5. El Halloween criollo, los muertos avivados y los vivos mortecinos.
OPERA POPULAR de EL JUGLAR DE LA LIBERTAD
PERSONAJES:
EL JUGLAR DE LA LIBERTAD. Tenor y cantautor argentino. Narrador de la historia.
ANA: Estudiante, trabajadora y militante que representa la voz del pueblo oprimido.
PRESIDUENDE PELUCA DE LA NUCA: Un enajenado político corrupto y vende patria, mitad presidente, mitad duende, que se burla de la situación.
DRACULA VILLACUARTEL: Vicepresidenta negacionista que minimiza el sufrimiento y conspira para liberar milicos.
FRANKENSTEIN ZOMBI ADORNI: Vocero del gobierno, que intenta ocultar la verdad.
STORY LINE
Acto I: La Noche de los Muertos Vivos
La obra comienza en una plaza oscura y tenebrosa, decorada con calabazas y banderas de Argentina y Palestina. Un narrador, con voz profunda, introduce el concepto del "Halloween criollo", un evento que no celebra la muerte, sino que denuncia el sufrimiento de los pueblos oprimidos. Los actores, vestidos como figuras políticas y zombies, se agrupan en el escenario, simbolizando la lucha contra la colonización y la explotación.
Acto II: El Banquete de los Poderosos
La escena se transforma en un banquete grotesco donde los políticos celebran mientras el pueblo sufre. El "Presidente Peluca" se jacta de sus logros, mientras "Villacuartel" niega la realidad del dolor. En el fondo, se proyectan imágenes de la represión en Palestina, creando un contraste entre la opulencia de los poderosos y la miseria de los oprimidos.
Acto III: La Rebelión de los Oprimidos
Los ciudadanos, representados por Ana, Sandra y Héctor, se levantan en contra de la opresión. Con un sentido de urgencia, desafían a los políticos, exigiendo acción y justicia. La tensión aumenta cuando los personajes se enfrentan a la realidad de su situación, y el público siente la desesperación y la rabia.
Escena Clímax:
Ana, en un monólogo apasionado, conecta la lucha palestina con la crisis argentina, llamando a la unidad y la resistencia. La escena se llena de imágenes de protestas y resistencia, mientras los actores se convierten en un coro de voces que claman por libertad.
Acto IV: El Desenlace del Horror
En el acto final, la plaza se transforma en un campo de batalla simbólico. Los personajes políticos intentan mantener su control, pero el pueblo, unido, se levanta en una revuelta. Las luces parpadean y el sonido de tambores resuena, simbolizando la fuerza del pueblo.
Cierre:
Ana se enfrenta al "Presidente Peluca de la nuca" y, con determinación, declara: "No más promesas vacías. La lucha es nuestra, y no descansaremos hasta que se haga justicia." La obra culmina en un poderoso canto colectivo, donde todos los actores se unen en un grito de resistencia.
Epílogo
El telón cae mientras el eco de su grito resuena en el aire, dejando al público reflexionando sobre la importancia de la lucha por la justicia y la dignidad. La obra termina con un mensaje claro: el verdadero horror no es solo el sufrimiento, sino la indiferencia ante él.
OBERTURA MILONGUERA del HALLOWEEN CRIOLLO
Bien chanta y bien rastrera
Con la MELODIA de Bien criolla y bien porteña
I
Para cantarle al horror,
no hace falta mucha ciencia
Hay que mirar la Argentina
sangrando desde su esencia
Que triste es esta milonga
tan chanta y como rastrera
que por voto popular
suframos hoy esta pena
Es el halloween criollo, de los muertos avivados,
y los vivos mortecinos, que quedaron entrampados
porque es asi es esta milonga, de ladrones y de otarios,
Como sabe todo el mundo, no hace falta que lo diga
la casta que conocemos, hoy gobierna la Argentina
II
II
Con máscaras de poder,
se mueven entre las sombras,
prometen cumplir la ley,
pero son solo maniobras
Es un ballet decadente,
que al pueblo lo hace sufrir
la patria en danza macabra,
mientras ríen los que roban.
Los fantasmas del pasado,
siguen siendo convocados,
camuflandose muy bien,
se siente el eco del ayer.
La milonga es un reflejo,
de este halloween tan cruel,
y de un pueblo que no olvida,
los derechos de Argentina
cansado de la desidia,
solo añora un porvenit.
¡Ay, ay, Halloween criollo,
son tus verdes el meollo!
Entre risas y chamuyos,
se juega una irrealidad.
Bailamos con la más fea,
de una casta fantasmal,
y aunque haya ausencia de patria,
sabemos que no es verdad.
la esperanza no se calla,
ni se callará jamás.
RECITADO.
Como veas velas iluminan,
rostros mudos de Argentina ,
conocemos sus historias ,
y sus llantos encendidos.
Que recuerdan un destino
que no ha de ser de colonia.
lo mejor de nuestra historia,
aun se esta escribiendo ahora.
Así seguimos la milonga,
con pasos de persistencia,
entre risas y amarguras,
candombe de resistencia
Porque en cada acorde, renace
la voz del pueblo de abajo,
y aunque nos duela esta pena,
la mandamos al carajo.
Se termina la milonga esta historia,
con el alma en la cintura,
un canto a la resistencia,
y a la vida que perdura.
Elevamos nuestras voces,
entre sombras y destellos,
seguiremos en esta milonga,
bailando, siempre a lo lejos.
OBERTURA MILONGUERA del HALLOWEEN CRIOLLO: Bien chanta y bien rastrera
I
Para cantarle al horror,
no hace falta mucha ciencia,
Hay que mirar la Argentina
sangrando desde su esencia.
Qué triste es esta milonga,
tan chanta y como rastrera,
que por voto popular
suframos hoy esta pena.
Es el Halloween criollo, de los muertos avivados,
y los vivos mortecinos, que quedaron entrampados,
porque así es esta milonga, de ladrones y de otarios,
como sabe todo el mundo, no hace falta que lo diga,
la casta que conocemos, hoy gobierna la Argentina.
RECITADO
Si en cada esquina resuena
el eco de un antiguo canto,
y las promesas se desvanecen
como el humo de un cigarro.
Hoy, entre sombras amargas,
se alza el grito de esperanza
de nuestro pueblo oprimido,
que su sueldo no le alcanza
mientras en mesas de opulencia
celebran la desesperanza.
Es el Halloween criollo, de los muertos avivados,
y los vivos mortecinos, que quedaron entrampados,
donde la verdad se oculta, y la mentira se muestra,
danza de los poderosos, el pueblo se estremece,
la casta que desprecia a los que luchan por su vida,
no podrá silenciar el clamor que hoy nos une en esta herida.
(Opcional)
Así, con furia y con historia,
y el sabor de la resistencia,
cantaremos en esta noche
por nuestra propia existencia.
Que resuene el ansia de justicia,
que despierte la libertad,
este Halloween criollo
no será nuestra oscuridad.
Es el Halloween criollo, de los muertos avivados,
y los vivos mortecinos, que quedaron entrampados,
porque aquí, en esta milonga, se alza el grito sincero,
y aunque intenten acallarlo, somos pueblo, somos fieros,
la casta que nos ignora, no podrá librarse de esta historia,
pues en cada corazón late hoy la fuerza de nuestra gloria.
Para cantarle al horror, le canto de esta manera.
Acto I: La Noche de los Muertos Avivados
Escenario: Una plaza oscura, con luces tenues que iluminan calabazas talladas que son colocadas en el suelo. Bandera de Argentina y Palestina ondean en el viento. El narrador, vestido con un atuendo mezcla de juglar y guerrero, se sitúa en el centro del escenario, con un laúd en la mano. A su alrededor, actores disfrazados de políticos corruptos y zombies se agrupan, simbolizando la lucha contra la opresión.
NARRADOR (con voz profunda):
(Se adelanta al frente)
Bienvenidos a la noche de los muertos vivos, donde el horror no solo es de las almas que se han ido, sino de aquellos que, en vida, nos condenan a padecer. Esta es la historia del pueblo que lucha, del sufrimiento oculto y del clamor de aquellos que se niegan a silenciarse.
(Suena una melodía sombría mientras se disponen a entrar los personajes principales.)
ANA (activista, con una mirada decidida):
(De pie, levantando la voz al público)
Hoy, aquí, no venimos a celebrar. Alzamos nuestras voces por los que ya no están, por los que luchan y por aquellos que sufren en el silencio. Este Halloween no es de fantasmas, es un acto de resistencia.
PRESIDENTE PELUCA (con una sonrisa burlona):
(Se ríe, cruzando los brazos)
¿Y de qué sirve su griterío, Ana? Las promesas que hemos hecho a los muertos son mucho más importantes que sus lamentos. ¡Viva la fiesta!
VILLACUARTEL (con desprecio, señalando a Ana):
(Pasando una mano sobre su frente)
Sufrimiento, ¿quién habla de sufrimiento? ¡Solo son relatos! El pueblo vive mejor que nunca gracias a nosotros.
ZOMBI ADORNI (saliendo de las sombras, con voz cadavérica):
(Voz temblorosa)
Las estadísticas han mejorado, las promesas han sido cumplidas ¡y con creces! El gobierno no tiene nada que ocultar, solo una necesidad de avanzar…
(Se escuchan murmullos entre los “zombies” del público.)
ANA:
(Con furia)
¡La indiferencia es el más grande de los horrores! Miren lo que manejan, miren cómo bailan ante el sufrimiento. Hoy, los oprimidos despertamos, ¡despertamos a la vida!
(Los actores zombies comienzan a moverse de manera errática, simbolizando la descomposición de la verdad que tratan de ocultar los políticos.)
NARRADOR:
(Después de la furia de Ana, toma la palabra)
Así da comienzo nuestra historia, un cuento que nos confronta con los muertos que viven en nuestros corazones, una lucha constante por la verdad en medio de la oscuridad. Ahora, ¡la noche recién empieza!
(La música se intensifica mientras las luces se atenúan lentamente, dando paso al siguiente acto.)
Acto II: El Banquete de los Poderosos
Escenario: La plaza se transforma en un banquete opulento. Mesas llenas de excentricidades son dispuestas en el centro, y luces brillantes centellean. El "Presidente Peluca" se sienta al centro, acompañado de “Villacuartel”, disfrutando de manjares, mientras los zombies se aproximan con expresiones de hambre y desesperación.
PRESIDENTE PELUCA:
(Levantando una copa)
¡Brindemos por nuestras victorias! La paz del pueblo se construye sobre nuestras decisiones. ¿No es así, Villacuartel?
VILLACUARTEL:
(Sirviéndose más vino)
Por supuesto. Pero algunos no comprenden… La verdad es un bicho que se puede aplastar. No hay sufrimiento si miramos hacia otro lado.
(Ana y otros ciudadanos entran en la escena, interrumpiendo el festín.)
ANA:
(A paso firme)
Este no es un Halloween de fantasmas, sino de vivos que nos roban la esperanza. No podemos seguir callados mientras ustedes gozan del sufrimiento ajeno.
ZOMBI ADORNI:
(Sarcástico, aplaudiendo levemente)
¡Oh! La verdad nos duele, ¿no? Con tantas promesas cumplidas, ¿por qué tanta queja? La imagen que proyectamos es perfecta.
(El aire se tensa mientras Ana se enfrenta al banquete, desafiando a los políticos.)
ANA:
(Voz elevada)
Porque la imagen es solo humo, y el dolor es real. Hasta cuando mirarán hacia otro lado, seguirán siendo cómplices de este horror.
(Las luces parpadean, simbolizando el conflicto interno entre el opulento banquete y el sufrimiento del pueblo.)
NARRADOR:
(Desde el fondo)
Las apariencias engañan, y debajo de la mesa de los poderosos, cruje la verdad. La noche avanza y el descontento crece entre aquellos que han sido olvidados.
(Las luces se apagan y el telón cae lentamente, dando paso al siguiente acto.)
Acto III: La Rebelión de los Oprimidos
Escenario: La plaza vuelve a transformarse, ahora se siente una atmósfera de lucha. Los ciudadanos, representados por Ana, Sandra y Héctor, están juntos, vestidos de manera modesta pero con una determinación palpable en sus rostros. Imágenes de protestas, pancartas y sufrimiento están proyectadas en el fondo, creando un ambiente de urgencia y resistencia.
ANA:
(De pie, alzando un puño en alto)
Nos han mantenido callados, pero este silencio se ha vuelto un grito ensordecedor. Hoy, nos levantamos juntos. Exigimos justicia, dignidad y un lugar en la mesa que nos han negado.
SANDRA (ciudadana, con voz decidida):
(Encajando su mirada en el público)
¿Hasta cuándo permitiremos que nuestras esperanzas sean devoradas? La indiferencia no será nuestro legado. ¡Es hora de rebelarse!
HÉCTOR (ciudadano, con resolución):
(Extendiendo sus manos hacia el público)
No estamos solos. La lucha por Palestina es nuestra lucha. Lo que ellos sufren, nosotros lo conocemos. ¡Unámonos en esta resistencia!
(Los personajes se ven empoderados y el público empieza a gritar con ellos, creando una atmósfera palpable de unión.)
NARRADOR:
(Desde un rincón del escenario, observando)
En la sombra de la opresión, germina la esperanza. El pueblo despierta, y junto a él, la verdad resplandece como un faro en la noche más oscura.
(Ana se mueve hacia el centro del escenario, su mirada es intensa y ardiente.)
ANA:
(Vociferando)
¡La voz del pueblo no se puede callar! En cada rincón de nuestro ser llevamos la historia de nuestros ancestros, de aquellos que lucharon y cayeron. No solo somos sobrevivientes; somos guerreros de la justicia.
(Mientras habla, las proyecciones en el fondo pasan a mostrar imágenes de luchas históricas, de la lucha del pueblo argentino y del pueblo palestino.)
SANDRA:
(Tomando fuerza de Ana)
Hoy, alzamos nuestras voces. No solo para nosotros, sino por aquellos que no tienen voz. ¡Por cada lágrima derramada y cada vida perdida, lucharemos con más fuerza!
HÉCTOR:
(Gritando)
¡Es hora de romper las cadenas que nos atan a la apatía y el sufrimiento! Juntos, siguiendo el camino de la resistencia, podemos cambiar el rumbo.
(Los actores comienzan a moverse en círculo, creando una coreografía que simboliza la unidad del pueblo. Se convierten en un coro de voces que claman por libertad.)
ANA (en un monólogo apasionado):
(Llenando el escenario de energía)
Desde el Río de la Plata hasta las tierras de Palestina, el eco de nuestros gritos resuena. ¡No más olvido! ¡No más promesas vacías! La historia nos observa, y no descansaremos hasta que se haga justicia. ¡Unámonos en esta lucha, y juntos escribiremos un nuevo capítulo!
(El clamor del pueblo se intensifica, resonando en cada rincón. Las luces destellan y el sonido de tambores marca el ritmo de su determinación.)
Acto IV: El Desenlace del Horror
Escenario: La plaza se ha transformado en un campo de batalla simbólico. Las luces parpadean intensamente, creando un clima de tensión. Los personajes políticos miran al pueblo con desdén, pero sienten la presión de la multitud creciente.
PRESIDENTE PELUCA:
(Con temor en su voz, intentando mantener la calma)
Este es un malentendido. No necesitamos violencia. La paz puede ser negociada.
VILLACUARTEL:
(Desesperada, tratando de desestimar a los ciudadanos)
¡No son más que un grupo de inadaptados! No importa cuánto protesten, siempre habrá silencio tras la puerta del poder.
ANA (avanzando hacia el Presidente):
(Con determinación)
Hoy, el silencio se rompe. No más palabras vacías ni promesas rotas. El pueblo se levantará y tomará lo que le pertenece.
(En el clímax de la escena, todos los ciudadanos se alinean, formando un frente unido, desafiando al poder establecido. Con sus manos en alto, muestran pancartas que exigen justicia.)
ZOMBI ADORNI:
(Sintiendo la presión del inminente cambio)
Señores, podemos encontrar un término medio…
(Pero es interrumpido por el coro de ciudadanos.)
CORO (en un grito colectivo):
¡NO MÁS! ¡JUSTICIA AHORA! ¡LIBERTAD PARA TODOS!
(Las luces parpadean intensamente y los tambores resuenan más fuerte, simbolizando la fuerza del pueblo. La escena se torna caótica en un simbolismo de resistencia.)
NARRADOR:
(Con voz resonante)
En este momento, comprendemos que el verdadero horror no es solo el sufrimiento, sino la indiferencia ante él. La revolución está en el aire; no solo de actos, sino de ideas que buscan la libertad.
(Las luces se iluminan sucesivamente, mostrando a Ana enfrentándose cara a cara con el “Presidente Peluca”.)
ANA (con determinación y firmeza):
(Sosteniendo la mirada del Presidente)
Suficiente con las manipulaciones y el cinismo. La lucha es nuestra. No nos detendremos hasta que cada voz sea escuchada, y cada injusticia, reparada.
Cierre
Escenario final: Todos los actores, empoderados, se agrupan en el centro del escenario, alzando sus brazos en señal de unidad. Un canto colectivo resuena, lleno de pasión y deseo de libertad.
CORO DE ACTORES:
(Cantando)
¡La resistencia vive en nosotros!
La lucha nunca termina,
¡Seguiremos luchando, hasta el final!
Por justicia, dignidad y libertad.
(El telón cae lentamente mientras el eco de su canto resuena en el aire. La sala se llena de aplausos y murmullos reflexivos del público.)
Epílogo
(Con el telón aún cubriendo el escenario, la voz del narrador resuena una vez más.)
NARRADOR:
(En un tono reflexivo)
Las luces se apagan, pero la lucha continúa en nuestros corazones. Lo que hemos visto esta noche no es solo una obra; es un recordatorio de que nuestra voz es nuestra arma más poderosa. Recordemos que, en la lucha, cada vida importa, cada voz cuenta y la resistencia siempre encontrará su camino hacia la libertad.
(El escenario queda en oscuridad, y la obra llega a su fin, dejando al público con el eco de la lucha por la justicia resonando en sus corazones.)
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