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Como agujas sangrantes del reloj capitalista...
Así, como el del amor,
Jamás las horas detendrá!,
Y aquel que se arruinó
Se deba reparar.
Su aguijón, nunca dejará
En paz a los que solo corren
Tras fama, fortuna o poder!
Su cuchillas los perseguirán!
No son más que venenos
Que muchos gustan beber
Existe un reloj sin apuro,
Que marca horas del remanso
Que no es necesario alcanzar
Añejas, para hallarlas sabias.
Si lubricamos su engranaje,
Con la luz de la fé y el coraje,
Fortaleza, decisión y voluntad.
Mejor que uno alemán
Nuestro reloj interior
No puede fallar!
Ya es pasado, el futuro de hoy!
No hay más que hablar!
No nos crucemos de brazos!
Sepamos ver y mirar,
Más allá de los discursos,
En nuestras manos está!
Tic tac, tic tac, tic tac tic tac
Marca un pulso,
Sugiere u ordena?
Si oímos los latidos,
No habría ninguna duda
Su pulso los valores humanos,
Que ni de izquierda,
Ni de derecha son.
Miseria hambre no es ideología
Intolerancia y odio tampoco.
Los humanos, somos libres
Para pensar y decidir.
Siniestra y sistemática.
La manipulación cruel.
Se tiñe de oportunismo,
Y se arrastra tras del poder.
Así, elige su tiempo,
Pasa y marca su hora
Siguiendo un rumbo fijo,
Como agujas del reloj.
Hacia una derecha sin derechos
Para que nadie se interponga
El reloj del pirata del norte,
Marca horror y destrucción.
Lo diferente no anula,
Nos enriquece a los dos.
Eso no lo entienden
Para eso sembramos
Ya nada esperamos!
Nos comprometemos más,
A cantar con todos,
Con roja convicción!
Y si fuese necesario,
Dar vuelta las agujas del reloj
Mientras el tiempo de aquel
No sea el de la vida!
Todos los poemas pertenecen a
FRANCISCO ALVERO CANTA
Reservado todos los derechos.
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