martes, 11 de diciembre de 2018

"De décima... Décimas para un fachito dizque metalero...” (El Metal no se mancha... y la memoria tampoco. Explicame Ricardito...!!!) MILONGA HEAVY De FRANCISCO ALVERO EL JUGLAR DE LA LIBERTAD. (De la Cantata EN MEMORIA DE UN EX METALERO) Huayno metal

Resultado de imagen para IORIO fachoResultado de imagen para IORIO BARCELONAResultado de imagen para IORIO NAZIResultado de imagen para IORIO NAZIResultado de imagen para IORIO NAZIResultado de imagen para IORIO BARCELONA

Resultado de imagen para IORIO NAZI


11-12-2018


La Provincia de Buenos Aires habilitó al partido nazi de Biondini a competir en las elecciones


 El Juez federal Gabino Ziulu dio vía libre para que el Frente Patriota, un movimiento asociado al partido ultranacionalista y neonazi Bandera Vecinal, liderado por Alejandro Biondini, pueda presentarse a las elecciones que se celebrarán en 2019.

Desde Bandera Vecinal indicaron que “mediante resolución del 27 de noviembre del corriente, el Juez Federal con Competencia Electoral de la Provincia de Buenos Aires, Dr. Adolfo Gabino Ziulu, aprobó la fusión de los partidos Bandera Vecinal y Gente en Acción (GEA) en el distrito, otorgando personería definitiva al flamante Frente Patriota, fuerza política que surge a partir del mencionado acuerdo”.

“Esta decisión fue precedida por el dictamen favorable de la Fiscalía Federal Electoral bonaerense y no recibió oposición alguna del resto de los partidos”, añadieron y expresaron que Biondini encabezará la Junta Ejecutiva del Frente Patriota.

Biondini y su partido son famosos por sus ya conocidas posturas antisemitas, el odio hacia los inmigrantes, la expresa reivincidación de Adolf Hitler y el nazismo y la negación del Holocausto.







los delirios del defacto

iorio, biondini y banalidad


Ilustración: Villy
Hace algunos días nos desayunamos con una foto bastante llamativa y que en cuestión de minutos se convertiría en una suerte de trending topic del rock vernáculo. Ricardo Iorio  —mítico bajista de Hermética y actual líder de la escena metalera local— sonreía abrazado a Biondini, ex precandidado a diputado por la provincia de Buenos Aires en las últimas PASO y  confeso admirador de Adolf Hitler y el nazismo. Como era de esperar, en cuestión de minutos, la polémica imagen desató un polvorín de opiniones. Todo el mundo, necesariamente, tuvo algo para decir sobre ella. Desde los desgarrados que juraron no volver a escuchar su música ni a calzar su santo nombre en una remera negra; pasando por los frívolos de siempre que nunca escucharon dos acordes de quinta, pero juran y perjuran que el odio “irracional” de Ricardo viene de la época en que clamaba desencajado “y los hippies que se mueran”; hasta los más integrados demócratas que, lejos de ofenderse, acompañaron la decisión del artista sosteniendo: “buen, ya es grande para elegir solo que rumbo político tomar”.

Es indiscutible que, semejante panorama de emociones encontradas, amerita unas palabras, más no sea para agregar un poco más de confusión en el asunto. Un buen primer paso sería alejarse de la victimización de algunos que se sintieron traicionados con la foto en cuestión, la cual vino a oficiar como frutilla al postre de unas cuantas declaraciones bastantes inapropiadas sobre los desaparecidos en la última dictadura cívico-militar, algunos políticos y ciertos músicos. Aunque con mayor repercusión y propaganda,  no hay mucha mayor novedad para sorprenderse que la vertida en su disco Piedra libre (2001). Dicho LP contiene una de las canciones más controvertidas de su carrera en la que el elogio y la sonrisa cómplice no está puesta en un simpatizante nazi —que en a las elecciones primarias (vaya oxímoron) obtuvo un 0,32 por ciento de los votos— sino que el canto está destinado a Mohamed Alí Seineldín, exmilitar que efectivamente golpeó la democracia en repetidas ocasiones.

Lejos de subestimar a su compañero de retrato —de manera bastante contundente la historia reciente nos demostró en las últimas presidenciales, cuan caro nos sale este tipo de posturas, cuando a aspiraciones al poder se trata— y con un dejo de justa desazón, hay que reconocer que no es la primera vez que Iorio  manifiesta esta conducta, aunque esta sea más pornográfica que la anterior. Una actitud lamentable que solo redunda a favor del citado político y que deja la peor parte al cantante y, dicho sea de paso, a los seguidores de su música: quienes, a pesar de los años transcurridos desde sus inicios, y de los logros obtenidos en el ámbito cultural, siempre fuimos mirados y acusados como “violentos” por aquellos a quienes nuestras ideas y la música que le daba sustento, les hacía “ruido”.  Los fríos de ayer, hoy y mañana también, a quienes les resultó más fácil etiquetar y no preocuparse por lo que realmente estaban denunciando nuestras canciones, muchas de ellas, quizás las más importantes escritas por el mismo tipo de la foto.


Se encontró y justificó el mote de “violencia”, cuando más bien (aunque el término se asemeje, no es el mismo) es vehemencia. Fogosidad que caracterizó a toda nuestra música: a sus acordes, a su formas de tocar los instrumentos, a las letras de las bandas y, obvio, a la lírica de Iorio. Una lírica vehemente que desde sus inicios, pero sobre todo a partir de finales de los años 80 con Hermética, con proyecciones cada vez más importantes en toda la carrera de Almafuerte, estuvo entroncada con el discurso de raigambre nacionalista. Teniendo en cuenta lo complejo que resulta pensar esta vertiente de pensamiento en un país con las características del nuestro —esto es con la variedad de etnias que viven, la cantidad de nacionalidades que lo habitan, los diferentes movimientos migratorios que desde finales de siglo XIX, lo conforman—, donde la sola idea de Nación es un problema filosófico, político, social y económico en sí. No resulta del todo raro que también nuestras ideas patriotas no tengan un solo norte. Sino más bien muchos, diversos e incluso antagónicos.

Y dentro de ese abanico de ideas es innegable que Ricardo fue pulsando unas cuantas en sus creaciones: desde el nacionalismo más convencional, ese que reivindica su orgullo como “Orgullo argentino”; o aquel que le canta a sus héroes como el caso de “El visitante”; o el recién citado “Cumpliendo mi destino”. También pasando por un nacionalismo más integrado a movimientos que exceden un poco la idea de nación: alistándose con causas latinoamericanistas en “La revancha de América” o de identificación con los pueblos originarios tal el caso de “Sentimiento indiano”, entre tantos otros. Hasta podríamos mencionar un regionalismo de tipo “micro”, ese que defiende las banderas de la patria más minúscula que es el barrio, donde se encuentran himnos como “Soy de la esquina”,  “Desde el Oeste” o “En las calles de Liniers”.

Todas esas ideas imbuidas de un sincero amor a “lo local” que, nadie niega, regalaron una serie de himnos a una juventud (la nuestra) sumida en la noche del neoliberalismo. Por eso duele este gesto —porque después de todo no es más que eso, un gesto— grosero de fotografiarse con un ser que, por principios, se encuentra parado en las antípodas de todos nuestros “himnos”. Por eso, esta “nueva” veta nacionalista causa tanto escozor. Esta mueca que —siguiendo un caprichoso linaje reencarnacionista, que quizás el viejo Iorio hubiese aceptado en su momento— lo asemeja más al último Lugones clamando la desdichada “hora de la espada”, que al ácido Discépolo de “Cambalache” o “Tormenta”. Por lo liviano. Por lo frívolo. Por lo banal. Porque representa todo lo que el metal no representa. Porque es incompatible con lo escrito y popularizado (con aristas, con particularidades) durante los últimos 30 años.


Un gesto imbécil que corona una serie de desaciertos verbales, y puede corporizarse en una imagen para el resguardo del tiempo, ese al que le adjudicamos tantas propiedades.  Un ademán del que, como dijimos anteriormente, solo sale ganando Biondini, quién de buenas a primeras recibe un espaldarazo, de un ya no desconocido artista local. Y si bien no se va a llenar de votos con esto, repito, me privaría de desestimar.

En un mundo como el actual, donde recrudecen posiciones xenófobas, donde reverdecen el nazismo, el Ku Klux Klan y tantas otras sectas bárbaras, donde la intolerancia y la discriminación están a la orden del día. En un país dividido por órdenes de arriba, crispado y sin voluntad de diálogo alguno, donde el gatillo volvió a ser fácil, los defactos a delirar y quienes se pongan en contra pueden desaparecer como el pibe (Santiago) Maldonado; un guiño tan infeliz como la citada foto, no es un hecho menor.

Por eso evoco a su propia voz, nacionalista también, que supimos tener. Porque, alejados de la idea idílica y posesiva de que el artista se debe  a su público, y considerando —como ligeramente sostienen algunos— que este puede pensar y hacer de su pensamiento lo que se le cante, es justo también ser justos con la obra. Con esa que el mismo artista supo generar. Esa que cantaba “en repudio al genocidio ejecutado”esa que rezaba que había que hacerlo “por los más chicos, por los que vienen, por los que hoy mismo engendrados fueren”.

(*) Gito Minore es poeta, organizador de la Feria del Libro del Heavy Metal y editor de Clara Beter ediciones. 

Nº de Edición: 1780
















Iorio, el auto-parricida metalero.





Como grupo de investigación que asume sus propias especificidades, hemos dejado de lado la actuación pública de los artistas que hacen e hicieron la historia del heavy metal argentino. Incluso hemos defendido, tanto en nuestros textos como en medios de comunicación, la importancia de Ricardo Iorio para la historia de la música argentina frente a aquellos que lo definían únicamente a través de sus apariciones televisivas. Basta leer nuestro libro “Se nos ve de negro vestidos” para observar nuestra posición en acto, en escritura. En ese sentido —es decir: el de la crítica de la obra y no de la vida pública—, trabajan, de un modo explícito, los textos de Diego Caballero y Manuel Bernal, por un lado, y el de Juan Ignacio Pisano, por el otro. Una crítica al nacionalismo de Iorio, enfocada en la canción “Cumpliendo mi destino” y su referencia a Seineldín, ya había sido escrita por Emiliano Scaricaciottoli en un texto de su autoría publicado en el libro Boedo. Políticas del realismo (2012). No obstante, la reciente entrevista que Iorio brindó a “Tiempos Violentos”, el programa de César Fuentes Rodríguez que se emite por Rock & Pop, nos convoca a romper, por primera vez, el silencio en relación a ese más allá de la obra e intervenir con algunas breves reflexiones. Para decirlo sin ambages: repudiamos los dichos de Iorio respecto del pasado de nuestro país ya que sostenemos que no hubo guerra y no adherimos a la teoría de los dos demonios; así como también nos oponemos a su postura política en relación al presente, que justifica el fascismo al optar por figuras políticas que alguna vez se pintaron la cara para atentar contra un gobierno democrático desde un cuartel.
19983593_673467266182248_8802298228551531339_o
En esta etapa de nuestro trabajo como grupo, hemos encarado el análisis del parricidio simbólico, es decir, nos enfocamos en las formas que el género despliega en el presente para detectar allí la música de nuestro futuro: una música que no debe reverenciar a los padres precursores sino producir diferencias y, en ese sentido, hacer honor a la historia del heavy metal que es, quizás, el género musical más multifacético de ese gran orden cultural que denominamos “rock”. Remitimos, sobre este punto, al artículo “Vivir sin los padres, dilema del metal criollo” publicado en el número 87 (2017) de la Revista Andén y escrito por Emiliano Scaricaciottoli, y a la clase dictada por Juan Ignacio Pisano en el curso de SEUBE (UBA) del año pasado —ambos materiales, disponibles on line. El propio Iorio asume en la entrevista que no produce canciones nuevas. Se trata de un artista ya sin obra. Y un artista en cuyas palabras asoma de un modo tan brutal la pulsión de muerte gesta su propio auto-parricidio: en este caso cultural, que del musical ya hay sobradas muestras en nuestra escena metalera.

Referencias
-Bernal, Manuel y Caballero, Diego. “Andar andando sólo andando por andar: el viaje como ethos en la poética de Ricardo Iorio”. Se nos ve de negro vestidos. Siete enfoques sobre el heavy metal argentino. Buenos Aires: Ediciones La Parte Maldita, 2016.
-Pisano, Juan Ignacio. Clase 4 del curso “Del tormento del vino artificial” del Grupo de Investigación Interdisciplinaria sobre el Heavy Metal Argentino (GIIHMA).
—. “La pasión y la ética: un lugar para la palabra y la tradición en las letras de Iorio”. Se nos ve de negro vestidos. Siete enfoques sobre el heavy metal argentino. Buenos Aires: Ediciones La Parte Maldita, 2016.
-Scaricaciottoli, Emiliano. “Vivir sin los padres, dilema del metal criollo”, Revista Andén, número 87 (2017).
http://andendigital.com.ar/…/vivir-sin-los-padres-dilema-d…/
—. “Linajes y rupturas de una imaginación humanista. Almafuerte. Castelnuovo. Iorio”. Boedo. Políticas del realismo. Buenos Aires: Recursos Editoriales, 2012.

Ilustración:  El Dogo Estepario























































































."DE DECIMA...
Décimas para un fachito... dizque metalero

(El Metal no se mancha... y la memoria tampoco. Explicame Ricardito...!!!)

(Milonga pesada 
Re heavy y re jodida)

De FRANCISCO ALVERO   
EL JUGLAR DE LA LIBERTAD. 


“Décimas para un fachito,
Cuya conducta siniestra
Siniestra y también de décima, 
Por no decirle de mierda!
No he de callarme un carajo,
Yo grito por los de abajo,
Al ex metalero, hoy mediático,
A el, lo estoy escrachando
Sin siquiera mencionarlo
Solo digo: pobre diablo.

Aunque parezca buenito,
Candoroso y reflexivo,
A veces, hasta gracioso,
Y otras... que mejor no digo...
Payando como argentino,
Con versos improvizados,
Hacerlos pensar quisiera
Sobre ese viejo tan raro,
De ser necesario hermanos,
Ubicarlo a ese paisano!

En simples versos camperos,
Expliqueme Ricardito,
Por qué de un la'o pega el grito,
 Del otro pone los huevos?
Oiga mi canto sincero,
Que hasta lo digo en lunfardo,
No se me haga el otario !!!
Que gana siendo un borrego?
De la oligarquía carnero,
Tan solo un partido al medio!!!

Nacionalismo desvia'u,
Es el vos pregonás,
Hace rato desvariás
Y gracia ya no me causa.
Mas allá de escarapelas,
Dios, familia y propiedad,
La Nacion es nuestro pueblo,
Y ha de revolucionar
Junto a todos sus hermanos,
La tierra de su heredad.

La música llega al alma,
Como también las palabras,
Me encantaría olvidarlas,
Pero mi mente se alarma.
Por eso es que no puedo,
dejar de cantar mis versos
Para desnudar al facho
que ayer fuera un metalero


Que dirían me pregunto
Maxi y Dario Santillán?
Mártires del metal 
Y la clase laburante,
Asesinados por ser militantes
 En el puente Pueyrredón
Si te escucharan hablar hoy
y  opinar tantas macanas
  Reirian a carcajadas
O te putearían con dolor

(Con voz ronca: "Jóvenes equivocados",
Así es que les llamás vos!
Y a golpistas y fascistas,
Aplaudis y sin pudor
Si hasta siento que te oigo,
 Vociferar sin razón
(Ronquera irónica) "Su muerte ocurrió, sin duda,
por andar che guevariando"
Vergüenza ajena me da
ver degradarse al padre del metal


Y vos, que despotricás?!
Contra quien se manifiesta  
Decime donde dejaste
Tu espíritu popular?
 Ya no se puede aceptar,
  Mucho menos tolerar
Poner en duda nomás
A los desaparecidos
Es ofender la memoria,  
De todos los argentinos!

Yo se, lo mismo te da,
Porque no tomás conciencia,
Triste papel que jugás,
Ni siquiera te das cuenta.
En estas décimas gauchas,
Gritar quiero mi verdad
A genocidas reivindicás,
 Golpistas, cara pintadas,
Y más que una payasada,
Es apología criminal!



Triste, solitario y final,  
Que más pudiera agregar?
Ni tus ex te bancan ya,
Como dirías vos: Por algo será... 
Decime pa' quien jugás?
Chamuyás que pa' la Patria
Te digo, te equivocás!
Pues, no es cuartel militar,
Y menos somos soldados,
Somos pueblo de verdad.

Y no te me pongas bravo, 
Porque ya te salta el facho, 
No te me pongas bolu,
Che, Joevie re chifla'o! 
 Caiste en tu propia trampa,
Del triste mundo guanaco, 
Ya no se si me das bronca,
Me das risa o me das llanto
mas, sobre todas las cosas,
Prefiero pararte el carro!

Y para d'ir terminando,  
 Quien te ha visto y quien te ve??!!!
Por que borrás con el codo,
 Lo escrito en el tiempo aquel?
Cuando parecías coherente,
O fingías serlo, no se.
Tal vez, el cambio e' milenio,
Te supo ya enloquecer
Pero sea lo que fuese,
Ya déjate de joder!


Y con esto me despido,
Con la frente bien en alto
Que no se alcanza paisano,
Pisoteando dignidad
Sensatez y claridad  
A vos ya no te acompañan
Lo dijeron en Matanza,
Por si acaso hacia falta,
No sos bienvenido, facho...
Porque el metal... no se mancha!!!


Exclusivo DiarioVeloz.com - Denuncian que el autor del asesinato de Darío Santillán podría quedar en libertad


 Denuncian que el autor del asesinato de Darío Santillán podría quedar en libertad

12/03/2013 14:06 hs

Por Sofía Tarruella. A más de 10 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, las familias denuncian que el ex comisario Alfredo Fanchiotti, condenado a cadena perpetua por el homicidio, tiene posibilidades de salidas transitorias y una futura liberación.

A 10 años de los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki y seis años después de que el ex comisario Alfredo Fanchiotti, fuera condenado a cadena perpetua por homicidio de ambos jóvenes militantes, su familia denuncia que el principal acusado podría quedar en libertad.

"El tema es tan político que cuando se cumplen 10 años que mataron a mi hijo, a Franchiotti y Acosta los mandan a una cárcel con un régimen preferencial, básicamente esto es un paso más hacia la libertad por eso estamos reclamando", aseguró  Alberto Santillán, padre de Darío, a DiarioVeloz.com.

Fanchiotti no tiene sentencia firme por lo cual desde el pasado jueves 14 de junio se habilitó para que fuera trasladado a la Unidad Penal Nº 11 de Baradero, una cárcel con régimen abierto en donde los presos llegan como un beneficio en la última etapa de su condena, con posibilidad de salidas transitorias y una futura liberación.

"Realmente ver donde está es fuerte, es como una gran casa quinta, es un country, tiene arboleda, césped, casas al fondo, ni siquiera hay muros, hay alambres a los costados, no hay nada de contención si alguno se quiere fugar", contó Santillán.

A su vez, el juez Ariel Lijo archivó la causa que investiga las responsabilidades políticas de los funcionarios del gobierno de aquella época, Eduardo Duhalde, Felipe Solá, Aníbal Fernández, Alfredo Atanasoff, Juan José Álvarez, Carlos Ruckauf, Luis Genoud y Jorge Matzkin, entre otros, quienes para las familias y militantes son "los ideólogos de la masacre".

"El juez Lijo es afín al gobierno o sea que iba a ser imposible que accione algo en contra de Duhalde y toda su patota. Por otro lado,  este gobierno que tanto habla de Derechos Humanos,   ha dejado sin responsabilidades a Aníbal Fernández, una contradicción", sostuvo el padre del Darío.

"Dicen mucho, hacen poco, nos dicen lo que queremos escuchar y después hacen lo que quieren, así estamos como estamos", destacó.

Y añadió: "Nunca hubo voluntad política, ni voluntad por parte de la justicia, ni de ningún sector. Por eso creemos que lo de Franchiotti es un vuelto, un agradecimiento por lo que se llevó a cabo en Avellaneda, la demostración de Duhalde de poder decir ´acá el que manda soy yo".
  
Mientras tanto, la familia del joven junto al Frente Popular Darío Santillán, entre otras agrupaciones, aseguran que seguirán "trabajando con los abogados, pidiendo amparo para que Franchiotti vuelva a una cárcel común".

"La impotencia, bronca e injusticia hace que a veces uno quisiera matar a toda esta manga de asesinos", aseguró Santillán, aunque admitió que ese es un reclamo que Darío Maxi, no harían.

"Ellos buscarían la solidaridad, compartir  con los que no tenían, intentar ver porque nos pasa lo que nos pasa. No pasa por cambiar de presidente sino los que tenemos que cambiar somos nosotros, comprometerse con la lucha. Se que la justicia no va aportar mucho pero nosotros no vamos a dejar de señalarlos", concluyó Santillán.

Resultado de imagen para kosteki y santillan



Se homenajeó el aniversario sobre los asesinatos de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki



En un nuevo marco sobre el aniversario del asesinato a los militantes populistas, Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, distintas organizaciones políticas y sociales llevaron a cabo un homenaje en su memoria, a 15 años del respectivo crimen. 
En el contexto del aniversario n° 15 del asesinato de los militantes populares Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, ocurrido el 26 de junio del 2002, distintas organizaciones sociales y políticas recordarán a los militantes barriales. El asesinato a manos de la fuerzas de seguridad tuvo lugar durante una protesta de desocupados en la estación de Avellaneda. Durante la misma, la represión policial generó más de un centenar de arrestos y decenas de heridos con balas de plomo. Por la “Mascare de Avellanada”, en el 2006 la justicia condenó a prisión perpetua al ex comisario de la fuerza de seguridad bonaerense Alfredo Luis Fanchiotti y al ex cabo de la misma fuerza Alejandro Acosta.
Alberto Santillán, padre de Darío, pidió que la Justicia Federal “avance sobre la responsabilidad de ex funcionarios” como los entonces presidente Eduardo Duhalde; gobernador bonaerense Felipe Solá, entre otros. Por otro lado, la hermana de Maximiliano, Vanina Kosteki, solicitó: “Queremos justicia completa, porque no nos conformamos con la condena a cadena perpetua de los policías (Alfredo) Fanchiotti y (Alejandro) Acosta”.
En el marco de las actividades para recordar a los militantes populares, el domingo 25 de junio se realizó una jornada cultural en las cercanías de la estación que hoy lleva el nombre de los mártires populares asesinados, en el distrito de Avellaneda. Asimismo, en la jornada de hoy, lunes 26 de junio, sobre la avenida Yrigoyen habrá actividades de murga, música y teatro. Finalmente a las 20 hs tendrá lugar el acto central con el cierre del padre de Darío, Alberto Santillán.
(Fuente: agenciapacourondo.com.ar)

Resultado de imagen para kosteki y santillan
Resumen Latinoamericano

Argentina: Sigue la impunidad, a 15 años de ocurrida la masacre de Avellaneda /Nora Cortiñas recuerda a Maxi y Darío 

Resumen Latinoamericano, 24 de junio 2017.-En la Masacre de Avellaneda fueron asesinados los militantes populares Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, además de las decenas de heridos con bala de plomo y más de un centenar de arrestos. Cómo fueron los hechos, el encubrimiento de los medios de comunicación y la impunidad de los responsables políticos que aún hoy siguen en libertad y sin ser juzgados.



El 26 de junio de 2002, cerca de la Estación Avellaneda, un ejército de policías con sus armas cargadas de plomo disparó contra manifestantes. Asesinaron a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Los responsables políticos de ordenar la masacre continúan impunes. El pedido de justicia no cesa y la causa que investiga a los autores ideológicos se reabrió.
Darío Santillán y Maximiliano Kosteki militaban en el Movimiento de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón (MTD). Aquel día, que enlutó a toda la clase obrera, Darío y Maxi junto a organizaciones piqueteras y partidos de izquierda se movilizaron al Puente Pueyrredón. Reclamaban el pago de los planes sociales; el aumento de los subsidios de desempleo; la implementación de un plan alimentario bajo gestión de los propios desocupados; insumos para escuelas y centros de salud barriales; el desprocesamiento de los luchadores sociales y el fin de la represión; y llevaban una declaración de solidaridad con los trabajadores de la fábrica recuperada Zanon de Neuquén, que se encontraba amenazada de desalojo.
Ese 26 de junio, seis meses después del 19 y 20 de diciembre del 2001, el gobierno de Duhalde se propuso impedir que los manifestantes llegaran al Puente Pueyrredón. Para esto reunió a tres fuerzas federales: Gendarmería, Prefectura y la Policía Federal, además de la Policía Bonaerense. Con todas estas fuerzas coordinadas militarizó todos los accesos a la Capital, en los que se desplegó a más de dos mil efectivos.
La jornada terminó con el asesinato Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en la Estación Avellaneda y decenas de heridos fueron trasladados al hospital Fiorito. En las primeras horas de la masacre la versión oficial intentó imponer la idea que los manifestantes se mataron entre ellos. Pero la masacre, registrada por periodistas, derivó en una conmoción social que obligó al entonces presidente Duhalde a adelantar las elecciones generales, a pesar que el 7 de junio de 2002 en una conferencia de prensa afirmaba que de ninguna manera las adelantaría.
Antes de la masacre
El gobierno ajustador de Fernando de la Rúa, que cayó en las jornadas del 19 y 20 de diciembre, dejó cientos de miles de desocupados y fábricas cerradas. La crisis económica y social empujó a la calles a los movimientos de desocupados, y a los trabajadores a ocupar las fábricas cerradas por los patrones. Las asambleas populares se extendían.
El gobierno de Eduardo Duhalde se propuso acabar con las movilizaciones. Una semana antes de la masacre del 26, el presidente realizó varias reuniones con miembros del gabinete, de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, de los servicios de Inteligencia del Estado, de hombres clave de la justicia y del gobernador de la provincia de Buenos Aires. En esas reuniones el gobierno de Duhalde decidió cómo “resolver” el conflicto social, en el marco de una aguda crisis económica, política y social abierta en las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001. La Masacre de Avellaneda fue un crimen planificado que buscaba derrotar y disciplinar a todos los sectores en lucha.
El 24 de junio de 2002 el jefe de Gabinete Alfredo Atanasof anunció que el gobierno nacional utilizaría “todos los mecanismos para hacer cumplir la ley” ante la movilización prevista para el 26 en el Puente Pueyrredón. El Presidente anunció a la prensa que “los intentos de aislar a la Capital no pueden pasar más, tenemos que ir poniendo orden”.
El 26 de junio
Ese día las distintas organizaciones que participaban en la actividad por el pliego de reclamos al gobierno se coordinaron para cortar cinco accesos rápidos a la Capital Federal. El MTD, que contaba con una importante presencia en la zona sur del Gran Buenos Aires, cortaría el Puente Pueyrredón.
Los operativos de las cuatros fuerzas de Seguridad del Estado impidieron que se realizaran los cortes. Dispararon balas de plomo contra los manifestantes. A Maximiliano Kosteki lo asesinaron en el hall de la Estación Avellaneda; Darío entró a la estación para socorrerlo y ahí otro Bonaerense le disparó por la espalda y cayó malherido a los pocos metros. Los dos jóvenes fueron arrastrados, sangrando, hasta afuera de la estación por los mismos policías que les habían disparado. En esta represión más de treinta personas fueron heridas de bala y cerca de doscientas fueron detenidas.
La versión oficial intentó instalar que los piqueteros, por una disputa interna, se mataron entre ellos. Versión desmentida por los trabajadores de prensa presentes: una cámara del noticiero de Canal 7 filmó el momento en que dos efectivos de la Bonaerense disparaban sobre los manifestantes, más las imágenes tomadas por un fotógrafo independiente, Sergio Kovalevsky y el fotógrafo del diario Clarín Pepe Mateos, que resultaron clave en el curso de la investigación.
Miles movilizados, Duhalde llama a elecciones
El 27 de junio miles de personas marchan del Congreso hasta Plaza de Mayo para reclamar el esclarecimiento de los crímenes y la renuncia del presidente Duhalde.
El 28 de junio Duhalde admite la posibilidad de que policías hayan asesinado a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki al decir que “aparentemente nuevamente quienes deben custodiar el orden son los que han llevado a cabo esta atroz cacería”.
El 29 del mismo mes un testigo declara ante la Justicia “lo que vi fue un fusilamiento, al flaco lo mataron por la espalda como a un perro”.
El 30 de junio el gobernador bonaerense Felipe Solá apunta contra Fanchiotti y dice que es un “psicópata y asesino”.
El 2 de julio Duhalde anuncia el adelantamiento de las elecciones presidenciales de septiembre a marzo de 2003.
El 4 de julio una nueva movilización, de más de 30 mil personas, marcha a Plaza de Mayo para repudiar la masacre de Avellaneda y homenajear a Darío y Maxi. Días después son detenidos el comisario Fanchiotti y el cabo Alejandro Acosta por “homicidio agravado por alevosía”.
Juicios y algunas condenas
Por el crimen de Darío y Maxi en 2006 fueron condenados a prisión perpetua el ex comisario Luis Fanchiotti y el ex cabo Alejandro Acosta. Otros siete efectivos recibieron penas mínimas y al poco tiempo fueron liberados.
Desde julio del 2002 las familias de los jóvenes asesinados reclamaron que se juzgue también a los responsables políticos. Éstos son el ex presidente Eduardo Duhalde, el entonces gobernador de Buenos Aires y actual diputado nacional Felipe Solá, el ex secretario de Seguridad Interior de la Nación Juan José Álvarez, el ex jefe de la SIDE y fallecido gobernador de Río Negro Carlos Soria, el ex jefe de Gabinete Alfredo Atanasof, el ex ministro de Justicia nacional Jorge Vanossi, el ex secretario general de la Presidencia y funcionario durante los tres gobiernos kirchenerista Aníbal Fernández, el ex ministro del Interior de la Nación Jorge Matzkin, el ex ministro de Seguridad bonaerense Luis Genoud, así como el ex vicejefe de la SIDE Oscar Rodríguez.
Vanossi, Matzkin y Atanasof también instalaron la versión oficial de que los manifestantes se habían matado entre ellos. Vanossi incluso impulsó una acusación contra las organizaciones de desocupados en la Justicia federal, Mientras que Soria y Rodríguez se contactaron ese mismo día de la masacre con el comisario Fanchiotti. Soria, en los meses previos, ordenó desde la SIDE la infiltración a los movimientos piqueteros. Armaron distintas versiones, que hicieron públicas, sobre estas organizaciones. Dijeron que había grupos armados dispuestos a tirar al gobierno de turno.
La causa contra los responsables políticos estuvo a cargo del juez Ariel Lijo y el fiscal designado fue Miguel Ángel Osorio. Pero nunca se avanzó más allá de las cuestiones formales y en el año 2010, a pedido del fiscal, se archivó la causa. La lucha de los familiares y de las organizaciones sociales lograron reactivarla en el 2014. En esta causa ya declararon como testigos desde la directora del Hospital Fiorito, donde fueron derivados los heridos, hasta la histórica dirigente de Madres Línea Fundadora Nora Cortiñas.
El papá de Darío Santillán explica por qué esta causa no puede prescribir: “desde la justicia pretendieron que este caso se cierre como un hecho policial más. No fue un hecho policial, fue un ataque pergeñado por el Estado, ejecutado por la policía y amparado por la Justicia. Si el Estado es el que te mata, se trata de un crimen de lesa humanidad. Esta masacre no fue obra de un loquito, fue una represión brutal para usarlo como caso testigo, para desmovilizar”.

¿Quiénes fueron Maxi y Darío?

* Por Norita Cortiñas.
Hoy, en esta fecha tan significativa para todos los luchadores de la vida, se hace difícil no pensarlos, no recordarlos, no extrañarlos. Se hace imposible. Militantes populares, ambos, fueron mucho más que “dos víctimas de la crisis”. Fueron nuestros hijos, fueron nuestras hijas, fueron 30 mil compañeros detenidos desaparecidos, fueron gargantas poderosas. Algunos, distraídos, podrán pensar que ya no están acá, pero nosotros sabemos que sí, que nos acompañan ahora y siempre, porque ellos han sido tan importantes como lo siguen siendo, para que todos podamos alcanzar por fin una vida verdaderamente digna. Son ellos, los jóvenes que luchan día a día, quienes dan el presente cuando el Estado está ausente. Y somos nosotros, quienes debemos valorarlos, recordarlos y honrarlos, a toda hora. Porque no sólo le dieron un ejemplo a las nuevas generaciones: le dieron su vida a la militancia, defendiendo la Patria para incubar justicia social, esa misma justicia social que exigía mi hijo Gustavo junto a tantos compañeros. Y entonces no, no me pidan que les responda quiénes fueron Maxi y Darío, porque Maxi y Darío no fueron: Maxi y Darío son… Maxi y Darío somos todos nosotros.



Resultado de imagen para IORIO facho
Los metaleros escracharon a Ricardo Iorio por sus comentarios fascistas 

Fanáticos aficionados al heavy metal repudiaron la presencia del ex cantante de Alma Fuerte y Hermética por sus últimos comentarios fascistas. "El metal no se mancha", escribieron. 
El cantante Ricardo Iorio se presentó el pasado viernes en el boliche Jesse James, ubicado en la localidad de Isidro Casanova, pero los metaleros no lo recibieron para nada bien ya que en la calle pintaron afiches en su contra.

"Fuera Iorio. Facho!!!", se puede leer en un paredón cercano a la disco en referencias a las últimas declaraciones del músico metalero. "Amigo de la yuta", le dedicaron también para cerrar con una definición contundente y maradoniana: "El metal no se mancha".Vale recordar que en los últimos meses, Iorio quedó en el ojo de la polémica por sus controvertidas declaraciones fasistas. Hace poco se reunió con el líder del partido extremista Bandera vecinal, Alejandro Biondini. 

Además, dijo hace poco que los hijos de desaparecidos son "un puñado de indemnizados". También en ese momento elogió al ex carapintada Aldo Rico

Resultado de imagen para IORIO facho

Iorio cambiará la letra de un tema de Hermética para que no la usen los mapuches


Así se lo comunicó a un periodista ultra nacionalista con quien mantuvo un diálogo luego del almuerzo que compartió con el líder del minúsculo partido nazi en Argentina, Alejandro Biondini. Al parecer, los mapuches comenzaron a utilizar un contestatario tema de Hermética para su lucha y a Ricardo le molestó.

tapa-si10-8-2001
  • Ricardo Iorio Ha Decidido Cambiar La Letra De Un Tema Debido A Los “Mapuches”
No alcanzaba con el apretón de manos con el hombre más identificado con la ideología nazi de nuestro país, que ahora sale con otra noticia polémica. La primicia fue dada a conocer por Adrián Salbuchi: un periodista y escritor argentino de tintes también nacionalistas, antisemitas y hasta denunciado por la DAIA por sus dichos nefastos.
21208312_1731587950480478_1261166956_n
1-7-400x225-1
NOTA RELACIONADA
Salbuchi contó en su segmento subido a Youtube que mantuvo un diálogo con Iorio, quien estaba “con mucha bronca” por una canción de Hermética que “la estaban usando los mapuches a favor de ellos”. El tema como se imaginarán es ‘La Revancha de América’.
Según los dichos de este señor, Iorio le juró que cambiaría la letra de la canción presente en el disco Ácido Argentino que habla de los “pueblos nativos saqueados y sometidos por la siniestra garra de la madre perra”.
Pero Ricardo ahora quiere regrabarla y cambiarle la letra por una que diga lo siguiente: “Nuestros enemigos han generado falsos nativos que se han aliado con los siervos de la bestia disfrazados de mapuches”.
20668781_10213904029901241_1024856610_n
Esto llega después de un almuerzo y apretón de manos histórico de Iorio con el hombre más identificado al nazismo en Argentina, Alejandro Biondini, que fue cuestionado por miles de fanáticos del metal en nuestro país y de todo el rock nacional. Aunque todavía no se vieron muchos músicos hablando al respecto.

HISTORIA DEL PADRE DEL METAL AUTÓCTONO

¿Qué te pasó Ricardo?

El líder de las tres agrupaciones musicales más emblemáticas del rock pesado - V8, Hermética y Almafuerte - se reunió con el referente del partido filo nazi Bandera Vecinal y reavivó una polémica eterna.
Estudiante de Eter y músico metalero
Domingo 20 de agosto de 2017 |   









El ídolo del metal nacional, Ricardo Horacio Iorio (55) compartió el pasado jueves 17 en la ciudad bonaerense de Luján, una charla de café junto a Alejandro Carlos ‘El Kalki’ Biondini (61). Ayer por la mañana, fue la propia organización Bandera Vecinal, quien difundió imágenes del encuentro. El momento elegido no fue casualidad, ya que Iorio suele ser adepto a realizar conciertos en fechas de mucha simbología como el 1° y el 25 de mayo o el 17 de octubre. Se encontraron justamente, el día que se conmemoraba el paso a la inmortalidad del Libertador Gral. Don José de San Martín, tal vez la única figura histórica no polémica, reivindicada por ambos personajes.
Con esta nota, proponemos al lector adentrarse en los pormenores de los 38 años de vida pública de una de las figuras más importantes del país en materia de la popular música rock, en su versión más pesada y visceral, el heavy metal. Y sobretodo desentrañar cómo la postura más despierta y rebelde de la renovación rockera de la década de 1980, devino en este nuevo siglo en la más anquilosada y conservadora. Un camino largo y turbulento nos queda por delante, agárrese fuerte y sacuda la cabeza.

Orígenes

Ricardo Iorio nació el 25 de junio de 1962 en el Hospital Ramón Carrillo de Ciudadela. Hijo de Alfredo Iorio, de origen italiano y de Elda Pedraza, descendiente de tehuelches, se crió en Caseros, y como bien describe en la canción Almafuerte alternó gran parte de su infancia en las calles de San Justo, donde vivían sus italianos abuelos. En su adolescencia acompañaba a su padre en las excursiones al mercado central y lo ayudaba en la verdulería, con lo cual se ganó el primer apodo de ‘papero’. En esos años pueriles, ha contado en sus afamadas anécdotas, vio a un muchacho en una moto de gran cilindrada, vestido de cuero y con ‘largas lanas’, que lo impactó. Esa fue su primera aproximación con la imagen del rock. “Yo quiero ser ese”, dijo Ricardo. También posteriormente, va a escuchar en San Justo, “una banda que ensayaba cerca y hacía un quilombo bárbaro”. Eran los muchachos de El Reloj, emblemática banda de los ‘70s, primera en incursionar con batería de doble bombo y sonidos estridentes que daban una vuelta de tuerca más a lo desandado por Vox Dei, Pescado Rabioso y Pappo’s Blues.
Ya hacia el final de la década de 1970, va a acceder a su primer bajo Faim y junto a Ricardo ‘Chofa’ Moreno, han de recorrer el camino de formación de bandas como Alarma, y posteriormente cuando dan con Osvaldo Civile, forman Comunión Humana. Al poco tiempo ambos Ricardos abandonan Comunión Humana, para dar vida a la primera gran banda heavy metal del país, V8.
Corría el año 1979 y se ponía en marcha el gran motor. Entre las primeras gemas compuestas por el tándem Moreno-Iorio, se destacan la adolescente rupturista Voy a enloquecer, la sabbathica Si puedes vencer al temor, y la clasista Muy cansado estoy.
Lunes y nuevamente
En el trabajo estoy
solo recuerdo momentos de ayer
vivo el bajón de hoy.

Para continuar
en esta estúpida senda
debo gritar que...
muy cansado estoy
Fragmento de Muy cansado estoy, V8, Luchando por el metal, 1983.

1982: pleno declive de la dictadura militar. Norberto Aníbal Napolitano volvió de Inglaterra, donde había estado participando junto a Lemmy Kilmister del proto Motörhead y trajo toda esa influencia para conformar Riff. Por el reconocimiento y cariño adquirido la década anterior, la nueva banda de Pappo logró imponerse en la escena del rock en castellano, revitalizada gracias a aquella premisa bélica del “no al rock en inglés, rock nacional”. Con muchos cambios de integrantes, V8 llegó a la “formación clásica”: Ricardo Iorio en bajo y voces (y autor de las letras), Osvaldo Civile en guitarra, Gustavo Rowek en batería y Alberto ‘Beto’ Zamarbide como cantante principal. Justamente es Beto quien tenía una relación cercana al Carpo, y ese contacto se convertiría en la “llave” del éxito para V8.
Pappo envalentonado por desarrollar en Argentina el rock que se imponía en Europa y EEUU, les dio un espaldarazo importante a dos bandas: Los Violadores (como referentes del punk rock) y V8 (haciendo lo propio en el heavy metal). Los incluía de prepo en entrevistas para radio, revistas y tv, y también en festivales. “Si querés a Pappo y a Riff, vamos, pero con V8 y Los Violadores” exigía el Carpo. Así fue que V8 llegó al mítico BA Rock ’82.

Y los hippies que se mueran

Era difícil ser metálico y salir a la calle. Y lo fue hasta bien entrada la década de los ’90. Pero con los milicos en el poder y el estado de sitio vigente, bastante más pesado. A eso había que sumarle la inquisidora mirada de la mayoría de los adultos civiles. ¿De dónde salieron estos loquitos? Y el repugnante pacifismo de los hippies tardíos locales. Pronto está por celebrarse otro BA Rock es para cuestionar en otra oportunidad: ¿Por qué el “festival de rock local más grande” se desarrolló y desarrolla en los gobiernos más excluyentes y represivos?
Como decíamos anteriormente, la Guerra de Malvinas y su propaganda anti británica sacó de las radios el rock en inglés y volvió a rescatar a autores locales. Toda esa movida permitió el negoción de organizar un gran festival. Por exigencia de Riff, estuvo V8. En un confuso episodio en la gala previa en el Hotel Alvear, la policía se llevó detenidos a todos los V8, y solo gracias a la gestión del abogado rockero Joe Stefánolo, pudieron ser liberados y tocar.
La confrontación entre los heavys-punks y los hippies ya estaba implícita. Pero el clima de algarabía, con flores y sonrisas, Piero cantando “Manso y tranquilo”, en plena dictadura que se nos había llevado a los 30.000, era inadmisible. A su vez influyó el destrato de la producción, y la falta de respeto del público hacia lo distinto. Así fue que la incontinencia verbal de Ricardo nos arrojó una de las escenas más memorables del rock en Argentina:

Tal vez ese suceso fue el gran motivo de tantos años de sumergir al metal en el país. Los medios rechazaron la imagen violenta dada, y solo recién el Ruso Verea en el mítico HeavyRock&Pop dio el lugar merecido a la escena. Pero al día de hoy, para el metal solo queda artículos de 10 líneas en grandes diarios, casi ni siquiera hechos por redactores especializados, y horarios marginales en las radios (Tiempos Violentos de FM Rock&Pop y Vórterix Metal, siguen saliendo los domingos a las 22), ¿qué escena puede desarrollarse con esa difusión?
Igualmente, V8 siguió adelante. Y en 1983 saca la primera placa: Luchando por el metal. Haciendo trinchera de lo mal visto por hippies y conchetos, nos dejó terribles canciones como Destrucción, Brigadas metálicas, Tiempos metálicos, Parcas sangrientas.
Harto de crisis y de escuchar
Propuestas que no servirán
Me hundo en el barro
De la maldad
Se aproxima el final
(…)
Basta de engaños
De pensar y actuar
Como quieren los demás
Demencia sin causas
¿Quién las frenará?
¿Quién se arriesgará a negar?
Fragmento de Tiempos metálicos, V8, Luchando por el metal, 1983.

El siguiente fue Un paso más en la batalla de 1985. Allí una banda más madura musical y líricamente hablando, entró en una crítica más concisa a la sociedad de posguerra y vuelta a la democracia y la pasividad ante la debacle económica del gobierno alfonsinista. Se destacan: Deseando destruir y matar, Cautivos de un sistema, Lanzado al mundo hoy, Ideando la fuga, Camino al sepulcro y Momento de luchar.
Pues estoy cansado del llanto
que nunca algo me dio.
De la calma, y la paciencia
ante la represión.
Ya es muy tarde, para soñar
es el momento de despertar
Las palabras y las flores,
nada pudieron cambiar
es el momento de luchar.
Fragmento de Momento de luchar, V8, Un paso más en la batalla, 1985.

A partir de allí vino la debacle, al motor le empezaron a fallar los cilindros. Un viaje caótico a Brasil, la injerencia de las drogas y su posterior recuperación en ‘la senda del Señor’, marcaron el final de la primera gran banda metalera. A la vuelta de Brasil ya no estaban ni Rowek (conformaría Rata Blanca junto a Walter Giardino, que también pasó por V8, pero no coincidieron en ella) ni Osvaldo Civile (formaría Horcas) y comenzó el desfile de músicos otra vez. Igualmente la dupla Iorio-Zamarbide se las arregló para sacar en 1986 El fin de los inicuos. Disco que estuvo atravesado por la polémica en torno a las letras cristianas y al mito del agua bendita en los shows. Más allá de eso, hubo grandísimas letras de impronta anti católica y otras que anticiparían el tiempo de los alzamientos carapintadas como La gran ramera, Ciega ambición, El vivo sustento del inquisidor, Antes que los viejos reyes y Reina ciega.
Seres dañados sujetos al mal,
mutilaron a quien quiso amar,
cambiar, renovar o tan solo reír.

Con falsas historias, quisieron callar
las almas que en la inmensidad del mar
ahogaron el grito que desvaneció su vivir.

Rompe tus horas pensando, antes que los viejos reyes
entonen un falso himno de amor,
y su resplandor queme almas inocentes.
Fragmento de Antes que los viejos reyes, V8, El fin de los inicuos, 1986.

El ácido argentino

La impronta anti cristiana fue más fuerte y Ricardo no bancó la caracterización de banda evangélica que devino para V8 con El fin de los inicuos. La banda llegó a su fin, pero pariría de la división otras muy importantes: Logos y Hermética.
Atravesado por la explosión del thrash metal de la costa oeste norteamericana de tan solo un lustro antes (Metallica, Slayer, Megadeth, Exodus, entre otras), Iorio se asocia al guitarrista Antonio Romano, y junto a Claudio Castro en voz y Antonio Scotto en batería (antes había estado Fabián Spataro), dan vida a Hermética, que al día de hoy la indiscutible más grande banda del rock pesado de las pampas.
Decíamos alzamientos carapintadas, agreguemos hiperinflación para pintar el desbarranco alfonsinista. Sigue el posterior ascenso menemista. Consenso de Washington y globalización, relaciones carnales, creciente deuda externa, el desguace del estado con privatizaciones, convertibilidad, cierre de ferrocarriles y pueblos fantasmas en el interior, muerte de la industria nacional, desocupación, todo en el contexto del quinto centenario de la invasión genocida católica-española, sumado a la fantochada mediática y la fiesta de la pizza con champán. Hermética con las letras de Iorio, la voz de O’Connor y la música de Romano superó cualquier expresión artística que intentó hacer una radiografía del país y la vida de la clase trabajadora suburbana.
En el inmediato 1989 se metieron a grabar el primer disco, homónimo, sin saber si podrían terminarlo por la hiperinflación. Es de mal gusto ponerse a elegir canciones destacadas. Hay que nombrarlas a todas: la auto reflexión se hace presente con Cráneo candente; la crítica a la imposición cultural de los ‘90 que se venían en Masa anestesiada; nuevamente la denuncia al pacto militar-clerical con Desterrando a los oscurantistas; la exposición del sometimiento al capital internacional en Víctimas del vaciamiento; el llamamiento a la juventud dormida en el ‘himno’ Tu eres su seguridad, y también en Sepulcro civil y Yo no lo haré; la animalista Vida impersonal; la territorial “para los amigos del barrio” Desde el oeste; la reivindicación a la lucha de los ’70 y los 30.000 en Para que no caigas; el rechazo al metal comercial y anticipo a la posterior división de la escena entre “verdadero” y “falso” metal en Deja de robar. Encima, incluyó un EP de covers que no fueron ninguna pavada: Vencedores vencidos de Los Redondos, Ideando la fuga y Destrucción de V8, Cambalache de Enrique Santos Discépolo (con voz de Iorio), No Class de Motörhead y Porque hoy nací de Manal.
Resistirse al sucio poder, es vivir sin temer.
Salirse del molde oficial, ganar o perder.
Desaparecer.
Víctimas de víctimas transcurren sin pensar,
que día a día el desierto va creciendo.
Y el descontento del joven trabajador,
será su perdición.
Fragmento de Para que no caigas, Hermética, homónimo, 1989.

Luego de la indispensable gira presentación por el interior y países limítrofes del álbum debut, Hermética saca en 1991, Ácido argentino. Antonio Scotto había sido reemplazado por Claudio Strunz, en lo que fue la conformación definitiva de la H. Y fue, un discazo. Otra vez, hay que nombrar todas: tenemos escape libertino en Robó un auto y Atravesando todo límite; la memoria del genocidio colonial en La revancha de América y Memoria de siglos; la casi guevarista (¿habla de ‘el hombre nuevo’?) o por lo menos anticipatoria de la generación post 2001 Predicción; la traición del ‘Tigre de los llanos’ en Vientos de poder; la rutera Del camionero; la clasista Gil trabajador; la del aguante metalero Evitando el ablande; otra vez la territorial En las calles de Liniers; y por último la instrumental De Pismanta a Bauchaceta.
Masticando esta siniestra heredad,
prisionero estoy en mi ciudad natal
donando sangre al antojo de un patrón
por un mísero sueldo
Con el cual no logro esquivar
el trago amargo de este mal momento.
Mientras el mundo, policía y ladrón,
me bautizan sonriendo, gil trabajador.
Fragmento de Gil trabajador, Hermética, Ácido argentino, 1991.

Con el recuerdo fresco de la última celebración del día de San Cayetano, parroquia ubicada justamente en el barrio porteño de Liniers, imposible no mencionar lo que nos decía el Iorio de los ’90 sobre la desocupación y el fervor por el ‘patrono del trabajo’:
La idolatría populosa se dibuja en largas filas
para adorar y no pensar.
La piedra muerta del desvío falsamente milagrosa
sigue ocultando la verdad.
Fragmento de En las calles de Liniers, Hermética, Ácido argentino, 1991.
Ácido argentino va estar siendo homenajeado por Malón los próximos 22, 23, 29 y 30 de septiembre en el Teatro Flores. Más información en: https://www.facebook.com/acidoargentinoaniversario


















Con Ácido llegaron la mayor difusión mediática y sus consiguientes conciertos en estadios. También por esta época se da la inclusión de covers, también himnos clasistas, del palo folclórico como Si se calla el cantor del recientemente difunto Horacio Guarany y De los pagos del tiempo del enorme don José Larralde. Esto sería el preanuncio de la genial fusión triple de lo rioplatense (por lo porteño tanguero), lo campestre y el heavy metal, correctamente denominada metal criollo.
En 1994 sale Víctimas del vaciamiento, el cual fue el álbum de estudio final de Hermética. Yendo de menor a mayor en cada producción, este es el disco que mejor suena de la H y con letras también más elaboradas y reflexivas. También despuntan algunas llamaditas de atención para comprender el Iorio de hoy. Tenemos: las del aguante metalero en Soy de la esquina, Buscando razón (no apta para rolingas) y Ayer deseo, hoy realidad; la mirada ecologista y por el desarrollo sustentable en Otro día para ser; la denuncia a la corruptela menemista en Olvídalo y volverá por más (se estaba cocinando el ‘Pacto de Olivos’ y la reelección de Carlos Saúl); la que llora una amistad trunca cual tanguero Traición; el clasismo (el pueblo pobre en hospitales públicos y doctores que se aprovechan) en Hospitalarias realidades; la crítica al servicio militar obligatorio (ese año ocurrió el “caso Carrasco”) en Del colimba; la zamba, muchos dirán “en joda” pero igualmente es repudiable por machista y explícitamente homofóbica Moraleja; lo cierra la instrumental oscurísima
Tano solo.
Toda joven que asista
brinda ocasión,
de ordenarle se desvista
pa’la observación.

Experimentan sus drogas
buscando error,
total el pobre no es noticia
vivo, enfermo o muerto.
Fragmento de Hospitalarias realidades, Hermética, Víctimas del vaciamiento, 1994.

El sueño amasijado

Un triste y caótico show en Morón, antes de que salga Víctimas del vaciamiento, en el mismo 1994, dejó el un chico muerto por electrocutamiento. El propio disco fue dedicado a la memoria de José Luis Damián, que tenía solo 17 años y perdió la vida viendo a Hermética. Vale destacar que a diferencia de otras tragedias del rock (principalmente con el caso Bulacio), los Hermética se pusieron a disposición de la familia damnificada, pusieron la jeta: fueron al velatorio y pagaron los costos del mismo. Igualmente la familia hizo lo correcto al llevar a juicio la búsqueda de verdad por su hijo. Lamentablemente la justicia cortó el hilo por lo más delgado y pagó la banda lo que no pagaron ni boliche, ni productora, ni municipalidad en cuanto a responsabilidades. En lo que debería haber sido el gran año y el estrellato definitivo de la H, 1995 significó el final del sueño. Fue un agitado verano de trapitos al sol entre los miembros “dirección autoritaria” (de Iorio) sin contemplación de puntos de vista de demás, “está quemado” o “no es el tipo de cuando arrancamos” esgrimían públicamente en los medios especializados; después en el juicio por el chico muerto declararon: “Nosotros somos simples empleados de R. Iorio”. ¿Cómo era entonces?, eran una banda de iguales y reclamaban esa igualdad, pero cuando los corrió la justicia por temor a la condena se lavaron las manos y eran músicos contratados a sueldo? De la otra parte, Ricardo lloraba cual carmelita descalza la traición, el “premeditaron apartarme”. El juicio determinó la culpabilidad dolosa de Iorio y el embargo de los derechos sobre las canciones de Hermética (todas las letras de su autoría, más de la mitad compuestas por él solo, y otras tantas en sociedad con Romano). La cuestión es que la Hermética de Iorio-Romano-O’Connor-Strunz, devino en un Malón de Romano-O’Connor-Strunz, y apartado Iorio intentando formar Almafuerte. Tres cuartas partes de la banda en un bando, y el cuarto restante en otro. Resulta más que evidente, al menos el personalismo.

Resurrección indiana

Inmediatamente Ricardo, para no ser menos que sus ex compañeros ahora competidores, buscó a su tal vez más grande socio: Claudio Marciello, otro ítalo descendiente de San Justo. Y junto a Claudio Cardacci en batería, sacaron la primera placa de Almafuerte: Mundo guanaco. Leamos de nuevo: Iorio, Marciello y Cardacci. Así bien tano de zona oeste fue la vena del primer Almafuerte. Sumado al componente gaucho, originario y tanguero, y la inevitable referencia al original Almafuerte, el escritor de fines de siglo XIX Pedro Bonifacio Palacios.
Las sobresalientes de aquel nuevo debut de Ricardo: las de los vericuetos suburbanos y la droga Dijo el droguero al drogador, la clasista El pibe tigre, los poemas de Palacios Como los bueyes y Buitres, el tango de Cátulo Castillo reversionado metal Desencuentro al igual que la del ‘Pampa’ Larralde (que no se grabó en estudio con la H) De los pagos del tiempo, la reivindicativa de pueblos originarios Sentir indiano que se contradice con la tradicionalista Zamba de resurrección (por la chicana “con el malón traicionero”).
Sentimiento indiano,
orgullo nativo.
Han parido este canto en el corazón mío.
Que exaltar tu origen
aborigen intenta.
Sangre nueva de la raza
que aún ser libre sueña.
Del malinche es la maldición,
del huinca el gualicho.
Del Dios blanco el terrorismo,
Satanás y Cristo.
Fragmento de Sentir indiano, Almafuerte, Mundo guanaco, 1995.

Al siguiente año se publica Del entorno, posiblemente el primer trabajo que se presenta como auto referencial y tribunero para la escena metalera en los años del auge de la cumbia en la segunda mitad de los noventa. Se iba delineando el personaje, no obstante, dejó muy buenas composiciones metaleras y letras características. También se vislumbraron con este disco las primeras grandes contradicciones. Por un lado canciones con las reivindicaciones de antaño. Y por otro esas mismas canciones empiezan a perfilar la confusión nacionalista. Recomendables: la crítica a la succión al pueblo en Hacia el abismo, la denuncia a las represiones del menemismo Por nacer, la reivindicación a la lucha por los derechos humanos en Los delirios del de facto, la costumbrista campera Amistades de tierra adentro, la pincelada de fin de siglo (otra vez destila la homofobia) 1999, y la denuncia de persecución a metaleros en las calles por fuerzas del orden en Presa Fácil.
Después, parece no importarle.
A quién, parece no sentir.
Tal vez, porque guardando el pan.
Se cree, dueño del buen vivir.
Pobre de él.
El orejero cipayo del patrón.
De quien decreto o palazo manda
Sea ley.
Por mantener a resguardo el botín,
de los que matan con hambre
a la Nación.
Fragmento de Por nacer, Almafuerte, Del entorno, 1996.
Me ha dictado la razón.
Cantar en repudio
al genocidio ejecutado.
Porque no olviden.
Porque recuerden.
Aún, los que hoy mismo,
engendrados fueren tal vez.
La impunidad,
del perro guardián.
Fragmento de Los delirios del de facto, Almafuerte, Del entorno, 1996.
En 1997, en una tangente del desarrollo de Almafuerte, Iorio se asoció al bajista de Los Fabulosos Cadillacs, Flavio Cianciarullo y juntos hicieron un discazo, Peso argento. Álbum que además incluyó participaciones de León Gieco y Rubén Patagonia. Un disco que estuvo atravesado completamente por la reivindicación al indígena, la denuncia al genocidio constante perpetrado por la Iglesia y la colonización de América, y el estado y latifundistas en la Patagonia, además de cuestiones referidas a derechos humanos, dictadura y régimen de opresión burguesa. Para escuchar: Allá en Tilcara, Nacido y criado en el sur, Rio Paraná (voz de León Gieco), Ramón el indio hereje, Cacique Yatel (voz de Rubén Patagonia), Para pocos de los muchos y De mandadores y mandados.
A quien advierte la farsa,
Yo quiero sumar mi voz.
Junto a la indiana, que herencia reclama,
Por fuerza de la razón.
Cuando tenga la tierra,
Sueña el indio ese día,
Y se sigue historiando
Injusticia sufrida.
Fragmento de Para pocos de los muchos, Iorio-Flavio, Peso Argento, 1997.

También fue en ese 1997 que las Madres de Plaza de Mayo cumplieron 20 años de lucha y recordado es el homenaje que le hicieron muchos célebres del rock nacional. Entre ellos ni más ni menos que Ricardo Iorio, que usó palabras del escritor Almafuerte para homenajearlas.

A su vez participó Iorio en la canción El embudo de León Gieco junto a Mercedes Sosa, Ricardo Mollo, Gustavo ‘Chizzo’ Nápoli y Gustavo Santaolalla, entre otros.
Y los parques nacionales
Parecieran extranjeros
Porque ahí somos forasteros
Los nativos y locales
Y en sus bosques colosales
Sucede que en ocasiones
Se convierten en tizones
Los leños que nadie saca
Y andan con bosta de vaca
En los ranchos los pobres
Fragmento cantado por Iorio de El embudo, León Gieco, Orozco, 1997.

Ya en 1998, Almafuerte luego del empujón del codearse Iorio con Gieco, Mollo, etc., firma contrato con Interdisc, perteneciente a la discográfica internacional Polygram, que luego fue comprada por Universal. En ese año sale publicado el disco homónimo (Walter Martínez reemplaza a Cardacci en la batería), que incluyó los clásicos Almafuerte, Triunfo (chicana por la separación de Malón) y el himno almafuertero Se vos, la reivindicativa de un Robin Hood adolescente Niño jefe, la reencarnacionista Del más allá y la “inocente” federalista, donde aparece por primera vez el peronismo expresado por Iorio en una referencia machista patriarcal Ser humano junto a los míos.
Recuerdo muy mío que no he de guardarme
cantándote estoy niño jefe.
Tal vez por ser bruto no puedo olvidar
y prefiero quebrarme a doblarme.
Yo vi a la villa marchar
en reclamo de tu cuerpo
muerto por balas pagadas
con lo pagado de impuestos
Fragmento de Niño jefe, Almafuerte, homónimo, 1998.

Luego de retomar la senda del éxito perdido post separación de Hermética, en el año 1999 Almafuerte sacó A fondo blanco. Tal vez el último gran disco. Mostraba la madurez que había alcanzado el grupo. Marciello se convertía en el mejor intérprete de los pareceres musicales de Iorio. Cierto es, como dirán los thrasheros, fue el disco que empezó a suavizar el sonido. Pero bienvenido sea ese suavizamiento porque significó el principio de la simbiosis perfecta entre rock pesado y música autóctona que logró el exquisito guitarrista, a favor de las letras y la mejor voz de Ricardo. Las más recordables de esta placa: la rutera en Convide rutero, el himno a la amistad entre metaleros de A vos amigo, las del agite en Aguante Bonavena y en Hoy es, el homenaje a la sufriente vida de los no reconocidos héroes de Malvinas de El visitante (banda sonora de la película homónima con Julio Chávez), y las tangueras Tangolpeando y La llaga.
Olvidar
Yo sé bien que no podes
Como la sociedad olvida
Que fuiste obligado a marchar
En su defensa. 
Recordando el mal momento
atrincherado en tu habitación
soledad, humo y penumbras
despertares de ultratumba.
Apocalipsis del sustento interior
andar sin encontrarle alivio al tormento
desesperante
mórbida aflicción
del visitante
y su castigo.
Fragmento de El visitante, Almafuerte, A fondo blanco, 1999.

Piedra libre al facho

El año 2000 fue el del comienzo abierto del desbarranco. En cuestiones internas de la banda, Walter Martínez se aparta y su lugar de baterista es cubierto por Bin Valencia. Increíblemente, cuando había recuperado la estima y el reconocimiento de sus pares del rock nacional (recordemos el ‘los hippies que se mueran’ que tantas puertas cerró) y cuando el país se encaminaba a la crisis abierta y la insurrección popular reclamada desde V8 y continuada en Hermética y primeros discos de Almafuerte, Iorio no es que se iba al mazo, sino que empezó a jugar con las cartas del enemigo. Primero una fatídica entrevista con la Revista Rolling Stone.
“Yo creo que debe haber pocas personas que sean judías que sepan tanto de judaísmo como yo. Y si hay algo que valorizo de mi Nación es el libre culto. El libre culto hace bien al orden social. Lo que pasa es que nos falta tiempo de desarrollo. Somos una sociedad que se independizó de España hace apenas 200 años. Pero para nada estoy en contra de nadie. Estoy a favor de todos. Que prefiero a los pecadores antes que a los santos, sí. Pero es bueno que haya diversidad religiosa. Eso sí: si vos no sos judío, no me vengas a cantar el “Hava naguila” en la fiesta judía. Y si vos sos judío no me vengas a cantar el Himno, la concha de tu madre. ¿Me entendés? Cada lechón en su teta es el modo de mamar. Lo que no me gusta es que a mi país traigan guerras intestinas de otros lares. Y eso se evita siendo argentino. Ojalá los políticos se dieran cuenta.”
Fragmento de palabras de Ricardo Iorio en la Revista Rolling Stone N°24, marzo de 2000.
Víctor Ramos, director del INADI en aquellos años le inició una demanda a la cual se acoplaron la DAIA y la AMIA. Algunos rockeros como Mollo y Gieco esbozaron las primeras defensas de “es un bravo, un loco, se va de boca, pero es buen tipo”. Declaró haber sido malinterpretado en sus palabras y que no era antisemita. La justicia desestimó la causa y todo quedó ahí.
No obstante, en 2001 salió el siguiente disco de Almafuerte. Si te sorprendiste de esas palabras a una revista, agárrate. Piedra libre fue sin dudas el más polémico. Si bien siguen habiendo canciones para recordar y escuchar como el homenaje a Roberto Arlt y sus Aguafuertes porteñas con Las aguas turbias suben otra vez, o la rutera-turística de Allí en San Juan, y también la continuidad de la subidora de autoestima Se vos en Por ser yo. Pero lamentablemente se destacan la peronista derechista Orgullo argentino y el homenaje al coronel (líder de los alzamientos carapintada) Mohamed Alí Seineldín en Cumpliendo mi destino.
Orgullo argentino quiero expresar 
con este recite que supe heredar.
Por ser quien no olvida y no ha de olvidar, 
patria, bandera y sentir nacional.

No te enganches con la ficción. 
Arma que esgrime el mentidor.

No es cualquier cosa tener razón.
Es dar la vida poniendo el pecho.

Yo estoy clavando mi talón
pues no soy carne para salchichas.
Sé que mucha gente linda
dirá que me saltó la ficha.

Cumpliendo un sueño de niño estoy,
cantando el nombre de Juan Perón.
Pues de mi tierra fue benefactor.
Y no seré yo quien lo olvide.

Premia la tele su crimen breve.
Y qué me importa, si llevo torta.
Letra de Orgullo argentino, Almafuerte, Piedra libre, 2001.

Siempre me opuse a que me pase.
Tener que callar la verdad por miedo.
Por eso perdí amigos y me gané el desprecio,
de los muchos jodidos que hay en mi suelo.

Prefiero a José Larralde, que al Che Guevara.

Guardo de un hombre grande,
Guerrero nacional que hoy tienen preso.
Puede haber caballo verde mas no uno de ellos honesto.
Y en ésta, mi canción, lo manifiesto.

Estas verdades me llegan por intuición, 
pues jamás nunca a mi me hablo el corazón. 
Y sigo en esta huella cumpliendo mi destino. 
Será pecado sentirse argentino. 
No lo sé. 
Díganmelo ustedes. 
Malditos mentidores. 
Letra de Cumpliendo mi destino, Almafuerte, Piedra libre, 2001.
La frase original del golpista fallido y nacional-corporativista (por no decir con mayúsculas, FASCISTA) Seineldín era: “Puede haber caballo verde mas no un judío honesto”. Además el diseño de la tapa del álbum es más que provocador: una mano negra, una blanca y una roja, sobre una cruz con los colores patrias. ¿Qué le faltaba para hacerlo más explícito? ¿La consigna ‘tierra, pureza y sangre’?


















Nada artísticamente inocente lo fue de Ricardo Iorio teniendo en cuenta que fue previo al estallido de la crisis del 2001 y posteriormente se daría el ascenso del líder peronista represor Eduardo Alberto Duhalde como presidente. Contradiciendo la postura del actual Iorio, la imagen más famosa, del militante popular Darío Santillán, previa a ser asesinado en la Masacre de Avellaneda, incluye el logo de Hermética y las caras de Claudio O’Connor y Ricardo Iorio.

Desbarranco total del personaje

Pasada la crisis y garantizada la paz social (con la sangre de Darío y Maxi) en los gobiernos de su amado peronismo con los presidentes Duhalde y Néstor Kirchner, Ricardo Iorio y Almafuerte, vuelven a sacar otro disco. Ultimando, octavo álbum de estudio de Almafuerte. Por problemas de tendinitis, desde este disco Ricardo dejó de tocar el bajo, y el puesto vacante fue cubierto por Carlos Roberto ‘Beto’ Ceriotti. Ya Iorio en su ‘exilio interno’ de Sierra de la Ventana, las canciones se centran en lo rural como Ruta 76 y Con rumbo al Abra, y otras destilan cada vez más nacionalismo (exacerbado y con referencias machistas también) en Patria al hombro, Ultranza y Yo traigo la semilla.
Poco importa el destino de aquella generación 
Porque no hinche la labor de sus antepasados 
Desde que ya hay memoria, ya hay tradición 
Y desde que esta existe, 
Ya hay patriotismo, y de esto nacionalidad.

El pretérito obliga, escarmienta, ilumina 
Y envalentonada, menospreciada no constituye 
Profanación, sino intento de suicidio.
Fragmento de Ultranza, Almafuerte, Ultimando, 2003.
En aquellos primeros momentos de este siglo, la difusión de Iorio y Almafuerte era escasa, teniendo en cuenta los conflictos alrededor del personaje con la entrevista de Rolling Stone y los siguientes polémicos discos, lo que lo transformó para los jóvenes en una suerte de mártir de los medios, ‘por decir verdades’. Lo cual sumado a la correcta historia previa épica de V8, Hermética y el Almafuerte gaucho-indigenista vinculado a Gieco y las Madres, acrecentaron su imagen. También un suceso trágico, arriba de improviso a la vida de Iorio, Ana Mourín, su compañera desde fines de los ’80, se suicidó. No obstante por aquellos años da esta imperdible entrevista donde queda desnudo todo su manifiesto de odio racial, xenófobo y patriarcal, donde incluso hace un llamamiento a un segundo genocidio:
“Mi solución es que hubiese una Guerra. Acá en Argentina. Que mueran 50 mil personas antes de que lleguen los derechos humanos. Al otro día van a ir todos los pibes a la escuela tomando distancia y con la corbatita. Si no sigamos en esta onda ‘Rebelde Way’que nos enloquece, y ‘Mambrú’, está todo bien loco, no pasa nada.”
Fragmento de palabras de Ricardo Iorio a Tiempos violentos, FM Rock&Pop, fines de 2003.

Pato criollo. A cada nota una cagada. Los grandes medios se cierran a difundir aún más a tan polémico personaje. Apartado de cámaras y micrófonos importantes, Almafuerte recupera cierta tranquilidad y sigue en el camino de shows casi todos los fines de semana en CABA, GBA e interior del país.
En 2005 sale 10 años, un registro en vivo de Obras de ese año con los clásicos de la banda, que no incluye las canciones más polémicas. Para el año 2006 vuelven a entrar al estudio y parieron Toro y pampa, un disco que baja el tono a la impronta nacionalista y se centra en canciones rurales, la problemática de los caminos y las contingencias climatológicas en Pensando en llegar, Vencer el tiempo; la vuelta a la amistad en Toro y pampa; también a lo territorial Dónde está mi corazón y al reencarnacionismo De la escuelita (por la Escuela Científica Basilio); la exposición de la degradación social-cultural en El siglo del gran reviente; las jocosas pero igualmente por momentos desagradablemente machistas La máquina de picar carne y Cosas que pueden pasar (se burla del aborto clandestino) y las sufrientes auto referencias casi tangueras en Debes saberlo y Unas estrofas más. El álbum cierra con el instrumental guitarrero de Marciello Sopla el pampero. Vale decir que justamente a medida que el guitarrista crece como compositor, parecería que Iorio decae como letrista.
Devastadores del consciente general 
Intentan hacerme sentir 
Un mal pensado

No he de negar 
Que lo más duro no ha llegado para ellos 
Pero yo no siento miedo 
Quiero aprender a estar con la nada 
Frente a frente 
Para vencer

Vencer el tiempo 
Vencer el tiempo 
Vencer el tiempo de tolerancia cero 
Fragmento de Vencer el tiempo, Almafuerte, Toro y pampa, 2006.

Toro y Pampa, si bien como se muestra no esquiva el bulto y sigue jugando con la polémica, entra en un gris, es una suerte de desteñida del discurso nacionalista conservador abierto. Suavizado el discurso, es la llave de la puerta de los medios. Así fue que lo rescató Beto Casella y le dio pantalla a un personaje que le garantizaba rating. Fueron las entrevistas de fin de año en C5N de 2010, 2011, 2012, y 2013. Iorio se volvió mediático y por consiguiente, en un meme de las redes sociales. El público tradicional heavy se dividió entre los que ya lo consideraban un “imbancable”, un “quemado” o un abiertamente facho, y quienes seguían bancándolo. Igualmente no afectó negativamente en nada, sino que más bien benefició a la banda el mediatismo del líder, puesto que amplío su llegada y pasó a hacer shows cada vez más concurridos.

En 2008, en si fueron los Almafuerte, pero a título personal de Iorio, sacaron Ayer deseo, hoy realidad, un disco de covers homenajeando al rock nacional. Imperdibles las versiones de Solitario Juan de Pappo’s Blues, Ritmo y blues con armónica de Vox Dei, Durazno sangrando de Invisible y Mariposa de madera de Miguel Abuelo.
Aprovechando el empujón mediático en junio de 2013, desbordó el estadio de fútbol de All Boys en el barrio porteño de Monte Castro, show más convocante de la historia de Almafuerte, y de todo el metal en más de 20 años (tomando como referencia el Vélez de Rata Blanca de 1991).
Antes en 2012, Almafuerte lanzó su último disco de estudio hasta el momento: Trillando la fina. ‘Los equipos que ganan no se tocan’ se dice en el fútbol, y así lo tomaron, la fórmula ganadora de Toro y pampa no solo se mantuvo firme, sino que se profundizó. En cuanto a sonido (hubo claramente más plata para la producción) y composición de Marciello también creció. Las letras se centraron en la vida rural, y en los viajes de Iorio arriba de su camioneta por tierra adentro por el suroeste de la provincia de Buenos Aires y La Pampa. De este álbum, que es muy ameno y salvaría la imagen (buena) de Iorio a recordar, se destacan las cartográficas Pa’l recuerdo y Mamuil Mapú, la denuncia a Monsanto de Glifosateando, y las reflexivas Si me ves volver y Mi credo.

Paredón y después

A la salida de Trillando la fina y la saturante aparición mediática del Iorio personaje, en lugar del Iorio músico y letrista, le siguió un éxito comercial creciente. Incluso al día de hoy sin Almafuerte, sigue como IORIO solista llenando estadios y vendiendo discos. En junio de 2015 sacó Atesorando los cielos, álbum que incluye reversiones de temas propios en V8, Hermética y colaboraciones de Ricardo para otras bandas como la dedicada a su difunta esposa Justo que te vas (grabada junto a la banda Polvo de ángel), también covers en castellano de Black Sabbath, Budgie (banda galesa de fines de los sesenta) y el dúo pop sueco Roxette. Además de temas propios inéditos.
En diciembre de 2015 se anuncia el impasse temporal, en principio solo por 2016 de Almafuerte. Posteriormente trascendieron rumores de una pelea de Iorio con Marcelo Caputo (manager de Almafuerte desde sus comienzos en 1995). Más tarde el propio Iorio confirmó en una entrevista que la discusión se dio en torno a una presentación pactada en un centro de la Túpac Amaru.
“Tuve una agarrada ahí porque parece que los que están acompañándome a mí hace tantos años no advirtieran el sentido de mi fundamento. ¿Cómo me vas a hacer tocar para Milagro Sala dos meses antes de las elecciones? Me pareció una reverenda patada, una manera de probar hasta dónde lo puedo aguantar. Que les toque el ‘Che’ Guevara les dije, y me rajé de ahí hermano.”
Fragmento de palabras de Ricardo Iorio a Radio El Sol, mediados de 2016.
Antes, en junio de 2015 había visitado el programa en C5N del polémico Baby Etchecopar, a quien más de una vez dijo admirar.

Aparentemente sin Caputo y sin Almafuerte, Ricardo anda desde hace poco más de año y medio ligero de equipaje. Tal es así que empezó a desandar un camino de apariciones públicas cada vez más polémicas. Para empezar en plena crisis laboral a causa de las medidas del entrante gobierno neoliberal de Cambiemos y con la cómplice tregua de la CGT, fue justamente a la sede de la central obrera a dar una charla.


















Luego, empezó a recorrer programas radiales a realizar campaña pública para el Proyecto Segunda República, otra organización de tufillo filo fascista liderada por Adrián Salbuchi. Incluso también visitó el propio programa de radio de Salbuchi.

Por último, en el inicio a la campaña de las recientes PASO, se difundieron las declaraciones, en las cuales con su verborragia característica, se las agarró con los derechos humanos, la reinstalación de la teoría de los dos demonios, incluso se tomó la atribución de atacar a otros artistas como el Chaqueño Palavecino o la banda de rock La Renga, o Diego Maradona. Una verdadera “ensalada de soretes” la que viene dando vueltas en su cabeza.



















¿Corto de memoria tal vez? En el año 2011 promocionó desde la pantalla del programa de Casella el show de fin de año donde tocaría, acompañando a Almafuerte, Gustavo ‘Chizzo’ Nápoli. Se agotaron las entradas y fue el mejor anfitrión posible con el guitarrista y cantante de la banda de Mataderos.
Los puntos de “hermandad” entre Iorio y Biondini, se originan en los tempranos ’90. En un primer momento se da a partir de las creencias religiosas de ambos. La canción Vida impersonal, incluida en el álbum de Hermética, Ácido argentino, es el primer manifiesto público de la adhesión de Iorio al reencarnacionismo. A su vez Biondini se hace llamar Kalki, que hace referencia al último avatar del dios hindú Vishnú, y representa a “aquel que viene a poner fin a la era oscura y a imponer la era de la rectitud en la ley moral”. Es conocida la vinculación de jerarcas del nacionalsocialismo alemán con el esoterismo y las religiones asiáticas. Incluso la cruz gamada, popularmente conocida como esvástica, es tomada de la svastika(en sánscrito), símbolo que está asociado a la divinidad o Brahman y también al concepto de samsara o reencarnación y al padre sol o Suria, ya que sus brazos representa los rayos del sol.
Luego, como ha ido demostrando este artículo, se da el fuerte viraje ideológico de Iorio, partiendo de la defensa de la Memoria y causas populares, para llegar a proclamarse peronista hacia el final de los ’90, nacionalista (o “ultranacionalista”) en los 2000. Y estos últimos dos años este ascendente abiertamente fascista. Así mismo es el camino recorrido por Alejandro Biondini, que al romper con el Partido Justicialista en 1990, funda el Partido Nacionalista de los Trabajadores (PNT). Prohibido por la justicia por considerarlo directamente nazi, le cambian el nombre a Partido Nuevo Triunfo, para sostener las siglas, e igualmente fue rechazado por sostener la ideología de odio racial. Luego de militar en una pseudo clandestinidad e ir fundando y disolviendo partidos, a mediados de la década pasada se formó Bandera Vecinal, agrupación por la justicia electoral aceptada. En las PASO del pasado 13 de agosto, fueron votados por tan solo 28.448 bonaerenses.


















En las palabras del propio Ricardo Iorio de la entrevista compartida más arriba hecha por Gustavo Olmedo en Rock&Pop:
“Say no more, como dijo Charly García, say no more, no digas más nada, que ya sabemos quien sos.”


















Y para quienes hayan leído esta nota, también como dijo Ricardo:
“Ha llegado la época de poner parámetros y definirnos. Y es la época de definirnos.”
Lxs metalerxs, lxs rockerxs, lxs jóvenes, ¿vamos a seguir sin definirnos? ¿Vamos a seguir dando cabida, escuchando, yendo a ver y comprando discos a este tipo? Quedémonos con el Ricardo Iorio histórico, el de V8, el de Hermética y el de Almafuerte de fin de siglo pasado. Al actual, hay que abiertamente desecharlo.

Resultado de imagen para IORIO fachoResultado de imagen para IORIO facho
RICARDO IORIO
"Los que creen que el rock es de izquierda se equivocan"
José Bellas

Nervioso. Alterado. Triste y con bronca. Así vive hoy el lider heavy de Almafuerte que encendió la polémica dedicándole un tema a Seineldín. Decidido a romper su silencio y defenderse, reivindica su origen popular y hasta su orientación política no democrática

Ricardo Iorio abre la puerta de su casa en Ramos Mejía y lo primero que alcanza a decir es: "Estoy muy nervioso". Ya no llueve. Parece que va a aclarar, pero oscurece. Nervioso: en los últimos dos meses, al emblema metalero se le colgó el cartel de "buscado" a partir de la alusión al carapintada Mohamed Alí Seineldín en el tema "Cumpliendo mi destino", incluido en el último disco de Almafuerte, Piedra Libre. La estrofa polémica ("Guardo de un hombre grande/ guerrero nacional que hoy tienen preso/ Puede haber caballo verde/ más no uno de ellos honesto") encierra además una frase atribuida al militar que encabezara dos alzamientos entre 1988 y 1990: "Es más fácil encontrar un caballo verde que un judío honesto". Con agravante: Iorio fue citado en marzo del 2000 por el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo a partir de unas declaraciones al mensuario Rolling Stone ("Si vos sos judío no me vengas a cantar el himno"). "No voy a decir que aquella vez no dije lo que dije. Pero ya aclaré que no tengo ninguna animadversión contra ese pueblo ni contra ninguno. Sólo contra los mentidores. Esta canción no dice la palabra judío y no conozco la frase".
Serio. Más que nervioso, Iorio se desboca como siempre pero luce apagado, como sabiendo que no su voz no le permite desdecirse, que no va apoder responder nada que no pueda volver a traer polémica en su primera entrevista desde los hechos. Entre la salida de 
Piedra Libre (mayo) y esta nota (el lunes), cumplió una extraordinaria ¿rutina? que incluyó ensayar, tocar (volverá a hacerlo en Hangar el 25) y salir disparado hacia las rutas del país llegando a cumplir jornadas de 16 horas seguidas arriba de un auto que un mes atrás era 0 km y hoy marca 15 mil en el tablero. Se puede hablar, claro, de su legendaria incontinencia viajera, que le permite jactarse de conocer cada una de las rutas provinciales ("de Talacasto a Aguas Negras", dice en un tema) y tener un amigo en cada pueblo. Algunos de ellos, "mágicos". "Fui a lo de un chamán guaraní por un problema en la voz y apenas me vio me dijo: ¡Pero si vos tenés los espíritus!" se ríe y enseguida baja la vista. "Tenía que poner la mente en blanco" confiesa.-¿Por qué?
-La madre de mis hijas decidió quitarse la vida. Es algo que me tiene destrozado, por las nenas. Ellas no viven conmigo porque considero que es mejor que estén con su abuela, con mi mamá. Vamos a pelearla y a salir adelante" dice al borde de quebrarse, todavía sorprendido por la determinación que dos meses atrás tomara Ana Mourín, hasta hace un par de años su esposa, autora del fundamental libro 
V8, un sentimiento y co-autora del tema "Atravesando todo límite" (Hermética).
A los 39 años, Iorio es un tipo que pasó la mitad de su vida armando y desarmando la columna vertebral del heavy metal argentino : V8, Hermética y Almafuerte. Desde el vamos, forjó un personaje único, con orígenes barriales que ya quisiera para sí todo titán del rock chabón y una vehemencia demoledora. Ya en el apogeo de Hermética, la banda que hoy podría liderar a miles sin no hubiera separado en su momento más popular, salía a aclarar que lo suyo era "nacionalismo" sin "z" ante la proliferación de banderas celestes y blancas y un discurso que ya podía olerse como reaccionario. "Ser nacionalista es estar orgulloso de habitar este suelo. Hay muchos que se van a otros países a limpiar baños y acá no limpian ni el suyo", dice acercando leña al fuego. Su confesa marca de idignación es que le reprochen ser reaccionario a él pero que nadie alce la voz contra la idolatría por el Che Guevara. Una semana antes, se había negado a esta nota gritando vía telefónica: "Prefiero ser un carapintada que un boquita pintada". "De todas formas, soy músico, ni carapintada ni boquita pintada" subraya ahora.
-¿Qué cosas hacen que sientas afinidad con Seineldín?
-Yo soy un descriptor. Y lo hago desde el presente inmediato. Hay otros que lo hacen, pero le tienen miedo a la biaba. El tema dice claramente que son verdades que me llegan por intuición. Mi corazón no está puesto en eso.
-No jodas. Lo menos que esperan tus fans es que pongas el corazón en un tema...
-Es simplemente una letra. Soy la comidilla de un escandalete, pero me la re-banco. Además, no me afectó para nada en lo laboral. Al contrario, viene más gente a los conciertos. Pero me jode que se diga que soy fascista. No tengo otra arma que un instrumento y una lapicera para escribir...-No es necesario agarrar un arma para difundir una idea totalitaria... Además, es inédito que desde el rock alguien apoye a un militar.-Es que el que crea que el rock es de izquierda está muy equivocado. ¡Hasta la música latina es más de izquierda! Dicen que reivindico a un militar fascista. ¿Qué quieren que sea un militar? ¿Apicultor? Me remito a lo que dice la canción: "Son verdades que me llegan por intuición".-¿Estás arrepentido de haberla grabado?
-Creo que lo que más me agradó fue que los allegados a Seineldín puedan saber que un artista pudo escribir sus decires.-Si te interesa que le llegue a él no podés negar tu apoyo al golpista...
-Lo de golpista es algo relativo... ¿Quién nos va a zafar de los que entregan el país? ¿Cuántos de los que hoy gobiernan han ido a golpear la puerta de los cuarteles para fraguar a un gobierno elegido por el pueblo? Yo describo el presente inmediato. El arte es eso y de esa manera se coopera a una lectura futura de los acontecimientos de una época.
Fin. ¿Será este el mismo Iorio que alguna vez recitó un poema para Madres de Plaza de Mayo? ¿El mismo que puso voz y alma en "Posludio II"y "Noche de Perros", interpretando textos de detenidos desaparecidos en el disco 
30 mil gritos?
"Me voy a dormir: anoche fui a lo de un amigo a vacunar chanchos. ¡Eran como 600 y uno por uno! Y después me quedé cuidándolos" se despide.
Esa misma noche, mi inconsciente reemplazó "chanchos" por fans de Almafuerte y en sueños ví como Iorio los vacunaba con sus propios anticuerpos, contra el lado oscuro de su fuerza. Quizá a la intolerancia haya que combatirla como propusieron los abogados Pablo Jacoby y Pablo Sonimsqui (del Centro Simon Wisenthal) tras el fallo que un año atrás dictó la inocencia de Iorio por "discriminación". Con la consigna de 
Silenciar una opinión totalitaria es una respuesta igualmente totalitaria sostienen: "En casos como el de Iorio, será de esperar que la mayoría no comparta sus opiniones y que la desaprobación general de sus conciudadanos lo lleven naturalmente a revisar su posición". Que así sea.
-------------------------------------------------------------------------
Armadura metálica
Según consta en el libro V8 Un Sentimiento, Ricardo Iorio bautizó así su primer grupo por una analogía de "velocidad, potencia y peso". Hasta ese entonces, fines de los 70, nadie había lucido y sonado así: encontrando la quinta velocidad del heavy a partir de Motorhead. Ese porte tozudo, metálico y proletario que le valió la desaprobación del público de BArock en 1982 le sirvió a Iorio forjar su propio mito, ese que todavía hoy logra que veinte bandas (la mayoría del interior) intervengan en No está muerto quien pelea tributo, producido por el propio Iorio sobre los tiempos en que repartía ajo, escribía sobre el apocalípsis social y soñaba ser escuchado por miles.

--------------------------------------------------------------------------
Mollo y el disco
Ricardo Mollo es el músico más respetado por Iorio y por eso produjo sus últimos tres discos. Y es mutuo. Sin embargo, fuentes cercanas a la cocina de "Piedra Libre", cuentan que el líder de Divididos tuvo sus dudas acerca del contenido lírico de algunos temas y llegó a supeditar su presencia a la exclusión de un tema muy explícito.

--------------------------------------------------------------------------
León Gieco
El Rey León (cuya hija Joanna tiene amistad con las de Iorio) lo invitó a hacer coros en el tema central de Bandidos Rurales, un disco donde se condenan discriminación y xenofobia.
--------------------------------------------------------------------------
Polémico en el rock
Colegas, amigos y compañeros de ruta asumieron diferentes posiciones frente al presente del caudillo pesado.
--------------------------------------------------------------------------
Andrés Giménez
"Aunque jamás en mi vida le dedicaría un tema a Seineldín y me haya bardeado siempre que pudo, me encantaría poder sentarme a charlar con Iorio. Es un tipo que admiro y creo que tendríamos que admitir que tenemos público en común"(Andrés Giménez, de A.N.I.M.A.L y su pugna por un Frente Metalúrgico)
--------------------------------------------------------------------------
LA RENGA-LOS PIOJOS
En mayo, Poly y Skay (Los Redondos) pasaron por los camarines de Hangar para acompañarlo en el difícil trance que significó el suicidio de Ana Mourín ("Lo conocemos hace muchos años. Es un muchacho muy cariñoso"). Los Piojos y La Renga, en cambio, prefirieron afirmar su distanciamiento ideológico negándose a opinar.

imagenes de memes o fotos con frases graciosas, chistosas y divertidas para una risa chida en español para whatsapp y facebook - ASI LA TENIA SEINELDIN! GUACHO PUTO! almafuerte iorio


Imagen relacionada


Resultado de imagen para seineldin peronista

     Resultado de imagen para seineldin peronista

Resultado de imagen para biondini seineldinResultado de imagen para iorio seineldin                                                                             El metal no se mancha: Alice in Chains y Judas Priest hicieron temblar Tecnópolis

Las bandas comandadas por Jerry Cantrell y Rob Halford cerraron el festival Solid Rock. Fue una jornada de cuero pesado que incluyó la participación de Humo del Cairo, Helker y Black Star Riders.
Por Nicolás G. Recoaro - @ngrecoaro
5 de Noviembre de 2018



















“Hoy vine a ver al ‘Pelado’ Halford, el rey del cuero”, explica un motoquero a los impávidos patovicas, en el acceso a Tecnópolis, frente a la Avenida General Paz. “A los muchachos les sacaron las muñequeras, a mí me piden que deje el cinturón. Toca Judas, heavy metal, hermano. No es Tini Stoessel, qué quieren, que vengamos en tutú”, se resigna y deja su pesada bijouterie este caballero rodante, llegado desde el Conurbano Sur. Un personaje digno de los primeros films de Campusano. “Ya fue -se despide el motero- hago cualquier cosa por ver al Pelado”.
El predio de Tecnópolis luce un vacío ejemplar. Una metáfora digna del estado de precarización del arte, la ciencia y la tecnología que predica el gobierno de Macri. En oposición, el estadio indoor se muestra casi lleno: salvo los codos, está repleto de fieles metaleros que se acercaron para disfrutar de la segunda edición del Solid Rock Festival. “Casi tres lucas la entrada para el campo. Mirá si no hacemos sacrificios para seguir a Judas. No queda otra, querido, seguiremos peleándola. Luchando por el metal”, dice Gustavo, comerciante matancero, desde el corazón del pulcro Beer Park del estadio. Un espacio bien custodiado desde las alturas por una pantagruélica obra de Marcos López. Colorido arte pop latino que en el fondo no desentona entre tanto cuero oscuro. Cultura popular. El viejo Gustavo deja ver su elegancia ataviado con un gorrito leather, gafas ahumadas, tapado largo dark y pesadísimos borcegos al tono. Estricta etiqueta negra.
Tres créditos locales son los encargados de encender la maquinaria pesada: Humo del Cairo y su tupida psicodelia stoner; luego irrumpen los Helker, power metal afiladísimo; y el cierre para el dúo de progresismo heavy bautizado ON-OFF. Mucha entrega, que lamentablemente fue premiada con aplausos tibios. 
A las 19:30, con puntualidad británica, la avanzada foránea se desata con los Black Star Riders. La “súper” banda formada por ex miembros de Thin Lizzy y Ratt no le mueve ni un pelo al campo. Hard Rock envasado al vacío. Disfrutaron sólo unos pocos seguidores.
Cuando los Alice in Chains suben al escenario, es cuestión de cerrar los ojos y dejarse llevar en un viaje mental de regreso hasta el inicio de los años noventa. Tiempos dulces del vaquero guerrero Bush padre en Gringolandia y también del nefasto menemato neoliberal en estos pagos. ¿La banda de sonido? No se duda, allá y acá, el tsunami grunge parido en Seattle. Un parnaso conformado por Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden y los más pesados, oscuros y densos de la nueva ola, los Alice in Chains. Pasaron las décadas, los jugadores (al frontman Layne Stanley lo alcanzó la parca heroína en 2002), pero la  fórmula sigue intacta. Aunque los muchachos comandados por el héroe de la guitarra Jerry Cantrell arrancan fuerte con “Check My Brain” del año 2009 y el novísimo “Never Fade”, su narcótico sonido empieza a pegar con gemas como “Again” y los rabiosos “Them Bones” y “Dam That River”, clásicos de clásicos de su sucia obra cumbre Dirt (1992). Se destaca la base del bajo de Mike Inez y el golpe de Sean Kinney siempre preciso, en su lugar. Aunque no cuenta con la garganta desgarradora de Stanley, el morocho enrulado William DuVall está a la altura. “Angry Chair”, “Man in The Box”, “No Excuses” y “Would?”: perlas negras. El cierre es para “Rooster”, el tema que Cantrell dedicó a su padre, veterano de la Guerra de Vietnam. Ese poema antibelicista que arranca diciendo: “Aún no encuentran la manera de matarme”.
El prólogo del cierre a toda orquesta con Judas Priest sobre las tablas comienza con un homenaje. Desde los parlantes suena “War Pigs” de Black Sabbath, como oración pagana e invocación antirreligiosa a los padres fundadores del heavy metal. Amén.
Los comandados por Halford rompen el hielo con “Firepower”, incendiaria pieza que da título a su nuevo disco (¡el 18º de su dilatada carrera!), salido del horno hace pocos meses. El Pelado irrumpe en escena enfundado en una metalizada chaqueta de motoquero galáctico. Recorre el escenario con parsimoniosa teatralidad a sus jóvenes 67 pirulos. Un Tom of Finland que sodomiza el micrófono con sus agudos imposibles para cualquier mortal. 
Pasan “Sinner”, “Ripper”, “Turbo Lover”, “Freewheling Burning” y “You’ve Got Another Thing Comin'”. La maquinaria metálica de Judas es una aplanadora. La alimentan el bajista histórico Ian Hill, Andy Sneap y el blondo Richie Faulkner en las violas y el pulpo Scott Travis en la batería. La puesta en escena rebasa de animaciones con fuego, acero, tachas y, por supuesto, motos. El clímax llega con Halford montado en su Harley Davidson, fusta SM en mano y una versión demoledora de “Hell Bent For Leather”. Pegado, el falso cierre con “Painkiller”, y luego tres padrenuestros del sacerdote para los bises: “Electric Eye”, “Breaking The Law” y, apenas pasada la medianoche, “Living After Midnight” detonan el estadio. En el campo, miles de metaleros saltan felices. Transpirados. Muchos en cuero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario