miércoles, 19 de agosto de 2015

"Para quien cantas norteño?" POESIA CANTADA de FRANCISCO ALVERO, EL JUGLAR de los CAMINOS MUSICALES


Para quien cantas norteño?
POESIA CANTADA 

De FRANCISCO ALVERO, 
EL JUGLAR 
de los CAMINOS MUSICALES

Para qué cantas norteño?
Para quien cantas?
Yo canto para mi tierra
Ayayay, tan castigada
Con inmensa fe en mi gente
Totalmente esperanzada

Canto del viejo Ingenio San José
Rudo trapiche del ayer
Quiero tu llanto yo beber
Ver a tu zafra florecer

Canto que nace del cañaveral
Nutriendo todo Tucumán
Corazón del Tajalmalal
Vibra tu sol primaveral

Vengo de un noble árbol tucumano,
Cuna del eterno florecer
Donde se muelen las penas
Como en los Ingenios, ayer

Tu quena llora norteña
Por qué no canta?
Por qué ese llanto dolido
Solito sale del alma?
Reguemos la flor dormida
Despertándola en vidalas

Llanto del surco muerto en el ayer
Apuñaleando todo mí ser
No está el trapiche gusto a miel
Herido en el tiempo aquel

Cause profundo del cañaveral
Verde esperanza sembrará
Ya todo, todo aguarda ya
Rompo silencio y soledad

Pateando el alba la sonrisa se escarcha
Mirando al suelo el silencio opresor
Iba mi agüelo rumbo al negro surco
Dulce esperanza llena de dolor

Soy simplemente un retoño de ese árbol
De un bello pueblo norteño trabajador
Traigo mensajes en mi alforja de corajes
Henchidas todas de lucha y de ilusión.

Salvar la pacha, mi meta y mi objetivo
Antigua presa de la depredación
Por eso quiero cantemos todos juntos
Cara venciendo la duda y el temor

Por eso canto a las entrañas nuestras
Nuestros valores y nuestra identidad
Y al cantarle así siento simplemente

Canto a mi pueblo y su liberación


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Homenaje a Armando Jaime, fundador del Frente Revolucionario Peronista

El pasado 3 de febrero, con 85 años de edad, totalmente lúcido y dejando un mensaje de lucha para su pueblo, Armando Jaime falleció en su Salta querida. Más de 68 años de lucha por la liberación nacional y social de nuestra patria respaldan a este histórico luchador que recordaremos siempre como un revolucionario de toda Nuestramérica. Presentamos aquí una primera parte de su trayectoria política, desde los inicios de su militancia hasta la fundación del Frente Revolucionario Peronista.

Por Lisandro Silva Mariños para La tinta

La resistencia como punto de partida hacia la revolución

Armando Jaime nació un 9 de octubre de 1932 en Salta. Podría afirmar con total certeza que su cumpleaños número 35 fue un día de luto, ya que el mundo se anoticiaba del asesinato del Comandante Ernesto Che Guevara en Vallegrande, a manos del ejército boliviano y la CIA. Su admiración por el Che, fue antecedida por su adscripción al peronismo, cuando con apenas 17 años adhirió activamente a dicho movimiento político, que en su provincia se expresaba en el gobierno del enfermero Carlos Xamena.

Hacia los años ‘50, Armando era obrero del vestido, pero se dedicaría a ser un joven maestro de escuela que enfocaba su militancia organizando a trabajadores tabacaleros y azucaremos de Salta y a los campesinos de la localidad de Santa Victoria Oeste (límite con Bolivia a 500 km de la capital) a través de la creación de unidades básicas peronistas. A aquella tarea lo encomendaría el gobernador provincial con el objetivo de horadar la base conservadora de la zona y así potenciar su gobierno, que en las próximas elecciones ganaría la mayoría en la localidad a la que fue destinado Jaime.

Tras el golpe del ´55 Armando cae preso y luego se traslada a Tucumán donde participará activamente en la “resistencia peronista”. Según él la tarea central era la lucha por la vuelta de Perón a través de acciones de agitación y propaganda relámpago, como también “poner un caño” en algunas empresas transnacionales y -¿por qué no?- a conocidos gorilas de la provincia. Fue así que integró en Tucumán el Comando 17 de Octubre entre el 57 y el 59, donde militó junto al comandate Félix Serravalle, Hugo Ondina y muchxs otrxs militantes que tiempo después fundarían definitivamente la primera organización guerrillera peronista de esa época, Los Uturuncos. Hereje desde los inicios, se negó como miles de peronistas de aquel entonces a obedecer el llamado de Perón a votar por Frondizi.


A principios de los ´60, aún en la clandestinidad, se enfocaría en la conformación de un nuevo agrupamiento político que pudiese expresar orgánicamente la “tendencia revolucionaria” compuesta por organizaciones sociales, políticas y sindicales que al interior del peronismo centraban sus críticas hacia el imperialismo y la oligarquía, al tiempo que se alejaban de la dirección burocrática de Augusto Timoteo Vandor. Con este objetivo sería miembro fundador hacia fines de 1963 el Movimiento Revolucionario Peronista (MRP) junto a Gustavo Rearte (integrante de la Juventud Revolucionaria Peronista), Jorge Di Páscuale (dirigente del Sindicato de Farmacéuticos) y Héctor Villalón (delegado de Perón en Argentina).


Armando -en tanto integrante del Movimiento Revolucionario Peronista- fue designado junto a otrxs compañerxs para entrevistarse con Perón en Puerta de Hierro. Luego viajaría a la República Popular China en plena Revolución Cultural, conocería a Mao Tse-Tung y su “Libro Rojo”, el cual le parecía imprescindible para la formación de los militantes por lo que -durante la constitución del FRP- organizó la entrada clandestina de cientos de ejemplares desde el Uruguay.

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(Imagen: FRP SALTA, La Revolución Inconclusa)

Los profundos debates al interior del MRP durante el año 67-68 se cristalizaran en tres sectores que luego se dividirán definitivamente: uno liderado por Rearte en Bs.As, otro por Villalón y el tercero expresado en el norte argentino que proponía hacer hincapié en el carácter revolucionario del movimiento en detrimento de la “tercera posición” y pasar a la acción en relación a la lucha armada. Quienes defendieron esta posición impulsarían internamente y en paralelo el Frente Revolucionario Peronista (FRP). Muchxs de ellxs ya contaban con una vasta trayectoria militante en el norte que no los circunscribía a una política localista y corporativa. Muestra de ello fue una acción desarrollada durante el gobierno de Arturo Illia (el 6 de noviembre de 1965), cuando organizaron un repudio a los reyes de Bélgica que llegaban de mano del presidente a Salta para negociar la instalación de los colonos belgas que habían sido expulsados del Congo. Armando, junto a distintos compañeros que serían los iniciadores del FRP, recibieron a los reyes belgas con carteles y globos con el nombre de Patrice Lumumba (líder revolucionario congolés asesinado por la CIA) y la quema de la bandera de Bélgica. A él y a sus compañeros, la cárcel los recibiría una vez más.

Constructor de una organización revolucionaria al interior del peronismo

La conformación del FRP sería impulsada con fuerza durante el año ‘68 por Jaime, Arroyo, Juárez, Díaz y Salomón en las provincias de Salta y Jujuy. Su órgano de difusión se llamó “Vocero Popular” y su brazo armado “Ejército de Liberación Nacional” (ELN). Durante fines del sesenta y principios del setenta, el FRP extendió su trabajo político y social hacia Tucumán y Santiago del Estero. Armando recorrió diferentes provincias presentado la nueva organización, convocando a construir una fuerza revolucionaria al interior del peronismo. Fue así que contactó en Paraná a un compañero que luego sería una pieza fundamental en el FRP y el FAS: Manuel Gaggero, reconocido por ser un joven abogado de la CGT de los Argentinos.

Gaggero recuerda a Jaime como un hombre que “tenía todo el aspecto y la forma de hablar pausadamente, pero con mucha profundidad, de los teóricos vietnamitas que leíamos en aquellos años… un verdadero maestro” . Si bien el trabajo del FRP venía en ascenso, la dictadura de Levingston y luego Lanusse persigue y encarcela a muchos de sus militantes. Armando Jaime cae preso en octubre del ‘71 y saldrá recién en libertad en el ‘73. Desde la cárcel y la clandestinidad, el FRP aportó a la construcción de la Lista Verde de Salta que llevó el 24 de mayo de 1973 a la gobernación al Dr. Miguel Ragone, un político reconocido por su vínculo con la izquierda peronista. El apoyo del FRP a Ragone no implicó una subordinación política a su gobierno, el cual no integraron ya que éste se negaba a realizar reformas necesarias en la provincia vinculadas a la tierra y la situación de los campesinos.

La referencia de Armando Jaime desarrollaría un salto cualitativo en julio del ‘73 cuando tras la convocatoria a la normalización de la CGT salteña, el FRP impulsa en asamblea (es decir que no toma por asalto) la constitución de la CGT Clasista contando con el apoyo de asociaciones como la Liga Campesina y sindicatos como el de obreros del tabaco, vendedores ambulantes, además de dirigentes aislados de otros gremios, como mineros y canillitas . Vale mencionar que Armando siempre dejó en claro que él no era el “secretario general” de la CGT Clasista de Salta, sino un “referente político de la central”, ya que el triunviro que dirigía estaba conformado Oscar Aramayo (Sindicato de Obreros del Tabaco), Alberto Abán (Sindicato Único de Obreros Rurales) y Segundo Álvarez (Sindicato de Vendedores Ambulantes, Kioscos y Afines).

Esta iniciativa no sería gustosa al interior del peronismo, hasta Montoneros repudió dicha acción cuando en su periódico “El Descamisado” se preguntaban ‘¿CGT de Salta que pasa?’ acusando a Jaime y Salomón de “ultraizquierdistas, gorilas que hacen el juego a la derecha contra el gobierno peronista provincial”. Asimismo, la revancha de la burocracia sindical no se hizo esperar, ya que lo que había comenzado como un homenaje a Rucci -el 25 de septiembre del ‘73- terminó en la ocupación de la casa de gobierno al grito de “ni yanquis, ni marxistas, fuera del gobierno los comunistas”, al tiempo que se exigía la intervención de la provincia gobernada por Ragone. Vale recordar que dicha intervención se concretaría el 23 de noviembre de 1974 bajo el gobierno peronista de Isabel Martínez de Perón, quien separase a Ragone, el primer gobernador secuestrado por la Triple A y desaparecido en democracia, un 11 de marzo de 1976.


Las críticas al interior del movimiento peronista hacia el FRP se extendían a la par que este agrupamiento agudizaba sus definiciones anticapitalistas, antiimperialistas y por el socialismo, al tiempo que no escondía sus cuestionamientos a Perón ante lo que consideraban errores y problemas políticos de envergadura.


Una muestra de ello es la carta que el FRP junto a otras agrupaciones peronistas publicaran el 17 de agosto del ’73 titulada “Al Teniente General Juan Domingo Perón”Allí condenaban la Masacre de Ezeiza criticando el accionar del líder al afirmar que “el Pueblo fue masacrado y Perón dijo por televisión un discurso que nada tiene que ver con los anhelos revolucionarios de la muchedumbre (…) mientras los torturadores y asesinos continúan en sus cargos (…) Cámpora es desalojado, y en una burda maniobra se designa presidente a Lastrini, yerno de López Rega, como si Argentina fuera un feudo y no una república en un proceso revolucionario”. La carta abierta cerraba sin medias tintas a plantearle al líder: “Si usted está rodeado, diga una sola palabra y multitudes saldrán a la calle a liberarlo (…) Seguimos teniendo confianza, pero exigimos una inmediata definición. Ahora o nunca, porque como dijo la compañera evita: el peronismo será revolucionario, o no será nada”.

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Armando Jaime en Salta. (Imagen: FRP SALTA, La Revolución Inconclusa)

Meses después, el 19 de noviembre del ‘73 se llevaría a cabo la unificación de distintas agrupaciones del peronismo revolucionario en el FRP, lo cual implicaría un salto cualitativo para esta organización. A los principales dirigentes del frente (Arroyo, Jaime y Salomón), se sumaban cuadros como Manuel Gaggero (referente del Bloque de Agrupaciones en Apoyo a la CGTA de Paraná) y Aldo Bosarelli (dirigente de las Unidades Básicas Revolucionarias de Córdoba). El inicio de esta nueva etapa se expresaría en la declaración de principios del nuevo FRP que afirmaba como primer punto el carácter capitalista dependiente de Argentina sentenciando que “la llamada burguesía media o burguesía nacional ha demostrado históricamente su incapacidad para conducir a los sectores populares en la lucha antiimperialista, y en consecuencia, sólo era factible desarrollar una política independiente de los monopolios si la fuerza social es conducida por la clase obrera apoyándose en amplias capas populares ya que toda otra experiencia, donde la clase obrera sea relegada de su papel histórico, solo tiende a negociar la dependencia manteniendo las estructuras de explotación”.

El segundo punto de la declaración destaca el rol del movimiento peronista planteando que éste está integrado por distintas clases sociales, cada una con su propio proyecto político: la burguesía pretende negociar la dependencia con los monopolios y el imperialismo; la pequeña burguesía más o menos radicalizada aspira en todos los órdenes a la conciliación de lo inconciliable; y la clase trabajadora, en tanto sector mayoritario en el movimiento peronista, tiene el desafío de concretar el proyecto de la patria socialista.

Como tercer y último punto, el FRP afirma que “en estas condiciones nos cabe a nosotros, Organizaciones del Peronismo Revolucionario, retomar el mandato de los trabajadores y del pueblo peronista, y plantearnos la necesidad de organizamos y estrechar filas para derrotar a la burocracia y su ideología conciliadora; democratizar el movimiento, difundir la ideología revolucionaria, unificarnos con todas las corrientes populares, e impulsar la lucha por una patria justa, libre y soberana: la patria socialista”.

En lo que resta del ‘73 y hasta el ‘76 los desafíos de Armando y el FRP se enfocaron en la conformación del Frente Antiimperialista y por Socialismo, experiencia histórica a desarrollar en la segunda parte de este recuerdo eterno a un revolucionario a prueba de todo desafío.

* Por Lisandro Silva Mariños para La tinta.


Autor del libro “FAS: Frente Antiimperialista y por el Socialismo. Un ejército político de masas impulsado por el PRT”. Ediciones La Llamarada. Buenos Aires. 2017.



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Armando Jaime: del FAS al FR-17, el exilio y el retorno


Por Lisandro Silva Mariños para La tinta

Un dirigente clasista y revolucionario, presidente del FAS

Los vínculos de Armando Jaime y el Frente Revolucionario Peronista (FRP) con la izquierda se irían estrechando durante el ‘73, año en el cual el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) impulsará con fuerza su perspectiva de estructurar “un amplio movimiento democrático y antiimperialista dirigido por la clase obrera para derrotar el Gran Acuerdo Nacional (GAN)”.

A los primeros intentos enfocados en construir comités de base, le seguiría encuentros y plenarios que decantarían en el IVº Encuentro Nacional Pro-Formación del Frente Antiimperialista y por el Socialismo, llevado a cabo el 18 de agosto de 1973 en la localidad de Villa Luján, provincia de Tucumán. Aquel plenario congregó además del PRT y FRP a organizaciones como los afluentes de OCPO, Partido Comunista Marxista Leninista, la adhesión del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), Montoneros-Columna Sabino Navarro, Organizaciones de Base Peronistas, Acción Revolucionaria Peronista, Juventud Peronista y Juventud Peronista Trabajadores-Salta, Bloque de Agrupaciones Peronistas-Paraná, y las Fuerzas Armadas Peronistas-Tucumán. Allí se reunieron cerca de 6.000 personas con el objetivo central de dotar de una estructura orgánica al proto-frente e intentar lanzar la candidatura de Agustín Tosco-Armando Jaime para las elecciones presidenciales de septiembre, luego del golpe que el propio peronismo le propiciara a Cámpora en julio. Horas antes del encuentro, Agustín Tosco, dirigente de Luz y Fuerza había anunciado su negativa a asumir dicha candidatura, pero viajaría hasta Tucumán para debatir su postura y dar un voto de confianza a la creación del FAS – Frente Antiimperialista y por el Socialismo.

agustin-tosco-armando-jaimeAntes del Vº congreso desarrollado en Chaco, Armando Jaime era propuesto como presidente del frente. Dicho lugar de dirección política se ratificaría frente a más de 12.000 activistas que se reunieron los días 23 y 24 de noviembre del ‘73 en la localidad de Roque Sáenz Peña. Este encuentro fue un verdadero salto cualitativo para el frente. Amplió su composición política y numérica. Votó un programa político y realizó el llamado a construir un Frente Antifascista. Jaime estuvo a cargo de cerrar el congreso luego de que hicieran uso de la palabra Alicia Eguren, Agustín Tosco, el cura Miguel Ramondetti, y el líder Toba Marcelo, entre otros. En tanto presidente del FAS, Armando Jaime afirmó que el objetivo central era construir un frente bajo la hegemonía de la clase obrera, orientado a construir un programa de lucha común para la etapa en curso, y que se disponga a luchar por la liberación nacional y el socialismo.

El VIº congreso tuvo otro marco político, caracterizado por la escalada represiva y fascistoide. Vale recordar la Triple A ya había dado la lista de dirigentes a asesinar, entre ellos se encontraba Armando y otros referentes del FAS como Silvio Frondizi, Manuel Gaggero y Agustín Tosco. A pesar de ello, un 16 de junio del ‘74 se congregaban en Rosario más de 25 mil personas con un posicionamiento claro contra el gobierno de Perón denunciando el pacto social, exigiendo la derogación de la ley de Asociaciones Profesionales, de Prescindibilidad, la Ley Universitaria, el nuevo código penal y la intervención federal a Córdoba. El congreso aprobó una declaración política con los puntos mencionados, el estatuto del frente y resolvió convocar a la formación de una Coordinadora de Lucha de Organizaciones Revolucionarias y Populares (CLORP). Jaime cerraría nuevamente el congreso, un encuentro que se fortalecía al contar con la participación de Silvio Frondizi y Rodolfo Ortega Peña.

El VIº sería el último congreso del FAS. Armando Jaime renunciaría a la presidencia del frente el 22 de julio del ‘74 a través de una carta pública planteando la necesidad de “darse una nueva política de alianzas con un nuevo estilo de acuerdos y comportamientos, que logre superar las contradicciones no antagónicas en el seno del pueblo”. Aquí se abriría una nueva etapa política, muy poco conocida pero fundamental durante el periodo 1974-1977, la unificación entre el FRP y el MR 17 en el FR-17.

Un peronista tan revolucionario, que toda la izquierda (a su modo) lo recuerda

La pérdida física de una personalidad de la talla de Armando Jaime nos obliga a repasar su trayectoria política con la mayor rigurosidad posible, a sabiendas de los riesgos constantes de no presentar todas las aristas que incluyen los aciertos y desaciertos de un luchador de mil batallas.


Su muerte ha expresado al menos dos hechos significativos: por un lado, la ausencia de homenajes y posicionamientos hacía la figura de Jaime por parte de la “izquierda peronista”, lo que da cuenta que esta última idea en la actualidad es un verdadero oxímoron; y por el otro, que la izquierda (en el sentido amplio del campo político) sí haya traído a escena a Armando a través de distintos formatos, reivindicando en mayor o menor medida su lucha.


Al no ser ajenos a este último campo, elegimos debatir con el modo peculiar que tienen de recordar tanto Prensa Obrera (PO) y como La Izquierda Diario (PTS). A nuestro parecer su método para aludir a un luchador externo a su corriente política se basa en “develar” lo cuan equivocado estaba éste en su estrategia, explicitar su continuo derrotero político y dar por sentado que los pocos aciertos de tal o cual personaje se cristalizan sólo cuando éste se ha acercado a la política del FIT. Bajo este enfoque -donde el reduccionismo es un lugar común y la deshonestidad intelectual un peligro permanente- se lo recuerda a Jaime criticándolo por presidir el FAS, organización frentista que según Christian Rath fue “protagonista de una impostura política al ocultar que Perón era el centro político de la burguesía dirigido a derrotar a los trabajadores” y que por ello “inventaron como enemigo principal al fascismo, diluyendo el hecho decisivo de que era Perón quien conducía la política de aplastamiento de la clase obrera y de entrega al imperialismo” , ya que a fin de cuentas -para Florencia Unquillo- el FAS bregaba por “atravesar una etapa de conciliación con partidos reformistas y burgueses opuestos a la dominación extranjera”.

En conclusión, la mención a Jaime es para defenestrar al FAS (y también al PRT). No es nuestro el objetivo hacer una defensa del PRT-FAS, pero sí replicar algunos supuestos. El primero es que el FAS siempre ubicó a Perón en el campo contrario, delimitándose de él y su gobierno. Van dos ejemplos claros: el impulso de una candidatura clasista y opositora a Perón en septiembre ‘73, y el denunciarlo como responsable del Navarrazo (la intervención de Córdoba) en febrero del ‘74. En las tribunas de los congresos, los oradores también desplegaban esta línea crítica para con Perón, por ejemplo, Manuel Gaggero (FRP) fue claro en el VIº congreso cuando agitó que: “La carta que juega Perón en el país es la de frenar las luchas populares. Mattarazzo, Acindar, Gatic, demuestran que las luchas populares están en ascenso y que no se frenan a pesar de estar Perón en el gobierno.” También es falso que el FAS haya “elegido al fascismo como enemigo” dejando a Perón de lado. El Proyecto de Constitución del Frente Antifascista aprobado en el Vº congreso inicia dejando más que claro la responsabilidad de Perón al sostener que: “Con el gobierno nacional del General Perón- contra lo esperado por el pueblo- no se han producido en su beneficio cambios de ningún tipo. Todas las esperanzas que tenían las masas populares comienzan a desmoronarse frente a la ratificación, por parte del gobierno de una política que tiende a favorecer a los monopolios, en contra del bienestar del pueblo y de la libre expresión y participación en las grandes decisiones nacionales. (…) No existe hasta ahora ningún intento concreto de eliminar la explotación y los privilegios (…) Se nota con toda claridad que esta política se complementa con un plan que trata de someter coercitivamente a los sectores populares. Se consolida el poder de la burocracia sindical por medio de la nueva Ley de Asociaciones Profesionales. Se lleva la angustia y la inseguridad a millares de familias mediante la Ley de Prescindibilidad. Se refuerzan los organismos represivos. Se legisla en función de la discriminación ideológica a nivel de gobierno y de movimiento justicialista. Se promueve desde instituciones estatales la formación de bandas fascistas y parapoliciales. Se planea eliminar, de cualquier modo, a los dirigentes y organismos populares, buscando descabezar el movimiento de masas. Todo esto conforma un clima de terror fascista, creado deliberadamente con el objetivo de atemorizar a la clase obrera y el pueblo, y frenar sus luchas.”

La cita es extensa, ya que la tergiversación de Rath también lo es. Incluso cuando dice que compartió un campo de batalla con Jaime al apostar a la candidatura Tosco-Jaime, ya que el Congreso Clasista del PO realizado el 17 y 18 de agosto de 1973 resolvió apoyar la candidatura y enviar delegados al plenario convocado en Tucumán con esa finalidad. En honor a la verdad histórica debemos aclarar que el lanzamiento de la candidatura de Tosco-Jaime estaba planeado para el mismo 18 en el IV Encuentro del FAS de Tucumán, mientras Política Obrera lanzaba su propio “Frente Electoral Clasista” en Buenos Aires. Es decir que ni estuvieron en Tucumán (como sí lo hizo el PST), ni impulsaron activamente la candidatura.

Antes del exilio, el retorno y lucha hasta sus últimos días

Gran parte de las reseñas históricas de Armando Jaime realizan un salto mortal entre el FAS y el exilio, salteándose una experiencia sumamente rica, como lo fue el Frente Revolucionario 17 de Octubre (FR17) . Esta organización nació de la confluencia entre el FRP y el Movimiento Revolucionario 17 de octubre (MR17) que había fundado Gustavo Rearte. Se fusionaron el 25 de mayo del ‘75 luego de concluir el periodo del Comité de Unificación iniciado el 22 de diciembre de 1974. Clandestino una vez más, Armando se instaló en Buenos Aires organizando la resistencia a la ofensiva de la derecha, quien desapareció a su compañero de vida, Juan Carlos “El Negro” Arroyo la madrugada del 28 de octubre de 1976.

Partió al exilio en marzo del ‘77, cuando el MR17 ya estaba en crisis producto de las caídas por la represión y el debate interno. Dejaba su tierra de manera forzada, como miles de activistas, a sabiendas que había realizado el mayor de los esfuerzos por construir la patria socialista. Ya con más de 25 años de militancia, Armando organizará su militancia en el exilio. Antes de radicarse en España, Jaime recorrió Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia denunciando a la dictadura, luego continuó en Brasil donde impulsó “Clamor”, una institución de denuncia contra el terrorismo de Estado.

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Debió esperar hasta 1984 para regresar a su país e instalarse en Salta, donde tiempo después fundaría el Movimiento Obrero Campesino Estudiantil y Popular (MOCEP), organización en la que militó hasta sus últimos días. Desde allí siempre impulsó instancias frentistas que agrupasen diferentes organizaciones, por ello aportó a la construcción de la Coordinadora de Organizaciones por el Frente Revolucionario (COPOFRE), la Coordinadora de Organizaciones Antiimperialistas y Revolucionarias (COAR), y el Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social (MULCS). Durante la última década se comprometió activamente en la defensa de la Venezuela Bolivariana, la Bolivia de Evo Morales, la insurgencia colombiana. En ningún momento bajó las banderas de la lucha anticapitalista y antiimperialista, y por ello nunca depositó expectativas en el kirchnerismo.

Con 85 años seguía militando activamente. Su enfermedad no le impidió estar en la calle hasta los últimos días para enfrentar al gobierno de Mauricio Macri, que él caracterizó como “uno de los peores enemigos que tiene la clase obrera” y que por ende era necesario “prepararse para la lucha, prepararse para enfrentar a la derecha, prepararse para enfrentar al imperialismo”. Quienes estuvieron junto a él las últimas horas cuenta que se despidió disculpándose por irse en “el peor momento de su país”.

Su corazón latió política hasta el último aliento y paradójicamente falleció un 3 de febrero, cuando se iniciaba el 205 aniversario de la Batalla de San Lorenzo, aquella pelea que libró el Ejército Sanmartiniano en la guerra por la primera Independencia. Este guerrero por la segunda y definitiva independencia, se despide bien en alto, no siendo sólo referente de toda una generación, sino de todo un pueblo en lucha.

Ver Homenaje a Armando Jaime, fundador del Frente Revolucionario Peronista (Primera Parte)

* Por Lisandro Silva Mariños para La tinta. Autor del libro “FAS: Frente Antiimperialista y por el Socialismo. Un ejército político de masas impulsado por el PRT”. Ediciones La Llamarada. Buenos Aires. 2017.

** La foto de tapa corresponde al Vº congreso del FAS y puede verse a Agustín Tosco, Armando Jaime y el Negro Montenegro, miembro de la comisión directiva de la CGT tucumana, Secretario General del gremio de los vitivinícolas, y militante del PRT.1973: LA CGT CLASISTA DE SALTA

JUNIO 15, 20221973: LA CGT CLASISTA DE SALTA

15JUN1973: LA CGT CLASISTA DE SALTAPOR RODOLFO LAUFER

EFEMÉRIDE

REBELIÓN SINDICAL EN EL NORTE

Al calor de la radicalización obrera abierta por el Cordobazo y de la oleada de movilización social que acompañó el retorno del peronismo al gobierno, en 1973 nacía la llamada “CGT clasista, antiimperialista y peronista” de Salta. 

De manera para muchxs sorpresiva, en junio de 1973 “Salta la Linda” se convirtió en un nuevo foco de la rebelión obrera que recorría por entonces la Argentina. Con una economía esencialmente agraria y agroindustrial, dominada por un reducido núcleo de empresarios nacionales y extranjeros, la belleza de los paisajes de la provincia disimulaba un cuadro social calamitoso para sus trabajadorxs: altos índices de pobreza y desocupación, sobreexplotación en los surcos y fábricas, y enfermedades como el paludismo, la tuberculosis y el Chagas. 

Al igual que en el resto del país, la dictadura instaurada en 1966 desencadenó en la provincia una oleada de luchas obreras y estudiantiles cuyo pico sería el Salteñazo, el 21 de mayo de 1969, días antes del Cordobazo. En este marco, nacieron nuevas organizaciones sindicales y crecieron sectores combativos y antiburocráticos en gremios como tabacaleros, rurales, administración pública y muchos otros. Junto con esto, fueron cobrando fuerza organizaciones políticas revolucionarias, cuya principal expresión en Salta fue el Frente Revolucionario Peronista (FRP) dirigido por Armando Jaime y Juan Carlos Salomón.

En marzo de 1973, las elecciones llevaron a la gobernación salteña a Miguel Ragone, un dirigente del ala progresista del peronismo provincial. En este contexto, y al compás de la movilización social y las tomas que recorrían la Argentina, tuvo su nacimiento la “CGT clasista de Salta”. En medio de violentas disputas entre distintos sectores de las cúpulas sindicales locales, el 15 de junio centenares de trabajadorxs ocuparon el local de la central obrera y proclamaron un triunvirato compuesto por Oscar Aramayo (Obreros del Tabaco), Alberto Abán (Obreros Rurales) y Segundo Arturo Álvarez (Vendedores Ambulantes). La flamante dirección definió a la nueva CGT Salta como clasista, antiimperialista y peronista, enarbolando a su vez “los postulados de la liberación nacional y la construcción del socialismo”. Se lanzó entonces una intensa actividad, realizando asambleas diarias en el local, formando comisiones de trabajo y organizando movilizaciones. A sus apoyos sindicales en la provincia, se sumó pronto el respaldo de figuras nacionales como Agustín Tosco, Raimundo Ongaro y René Salamanca.

El cambio de coyuntura política tras la “masacre de Ezeiza”, y la ofensiva desatada desde el peronismo ortodoxo y la CGT Nacional contra la provincia, terminarían por sellar la suerte de la “CGT clasista de Salta”. El 17 de julio de 1973, un operativo policial desalojó el local y la central obrera fue intervenida. Aun así, sus ecos seguirán resonando como un recordatorio de que el norte obrero también era parte de la Argentina de los “azos”.

RECURSOS

Comunicados de la “CGT clasista de Salta”, publicados en la revista Militancia Peronista para la Liberación N° 3, del 28 de junio de 1973 (pág. 33). 

Anteproyecto del Frente de Agrupaciones Clasistas y Combativas (FACC) impulsado por el Frente Revolucionario Peronista (FRP).

Nota sobre el Salteñazo de lxs historiadores salteños Alejandra Soler y Carlos Abrahan.

Video: “Armando Jaime: Una historia de lucha antiimperialista y socialista”. Realizado por la Casa Agustín Tosco, la Agrupación Domingo Menna, el MULCS y el MOCEP.

RECOMENDACIONES BIBLIOGRÁFICAS

Laufer, Rodolfo (2018). “La CGT clasista de Salta, 1973”. Documentos y Comunicaciones 2017, PIMSA, Buenos Aires.

Bonavena, Pablo (2009). “Guerra contra el campo del popular en los ´70. Juan Domingo Perón, la depuración ideológica y la ofensiva contra los gobernadores”. En Inés Izaguirre y colaboradores, Lucha de clases, guerra civil y genocidio en la Argentina. 1973-1983. Antecedentes, desarrollo, complicidades. Buenos Aires: EUDEBA.

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