lunes, 8 de julio de 2024

EL AUTENTICO DECADENTE DEL PARTIDO DE LOS RESENTIDOS - OPERETA DRAMATICAMENTE SARCASTICA de EL JUGLAR DE LA LIBERTAD

 



 





 

 EL AUTENTICO DECADENTE DEL PARTIDO DE LOS RESENTIDOS - OPERETA   DRAMATICAMENTE SARCASTICA de EL JUGLAR DE LA LIBERTAD


  PROTAGONISTA: EL PUEBLO ARGENTINO


 ANTAGONISTA: EL PELUCA MILEI (LIDER DEL PARTIDO DE LOS RESENTIDOS Y PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE LOS OBSESIVOS) 


 NARRADOR😁👌👌 EL JUGLAR DE LA LIBERTAD (AL MODO DE LOS JUGLARES MEDIEVALES QUE LLEVABAN LA NOTICIA CANTADA EN VERSOS OCTOSILABOS.)   EL LENGUAJE POLÍTICO DEL MILEÍSMO AUTÉNTICOS DECADENTES El imaginario decadentista estaba disponible para ser movilizado y reapareció con Javier Milei. Los principales ideólogos de la decadencia fueron, históricamente, intelectuales de raíz conservadora y de una derecha reaccionaria. Para ellos representaba, en el Estado moderno, una expresión de la creciente nacionalización de las masas, del surgimiento de las organizaciones sindicales y del socialismo. El libertario, paradójicamente, no es ajeno a este elemento. “La lengua política del presidente produce desprecio”, escribe Nicolás Freibrun. La decadencia, menos que una ideología compacta o la expresión de un movimiento intelectual, hoy aparece como un modo de entender la experiencia que propone la destrucción del otro: es el partido de los resentidos.Por: Nicolás Freibrun Arte: María Elizagaray Estrada

 


Como un ataque al sentido común —pero también como una expresión de ese sentido—, la lengua política de Javier Milei produce desprecio. Su contenido es el insulto y la agresividad; su forma, la verborragia y el fanatismo. Y siempre niega al otro. Desde el entronizamiento de la retórica banal y la pobreza conceptual, la palabra política del propio Milei consuma una idea del filósofo Ludwig Wittgenstein (otro austríaco famoso, aunque jamás nombrado por el presidente): los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo.


Si “la casta” habla la lengua anquilosada de la política, que según Milei es la de la mentira, su estrategia es la de retirarse de la lengua política e inventar otro lenguaje, no necesariamente político. Porque en boca del presidente, el lenguaje político deviene superfluo, un cuerpo que muta y se activa para el desprecio, en una repetición desmesurada y obsesiva de lo mismo y cuya condensación de sentido es el sintagma sin exclamación: VIVA LA LIBERTAD CARAJO.


La lengua política de Milei produce desprecio: su contenido es el insulto y la agresividad; su forma, la verborragia y el fanatismo.


Al ser un outsider y no abrevar en las lenguas políticas locales, aspecto clave que le ha garantizado la victoria electoral, se autopercibe como un individuo excepcional desprovisto de historicidad, llamado a cumplir un papel único en la historia. Pero, incluso bajo las creencias de esas condiciones excepcionales, Milei no deja de ser el resultado de un contexto político específico. Su insistencia en no parecerse a lo que él denomina “la casta” produjo, y aún produce, identificación en amplias franjas de un electorado que sostiene el rechazo a la política. A pesar de todas estas dimensiones, en democracia el proceso de la representación política es dinámico y puede aumentar o consumirse velozmente. En ese sentido, Milei se encuentra sometido al tiempo de la política. Se trata de los tiempos entre el poder presidencial y los resultados de la aplicación de sus políticas. Aunque el libertario vocifere que los políticos son todos chorros y el Congreso un “nido de ratas”, la sociedad evalúa en presente quién está al frente del timón. Vale para el caso una cruda enseñanza realista de Maquiavelo: “Los hombres olvidan con mayor rapidez la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio”.


Argentina no es la excepción al malestar en la cultura contemporánea que se viene produciendo en algunas democracias y cuya singularidad viene dada por el aumento de sus rasgos autoritarios en tiempos de outsiders. Ubicados ideológicamente a la derecha, una vez en el poder cuestionan y debilitan elementos básicos del sistema democrático y republicano, como sucede en algunos países de América Latina, Europa y Estados Unidos. En esta línea, La Libertad Avanza viene produciendo un sentido de lo político desde posiciones conservadoras y retrógradas. Uno de los pilares sobre los que se sostiene este discurso es una determinada idea de orden, que se puede entender a partir de dos coordenadas. Por un lado, como conflicto irresoluble entre el individuo y el Estado, un “individualismo posesivo”, en términos del teórico marxista canadienese C. B. Macpherson. Por otro, convive con una concepción autoritaria y verticalista, reñida con la tradición democrática liberal que en la Argentina forma parte del acervo de conquistas democráticas, tanto de la sociedad civil como del Estado. Además de esas posiciones, el lenguaje político de Milei no es ajeno a un elemento que, desde hace un tiempo, forma parte del paisaje local y performa su discurso: la decadencia como el signo de una época.


El lenguaje político de Milei no es ajeno a la decadencia, un elemento que, desde hace un tiempo, forma parte del paisaje local y performa su discurso.


Expandida con fuerza desde el siglo XIX, los principales ideólogos de la decadencia provenían de núcleos intelectuales de raíz conservadora y de la derecha reaccionaria. Para éstos, representaba un estado de la sociedad moderna: enferma de parlamentarismo, igualitarismo y democratización, la decadencia era, en el Estado moderno, expresión de la creciente nacionalización de las masas, del surgimiento de las organizaciones sindicales y del socialismo. El progreso y la civilización trastocaban y amenazaban todos los valores vigentes. Según el teórico político Hugo Drochon, por ejemplo, Nietzsche pensaba que la democracia moderna era la forma histórica de la decadencia del Estado. Esos “intelectuales-anti-intelectuales”, de acuerdo a la terminología de Theodor Adorno, tenían como objeto de crítica a la modernidad y a los intelectuales progresistas y de izquierda, actores principales de ese proceso, y a los que denunciaban como agentes de la disolución del orden. Los apólogos de la decadencia, además, la entendían como un devenir inevitable de ese tiempo histórico. Al criticar el ideario progresista y sus valores, sumado a las tensiones y conflictos que la sociedad moderna produce, provee un discurso atractivo contra los detractores de la democracia.


Argentina no fue ajena a ese espíritu de pesimismo cultural y su recepción en los inicios del siglo XX fue interpretada, sobre todo, por grupos sociales cercanos a un ideario aristocratizante y conservador-liberal. Por entonces, la decadencia como prisma ideológico estaba a disposición de las élites dominantes, que veían cómo su legitimidad político-cultural era socavada por el proceso de democratización —primero político y luego económico— de un capitalismo en expansión. A pesar de que esas franjas sociales se vieron a sí mismas relativamente desplazadas por los efectos de ese proceso, el imaginario decadentista no había desaparecido, sino que estaba disponible a la espera de ser nuevamente movilizado.


Si bien los contextos, la calidad de las intervenciones y el modo en que se usan las ideas han cambiado, hoy la noción de decadencia alcanza usos públicos más amplios. El término está en el centro del discurso presidencial. “Hoy comienza el fin de la decadencia en Argentina”, dijo Milei minutos después de confirmarse su victoria en el balotaje. En febrero de este año, en un tuit sobre el Gramsci Kultural (sic) como parte de la batalla que su gobierno encabeza contra un socialismo imaginario para la salvación de Occidente, el presidente reveló que “la raíz del problema argentino no es político y/o económico, sino moral; y tiene como consecuencias el cinismo político y la decadencia económica”. Fue el ex presidente Mauricio Macri, sin embargo, el que hizo de este concepto una constante de su diatriba contra lo que considera el mal radical: el populismo peronista. En octubre de 2022, en la Universidad de Salamanca, dijo —y no por primera vez— que nuestro país necesitaba un cambio profundo “porque viene de muchas décadas de decadencia. Debemos ser la democracia más fracasada que hay en el planeta en los últimos 50 años y tenemos que revertirlo con ideas nuevas”. Un año después habló de la decadencia del peronismo, antes de que Milei se convirtiera en presidente.


En Argentina, a comienzos del siglo XX, la decadencia como prisma ideológico estaba a disposición de las élites dominantes, que veían cómo su legitimidad político-cultural era socavada por el proceso de democratización de un capitalismo en expansión.


En la Argentina, estos sectores tienen una obsesión por dotar a la decadencia como una conceptualización de la política, así como rastrear una genealogía que la justifique en el presente como destino inevitable. ¿Cuándo comenzó? ¿Quién la impulsó? Se la busca setenta, cien o ciento veinte años atrás. En todos los casos, el tiempo de la decadencia parece encontrar un punto de condensación en la ampliación de la participación electoral democrática y en una mayor articulación de las instituciones del Estado en las relaciones sociales. La solución, entonces, se encontraría en un tiempo pasado predemocrático, precisamente antes del inicio de la decadencia. Como en El año del desierto, de Pedro Mairal, la propuesta del actual gobierno es un regreso al siglo XIX y más allá.


Antes de querer brindar elementos para explicar una época, hoy la decadencia se presenta como un modo más de la narración efectiva, basada en el rechazo de cualquier intento de explicación racional. Menos que una ideología compacta o la expresión de un movimiento intelectual, aparece como un modo de entender la experiencia que propone el rechazo o la destrucción del otro: es el partido de los resentidos.


Hoy la noción de decadencia alcanza usos públicos más amplios. El término está en el centro del discurso presidencial


Incluso desde su discurso mesiánico, el relato del presidente también está sometido a los humores sociales y a las correlaciones de fuerzas. Le propone a la sociedad un constante debilitamiento entre la ficción y la realidad, cuyo efecto más notable es el borramiento de las diferencias entre la autoridad presidencial y el personaje de Twitter.


Con las diferencias de contexto y su irrepetibilidad, la retórica fanática y monolingüe de Milei recuerda a los dirigentes fascistas, aunque la desmesura de aquellos era desplegada para una movilización que, por el momento, aquí no se da. Y en el fascismo clásico, lo político orientaba al líder hacia una identificación con el Estado. Para Milei, en cambio, “el Estado es una asociación criminal donde un conjunto de políticos se ponen de acuerdo y utilizan el monopolio de la riqueza para robar recursos del sector privado”. Invirtiendo la fórmula de Marx y Engels en el Manifiesto Comunista, para Milei el Estado representa el instrumento político organizado por la casta para perjudicar a la libertad individual y la propiedad privada. Y, según esta particular concepción del orden político, la lucha que él encabeza es contra las corporaciones de una sociedad de privilegios. En ese horizonte se halla la conquista del individuo, desarticulado de cualquier relación social mediada por el Estado o por algún tipo de identidad que no sea su inmediata atomización. De acuerdo con la concepción libertaria del mundo, cualquier práctica que encarne en alguna dimensión de la estatalidad representa una amenaza a la potencia inherente de cualquier individuo. Anida en ese relato una mirada utópica de la lógica social, sobre todo cuando se la inscribe en un capitalismo periférico.


¿Cuándo comenzó la decadencia? Se la busca setenta, cien o ciento veinte años atrás, tiempos en los que se condensan la ampliación de la participación electoral democrática y en una mayor articulación de las instituciones del Estado en las relaciones sociales. La propuesta del actual gobierno es un regreso al siglo XIX.


Como un doble de la ficción borgeana, el presidente vino a acabar con la decadencia de una sociedad de privilegios y corporaciones, pero la decadencia viene con él mismo. Si ésta existe, el presidente también la encarna, aunque en su imaginación se posicione por fuera de la sociedad, a la manera del soberano autoritario de Thomas Hobbes. Sólo alguien que se asigna a sí mismo el rol histórico de salvador de la nación es capaz de reducir la palabra política hasta su insignificancia. El presidente imagina que sólo él, desde lo más hondo de la decadencia, puede emerger triunfador. Y sólo los mesiánicos —esa otra locura— creen tener un lugar de privilegio en la Historia, y en la creencia de la batalla definitiva.


 

En medio de este escenario político caótico y surrealista, se desarrolla la opereta "Auténticos Decadentes, Testigos del Peluca Milei, El Partido de los Resentidos, El Gobierno de los Obsesivos", donde varios personajes se ven envueltos en la vorágine de la política argentina contemporánea.


El protagonista es Peluca Milei, un enigmático líder político que despierta pasiones y odios por igual con su discurso radical y su lengua afilada. A su lado, un elenco de personajes absurdos y estrafalarios, como el Ministro de Economía, conocido como "El Contador Obsesivo", obsesionado con los números y las cifras, o la Primera Dama, apodada "La Diva Populista", cuya única preocupación es su imagen y popularidad.


En medio de discursos encendidos, denuncias de corrupción y promesas incumplidas, el país se sumerge en el caos político, con manifestaciones callejeras, conflictos sindicales y escándalos mediáticos. El narrador, un juglar de la libertad al estilo de los juglares medievales, canta en versos octosílabos las noticias del día, dando voz a los sentimientos de la sociedad cansada de la hipocresía y la corrupción.


Mientras tanto, el Partido de los Resentidos se gesta en las sombras, liderado por una figura misteriosa que se oculta tras su poderoso discurso anti-establishment. Los Auténticos Decadentes, testigos de esta lucha por el poder, se debaten entre el desencanto y la esperanza, sin saber hacia dónde se encamina el destino de su amado país.


En un final dramático y sarcástico, todos los personajes se enfrentan a sus propias contradicciones y ambiciones, descubriendo que la política es un juego donde nadie sale indemne. La opereta, con su humor ácido y su crítica feroz, refleja la realidad argentina con sus luces y sombras, mostrando que en el teatro de la política, la tragedia y la comedia siempre van de la mano.


 STORY LINE  


 

Pero en medio de este panorama decadente y obsesivo, surge el pueblo argentino, protagonista de su propia historia y testigo de las locuras del peluca Milei y su partido de los resentidos. El pueblo, cansado de promesas vacías y discursos vacíos, comienza a cuestionar la autoridad de un presidente que busca imponer su visión autoritaria y conservadora a una sociedad diversa y plural.


En este escenario, diversos personajes se entrelazan en una trama sarcástica y dramática. Desde el periodista crítico que desafía las mentiras y manipulaciones del presidente, hasta la activista que lucha por los derechos de las minorías marginadas, pasando por el político corrupto que busca mantener su poder a toda costa.


Pero entre todos ellos se destaca El Juglar de la Libertad, un trovador errante que recorre las calles con su guitarra y sus versos octosílabos, cantando la verdad oculta detrás de las palabras huecas del presidente Milei. Con sus canciones irónicas y sarcásticas, El Juglar se convierte en la conciencia colectiva del pueblo argentino, recordándoles la importancia de la libertad y la justicia en tiempos de opresión y manipulación.


Así, en medio de la decadencia y la obsesión por el poder, el pueblo argentino se levanta, unido en su diversidad, para desafiar al presidente Milei y su gobierno de los resentidos. Con humor e ironía, con valentía y determinación, los auténticos decadentes luchan por un futuro mejor, donde la libertad y la igualdad sean los pilares de una sociedad verdaderamente democrática.


Y mientras El Juglar de la Libertad siga cantando sus versos de resistencia, la esperanza de un cambio real y profundo se mantendrá viva en el corazón de aquellos que se niegan a ser manipulados por las mentiras y las promesas vacías de un líder autoritario y obsesivo.


  SINOPSIS O STORY LINE  


Acto 1: En un país sumido en la confusión y el descontento, el Pueblo Argentino se ve enfrentado al surgimiento de un nuevo líder, el Peluca Milei, quien lidera el partido de los resentidos y se autoproclama presidente del Gobierno de los Obsesivos. Su lenguaje político produce desprecio y su retórica está llena de insultos y agresividad hacia quienes considera parte de "la casta". A pesar de su discurso vacío y carente de contenido, Milei logra captar la atención de amplias franjas del electorado que se sienten desencantados con la política tradicional.


Acto 2: En medio de la vorágine de discursos y declaraciones polémicas, el Juglar de la Libertad, un improvisado cronista de la época, recorre las calles cantando en versos octosílabos las hazañas y desvaríos del Peluca Milei y su gobierno. Los ciudadanos se ven sumidos en la incertidumbre y la confusión, sin poder discernir la verdad de la mentira en medio de tanta verborrea y fanatismo.


Acto 3: Mientras el Pueblo Argentino se debate entre la adhesión ciega al Peluca Milei y el rechazo total a sus políticas, la decadencia política y social se va apoderando de la nación. Las élites conservadoras y reaccionarias ven con preocupación el ascenso del líder populista y sus métodos autoritarios. El presidente se erige como un mesías destinado a salvar al país de la corrupción y el populismo, pero su propia obsesión por el poder lo consume y lo convierte en un tirano cruel y despiadado.


Acto 4: En un acto final lleno de ironía y sarcasmo, el Pueblo Argentino finalmente se rebela contra el Peluca Milei y su gobierno de obsesivos. Con la ayuda del Juglar de la Libertad, que se convierte en portavoz de la resistencia, los ciudadanos logran poner fin a la tiranía y restaurar la democracia en el país. El Peluca Milei cae en desgracia y su legado queda marcado por la decadencia y la destrucción que provocó. El pueblo, en su lucha por la libertad y la justicia, se alza como verdadero protagonista de su destino.


  GUION  


ESCENA 1 (NARRADOR) En la tierra de la Pampa y el tango, Ante el surgir de un nuevo fango, El Pueblo ve en Milei un líder, Que promete el cambio sin piedad.


ESCENA 2 (CANCION) Milei, Milei, el Peluca obsesivo, Con su discurso agresivo, Promete liberar al país, Pero solo trae más desdén y desafíos.


ESCENA 3 (SOLILOQUIO) (PUEBLO ARGENTINO) ¿Es acaso Milei mi salvador, O solo un tirano en pos del poder? Sus palabras me confunden, Y su carisma me perturba.


ESCENA 4 (DIALOGO) (ELITE CONSERVADORA) ¡No podemos permitir que Milei gobierne!, ¡Su populismo nos llevará a la ruina! Es necesario detener su avance, Antes de que sea demasiado tarde.


ESCENA 5 (DIDASCALIA) En el caos y la incertidumbre, El Juglar de la Libertad emerge, Cantando versos de esperanza, Para guiar al pueblo en su bonanza.


ESCENA 6 (CANCION) (JUGLAR DE LA LIBERTAD) Luchemos juntos por la libertad, No dejemos que la obsesión nos ciegue, Con valentía y coraje, Derrocaremos al tirano sin compasión.


ESCENA 7 (SOLILOQUIO) (PELUCA MILEI) Soy el presidente de los obsesivos, Mi poder es absoluto y decisivo, Nadie podrá detener mi avance, ¡El país será mío en cada instante!


ESCENA 8 (DIALOGO) (PUEBLO ARGENTINO) ¡Basta ya de dictadura y opresión!, ¡Queremos vivir en democracia y unión!, Con fuerza y determinación, Rechazamos al tirano en su traición.


ESCENA 9 (DIDASCALIA) En el acto final de la obra, El Pueblo Argentino se levanta con gloria, Derrocando al Peluca caído, Restaurando la paz y el sentido.


ESCENA 10 (CANCION) (PUEBLO ARGENTINO) En la lucha por la libertad y la justicia, Nos unimos con fuerza y valentía, Derrotando al enemigo con astucia, Recuperando así nuestra alegría.


ESCENA 11 (NARRADOR) Y así, la historia de los Auténticos Decadentes, Queda escrita en las páginas de la gente, Que con coraje y convicción, Derrotaron al tirano en su obsesión.


ESCENA 12 (ENSEMBLE) ¡Viva la libertad y la democracia!, ¡Abajo el régimen de la tiranía!, Con nuestro canto y nuestra voz, Celebramos el triunfo con gran esplendor.


FIN.


  ACTO 1 




El escenario se encuentra dividido en dos: a un lado, el Palacio de la Corrupción, sede del Gobierno de los Obsesivos, y al otro, la Plaza de la Libertad, donde se reúne el Pueblo Argentino en búsqueda de un cambio.


(Didascalia: El Palacio de la Corrupción está decorado con luces rojas y negras, simbolizando la opresión y el poder autoritario. En la Plaza de la Libertad, ondean banderas argentinas y se escuchan cánticos de protesta.)


Narrador (Juglar de la Libertad): En tiempos de decadencia y desesperación, surge Milei, líder del caos y la obcecación. El Pueblo Argentino, ante tal confusión, se debate entre la sumisión y la rebelión.


(Soliloquio del Peluca Milei) Milei: ¡Yo, el iluminado, el mesías redentor! Con mis palabras afiladas, aniquilaré la corrupción. El Pueblo necesitaba un líder de verdad, y yo, Milei, les enseñaré el camino a la libertad.


(Canción del Pueblo Argentino) Pueblo: ¡No más mentiras, no más opresión! Queremos justicia, queremos elección. Unidos en la lucha, no nos van a vencer, somos el verdadero poder, ¡somos el pueblo querer!


(Diálogo entre el Peluca Milei y sus seguidores) Milei: ¡Mis detractores son enemigos del pueblo! Solo yo puedo salvarlos, de eso no hay duda. Seguidores: ¡Viva Milei, presidente eterno! Juntos en la obsesión, conquistaremos el infierno.


(Didascalia: El Palacio de la Corrupción se ilumina con fuegos artificiales, mientras en la Plaza de la Libertad resuenan los tambores de la resistencia.)


Narrador (Juglar de la Libertad): En el choque de ideales y pasiones desbordadas, se define el destino de una nación desolada. El Peluca Milei, con su verbo punzante, caerá en desgracia, sin piedad ni contemplación.


(El Pueblo Argentino se une en un coro final) Pueblo: ¡Libertad, justicia, democracia! Nuestro grito resuena con fuerza y valentía. Atrás queda la oscuridad, adelante la verdad, somos los Auténticos Decadentes, ¡el pueblo de la libertad!


(El telón se cierra lentamente mientras suena un himno de esperanza y renacimiento)


 

ESCENA 1


(La plaza del pueblo. Un grupo de ciudadanos descontentos murmura entre sí, mientras el Juglar de la Libertad entra cantando al centro de la plaza)


JUGLAR (Solisloquio) En esta tierra de incertidumbre y desencanto, donde reina el caos y la confusión, mi voz se alza para cantar la verdad, en versos octosílabos de rebelión.


CIUDADANO 1 (Quejándose) ¡Este país está cada día peor! ¿No hay esperanza de cambio en el horizonte?


CIUDADANO 2 (Asintiendo) La política tradicional ya no nos representa, necesitamos un líder que nos guíe hacia la luz.


JUGLAR (Cantando) Pueblo Argentino, escucha mi canto, que en la lucha por la libertad nos encontramos. El Peluca Milei surge como un nuevo mesías, pero cuidado, su discurso está lleno de hipocresía.


(Canta el primer verso de la canción "El mesías de la decadencia" mientras los ciudadanos escuchan con atención)


FIN DE LA ESCENA 1. SE CIERRA EL TELÓN.


 

ESCENA 2


(La oficina del Peluca Milei. El Peluca Milei, vestido de manera extravagante y con un peinado llamativo, se dirige a sus seguidores con gesto desafiante)


PELUCA MILEI (Dándose importancia) ¡Ciudadanos resentidos y marginados, es hora de tomar las riendas del poder! Me proclamo presidente del Gobierno de los Obsesivos, y juntos acabaremos con la casta corrupta que nos oprime.


SEGUIDOR 1 (Admirando) ¡El Peluca Milei es nuestro salvador! Su valentía y claridad de ideas nos darán la fuerza para cambiar la realidad.


SEGUIDOR 2 (Escéptico) ¿Pero cuáles son esas ideas claras que nos promete? Su discurso parece más lleno de odio y agresividad que de propuestas concretas.


PELUCA MILEI (Irritado) ¡No necesitamos propuestas, necesitamos acción! Los resentidos como nosotros deben tomar el control y poner fin a la corrupción y al clientelismo que nos han llevado a esta decadencia.


JUGLAR (Entrando en escena) ¡Cuidado, cuidado, ciudadanos! No todo es lo que parece en esta farsa política. Escuchad mi canto y ved la verdad detrás de las máscaras.


(Canta el segundo verso de la canción "El mesías de la decadencia" mientras el Peluca Milei y sus seguidores lo miran con recelo)


FIN DE LA ESCENA 2. SE ABRE EL TELÓN. CONTINUA LA ESCENA 3.


 

ESCENA 3


(La sede del partido de los resentidos. El Peluca Milei se reúne con sus colaboradores para planificar sus estrategias políticas)


PELUCA MILEI (Solemne) Es hora de acelerar el proceso de cambio en este país. Necesitamos captar la atención de las masas y aumentar nuestro apoyo popular.


COLABORADOR 1 (Dudoso) Pero señor, ¿no cree que su retórica agresiva y radical pueda alienar a un sector importante de la población?


PELUCA MILEI (Firme) ¡No me importa lo que piensen los demás! Mi misión es acabar con la decadencia y restaurar el orden en esta nación.


COLABORADOR 2 (Sugerente) ¿Y qué hay de la resistencia que se está formando entre los ciudadanos? Parece que la gente está despertando y cuestionando sus métodos autoritarios.


JUGLAR (Interrumpiendo) ¡Escuchadme, oíd mi canto! La verdad está en la voz del pueblo, no en la manipulación de un líder mesiánico. La libertad no se negocia, se conquista con valentía.


(Canta el tercer verso de la canción "El mesías de la decadencia" mientras el Peluca Milei y sus colaboradores lo miran con desdén)


FIN DE LA ESCENA 3. SE CIERRA EL TELÓN. CONTINUA LA ESCENA 4.


 

ESCENA 4


(Una manifestación en la plaza del pueblo. El Peluca Milei se dirige a sus seguidores con un discurso inflamado, mientras el Juglar de la Libertad observa desde un rincón)


PELUCA MILEI (Gritando) ¡Vamos, ciudadanos resentidos, levantémonos contra la casta corrupta! Somos la voz de la mayoría silenciosa, la fuerza que cambiará el rumbo de esta nación.


SEGUIDOR 3 (Aplaudiendo) ¡Sí, sí, el Peluca Milei es nuestro líder! Con él, acabaremos con la decadencia y la injusticia que nos aflige.


JUGLAR (Cantando) ¡Escuchad mi canto, pueblo Argentino, antes de caer en la trampa del populismo! La libertad es nuestro tesoro más preciado, no dejéis que os arrebaten vuestros derechos sagrados.


(Canta el último verso de la canción "El mesías de la decadencia" con fuerza, mientras los manifestantes miran con sorpresa y desconcierto)


FIN DEL ACTO 1. SE CIERRA EL TELÓN. SE ABRE EL TELÓN PARA EL ACTO 2.


 

ACTO 2 ESCENA 1


(Las calles del pueblo. El Juglar de la Libertad se presenta ante los ciudadanos que lo rodean, entusiasmados por escuchar sus versos)


JUGLAR (Cantando) En esta tierra de desvaríos y locura, mi voz resuena como la única bravura. Contaré la historia del Peluca Milei, su ascenso y su caída, su reinado de infamia.


CIUDADANO 4 (Interesado) ¿Qué hay detrás de todo este teatro político? ¿Es verdad que el Peluca Milei es un salvador o solo un charlatán demagogo?


CIUDADANO 5 (Pensativo) Estoy cansado de tanta manipulación y engaño. Necesitamos líderes honestos y comprometidos con la justicia y la libertad.


JUGLAR (Cantando) Escuchad mi canto, ciudadanos despiertos, que en la lucha por la verdad no hay secretos. El Peluca Milei y su gobierno de obsesivos, solo traen desgracia y caos a este pueblo cautivo.


(Canta el primer verso de la canción "La farsa de la libertad" mientras los ciudadanos escuchan con atención)


FIN DE LA ESCENA 1. SE CIERRA EL TELÓN. CONTINUA LA ESCENA 2.


ESCENA 2


(La sede del partido de los resentidos. El Peluca Milei se rodea de sus seguidores más fieles, mientras el Juglar de la Libertad observa desde la distancia)


PELUCA MILEI (Con prepotencia) ¡La casta corrupta temblará ante nuestro poder! Con mano firme y justicia implacable, acabaremos con la decadencia y restauraremos la grandeza perdida.


SEGUIDOR 4 (Admirando) ¡El Peluca Milei es un genio político, un estratega sin igual! Su visión nos llevará hacia un futuro próspero y libre de la opresión.


SEGUIDOR 5 (Escéptico) ¿Pero a qué costo se lograrán estos cambios? ¿Estamos dispuestos a sacrificar nuestra libertad por un líder autoritario?


JUGLAR (Entrando en escena) ¡Cuidado, cuidado, ciudadanos desorientados! No os dejéis engañar por las promesas vacías y los discursos huecos. La verdadera libertad se conquista con valentía y lucha.


(Canta el segundo verso de la canción "La farsa de la libertad" mientras el Peluca Milei y sus seguidores lo miran con desdén)


FIN DE LA ESCENA 2. SE ABRE EL TELÓN. CONTINUA LA ESCENA 3.


ESCENA 3


(La sala de conferencias del gobierno. El Peluca Milei se rodea de sus colaboradores para planificar sus estrategias de gobierno)


PELUCA MILEI (Desafiante) Es hora de imponer nuestra visión y acabar con la resistencia que se está formando en las calles. La democracia no tolera la disidencia, y nosotros no permitiremos que la indignación nos detenga.


COLABORADOR 3 (Admirando) ¡El Peluca Milei es el único salvador de esta nación caída en desgracia! Su liderazgo nos llevará hacia un futuro más próspero y estable.


COLABORADOR 4 (Preocupado) Pero señor, la oposición crece cada día más fuerte y la sociedad civil comienza a levantarse en su contra. ¿Estamos seguros de que podemos mantener el control en esta situación?


JUGLAR (Interrumpiendo) ¡Escuchad mi canto, oíd mi voz! La libertad y la justicia son el único camino hacia la redención. No caigáis en la trampa del autoritarismo y la opresión.


(Canta el tercer verso de la canción "La farsa de la libertad" mientras el Peluca Milei y sus colaboradores lo miran con desdén)


FIN DE LA ESCENA 3. SE CIERRA EL TELÓN. CONTINUA LA ESCENA 4. (ULTIMA DEL ACTO 2)


ESCENA 4


(Una protesta en las calles del pueblo. El Peluca Milei se dirige a sus seguidores con un discurso inflamado, mientras el Juglar de la Libertad observa desde un rincón)


PELUCA MILEI (Aplaudiendo) ¡Juntos haremos historia, ciudadanos resentidos! Levantémonos contra la tiranía de la casta corrupta y pongamos fin a la decadencia que nos aflige.


SEGUIDOR 6 (Aplaudiendo) ¡Sí, sí, el Peluca Milei es nuestro líder y salvador! Con él, recuperaremos nuestra dignidad y nuestra libertad perdida.


JUGLAR (Cantando) ¡Escuchad mi canto, pueblo Argentino, antes de caer en la trampa del populismo! La libertad es nuestro tesoro más preciado, no dejéis que os arrebaten vuestros derechos sagrados.


(Canta el último verso de la canción "La farsa de la libertad" con fuerza, mientras los manifestantes miran con sorpresa y desconcierto)


FIN DEL ACTO 2. SE CIERRA EL TELÓN. SE ABRE EL TELÓN PARA EL ACTO 3.


 

ACTO 3 ESCENA 1


(La plaza del pueblo. El Juglar de la Libertad recorre las calles cantando sus versos, mientras los ciudadanos se congregan a su alrededor)


JUGLAR (Cantando) En esta tierra de incertidumbre y desesperación, levanto mi voz en nombre de la libertad. El Peluca Milei y su gobierno de obsesivos, solo traen desgracia y corrupción a este país cautivo.


CIUDADANO 6 (Reflexionando) ¿Cómo hemos llegado a este punto de decadencia y tiranía? ¿Hemos perdido la esperanza de un futuro mejor?


CIUDADANO 7 (Decidido) Es hora de levantarnos contra la opresión y la injusticia. La resistencia se organiza y la verdad prevalecerá sobre la mentira y la manipulación.


JUGLAR (Cantando) Escuchad mi canto, ciudadanos valientes, la libertad es nuestro derecho más sagrado. No dejéis que el miedo y la sumisión os detengan en la lucha por la justicia y la igualdad.


(Canta el primer verso de la canción "El despertar de la resistencia" mientras los ciudadanos escuchan con determinación)


FIN DE LA ESCENA 1. SE CIERRA EL TELÓN. CONTINUA LA ESCENA 2.


ESCENA 2


(La sede del partido de los resentidos. El Peluca Milei se reúne con sus colaboradores para discutir nuevas estrategias políticas)


PELUCA MILEI (Entusiasmado) ¡La victoria está cerca, ciudadanos resentidos! Con nuestra fuerza y determinación, acabaremos con la élite corrupta y restauraremos la grandeza perdida de esta nación.


SEGUIDOR 7 (Ignorante) ¡El Peluca Milei es nuestro guía y salvador! Su liderazgo nos llevará hacia un futuro próspero y liberado de la tiranía.


SEGUIDOR 8 (Escéptico) ¿Pero a qué precio lograremos estos cambios? ¿Estamos dispuestos a sacrificar nuestra dignidad por un líder autoritario y tiránico?


JUGLAR (Interrumpiendo) ¡Cuidado, cuidado, ciudadanos desorientados! La libertad y la justicia son el único camino hacia la verdadera redención. No caigáis en la trampa del populismo y la manipulación.


(Canta el segundo verso de la canción "El despertar de la resistencia" mientras el Peluca Milei y sus seguidores lo miran con desdén)


FIN DE LA ESCENA 2. SE ABRE EL TELÓN. CONTINUA LA ESCENA 3.


ESCENA 3


(La sala de reuniones del gobierno. El Peluca Milei se reúne con sus colaboradores para planificar sus estrategias para mantener el poder)


PELUCA MILEI (Dominante) Es hora de aplastar la resistencia y acabar con la oposición que se forma en las calles. No toleraremos la disidencia y la desobediencia, la democracia debe ser defendida a todo costo.


COLABORADOR 5 (Preocupado) Pero señor, la sociedad civil se está levantando en su contra y las críticas aumentan cada día más. ¿Estamos seguros de que nuestra estrategia es la correcta?


JUGLAR (Interrumpiendo) ¡Escuchad mi canto, ciudadanos despiertos! La libertad y la justicia son el único camino hacia la redención. No caigáis en la trampa del autoritarismo y la opresión.


(Canta el tercer verso de la canción "El despertar de la resistencia" mientras el Peluca Milei y sus colaboradores lo miran con recelo)


FIN DE LA ESCENA 3. SE CIERRA EL TELÓN. CONTINUA LA ESCENA 4. (ULTIMA DEL ACTO 3)


ESCENA 4


(Una protesta en las calles del pueblo. El Peluca Milei se dirige a sus seguidores con un discurso inflamado, mientras el Juglar de la Libertad observa desde un rincón)


PELUCA MILEI (Gritando) ¡Juntos haremos historia, ciudadanos despiertos! Levantémonos contra la tiranía y la opresión, la verdad prevalecerá sobre la mentira y la manipulación.


SEGUIDOR 9 (Aplaudiendo) ¡Sí, sí, el Peluca Milei es nuestro líder y salvador! Con él, recuperaremos nuestra dignidad y nuestra libertad perdida.


JUGLAR (Cantando) ¡Escuchad mi canto, pueblo Argentino, antes de caer en la trampa del autoritarismo! La libertad es nuestro tesoro más preciado, no dejéis que os arrebaten vuestras vidas sagradas.


(Canta el último verso de la canción "El despertar de la resistencia" con fuerza, mientras los manifestantes miran con sorpresa y determinación)


FIN DEL ACTO 3. SE CIERRA EL TELÓN. SE ABRE EL TELÓN PARA EL ACTO 4.


 

ACTO 4 ESCENA 1


(La plaza del pueblo. El Juglar de la Libertad se presenta ante los ciudadanos que se han congregado, ansiosos por escuchar sus versos finales)


JUGLAR (Cantando) En esta tierra de incertidumbre y descontento, la verdad ha prevalecido sobre el engaño. El Peluca Milei y su gobierno de obsesivos han caído en desgracia, la resistencia ha triunfado y la libertad se ha restaurado.


CIUDADANO 8 (Emocionado) ¡Hemos logrado vencer a la tiranía y la opresión! La lucha por la justicia y la igualdad ha dado sus frutos, y el pueblo argentino se alza como verdadero protagonista de su destino.


CIUDADANO 9 (Decidido) Es hora de mirar hacia adelante y construir un futuro mejor para todos. La democracia y la libertad son nuestros baluartes, y no permitiremos que vuelvan a ser pisoteados por los oportunistas y los autoritarios.


JUGLAR (Cantando) Escuchad mi canto, pueblo Argentino, en la victoria y en la derrota siempre unidos. La libertad y la justicia son nuestro legado más preciado, y juntos construiremos un país justo y libre de la corrupción.


(Canta el primer verso de la canción "El renacer de la esperanza" mientras los ciudadanos celebran con alegría y esperanza)


FIN DE LA ESCENA 1. SE CIERRA EL TELÓN. CONTINUA LA ESCENA 2.


ESCENA 2


(El Palacio de Gobierno. El Peluca Milei y sus colaboradores están reunidos, derrotados y desolados por la caída de su gobierno)


PELUCA MILEI (Desesperado) ¡No puede ser! ¿Cómo hemos llegado a este punto de decadencia y destrucción? Mi sueño de poder absoluto se ha desvanecido en un instante.


COLABORADOR 6 (Desilusionado) Señor, la resistencia ha triunfado y el pueblo argentino ha hablado. Su voz ha sido escuchada y la justicia ha prevalecido sobre la opresión y el autoritarismo.


JUGLAR (Entrando en escena) ¡Cuidado, cuidado, ciudadanos despiertos! La libertad y la justicia serán siempre nuestras banderas de lucha. No perdáis nunca la esperanza, el futuro es nuestro para construirlo juntos.


(Canta el segundo verso de la canción "El renacer de la esperanza" mientras el Peluca Milei y sus colaboradores miran con resignación)


FIN DE LA ESCENA 2. SE ABRE EL TELÓN. CONTINUA LA ESCENA 3.


ESCENA 3


(La plaza del pueblo. El Juglar de la Libertad se dirige a los ciudadanos, que celebran la restauración de la democracia y la libertad en el país)


JUGLAR (Cantando) En esta tierra de lucha y resistencia, el pueblo argentino ha demostrado su valentía. La dictadura ha sido derrocada y la democracia ha renacido, la justicia y la igualdad son ahora nuestro destino.


CIUDADANO 10 (Emocionado) ¡Hemos logrado vencer a la tiranía y la opresión! La unión y la solidaridad nos han llevado hacia la victoria, y ahora somos dueños de nuestro destino y de nuestra libertad.


CIUDADANO 11 (Decidido) Es hora de mirar hacia adelante y construir un futuro mejor para todos. La democracia y la justicia son nuestros pilares fundamentales, y no permitiremos que vuelvan a ser amenazados por aquellos que buscan imponer su voluntad sobre la nuestra.


JUGLAR (Cantando) Escuchad mi canto, pueblo Argentino, en la victoria y en la derrota siempre unidos. La lucha por la libertad y la justicia es eterna, y juntos construiremos un país justo y libre de la corrupción.


(Canta el último verso de la canción "El renacer de la esperanza" con fuerza, mientras los ciudadanos celebran con alegría y esperanza)


FIN DE LA ESCENA 3. SE CIERRA EL TELÓN. FIN DE LA OPERETA "AUTÉNTICOS DECADENTES". SE APAGAN LAS LUCES.


Muchas gracias por haber disfrutado de esta representación de la opereta "Auténticos Decadentes". Esperamos que hayan disfrutado de la historia del Peluca Milei y el Pueblo Argentino, y que hayan reflexionado sobre la importancia de la libertad y la justicia en nuestra sociedad. ¡Que viva el arte y la resistencia! ¡Hasta la próxima representación! ¡Se apagan las luces! ¡Buenas noches!


 

FIN DE LA OBRA. LARGA VIDA A LA ARGENTINA LIBERTAD Y LA JUSTICIA EN EL PUEBLO ARGENTINO. SE CIERRA EL TELÓN. ¡VIVA LA DEMOCRACIA! ¡VIVA LA LIBERTAD! ¡VIVA LA JUSTICIA! ¡VIVA EL PUEBLO ARGENTINO! ¡LARGA VIDA A LA ESPERANZA Y LA VERDAD! ¡LARGA VIDA A LA LUCHA POR UN PAÍS MEJOR! ¡Aplausos y vítores resuenan en el teatro, mientras el Juglar de la Libertad se despide con una sonrisa en el rostro y un brillo de esperanza en los ojos! ¡VIVA EL PUEBLO ARGENTINO, TESTIGO DE LA HISTORIA Y EL CAMBIO! ¡SE APAGAN LAS LUCES, SE BAJA EL TELÓN!  


¿CUALES SON LAS CANCIONES QUE SE DESPRENDEN DE LA OBRA? HACER UN LISTADO Y ESCRIBIR EL TEXTO DE LAS CANCIONES  


CANCIONES QUE SE DESPRENDEN DE LA OBRA:


"El mesías de la decadencia"


Pueblo Argentino, escucha mi canto, que en la lucha por la libertad nos encontramos. El Peluca Milei surge como un nuevo mesías, pero cuidado, su discurso está lleno de hipocresía.

"La farsa de la libertad"


Escuchad mi canto, ciudadanos despiertos, que la libertad es nuestro derecho más sagrado. El Peluca Milei y su gobierno de obsesivos, solo traen desgracia y caos a este pueblo cautivo.

"El despertar de la resistencia"


Escuchad mi canto, ciudadanos valientes, la libertad es nuestro derecho más sagrado. No dejéis que el miedo y la sumisión os detengan, en la lucha por la justicia y la igualdad.

"El renacer de la esperanza"


En esta tierra de lucha y resistencia, el pueblo argentino ha demostrado su valentía. La dictadura de mercado ha sido derrotada y la democracia ha renacido, Patria mia!


El renacer de la esperanza ahora es la que avanza justicia y igualdad son nuestro destino. La fuerza y el coraje son nuestra bandera Que no bajaremos nunca, pese a la dirigencia.


 

El pueblo argentino se levanta con fuerza, la esperanza y la unidad nos guiarán en nuestra lucha. Construyamos juntos un futuro mejor, donde la justicia y la igualdad sean nuestro motor.

 

COMPLETAR LOS VERSOS DE LAS CUATRO CANCIONES DE LA OBRA:


"El mesías de la decadencia"

Pueblo Argentino, escucha mi canto, Y alza tu voz, estamos necesitando.


Pueblo argentino no bajes lo brazos que en la lucha por la verdadera libertad nos encontramos.


El Peluca se persive como un mesías, pero cuidado, su discurso está lleno de hipocresía.


"La farsa de la libertad"

Escuchen mi canto, compatriotas del alma, que la patria la unidad nos reclama. El Peluca y su gobierno nefasto, solo traen desgracia y caos.


"El despertar de la resistencia"

Alcemos nuestra voz, valientes ciudadanos , la libertad es nuestro derecho más sagrado. No dejemos que el miedo y la sumisión nos detengan, en la lucha por la segunda y definitiva independencia.


 



  "El mesías de la decadencia" Pueblo Argentino, escucha mi canto, Y alza tu voz, estamos necesitando.


Pueblo argentino no bajes lo brazos que en la lucha por la verdadera libertad nos encontramos.


El Peluca se persive como un mesías, pero cuidado, su discurso está lleno de hipocresía.


 

El mesías de la decadencia, promete cambios pero solo trae violencia. No caigas en su trampa, levántate y lucha con conciencia.


  "El mesías de la decadencia"


 

      Pueblo Argentino, escucha mi canto, Y alza tu voz, estamos necesitando.

Pueblo argentino no bajes lo brazos que en la lucha por la verdadera libertad nos encontramos.


El Peluca se percibe como un mesías, pero cuidado, su discurso está lleno de hipocresía.


El mesías de la decadencia, promete cambios pero solo trae violencia.


No caigas en su trampa, levántate y lucha con conciencia.


 

No dejes que te engañen con promesas vacías, lucha por un futuro lleno de alegrías. No te dejes llevar por la demagogia, levántate y defiende tu democracia. El mesías de la decadencia solo busca su beneficio, no caigas en su engaño, levanta tu voz con juicio. Pueblo argentino, mantente fuerte y unido, no permitas que la corrupción nos tenga hundidos.


 

"La farsa de la libertad"

Escuchen mi canto, compatriotas del alma, que la patria la unidad nos reclama. El Peluca y su gobierno nefasto, solo traen desgracia y caos.


 

Aunque silencien nuestra voz, juntos lucharemos por la verdad. Porque no hay farsa que pueda callar, la fuerza de nuestra libertad. 


No hay justicia ni verdad, todo es una farsa de libertad, la corrupción se extiende sin control, y el pueblo sufre en silencio y dolor.


Estribillo: ¡Despierta, pueblo mío, levántate ya, que la esperanza no se pierda jamás! Unidos lucharemos por la verdad, la justicia y la libertad.


El Peluca se enriquece a costa nuestra, mientras el pueblo se ahoga en la miseria. Los derechos son pisoteados sin piedad, y la voz del oprimido es silenciada.


Gritemos fuerte, hermanos del alma, que la patria nos necesita en calma. Unidos en la lucha por la dignidad, para acabar con esta cruel realidad.


Estribillo: ¡Despierta, pueblo mío, levántate ya, que la esperanza no se pierda jamás! Unidos lucharemos por la verdad, la justicia y la libertad.


 

"El despertar de la resistencia"

Alcemos nuestra voz, valientes ciudadanos , la libertad es nuestro derecho más sagrado. No dejemos que el miedo y la sumisión nos detengan, en la lucha por la segunda y definitiva independencia.


 

Defendamos nuestra tierra, nuestra historia y memoria, con coraje y con fuerza, en cada esquina y cada esquina. Unidos por un ideal, por la justicia y la igualdad, avanzaremos juntos hacia un futuro de libertad.


Coro:


¡Despierta, resistencia, levántate y lucha, por un mañana mejor, por una nueva aurora! Con valentía y esperanza, construyamos unidos, el país que soñamos, la patria que merecemos.


Avanzaremos firmes, sin descanso ni retroceso, porque el camino es largo, pero la victoria es segura. Construyendo con nuestras manos un mundo más justo, donde cada voz sea escuchada y cada alma sea libre.


Arenas movedizas intentan detenernos, pero somos más fuertes, somos la resistencia. Con amor y con coraje, venceremos la adversidad, porque nuestro destino está en nuestras propias manos.


(Repetir Coro:)


¡Despierta, resistencia, levántate y lucha, por un mañana mejor, por una nueva aurora! Con valentía y esperanza, construyamos unidos, el país que soñamos, la patria que merecemos.


 

 "El renacer de la esperanza"

En esta tierra de lucha y resistencia, el pueblo argentino ha demostrado su valentía. La dictadura de mercado ha sido derrotada y la democracia ha renacido, Patria mia!


El renacer de la esperanza ahora es la que avanza justicia y igualdad son nuestro destino. La fuerza y el coraje son nuestra bandera Que no bajaremos nunca, pese a la dirigencia.


 

En tiempos de incertidumbre y adversidad, el pueblo se une y levanta la voz. Con la fuerza de la unidad y la solidaridad, seguimos luchando por un país mejor, sin temor.


El renacer de la esperanza nos guiará hacia la gloria, con la convicción de que juntos todo es posible. Con la memoria como escudo y la justicia por bandera, seguiremos adelante, con fuerza invencible.


Que resuene en cada rincón el canto de la esperanza, que la patria sea siempre sinónimo de libertad. Con la fuerza de un pueblo unido y en resistencia, construiremos un futuro de paz y fraternidad.


(ESTRIBILLO) El renacer de la esperanza, la lucha que nos alcanza, unidos por un sueño de justicia y dignidad. Con la fuerza del pueblo en marcha, la victoria se abre paso, porque la esperanza nunca se rendirá.


 

 "El mesías de la decadencia"

Pueblo Argentino, escucha mi canto, Y alza tu voz, estamos necesitando.


Pueblo argentino no bajes lo brazos que en la lucha por la verdadera libertad nos encontramos.


El Peluca se auto percibe como un santo mesías, pero cuidado, su discurso desborda hipocresía.


 

Estrategias populistas, promesas sin verdad, Mientras el pueblo sigue en la misma desigualdad.


Estribillo: El mesías de la decadencia, nos lleva por la senda de la intransigencia. Pero el pueblo despierta con fuerza y valentía, para luchar por una verdadera democracia.


"La voz del pueblo se levanta"

Cansados de mentiras y de corrupción, El pueblo argentino clama por justicia y acción.


No más promesas vacías, no más engaños, Es tiempo de abrir los ojos y exigir cambios.


El Peluca se disfraza de salvador, Pero sus acciones demuestran su verdadero error.


(Repetir estribillo)


"Unidos en la lucha"

Hermanos argentinos, unidos en la lucha, Por un país más justo, por una patria que florezca.


No permitamos que el mesías nos divida, Es hora de unir fuerzas y cambiar nuestra vida.


Con coraje y determinación avanzaremos, Hasta lograr el país que juntos soñamos.


(Repetir estribillo)


"El despertar del pueblo"

Ya no hay vuelta atrás, el pueblo se levanta, Con fuerza y convicción, la esperanza no se quebranta.


El mesías caerá, ante la voz del pueblo, Que exige dignidad y un futuro más bello.


Que retumbe nuestra voz en toda la nación, Porque juntos construiremos una nueva revolución.


  FIN.


 



ANALISIS DE LOS POEMAS CANCIONES  

de El Juglar de la Libertad:
 
 
 1. Que mensaje transmite LA OBRA?
 
2. Que ideología se desprende de ella?

 3. Que repercusión pudiera tener en medios físicos y virtuales?

 4. Que críticas burguesas o revolucionarias pudiera despertar?

 5. ¿Cómo se relacionan las canciones con la situación política

y social actual de Argentina y América Latina?







EL LENGUAJE POLÍTICO DEL MILEÍSMO


AUTÉNTICOS DECADENTES

El imaginario decadentista estaba disponible para ser movilizado y reapareció con Javier Milei. Los principales ideólogos de la decadencia fueron, históricamente, intelectuales de raíz conservadora y de una derecha reaccionaria. Para ellos representaba, en el Estado moderno, una expresión de la creciente nacionalización de las masas, del surgimiento de las organizaciones sindicales y del socialismo. El libertario, paradójicamente, no es ajeno a este elemento. “La lengua política del presidente produce desprecio”, escribe Nicolás Freibrun. La decadencia, menos que una ideología compacta o la expresión de un movimiento intelectual, hoy aparece como un modo de entender la experiencia que propone la destrucción del otro: es el partido de los resentidos.

Como un ataque al sentido común —pero también como una expresión de ese sentido—, la lengua política de Javier Milei produce desprecio. Su contenido es el insulto y la agresividad; su forma, la verborragia y el fanatismo. Y siempre niega al otro. Desde el entronizamiento de la retórica banal y la pobreza conceptual, la palabra política del propio Milei consuma una idea del filósofo Ludwig Wittgenstein (otro austríaco famoso, aunque jamás nombrado por el presidente): los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo.

Si “la casta” habla la lengua anquilosada de la política, que según Milei es la de la mentira, su estrategia es la de retirarse de la lengua política e inventar otro lenguaje, no necesariamente político. Porque en boca del presidente, el lenguaje político deviene superfluo, un cuerpo que muta y se activa para el desprecio, en una repetición desmesurada y obsesiva de lo mismo y cuya condensación de sentido es el sintagma sin exclamación: VIVA LA LIBERTAD CARAJO.

La lengua política de Milei produce desprecio: su contenido es el insulto y la agresividad; su forma, la verborragia y el fanatismo.

Al ser un outsider y no abrevar en las lenguas políticas locales, aspecto clave que le ha garantizado la victoria electoral, se autopercibe como un individuo excepcional desprovisto de historicidad, llamado a cumplir un papel único en la historia. Pero, incluso bajo las creencias de esas condiciones excepcionales, Milei no deja de ser el resultado de un contexto político específico. Su insistencia en no parecerse a lo que él denomina “la casta” produjo, y aún produce, identificación en amplias franjas de un electorado que sostiene el rechazo a la política. A pesar de todas estas dimensiones, en democracia el proceso de la representación política es dinámico y puede aumentar o consumirse velozmente. En ese sentido, Milei se encuentra sometido al tiempo de la política. Se trata de los tiempos entre el poder presidencial y los resultados de la aplicación de sus políticas. Aunque el libertario vocifere que los políticos son todos chorros y el Congreso un “nido de ratas”, la sociedad evalúa en presente quién está al frente del timón. Vale para el caso una cruda enseñanza realista de Maquiavelo: “Los hombres olvidan con mayor rapidez la muerte de su padre que la pérdida de su patrimonio”.

***

Argentina no es la excepción al malestar en la cultura contemporánea que se viene produciendo en algunas democracias y cuya singularidad viene dada por el aumento de sus rasgos autoritarios en tiempos de outsiders. Ubicados ideológicamente a la derecha, una vez en el poder cuestionan y debilitan elementos básicos del sistema democrático y republicano, como sucede en algunos países de América Latina, Europa y Estados Unidos. En esta línea, La Libertad Avanza viene produciendo un sentido de lo político desde posiciones conservadoras y retrógradas. Uno de los pilares sobre los que se sostiene este discurso es una determinada idea de orden, que se puede entender a partir de dos coordenadas. Por un lado, como conflicto irresoluble entre el individuo y el Estado, un “individualismo posesivo”, en términos del teórico marxista canadienese C. B. Macpherson. Por otro, convive con una concepción autoritaria y verticalista, reñida con la tradición democrática liberal que en la Argentina forma parte del acervo de conquistas democráticas, tanto de la sociedad civil como del Estado. Además de esas posiciones, el lenguaje político de Milei no es ajeno a un elemento que, desde hace un tiempo, forma parte del paisaje local y performa su discurso: la decadencia como el signo de una época.

El lenguaje político de Milei no es ajeno a la decadencia, un elemento que, desde hace un tiempo, forma parte del paisaje local y performa su discurso.

Expandida con fuerza desde el siglo XIX, los principales ideólogos de la decadencia provenían de núcleos intelectuales de raíz conservadora y de la derecha reaccionaria. Para éstos, representaba un estado de la sociedad moderna: enferma de parlamentarismo, igualitarismo y democratización, la decadencia era, en el Estado moderno, expresión de la creciente nacionalización de las masas, del surgimiento de las organizaciones sindicales y del socialismo. El progreso y la civilización trastocaban y amenazaban todos los valores vigentes. Según el teórico político Hugo Drochon, por ejemplo, Nietzsche pensaba que la democracia moderna era la forma histórica de la decadencia del Estado. Esos “intelectuales-anti-intelectuales”, de acuerdo a la terminología de Theodor Adorno, tenían como objeto de crítica a la modernidad y a los intelectuales progresistas y de izquierda, actores principales de ese proceso, y a los que denunciaban como agentes de la disolución del orden. Los apólogos de la decadencia, además, la entendían como un devenir inevitable de ese tiempo histórico. Al criticar el ideario progresista y sus valores, sumado a las tensiones y conflictos que la sociedad moderna produce, provee un discurso atractivo contra los detractores de la democracia.

Argentina no fue ajena a ese espíritu de pesimismo cultural y su recepción en los inicios del siglo XX fue interpretada, sobre todo, por grupos sociales cercanos a un ideario aristocratizante y conservador-liberal. Por entonces, la decadencia como prisma ideológico estaba a disposición de las élites dominantes, que veían cómo su legitimidad político-cultural era socavada por el proceso de democratización —primero político y luego económico— de un capitalismo en expansión. A pesar de que esas franjas sociales se vieron a sí mismas relativamente desplazadas por los efectos de ese proceso, el imaginario decadentista no había desaparecido, sino que estaba disponible a la espera de ser nuevamente movilizado.

Si bien los contextos, la calidad de las intervenciones y el modo en que se usan las ideas han cambiado, hoy la noción de decadencia alcanza usos públicos más amplios. El término está en el centro del discurso presidencial. “Hoy comienza el fin de la decadencia en Argentina”, dijo Milei minutos después de confirmarse su victoria en el balotaje. En febrero de este año, en un tuit sobre el Gramsci Kultural (sic) como parte de la batalla que su gobierno encabeza contra un socialismo imaginario para la salvación de Occidente, el presidente reveló que “la raíz del problema argentino no es político y/o económico, sino moral; y tiene como consecuencias el cinismo político y la decadencia económica”. Fue el ex presidente Mauricio Macri, sin embargo, el que hizo de este concepto una constante de su diatriba contra lo que considera el mal radical: el populismo peronista. En octubre de 2022, en la Universidad de Salamanca, dijo —y no por primera vez— que nuestro país necesitaba un cambio profundo “porque viene de muchas décadas de decadencia. Debemos ser la democracia más fracasada que hay en el planeta en los últimos 50 años y tenemos que revertirlo con ideas nuevas”. Un año después habló de la decadencia del peronismo, antes de que Milei se convirtiera en presidente.

En Argentina, a comienzos del siglo XX, la decadencia como prisma ideológico estaba a disposición de las élites dominantes, que veían cómo su legitimidad político-cultural era socavada por el proceso de democratización de un capitalismo en expansión.

En la Argentina, estos sectores tienen una obsesión por dotar a la decadencia como una conceptualización de la política, así como rastrear una genealogía que la justifique en el presente como destino inevitable. ¿Cuándo comenzó? ¿Quién la impulsó? Se la busca setenta, cien o ciento veinte años atrás. En todos los casos, el tiempo de la decadencia parece encontrar un punto de condensación en la ampliación de la participación electoral democrática y en una mayor articulación de las instituciones del Estado en las relaciones sociales. La solución, entonces, se encontraría en un tiempo pasado predemocrático, precisamente antes del inicio de la decadencia. Como en El año del desierto, de Pedro Mairal, la propuesta del actual gobierno es un regreso al siglo XIX y más allá.

Antes de querer brindar elementos para explicar una época, hoy la decadencia se presenta como un modo más de la narración efectiva, basada en el rechazo de cualquier intento de explicación racional. Menos que una ideología compacta o la expresión de un movimiento intelectual, aparece como un modo de entender la experiencia que propone el rechazo o la destrucción del otro: es el partido de los resentidos.

Hoy la noción de decadencia alcanza usos públicos más amplios. El término está en el centro del discurso presidencial

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Incluso desde su discurso mesiánico, el relato del presidente también está sometido a los humores sociales y a las correlaciones de fuerzas. Le propone a la sociedad un constante debilitamiento entre la ficción y la realidad, cuyo efecto más notable es el borramiento de las diferencias entre la autoridad presidencial y el personaje de Twitter. 

Con las diferencias de contexto y su irrepetibilidad, la retórica fanática y monolingüe de Milei recuerda a los dirigentes fascistas, aunque la desmesura de aquellos era desplegada para una movilización que, por el momento, aquí no se da. Y en el fascismo clásico, lo político orientaba al líder hacia una identificación con el Estado. Para Milei, en cambio, “el Estado es una asociación criminal donde un conjunto de políticos se ponen de acuerdo y utilizan el monopolio de la riqueza para robar recursos del sector privado”. Invirtiendo la fórmula de Marx y Engels en el Manifiesto Comunista, para Milei el Estado representa el instrumento político organizado por la casta para perjudicar a la libertad individual y la propiedad privada. Y, según esta particular concepción del orden político, la lucha que él encabeza es contra las corporaciones de una sociedad de privilegios. En ese horizonte se halla la conquista del individuo, desarticulado de cualquier relación social mediada por el Estado o por algún tipo de identidad que no sea su inmediata atomización. De acuerdo con la concepción libertaria del mundo, cualquier práctica que encarne en alguna dimensión de la estatalidad representa una amenaza a la potencia inherente de cualquier individuo. Anida en ese relato una mirada utópica de la lógica social, sobre todo cuando se la inscribe en un capitalismo periférico.

¿Cuándo comenzó la decadencia? Se la busca setenta, cien o ciento veinte años atrás, tiempos en los que se condensan la ampliación de la participación electoral democrática y en una mayor articulación de las instituciones del Estado en las relaciones sociales. La propuesta del actual gobierno es un regreso al siglo XIX.

Como un doble de la ficción borgeana, el presidente vino a acabar con la decadencia de una sociedad de privilegios y corporaciones, pero la decadencia viene con él mismo. Si ésta existe, el presidente también la encarna, aunque en su imaginación se posicione por fuera de la sociedad, a la manera del soberano autoritario de Thomas Hobbes. Sólo alguien que se asigna a sí mismo el rol histórico de salvador de la nación es capaz de reducir la palabra política hasta su insignificancia. El presidente imagina que sólo él, desde lo más hondo de la decadencia, puede emerger triunfador. Y sólo los mesiánicos —esa otra locura— creen tener un lugar de privilegio en la Historia, y en la creencia de la batalla definitiva.

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