por el delito” por lo que las personas causantes del daño contra su propio hábitat no podrán ser juzgadas por eso.

 

SOCIEDAD 10-08-2020

 

Advierten que los incendios en humedales "son una tragedia" para flora y fauna de las islas del Delta

“El panorama es desolador, el fuego diezmó numerosa fauna del humedal. Se ha encontrado una innumerable cantidad de animales calcinados tras el incendio en las islas”, dijo a Télam un experto en avifauna del grupo ecologista El Paraná No se Toca.

Telam SE
10-08-2020  
Expertos sostienen que la flora y fauna tardar aos en recuperarse
Expertos sostienen que la flora y fauna tardará años en recuperarse


Los incendios en los humedales del delta del Paraná, que ya afectaron a unas 90.000 hectáreas, constituyen una “verdadera tragedia” para la flora y fauna de las islas, y debido a la acción del fuego algunas áreas “tardarán años en recuperarse”, consideraron este lunes ambientalistas y ornitólogos.

Tras señalar que “es una verdadera tragedia” lo ocurrido con los incendios en el humedal, Pablo Cantador, un experto en avifauna del grupo ecologista El Paraná No se Toca, dijo que en un recorrida efectuada por la zona afectada advirtió que existe “un gran porcentaje de islas quemadas”.

Comentó que hay áreas donde “el suelo quedó como un ladrillo por la temperatura, ahí el fuego quemó todo, hasta los microorganismos y semillas. Será muy difícil que algo vuelva a crecer en breve. Tardará años en recuperarse”.

Si bien las aves pudieron escapar nidos y pichones resultaron calcinados
Si bien las aves pudieron escapar, nidos y pichones resultaron calcinados


El ecologista dijo que el panorama también “es devastador” en cuanto a la fauna de las islas: “Reptiles que en invierno se guarecen e hibernan en cuevas y troncos de árboles como iguanas y culebras, quedaron calcinados”.

“Lo mismo que comadrejas y hurones que el fuego atrapó en sus madrigueras. Similar situación ocurrió con las tortugas al desplazarse hacia aguas más profundas”, añadió.


Respecto a las aves que habitan las islas del Delta, el ambientalista contó que si bien muchas especies pudieron escapar, “sus nidos y pichones resultaron calcinados”.

Los incendios ya afectaron a unas 90000 hectreas
Los incendios ya afectaron a unas 90.000 hectáreas


“El fuego, cuando es nocturno, sorprende en sus refugios a las aves acuáticas como las gallinetas, que no se caracterizan por ser grandes voladores y como apenas pueden levantar vuelo, quedan presas de las llamas”, explicó Cantador.

Y afirmó que el humedal “es también recepción de aves que emigran. Ahora están migrando las que vienen de la Patagonia, y en esta primavera, llegarán las aves que proceden del norte y se encontrarán con un tercio de las islas del delta arrasadas”.

El director de Aves Argentinas, Hernán Casaña, en diálogo con Canal 3 de Rosario, agregó que el área incendiada “es el equivalente a dos ciudades de Buenos Aires” y que “es un ambiente que se perdió y no sabemos cuándo se recuperará”.

El fuego cuando es nocturno sorprende en sus refugios a las aves acuticas como las gallinetas
El fuego, cuando es nocturno, sorprende en sus refugios a las aves acuáticas como las gallinetas


Casaña expresó que "numerosas aves perecieron al tener sus nidos en los árboles, pero muchas especies tienen problemas de conservación, por lo cual el impacto será muy fuerte, y recuperar el ambiente perdido también será muy difícil”.

Tras apuntar que los incendios en los humedales “es una tragedia desde el punto de vista ambiental y de la salud humana”, el titular de Aves Argentinas, dijo que “estamos perdiendo recursos naturales a una velocidad inusitada”.

El rea incendiada es el equivalente a dos ciudades de Buenos Aires
El área incendiada es el equivalente a dos ciudades de Buenos Aires

Hay que frenar el ecocidio en los humedales

por  | Sep 3, 2022 | AmbienteOpinión

La superficie quemada equivale a 55 veces una ciudad grande como Rosario.

La crisis ambiental es una crisis de nuestra civilización generada por el modelo de desarrollo económico.

Las problemáticas ambientales, como el cambio climático, la sobreexplotación de recursos o la contaminación que más se evidencian a niveles locales y regionales, son consecuencias del modelo de desarrollo que usufructúan unos pocos con recursos que son de toda la humanidad.

Este modelo de explotación ha degradado los tejidos sociales y vinculares de nuestras sociedades del sur global, producto de un sistema inequitativo que genera cada vez más exclusión. 

El desafío que tenemos como humanidad no es privativo de las políticas públicas. Nos obliga a repensarnos desde el lugar que ocupamos.

La crisis ambiental es una crisis de nuestra civilización generada por el modelo de desarrollo económico.

Nos enfrentamos a una crisis ecológica sin igual producto de la relación que establecemos con la naturaleza desde la modernidad. Muestras sobran: los incendios permanentes y continuos de los últimos tres años en los humedales pertenecientes a la zona centro de nuestro país.

Tratar a la naturaleza como mercancía trae consecuencias graves. Las provincias que comparten este tesoro natural que son los humedales, hoy padecen riesgos que traerán consecuencias incalculables en el futuro: no solo en la salud de las personas sino en el sostenimiento de una calidad de vida óptima y un desarrollo económico equilibrado.

INCENCIANDO EL EQUILIBRIO NATURAL

Los humedales son una pieza clave en el gran equilibrio natural que el mundo necesita.

Tienen una capacidad incalculable para absorber dióxido de carbono (principal gas que impacta en el cambio climático global). Tienen aspectos y morfologías particulares. Se caracterizan por ser tierras en condiciones de inundación o saturadas por el agua. A todos los determina un mismo factor: el agua, que define sus características físicas, vegetales, animales y sus relaciones. Por lo tanto, las especies que lo habitan son aquellas que se adaptan a estas condiciones.

En la Argentina los humedales representan aproximadamente el 22% de la superficie.

Podemos encontrarlos a lo largo y a lo ancho, en climas diversos y en paisajes totalmente opuestos. Tenemos los humedales de Península Valdés en Chubut (declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO), Laguna de los Pozuelos en Jujuy, Palmar de Yatay en Entre Ríos, Lagunas y Esteros del Iberá en Corrientes o la Reserva Ecológica Costanera Sur, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (destacada por ser una reserva urbana).

Desde el 2020 no dejaron de arder casi sin interrupciones más de 1.000.000 de hectáreas del delta del Paraná

Hay dos en los que se debe poner especial atención dado su estado de riesgo porque atesoran recursos naturales de interés de cara al futuro: los humedales Los Salares que contienen litio y los humedales AltoAndino amenazados por la megaminería.

LA TRAGEDIA

Pero quizás los humedales más tristemente conocidos en los últimos tiempos son los del Delta del Paraná.

Es un ecosistema generoso que se extiende en 17.500 km2 en las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fe. Dador natural de bienestar y equilibrio a más de 15 millones de personas. Además, regulan inundaciones, depuran agua, retienen sedimentos, carbono y xenobióticos, forman suelos y proveen alimentos, maderas y fibras. Esta zona representa además una muy variada diversidad biológica.

Pero estos territorios son muestra una y otra vez de numerosos incendios y de disputas territoriales.

Desde el año 2008-2009 una ola de numerosos focos de fuego se detectó en esta zona arrasando con miles de hectáreas y junto con ellas cientos de miles de especies de flora y fauna. Ese año marcó un hito: se desarrollaron herramientas de gestión para reconducir esta catástrofe y que lograron detenerla durante casi 6 años consecutivos.

La ley de bosques nativos no presenta resultados concretos en cuanto a la preservación y el destino de fondos nacionales que desarrollen acciones de preservación y protección de los mismos en nuestro país.

Pero la pandemia trajo nuevos intentos de destrucción intencionales sobre este ecosistema.

Desde el 2020 no dejaron de arder casi sin interrupciones más de 1.000.000 de hectáreas del delta del Paraná. Un registro histórico de fuego permanente que arrasa día a día con más y más superficie de estos territorios, llenando de humo y de hollín el entorno, especialmente el de la ciudad de Rosario, complementando y exponenciando enfermedades respiratorias y malestar en medio de una pandemia que ataca el sistema respiratorio.

El humo y la contaminación afectan a amplias zonas del país.

LEY DE HUMEDALES, YA

La Ley de humedales sigue siendo una deuda pendiente en nuestro país y con ello la discusión sobre el ordenamiento territorial del sector, la coordinación interjurisdiccional entre las provincias afectadas y las decisiones políticas necesarias para atacar la causa de este problema: los motivos reales por los cuales se originan estos incendios.

¿Podemos producir en estas tierras? ¿Como? ¿De qué forma?

La Argentina ya cuenta en materia legislativa y de gestión con herramientas para accionar sobre estos temas. Los espacios de coordinación nacional como son el COFEMA y el PIECAS lograron resultados visibles en aquel trágico 2009. Detuvieron las quemas y avanzaron en acuerdos interprovinciales de gestión.

También tenemos la Ley de bosques nativos que no presenta resultados concretos en cuanto a la preservación y el destino de fondos nacionales que desarrollen acciones de preservación y protección de los mismos en nuestro país. Deudas de relevamiento e información respecto a otro de nuestros tesoros naturales a lo largo y ancho de la Argentina.

Poner límite a la frontera agropecuaria es un desafío de cara al futuro, donde la crisis vinculada a la producción de alimentos que se necesitará para abastecer a una sociedad que evoluciona y crece exponencialmente. 

Frente a la catástrofe ya consumada las autoridades nacionales no pueden ni ejecutan un plan de manejo del fuego acorde a las dimensiones de la gravedad y urgencia que demanda el ecocidio en el delta del Paraná. Muy por el contrario. Se detecta mayor presencia de ganado año tras año. Se postulan terrenos para la venta. Los emprendimientos inmobiliarios y los propietarios de la zona aún permanecen ilesos de los delitos ambientales ocasionados (ley N° 10.000 de Intereses Difusos).

¿Y LOS COMPROMISOS FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO?

Entender que las protecciones de estos recursos son fundamentales también para potenciar y conservar la producción de nuestro país es clave para destrabar una inútil discusión que no avanza en los poderes legislativos.

El cambio del clima se profundizará ocasionando innumerables consecuencias en las condiciones meteorológicas que históricamente han permitido que la Argentina y especialmente la zona centro de nuestro país sea un motor productivo de alto rendimiento.

No hay producción agropecuaria posible sin la conservación de los ambientes naturales reguladores por excelencia. Sus servicios ambientales incluyen la protección contra inundaciones y regulan sequías extremas para esta zona.

Cientos de especies amenazadas.

Poner límites a la frontera agropecuaria es un desafío de cara al futuro. La crisis vinculada a la producción de alimentos que se necesitará para abastecer a una sociedad que evoluciona y crece exponencialmente. 

La Argentina ha firmado compromisos vinculados a la lucha contra el cambio climático. Nuestro país posee una ley nacional vinculada al tema, así como la provincia de Santa Fe particularmente. Los avances en materia legislativa son opuestos al accionar de los poderes ejecutivos.

Hoy más que nunca hay que trabajar para detener este ecocidio que ya consumió el equivalente a 55 ciudades de Rosario. Dejar de distribuir responsabilidades y competencias, debe ser el próximo paso. Hacer cumplir las normas, es obligación. Convocarnos a trabajar en pos del futuro, dejando las diferencias a un lado, es la salida a esta catástrofe nunca antes vista.

Mónica Fein

Mónica Fein

Presidenta del Partido Socialista y Diputada Nacional. Fue Intendenta de la ciudad de Rosario.

Los humedales nos hablan y sus gritos aturden

¿Por qué los humedales del litoral argentino se convirtieron en protagonistas de innumerables hashtags en las redes sociales? En esta nota te explicamos todo.

Medio Ambiente
humedales del litoral argentino
Florencia Duré Por: FLORENCIA DURÉ

Los incendios en las islas del Río Paraná no paran de crecer. Cada día es posible visualizar un nuevo foco desde diversas ciudades y orillas. Los primeros fuegos se iniciaron en febrero y desde aquel entonces se extendieron de manera indiscriminada. La magnitud es tal que el Servicio Nacional de Manejo del Fuego informó que actualmente la superficie afectada alcanza unas 90 mil hectáreas. Mientras tanto, los humedales luchan por resistir y sus pulmones no tienen respiro.

El paisaje es horripilante y desolador. A lo lejos, las luces provenientes de las llamas iluminan el agua y el color rojo arde tanto que duele. El olfato se adecuó al olor a humo y la visibilidad reducida no permite distinguir entre un astigmatismo y la maldad humana. Ojalá se tratase de efectos especiales, pero la situación es aún peor en la cercanía. Aves y mamíferos son desplazados y acorralados por el fuego. Carpinchos muertos, serpientes incineradas y nutrias en la costa que intentan escapar para sobrevivir.

Los humedales son sitios de gran biodiversidad que, de manera permanente o intermitente, se cubren de agua. Son los encargados de almacenar el 30 por ciento del carbono terrestre y representan el 6 por ciento de la superficie planetaria. Entre sus grandes aportes, podemos afirmar que son espacios en los que se retienen los sedimentos y nutrientes. Asimismo, ayudan a mitigar el cambio climático y dan sustento a más de 100 mil especies de animales e insectos.

En la Argentina existen aproximadamente 600.000 km2 de estos espacios, lo que representa el 21,5 por ciento del territorio nacional. Algunos ejemplos de ellos son los Esteros del Iberá (Corrientes) y el Delta del Paraná (Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires). También, están la Laguna de los Pozuelos y las Salinas Grandes (Jujuy), entre otros.

La pelea por su protección y preservación

Décadas atrás, los humedales eran catalogados como lugares marginales o exentos de valor. Sin embargo, a medida que sus potencialidades económicas fueron reveladas, comenzaron a ser ecosistemas altamente amenazados. De esta forma, se multiplicaron proyectos de agricultura comercial y emprendimientos ganaderos a lo largo de su superficie. No obstante, en el país no existe un marco regulatorio que controle dichas actividades y aplique las sanciones pertinentes en caso de ser necesario.

En el 2012 se inició un proceso para impulsar un primer proyecto de Ley de presupuestos mínimos para su protección y uso racional y sostenible. Desde entonces, diversos legisladores, ONG y universidades trabajaron conjuntamente para conseguir una aprobación definitiva. Bajo esta línea, entre 2013 y 2016 el debate llegó a tomar estado parlamentario y la problemática se instaló en la agenda. Si bien las iniciativas presentadas consiguieron votos favorables en el Senado de la Nación dos veces, no lo lograron en Diputados. ¿Los motivos? La presión del lobby empresario fue más fuerte.

En la actualidad, existen diversas propuestas dando vueltas. Aunque la novedad es que la Cámara Baja empezó a discutir una en particular este miércoles. Es de autoría del diputado por el Frente de Todos Leonardo Grosso, y establece multas de hasta 840 millones de pesos. Asimismo, determina la tipificación de la quema de estos sitios como un delito penal sancionable con seis años de prisión. La exposición tuvo lugar en la comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano y fue el primero de cuatro encuentros.

La ciudadanía autoconvocada por una soberanía ambiental

Mientras los reclamos se hacían eco en la legislatura, en Twitter el hashtag #LeyDeHumedalesYa se volvió trendic topic. Lo mismo ocurrió en otras plataformas como Facebook o Instagram, siendo el último el más elegido para graficar con imágenes lo que viene ocurriendo. De esta manera, la lucha social tomó relevancia de manera presencial y virtual simultáneamente. De hecho, durante el último tiempo se han realizado marchas, tanto en las localidades de Victoria como de Rosario, en busca de respuestas. Así, el puente que une a ambas poblaciones se volvió partícipe también, enviando un mensaje más que claro de defensa y voluntad popular.

Fecha de Publicación: 01/08/2020

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© Sebastián Granata

En 2020, tras las manifestaciones por los incendios en el Delta del Paraná, la Comisión de Ambiente de la Cámara de Diputados inauguraba el debate para la sanción de una Ley de Humedales, cuyo tratamiento se imponía entonces como urgente pero se vio interrumpido por tercera vez en la historia del país. En ese marco, una jurisdicción --la que al parecer contiene la porción más significativa de superficie de estos ecosistemas-- marcó una disidencia en relación a la iniciativa. Era Corrientes, la provincia en la que ardieron pastizales, bosques, palmares, humedales, plantaciones forestales e infraestructura rural (la triste enumeración es de Emilio Spataro, fundador de la organización Guardianes del Y'Vera, integrante de la Red Nacional de Humedales y licenciado en Gestión Ambiental). Mediante una resolución, el Senado correntino manifestaba su "preocupación" por el tratamiento de la norma.

"La cosa está mucho mejor porque llovió... ¿y después qué?", se pregunta Spataro del otro lado del teléfono, sin alivio aparente. Es que el fenómeno de La Niña, vinculado a la sequía, y el cambio climático hacen un combo explosivo con otra cara del problema: la inacción política. Corrientes no es solamente la provincia que más superficie de humedales contiene --la estimación la aporta el senador Martín Barrionuevo; en rigor, el dato oficial se conocerá en el momento en que surja un inventario nacional, mediante la ley--, sino también un bastión de resistencia a una normativa por la que la sociedad civil puja hace una década y que apunta al corazón de su matriz productiva. La presión proviene del monocultivo forestal de especies exóticas y los sectores arrocero y ganadero.

La resolución del Senado correntino

Esa resistencia alcanzó su máxima expresión en agosto de 2020, luego de que la Cámara Baja abriera el debate para la sanción de una Ley Nacional de Humedales. No había todavía un proyecto cocinado: había diez en danza. Mediante una resolución (número 23), el Senado correntino manifestaba su "preocupación por las implicancias negativas que esos proyectos deparan hacia el sistema productivo" y enlazaba esto con una defensa en torno a la autonomía --una postura histórica de la provincia--. "Lo que subyace es estar en contra de que el Estado (nacional) regule lo que ocurre en los campos privados, para que sus propietarios puedan hacer lo que quieran", explica Spataro. Una semana antes, la Coordinadora de Entidades Productivas de Corrientes --compuesta por más de 10 organismos, entre ellos la Sociedad Rural, la Federación Agraria, Confederaciones Rurales Argentinas y Coninagro-- había rechazado también la posibilidad de que aparezca una normativa nacional con ese espíritu. Esas organizaciones son las que después "exigen ayuda estatal ante las sequías e incendios", cuestiona el ambientalista en una nota para la Agencia Tierra Viva.

La polémica resolución se encuentra en la página oficial del Senado de Corrientes, donde también es posible hallar la versión taquigráfica. Barrionuevo, del FdT, recuerda que fue una iniciativa del oficialismo provincial, es decir del radicalismo alineado a Juntos por el Cambio. El FdT se abstuvo. "Nuestro argumento era que había legisladores nacionales para hacer los planteos que quisieran sobre Corrientes, que no teníamos que hacer valoraciones sobre la actividad del Congreso de la Nación", cuenta. Los cinco senadores opositores pelearon para que se votara una ley provincial para la creación de un inventario de humedales. Lo consiguieron. "Nos pusimos a trabajar, lo hicimos bien, participativamente. El avance es que vamos a dejar de hablar en abstracto para tener una discusión concreta. Vamos a tener la caracterización e identificación de los humedales de Corrientes", señala.

Los argumentos del oficialismo correntino

"Hagan lugar en el conurbano para 800 mil correntinos" si es que prospera la Ley Nacional de Humedales, llegó a decir a Bichos de campo un diputado nacional correntino, el radical Jorge Vara, exministro de Producción provincial y autor de su propio proyecto de ley nacional de humedales, en consonancia con las demandas de los sectores productivos. En una nota de septiembre de 2020, el medio postulaba que, según el criterio aplicado en la legislación, "podría quedar improductiva el 70 por ciento de la superficie de la provincia". Ese argumento aparece en la versión taquigráfica. Como estos otros: "No puede ser que legisladores de zonas secas, pedregosas, vengan a resolvernos el sistema productivo en Corrientes"; "no estamos dispuestos a que nos conviertan en una momia productiva".

Barrionuevo, quien en aquella sesión postulaba la necesidad de que "el sistema productivo sea sustentable también desde el punto de vista ambiental", confía en que el inventario, como instrumento de precisión, sea la salida de "los dogmas". Por el contrario, Spataro cree que la existencia de un inventario provincial refleja el "miedo" del poder político de que haya un "un proceso coordinado desde la Nación con una metodología científica fuerte, que implique que haya más humedales que los que la provincia quiere reconocer". 

Antecedente: el proyecto de Pino Solanas

Hay un antecedente de aquella resolución del Senado. Lo cuenta el abogado ambientalista Enrique Viale, quien trabajó junto a Pino Solanas cuando el legislador presentó el proyecto en el Congreso en 2016. También detectó la feroz oposición de los senadores correntinos. Y de hecho, en el tercer y último intento para la sanción de la ley, el texto quedó estancado en una comisión presidida entonces por un correntino, José Ruiz Aragón (FdT), la de Agricultura. Viale asegura que la de humedales es "la ley más lobbiada de la historia", por sobre la de bosques y glaciares. 

Las pérdidas causadas por los incendios

"Una ley de humedales no hubiera parado todo esto. Nadie puede saber si los incendios no se hubieran producido, porque además están la sequía y el cambio climático, pero seguro que sería mejor si existiera, incluso para la producción. Una ley ordena el territorio y las actividades productivas sobre estos ecosistemas, sin prohibirlas. Los humedales actúan como cortafuegos, son esponjas que dan agua en momentos de sequía y la quitan en momentos de excesos hídricos. Su conservación es clave para enfrentar el cambio climático", explica Viale. Y añade: "Siempre nos dicen que la ley para el ingreso a las provincias. Los devastadores incendios de Corrientes son el mejor y más triste ejemplo de que destrozar el ambiente es económicamente muy negativo: se habla de pérdidas de 75 mil millones de pesos".

"Unos pocos en su extrema soberbia se inventaron el camino de su propia destrucción. En su ambición quieren que eso lo paguen los ciudadanos a través de los fondos de recuperación de la producción. Todo el dinero y las transferencias públicas deben ir a garantizar la restauración ambiental, pobladores campesinos y comunidades afectadas, los bomberos y fomentar un verdadero plan de manejo de fuego, basado en la implementación de la Ley de Humedales", concluye Spataro.


























































































































































































































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