CANCION LIBRE
De Francisco Alvero,
EL JUGLAR
De la libertad y el Amor
“Como pañuelos de zamba, sumamente decorosas
las manos de mi pueblo, van surcando nuestra historia
Palpitan fuertes y honrosas, de la Patria vencedoras
Llevan la sangre fecunda de montoneras gloriosas.”
Las manos de mi pueblo, las mismas manos,
Siguen sangrando, siguen aún esperando
siguen gritando y manifestando!
Quien diga que no es cierto,
Tal vez a otras esté mirando
Seguro no está viendo,
A aquellas manos que estoy hablando
Las manos de mi pueblo
¡Manos abiertas, manos sinceras!
Manos que hay que juntarlas
Pa’ que las otras no las detengan!
¡No las detengan, ni con los golpes ni con las guerras!
Son compañeras que dejan huellas
Mas bien diría que alivian penas
Que alivian penas y dolor
Las manos de mi pueblo.
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