“POR OTRO...
AR-GEN-TI-NA-ZO...”
POR OTRO ARGENTINAZO...
Cantata del florecimiento del pueblo y la Patria argentina
Post neoliberalismo
de FRANCISCO ALVERO El Juglar de la libertad
“C o p l a s d e l
p a y a d o r
N O
N O
Globalizado...”
“Medio ciego, el ojo tuerto...”
(Nos mean y dicen que llueve...)
(30 de marzo de 2012)
Poema que escupe rabia,
Está sanando bicheras
Y mucho más de zonceras
Aprendidas y repetidas
Siembra, a su vez, la esperanza
Al plantar con su voz clara,
Brotes, diferentes a la soja!
Que hambrea y daña el suelo,
Sin aliarse ni por error,
Con ningún monocultivo mental
El verdadero poder, compañeros,
O Contrapoder
Aunque nos cueste creerlo,
No lo tiene la pálida caja boba,
Ni la farándula, ni la casita blanca o rosada,
Ni sombras que se creen santas
Amanece como flor roja y eterna!
Nace y crece del pueblo!
Fuerza del corazón,
Luz y conciencia interior,
Sabiduría y fe en la vida
De ningún predicagador!
Mendigos con corona neoliberal
fascistas de aquí y de allá
Amos y señores de la opinión pública mundial
Como monos con navaja, se pasean por ahí,
Y como dijo una compañera
El miedo, hace que estén allí
Dictadores mansos de los imperios.
Valiéndose de sucias maniobras,
Se ensañan con los de abajo!
Los más indefensos y buenos!
Atentan contra libertad de prensa,
Sólo defienden su hacienda.
Criminalizan las protestas,
Soberbios demagógicos
Árbitros de boca river,
Jueces cínicos y obsecuentes,
Cuidan su futuro que avizoran allí
Donde quema el horror.
Cuando la masa despierta,
Es maremoto, en la tierra!
Vende patria, títeres acéfalos,
Flor de giles, estos chabones
No se dan cuenta,
Peones de un campo hostil,
Camaleones comodines.
Del sistema exclusivista
El debate es sopa fría!
El pensamiento, tras las rejas.
Libre, era un cubanito
Y se lo comieron en la fiesta.
Hablando de Cuba y los derechos,
Gastan saliva, tinta y neuronas,
Donde hay sol, ven sombras,
Y es porque su mal, asoman.
Atacan a pueblos libres
Con bombas o con noticias,
Todo les da lo mismo,
Matar o dejar morir,
Para tener en un sólo puño,
Las tres cuartas partes del mundo!
Miau miau, cerquita nomás
Basurero de sediciosos capitalistas,
Cuidado, que anda suelto,
Lobo hambriento de ambición,
Persigue a muerte sus opositores,
Como a su capital
Lo canta este payador no globalizado
Que muera de hambre
Nunca alfalfa comerá
Como vaca de la Rural
Disparan crueles a quemarropa,
Sobre el mundo anti-globalizado.
Como en Guantánamo, qué horror!
Viva la libertad de los cinco patriotas!
(Extra! Extra! ) Los medios, ya no son medios!
Están en el medio, pero, ahora son fines!
No son delfines, mi amigo!
Ellos no son inocentes,
No cumplen con su función,
Con sus patroncitos, sí.
Ojo, cuidado con los disimulados,
Dictadores de la patria financiera
Como anillo al dedo, les quedan
estas débiles democracias
Subversión golpista encubierta!
De estirpe oligárquica,
Sutil, perfumada, de saco y corbata,
Que ametralla silenciosamente a millones.
Orín, la gran mentira argentina,
Monopólica bandida, desleal.
Ladrones con título y carné,
Bailan al son de intereses serviles
Flotan en charco impune y podrido
De dinero con olor a sangre,
Cómplices y verdugos.
De esta globalización miserable!
Tapemos esa cloaca del sistema,
Para que no nos dañe más.
Ay! ojo tuerto, que nos tratas de ciegos,
No subestimes más nuestros pueblos!.
Nuestra paciencia tiene un límite
Nuestra inocencia también
Cataratas, miopía que tendrán?
Medios de incomunicación global.
Si no se llenan de excusas,
Se vacían de contenido.
Reyes de la mediocridad,
CIA estos atorrantes no los llamamos
Por su nombre; Qué más?
Parche necio y terrorista
Destructores manipuladores
Denostadores plenos
De lo que no sea ronca voz imperial
Nacionales, ya no son,
Trasnacionales, si señor.
Desinformación globalizada,
Es la corriente de hoy.
Causa estragos y no asombra,
Desmembrada de su esencia,
Llena de gases hediondos!
Por las porquerías que come!
Aunque se vaya pal fondo,
Se huelen falacias y traiciones!
Sórdida y única matriz,
Se repite hasta el hartazgo.
Da náuseas sólo pensarla,
Violando identidades!
Diseminando el escándalo.
Su mandamiento es vender buzones.
Desde el ombligo imperial.
Típicamente alevosa.
Adueñarse de lo nuestro, de a poco!
Si el mundo está más violento,
Es por terroristas, como ella!!!
Manipula a su antojo,
Ojo tuerto enjundioso,
Con la platita que roban,
Espejos de la risa, facinerosos
Disimulada lente fuera de foco.
Atentos, que incendia todo!
Durmiendo con el enemigo,
Se levanta lagañoso,
Con buen humor, entre todos
Le limpiaremos sus ojos!
Ya da lo mismo, hoy por hoy,
Verlos, leerlos u oírlos,
Parciales de ideologías
Intrigantes en toda América latina,
Diarios, radios e Internet,
Lo que se te ocurra, lo que pidas.
Vomitando obscenamente,
Las más absurdas mentiras,
Guanacos, panza de barro.
Vayan a lavarse la boca!
Como avestruces virtuales!
Siempre esconden sus cabezas,
Cuando el pueblo se da cuenta,
Y les exige explicación!
A tanto sicótico desparpajo,
Manchado de sangre e indulgencia,
No hay justificación que quepa!
Es más, ni se arrepienten,
Solo tiemblan si su patrón,
Pone precio a su cabeza!!
Reza ese nene, toca el clarinete
Orín la gran meada argentina
Y globito terror pinchadito.
Virus de desinformación adquirida
Necrológicos y nefastos
Amebas infaltables y a los gritos,
Defienden sus negocios malditos
Son pura conspiración.
Vagan por el mundo, sin razón.
La nación, no les importa,
Infinitos repetidores híbridos,
Terroristas, por vocación,
Morbosos hasta el extremo,
Crónica nefasta noti ocioso parapolicial,
Que el cielo se apiade de ellos,
Porque la justicia JAMAS!
Deforman tanto y en grande
Que nos causan hasta risa
Editando a su antojo,
Hacen ver gigante un piojo,
El primer, no el cuarto poder,
Más que un dios, que un juez,
Nenúfares bochornosos,
Santos inmorales,
Nada más que tristes sicarios,
Al servicio de unos pocos.
No se inclinan por la verdad,
Es totalmente evidente,
Sólo, por los verdes del Tío Sam,
Que les hace el favor de atrás!
Ironía tercermundista,
O burla del primer mundo?
Aborta miradas en un segundo,
Niega realidades gigantes,
Poblándonos de vocablos,
Sin ningún significado.
El espacio contaminan,
Con su smog de neoconquista,
Su alharaca democrática
No es otra que plumas de gallina!!!
Todo lo pagan o lo alquilan,
Pero sabemos que es de todos!
El estado que es el pueblo
Debemos democratizarlo.
No llegan ni a muñequitos de torta!
Sonríen ante cámaras y tribunas
Se plantan en monopolios,
Y se arraigan a una tierra ajena,
Colosal su descalabro.
Perfumadito de argumentos.
Reclaman libre comercio!
Quieren aprisionar los sueños,
Ya todos los luchadores.
Viejas leyes de dictadura,
Vergüenzas anquilosadas.
Como la ley antiterrorista,
Anti pueblo, anti reclamo,
Aquella que pone presos,
A los mapuches, mis hermanos!
La de comunicación, radiodifusión,
Germen de todo este escándalo!
De esos pseudos demócratas,
Que corean un mismo mandato.
Si te ríes y no piensas,
Sos lo más, sos posmoderno.
Si buscas otra cosa,
Sos antiguo, sos lo menos!
Sólo, sabiamente, su trampa evitaremos
Limpiándonos de éste!
Mal de nuestro tiempo!
Y tal vez del que vendrá?
Si no hacemos algo pronto,
Con total seguridad!
Maquiavélicos, sus medios,
La dignidad, fuera de línea,
Gol en contra lo festejan,
Porque juegan para el equipo contrario
Creen lavar sus culpas,
En leche oscura de demagogia,
Con clara y pura arrogancia,
Exudan extravagancia
Monstruos que causan pena
Ya no les tenemos más miedo!
Ay, dictadura global, fatal
Conocemos tu sonrisa macabra.
Sabemos donde te escondes,
Cuantas estrellas tiene tu bandera,
En el cielo trasnacional
Una por una, cómo no verlas?
Para qué voy a nombrarlas?
Ya ni hace falta siquiera.
Que a nosotros, no nos cubra,
Su red de púa asesina!
Todo lo compran, venden o alquilan,
Todo lo miden, cotizan o valúan
El valor ahora es el precio
Presos y carceleros del capital.
Como el ratón tras su queso,
Lo que se escapa a su juego,
Lo acusan de dictadura,
De terrorismo, o barbarie,
Digo yo: no sería más fácil
Si se miraran al espejo
Ay! Hueco negro, OJO TUERTO
Tu parche ya no seremos!
No nos tomes más el pelo,
No queremos ser mortaja,
Unidos, no partidos al medio.
Disfraz de progreso y democracia.
No nos confunden ni la panza,
En esta América latina,
Tan rica y empobrecida!
No nos convencen las ruinas,
De tus castillos en el aire!
Siempre listos y obsecuentes,
Firmes como boy scout,
Preparadito a conspirar.
Si su amo, se lo pide,
Mueven la cola y hasta ladran,
Conciliadores, para qué?
Escupen y regurgitan engaños
No saben de paz, debate o acuerdo,
Disfrutan con la discordia,
Pues, es su especialidad!
En mi tierra, ya no hay lugar
Para más barbarie racista y pelotudez atómica
No comemos más vidrio,
Y como ni ciegos ni sordos somos,
Jamás nos prestaremos a su juego
Macabro y sucio, trasnacional
Su misión, nunca terminará,
Se reciclan en su maldad.
No piensan el daño que hacen,
Nunca les importará!
Enemigo público de la vida,
Viejo pensamiento único y opresor,
Falto de coraje y de valor,
Lobo disfrazado de cordero,
Atropella el diálogo sincero,
Se banaliza, burócrata y violento
Reflexionemos y actuemos,
Acabemos su nefasta hegemonía
Creando la nueva conciencia,
Para el tiempo que vendrá.
Despoblemos nuestro ser!
Límites puestos y auto impuestos,
Trascendamos las barreras,
Del corazón, cuerpo y mente,
De la duda ingenua y esquiva,
La mentira que arrincona.
La verdad que incomoda.
Aquella que algunos callan,
Y prefieren adornarla,
Con las más bellas falacias!
Mi voz los denuncia y desnuda, En estas décimas que digo,
No compremos su fardo inútil,
Cada vez menos sutil,
Lente oscura y febril,
Rompo el vidrio de su hipocresía,
Que violenta con sus fines,
Alimentando el sistema,
Con paraísos de consumo,
Y verdades, que se hacen humo.
Medio ciego, el ojo tuerto,
Ve lo que le conviene,
La razón de la fuerza
Y el silencio de algunos,
Los sostiene y promueve,
Pero esto se acabará!
Rara criatura dictatorial,
De incomunicación social.
Comunicagadores mundiales,
Ustedes, sepan disculpar!
Amos secuestradores del aire,
Demagogos por vocación.
Aliados del poder de turno.
Deformadores de opinión.
La historia, se les rebela,
Y delata su vejación.
Ebrios de poder y corrupción.
Enemigos acérrimos del diálogo,
Castradores del debate,
Y las ideas a contracara,
Basta de colonialismo siliconado
Del cliché pre masticado.
Razonamiento diet.
Onanismo culposo y consensuado,
Pronóstico reservado.
Genocidio de la imaginación,
Marginado de reflexión,
Manipulador e impostor,
Dictadura estéril de mandatos,
Estornuda en la nariz del mundo
Resfrío neoliberal.
Más allá y más acá de ellos,
Mentes y lentes torcidas y nubladas
Garras que violan alas
La verdad, en la propia cara.
El alba dentro y fuera se levanta
Cura esa vieja herida de siglos.
Esa misma, nos hace más fuertes,
Más claros y consecuentes,
Hay que cambiar, primero uno!
Para que cambie lo demás!
Con coraje, compañeros,
Globalicemos la conciencia,
Creemos la nueva era
Humanista, sobre todas las cosas!
Socialista, democrática de veras
Propaguemos, este canto,
De revolución humana y sincera!!!
En la batalla de ideas,
Solidaridad, sin fronteras
Aurora del siglo veintiuno,
De paz y justicia verdaderas.
MEDIO CIEGO...
EL OJO TUERTO DE LOS MEDIOS.
“
El verdadero poder, les digo,
Aunque nos cueste creerlo!
Lo oculta la caja boba,
Tras lo sacro y su infierno,
No está en la casa blanca.
Es flor viva y eterna!
Que nace y crece del pueblo!
Es la fuerza del corazón,
Roja conciencia del interior,
Sabiduría de vida y fé,
De ningún predicagador!
Corruptores tarambanas se pasean,
Como monos con navaja, por ahí,
Como dijo una compañera
El miedo, hace que estén allí
Dictadores esclavos de los imperios.
Valiéndose de sucias maniobras,
Se ensañan con los de abajo!
Los más indefensos!
Cuando ellos despiertan,
Son terremoto en la tierra!
Atentan contra libertad de prensa,
Sólo defienden su hacienda.
Criminalizan las protestas,
Soberbios demagógicos
Árbitros de boca river,
Jueces cínicos y obsecuentes,
Cuidan su futuro que avizoran allí
Donde quema el horror.
Vende patria, títeres acéfalos,
Flor de giles, estos chabones
No se dan cuenta,
Peones de un campo hostil,
Camaleones comodines.
Del sistema exclusivista
El debate es sopa fría!
El pensamiento, tras las rejas.
Libre, era un cubanito
Y se lo comieron en la fiesta.
Hablando de Cuba y los derechos,
Gastan saliva, tinta y neuronas,
Donde hay sol, ven sombras,
Y es porque su mal, asoman.
Atacan a pueblos libres
Con bombas o con noticias,
Todo les da lo mismo,
Matar o dejar morir,
Para tener en un sólo puño,
Las tres cuartas partes del mundo!
Miau miau, cerquita nomás
Basurero de sediciosos capitalistas,
Cuidado, que anda suelto,
Lobo hambriento de ambición,
Persigue a muerte sus opositores,
Como a su capital
Disparan crueles a quemarropa,
Sobre el mundo anti-globalizado.
Como en Guantánamo, qué horror!
Viva la libertad de los cinco patriotas!
(Extra! Extra! ) Los medios, ya no son medios!
Están en el medio, pero, ahora son fines!
No son delfines, mi amigo!
Ellos no son inocentes,
No cumplen con su función,
Con sus patroncitos, sí.
Ojo, con la subversión encubierta!
De estirpe oligárquica,
Esa sutil, de saco y corbata,
Que ametralla silenciosamente a millones.
Orín, la gran mentira argentina,
Monopólica bandida.
Bandidos con título y carné,
Bailan al son de intereses serviles
Flotan en charco impune y podrido
De dinero con olor a musgo,
Cómplices y verdugos.
La globalización miserable no va más!
La tapa a esa cloaca del sistema,
Para que no nos dañe más.
Ay! ojo tuerto, que nos tratas de ciegos,
No subestimes más nuestros pueblos!.
Nuestra paciencia tiene un límite
Nuestra inocencia también
Cataratas, miopía que tendrán?
Medios de incomunicación global.
Si no se llenan de excusas,
Se vacían de contenido.
Reyes de la mediocridad,
CIA estos atorrantes no los llamamos
Por su nombre; Qué más?
Parche necio y terrorista
Destructores manipuladores
Denostadores plenos
De lo que no sea ronca voz imperial
Nacionales, nunca son,
Trasnacionales, si señor.
Desinformación globalizada,
Es la corriente de hoy.
Causa estragos y no asombra,
Desmembrada de su esencia,
Llena de gases hediondos!
Por las porquerías que come!
Aunque se vaya pal fondo,
Se huelen falacias y traiciones!
Sórdida y única matriz,
Se repite hasta el hartazgo.
Da náuseas sólo pensarla,
Violando identidades!
Diseminando el escándalo.
Su mandamiento es vender buzones.
Desde el ombligo imperial.
Típicamente alevosa.
Adueñarse de lo nuestro, de a poco!
Si el mundo está más violento,
Es por terroristas, como ella!!!
Manipula a su antojo,
Ojo tuerto enjundioso,
Con la platita que roban,
Espejos de la risa, facinerosos
Disimulada lente fuera de foco.
Atentos, que incendia todo!
Durmiendo con el enemigo,
Se levanta lagañoso,
Con buen humor, entre todos
Le limpiaremos sus ojos!
Da lo mismo, hoy por hoy,
Verlos, leerlos u oírlos,
Parciales de ideologías
Intrigantes en toda América latina,
Diarios, radios e Internet,
Lo que se te ocurra, lo que pidas.
Vomitando obscenamente,
Las más absurdas mentiras,
Guanacos, panza de barro.
Vayan a lavarse la boca!
Como avestruces virtuales!
Siempre esconden sus cabezas,
Cuando el pueblo se da cuenta,
Y les exige explicación!
A tanto sicótico desparpajo,
Manchado de sangre e indulgencia,
No hay justificación que quepa!
Es más, ni se arrepienten,
Solo tiemblan si su patrón,
Pone precio a su cabeza!!
Reza ese nene, clarinete
Y globito pinchadito.
Porque no se les acabe
Su nefasto negocio
Amebas infaltables y a los gritos,
Son pura conspiración.
Vagan por el mundo, sin razón.
La nación, no les importa,
Infinitos repetidores híbridos,
Terroristas, por vocación,
Morbosos hasta el extremo,
Crónica nefasta del noticiero parapolicial,
Que el cielo se apiade de ellos,
Porque la justicia NO!
Deforman tanto y en grande
Que nos causan hasta risa
Editando a su antojo,
Hacen ver gigante un piojo,
El primer, no el cuarto poder,
Más que un dios, que un juez,
Nenúfares bochornosos,
Santos inmorales,
Nada más que tristes sicarios,
Al servicio de unos pocos.
No se inclinan por la verdad,
Es totalmente evidente,
Sólo, por los verdes del Tío Sam,
Que les hace el favor de atrás!
Ironía tercermundista,
O burla del primer mundo?
Aborta miradas en un segundo,
Niega realidades gigantes,
Poblándonos de vocablos,
Sin ningún significado.
El espacio contaminan,
Con su smog de conquista,
Su alharaca democrática
No es otra que plumas de gallina!!!
Todo lo pagan o lo alquilan,
Pero sabemos que es de todos!
El estado que es el pueblo
Debemos democratizarlo.
Bonitos muñequitos de torta!
Sonríen ante cámaras y tribunas
Se plantan en monopolios,
Y se arraigan a una tierra ajena,
Colosal su descalabro.
Perfumadito de argumentos.
Reclaman libre comercio!
Quieren aprisionar los sueños,
Ya todos los luchadores.
Viejas leyes de dictadura,
Vergüenzas anquilosadas.
Como la ley antiterrorista,
Anti pueblo, anti reclamo,
Aquella que pone presos,
A los mapuches, mis hermanos!
La de comunicación, radiodifusión,
Germen de todo este escándalo!
De esos pseudos demócratas,
Que corean un mismo mandato.
Si te ríes y no piensas,
Sos lo más, sos posmoderno.
Si buscas otra cosa,
Sos antiguo, sos lo menos!
Sólo, sabiamente, su trampa evitaremos
Limpiándonos de éste!
Mal de nuestro tiempo!
Y tal vez del que vendrá?
Si no hacemos algo pronto,
Con total seguridad!
Maquiavélicos, sus medios,
La dignidad, fuera de línea,
Gol en contra lo festejan,
Porque juegan para el equipo contrario
Creen lavar sus culpas,
En leche oscura de demagogia,
Con clara y pura arrogancia,
Exudan extravagancia
Monstruos que causan pena
Ya no les tenemos más miedo!
Ay, dictadura global,
Conocemos tu sonrisa.
Sabemos donde te escondes,
Cuantas estrellas tiene tu bandera,
En el cielo trasnacional
Una por una, cómo no verlas?
Para qué voy a nombrarlas?
Ya ni hace falta siquiera.
Que a nosotros, no nos cubra,
Su red de púa asesina!
Todo lo compran, venden o alquilan,
Todo lo miden, cotizan o valúan
El valor ahora es el precio
Presos y carceleros del capital.
Como el ratón tras su queso,
Lo que se escapa a su juego,
Lo acusan de dictadura,
De terrorismo, o barbarie,
Digo yo: no sería más fácil
Si se miraran al espejo
Ay! Hueco negro,
Tu parche ya no seremos!
No nos tomes más el pelo,
No queremos ser mortaja,
Unidos, no partidos al medio.
Disfraz de progreso y democracia.
No nos confunden ni la panza,
En esta América latina,
Tan rica y empobrecida!
No nos convencen las ruinas,
De tus castillos en el aire!
Siempre listos y obsecuentes,
Firmes como boy scout,
Preparadito a conspirar.
Si su amo, se lo pide,
Mueven la cola y hasta ladran,
Conciliadores, para qué?
Escupen y regurgitan engaños
No saben de paz, debate o acuerdo,
Disfrutan con la discordia,
Pues, es su especialidad!
En mi tierra, ya no hay lugar
Para barbarie racista y atómica
No comemos más vidrio,
Y como ni ciegos ni sordos somos,
Jamás nos prestaremos a su juego
Macabro y sucio, trasnacional
Su misión, nunca terminará,
Se reciclan en su maldad.
No piensan el daño que hacen,
Nunca les importará!
Enemigo público de la vida,
Viejo pensamiento único y opresor,
Falto de coraje y de valor,
Lobo disfrazado de cordero,
Atropella el diálogo sincero,
Se banaliza, burócrata y violento
Reflexionemos y actuemos,
Acabemos su nefasta hegemonía
Creando la nueva conciencia,
Para el tiempo que vendrá.
Despoblemos nuestro ser!
Límites puestos y auto impuestos,
Trascendamos las barreras,
Del corazón, cuerpo y mente,
De la duda ingenua y esquiva,
La mentira que arrincona.
La verdad que incomoda.
Aquella que algunos callan,
Y prefieren adornarla,
Con las más bellas falacias!
Mi palabra los desnuda,
En estas décimas que digo,
No compremos su fardo inútil,
Cada vez menos sutil,
Lente oscura y febril,
Rompo el vidrio de su hipocresía,
Que violenta con sus fines,
Alimentando el sistema,
Con paraísos de consumo,
Y verdades, que se hacen humo.
Medio ciego, el ojo tuerto,
Ve lo que le conviene,
La razón de la fuerza
Y el silencio de algunos,
Los sostiene y promueve,
Pero esto se acabará!
Rara criatura dictatorial,
De incomunicación social.
Comunicagadores mundiales,
Ustedes, sepan disculpar!
Amos y señores del aire,
Demagogos por vocación.
Aliados del poder de turno.
Deformadores de opinión.
La historia, se les rebela,
Y delata su vejación.
Ebrios de poder y corrupción.
Enemigos acérrimos del diálogo,
Castradores del debate,
Y las ideas a contracara,
Veamos un poco más allá,
Del cliché pre masticado.
Razonamiento diet.
Onanismo culposo y consensuado,
Pronóstico reservado.
Genocidio de la imaginación,
Marginado de reflexión,
Manipulador e impostor,
Dictadura estéril de mandatos,
Estornuda en la nariz del mundo
Resfrío neoliberal.
Más allá de ellos,
Mentes y lentes torcidas y nubladas
Garras que violan alas
La verdad, en la propia cara.
El alba dentro y fuera se levanta
Cura esa vieja herida de siglos.
Esa misma, nos hace más fuertes,
Más claros y consecuentes,
Hay que cambiar, primero uno!
Para que cambie lo demás!
Con coraje, compañeros,
Globalicemos la conciencia,
Creamos la nueva era
Humanista, sobre todas las cosas!
Propaguemos, este canto,
De revolución humana y sincera!!!
En la batalla de ideas,
Solidaridad, sin fronteras
Aurora del siglo veintiuno,
De paz y justicia verdaderas.
Todos los poemas pertenecen a los AUDIO LIBRO de FRANCISCO ALVERO CANTA
"Zamba de la noche triste neoliberal."
Zamba de la resistencia.
Parte de la Cantata del florecimiento del pueblo y la Patria argentina
Post neoliberalismo
"POR OTRO ARGENTINAZO..."
De FRANCISCO ALVERO, EL JUGLAR DEL AMOR Y LA LIBERTAD."POR OTRO ARGENTINAZO..."
Canto porque existo, canto porque vivo
Canto porque elijo, siempre mi destino
Canto para el pueblo, mi pueblo argentino
Para el, le canto hoy!!!
Por él, es que alzo mi voz!!!
I
Que noche triste para mi Pueblo,
Que noche triste para el cantor!
De nuevo mi Patria arrodillada,
De nuevo mancillada, causa de un gran error.
Que hayamos votado a aquel verdugo,
Disfrazado de ángel, diablo pa' la Nación.
De noche me ha nacido esta zamba,
de noche me parte el corazón
de noche y sin ninguna estrella,
mi guitarra se agrieta, no se por donde voy
De noche, preciso una fogata,
que ilumine el camino hasta que salga el sol
El pueblo es el sol, que alumbra mejor,
En las frías noches de gran desazón.
Por eso mi zamba ya no llora,
Pues siembra nueva aurora, por la liberación!
Por eso mi zamba ya no llora,
pues confia en las horas De mi pueblo en accion!
pues confia en las horas De mi pueblo en accion!
Canto porque existo, aunque sobrevivo
Canto pa forjarnos un nuevo destino
Canto para el pueblo, mi pueblo argentino
Para él, va mi canción!
Para que alcemos la voz!
Mi Zamba es solo una pincelada,
Y aunque me cueste, darle ese color,
una pincelada de memoria,
de bancos y de colas, familias con dolor
Una pincelada que resiste,
Ay, como tantas veces a la desolación.
De noche, se ven los gatos pardos,
pero hay uno que es el peor
Es el gato desvergonzado,
que roba a jubilados, como al trabajador
Es gato del fondo monetario,
gato de los ajustes y la hiper inflación
Por eso mi zamba golpea el corazón,
Como un grito arisco, pa' que brille el sol!!!
Porque tiene al pueblo, al pueblo en su voz,
Palpita ya mi canción!!!
Porque todo tiene, tiene solución
Renace el pueblo en mi voz!!!
Canción Criolla. Obra gaucha. Opera pampa. (Decimas. ESTILO HUELLA MILONGA)
Bracero,
siempre encendido
Mate amargo muy bien cebado
Ponchito de los paisanos
Solcito de los de abajo
Árbol tierno que anidamos
Nido
del enamorado
Esperanza del pobrerío
Trozo de pan hermanado
Abrazo de los caminos
De los caminos sagrados
Nunca más divididos!
Como una lanza en el viento
Transitando este camino
Grita ya tu fundamento
Enancao a una esperanza
Rescoldo de amor paisano
Sabiduría de vida
Miel de trigal milenario
Límpidas como el mar
Que relincha en mi cantar
Súrcalo
siempre mi hermano
No des nada por sentado
Juntos hacemos la trilla
De nuestro pan cotidiano
Cántalo, gózalo, amalo
Y si
puedes mejóralo,
No nos quedemos mirando parados!
Con los dos brazos cruzados
Con la guitarra en la mano
Canta estas coplas, paisano!
Tal
vez, el menos común
De nuestros cinco sentidos
Sea el sentido común
Aquel que no abunda mi amigo
Como es posible mi hermano
Que al buitre hayamos pagado
Lo pregunto como pueblo
Aunque yo se
compañero
Como es posible mi hermano
Que al buitre hayamos votado
De
Sur a Norte insurgente
Nuestras alforjas calientes
Calientes de sueños urgentes
Como nuestras manos ardientes
Que no la llenan con promesas
Menos
las de algún cipayo
Del que llego a presidente
Y de la gente se ha olvidado
Contra aquel indiferente
Crezcamos de la cimiente!
Contra todo aquel cruel mandamiento
Que no está escrito en ningún lao’
Yo me rebelo a los gritos
Por el amor a mi gente.
Pese a las penas hirientes
Avanza el pueblo valiente
Triste pero sonriente
Con su gran fuerza presente
Cambiemos fue la mentira
Más gigante de este presente
Fue
entrampada nuestra gente
Confiada candorosamente
En su perfil eficiente,
Y en el fondo decadente
este triste presidente
se la pasa haciendo idioteces
Con las mentiras de siempre
Hizo cautiva a mi gente
Que vaya a saber por que
Le entrego su voto a aquel
Tengo
un verso atraganta’o
Por eso quiero cantarlo
Se trata de mis hermanos
Que sufren penas a diario
el pensamiento cipayo
a nada ya le hace asco
nos roba nuestro salario
y se lo entrega al tirano
no estemos mas enfrentados
para torcerles la mano
Donde se expande mi voz
Galopa mi corazón
Jineteando pensamientos
En las pampas de mi flor
Por nuestra liberación
Siempre levanto mi voz
Yo un criollo militante
Con un destino de amor
Palpitando en arreboles
Por nuestra revolución
Allí
en el sur de mi sur
Nuestra lucha es plenitud
Pariendo a puro coraje
Desde las sombras la luz
Desde el naciente al poniente
Hermoso y reverdeciente
Canta mi pueblo valiente
Una canción insurgente
Desde las pampas se siente
Renuncie ya presidente!
Aunque envejezcan las horas
Seguimos siendo la aurora
Tierna esperanza cantora
Sonrisa del porvenir
Semilla, fruto y raíz
Nunca se alejan de sí
Brillantes como el candil
Enaltecen su vivir
Al sur del sur la raíz
Semilla del porvenir
Altivo rugido de amor
eterna chispa embriagadora!
Caliente luz cegadora
fecunda ríos de sombra
Del sol es la brasa cósmica,
Suspiro de la montaña
Brisa de la pachamama
Unida y organizada,
Que nos quiere ver unidos
A todo el pueblo argentino
Pedacito
de ternura,
Disipa todas las brumas
La más hermosa locura
Amar la patria con bravura
Aunque se oculte la luna
Sembrar en las madrugadas
Paisaje de azules cielos
Que nutren nuestros anhelos
Reverdecen los desiertos
Con los sublimes acentos
Caricia
pa’ los pesares
Cristalina como mares
Son los consejos de en’ antes
Por ellos quiero cantarles
Gemas divinas del alma
Huellas de hondas nostalgias
Savias profundas miradas
Gritos como la baguala
Cifras de antiguas patriadas
Milongas criollas y pampas
Y
ya me voy despidiendo
Hasta otro tiempo nomas
Resaltando la identidad
Para poder avanzar
Sencillez y compromiso,
Postura abierta y vital.
Vamos puliendo y forjando,
Nuestra esencia popular
Que en las ciudades no abunda
Pero hay que hallarlas igual
Nuestro
lugar en el mundo,
Es este mismo solar
Tan castigado por quienes
Manejan el capital
Porque eso quiero cantar
Donde el puño amanece
La esperanza resplandece,
Junto a mi pueblo que crece
Nuestro fututo no acontece
Si el presente, es la flor del mañana
“Ay, mi triste
morenita. Ay, mi dulce trigueñita.”
(Estilo criollo) De FRANCISCO
ALVERO El Juglar de la libertad
Ay, mi triste morenita
El corazón se me agita
Sanar quisiera tu herida
Si me
dejas alma mía.
Pero tal como lo sabes
Ya debes darme la llave
Nada
debe separarnos
De
nuestro nido soñado
Ni
el llanto ni los halagos
Nada
debe perturbarnos
Ay, morenita mi cielo
Dulce esperanza del pago
Déjame que con mis versos
Te
cubra en un tierno manto
Amanezcamos cantando
Morenita de mi pago!
No
llores mi morenita,
Seca
con lucha ese llanto!
Si
este mundo es un infierno
Juntos
debemos cambiarlo!
Ay, mi triste morenita
Dulcemente enamorada
Escucha ya mi tonada
Compañera y camarada,
Que toda la pampa ya canta
Si con coraje te levantas
Hoy
la lucha nos hermana
A
que hagamos la patriada
Por
la tierra liberada
Que
no se quede en palabras!
Cantando triunfos, milongas
Huellas, estilos y cifras
o cantando vidalitas
Alivies, tal vez, tu vida
De aquella pena infinita
Que trasmutas en sonrisa
Cuando
bailas, morenita
Y
mueves tu cinturita
Una
honda brisa se agita
Y
quisiera hacerte mía!
Pero lo más importante
Además de tu sonrisa
Es tu airosa valentía
Que te conduce en la vida
Ni las tormentas heridas
De tu senda te desvían
La
tierra nos necesita
Por
eso, vamos, mi vida
A tu
misión, ya camina
Vamos
morenita, mía!
Ay, mi dulce morenita
De mis pagos la más linda
Si me dieras tu sonrisa
Toda el alma te daría
No me alcanza la poesía
Para cantarte mi vida
Yo
sé que es una osadía
Apurar
que te decidas
Pero
el amor nos espera
Y no
existen las barreras
Ay, morenita mi cielo
Tan solo escucha tu pecho
No te olvides que es eterno
Nuestro amor tan verdadero
Que nos juramos mi cielo
Y es imposible deshacerlo
Sueño
con ese reencuentro
Donde
las almas, mi cielo
Se
comuniquen tan solo
Con
el lenguaje del cuerpo
Cuando llegue ese momento
Ay, morena de mis sueños
Despertarme con un beso
Porque no voy a creerlo
Ay, morenita mi cielo
Porque no voy a creerlo
Quisiera
estar a tu lado
Dormirme ya en tu regazo
Ay,
mi dulce morenita
Sos
la luz de este paisano
Sos la miel de mis amores
Que desnudo en arreboles
Si no bebo tus dulzores
Moriré por los rincones
Yo te regalo estas flores
Ay, con mis versos mejores
Tal
vez son muy poca cosa
Para
llegar a tu alma
Pero
nacen de mi entraña
Que
te canta, pues te ama
Morenita compañera,
Crucemos ya las fronteras
Del amor y el sufrimiento
De la mano ya sin miedo,
Tal como lo hace mi pueblo
Con coraje avanzaremos
Todo
es posible mi cielo
Si
es que queremos hacerlo
El
amor y el sentimiento
Que
no lo mata ni el tiempo
Guerrillera de la vida
Sos mi ensueño y mi poesía
Toda un canto a la vida
Que derrama mil sonrisas
Sacudiendo noche y día
Nuestra alegría dormida!
Ya
no aguanto tu partida
Que
nos reencuentre mi vida
En
el corazón anida
Pronto
llegara ese día
Ya se termina el estilo
Por mi pueblo tan amado
Como nuestro amor paisano
Del olvido ha regresado
Y por eso es que lo canto
Y por eso es que lo bailo.
Como
lo bailan tus ojos
Y tu
cuerpo embelesado
Si
te acarician mis manos
Bailamos
enamorados
Ay, morenita mi cielo
Sos la alegría del rancho
Que ganas de darte un beso
Y llevarte de mi mano
Abrigas mi alma en invierno
Me das la brisa en verano
Sos
el ensueño sagrado
De
mi orgullo enamorado
Sos
un hechizo viviente
Que
se derrite en mis labios
Soy gaucho pues soy argentino
Cantor latinoamericano
Por eso es que en estos versos,
Te entrego lo más sagrado
Mis años de juglarías
Han quedado en el pasado
Todo
ha quedado guardado
Todo
ha quedado grabado
Ni
el tiempo podrá borrarlo
Es
nuestro secreto amado.
No te olvides morenita
De la promesa que hicimos
Aquel día en que nos vimos
Y nuestros pechos unimos
No te olvides morenita
Del dulce beso perdido.
Lailaralailaralaira…
Lailaralailaralaira…
Triste
y dulce muchachita
Morenita
de mi pago
“Décimas del pueblo argentino” (CIFRA,
MILONGA Y MALAMBO) CANTATA
Al modo del Martín Fierro
Aquel
que no tuvo igual,
Una
cifra he de cantar
Ritmo
criollo de estas pampas,
De
aquí, del Rio de la Plata
Tierra
gaucha sin edad
De
nuestra hermosa heredad.
Forjada
en las guerras gauchas
Se
los canto con el alma
A quien me quiera escuchar
Porque
me gusta cantar
Largo
mis versos al viento
Con
coraje y fundamento
Que
brotan ya mi pecho
Como
una lanza en el tiempo
Con
amor hacia mi pueblo
y
con derecho a opinar
quisiera
convocarlos ya
y
entre todos transformar
Esta
cruda realidad
Tal
vez pueda molestarles
Mi
cantar improvisando
Ay,
señores funcionarios
Yo
ya les voy a avisando
Que
mi mensaje es de abajo
De
los que sufren a diario
Martirios
de todos lados
Disculpen
sea tan directo
Funcionales
al imperio
Ustedes
son desgobierno
Como
no temo ni ofendo,
Si
largo mi pensamiento
Si
larog ya mis verdades
Las
verdades de mi pueblo
Son
mi posicionamiento
Que
lo siento verdadero
Porque
soy hombre sincero
Tan
solo un criollo aparcero,
Que
grita a los cuatro vientos
Felicidad
para el pueblo!
No subestimen al pueblo
Que
los votó y no lo niego
Tal
vez peco por ingenuo
Ante
los medios soberbios
Un
lavado de cerebro
Eso
mismito le han hecho
Lo
digo claro en mis versos
Y
siempre de cara al sol
No
tiren más de la soga
Que
la paciencia acabo!
Tal
vez, por ser duro e’ boca
Ariscas
nacen mis coplas
Colmadas
ya su paciencia,
Armadas
en resistencia.
Coplas
alzadas en canto
Canto
de pueblo valiente
Son
como un puño insurgente
Que
ya no doma su bronca
En medio e’ tanto atropello
Como no gritar ahora?
A vos, Heidi te cantamos
Desde
mi alma militante
Tu
corazón vigilante!
Tu
mirada desafiante
Tu
sonrisa miserable.
Aunque
el pueblo tiene aguante
Jamás
serán soportables
Y
vos sos la responsable
Que
el agua nos llegue al cuello
Vidal,
la c’osa está que arde!
Y
qué decir de ese tipo
Y
qué decir de mugricio
Que
se la pasa bailando?
Mientras
el pueblo llorando
Por
injusticias penando
Por
culpa de este cipayo
Este
alumnito obediente
Que
dio a los buitres, presente!
Y
con el pueblo está ausente
Como
llego a Presidente
Son
nuestras necesidades
Nuestros
derechos civiles
Sagrados
para los miles
Pa’
los miles que luchamos
Contra
la bota ‘el tirano
Que
quisiera pisotearnos
Pues
su mirada es esquiva
Altiva
donde la mires
En
campaña le importamos
Después,
somos perejiles
Hagamos
esa Patriada
De
encender todos el alba!
El
alba de los de abajo,
De
a poco va despuntando
Porque
nos organizamos
Pa’
salir de la cornisa
Disculpen
la palabrita
Que
a clarín suena a la vista
Como
es posible que exista
Gente
tan oscurantista?
Se
repite la tragedia
Aunque
increíble, parezca!
Como
en el siglo pasado
De
las bombas y el desprecio
De
los desaparecidos
Civiles
detrás de ello
También
en el diecinueve
De
guerras y sufrimientos
Federales y unitarios
Confrontando
dos proyectos
Fue
por el libre mercado
Que
a ingleses se les sumaron
Los
unitarios de antaño
Fueron
tan solo cipayos
Debemos
ya recordarlo
Aquellos
tiempos pasados
Los
que mataron al Chacho
a
Dorrego asesinaron
Nunca
serán compañeros
Los
que a buitres se sumaron
Sólo
queremos trabajo!
Grita
mi pueblo de abajo!
Aquel
que hoy está faltando
Porque
el gobierno cipayo
de
a poquito nos va echando
Y
sin motivo a aparente
Ñoqui
es este presidente
Que
al igual que de la rúa
Parece
vive en la luna
Y
habita en panamá papers
Solo
los hijos del pueblo
Los
que cambiarlo podemos
Ya no hay duda, compañeros,
De
que tenemos que hacerlo!
Y
sin mayor miramientos
Hombres,
mujeres enteros
Con
los desilusionados
Que
se sienten estafados
Y
los que siempre supimos
Sufrimos
lo mismo hermanos
Todos
juntos de la mano
Unidos
hay que pararlo
Ni
un segundo hay que dudarlo
Por
nuestro futuro, hermanos!
No
esperemos ya más tiempo
Porque
peor será el caso
Mejor
pararlo ahora en seco
Pa’
no seguir derramando
Nuestro
sudor, nuestro llanto
En
cuatro largos años!!
Aunque
vengan degollando
Hay
que pararles el carro
Porque
mi pueblo de abajo
Tranquilito
y paso a paso
Va
sembrando su destino
Pa’
todo el pueblo argentino
Generando
su remanso
de
sus derechos soñados
Que
bajo ningún pretexto
Le
arrancaran los cipayos
Yo
se que vamo’ a triunfar
Tan
solo con la unidad
Imprescindible
en la lucha
Que
aunque sea cruel y mucha
Unidos
hay que avanzar
Como
también al amar
Con ese mismo objetivo
De
nuestra felicidad!
En
un frente ciudadano
El
pueblo ya triunfara!
No
demos vuelta compadres
Porque
nos vamo’ a marear
Claro
como el agua está
Debemos
así tomarlo
Para
poder enfrentarlo
Y
no dejarnos pisar
Ya
no hay más vuelta que dar
Porque
ha llegado el momento
Debemos
sembrar ahora
El
cambio que espera el pueblo!
Al
fin podemos triunfar
Se
los puedo asegurar
Como
ayer en el pasado
Y
en nuestro futuro, igual
Ni
un segundo hay que dudar
De
pie debemos estar
Luchando
codo con codo
Como
argentinos nomas
Como
ayer en el pasado
Hermanos,
ni un paso atrás!
Con
las fuerzas del cantar
Las
ansias de liberar
Debemos
ya remontar
Con
empuje sin igual
Porque
el momento es ahora
Y
la lucha es una sola
No
dejemos que la ola
Nos
vaya pronto a tapar
Si
no queremos ahogarnos
Empecemos
a nadar!
Nadar
contra la corriente
Esa
es la única que hay
Aunque
los medios lo aplaudan
Y
lo encubran por demás
Nunca
hay que desesperar
Mantengamos
la confianza
Y
antes que se hunda la Patria
Que
supimos rescatar
Cambiemos
los marineros
Y
también al capitán
Cambiemos
fue otra mentira,
Mentira neoliberal.
Se
dio cuenta hasta mi tía
Que
siempre fue radical
Aquella
que noche y día
La tele la consumía
Y
aunque perfecto le iba
Se
quejaba con porfía
Puteándola
a la Cristina
Hasta
que vio la verdad.
De
que sirven las disculpas?
Y
mucho menos las culpas
Si
la esperanza se junta
Con
el coraje y la fe
Qué
más podemos perder
Que
las pesadas cadenas
Las
que invisibles nos llevan
Desde
el comienzo de todo
Demos
gracia a la desgracia
O
democracia pa’ todos
No
me hace ninguna gracia
Lo
que ahora está sucediendo
Aunque
lo pienso, no entiendo
Como
es posible que ahora
Retroceda
nuestra aurora
De
los derechos del pueblo
Y
regrese aquel saqueo
De
oscuros tiempos tan feos
Construyamos,
codo a codo
Esa
Patria que queremos!
Le
pido al Pueblo argentino
Improvisando
mis coplas
Que
no se calle la boca
Cuando
hay que gritar verdades
Para
aliviarnos los males
Y
palear necesidades
Que
luche, cante y que baile
Tal
y como la ha hecho siempre
Que
no se quede callado,
Si
es que la sangre le hierve!
Es tu
vientre, pachamama Canto desde la cimiente
(Zamba canción, estilo).De FRANCISCO
ALVERO CANTA
Titila una estrella al morir
Canta preñada de zambas
Roja se enciende en vidalas
Con matices de alborada
Canta al sol de mi guitarra
Como brisa enamorada
Así mismito nomas
Sonríe el lucero al pasar
le contesta enamorada
el verano la desborda
y le brotan unas coplas
que hasta el diablo las quisiera
pa’ engualichar a las mozas
Es tu vientre Pachamama, Risa y
llanto que ennoblece
Libre desde su cimiente, Viento
que empuja el cantar
Como paloma en el nido, Como
mujer al amar
Canto por nuestra unidad, canto
para liberar
Antiguos duendes dormidos,
entrañas del carnaval
Canto por nuestra unidad
Preñando ya la esperanza
Dulce verdor en el alma
Me salpica en las entrañas
Sin prisa pero sin pausa
Así es nuestra dignidad
Puño que se alza nomas
De pié como el amanecer
Ofrenda ritmos milenarios
Sabiendo que ya es su hora
La decidirá cantando
Ya no callará su grito
Umbilical palpitando
Es mi amada Pachamama, verde
canto de heredad
Canto para liberar, raíces y alas
de paz
Canto que rompe cadenas, canto
que abraza fronteras
Canto del monte y el rio, canto
que es abrazo vivo
Germinando
agradecido, bebe tranquilo tu vino
“La
Patria Grande en la milonga se agiganta”
Canción criolla y urbana. (Décimas sublevadas. Milonga
estilada)
De Francisco Alvero El Juglar de la libertad
Desde la tierra del fuego, a la puna y mas
allá
La esperanza de mi pueblo, se alza con amor
total
Roja de amor, compañeros, con coraje se alza
ya
Desde el vientre de la pacha, surge ya, surge
ya
Como lanza enamorada, de verdad, de verdad
Nuestra alborada soñada, nacional y popular
Y es porque el sur se levanta triunfal,
triunfal
Compañero y camarada, para luchar y cantar
Compañero y camarada, Hasta la victoria final
Potente y siempre hermanada, se alza ya, se
alza
Nuestra alborada soñada, canta ya, canta ya
Con gran fuerza camaradas, nuestra alborada
de paz
Mírala,
crecer ya, la alborada de paz
Mírala,
mírala, arco iris de paz, nuestra alborada ancestral
Mírala,
mírala, arco iris de paz, nuestra alborada esencial
En la milonga paisana, vive ya, vive ya
La esperanza de mi gente, que se agiganta
nomas
La patria grande nos canta, y se agiganta nomas
Tal vez cantando milongas, pueda ya, pueda ya
Enamorar las distancias, ay, ay, ay, ay, ay,
ay, ay,
Con un estilo paisano, a todos quiero
abrazar.
Con esta canción criolla, de verdad, de
verdad
Quisiera sientan orgullo, por la heredad, la
heredad
No pretendo convencerlos, mas conmoverlos
quizás
De la milonga del campo a la de la ciudad
En un abrazo les canto y los invito a bailar
Desde aquel Rasguido doble a la chamarra nomas.
“Mi canto es
argentinista jamás nunca conformista”
Estilo criollo De FRANCISCO ALVERO El Juglar de la libertad
Mi
canto no es pa’ cipayos
Canto libre y soberano
Por eso vive hermanado
A este suelo americano
Canto de la patria grande
De nuestras venas abiertas
Canto que lucha y espera
Liberación de mi tierra
Vive siempre enamorado
Y a nuestro suelo enraizado.
Mi canto bebe la brisa,
La brisa de su sonrisa
Morena que me conquista
Nada más bello en la vida
Es para todos y todos
Menos pa’ los conformistas
Mi canto ya se alimenta
De todo aquello que exista
Nunca perderá de vista
El horizonte en su vida
Mi canto es argentinista
Latinoamericanista
Desde Cuba socialista
A Venezuela querida
Mi canto es bien socialista
Por supuesto frenteamplista
En Uruguay, Artiguista
Y en Chile, bien allendista
En Bolivia, katarista
Y en Perú, tupacamarista
Con dignidad encendida
Y por siempre decidida
En España es anarquista
Nunca jamás falangista
En la China comunista
Y por supuesto maoísta
Por siempre anti imperialista
Y anti capitalista
Mi canto es argentinista
Nunca jamás conformista
Mi
canto jamás olvida
Nuestras luchas ya vividas
Por siempre independentista
Ayer y hoy en la vida
Por eso es que es sandinista
Por supuesto guevarista
Bolivariano, alfarista
Sanmartianiano, Artiguista
A Fonseca y a Zapata
Mi canto jamás olvida.
Mi canto brota del suelo
Y crece pese a los vientos
Con un criollo sentimiento
Por eso tiene este acento
Y como es hijo del pueblo
Mi canto es bien compañero
Por eso es que en estos versos
A mi pueblo le demuestro
Que debe ponerle el cuerpo
Como todos los ancestros
A mi pueblo ya lo abrazo
Y no solo con mi canto
Porque hago mío ese llanto
Como hago mío este canto
Con la ve de la victoria
Y el puño bien levantado
Nada es más hermoso, hermanos
Que defender lo soñado
defenderlo como puma
del olvido rescatarlo
Mi canto es de este terruño
Y sin prejuicio ninguno
Se abraza con amor al mundo
Universal en un punto
Pero mirando hacia dentro
Encuentra su rumbo cierto
Andando por los caminos
Que nos hermanan seguro
Mi canto es de este terruño
Universal en un punto.
Porque no soy obediente
Cuando hay que apretar los dientes
Grito por los indigentes
Lucho
por otro presente
Mi canto ya lo presiente
Renunciara
el presidente
Porque el amor a mi gente
Es puro amor insurgente
Juntemos coraje valiente
Para cambiar el presente!
Mi canto es el eco vivo
de valles, montañas, ríos
Ciudades y campos míos
Raíces de un argentino
Que sembrando ha decidido
Germine el tiempo infinito
Con un amor encendido
Néctar del campo florido
Mi canto es un eco vivo
Y aquí mismito lo digo
Porque naci compañero
Compañero y no lo niego
Es mi destino aparcero
Galopeador contra el viento
Con un claro sentimiento
De no callar lo que pienso
Por eso mi voz levanto
Mucho más si ando a caballo
Soy un criollo montonero
Porque nací en este suelo.
Qué cosa hermosa es la vida!
Llena de canto y poesía
Es una tierna caricia
Mucho más si es compartida
Si nos duele su costilla
Sin ella más dolería
Todo es posible mi vida
Del brazo de una sonrisa
Sin temores cambiaria
Hasta la misma política
Yo no cambio a mi terruño
Aunque el invierno sea largo
Con mi guitarra paisano
Exalto el canto de abajo
Por eso no le sorprenda
Si con mis versos lo abrazo
Si molesto con mi canto
Despacito me levanto
Grito cuando es necesario
Y cuando no, ya me callo.
Y si mi canto no alcanza
Tengo guitarra por lanza
Y yo tengo la esperanza
Que se sume camarada.
Aunque la yerba sea amarga
Como la tristeza gaucha
Los convoco a la patriada
De sembrar nuestra alborada
y no callarnos por nada
aunque la cosa sea brava
El canto de mis mayores
Pa’ mi es un canto sagrado
Por ninguno otro lo cambio
Y aunque vengan degollando
Asi mis flores les canto
Pues con amor yo me planto
No necesito otro canto
Pa’ mis risas y quebrantos
El canto de mis mayores
Pa’ mi es un canto sagrado
Porque soy hijo del viento
Solo un cantor de mi pueblo,
Largo mi canto aparcero
Con todo mi fundamento
Sembrando ya mis verdades
Pa que germine el tiempo nuevo
Para que mas, compañeros
Con eso si que estoy hecho
Porque soy hijo del viento
Solo un cantor de mi pueblo
Soy un cantor argentino
Y con orgullo lo digo
Orgulloso de mi tierra,
Orgulloso del camino.
De mis versos tan queridos
Que ya son como mis hijos
Si no entiende lo que digo
Yo le hablo de mi destino
Soy un cantor argentino
Y con orgullo lo digo.
No me siento un elegido
Tan solo un gaucho argentino
Que tiene como destino
Interpretar a su tierra
Representar lo que sueña
Y por lo que ella pelea
Curar esa herida abierta
Interpelar al que sea
Y sienta que somos uno
Los que habitamos la tierra
Así de manera llana
Desnudo mi alma paisana
Y no pretendo mas nada
Que sembrar nuestra alborada
La que esperamos con ansias
La del sol que nos abraza
Salgamos pronto a buscarla
Es urgente y necesaria
Así, de manera llana,
Desnudo mi alma paisana.
Que fea es la desmemoria
Sobre todo de la historia!
Me duele tanto y me asombra
Mas mi esperanza cantora
Por eso, canto a la aurora,
A las luces y las sombras
Nada más me importa ahora
Que comprendas que es la hora
De abrazar ya nuestra causa
de esperanza libertadora.
Fuera cipayos decimos!
Con coraje y con ahínco!
Si ahora son presidentes
Nosotros los elegimos
Más no para traicionarnos
Menos hacernos añicos
No se
olviden de los hijos
De nuestro suelo argentino
Y se olvidan decimos
Fuera cipayos malditos!
En un estilo bien criollo
Largo este canto sin rollo
Como agüita del arrollo
Es alarido y responso
Estoy cansado de todo
De tanto y tanto alboroto
De un lado pegan el grito
Del otro ponen los votos
Por eso es que reflexiono
Y largo mi canto sin rollo!
Mi canto no tiene aristas
Mi canto no va de prisa
Mi canto también es chavista
Federal y frenteamplista
No aplaudirá genocidas
Pues no es traidor ni entreguista
Porque es de criollos, vidita
Va de frente por la vida
Mi canto no tiene aristas
Porque es del Chacho y llanista
Aunque de criollos se vistan
con populares alardes
y democráticos aires
son bosta de la oligarquía
Nunca serán compañeros
serán solo oportunistas
Neoliberales derechistas
y tristes imperialistas!
Eso serán de por vida
tristísimos capitalistas
Mi canto es flor pa’ los criollos
Mas perfuma para todos
No discrimino a los otros
Pero tengo cello propio
A mi
naides me manda
A traicionar la parada
Si alguno es como la vaca
Que pastorea y no canta.
Mi canto es bien de la pampa
De la entraña de mi patria
A los criollos los abrazo
Les doy mi mano y mi canto
Los
que quieran escucharlo
Bienvenidos sean changos
Si se ofendieran alguito
Pierden su tiempo bendito
Si quieren tantear mi cinto
Afilando mi cuchillo
Mi canto es bien argentino
Y por eso pega el grito!
“Roja Alborada de Paz vive en Nuestro Sur”
(Canción libre criolla urbana. Rasguido doble, Taquirari, Zamacueca)
De Francisco Alvero El Juglar de la libertad
Desde nuestro sur se levanta triunfal la
alborada, la nueva alborada, conciencia
hermanada,
La que con esfuerzo día a día va construye
nuestra Patria, construye nuestra Patria, libre y soberana
Crece desde abajo y va alumbrando como el sol,
las esperanzas las esperanzas por todos añoradas
Desde nuestro sur se levanta
la Patria, nuestra Patria Grande que a todos hermana
Desde nuestro sur se levanta
la alborada, Que nos fortalece en unión y esperanza
Desde tu punto de vista quizás, yo soy zurdo,
quizás soy un zurdo Y cuál sería el asunto?
Eso no invalida ningún pensamiento profundo,
y ese es el asunto, ese es el asunto
Para decirlo un poquito más claro, oiga
paisano, yo soy de abajo, yo soy su
hermano
Y la pelea aquí en nuestra tierra por siempre
será de sur a norte contra cipayos nomas
Y no es de izquierdas ni de derechas, la
lucha popular, es liberación o dependencia nomas
Por
eso es que defiendo siempre el pensamiento nacional, por la libertad y la
dignidad
Y también me abrazo por siempre a la lucha
popular, contra el capital, transnacional
Mi razonamiento lo expongo sin revés y sin
más, de mi entraña popular, que nace del cantar
Porque
este mundo ya está hundiendo en la oscuridad, este es el momento preciso de
actuar
Hay
que observarlo pa’ comprenderlo y poderlo cambiar, desde lo simple y lo bello
nomas
Todos conocemos muy bien al capitalismo
cruel, sanguinario, también lo conocemos bien
El
genocida más grande y respetado de este mundo y ese es el asunto, no es ningún
halago
Por eso debemos derrotarlo, superarlo,
cambiarlo, muy pronto mi hermano
Por eso, hermanos, La voz levanto, para
derrotar, al capitalismo usurero mundial
No hay que dudarlo, hay que vencerlo,
derrotarlo ya, al capitalismo usurero mundial
No es con caridad ni limosna que se logra el
cielo, eso lo sabemos, todos compañeros
Porque aquel que da lo que les sobra nomas,
es poca cosa y eso se nota y eso se nota
De arriba hacia abajo, solamente, te podrán
pisar, con desprecio total, te podrán pisar
Por eso sueño, con otro mundo y siembro la
paz, junto a mis hermanos de abajo nomas
Por eso canto, por eso bailo y lucho sin más,
con mucha alegría y fe en el andar
Poesía cotidiana, y armada,
con versos del alma, y aroma a alborada y a patria liberada
Me sale de adentro, me sale del pecho y el
alma, como copla añorada, dulce y necesaria
No hacer el mal, no equivale jamás a hacer el
bien, esta claro pues, no es hacer el bien
Brilla la lucha en el horizonte, el alma y el
ser, como esperanza del amanecer
Poesía insurgente, siempre valiente y
descarnada, es roja flor de esta tierra soñada
Porque a este mundo, lo cambiaremos todos
juntos y no hay mas asunto! Que luchar muy juntos
La vieja teoría del derrame ya es cosa del
pasado pues se ha demostrado que no da resultado
Porque aquel viejo y claro, hermano justo
cuestionamiento, no está muerto ni fuera de tiempo
Con fundamento mi voz se alza para
liberar, nuestra esperanza y fe en el
andar
Y asi podremos, los compañeros, sin falta
triunfar, y reverdecer a nuestra sociedad
Desde la pacha se levanta
ya, la roja entraña, del sol popular
Como aquel eco de la
libertad. Nuestra esperanza siempre cantará
Es la esperanza, sol
primaveral, la que nos canta y nos incita a amar
Canta mi hermosa alborada
ancestral, canta hermanada por la libertad
" Sainete de la
realidad, Sainete, para que más?
deaqui, de alla y de mas alla,
por la unidad del pueblo para triunfar
Canta mi pueblo de amor
Con versos improvisados
Cuando va surcando el tiempo
Tiempo nuevo de mi flor
Cantando con el corazón
Su esperanza más sincera
No es esperanza cualquiera
Es la que le da valor
Y como leña del alma
También le da su calor
Cuando nos quema un dolor
Gritamos de corazón
No queremos
mal menor,
Realmente ya
nos cansó
El juego de los de arriba
No podía ser peor
Le llaman la democracia
Demagogia esta mejor
El pueblo brilla de ausencia
Esa es la pura verdad.
Ya no queremos jugar
A vuestra ruleta rusa
Basta de tantas excusas
El pueblo ya dijo basta
que nos lleva al todo o nada
y eso es una gran macana
como sabemos que pasa
sin falta cada mañana
el pueblo, casi seguro
se queda siempre con nada
En nuestra Argentina de hoy
Tal y como en la de ayer
y en nuestro Sur, ay, tambien
neoliberales por doquier
camuflados ay, muy bien
y si no los derrotamos
lloraremos sangre hermanos
Huele a fraude en todas partes
que da gracia esta desgracia
juntos debemos cambiarla
unidos con esperanza!
Por eso, yo les propongo
como un obrero del arte
artista del tiempo nuevo
salgamos pronto a la calle!
con las armas que tenemos
nuestra conciencia de fuego
Usemos las herramientas
conrazon y fundamento
no lo duden ni un momento
en un puño, compañeros!
Determinemos ahora
cual destino es que queremos
si nosotros no lo hacemos
nadie lo hara compañeros
nosromperan los de arriba
con recetas genocidas
con el hambre y represion
esa historia conocida
es tiempo de organizarnos
para triunfar en la vida
Estas coplas que les canto
tienen del pueblo el sabor
de aquel pueblo organizado
un veinticinco de mayo
pueblo de la independencia
tambien de las montoneras
pueblo de los treinta mil
pueblo que llora y pelea
en cualquier tiempo que sea
pueblo de venas abiertas
No es pa' cantar la milonga
que los convido a la fiesta,
en las patriadas como esta
el baile es de meta y ponga
comodecia la copla
del paisano trovador
Es necesario saberlo
que hay que luchar en union
para vencer a traidores
y la cruel explotacion
Podemos ser anarquistas,
podemos ser comunistas
O tal vez ser socialistas
radicales, peronistas
nunca seremos fascistas
Como jamas en la vida
hemos de ser conformistas
porque el pueblo que resista
la injusticia y la mentira
tendra por fin la sonrisa
de amanecer en su vida
Todos con el puño alzado
y con la ve bien armados
armados ya de coraje
contra el sucio y cruel ultraje
hijo de aquel cipayaje
que abunda tanto en la historia
si no falla la memoria
desde los conquistadores
al tiempo que aqui vivimos
neoliberales señores.
A toditos mis paisanos
de este suelo tan amado
en una cifra les canto
les canto, cuento y abrazo
lo que ya sabemos todos
toditos todos los de abajo
pero igual dejarlos claro
nunca esta demás hermanos
que somos los proletarios
trabajadores asalariados
yo les canto a mis hermanos
queaqui me estan escuchando
porque yo soy un paisano
con el pecho envenedo
y es por estas injusticias
que la bronca me ha ganado
pero al pensar un momento
me tranquilo ya hermanos
sabiendo bien que ante todo
juntos podemos cambiarlo
Me gusta el circo criollo
comotambien el teatro
y por eso que a estos ñatos
no los llamo ni payasos
porque no son comediantes
no causa risa ni llanto
apenitas causa asco
con estas cosas que hacen
solo burgueses falaces
oligarcas sin remedio
Que es eso de los despidos
a todo el pueblo argentino?
los ñoquis ya los comimos
nos cayeron muy amargos
no valen ni unos tamangos
pues mean fuera el tarro
los que están en el congreso
yen la rosada, mis viejos
los ñoquis son la delicia
de la politica hoy dia
Pucha, que tiempos fuleros!
que vivimos compañeros
Saliendo de guatemala
entramo' en guate peor
Porque creímos el verso
del aquel nuevo pro patron
Que era tan cruel y tan viejo
como la inquisiscion
tal como la explotacion
aunque se pongan disfraces
los conocemos, ay, dios!
Sainete para que mas?
sainete de libertad
y de nuestra identidad
quiero cantar y bailar
para gritar mi verdad
antigua necesidad
que no han sido satisfecha
ni con las falsas promesas
de aquellos partido al medio
Y empresaurios sin remedio
Sainete teatro gaucho,
nuestro teatro de abajo
zarzuela y opera nuestra
estirpe urbana y campera
sainete, teatro musical
Sainete quiero yo actuar
Sainete de libertad
Sainete de la verdad
Contra todos los corruptos
rastreros de aqui y de alla
De gauchos bien orilleros
malevos y cuchilleros
compadritos de este suelo
Que guapos que eran aquellos
con palabra de hombres recios
Los cabecitas de entonces
los golondrinas de siempre
Los peones del abañil
de aquellos tiempos cantores
padres nuestros, servidores
de la patria en sus albores
De todo eso y demas
habla este sainete hermanos
de aquellos tiempos pasados
nuncajamas olvidados
Sobre todo si pensamos
que la injusticia es la misma
del cartonero y el reo
delpeon y el desocupado
no hay archivo que resista
lahistora capitalista
“Sonríe Amada
Pachamama”
(Qué
hermosa está la mañana!)
Nueva
Canción criolla.(Milonga estilo.)
De FRANCISCO ALVERO EL JUGLAR DE LA LIBERTAD
Sonríe la madrugada, amaneciendo
entonada
Entonada y en tonadas, amanece
sublevada
Entonada y en tonadas, porque
ella está enamorada
Sonríe hasta que se apaga,
pues ya se puso su bata
Toda vestida de plata, se desnuda
y desparrama
Tras de los cielos aquellos, se
funde en un tierno beso
Con el afán de su vuelo, paloma
se siente de nuevo
En un eterno floreo, larga sus
coplas al viento
En un eterno florero, su canto va
repitiendo
Es la estrella camarada, en
nuestras luchas hermanas
Vive a su sueño abrazada, por la
tierra liberada
Si se siente traicionada, levanta
lluvias al alba
Es la guerrilla esperada, que
siembra conciencias hermanas
Por eso nunca se calla, con la
luna se acompaña
Por eso nunca se calla, con la
más honda esperanza
Va germinando su aliento, con los
laureles del tiempo
Sonríe hasta que se apaga,
vientre de la pachamama
Sonríe hasta que se apaga,
nuestra estrella camarada
Es la estrella compañera, la que
cantando nos espera
A que unamos nuestras fuerzas,
para alumbrar nuestra huella
Huella de los caminantes, de los
de hoy y de antes
Que hermosa esta la mañana, con
su latir ya nos hermana
Con su brillo camaradas, y su
latir nos hermana,
Que hermosa esta la mañana, hasta
los pajaros cantan
Que hermosa esta la mañana, es la
alborada esperada
Nuestro pueblo se levanta, alza
sus coplas y canta
Nuestro pueblo ya la abraza,
grita de amor la mañana
Sonríe la pachamama, con su manta
verde nos abraza
Mas si la agreden no canta, ruge
y cruce pachamama
Basta de herir sus entrañas,
cuidemos la pachamama
“Un
cachito de nuestra cultura.”
(Vals Criollo.
Canción. Estilo).
De FRANCISCO ALVERO El
Juglar de la libertad
Un
valsecito, un cielito, un estilo de ayer
Una
vidalita, una milonga, un malambo también
Van
hermoseando la cifra, Huella pampa vidalita
Germinando
una sonrisa, de nuestra esencia querida
Chacareras,
chamarritas, huaynos, zambas y cuequitas
Que linda es la paisanada
Con juventud en el alma!
Y que bella es la guirizada
Que a sus mayores abraza
Un cachito de nuestra cultura
Les quise ya convidar
Con sabor a nuestros guisos
Y picantes empanadas
Pa comer patas abiertas
Tan jugosas como el alba
Un cachito de nuestra cultura
Jamás nunca viene mal
Que linda es la Pampa total
Como una flor libertaria
Ni el invierno ya la calla
Porque le sobran agallas
Humectando ya sus ansias
Es mi huella enamorada
"Mi guitarra me ha enseñado... Vamos
Pueblo, juntos a vencer!!!
de FRANCISCO ALVERO
El Juglar de la libertad
Mi
guitarra, hermanos, a mi me ha enseñado A entregarlo todo, por
el suelo amado
a
mirar adentro, pa' encontrar verdades, de esas que no muestran en los
titulares
Eso
me ha enseñado y no hay que olvidarlo jamás nunca hermanos!
mi
guitarra siempre, a mi me ha enseñado, a defender mi pago!
Mi
guitarra, hermanos, También me ha enseñado
defender
lo nuestro, Cuando es atacado
Pues
nuestro jardín, nuestro suelo amado, no podrán pisarlo, como ayer hermanos!
Sabemos
hermanos, siempre nos dividen, para dominarnos
claro
como el agua, nunca hay que olvidarlo jamás nunca hermanos
Somos
diferentes y en el fondo iguales, pues somos hermanos, de la misma
sangre
Criollos
laburantes, pueblos milenarios, también inmigrantes de países
lejanos
Eso
me ha enseñado, mi guitarra hermanos Eso tan sagrado!
Somos
diferentes y en el fondo iguales, pues somos hermanos
Ay,
mis camaradas, y mis compañeros, demos ese abrazo el que espera el pueblo
Ay,
mis compatriotas, cuando aprenderemos
que
somos las flores de aquel tiempo nuevo
Somos
las raíces, somos la semilla, somos el sustento
Ay,
mis camaradas y mis compañeros, del brazo del pueblo!
Del
pueblo depende, tener rumbo fijo, sólo avanzaremos si estamos unidos
Caminando
juntos, por este camino, creciendo de abajo, mi pueblo argentino
Nunca
es imposible torcer el destino, porque no está escrito!
y nunca olvidemos que es el pueblo mismo quien debe escribirlo
Más
allá de todo y mas acá también estamos nosotros, el pueblo de pie
Démonos
ya cuenta , pronto de una vez Como estamos hoy y como hasta ayer
Eso
hay que entender, no mirar sin ver, discutir sin saber
pensar
por nosotros, más allá de la maliciosa Teve
Porque
somos todos, hijos de este pueblo
...
Que no quiere... sufrir otra vez ... Vamos pueblo, juntos a vencer!!!
Vamos
pueblo, juntos a vencer
Ya
no nos engañan con promesas vanas Por más que las maquillen muy bien
...
Vamos pueblo, juntos a vencer!!!
Esta
es la Cantata del florecimiento... Argentinos, juntos y de pie
...porque
es tiempo ya de florecer! Vamos pueblo, juntos a vencer!
Por nuestros derechos, fuerza compañeros...que el
presente debemos cambiar
...todos juntos vamos a triunfar! Vamos pueblo,
juntos sin dudar!
Pues somos hermanos, hijos de este pueblo
...Fuerza, compañeros, juntos somos más!!!
...por justicia, por techo y por pan!!! Vamos
pueblo, juntos sin dudar!
Avancemos juntos, sin miedo nomas ...con memoria y
por lo que vendrá!!!
Vamos pueblo, juntos sin dudar! Vamos pueblo, juntos
a triunfar!
Porque
somos más, juntos somos más!!!
...Vamos
pueblo, siempre hasta el final ... hasta la victoria y ni un paso atrás!!!
Porque
somos todos, raíz de un mismo pueblo
Se,
que todos tenemos, aquellas mismas ganas,
Aquellos
mismos sueños de ayer, de Patria soberana,
ser
libre es lo primero, lo demás no importa nada!
segunda
independencia del pueblo, lo que nos hace falta!
No
esperemos más nada y salgamos todos, todos por la Patria!
Que
pronto Venceremos pues todos tenemos, esas mismas ganas
ya
de florecer
Porque
tenemos todos, y todas un poco, la locura de Charly, La grandeza del
flaco,
Lo
profundo de Don Ata, la maestría de Fangio
La
magia de Cortazar, la fuerza, de Evita y el Che Guevara!
La
sonrisa de Gardel, la habilidad del Diego y de Messi también
La
bondad y la honradez de nuestro Favaloro, y de Francisco también
Somos
un pueblo digno, con ansias y esperanzas
Siquiera
lo intenten, clavarle los dientes a nuestra Patria
porque
los de abajo le pondremos el pecho y habrá una pueblada
Alerta compañeros, alerta camaradas,
alerta
todo el pueblo, se acerca la pueblada!
Este es el momento, preciso de luchar, de sembrar y avanzar, de cantar y brillar
la
oscura noche neoliberal, superada será nuestro amanecer, ay, se acerca ya!
Frente
ciudadano debemos formar,
pronto todos en unidad
pronto todos en unidad
Para
construir otra realidad,
ahora mismo nomas
ahora mismo nomas
Nuestros
sueños hermosos, se empezaron a ver
por
eso los de arriba, los quieren retorcer y nos quieren joder
Somos
pueblo argentino, carajo! Patria Grande también
jamas
nos olvidemos, que unidos, los vamos a vencer!
Si
juntos avanzamos, juntos de la mano,
unidos desde abajo
unidos desde abajo
podremos
florecer,
vendrá el amanecer tal y como lo soñamos!
Todos los poemas pertenecen a los AUDIO LIBRO de FRANCISCO ALVERO CANTA
[1]Diez años después, ahora, Le Monde Diplomatique, diciembre 2011
Ni bien se inició la marcha, comenzó una fuerte represión. Una y otra vez la columna fue disuelta y una y otra vez se rearmó y reinició la marcha hacia Plaza de Mayo, donde los sectores que habían conseguido llegar eran fuertemente reprimidos. A media tarde, empleados bancarios y estatales, que salían de sus trabajos se incorporaron a la movilización y se recibían muestras de solidaridad desde las oficinas y edificios de departamentos.
Pero no todos los convocantes fueron a la cita. Faltaron la CCC, que no salió de la escuela que ocupaban en La Matanza, y la CTA que se encerró en el Local del FRENA-PO, al lado del Congreso.Tampoco estuvo la CGT, responsable central de la no participación de los trabajadores organizados.
Hubo algunas honrosas excepciones: El SUTEBA Matanza dirigido por la oposición Violeta, ATE Sur, AGDUBA y la CICOP. También estuvieron y jugaron un destacado papel, un sector de jóvenes trabajadores que poco después crearían un nuevo sindicato: los motoqueros, ellos con sus motos fueron la vanguardia en el enfrentamiento y mantuvieron conectados a los diferentes sectores movilizados.
Aunque el estallido tuvo su pico más alto en Buenos Aires, en las diferentes provincias del país se dieron marchas exigiendo la renuncia del presidente, otras que reclamaban alimentos, y hubo una gran cantidad de saqueos de supermercados. La nacionalización del enfrentamiento se reflejó en las víctimas: entre el 19 y 20 de diciembre la represión policial provocó 38 muertos distribuidos en Capital, Lomas de Zamora, Almirante Brown, La Matanza, Moreno, Rosario, Corrientes, Cipolleti, Paraná. En Capital, el enfrentamiento duró casi 10 horas, hasta que De la Rúa presentó su renuncia y el helicóptero lo sacó de la Casa Rosada. Por primera vez en nuestra historia un presidente escapaba, no de los tanques del ejército, sino de la furia de la movilización popular.
La profundización de la revolución
La caída de De la Rúa no paró nada. En pocos días cayeron tres presidentes más, el Congreso fue ocupado por manifestantes que tiraban sus muebles por las ventanas, los ahorristas ocuparon los bancos, rompieron sus puertas a martillazos, exigiendo la devolución de sus ahorros e impedían su normal funcionamiento, los desocupados cortaban las rutas y hacían piquetes en fábricas exigiendo trabajo. Durante el verano del 2002, los piquetes y cacerolazos, que venían de antes del Argentinazo, se generalizaron y masificaron.Todos los viernes a la noche, columnas provenientes de los diferentes barrios y de localidades del conurbano, llegan a Plaza de Mayo. Ahí se quemaban banderas yanquis y se entonaban consignas que animaron el recorrido de las columnas: “Que se vayan todos”, “Piquete y cacerola la lucha es una sola”, a los que se sumaban reclamos concretos contra la represión, castigo a los culpables, no pago de la deuda, defensa de los hospitales públicos, etc.
Se rechazan todas las instituciones, se repudia al Gobierno, al Parlamento, a la Justicia. Los diputados entran y salen del Congreso, vestidos con vaqueros y zapatillas para no ser reconocidos. Un ex ministro de economía es golpeado en la calle, Cavallo sale disfrazado de mujer del casamiento de su hija para escapar a la furia popular. Todo había cambiado en Argentina y en especial en Buenos Aires.
Eran rechazados todos los políticos tradicionales, los únicos aceptados eran los de izquierda y entre ellos se destacaba la figura de Zamora que comenzó a ganar gran prestigio popular. Los poderosos se disfrazaban y escondían y la gente común, trabajadores, amas de casa, pequeños comerciantes, de todas las edades y de todos los barrios, marchaban y caminaban a altas horas de la madrugada. No había miedo a la inseguridad, los que antes apenas se saludaban, ahora conversaban, se protegían. Se sentía la confianza que da la revolución.
Los nuevos organismos
Junto a las movilizaciones, surgían los nuevos organismos. Aumenta la organización de desocupados que había surgido poco tiempo antes, ahora con direcciones de izquierda y planteos más avanzados, desde esas organizaciones se organizan los cortes y piquetes. Como los desocupados no pueden parar la producción, paran la circulación por trabajo y dignidad. Trabajadores de fábricas que cierran, las ocupan para hacerlas producir y así se nacen las fábricas recuperadas.
Surgen las Asambleas Populares, centralmente en Capital, que nuclean vecinos en todos los barrios y que se reúnen en las esquinas, en las plazas. En estas asambleas, que cada vez adquieren un carácter más popular, se discute sobre todo.
Algunas toman tareas que tienen que ver con la lucha contra la impunidad, otras instalan comedores y instrumentan medidas de economía solidaria, articulando con organizaciones piqueteras. También se asumen tareas en defensa de los hospitales y se organizan movilizaciones contra los tarifazos, contra los cortes de luz, por la recuperación de las empresas privatizadas.
Al mismo tiempo se avanza en la centralización con la Coordinadora de Parque Centenario que se reúne semanalmente y donde se empiezan a asumir reivindicaciones programáticas que hasta ese momento sólo habían sido defendidas por los trotskistas: la nacionalización de la banca, el control del comercio exterior, la expropiación con control obrero, el no pago de la deuda. Se realizan debates políticos importantes a favor y en contra del poder de los trabajadores, del horizontalismo, de la Asamblea Constituyente.
Pero esta Coordinadora rápidamente se comienza a vaciar como rechazo al aparatismo de los principales partidos de izquierda (PO y MST). Cuando se estaba discutiendo la realización de un gran acto unificado en Plaza Mayo para el Día Internacional de los Trabajadores, dirigentes del PO y el MST se agarraron a las trompadas frente a la Coordinadora de Parque Centenario. Como consecuencia, ese 1º de Mayo hubo 5 actos y la mayor parte de las asambleas dejaron de participar en la Coordinadora y se replegaron a sus barrios.
La política de la burguesía y del imperialismo
La burguesía no podía tolerar esa situación, aunque no había organismos de poder claros, existía un doble poder de hecho que impedía el normal funcionamiento del país. Tenían que acabar con eso. Para hacerlo, por un lado, Duhalde, con el apoyo de la Iglesia, convence al Banco Mundial (a pesar de la crisis económica del 2001) que envíe una gran cantidad de dinero que es utilizado en los planes sociales para atenuar los efectos más graves de la crisis; por otro lado intenta una salida dura que se expresa en la represión a la marcha piquetera del 26 de junio del 2002.
Pero el asesinato de Kostequi y Santillán provoca una gran reacción popular que hace que Duhalde retroceda en su proyecto represivo y adelante el llamado a elecciones.
En un primer momento ese llamado recibe un amplio rechazo. Se realizan importantes movilizaciones contra las elecciones, que se combinan con las del rechazo a la guerra contra Irak, impulsadas por De Genaro, Zamora, la Carrió y la mayor parte de las organizaciones de izquierda. Pero finalmente la burguesía y el gobierno consiguen, con la ayuda del PO y el MST que centran toda su actividad en la campaña electoral, un primer triunfo importante con la masiva participación en las elecciones presidenciales del 2003.
El retroceso de la revolución
Es finalmente el gobierno de Kirchner, con el viento de cola del crecimiento económico mundial, quien consigue hacer retroceder la revolución. La situación económica favorable que origina una recuperación industrial y su política de derechos humanos centrada en el ataque a los militares genocidas, le permiten primero aislar a las organizaciones piqueteras y después cooptar a la mayor parte de sus dirigentes, lo mismo que a la mayor parte de las organizaciones de derechos humanos y a un importante número de dirigentes sindicales.
Así, poco a poco, consigue el desmonte de la revolución, aunque no logra cerrar definitivamente lo que abrió el Argentinazo. Argentina no termina de ser un “país normal”. Analistas burgueses dicen que el 2001 originó “una sociedad en estado de alerta”[1] que reacciona colectivamente ante la mínima provocación. Eso es lo que explica la impresionante reacción popular ante la masacre de Cromañón, el largo corte del puente internacional en Gualeguaychú, las numerosas reacciones populares contra las fuerzas policiales frente a la inoperancia o complicidad en los casos de inseguridad, los automáticos cortes de calles por la falta de luz o de agua, los cortes y piquetes que han incorporado los trabajadores y que utilizan para fortalecer sus reclamos... Todo esto es lo que nos hace decir que si bien lograron desviar el proceso y cambiar la situación, el kirchnerismo no consiguió cerrar totalmente la etapa que se abrió con el Argentinazo.
El temor a que el 2001 se vuelva a instalar es lo que los hizo dar las jubilaciones masivas, las asignaciones por hijo, mantener congelados los precios de los servicios y el transporte en la provincia de Buenos Aires. Recién ahora, ante la amenaza de los efectos de la crisis mundial se animan a comenzar a liquidar esas conquistasde la revolución.
El grave problema de la dirección
Si bien en el 2001 el país colapsó y se dio uno de esos momentos en que la crisis de la burguesía es tan grande que se abre un vacío de poder, era imposible que ese poderfuera tomado por los trabajadores.
Eso era así, porque no había ninguna dirección, con peso de masas que quisiera hacerlo.
Pero los trabajadores podríamos haber salido con un triunfo políticoimportante, con una dirección de alternativa fuerte, que sí nos permitiera disputar el poder en una nueva crisis. La revolución le ofreció esa oportunidad a la izquierda. Pero no salimos con ese triunfo porque las dos principales organizaciones de izquierda, el PO y el MST y la principal figura del momento, Zamora, desperdiciaron esa oportunidad.
Este tema lo desarrollamos en el debate con la izquierda que publicamos en estas mismas páginas
Nota
[1] Le Monde Diplomatique, diciembre 2001
Hay una propaganda central que surge desde el gobierno que dice que a partir de los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina, los problemas que provocaron el estallido revolucionario se han solucionado o están en camino de solucionarse. Para afirmar eso parten de algunos hechos: no existe la desocupación del 2001, ha mejorado la situación de los más sumergidos con el aumento de las jubilaciones, la asignación por hijos, etc., y se ha avanzado en las políticas de derechos humanos tomando medidas contra los militares genocidas.
La recolonización imperialista
Nosotros opinamos que eso no tiene nada que ver con la realidad. Una de las causas más profundas fue el avance de la recolonización imperialista. Y esa relación de dependencia no ha cambiado. Continúa el saqueo de nuestros recursos naturales, el petróleo sigue en manos de las multinacionales, la penetración de las mineras se ha incrementado. Las empresas de servicios continúan privatizadas. No se han renacionalizado los ferrocarriles ni el subte y sus concesionarios siguen sin hacer ningún tipo de inversión, por lo que continúan siendo una latente fuente de peligro. El no pago de la deuda fue unade las banderas del Argentinazo y han sido los gobiernos kirchneristas los que más la han pagado.Las relaciones con el imperialismo yanqui se han profundizado, no sólo el gobierno argentino dio todo su apoyo a Obama en relación al armamento nuclear, sino que les cubre las espaldas participando en la vergonzosa ocupación militar de Haití.
Como consecuencia de esa creciente pérdida de soberanía, la destrucción de la salud y de la educación pública se ha profundizado; es necesario sólo mirar el estado calamitoso de los hospitales y escuelas del Gran Buenos Aires, para confirmar esa realidad.
Los Derechos Humanos
En relación a los derechos humanos, ha continuado el procesamiento a los luchadores, como se vio en los casos del Pollo Sobrero, de Pitrola, de Vilma Ripoll. Han continuado los asesinatos impunes de activistas políticos y sociales, las muertes de Mariano y Cristian Ferreyra, de los miembros de los pueblos wichis y qom, son una prueba irrefutable.
Por otro lado, la cooptación de emblemáticas figuras de derechos humanos por parte del gobierno han provocado hechos lamentables como el de Hebe de Bonafini, que aparece ligada a la corrupción y defendiendo a los militares, ensuciando así la lucha de décadas de las Madres de Plaza de Mayo.
Las condiciones de trabajo
La recuperación económica mundial del 2003 originó la caída del desempleo y les permitió mantener congelados los precios de servicios y transportes para evitar nuevas explosiones. Pero el aparato productivo sigue siendo obsoleto, los ritmos de trabajo se incrementan, la seguridad industrial cada vez es menos controlada, proliferan los contratos basuras y el trabajo en negro, la creciente inflación se come el poder adquisitivo de nuestros salarios. Y ahora, ante el peligro de los efectos de la crisis económica mundial, vuelve a aparecer el fantasma del desempleo, como lo muestran las suspensiones en el SMATA y se nos viene encima no sólo el anunciado tarifazo, sino posibles ataques a la libertad sindical como dejó traslucir el discurso de asunción de la presidenta.
Todo esto muestra que el kirchnerismo no ha resuelto ninguno de los problemas de fondo y que por lo tanto, más tarde o más temprano, tendremos que volver a transitar el camino que hoy están transitando los trabajadores y los estudiantes europeos.
Como relatamos en este mismo número a partir del estallido del 19 y 20 de diciembre, cientos de miles salieron a las calles a hacer cacerolazos y a cortar rutas. Decenas de miles participaban de las Asambleas Populares, en la Coordinadora de Parque Centenario, en las Asambleas Piqueteras. Crecía el fenómeno de las fábricas recuperadas. Se aprobaban programas que antes sólo defendían las organizaciones revolucionarias y todo en medio de una profunda crisis política y económica de la burguesía que no conseguía normalizar el funcionamiento de las principales instituciones del país.
Explicamos en otro artículo que no existió la posibilidad de que esta crisis se resolviesen con la toma del poder por los trabajadores. Pero sí existió la posibilidad de lograr un avance cualitativo en la construcción de una alternativa de dirección. Esa oportunidad fue desperdiciada por las organizaciones y dirigentes que estaban en condiciones de dar una respuesta en ese sentido. Ese es el debate que queremos hacer con los partidos y los militantes de izquierda, en especial con los que se reivindican trotskistas.
Ante la traición evidente de los dirigentes de la CGT, CTA y CCC, que no participaron y boicotearon las jornadas revolucionarias, la izquierda aparecía como alternativa y las nuevas organizaciones (junto a los pocos sindicatos combativos que estuvieron del lado de la revolución) abrían la posibilidad de avanzar hacia organismos de poder dual. Zamora se convertía en el gran referente político, el MST avanzaba como dirección política en las Asambleas Populares y lo mismo pasaba con el PO en los sectores más combativos del movimiento de desocupados.
La expectativa en la izquierda crecía, incluso en los sectores no movilizados, como lo muestran los “aguante Zamora” que aparecían en las paredes de los baños de las fábricas.
En Argentina estuvo la posibilidad de avanzar hacia una nueva dirección y nuevos organismos, combativos y democráticos de la clase obrera y del movimiento de masas. La revolución ofreció esa oportunidad histórica a esas organizaciones y dirigentes de izquierda y ellos la rifaron.
Esa oportunidad se frustró porque no se tuvo la política de avanzar hacia la unidad de lo nuevo que surgía y golpear desde ahí sobre los sindicatos y centrales, para disputarle a la burocracia, la dirección de la mayoría de los sectores
obreros. No se tuvo una política para desarrollar a esos organismos, para hacerlos relacionar con la clase obrera, no se tuvo desde ellos ninguna política de autodefensa ni para intervenir sobre la base de las fuerzas de represión. Es decir no se tuvo la política de hacerlos avanzar hacia órganos de poder.
Por miedo de perder el control del movimiento que surgía en torno a él, Zamora se negó a todo tipo de unidad con la izquierda y los organismos que ésta dirigía. El PO y el MST pusieron el centro en la defensa de sus aparatos, llegando al extremo de agarrarse a las trompadas frente a la Coordinadora de Parque Centenario, provocando que las asambleas abandonasen esa centralización que había sido un logro importante y haciendo que creciesen las posiciones antipartido.
El PTS tuvo un peso menor en el proceso revolucionario, pero siguió la misma línea de conducta. Así boicoteó toda
posibilidad de unidad de las fábricas recuperadas porque no aceptaba ninguna propuesta que plantease las cooperativas. Era expropiación con control obrero o nada. Lo irónico es que hoy, cuando Zanón, al igual que el resto de la recuperadas, se ha transformada en sólo una cooperativa, la presentan como la máxima experiencia de poder obrero.
Una actitud coherente con la política que defendieron
En estas organizaciones, no primó la lógica de la lucha que impone la unidad, sino la lógica electoral que lleva al aparatismo, la autoproclamación, la división. Actuando con esa lógica fueron aparatizando y vaciando de contenido los organismos de masas que cada uno dirigía y f nalmente, el PO y el MST terminaron montándose al carrusel electoral, siendo los primeros y los que más fuerza se lanzaron a la campaña por lograr el voto positivo en las elecciones del 2003.
Esa lógica autoproclamatoria que primó en ellos y que les impidió tener una política hacia el desarrollo de los nuevos organismos, es coherente con las salidas por dentro del sistema capitalista que plantearon durante todo el proceso revolucionario. El MST proponiendo que la Asamblea Legislativa eligiese a Zamora como presidente, en momentos en que las masas rechazando todas las instituciones (incluyendo esa Asamblea Legislativa), habían provocado un vacío de poder. El PO defendiendo elecciones para una “Asamblea Constituyente con poder”, el PTS proponiendo su “constituyente revolucionaria”. Mientras que Zamora, renegando de su pasado marxista y adhiriendo al “horizontalismo”, abandonaba toda lucha orientada hacia el poder obrero y proponía como solución la creación de “comunas ciudadanas”.
Así, con sus propuestas por dentro del sistema y sus actitudes aparatistas, frustraron la expectativa de amplios sectores que los vieron como alternativa. Esa frustración fue un elemento muy importante en el triunfo que el gobierno y el imperialismo tuvieron con las elecciones y en el posterior desarrollo del fenómeno kirchnerista.
Tomado de Avanzada Socialista Nº17, prensa del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU), sección argentina de la Liga Internacional de los Trabajadores - Cuarta Internacional (LIT-CI)
vendrá el amanecer tal y como lo soñamos!
Todos los poemas pertenecen a los AUDIO LIBRO de FRANCISCO ALVERO CANTA
Reservado todos los derechos
PERMITIDA Y DESEADA SU DIFUSION, MENCIONANDO SU AUTOR.
[1]Diez años después, ahora, Le Monde Diplomatique, diciembre 2011
La Revolución de 2001
Hace 10 años, el 19 y 20 de diciembre del 2001, estallaba la revolución en Argentina. El robo de los ahorros a partir del “corralito” y la declaración del Estado de Sitio, fueron “la gota que derramó el vaso” que ya se venía llenando con las consecuencias de la debacle económica: precariedad laboral, rebajas de salarios y el desempleo que hundía en la miseria y desesperación, a amplios sectores no sólo de la clase obrera, sino también de la clase media.
Durante el 19 de diciembre, se dieron movilizaciones de docentes y estatales en La Plata y comenzaon los saqueos de supermercados en diferentes lugares del país. Desde todos los sectores s escuchaba la exigencia de la renuncia de Cavallo, el Ministro de Economía. A las 22. 45 horas, el presidente De la Rúa, lejos de pedir la renuncia a su ministro, anunció por cadena nacional la declaración del Estado de Sitio. Ahí comenzó el estallido.
En los diferentes barrios de la Capital y en las principales localidades del Gran Buenos Aires se empezó a juntar gente, que golpeando cacerolas y todo tipo de elementos metálicos, espontáneamente se encolumnaba. Una parte quedaba en los centros de los diferentes barrios y localidades, otros se dirigían al Congreso, a Plaza de Mayo. Poco a poco, los que seguían estos hechos por la televisión se iban sumando y se unificaban en el reclamo: “Que se vaya Cavallo, que se vaya De la Rúa”, “Que se vayan todos. Que no quede ninguno. Al Estado se Sitio se lo meten en el culo” Así continuó hasta altas horas de la madrugada.
Según los medios, esa noche se movilizaron 500 mil personas.
La mañana del 20 comenzó muy tensa. Se sabía que la noche anterior la represión policial había matado a uno de los manifestantes. En la Plaza de Mayo había un despliegue impresionante de tropas policiales fuertemente pertrechadas. Mientras que en el Congreso se comenzaba a formar la columna para iniciar la marcha que días antes había sido convocada por la Mesa de la Izquierda y la CTA.
Durante el 19 de diciembre, se dieron movilizaciones de docentes y estatales en La Plata y comenzaon los saqueos de supermercados en diferentes lugares del país. Desde todos los sectores s escuchaba la exigencia de la renuncia de Cavallo, el Ministro de Economía. A las 22. 45 horas, el presidente De la Rúa, lejos de pedir la renuncia a su ministro, anunció por cadena nacional la declaración del Estado de Sitio. Ahí comenzó el estallido.
En los diferentes barrios de la Capital y en las principales localidades del Gran Buenos Aires se empezó a juntar gente, que golpeando cacerolas y todo tipo de elementos metálicos, espontáneamente se encolumnaba. Una parte quedaba en los centros de los diferentes barrios y localidades, otros se dirigían al Congreso, a Plaza de Mayo. Poco a poco, los que seguían estos hechos por la televisión se iban sumando y se unificaban en el reclamo: “Que se vaya Cavallo, que se vaya De la Rúa”, “Que se vayan todos. Que no quede ninguno. Al Estado se Sitio se lo meten en el culo” Así continuó hasta altas horas de la madrugada.
Según los medios, esa noche se movilizaron 500 mil personas.
La mañana del 20 comenzó muy tensa. Se sabía que la noche anterior la represión policial había matado a uno de los manifestantes. En la Plaza de Mayo había un despliegue impresionante de tropas policiales fuertemente pertrechadas. Mientras que en el Congreso se comenzaba a formar la columna para iniciar la marcha que días antes había sido convocada por la Mesa de la Izquierda y la CTA.
Ni bien se inició la marcha, comenzó una fuerte represión. Una y otra vez la columna fue disuelta y una y otra vez se rearmó y reinició la marcha hacia Plaza de Mayo, donde los sectores que habían conseguido llegar eran fuertemente reprimidos. A media tarde, empleados bancarios y estatales, que salían de sus trabajos se incorporaron a la movilización y se recibían muestras de solidaridad desde las oficinas y edificios de departamentos.
Pero no todos los convocantes fueron a la cita. Faltaron la CCC, que no salió de la escuela que ocupaban en La Matanza, y la CTA que se encerró en el Local del FRENA-PO, al lado del Congreso.Tampoco estuvo la CGT, responsable central de la no participación de los trabajadores organizados.
Hubo algunas honrosas excepciones: El SUTEBA Matanza dirigido por la oposición Violeta, ATE Sur, AGDUBA y la CICOP. También estuvieron y jugaron un destacado papel, un sector de jóvenes trabajadores que poco después crearían un nuevo sindicato: los motoqueros, ellos con sus motos fueron la vanguardia en el enfrentamiento y mantuvieron conectados a los diferentes sectores movilizados.
Aunque el estallido tuvo su pico más alto en Buenos Aires, en las diferentes provincias del país se dieron marchas exigiendo la renuncia del presidente, otras que reclamaban alimentos, y hubo una gran cantidad de saqueos de supermercados. La nacionalización del enfrentamiento se reflejó en las víctimas: entre el 19 y 20 de diciembre la represión policial provocó 38 muertos distribuidos en Capital, Lomas de Zamora, Almirante Brown, La Matanza, Moreno, Rosario, Corrientes, Cipolleti, Paraná. En Capital, el enfrentamiento duró casi 10 horas, hasta que De la Rúa presentó su renuncia y el helicóptero lo sacó de la Casa Rosada. Por primera vez en nuestra historia un presidente escapaba, no de los tanques del ejército, sino de la furia de la movilización popular.
La profundización de la revolución
La caída de De la Rúa no paró nada. En pocos días cayeron tres presidentes más, el Congreso fue ocupado por manifestantes que tiraban sus muebles por las ventanas, los ahorristas ocuparon los bancos, rompieron sus puertas a martillazos, exigiendo la devolución de sus ahorros e impedían su normal funcionamiento, los desocupados cortaban las rutas y hacían piquetes en fábricas exigiendo trabajo. Durante el verano del 2002, los piquetes y cacerolazos, que venían de antes del Argentinazo, se generalizaron y masificaron.Todos los viernes a la noche, columnas provenientes de los diferentes barrios y de localidades del conurbano, llegan a Plaza de Mayo. Ahí se quemaban banderas yanquis y se entonaban consignas que animaron el recorrido de las columnas: “Que se vayan todos”, “Piquete y cacerola la lucha es una sola”, a los que se sumaban reclamos concretos contra la represión, castigo a los culpables, no pago de la deuda, defensa de los hospitales públicos, etc.
Se rechazan todas las instituciones, se repudia al Gobierno, al Parlamento, a la Justicia. Los diputados entran y salen del Congreso, vestidos con vaqueros y zapatillas para no ser reconocidos. Un ex ministro de economía es golpeado en la calle, Cavallo sale disfrazado de mujer del casamiento de su hija para escapar a la furia popular. Todo había cambiado en Argentina y en especial en Buenos Aires.
Eran rechazados todos los políticos tradicionales, los únicos aceptados eran los de izquierda y entre ellos se destacaba la figura de Zamora que comenzó a ganar gran prestigio popular. Los poderosos se disfrazaban y escondían y la gente común, trabajadores, amas de casa, pequeños comerciantes, de todas las edades y de todos los barrios, marchaban y caminaban a altas horas de la madrugada. No había miedo a la inseguridad, los que antes apenas se saludaban, ahora conversaban, se protegían. Se sentía la confianza que da la revolución.
Los nuevos organismos
Junto a las movilizaciones, surgían los nuevos organismos. Aumenta la organización de desocupados que había surgido poco tiempo antes, ahora con direcciones de izquierda y planteos más avanzados, desde esas organizaciones se organizan los cortes y piquetes. Como los desocupados no pueden parar la producción, paran la circulación por trabajo y dignidad. Trabajadores de fábricas que cierran, las ocupan para hacerlas producir y así se nacen las fábricas recuperadas.
Surgen las Asambleas Populares, centralmente en Capital, que nuclean vecinos en todos los barrios y que se reúnen en las esquinas, en las plazas. En estas asambleas, que cada vez adquieren un carácter más popular, se discute sobre todo.
Algunas toman tareas que tienen que ver con la lucha contra la impunidad, otras instalan comedores y instrumentan medidas de economía solidaria, articulando con organizaciones piqueteras. También se asumen tareas en defensa de los hospitales y se organizan movilizaciones contra los tarifazos, contra los cortes de luz, por la recuperación de las empresas privatizadas.
Al mismo tiempo se avanza en la centralización con la Coordinadora de Parque Centenario que se reúne semanalmente y donde se empiezan a asumir reivindicaciones programáticas que hasta ese momento sólo habían sido defendidas por los trotskistas: la nacionalización de la banca, el control del comercio exterior, la expropiación con control obrero, el no pago de la deuda. Se realizan debates políticos importantes a favor y en contra del poder de los trabajadores, del horizontalismo, de la Asamblea Constituyente.
Pero esta Coordinadora rápidamente se comienza a vaciar como rechazo al aparatismo de los principales partidos de izquierda (PO y MST). Cuando se estaba discutiendo la realización de un gran acto unificado en Plaza Mayo para el Día Internacional de los Trabajadores, dirigentes del PO y el MST se agarraron a las trompadas frente a la Coordinadora de Parque Centenario. Como consecuencia, ese 1º de Mayo hubo 5 actos y la mayor parte de las asambleas dejaron de participar en la Coordinadora y se replegaron a sus barrios.
La política de la burguesía y del imperialismo
La burguesía no podía tolerar esa situación, aunque no había organismos de poder claros, existía un doble poder de hecho que impedía el normal funcionamiento del país. Tenían que acabar con eso. Para hacerlo, por un lado, Duhalde, con el apoyo de la Iglesia, convence al Banco Mundial (a pesar de la crisis económica del 2001) que envíe una gran cantidad de dinero que es utilizado en los planes sociales para atenuar los efectos más graves de la crisis; por otro lado intenta una salida dura que se expresa en la represión a la marcha piquetera del 26 de junio del 2002.
Pero el asesinato de Kostequi y Santillán provoca una gran reacción popular que hace que Duhalde retroceda en su proyecto represivo y adelante el llamado a elecciones.
En un primer momento ese llamado recibe un amplio rechazo. Se realizan importantes movilizaciones contra las elecciones, que se combinan con las del rechazo a la guerra contra Irak, impulsadas por De Genaro, Zamora, la Carrió y la mayor parte de las organizaciones de izquierda. Pero finalmente la burguesía y el gobierno consiguen, con la ayuda del PO y el MST que centran toda su actividad en la campaña electoral, un primer triunfo importante con la masiva participación en las elecciones presidenciales del 2003.
El retroceso de la revolución
Es finalmente el gobierno de Kirchner, con el viento de cola del crecimiento económico mundial, quien consigue hacer retroceder la revolución. La situación económica favorable que origina una recuperación industrial y su política de derechos humanos centrada en el ataque a los militares genocidas, le permiten primero aislar a las organizaciones piqueteras y después cooptar a la mayor parte de sus dirigentes, lo mismo que a la mayor parte de las organizaciones de derechos humanos y a un importante número de dirigentes sindicales.
Así, poco a poco, consigue el desmonte de la revolución, aunque no logra cerrar definitivamente lo que abrió el Argentinazo. Argentina no termina de ser un “país normal”. Analistas burgueses dicen que el 2001 originó “una sociedad en estado de alerta”[1] que reacciona colectivamente ante la mínima provocación. Eso es lo que explica la impresionante reacción popular ante la masacre de Cromañón, el largo corte del puente internacional en Gualeguaychú, las numerosas reacciones populares contra las fuerzas policiales frente a la inoperancia o complicidad en los casos de inseguridad, los automáticos cortes de calles por la falta de luz o de agua, los cortes y piquetes que han incorporado los trabajadores y que utilizan para fortalecer sus reclamos... Todo esto es lo que nos hace decir que si bien lograron desviar el proceso y cambiar la situación, el kirchnerismo no consiguió cerrar totalmente la etapa que se abrió con el Argentinazo.
El temor a que el 2001 se vuelva a instalar es lo que los hizo dar las jubilaciones masivas, las asignaciones por hijo, mantener congelados los precios de los servicios y el transporte en la provincia de Buenos Aires. Recién ahora, ante la amenaza de los efectos de la crisis mundial se animan a comenzar a liquidar esas conquistasde la revolución.
El grave problema de la dirección
Si bien en el 2001 el país colapsó y se dio uno de esos momentos en que la crisis de la burguesía es tan grande que se abre un vacío de poder, era imposible que ese poderfuera tomado por los trabajadores.
Eso era así, porque no había ninguna dirección, con peso de masas que quisiera hacerlo.
Pero los trabajadores podríamos haber salido con un triunfo políticoimportante, con una dirección de alternativa fuerte, que sí nos permitiera disputar el poder en una nueva crisis. La revolución le ofreció esa oportunidad a la izquierda. Pero no salimos con ese triunfo porque las dos principales organizaciones de izquierda, el PO y el MST y la principal figura del momento, Zamora, desperdiciaron esa oportunidad.
Este tema lo desarrollamos en el debate con la izquierda que publicamos en estas mismas páginas
Nota
[1] Le Monde Diplomatique, diciembre 2001
Las causas del Argentinazo
Hay quienes dicen que lo del 2001 no tuvo nada que ver con una revolución, sino con la política del peronismo. Es cierto que Duhalde quería acabar con la paridad cambiaria y probablemente, su gente impulsó algunos de los saqueos como medida de presión para lograr el alejamiento de Cavallo. Pero de ninguna manera Duhalde quería que De la Rúa cayera volteado por una movilización de masas.
En casi todos los procesos revolucionarios hay participación de sectores burgueses. A veces intervienen
para evitar el triunfo revolucionario.
Otras veces hacen acciones que se les van de las manos y no pueden controlar sus consecuencias. Eso pasó en
la Segunda Guerra Mundial: las masas italianas nunca hubieran colgado a Mussolini si no se hubiera dado el desembarco aliado en Normandía, pero ni yanquis ni ingleses querían que los problemas se resolviesen de esa manera. Ellos no querían linchamientos hechos por las masas, lo que querían eran juicios como los de Nüremberg. Algo parecido podemos decir del ajusticiamiento de Kadafi.
Ningún burgués quiere que las masas tomen en sus manos la resolución de sus problemas centrales, porque eso tiene su propia dinámica, el río puede salir de su cauce y arrastrar al sistema capitalista. Y Duhalde es muy conciente de eso, demasiado tiempo y dinero le costó volver a encauzar las aguas turbulentas.
El Argentinazo no fue provocado por el peronismo. Fue una revolución en donde, como dice Trotsky, las masas resolvieron tomar en sus manos la resolución de su destino. Y estalló por las mismas causas que estallan todas las revoluciones: porque la vida se volvió insoportable para las masas.
El régimen militar asesinó a más de 30 mil personas, dejó la economía del país por el suelo y al país más dependiente del imperialismo. Los gobiernos Alfonsín y Menem, profundizaron aún más esa dependencia, entregaron las riquezas del suelo, privatizaron con precio de remate las empresas estatales, dejando millones en la calle y prepararon la debacle que estalló en el 2001.
El avance de la recolonización imperialista de los últimos 20 años, había llevado al país a una catástrofe económica y social sólo comparable a los efectos de una guerra. En el 2001 el PBI era equivalente a la mitad del que había 11 años atrás. Esa caída de la economía se ref ejaba no sólo en el proceso de destrucción de la salud y la educación o en el 23% de desocupación que daban las cifras oficiales (que superaban el 50% si se contaba a los subempleados), sino también en la caída de la esperanza de vida, como lo indica el último censo nacional realizado en el 2001. En una entrevista de Página 12, la demógrafa Susana Torrado dice: “Salvo en caso de hecatombe o de una situación social extrema, como una guerra, la esperanza de vida tiende a subir siempre. Pero acá no. Se suponía que entre 1990 y 2000, habría un aumento moderado de la esperanza de vida y de acuerdo a la proyección más auspiciosa la población esperada para el 2001 era de 37.800.000 (…) las peores perspectivas daban una población de 37.200.000, ya por debajo de la media más baja recomendada que sería de 37,5 millones (…) los datos preliminares (del censo del 2001) dan una población de 36 millones”.
Este proceso provocó en los 90 fuertes reacciones de los desocupados (Tartagal, Cutral Có, etc.), grandes enfrentamientos estatales en las provincias y huelgas generales que llevaron a la derrota de Menem. La Alianza y De la Rua, que crearon expectativas al asumir, lejos de modificar el desastre lo agravaron.
Esa realidad y las luchas que provocó, a la que se suma el repudio ge-neralizado hacia todas las instituciones del régimen, comprometidas una y otra vez en casos de corrupción, es lo que está por detrás del Argentinazo. Por eso no se presentó como un rayo en un cielo sereno, sino que vino precedido de la gran lucha por Aerolíneas; de la movilización obrera y popular que en abril volteó a López Murphy, recién nombrado Ministro de Economía; del resultado electoral de octubre de 2001, donde se impuso el “voto bronca” y donde hubo una alta votación para la izquierda; de las 5 huelgas generales que se le hicieron a De la Rúa, la última de la cuales se realizó el 13 de diciembre con un muy alto grado de acatamiento.
Una revolución obrera, popular y antiimperialista
Las masas no aguantaron más y estalló la revolución, el corralito y el estado de sitio fueron los detonantes, eso hizo que se diera un caso muy raro, que el conjunto de la clase media (incluso los sectores altos) se unificara en el estallido. Pero no fueron esos sectores altos los que encabezaron y mantuvieron el proceso revolucionario. Quienes lo hicieron fueron los desocupados y los sectores más empobrecidos de las ciudades; los obreros participaron como parte de la población, aunque no como clase.
Esa no participación de la clase obrera como clase, fue una importante debilidad de esta revolución. Pero de cualquier manera fue una revolución obrera y antiimperialista por sus objetivos y popular por su composición social, que volteó a 4 presidentes y dejó al régimen en ruinas. No podía culminar en la toma del poder por los obreros y por eso, a pesar de lo que digan los seguidores de Cristina, los problemas de fondo siguen estando: basta con mirar la actual situación de Aerolíneas, las suspensiones en el SMATA, el tarifazo que se nos viene encima.
Pero a pesar de eso, esta revolución tuvo conquistas. Gracias al Argentinazo se consiguieron subsidios para los desocupados, los gobiernos Kirchner se vieron obligados a mantener las tarifas y el transporte congelados, a aumentar las jubilaciones, a dar la jubilación del ama de casa y las diferentes moratorias, la asignación universal por hijos. Y conseguimos un importante logro político, el haber adquirido ese “estado de alerta” que nos hace reaccionar colectivamente ante los ataques. Esa actitud será muy importante cuando tengamos que defender las conquistas del Argentinazo que nos pretendan quitar.
En casi todos los procesos revolucionarios hay participación de sectores burgueses. A veces intervienen
para evitar el triunfo revolucionario.
Otras veces hacen acciones que se les van de las manos y no pueden controlar sus consecuencias. Eso pasó en
la Segunda Guerra Mundial: las masas italianas nunca hubieran colgado a Mussolini si no se hubiera dado el desembarco aliado en Normandía, pero ni yanquis ni ingleses querían que los problemas se resolviesen de esa manera. Ellos no querían linchamientos hechos por las masas, lo que querían eran juicios como los de Nüremberg. Algo parecido podemos decir del ajusticiamiento de Kadafi.
Ningún burgués quiere que las masas tomen en sus manos la resolución de sus problemas centrales, porque eso tiene su propia dinámica, el río puede salir de su cauce y arrastrar al sistema capitalista. Y Duhalde es muy conciente de eso, demasiado tiempo y dinero le costó volver a encauzar las aguas turbulentas.
El Argentinazo no fue provocado por el peronismo. Fue una revolución en donde, como dice Trotsky, las masas resolvieron tomar en sus manos la resolución de su destino. Y estalló por las mismas causas que estallan todas las revoluciones: porque la vida se volvió insoportable para las masas.
El régimen militar asesinó a más de 30 mil personas, dejó la economía del país por el suelo y al país más dependiente del imperialismo. Los gobiernos Alfonsín y Menem, profundizaron aún más esa dependencia, entregaron las riquezas del suelo, privatizaron con precio de remate las empresas estatales, dejando millones en la calle y prepararon la debacle que estalló en el 2001.
El avance de la recolonización imperialista de los últimos 20 años, había llevado al país a una catástrofe económica y social sólo comparable a los efectos de una guerra. En el 2001 el PBI era equivalente a la mitad del que había 11 años atrás. Esa caída de la economía se ref ejaba no sólo en el proceso de destrucción de la salud y la educación o en el 23% de desocupación que daban las cifras oficiales (que superaban el 50% si se contaba a los subempleados), sino también en la caída de la esperanza de vida, como lo indica el último censo nacional realizado en el 2001. En una entrevista de Página 12, la demógrafa Susana Torrado dice: “Salvo en caso de hecatombe o de una situación social extrema, como una guerra, la esperanza de vida tiende a subir siempre. Pero acá no. Se suponía que entre 1990 y 2000, habría un aumento moderado de la esperanza de vida y de acuerdo a la proyección más auspiciosa la población esperada para el 2001 era de 37.800.000 (…) las peores perspectivas daban una población de 37.200.000, ya por debajo de la media más baja recomendada que sería de 37,5 millones (…) los datos preliminares (del censo del 2001) dan una población de 36 millones”.
Este proceso provocó en los 90 fuertes reacciones de los desocupados (Tartagal, Cutral Có, etc.), grandes enfrentamientos estatales en las provincias y huelgas generales que llevaron a la derrota de Menem. La Alianza y De la Rua, que crearon expectativas al asumir, lejos de modificar el desastre lo agravaron.
Esa realidad y las luchas que provocó, a la que se suma el repudio ge-neralizado hacia todas las instituciones del régimen, comprometidas una y otra vez en casos de corrupción, es lo que está por detrás del Argentinazo. Por eso no se presentó como un rayo en un cielo sereno, sino que vino precedido de la gran lucha por Aerolíneas; de la movilización obrera y popular que en abril volteó a López Murphy, recién nombrado Ministro de Economía; del resultado electoral de octubre de 2001, donde se impuso el “voto bronca” y donde hubo una alta votación para la izquierda; de las 5 huelgas generales que se le hicieron a De la Rúa, la última de la cuales se realizó el 13 de diciembre con un muy alto grado de acatamiento.
Una revolución obrera, popular y antiimperialista
Las masas no aguantaron más y estalló la revolución, el corralito y el estado de sitio fueron los detonantes, eso hizo que se diera un caso muy raro, que el conjunto de la clase media (incluso los sectores altos) se unificara en el estallido. Pero no fueron esos sectores altos los que encabezaron y mantuvieron el proceso revolucionario. Quienes lo hicieron fueron los desocupados y los sectores más empobrecidos de las ciudades; los obreros participaron como parte de la población, aunque no como clase.
Esa no participación de la clase obrera como clase, fue una importante debilidad de esta revolución. Pero de cualquier manera fue una revolución obrera y antiimperialista por sus objetivos y popular por su composición social, que volteó a 4 presidentes y dejó al régimen en ruinas. No podía culminar en la toma del poder por los obreros y por eso, a pesar de lo que digan los seguidores de Cristina, los problemas de fondo siguen estando: basta con mirar la actual situación de Aerolíneas, las suspensiones en el SMATA, el tarifazo que se nos viene encima.
Pero a pesar de eso, esta revolución tuvo conquistas. Gracias al Argentinazo se consiguieron subsidios para los desocupados, los gobiernos Kirchner se vieron obligados a mantener las tarifas y el transporte congelados, a aumentar las jubilaciones, a dar la jubilación del ama de casa y las diferentes moratorias, la asignación universal por hijos. Y conseguimos un importante logro político, el haber adquirido ese “estado de alerta” que nos hace reaccionar colectivamente ante los ataques. Esa actitud será muy importante cuando tengamos que defender las conquistas del Argentinazo que nos pretendan quitar.
Las causas del Argentinazo continúan presentes
Hay una propaganda central que surge desde el gobierno que dice que a partir de los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina, los problemas que provocaron el estallido revolucionario se han solucionado o están en camino de solucionarse. Para afirmar eso parten de algunos hechos: no existe la desocupación del 2001, ha mejorado la situación de los más sumergidos con el aumento de las jubilaciones, la asignación por hijos, etc., y se ha avanzado en las políticas de derechos humanos tomando medidas contra los militares genocidas.
La recolonización imperialista
Nosotros opinamos que eso no tiene nada que ver con la realidad. Una de las causas más profundas fue el avance de la recolonización imperialista. Y esa relación de dependencia no ha cambiado. Continúa el saqueo de nuestros recursos naturales, el petróleo sigue en manos de las multinacionales, la penetración de las mineras se ha incrementado. Las empresas de servicios continúan privatizadas. No se han renacionalizado los ferrocarriles ni el subte y sus concesionarios siguen sin hacer ningún tipo de inversión, por lo que continúan siendo una latente fuente de peligro. El no pago de la deuda fue unade las banderas del Argentinazo y han sido los gobiernos kirchneristas los que más la han pagado.Las relaciones con el imperialismo yanqui se han profundizado, no sólo el gobierno argentino dio todo su apoyo a Obama en relación al armamento nuclear, sino que les cubre las espaldas participando en la vergonzosa ocupación militar de Haití.
Como consecuencia de esa creciente pérdida de soberanía, la destrucción de la salud y de la educación pública se ha profundizado; es necesario sólo mirar el estado calamitoso de los hospitales y escuelas del Gran Buenos Aires, para confirmar esa realidad.
Los Derechos Humanos
En relación a los derechos humanos, ha continuado el procesamiento a los luchadores, como se vio en los casos del Pollo Sobrero, de Pitrola, de Vilma Ripoll. Han continuado los asesinatos impunes de activistas políticos y sociales, las muertes de Mariano y Cristian Ferreyra, de los miembros de los pueblos wichis y qom, son una prueba irrefutable.
Por otro lado, la cooptación de emblemáticas figuras de derechos humanos por parte del gobierno han provocado hechos lamentables como el de Hebe de Bonafini, que aparece ligada a la corrupción y defendiendo a los militares, ensuciando así la lucha de décadas de las Madres de Plaza de Mayo.
Las condiciones de trabajo
La recuperación económica mundial del 2003 originó la caída del desempleo y les permitió mantener congelados los precios de servicios y transportes para evitar nuevas explosiones. Pero el aparato productivo sigue siendo obsoleto, los ritmos de trabajo se incrementan, la seguridad industrial cada vez es menos controlada, proliferan los contratos basuras y el trabajo en negro, la creciente inflación se come el poder adquisitivo de nuestros salarios. Y ahora, ante el peligro de los efectos de la crisis económica mundial, vuelve a aparecer el fantasma del desempleo, como lo muestran las suspensiones en el SMATA y se nos viene encima no sólo el anunciado tarifazo, sino posibles ataques a la libertad sindical como dejó traslucir el discurso de asunción de la presidenta.
Todo esto muestra que el kirchnerismo no ha resuelto ninguno de los problemas de fondo y que por lo tanto, más tarde o más temprano, tendremos que volver a transitar el camino que hoy están transitando los trabajadores y los estudiantes europeos.
El debate con la izquierda
Como relatamos en este mismo número a partir del estallido del 19 y 20 de diciembre, cientos de miles salieron a las calles a hacer cacerolazos y a cortar rutas. Decenas de miles participaban de las Asambleas Populares, en la Coordinadora de Parque Centenario, en las Asambleas Piqueteras. Crecía el fenómeno de las fábricas recuperadas. Se aprobaban programas que antes sólo defendían las organizaciones revolucionarias y todo en medio de una profunda crisis política y económica de la burguesía que no conseguía normalizar el funcionamiento de las principales instituciones del país.
Explicamos en otro artículo que no existió la posibilidad de que esta crisis se resolviesen con la toma del poder por los trabajadores. Pero sí existió la posibilidad de lograr un avance cualitativo en la construcción de una alternativa de dirección. Esa oportunidad fue desperdiciada por las organizaciones y dirigentes que estaban en condiciones de dar una respuesta en ese sentido. Ese es el debate que queremos hacer con los partidos y los militantes de izquierda, en especial con los que se reivindican trotskistas.
Ante la traición evidente de los dirigentes de la CGT, CTA y CCC, que no participaron y boicotearon las jornadas revolucionarias, la izquierda aparecía como alternativa y las nuevas organizaciones (junto a los pocos sindicatos combativos que estuvieron del lado de la revolución) abrían la posibilidad de avanzar hacia organismos de poder dual. Zamora se convertía en el gran referente político, el MST avanzaba como dirección política en las Asambleas Populares y lo mismo pasaba con el PO en los sectores más combativos del movimiento de desocupados.
La expectativa en la izquierda crecía, incluso en los sectores no movilizados, como lo muestran los “aguante Zamora” que aparecían en las paredes de los baños de las fábricas.
En Argentina estuvo la posibilidad de avanzar hacia una nueva dirección y nuevos organismos, combativos y democráticos de la clase obrera y del movimiento de masas. La revolución ofreció esa oportunidad histórica a esas organizaciones y dirigentes de izquierda y ellos la rifaron.
Esa oportunidad se frustró porque no se tuvo la política de avanzar hacia la unidad de lo nuevo que surgía y golpear desde ahí sobre los sindicatos y centrales, para disputarle a la burocracia, la dirección de la mayoría de los sectores
obreros. No se tuvo una política para desarrollar a esos organismos, para hacerlos relacionar con la clase obrera, no se tuvo desde ellos ninguna política de autodefensa ni para intervenir sobre la base de las fuerzas de represión. Es decir no se tuvo la política de hacerlos avanzar hacia órganos de poder.
Por miedo de perder el control del movimiento que surgía en torno a él, Zamora se negó a todo tipo de unidad con la izquierda y los organismos que ésta dirigía. El PO y el MST pusieron el centro en la defensa de sus aparatos, llegando al extremo de agarrarse a las trompadas frente a la Coordinadora de Parque Centenario, provocando que las asambleas abandonasen esa centralización que había sido un logro importante y haciendo que creciesen las posiciones antipartido.
El PTS tuvo un peso menor en el proceso revolucionario, pero siguió la misma línea de conducta. Así boicoteó toda
posibilidad de unidad de las fábricas recuperadas porque no aceptaba ninguna propuesta que plantease las cooperativas. Era expropiación con control obrero o nada. Lo irónico es que hoy, cuando Zanón, al igual que el resto de la recuperadas, se ha transformada en sólo una cooperativa, la presentan como la máxima experiencia de poder obrero.
Una actitud coherente con la política que defendieron
En estas organizaciones, no primó la lógica de la lucha que impone la unidad, sino la lógica electoral que lleva al aparatismo, la autoproclamación, la división. Actuando con esa lógica fueron aparatizando y vaciando de contenido los organismos de masas que cada uno dirigía y f nalmente, el PO y el MST terminaron montándose al carrusel electoral, siendo los primeros y los que más fuerza se lanzaron a la campaña por lograr el voto positivo en las elecciones del 2003.
Esa lógica autoproclamatoria que primó en ellos y que les impidió tener una política hacia el desarrollo de los nuevos organismos, es coherente con las salidas por dentro del sistema capitalista que plantearon durante todo el proceso revolucionario. El MST proponiendo que la Asamblea Legislativa eligiese a Zamora como presidente, en momentos en que las masas rechazando todas las instituciones (incluyendo esa Asamblea Legislativa), habían provocado un vacío de poder. El PO defendiendo elecciones para una “Asamblea Constituyente con poder”, el PTS proponiendo su “constituyente revolucionaria”. Mientras que Zamora, renegando de su pasado marxista y adhiriendo al “horizontalismo”, abandonaba toda lucha orientada hacia el poder obrero y proponía como solución la creación de “comunas ciudadanas”.
Así, con sus propuestas por dentro del sistema y sus actitudes aparatistas, frustraron la expectativa de amplios sectores que los vieron como alternativa. Esa frustración fue un elemento muy importante en el triunfo que el gobierno y el imperialismo tuvieron con las elecciones y en el posterior desarrollo del fenómeno kirchnerista.
Tomado de Avanzada Socialista Nº17, prensa del Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU), sección argentina de la Liga Internacional de los Trabajadores - Cuarta Internacional (LIT-CI)
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23 de diciembre de 2014 | PARTIDO OBRERO Por Christian Rath
EXCLUSIVO DE INTERNET
A 13 años del Argentinazo
Hace trece años, el 19 y 20 de diciembre de 2001, estalló lo que pasaría a llamarse el Argentinazo, una rebelión popular que derrocó al gobierno de De la Rúa y Cavallo.
En esas jornadas cayeron 38 luchadores en todo el país, la mayoría bajo las balas de la represión policial ordenada por el gobierno de la Alianza en los alrededores de la Plaza de Mayo (una represión replicada en Santa Cruz, la “patria” gobernada por los K en ese momento). Por esos asesinatos, trece años después, no hay un solo ejecutor o responsable detenido, un dato que habla por sí mismo sobre la naturaleza de la “reconstrucción del estado” ejecutada por los gobiernos K.
Hasta el momento, el gobierno ha ignorado el aniversario. Sin embargo, su balance de estas jornadas es conocido: el acceso de Néstor K. a la presidencia cerró el ciclo de la “década neoliberal” y dio paso a la Argentina de la reconstrucción del estado, el empleo y la producción, cerrando definitivamente la crisis capitalista.
Es este balance el que está en cuestión, 13 años después.
El gobierno no ha salido de la bancarrota. La Argentina debe casi 300.000 millones de dólares de deuda pública, más que en 2001/2002, y el pago de esa deuda significa una sangría que vuelve a plantear el agotamiento de una experiencia de reorganización social del país hecha en nombre de la “reconstrucción de la burguesía nacional”. Este fue el planteamiento estratégico de los K al hacerse cargo del poder, compartido en su origen por personajes como Lavagna, desde el Ministerio de Economía, y Prat Gay, desde el Banco Central. Una estrategia en la que siguió a Duhalde, que redujo a un tercio la deuda de los industriales con los bancos – a través de la pesificación – y devolvió a los bancos, por aquel rescate, compensaciones por 30.000 millones de dólares. Del 2003 ahora el Estado se hizo cargo de la reconstrucción de la burguesía nacional, a través de subsidios, exenciones y la defensa a rajatabla de un régimen de precarización laboral que se expresa en tres cifras inamovibles a través de la década: un tercio de trabajadores en negro, cincuenta por ciento de la población activa fuera de convenios y diez por ciento entre desocupados y sub ocupados. Este inmenso rescate se hizo sobre las espaldas de la clase obrera, que ahora vuelve a transitar una nueva crisis que se ha llevado en un año 800.000 puestos de trabajo.
En oportunidad del Bicentenario, el gobierno reivindicó la industrialización del país en oposición al “modelo de país agro exportador incapaz de proyectarse con autonomía del Imperio Británico” (Carta Abierta). Los hechos son lapidarios: la Argentina es hoy una nación limitada a la exportación de soja y algunos derivados procesados en un país que, a consecuencia de este monocultivo, ha desarrollado el mayor despoblamiento del campo y aún la desertificación. La exportación de autos no proviene de una industria nacional, desde el momento que su tecnología, su capital y el 65 % de las piezas son extranjeras – para qué abundar en las plantas de ensamblaje de Tierra del Fuego. La concentración de la industria es la mayor de la historia, lo mismo que su extranjerización. El corolario de todo este proceso ha sido la compra de vagones, material ferroviario, cadena de repuestos y hasta durmientes a China, desnudando la impostura de aquel planteo hecho en 2003 por el fundador de la dinastía, anunciando la reapertura de los talleres ferroviarios: “con hierros viejos, hoy ponemos en marcha sueños nuevos”.
Toda la vocinglería sobre los derechos humanos no puede ocultar que el gatillo fácil sigue a sus anchas, que el aparato del estado es nido de los “Proyectos X”, que existen más de 5.000 luchadores procesados y que aún en lo que se supone el activo histórico de este gobierno en materia de penalización a los genocidas las cifras son lapidarias: al cumplirse 38 años de la dictadura militar había 520 condenados por crímenes de lesa humanidad, de los cuales solo 71 tenían condena firme - de los 927 detenidos, casi el 40 % está en detención domiciliaria o VIP en dependencias de las fuerzas de seguridad u hospitales.
A 13 años, es incontrastable que la deuda nos esclaviza como nunca, que el gobierno se ha empeñado en la “vuelta a los mercados” al precio que fije el capital financiero, que la crisis en curso acentuará la penuria de trabajadores, jubilados y clases medias y la entrega a Milani no ya del Estado Mayor sino de la Side son la medida del reforzamiento del aparato represivo, de la disposición a hacerle pagar a los trabajadores la crisis capitalista y en definitiva, de la descomposición del gobierno “nacional y popular”.
A 13 años, y en oposición, se desplegó una transición en el movimiento obrero, entre una camada de delegados y activistas sindicales independientes y una burocracia sindical en descomposición. También una generación estudiantil protagonizó la recuperación de centros y federaciones universitarias, al igual que la juventud secundaria. Solo después de que este proceso adquiriera peso propio, el gobierno CFK instaló el planteo del “retorno a la política” en una tentativa de cooptación desde el Estado.
Casi a esta altura, en el 2004, nos hicimos una pregunta: “¿Podría ser que la resaca del Argentinazo contenga mayores potencialidades revolucionarias que el propio Argentinazo?” y la respondimos de este modo: “la etapa actual ofrece la oportunidad (que se cerró muy rápido luego del Argentinazo) de desarrollar una experiencia popular más amplia en el tiempo (y en el espacio social) y, como consecuencia de esto, la posibilidad de desarrollar una mayor preparación política. En este sentido la resaca ofrece mejores perspectivas que la embriaguez” (PO 865, 26.8.2004).
A trece años del Argentinazo, el fracaso del nacionalismo está planteando una nueva oportunidad. El PO y el Frente de Izquierda están canalizando, con un planteo de lucha de clases e independencia política, a los “indignados” de la Argentina y ofreciendo, no solo a ellos, una alternativa de poder.
martes, 20 de diciembre de 2011
Dolor y deriva de aquel diciembre trágico
Reflexión del diputado nacional y presidente del bloque de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, a 10 años del 19 y 20 de diciembre.
Martín Sabbatella, Tiempo Argentino, 19 y 20 de diciembre,
Volver la mirada sobre aquel diciembre de 2001 genera sensaciones diversas. El dolor que crece por la sangre en la calle, por los muertos sobre el asfalto, en la vereda; por los jóvenes desafiando a un poder conservador, continuista y represivo, que se había vuelto impotente y prepotente; un pueblo desoyendo a un mandatario insensato que le tiraba nafta al fuego con la ilusión de apagarlo. Se mezclan las postales trágicas: policías montados contra militantes de a pie, nubes de gas lacrimógeno, balcones habitados, piquetes y cacerolas, pobres y ahorristas. Y enfrente, un gobierno neoliberal y corrupto, acorralado por su propia violencia, sentado en el vacío, optando siempre por el ajuste y la exclusión, traicionando la esperanza que había sabido generar en una parte de la sociedad.
En la calle, el estallido, la efervescencia, la rebelión, el descontento y las ganas de terminar con ese estado de las cosas. La potencia del hartazgo, el fastidio de uno y de millones que se cansan, que no sienten ni por asomo estar bien representados. Las demandas colectivas y populares mezcladas con las individualistas. La certeza de que esa ebullición televisada se lleva puesto a un presidente que eligió completar la obra de la dictadura y el menemismo; se lleva puesto el recurso de la resignación permanente, el “no se puede”, el siempre menos.
La incertidumbre de si es pura y dura bronca, sin un horizonte preciso, o si logrará parir una salida superadora. Si, en definitiva, el “que se vayan todos” es un grito utilizado por la antipolítica o si es una invitación a que nos metamos todos y se vayan los que se tienen que ir.
Ese devenir del descontento social, el derivar político del estallido escandaliza a algunos y tranquiliza a otros. En la Argentina de 2001 o en la Grecia de 2011, algo logra imponerse después de la tormenta, orientando la situación hacia nuevos horizontes, hacia una nueva etapa. Una etapa que, tal vez, como ocurrió aquí, sea notoriamente mejor que la anterior y que, con el tiempo, logre sintetizarse en un proyecto colectivo que dé respuestas efectivas a aquellas inquietudes y necesidades que patearon el tablero.
Primero, el dolor por los muertos como recuerdo imborrable, terrible. Luego, la deriva política del descontento social, el “nuevo” orden que empieza a andar entre el país desgarrado por la exclusión, por la incapacidad y por la muerte.
A diez años de aquella crisis gravísima, el presente reconforta y esperanza. Si aquello fue el comienzo del fin de una era siniestra para el país, este diciembre que vivimos nos encuentra en un momento extraordinario, andando un camino de transformaciones rumbo a un horizonte de más Democracia y más inclusión. Aquel país tenebroso, endeudado, dependiente, recesivo, que forzaba exilios, derivó en una Patria de pie, que se abre paso, que enfrenta con dignidad la soberbia ortodoxa; una Patria que decide crecer, y que invita a volver a los y las que se habían ido.
Aquel Estado demolido por la ineficiencia, por la corrupción, por el abandono, volvió a legitimarse con respuestas concretas, con intervenciones contundentes sobre la realidad social, económica e institucional.
Néstor Kirchner primero y Cristina Fernández de Kirchner después, lograron demostrar en sus gestiones que lo público es de todos, que el Estado puede ser y es parte de la solución y no del problema y que la Democracia es mucho más profunda, más amplia y más intensa que una rutina de elecciones.
La recuperación del sentido de la política como herramienta transformadora de la realidad, motivada por el entusiasmo militante y la capacidad de gestión de Néstor y Cristina, tuvo su correlato en el pueblo. Miles de argentinos y argentinas, en toda la extensión del territorio, lejos de abandonar el espacio público y refugiarse en sus vidas privadas, se entusiasmaron con esta nueva dimensión de la Democracia. Desde aquel conmocionado y fatal 2001, a este 2011 lleno de vida y de esperanza surgieron centenares de expresiones políticas populares que intervienen de una u otra forma llenando de participación la representación democrática.
La juventud es protagonista de la hora; juntándose, soñando entre muchos y muchas, bancando al proyecto nacional y popular, metiéndose en un barrio, en una plaza, en un sindicato, en un municipio; logrando desterrar para siempre la apatía, el individualismo, el “sálvese quien pueda”.
Más allá de quienes desearon lo contrario, la crisis se resolvió en Democracia.
En el medio se dieron cita otros dolores, como rebotes espantosos de aquella década infame y su diciembre trágico. El asesinato brutal de Maximiliano Kosteky y Darío Santillán, como rémoras de un pasado que se resiste a morir y que a veces intenta volver matando. Cómo obviar a Mariano Ferreyra, a los militantes de pueblos originarios baleados en el norte del país o al desaparecido Jorge Julio López, entre otras víctimas.
Así y todo, sin olvidar ni perdonar las muertes de esta década, este país es otro y es mejor. Con la memoria y el reconocimiento a quienes dejaron la vida en las jornadas del 19 y 20 de diciembre, con más justicia, con más igualdad, con más democracia, con más participación, con más hombres y mujeres siendo protagonistas de su destino.
Martín Sabbatella, Tiempo Argentino, 19 y 20 de diciembre,
Volver la mirada sobre aquel diciembre de 2001 genera sensaciones diversas. El dolor que crece por la sangre en la calle, por los muertos sobre el asfalto, en la vereda; por los jóvenes desafiando a un poder conservador, continuista y represivo, que se había vuelto impotente y prepotente; un pueblo desoyendo a un mandatario insensato que le tiraba nafta al fuego con la ilusión de apagarlo. Se mezclan las postales trágicas: policías montados contra militantes de a pie, nubes de gas lacrimógeno, balcones habitados, piquetes y cacerolas, pobres y ahorristas. Y enfrente, un gobierno neoliberal y corrupto, acorralado por su propia violencia, sentado en el vacío, optando siempre por el ajuste y la exclusión, traicionando la esperanza que había sabido generar en una parte de la sociedad.
En la calle, el estallido, la efervescencia, la rebelión, el descontento y las ganas de terminar con ese estado de las cosas. La potencia del hartazgo, el fastidio de uno y de millones que se cansan, que no sienten ni por asomo estar bien representados. Las demandas colectivas y populares mezcladas con las individualistas. La certeza de que esa ebullición televisada se lleva puesto a un presidente que eligió completar la obra de la dictadura y el menemismo; se lleva puesto el recurso de la resignación permanente, el “no se puede”, el siempre menos.
La incertidumbre de si es pura y dura bronca, sin un horizonte preciso, o si logrará parir una salida superadora. Si, en definitiva, el “que se vayan todos” es un grito utilizado por la antipolítica o si es una invitación a que nos metamos todos y se vayan los que se tienen que ir.
Ese devenir del descontento social, el derivar político del estallido escandaliza a algunos y tranquiliza a otros. En la Argentina de 2001 o en la Grecia de 2011, algo logra imponerse después de la tormenta, orientando la situación hacia nuevos horizontes, hacia una nueva etapa. Una etapa que, tal vez, como ocurrió aquí, sea notoriamente mejor que la anterior y que, con el tiempo, logre sintetizarse en un proyecto colectivo que dé respuestas efectivas a aquellas inquietudes y necesidades que patearon el tablero.
Primero, el dolor por los muertos como recuerdo imborrable, terrible. Luego, la deriva política del descontento social, el “nuevo” orden que empieza a andar entre el país desgarrado por la exclusión, por la incapacidad y por la muerte.
A diez años de aquella crisis gravísima, el presente reconforta y esperanza. Si aquello fue el comienzo del fin de una era siniestra para el país, este diciembre que vivimos nos encuentra en un momento extraordinario, andando un camino de transformaciones rumbo a un horizonte de más Democracia y más inclusión. Aquel país tenebroso, endeudado, dependiente, recesivo, que forzaba exilios, derivó en una Patria de pie, que se abre paso, que enfrenta con dignidad la soberbia ortodoxa; una Patria que decide crecer, y que invita a volver a los y las que se habían ido.
Aquel Estado demolido por la ineficiencia, por la corrupción, por el abandono, volvió a legitimarse con respuestas concretas, con intervenciones contundentes sobre la realidad social, económica e institucional.
Néstor Kirchner primero y Cristina Fernández de Kirchner después, lograron demostrar en sus gestiones que lo público es de todos, que el Estado puede ser y es parte de la solución y no del problema y que la Democracia es mucho más profunda, más amplia y más intensa que una rutina de elecciones.
La recuperación del sentido de la política como herramienta transformadora de la realidad, motivada por el entusiasmo militante y la capacidad de gestión de Néstor y Cristina, tuvo su correlato en el pueblo. Miles de argentinos y argentinas, en toda la extensión del territorio, lejos de abandonar el espacio público y refugiarse en sus vidas privadas, se entusiasmaron con esta nueva dimensión de la Democracia. Desde aquel conmocionado y fatal 2001, a este 2011 lleno de vida y de esperanza surgieron centenares de expresiones políticas populares que intervienen de una u otra forma llenando de participación la representación democrática.
La juventud es protagonista de la hora; juntándose, soñando entre muchos y muchas, bancando al proyecto nacional y popular, metiéndose en un barrio, en una plaza, en un sindicato, en un municipio; logrando desterrar para siempre la apatía, el individualismo, el “sálvese quien pueda”.
Más allá de quienes desearon lo contrario, la crisis se resolvió en Democracia.
En el medio se dieron cita otros dolores, como rebotes espantosos de aquella década infame y su diciembre trágico. El asesinato brutal de Maximiliano Kosteky y Darío Santillán, como rémoras de un pasado que se resiste a morir y que a veces intenta volver matando. Cómo obviar a Mariano Ferreyra, a los militantes de pueblos originarios baleados en el norte del país o al desaparecido Jorge Julio López, entre otras víctimas.
Así y todo, sin olvidar ni perdonar las muertes de esta década, este país es otro y es mejor. Con la memoria y el reconocimiento a quienes dejaron la vida en las jornadas del 19 y 20 de diciembre, con más justicia, con más igualdad, con más democracia, con más participación, con más hombres y mujeres siendo protagonistas de su destino.
Por Roberto Sáenz e Isidoro Cruz Bernal - Revista SoB n° 13, noviembre 2002
Categoría: Argentina, Argentinazo, Revistas SoB 1-15
Etiquetas: Isidoro Cruz Bernal, Roberto SáenzArgentinazo: política, estrategia y teoría
Los
orígenes y los factores que motorizaron el “argentinazo” vienen de
larga data. Conviene analizar algunos de ellos para luego poder dar
cuenta de la mecánica general de las clases y sus enfrentamientos.
Explicar la pertinencia de la perspectiva socialista tiene íntima
relación con ello.
El
“argentinazo” debe ser objeto de reflexión en dos niveles claramente
diferenciados. Un primer nivel que muestra lo que ha favorecido la
emergencia del “argentinazo” y que funciona como un estímulo permanente
que sigue alimentando su desarrollo. El segundo nivel refiere a lo que
opera como límite para que el actual proceso avance en favor de los
intereses de la clase trabajadora.
La reflexión que cabe hacer respecto a esto es que ambas series recubren los mismos fenómenos. Los disparadores del “argentinazo” ofician al mismo tiempo como estímulo y como límite del actual proceso.
Los fenómenos a los que nos referimos son: a) las disfunciones
estructurales del régimen de acumulación del capitalismo argentino (es
decir lo que se ha “naturalizado” con la denominación casi costumbrista
de “la crisis”); b) el signo de interrogación que pende sobre la
mediación democrático–burguesa instalada desde 1983, corporizado en la
consigna “que se vayan todos”; c) la rebelión del hambre, motorizada por
una desocupación de masas y por la creciente marginación de las capas
más pobres de la clase trabajadora, que se expresó a través de los
saqueos; d) el incipiente comienzo de ingreso a escena de los
trabajadores “ocupados”, expresado a nivel de la vanguardia a través del
proceso de ocupaciones de fabrica; e) la disposición de una amplia
vanguardia (de impronta más social que política, muy combativa pero poco
politizada) a entrar en la pelea política y en la confrontación con el
régimen político y social vigente; fenómeno visible en la lucha en las
calles del 20 diciembre.
El problema del régimen social de acumulación
El
régimen social de acumulación del capital instaurado por la dictadura
cívico–militar de 1976 y radicalizado por el menemismo en los ’90, ha
llevado a la quiebra de la Argentina capitalista.
En
este país se ha visto una versión exacerbada de las tendencias actuales
del sistema capitalista en el que el aumento de la tasa de ganancia se
independiza de cualquier expansión de los mercados (aun moderada) y de
las pautas de consumo populares (que conformaban lo que los
“regulacionistas” llaman fordismo). En la Argentina de los ‘90 la
desestructuración del mercado interno (con el consecuente aumento
geométrico de la desocupación) y la proyección trasnacionalizada de la
clase dominante local fueron los factores fundamentales que llevaron a
la quiebra de la Argentina como país capitalista. El resultado inmediato
de esto es la posición de arbitraje respecto a cualquier
reestructuración del país con que ha emergido el imperialismo
norteamericano.
Esta
situación es un obstáculo de hecho a cualquier política compensatoria
para el conjunto de las clases populares que el estado capitalista pueda
llevar adelante, por más tímida que ésta sea. De todas formas hay que
matizar. Hablamos de una política general, es decir para el conjunto de
todas las clases y fracciones de clase dominadas. En este momento el
estado burgués está llevando adelante una política de este tipo con
referencia a los trabajadores desocupados (especialmente a los
organizados). Más adelante nos referiremos a esto. Sin embargo este
aspecto particular de la realidad no invalida que, en términos
generales, el capitalismo argentino no puede andar subsidiando a la
pequeña burguesía ni aumentando los salarios de los trabajadores
ocupados. Más bien al revés. Las condiciones de vida de las clases populares deben empeorar para que el reventado capitalismo argentino salga adelante.
Este panorama general ha tenido como consecuencia que se abra un
espacio de trabajo para la izquierda revolucionaria, cosa evidente desde
antes de diciembre.
Pero
a la vez aumenta al máximo la responsabilidad política de los
revolucionarios, porque en las condiciones actuales en las que la
sociedad explotada y oprimida vive en la desesperación permanente o
lindando con ella y que el estado de ánimo general del pueblo es
extremadamente volátil y circunstanciado, las tareas de orientación en
el sentido de politizar y organizar se vuelven decisivas. De ellas
depende que los trabajadores y todos los oprimidos puedan inclinar la
cancha en su favor. La desesperación respecto a las condiciones
materiales de existencia está lejos de ser un combustible que siempre
nos favorezca. El capitalismo tiene experiencia en administrar
situaciones de este tipo, en las que las explosiones de odio popular y
de clase se vuelven tan regulares como las mareas. Como si eso fuera
poco, las situaciones de estrechez material desmoralizan a los
explotados. Es conveniente recordar que en el anterior ascenso obrero y
popular, el ocurrido entre el “Cordobazo” y el golpe del ‘76, el sujeto
que lo protagonizó surgió de una Argentina en crisis pero que estaba
lejos de los desequilibrios actuales.
Además
de estos problemas que hacen a la intervención política, pero que son
de tipo más estructural, es importante definir que hasta ahora la
izquierda revolucionaria no ha sido de gran ayuda para que los
trabajadores y las clases populares den un vuelco político ofensivo
contra el enemigo burgués e imperialista. Más bien al volver
instrumentales las luchas de los diversos sectores de la recomposición
(el PO con su populismo piquetero, el MST colaborando en la
burocratización de las asambleas que maneja o el PTS con su política
sectaria y burocrática en el pequeño sector de fábricas ocupadas en que
tiene influencia) han tenido un papel conservador, que objetivamente ha
ayudado para “aquietar las aguas” entre los explotados al mantenerlas
aprisionadas en compartimentos estancos.
Rebelión democrática contra la “democracia” y poder político
El “argentinazo” de diciembre cristalizó una situación de colapso de las instituciones de la democracia burguesa posmalvinas.
Las capas fundamentales de la población ven al presente régimen como un
enemigo, alguien enfrentado a sus intereses y a su bienestar material.
Ello se corporiza en el rechazo unánime a los “políticos ladrones” pero
alcanza también a los grupos económicos concentrados (especialmente a
las “privatizadas”) así como al papel de la deuda y, más limitadamente,
al imperialismo.
Lo
que sí no cabe duda es que la mediación de la democracia burguesa se
halla en una gravísima crisis. Democracia burguesa cuya “progresividad”
en la Argentina se agotó en la mera persistencia de las formas electivas
y de deliberación y que debido los cambios estructurales posteriores al
‘76 careció de posibilidades de integrar socialmente a sectores de las
clases dominadas. Este es un elemento que debemos evaluar. En los
primeros años de democracia burguesa, en razón del recuerdo de los años
de represión dictatorial, éste régimen aparecía ante las clases
populares como “algo a cuidar”. Eso se vió con claridad en la Semana
Santa de 1987. Posteriormente, con el resultado de las crisis militares
subsiguientes más el curso reaccionario de las políticas económicas, se
fue asentando la percepción de que el orden democrático–burgués no era
precisamente un frágil capullo a cuidar y desarrollar. Que cómo la
“democracia” seguía escrupulosamente una política en favor de los grupos
económicos, estaba lejos de correr peligro alguno a manos de un cada
vez más fantasmal golpismo antidemocrático. Esa situación se fue
degradando cada vez más a medida que el tiempo transcurría. El lazo
entre el elenco político gobernante y la población se fue volviendo cada
vez más tenue hasta llegar a una casi total exterioridad como la hoy
existente.
Por
supuesto que esta evolución no supone una acumulación progresiva de
menor a mayor sino que reconoce sucesivos quiebres que abren o cierran
etapas diferenciadas. Es evidente que a través de la convertibilidad,
especialmente en los primeros años, la clase dominante consiguió armar
un esquema que gozó de una indudable hegemonía a pesar de su fragilidad.
Sin duda esos dos aspectos contradictorios (hegemonía + fragilidad
interna y externa) ayudaron a que la caída de la convertibilidad haya
sido un sorpresivo, rápido y duro despertar a la realidad para
importantes sectores medios, los cuales han navegado simultáneamente
entre la indignación, la confusión y la incorporación a la vida
política. De todas formas más allá de que aparentemente las cosas
funcionaban bien en ese paraíso perdido para “el” consumidor ideal que
fue la convertibilidad, la mayoría de la sociedad argentina ya percibía a
los políticos como una banda de ladrones (más allá del alcance político
que pueda tener esta idea, ya que son evidentes sus límites). Pero se
pasó de una queja despolitizada acerca de la corrupción a un reclamo
como el de “que se vayan todos”. Este reclamo absoluto del que la
burguesía se queja y califica de imposible o de utópico, más allá de su
falta de propuesta por la positiva, tiene el valor de cuestionar en los
hechos las virtudes de la democracia representativa (es decir burguesa,
limitada a un funcionamiento en el que todos son tratados únicamente
como “ciudadanos”, que esconde las condiciones reales de desigualdad
vigentes) como modo de producir decisiones que favorezcan a la mayoría.
El sentimiento de que “nadie me representa” se ha vuelto una
cuestionadora porción de energía de re politización a través del “que se
vayan todos”. El sentido posterior de esta demanda dependerá de los
acontecimientos futuros, entre los que se encontrarán la política de la
izquierda revolucionaria y cómo ésta plantee la confluencia de todos los
sectores del “argentinazo”.
Esa evolución de la que hablamos esta localizada en el siguiente marco: la
rebelión democrática desde abajo contra la “democracia” vigente,
explícita desde diciembre y enunciada por el “que se vayan todos”, no
puede estabilizarse en su actual grado de conciencia política y
organización. O avanza o retrocede. La exigencia de democratización
verdadera no puede quedar varada en la proposición puramente negativa
“que se vayan todos”, aunque haya sido de su original fuerza
contestataria de donde extrajo su enorme progresividad inicial. “Que se
vayan todos” está muy bien como formula de rechazo que impugne a esta
democracia para ricos en la que vivimos pero carece de una perspectiva
que ilumine cómo trascenderla, cómo ir más allá. Es decir de qué manera
se puede erigir otro orden político (y social) en el cuál la población
trabajadora pueda verdaderamente decidir su destino y no sólo optar por
candidaturas digitadas por los poderosos. En este marco, los
revolucionarios tenemos una oportunidad política estupenda para dejar
visibles las limitaciones insalvables de la democracia burguesa. La base
material de esto se asienta en la experiencia de casi 20 años que han
hecho las clases populares con éste régimen. La dificultad, y el
desafío, radica en poder volver experiencia y conciencia política en
las más amplias masas la necesidad de expropiar a los patrones y
subvertir las relaciones de producción capitalistas para que pueda
ser posible una verdadera democracia. Una nueva sociedad dirigida por la
clase trabajadora y sus aliados en el resto de las clases populares.
Este
es el significado de fondo de lo que hace unos números atrás de esta
revista llamamos “trabajar en la perspectiva histórica de la revolución
socialista”. El “argentinazo” de diciembre significó haber puesto los
cimientos para que esta perspectiva histórica, pese a las dificultades
enormes que ella implica, pueda volver a ser puesta en juego.
Si
hacemos una aproximación más concreta podríamos resumir este aspecto de
la situación abierta por el “argentinazo” diciendo que para poder
sostener sus iniciales motivaciones democráticas sin que involucionen o
que sean traicionadas la rebelión popular debe progresar más allá de
ellas, ir en un sentido anticapitalista y socialista, afectando el
derecho de la propiedad privada burguesa. O se avanza o se retrocede.
Rebelión del hambre, recomposición y poder territorial
Una
de las fuerzas motrices del “argentinazo” ha sido lo que podemos
denominar la “rebelión del hambre”, cristalizada en los masivos saqueos realizados en el conurbano bonaerense y en el gran Rosario.
El
proceso más general arranca de bastante atrás y en él se reconocen 2
variantes fundamentales: las puebladas en el interior y el movimiento de
desocupados en el conurbano.
El
primero, corporizado en los hechos de Santiago del Estero, Jujuy,
Cutral–Có y otros empezó a desarrollarse, al principio en forma aislada
pero adquirió gradualmente un carácter de contagio y expansión a medida
que se producía el punto de inflexión del menemismo. La decadencia del
último período de Menem fue producto de la imposibilidad de generar otro
momento de expansión económica similar al del 91–93 o 96–98 (más allá
de que la bomba le explotara a De la Rúa). La base en la que se sustentó
esta imposibilidad estuvo dada en el “neo–dualismo” en el que la
globalización capitalista sumió a la Argentina (crecimiento de la tasa
de ganancia combinado con la contracción del mercado tanto laboral como
de consumo). El resultado de esto es que una gran cantidad de pueblos y
ciudades del interior vieron reducidas al máximo sus posibilidades de
supervivencia. Algunos de ellos porque su economía se basaba en empresas
que explotaban un recurso natural (por ejemplo el petróleo en Tartagal)
que al ser privatizadas y “racionalizados” sus trabajadores dejaron a
esos pueblos al borde de la extinción.
Éstas
luchas presentaron un carácter por un lado defensivo ya que se peleaba
por lo mínimo y por otro lado explosivo y volátil que rápidamente se
orientó hacia la acción directa, hacia métodos de lucha ofensivos. En
algunos casos espontáneo y desorganizado (Santiago). En otros igualmente
violento pero que buscaba organizarse (y lo lograba mayormente) a
través de formas asamblearias y de democracia directa (Cutral–Có). Las
puebladas tuvieron la virtud en tiempos que duraba la hegemonía de la
convertibilidad de Menem–Cavallo de oradar su legitimidad y hacer
visible la existencia de movimientos sociales en los que empezaba a
organizarse el sector más marginado de la clase trabajadora y del resto
de las clases populares.
La
otra vertiente por la que se desarrolló la “rebelión del hambre” se
refiere a la actividad desplegada por los movimientos de desocupados del
conurbano bonaerense. También aquí se expresó lo que llamamos
“neo–dualismo” que expulsó del mercado laboral y de consumo a miles de
trabajadores y sectores medios alcanzando una proporción de masas. La
gran mayoría de estos sectores fueron inicialmente “colonizados” por el
aparato duhaldista en forma clientelística y asistencial. En la primera
parte de los ‘90 esto constituyó un experimento de control social
exitoso para la clase dominante pero la misma acumulación cuantitativa
de miseria y marginación sumado al desgaste del peronismo, terminó
desbordando las posibilidades de este aparato de administrar él sólo las
contradicciones explosivas generadas en los ‘90.
Sin
duda decir que el aparato duhaldista está quebrado sería deformar la
realidad hacia un optimismo exagerado. Pero no puede desconocerse que su
posibilidad de control territorial está bastante debilitada. La
existencia de los actuales movimientos de desocupados es la expresión activa
de ello. Al mismo tiempo el hecho de que éstos mismos movimientos sean
minoritarios respecto al conjunto de desocupados muestra los límites que
se pueden registrar –hasta ahora– en el quebrantamiento de la base
social del peronismo, aún después del “argentinazo”. Otra dificultad
adicional se relaciona con que la mayoría del movimiento de desocupados
se halla bajo la dirección de nuevos y viejos reformistas (FTV–CTA y
CCC). Pero respecto a este último factor corresponde aclarar que el
“argentinazo” introdujo una dinámica diferente, favorable a la
radicalización (más allá de que ello no se expresó en crisis abiertas de
los agrupamientos reformistas).
Hay que remarcar sin embargo que la formación de un amplio movimiento de desocupados ha introducido una
cuña importantísima en el juego de relaciones de fuerzas entre el
estado capitalista y sus redes políticas de contención y las masas
populares. Naturalmente todo ello introduce presiones sociales
contradictorias al interior de estos movimientos. La más importante es
el predominio aplastante de lo reivindicativo sobre lo político.
Indudablemente la búsqueda de los desocupados por aliviar su situación
material es el motor principal que ha ayudado a la expansión del
movimiento. Pero si no se hacen entrar elementos de politización y
autodeterminación se corre el riesgo de que el movimiento sea un simple
factor de presión que solamente actúe en forma subordinada a la
iniciativa de las fuerzas sociales burguesas. Nadie niega que conseguir
bolsas de comida para los compañeros que han sido expropiados por el
capitalismo de la única forma de sobrevivir que éste mismo reconoce (la
obtención de un salario) sea una tarea muy importante. Pero si los
compañeros desocupados no adquieren “vuelo propio” en política, a la
corta o a la larga, van a ser colocados en la posición de objetos
pasivos de las maniobras enemigas.
Sin
que nos salgamos por completo de lo reivindicativo (hay que estar loco
para pensar así) los socialistas pensamos que una vía para allanar la
distancia entre lo inmediato de las necesidades materiales y la urgente
politización es plantear como eje político central –para ordenar el
programa del movimiento de desocupados– a la lucha por conseguir trabajo genuino.
En este planteo se reúne la atención sobre los problemas más urgentes
de los compañeros con una perspectiva que les permita visualizar las
causas por las que ellos están esa situación y que a la vez los ayude a
despegarse de una práctica cotidiana con elementos clientelísticos
(incluso reproducidos por organizaciones que se dicen independientes,
como el MIJD o el “Polo Obrero”) en que se reabsorben los aspectos
contestatarios y de clase del movimiento.
La
base social del peronismo en el conurbano bonaerense está cruzada por
las distintas políticas de las fuerzas sociales en pugna. Pero ninguna
de ellas ha alcanzado un nivel de hegemonía en relación a las fuerzas
que puede movilizar. Los saqueos fueron el producto de la explosión de
todas las contradicciones antagónicas que se habían acumulado. El sujeto
plebeyo (obrero y de sectores medios arruinados) que saqueó fue una
alianza social bastante amplia pero que en los meses subsiguientes no
pudo cristalizarse en algo permanente. Esto no significa que el sujeto
activo de la rebelión del hambre haya salido fuera de escena. Pero a
nivel de masas presenta problemas de la misma clase que el movimiento de
desocupados. Sus urgencias materiales lo convierten en sujeto pasivo de
los beneficios con que se atempera la miseria. A una escala superior a
la que pueden llegar los movimientos de desocupados, éstos sectores son
el objeto de políticas como los planes jefe / jefa. Sin embargo, la
crisis del poder territorial burgués va más rápido que la capacidad de
los municipios, los punteros y el gobierno para absorber demandas.
En más de un sentido el futuro de la situación depende de cómo
evolucione la conciencia de ésta amplia franja popular, hacia qué lado
se vuelque.
La propiedad privada, las ocupaciones de fabrica, los trabajadores ocupados y la “unidad de clase”
Posteriormente
al 19 y 20, se ha venido dando un fenómeno singular: las ocupaciones de
fabrica. Estas no se venían dando en esta escala e intensidad, en los
últimos 20 años. Es verdad que se trata –hasta ahora– sobre todo de
pequeñas y medianas empresas, pero marca un agudo contraste con lo
acontecido a lo largo de la década del ’90. Durante la misma, ante los
despidos y cierres de empresas, los trabajadores, invariablemente,
agarraban “el dulce” de la indemnización. Sin embargo, en las visibles
condiciones de bancarrota económico social, de la “muerte social” que
significa quedar sin trabajo, el desarrollo de la experiencia de las
ocupaciones de los lugares de trabajo fabril, ya ha llegado a unas 100
empresas.
Sin embargo, dentro de estas experiencias esta en desarrollo un agudo debate estratégico entre dos orientaciones, en el fondo, antagónicas.
Despejando todo lo demás, se puede decir que estas dos orientaciones se
refieren por un lado a la caída en un mecanismo “economicista” que
pierde de vista el valor político de la ocupación, lo mismo que la
relación con el resto del movimiento de los trabajadores, tomando la
tarea de administrar la empresa en cuestión como “fin en si mismo”. Por
esta vía, el cuestionamiento implícito de la propiedad privada que
muestran estas experiencias se diluye. Un rasgo que las ha caracterizado
es que son llevadas a asumirse como una especie de “solución informal” a
la crisis, para asegurar la supervivencia material de los trabajadores a
niveles mínimos, impidiendo su proyección política y dejando implícita
la posibilidad de un “retorno a la normalidad” (es decir en caso de que
el proceso abierto en diciembre sea derrotado) Si solo se trata de
“producir” en los marcos del sistema, a la lógica de la competencia, a
la lógica de la ganancia, a la lógica del valor, las posibilidades de
que los trabajadores puedan llevar adelante experiencias en las que se
autodeterminen y recuperen el control de sus vidas, se vuelven casi
nulas. Este es el caso –entonces– de las cooperativas agrupadas en el
“Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas”, hegemonizado por el
neorreformismo, la Iglesia Católica y diversas fracciones duhaldistas y
peronistas en general, articuladas a partir de intendencias y
municipalidades.
Existe,
por otro lado, una serie de experiencias de características muy
distintas: que buscan la re nacionalización de empresas, control obrero y
/ o administración obrera de las mismas. Sus casos mas importantes y
“emblemáticos” son la mina de Río Turbio y Zanón. No nos interesa aquí
detenernos en detalles o en sus limitaciones (que también las tienen),
sino solo señalar que marcan –en sentido general– un camino distinto,
no economicista (o por lo menos, expresan una tensión en este sentido),
donde mas o menos explícitamente se asume o se comprende que el
cuestionamiento a la propiedad privada que implican estas experiencias,
expresan a la vez un cuestionamiento político a la dominación de la
clase burguesa en la sociedad, y que la supervivencia de estas
experiencias no dependen –en el fondo– de algún calculo económico, sino
de su proyección política hacia la confluencia con el resto de los
trabajadores del país y hacia la expropiación bajo administración de los
trabajadores de las principales ramas de la economía.
Aquí
–entonces– lo que esta puesto sobre el tapete, es el hecho profundo que
en las condiciones de un proceso revolucionario, se expresa –en estas
experiencias– una clara afectación a uno de los baluartes centrales del
sistema: el imperio de la propiedad privada.
Al mismo tiempo, no se trata solamente del proceso de las ocupaciones de fabrica.
Lo central, lo decisivo, lo estratégico, es el favorecer la evolución
de los sectores de trabajadores que tienen empleo y que en las
condiciones de barbarie del país y de la real “muerte social” que
significa perder el trabajo, siguen –en su mayoría– “quietas”.
Parte de esto es el hecho de que la burocracia sindical tradicional
–aun en medio del inmenso quiebre y vaciamiento que viven los
sindicatos– sigue siendo un “hierro” a vencer a la hora de que la
recomposición de los trabajadores por el lado independiente, de clase y
revolucionario, se generalice realmente a nivel de la clase trabajadora,
cosa que aun no es, y que es esencial para una ulterior progresión del
“argentinazo”.
Porque
hay un elemento que de aparecer en el escenario de la lucha política y
social puede ser cualitativo: la entrada de la clase trabajadora ocupada
como tal al proceso abierto por el “argentinazo”. No de manera diluída
en la población en general como ha sido hasta ahora, sino haciendo pesar
su número y métodos de lucha. Esta entrada es decisiva para enfrentar
de conjunto los problemas de la recomposición política y social. Y,
también, para superar los límites del proceso en tanto que proceso
democrático que cuestiona los marcos del régimen político pero que no
apunta de conjunto contra el derecho de propiedad y contra la clase
capitalista como tal.
Y
esto es lo que pone sobre la mesa, como aspecto central, los problemas
de unidad y división de los trabajadores. Porque hay que tomar a la
clase trabajadora tal cual es, percibiendo su rostro real. Cosa que
debido a los cambios sociales de 25 años a esta parte adquiere una mayor
dificultad que en la época del Cordobazo en la que el componente
proletario industrial –con trabajo– era absolutamente predominante. No
había otra clase trabajadora por fuera de esa. La clase trabajadora
de hoy presenta un rostro escindido, que es conceptualizable a partir de
la división entre ocupados súper explotados que trabajan 10, 12 o 14
horas y desocupados que carecen de posibilidad de volver a tener
trabajo. Cualquiera de estos dos segmentos, pensados por separado,
parece carecer de fuerza para que los otras clases populares puedan
tomarla como referente. Ya sea los desocupados tomados como objeto
de la caridad social o los ocupados percibidos como “laburantes” que
hacen cualquier cosa para no quedar sin empleo. Para que la clase
trabajadora pueda tener posibilidades de dar una salida política e
histórica al conjunto de la población oprimida debe ser una clase
respetada y también temida. Para eso es indispensable la unidad de clase,
que el conjunto de los trabajadores puedan pensarse y verse como un
mismo sector. Además, tenemos que pensar la unidad de clase en forma
dinámica y no estática, como la unidad de una clase social en
proyección, a la búsqueda de hegemonizar al resto de las clases
populares. Para que pueda hacer esto, es una condición indispensable que construya organismos propios unitarios (por
ejemplo, una verdadera asamblea nacional de ocupados y desocupados) en
los que se exprese su poder social como clase. La clase trabajadora no
es una categoría estadística u ocupacional para uso del INDEC. Cuando
los marxistas hablamos de clase trabajadora nos referimos a un sujeto
social y político que sólo toma real y efectiva existencia cuando
aparece como tal en la lucha de clases.
Debemos
tomar a la clase trabajadora que existe, aceptándola como es,
privilegiando hoy el vuelco hacia los trabajadores ocupados en su
conjunto. Sobre todo de las grandes estructuras productivas: las grandes
fabricas, las grandes empresas de transportes, los grandes centros de
comercialización. Ni a los desocupados marginados por el capital de todo
lazo con la producción (como lo hace el PO) ni los procesos de las
fábricas ocupadas (como hace el PTS, omitiendo que ninguno de esos
procesos se da en estructuras importantes) pueden por si mismos tener la
fuerza para representar al conjunto de los trabajadores. La necesaria
proyección de la clase trabajadora no puede darse por ninguna de éstas
vías aisladamente. Ni a los esforzados militantes de los movimientos de
desocupados que piden plata con alcancías, ni a los trabajadores que
ponen a andar la producción de una pequeña empresa les alcanza para
aparecer como miembros de una clase que aspira a ser hegemónica. Para
esa perspectiva hace falta privilegiar una sola cosa: favorecer el
ingreso a la escena del argentinazo al conjunto de los ocupados y pelear
por la unidad de clase entre ocupados y desocupados.
Lucha social, lucha política, vanguardia y masas
Una característica del actual proceso político–social es que la recomposición de las clases populares ha progresado más en el campo social que en lo estrictamente político.
No queremos decir que no existan elementos de avance político pero es
indudable que la tónica dominante viene por el costado social. Cosa que
le da importantes rasgos movimientistas a la recomposición. Esto opera
como avance, producto de las tendencias “multiplicadoras”, de
masificación, del “movimiento”. Y, a la vez, como limitación, dadas las
evidentes dificultades de la vanguardia en procesar y proyectar
políticamente su experiencia hacia el conjunto.
Como
en todo proceso político–social se puede apreciar la distinción entre
una vanguardia y el resto de los compañeros. También al interior de la
vanguardia se registran diferencias entre la que tiene rasgos
estrictamente políticos y la vanguardia de los militantes sociales. La
primera está compuesta por el activismo perteneciente –en general– a
organizaciones políticas. La segunda por el amplio y variado conjunto de
compañeros que actúan en el movimiento piquetero, en los comedores, en
las asambleas populares, en las fabricas ocupadas, en los lugares de
trabajo en lucha.
Es
necesario distinguir entre ambas franjas de activistas debido a que sus
prácticas sociales, y por lo tanto sus problemas, son bastante
distintos. Porque expresan –en el fondo– dos “principios” distintos
(aunque, potencialmente, complementarios): el activista social llega al
movimiento por necesidad: su principio es reivindicativo. Se eleva de
lo reivindicativo a lo político. El militante político llega al proceso
de la lucha en virtud de una comprensión general: su principio es la
posición política. De lo político va a lo reivindicativo.
Estos
dos “principios” distintos, expresan –una vez mas– posibilidades
potenciales y a la vez, limites. Porque es muy fácil para los aparatos
burocráticos (como la CTA y la CCC), separar la lucha reivindicativa de
la política; separar la pelea por las necesidades mas inmediatas de la
lucha de conjunto, por el poder, por la transformación de la sociedad
toda. Porque la combinación de la “lucha económica” y la “lucha
política” hace a la forma mas alta de la lucha: la lucha de clases
política, la huelga política de masas.
En
este marco, el militante, y el cuadro político en especial, traen al
interior de los movimientos sociales la línea de su organización. Esto
constituye su aporte específico al proceso actual. Haciendo abstracción
de lo acertado o equivocado de la política de cada organización (que por
supuesto no es un problema menor) pueden y deben aportar una
comprensión de conjunto de los problemas de los actuales movimientos
sociales. Esto es esencial, a condición de no convertir a los
movimientos –en los que hace pie– en una simple correa de transmisión
para su propio crecimiento como organización. Es decir,
instrumentalizarlos para sus propios fines, perdiendo los objetivos del
movimiento en su conjunto. Esto termina despolitizando, al reproducir
–inconscientemente– las formas burguesas de hacer política, lo que es
totalmente distinto a la necesaria –y la mas de las veces implacable–
lucha política e ideológica entre organizaciones.
De
todas formas, aunque fenómenos de este tipo sean un tremendo problema,
no ayuda a nuestra comprensión, el trazar líneas de demarcación nítidas
entre un componente “bueno” encarnado en los movimientos sociales y un
componente “malo”, cristalizado en los “pérfidos” aparatos. Los
problemas de la recomposición son de conjunto, abarcan aspectos
referidos al papel de las organizaciones políticas pero también a las
prácticas sociales de los distintos movimientos. Incluso se puede decir
que las manifestaciones aparatistas de los partidos políticos de
izquierda refuerzan los componentes más inmediatistas y hasta
clientelistas de los movimientos sociales. Cosa que se ve claramente en
los movimientos de desocupados. Las dificultades que hasta hoy aparece
en ellos para poder ir más allá de las prácticas del “día a día”,
exclusivamente centradas en las bolsas de comida y los planes trabajar,
son un ejemplo de esto. Reiteramos que no estamos diciendo que éstas
reivindicaciones inmediatas haya que abandonarlas. Pero si el movimiento
de desocupados quiere proyectarse adelante, no puede quedarse en el
reclamo de paliativos para aliviar su situación sino que debe luchar por
soluciones. Y éstas son políticas. El problema es que esa política debe
ser para el conjunto del movimiento. Para que el proceso avance de
conjunto, hay que destrabar la doble pinza que forman el aparatismo y el
reivindicativismo semi–clientelista (1).
Los
problemas de la recomposición deben ser tomados de conjunto. Tanto los
que se desprenden de los fenómenos aparatistas o del distanciamiento
entre la vanguardia y las masas, como de los límites que cada sector de
la recomposición se impone a sí mismo al agitar sus reivindicaciones de
modo exclusivo, ateniéndose a su “programa mínimo”. Las palabras de
orden siguen siendo: confluencia, masificación y politización.
Notas
(1)
Fenómenos similares se dan también en las asambleas populares,
potenciados en que al ser movimientos menos coaccionados por una
necesidad les faltan muchas veces elementos de cohesión colectiva. Hay
que diferenciar aquí la dinámica de una parte importante de las
asambleas del Gran Buenos Aires en las que las reivindicaciones
vecinales, producto del gran avance de la pobreza urbana, provee de
elementos de unificación, cosa que no siempre sucede en las asambleas de
Capital o de zonas del GBA en que la presencia dominante de sectores
medios dan una impronta distinta, en la que muchas veces la ausencia de
reivindicaciones comunes e inmediatas, le da una dinámica más cercana a
una reunión de militantes o, al revés, a una comisión de fomento
barrial.
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