miércoles, 31 de julio de 2024

El Pepe, chivo expiatorio de la oligarquía argentina.

 



 






El Pepe, chivo expiatorio de la oligarquía argentina.

 


 

El Firmenich, chivo expiatorio, de la oligarquía, sombras alrededor, mugre y historia turbia en su camino, su estigma lo marca con gran rencor.


Firmenich no es solo un hombre, es la conducción colectiva, decisiones que marcan la historia, en una lucha combativa.


Errores y aciertos, todos compartidos, en la Conducción Nacional, el peso de la estigmatización, no es igual para Firmenich, sin igual.


Un líder sin carisma, timidez en su mirar, en las sombras se movía con destreza, en la lucha revolucionaria, su papel crucial, en el debate político, se desempolva la certeza.


Montoneros creció de conspiración a multitud, interrumpió la escena para transformar, una generación que parecía asaltar el cielo, pero en la batalla se desmoronó al enfrentar.


Firmenich, comandante valiente y astuto, en las letras de Feinmann, bajo la lupa, sospechas, acusaciones, complicadas tramas, un debate pendiente que se escapa.


Entre la política y la intriga se debate, en las opiniones de los protagonistas, se busca entender su liderazgo, en un tiempo marcado por la conquista.


El Firmenich, chivo expiatorio de la historia, en el firmamento político se desliza, contradicciones, errores, pendencias, un personaje marcado por la caricia.


En la danza del poder y la ambición, Firmenich es más que una figura, es un símbolo de épocas turbulentas, un testigo de una lucha dura.


En la seis de la mañana, en Firmenich se debate, en su historia turbia y su estigma marcado, un líder sin carisma, en sombras se mueve, en la lucha revolucionaria, su papel señalado.


 

Pero Firmenich no fue solo un líder sombrío, sino un actor político en tiempos de rebelión, enfrentando la dictadura con valentía y pasión, en una lucha desigual contra el régimen frío.


Fue el chivo expiatorio de la oligarquía, acusado de traición y doble juego sin razón, pero su legado sigue vivo en la memoria de aquellos que lucharon por la liberación.


Firmenich, un revolucionario en su corazón, que apostó por cambiar la historia de su país, aunque las sombras y los secretos lo persigan.


No olvidemos su papel en la lucha contra la opresión, su valentía y coraje en tiempos de oscuridad, Firmenich, un nombre que seguirá en la canción.


 

 

Firmenich, en controversia envuelto, sombra y mugre, historia turbia a su alrededor, chivo expiatorio de la oligarquía, pero también un líder con valentía.


Montoneros con él al frente lucharon, contra la dictadura sin descansar, en tiempos de rebelión se levantaron, con pasión y coraje al enfrentar.


Firmenich, un nombre en la memoria, de aquellos que lucharon por la libertad, un revolucionario en toda su gloria, un símbolo de resistencia y verdad.


A pesar de las acusaciones y rumores, su legado perdura en cada corazón, Firmenich, un líder sin temores, que luchó por la justicia y la razón.


En la canción de la historia quedará, Firmenich, un nombre que nunca se borrará.


 Firmenich. héroe o villano. El chivo expiatorio de la oligarquía. 


 


 Firmenich, héroe o villano El chivo expiatorio de la oligarquía Su legado sigue vivo en mi alma En la lucha por la liberación


Su imagen sombría y misteriosa Envuelta en conspiraciones y rumores Pero detrás de la fachada turbia Hay un líder valiente en tiempos de guerra


Montoneros surgió como un fenómeno De la conspiración a la masividad Y en medio de la batalla Firmenich Se mantuvo firme en su convicción


Contradicciones y errores cometidos En la vorágine de la lucha política Pero su valentía no se puede negar Enfrentando al régimen con ardor


Firmenich, un nombre que polariza Entre la luz y la sombra del pasado Pero su legado perdura en la memoria De aquellos que creyeron en la liberación


Estribillo: Firmenich, héroe o villano El chivo expiatorio de la oligarquía Su legado sigue vivo en mi alma En la lucha por la liberación.)


 

Firmenich, héroe o villano, sombras de una historia turbia que engrandece mi memoria con la ira del soberano.


Conspirativo y hostil, sospechas en cada esquina, pero más allá de la intriga hay un debate por seguir.


Montoneros en el pasado, derrotero de lucha y abismo, ¿Héroe o villano, Firmenich? El estigma no ha cesado.


¿Error o acierto en su conducción? Colectivo fue la decisión, sus sombras en la revolución, marcaron una generación.


La estigmatización pesa, sobre Firmenich sin piedad, pero en el debate la verdad, sobre su liderazgo se reza.


Críticas y elogios se entrelazan, en la historia de un guerrillero, polémico y verdadero, su legado nos abraza.


¿Carisma le faltaba o no? El debate sigue en pie, en su figura un por qué, ¿Héroe o villano, Firmenich, héroe o traidor?


 

 


En medio de sombras y miserias, entre intrigas y perturbias, Mario Firmenich surge en furia, cargando con su condena.


Héroe o villano, el debate se enciende, en la historia de Montoneros en mi mente, líder lejano del riesgo, del fracaso latente, jefe que mandó a los suyos a la muerte, indecente.


Contradicciones y errores, Firmenich cargó, en la lucha revolucionaria se embarcó, pero su figura en sombras se quedó, sin el carisma que el peronismo necesitó.


En la Conducción Nacional, uno más, sin decisiones autónomas, no más, pero la estigmatización en su mirar, es dura carga de la historia, sin cesar.


¿Héroe o villano, dónde estás? En la memoria de aquellos años en paz, debate político, pendiente de verdad, sobre la figura de Firmenich en su andar.


En la política argentina, un enigma por resolver, en la historia turbia, su papel a comprender, Firmenich, chivo expiatorio, en la oscuridad, de un movimiento revolucionario en soledad.


Firmenich, líder polémico, en el pasado quedó, su figura contradictoria, en la sombra se posó, pero el debate pendiente, en palabras se fraguó, del héroe o villano, opuesto al olvido que reinó.



Mario Firmenich y la derrota electoral del Frente de Todos, la derecha y las abstenciones

El exlíder montonero analizó los resultados de las PASO del 12 de septiembre. “¿Está creciendo la derecha en el país? ¿A dónde fueron los votos peronistas? ¿Una abstención política?”, reflexionó.

Firmenich Nicaragua
El exlíder de la organización Montoneros, Mario Firmenich | CEDOC Perfil   15-09-2021 10:24

Mario Eduardo Firmenich, uno de los fundadores de Montoneros, analizó los resultados de las Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en un artículo de la Agencia Paco Urondo, titulado "Significado político de las PASO”.

El economista y también profesor de Economía en la Universidad Rovira i Virgili, en Tarragona, España, calificó el resultado de los comicios del pasado domingo 12 de septiembre como “catastrófico para el Frente de Todos”, teniendo en cuenta que hace dos años “vencieron las elecciones presidenciales y de gobernadores de 2019 con muy amplia ventaja y obteniendo un respaldo electoral del orden del 50% de los votos”.

En esa línea, Firmenich resaltó la victoria de Juntos por el Cambio, que supera al oficialismo por un “10% de los votos válidos y en Provincia de Buenos Aires lo supera por un 5% de los votos válidos”, aunque resaltó que hay una “imagen distorsionada de que Juntos por el Cambio ha crecido muchísimo, pero no ha tenido ningún crecimiento significativo”, sino que los votos de JxC salen “del millón de votos que pierde la alianza Consenso Federal por su disolución”.

ESTO NO LES GUSTA A LOS AUTORITARIOS

“Esta elección de 2021 es una PASO y ya se ha visto que las PASO, cuando los partidos presentan lista única en su interna, tienden a tener un abstencionismo mayor porque para el votante no se decide nada. De hecho, como suele decirse, las PASO se convierten en una ´encuesta gigante´; siendo rigurosos, se trata de un censo sobre las intencionalidades políticas”, reflexionó en su artículo.

La hermana de Firmenich asesora al Gobierno en asuntos éticos

2019 vs. 2021

Frente a ello, el máximo jefe de la guerrilla más poderosa de la década del ’70 en la Argentina radicado en el exterior desde hace más de 20 años se preguntó: “¿Se derechizó y se despolitizó la sociedad argentina en 2 años? ¿Desapareció el peronismo como espacio sociológico?”.

Para responder estas preguntas, el exlíder montonero realizó una comparación entre los resultados de las PASO 2021 con los datos de las legislativas primarias de 2019, cuando se decidió las candidaturas de la fórmula presidencial: “Una comparación válida debe hacerse entre dos elecciones PASO. Pero la elección de 2021 ha tenido el significado político de un plebiscito sobre la gestión del gobierno presidido por Alberto Fernández”.

En primer lugar, Firmenich expuso que en 2019 hubo una participación de 76,04% y una abstención de 23,96%, lo que significa que “este nivel de abstención (mayor al de una elección general) tiene el significado político de que con lista única no hay incentivos para ir a votar. “No es una abstención que tenga sentido de desinterés o de protesta”, consideró.

Firmenich
Firmenich vive en España hace 17 años y da clases de Economía en una universidad cercana a Barcelona

Con respecto a la participación electoral de este año, indicó que fue del “67,55% con una abstención de 32,45%”. “Con un padrón con 537.121 votantes potenciales más que en 2019, en esta elección los votantes se redujeron en más de 2.600.000 personas. Este abstencionismo tiene significado político, cosa que ya se había notado en las elecciones provinciales previas. Por eso también ahora son políticamente significativos el voto en blanco y el voto anulado, que sumados fueron 1.481.403”, explicó.

Por ese motivo, aseguró que en las legislativas de este año “se negaron a elegir representantes, de una forma u otra, un total de 12.636.669 ciudadanos; una abstención del 36,75% del padrón en un país con voto obligatorio”. Ante ello, se preguntó: “¿Quiénes son los que se negaron a elegir diputados? ¿Cuál es el significado político de esta actitud? ¿Qué relación tiene con el plebiscito sobre la gestión del gobierno del Frente de Todos a mitad de su mandato?”

“Cómo perdió votos el Frente de Todos y cuántos perdió”

En otro orden, Firmenich se refirió a la derrota electoral del oficialismo en las recientes elecciones y catalogó los resultados como “engañosos”, debido a que “los votos se miden como proporción de un total muy inferior dado el abstencionismo y los votos en blanco y nulos.”

“Es sabido que cuando un frente hegemonizado por el peronismo obtiene cerca del 50% de los votos, esto se debe a que un sector de votantes independientes, mayoritariamente de clase media, se vuelca a la alianza con el movimiento popular”, afirmó.

En esa línea, sostuvo que el oficialismo “ha perdido más de 5 millones de votos entre 2019 y 2021” y que la mitad de ellos los perdió en el territorio bonaerense. En cuanto a dónde se fueron esos cinco millones de votos, el exlíder montonero señaló a “los pequeños partidos de izquierda, (Florencio) Randazo y (Guillermo) Moreno y los votos en blanco y anulados”.

“Era previsible para cualquier análisis político objetivo sobre la gestión del gobierno nacional que el peronismo había perdido en los últimos dos años el apoyo que había obtenido de los sectores de clase media políticamente independientes. El deterioro de la imagen de Alberto Fernández en las encuestas reflejaba ese fenómeno político”, añadió.

Cavallo elogió a Javier Milei y recordó: "Néstor Kirchner estaba muy alineado a las ideas liberales"

“La derechización de la sociedad argentina”

Por otra parte, Firmenich comparó nuevamente la situación electoral de 2019 con la de 2021 en términos de la ocupación de la derecha en los comicios, que “aumentó unos 500.000 votos entre 2019 y 2021, aumento que no llega al 1% del padrón electoral”.

“La evidencia indica que no existe un desplazamiento masivo del voto hacia la derecha” lanzó en referencia a la “revelación del partido de la extrema derecha liberal” La Libertad Avanza, liderado por Javier Milei, quien consiguió un 13% de votos en la Ciudad de Buenos Aires.

“Buena parte del crecimiento cuantitativo de 500.000 votos de la derecha es la captación del voto joven de Capital Federal que Milei consiguió con sus 238.522 votos. Como realidad sociológica, este voto representa el espacio histórico de la derecha liberal en la Ciudad de Buenos Aires, que había perdido su representación política desde la desaparición del partido de Alsogaray”, sostuvo el economista, por lo que aseguró que “si descontamos estos votos, el corrimiento de votos hacia la derecha no supera los 300.000 votos en todo el país”, afirmó.

Quien es Mario Eduardo Firmenich

Firmenich fue uno de los fundadores de la organización político-militar Montoneros y uno de sus principales dirigentes entre 1970 y 1983, junto a Fernando Abal Medina, Carlos Gustavo Ramus y Norma Arrostito entre otros. .

Egresado del secundario del Colegio Nacional Buenos Aires, donde había militado en agrupaciones de estudiantes católicos con el cura Carlos Mugica, Firmenich comenzó a juntarse con grupos nacionalistas que simpatizaban con la revolución cubana. A partir de ahí, inició una vida en la clandestinidad y fundó la organización que planificó el secuestro y asesinato de general Pedro Eugenio Aramburu en 1970.

Tucumán: una obra sobre Montoneros en la Casa Histórica de la Independencia desató una polémica

En la llamada Operación Pindapoy, Montoneros sometió a Aramburu a un "juicio" y luego lo ejecutó  al ser acusado de ser responsable de los fusilamientos de militares y civiles peronistas en 1956. 

En el marco del golpe militar de 1976, Firmenich pudo escapar, pero fue capturado en Brasil, ya en el retorno de la democracia bajo el gobierno de Raúl Alfonsín. Allí fue extraditado, juzgado y condenado a 30 años de prisión por homicidio y secuestro, aunque, gracias al decreto 2742  dictado por Carlos Saúl Menem el 29 de diciembre de 1990, salió libre. Tras abandonar la prisión, dejó la política activa para dedicarse al estudio y la investigación, y se recibió de licenciado en Economía en la Universidad de Buenos Aires. En la actualidad, vive  en Vila Nova i La Geltrú, un pueblo catalán de montaña cerca de Barcelona, en España, aunque sus cuatro hijos viven en Buenos Aires y Córdoba.

CFT/FL














Huerque mapu (o el peronismo montonero hecho canción) 

mayo 29, 2020  

Capítulo del libro Cabecita negra. Ensayos sobre literatura y peronismo (editorial Punto de encuentro, 2016), donde se aborda la experiencia de la banda que elaboró un disco para contar la historia de la resistencia peronista.

Por Mariano Pacheco

“Una canción puede despertar conciencias y una bala puede apagarlas.” Calamaro

 Resulta paradójico que el marplatense Juan “Chango” Sosa, quien fuera la punta de lanza del proyecto musical que tomará el nombre de Huerque Mapu (“mensajeros de la tierra”, en lengua mapuche), no haya estado como integrante del grupo ni siquiera en el debut artístico.

Como sea, él –que era amigo de Juan Cedrón desde la infancia, cuando el “Tata” iba a la costa a veranear– fue quien “craneó” con el neuquino Naldo Labrín el armado de una banda. Así fue como el Chango hizo de intermediario para que sus integrantes se pusieran en contacto. Y se subió a los escenarios del “protogrupo”, el 22 de agosto de 1972, dando inicio a una historia que fue narrada en detalle por los jóvenes periodistas Tamara Smerling y Ariel Zak, en el libro que la editorial Planeta publicó en 2014: Un fusil y una canción. La historia secreta de Huerque Mapu, la banda que grabó el disco oficial de Montoneros.

Sin lugar a dudas, la “casona de Mansilla”, situada al 2800 de aquella calle del barrio porteño de Palermo, fue el “cuartel general” donde muchos músicos, pintores, poetas, cineastas, escritores de la época encontraron un lugar, no solo para vivir sino para socializar y proyectar iniciativas de intervención cultural. Allí el Chango le alquiló una pieza a Naldo, y entre mates, charlas y guitarras, surgió esta iniciativa, de la que finalmente el Chango se bajó porque priorizó otros rumbos políticos y laborales (era soldador en los astilleros de Astarsa y militante de izquierda). Eso sí, fue el eje a partir del cual el grupo de música decidió participar del festival que se realizó en el Aula Magna de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires, el 22 de agosto de 1972, con el objetivo de juntar dinero para los presos políticos, y los obreros de Sitrac Sitram que se encontraban en huelga en la provincia de Córdoba. Mientras tocaban, se enteraron de que un grupo de combatientes de las FAR, el ERP y Montoneros habían sido fusilados en la Base Aeronaval Almirante Zar. Mientras interpretaban la canción “La tonada de Manuel Rodríguez”, realizada sobre un poema de Pablo Neruda, el Chango le cambió la letra, y el guerrillero asesinado ya no fue uno sino varios, y no en Til Til sino en Trelew.

Nueve meses después, con Hebe Rosell en voz, vientos y percusión; Naldo Labrín y Tacún Lazarte en guitarras; Lucio Navarro en charango y Ricardo Munich en violonchelo, Huerque Mapu debutó oficialmente en los escenarios porteños. El Teatro Payró se llenó aquel 24 de mayo de 1973, horas antes de la asunción de Héctor Cámpora a la presidencia de la Nación. Un “acontecimiento musical”, según lo definió en sus páginas el diario La Opinión. Ese mismo año grabaron Hueque Mapu I. Su primer disco, de 11 canciones y 39 minutos, vendió alrededor de 600.000 copias.

En octubre de 1973, el entonces Secretario de la Dirección de Comunicaciones del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, Nicolás Casullo, llevó al grupo una propuesta elaborada por la mismísima Conducción Nacional de Montoneros: querían que Huerque Mapu grabara una “versión argentina” de algo así como una mezcla entre las canciones anarquistas italianas y las republicanas de la Guerra Civil Española. El resultado fue la Cantata Montonera, en la que el propio Casullo escribió algunas partes, bajo el seudónimo de H. Suárez. Tal como lo había pedido la Organización, el disco no comenzó el 17 de Octubre de 1945: arrancó con “El Aramburazo”. El objetivo en esa decisión era el de crear un nuevo relato sobre la historia del Movimiento y, a partir de allí, instalar nuevas canciones y consignas para que cantaran los militantes. La idea final era disputarle el protagonismo a la vieja “Marcha Peronista”, relatan Zak y Smerling.

“La Cantata” salió bajo el sello “Discos para la Liberación”, y se grabó durante dos meses en el prestigioso estudio Ion, situado en la calle Hipólito Yrigoyen, en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires. Entre los artistas invitados figuran Rodolfo Mederos (bandoneón) y Manuel Picón, Irene Tapia y Olga Manzano en voces, más un grupo de militantes de distintas unidades básicas peronistas que aportaron en los coros.

La voz del “narrador” estuvo a cargo de Eduardo Rodríguez Arguibel, un estudiante de teatro y militante del Movimiento Revolucionario 17 de Octubre, que trabajaba en una empresa telefónica e integraba la Lista Marrón del Sindicato de Telecomunicaciones (enrolado en FOETRA).

Se presentó en el Luna Park el 28 de diciembre de 1973, en el “Festival Peronista por la Liberación y la Reconstrucción Nacional”, organizado por la Juventud Peronista-Regional. Diez días antes, en una nota publicada en El Descamisado (“10 canciones montoneras”), puede leerse que la idea del disco fue basarse en los motivos de la música nacional, como la milonga, el gato, el malambo, la chacarera y la ranchera. En la entrevista que le realiza el periódico, el grupo explica cada una de las canciones. La primera (“Memorias del basural”) es sobre “El Aramburazo”. Una milonga que va contando los sucesos mientras un coro, voces solas sin música, relata el momento en que juzgan, sentencian y ejecutan a Aramburu, cuentan. La segunda (“La ´V´ de La Calera”) es sobre el copamiento de la localidad cordobesa. El motivo de la “V” de la victoria que hace un compañero que cae preso, explican. La tercera (“Fernando y Gustavo”) es sobre la muerte de Ramus y Abal Medina en la localidad bonaerense de William Morris. Acá sentimos que la letra y la música debían ser cálidas, que reflejaran que Fernando y Gustavo no son dos superhéroes sino dos compañeros, señalan los integrantes del grupo, mientras continúan su repaso tema por tema. Respecto de la cuarta canción (“Garín”), que rinde homenaje a los combatientes de las FAR que tomaron esa ciudad para presentarse públicamente, dicen que es un tema “alegre, picaresco”, cuya intención era reflejar como se burló ese día la “aparatosidad militar de la dictadura”. Sobre “Juan Pablo Maestre”, el quinto tema, comentan que la búsqueda, a través de la copla, fue gestar un monólogo ficticio en donde su mujer, Mirta Misetich (detenida junto a él el 13 de julio de 1971, aún permanece desaparecida), le habla al militante asesinado. El sexto tema (“Combate de Ferreyra”) aborda la caída del comandante de las FAR, Carlos Olmedo, junto con otros tres combatientes. El séptimo (“El Negro Sabino”) está basado en una poesía que había publicado El Descamisado para el aniversario de la muerte de El Negro, cuyo autor no figuraba, pero que después se supo que fue Alberto José Molinas Benuzzi, asesinado junto a María Victoria (la hija de Walsh) y otros militantes en el denominado “combate de la calle Corro” (29 de septiembre de 1976). Las últimas tres canciones son “Pueblo peronista”, dedicada a todas las mujeres y hombres que lucharon en el transcurso de esos 18 años; “Trelew” (un “aleluya”) y finalmente “Montoneros”, una marcha. Sobre la anteúltima canción, “Los Huerque” dicen que si bien el hecho de los fusilamientos fue muy “triste, desgarrador”, esos caídos no son pasado sino presente. Y por eso los aleluyas, los “presentes”, que es todo lo que se escucha en la canción, junto con el nombre de los asesinados. Respecto de la marcha de cierre, expresan los músicos, no es más que una arenga –bombos mediante– a la lucha por el socialismo nacional.

***

Si uno hace el ejercicio de juntar, a modo de collage, todos los relatos que aparecen en el disco recitados por la voz en off, puede construir una suerte de cuento o saga de relatos sobre el peronismo, que es lo más cercano que la literatura del período (1945-1975) estuvo de dar cuenta del fenómeno peronista durante esas tres décadas.

A modo de homenaje a Walter Benjamin, quien construyó un inmenso libro solo con citas, glosaremos los recitados de este disco, con el afán de ensayar esta serie de relatos sobre el peronismo. Lo mismo se podría hacer compilando las letras de las canciones, sin los recitados: hacer un gran poemario de amor y de guerra. Pero esa tarea se la dejamos al lector. Aquí nos limitamos a ensayar un esbozo de relato con la transcripción de las partes del disco donde habla la voz en off, que podríamos titular:

“El peronismo según los Huerque Mapu”:

I-

1970. El pueblo peronista soporta la dictadura de las botas y monopolios imperialistas.

Pero va gestando su respuesta. Una nueva etapa de la larga resistencia iniciada en 1955, cuando las minorías oligárquicas derrocaron al general Perón.

En 1969 estalla el Cordobazo. Tiempo después, otras puebladas incendian la patria.

Mientras tanto la década del 60 ha traído el definitivo despertar de los pueblos del tercer mundo. La revolución cubana es una luz que persiste. Camilo Torres en Colombia, y la heroica muerte del Che en Bolivia, se suman como señales de un camino hacia la liberación latinoamericana.

Aquí, en nuestra tierra, ese camino tiene el nombre que decidió ponerle el pueblo con su sangre y su combate: movimiento peronista. Un líder: el general Perón. Una compañera inolvidable: Evita. De esta conjunción de vida, lucha y esperanza, del corazón mismo del pueblo peronista, nace una organización político-militar: Montoneros.

Es detenido para ser juzgado el general Aramburu: “Lo llevan prisionero por la tarde del pueblo. Fusil, tacuara y cielo es tiempo despertando. Puede que le pregunten la historia de los muertos allá en José León Suárez, allá lo van juzgando”.

II-

Primero de julio de 1970. Ciudad de La Calera, Córdoba, arriban columnas montoneras.

Son los comandos General San Martín, Eva Perón, Uturuncos y 29 de mayo. La ciudad será tomada y la dictadura militar sufrirá otra de sus grandes derrotas. Un combatiente hecho prisionero por el enemigo levantará su mano como símbolo de victoria…

Y fue esa vez un ejército de pueblo peronista el que tomó una ciudad para convertirla en sueño. En anuncio de alboradas. Fue en aquella ciudad de calles y de córdobas donde se reiniciaban guerras que nunca habían terminado. Que volvían de antiguas edades de la Patria cuando otros hombres se desangraron por el mismo sueño. Un ejército de pueblo golpeando en plena cara de la dictadura, con dos palabras que se repitieron infinitas: Perón Vuelve. Porque los combatientes habían llegado a proclamar primeros bandos de la liberación. Y fue desde tu sangre, Emilio Maza, que escribiste en La Calera la “V” de Venceremos.

III-

El pueblo se va alzando y se agudiza el enfrentamiento con el gobierno militar de los monopolios. Las organizaciones armadas asaltan destacamentos, expropian armas y caudales para el pueblo: brotan en fábricas y barrios ensanchando su horizonte político.

Siete de septiembre de 1970, las fuerzas represivas tienden una emboscada en William Morris. En ella caen, combatiendo, dos comandantes montoneros: Fernando Abal Medina y Gustavo Ramus.

IV-

Fuerzas Armadas Revolucionarias, las FAR, otra organización político-militar que se rebela en armas contra la opresión y los proyectos del imperialismo. Aunque juntamente con Montoneros y descamisados crecen desde la única bandera de resistencia y triunfo que levanta la lucha popular: el peronismo. Se arman los nuevos combatientes, será el pueblo el que ofrece sus hombres y el resguardo. Treinta de julio de 1970, las columnas de la FAR toman militarmente la ciudad de Garín, provincia de Buenos Aires.

V-

Los proyectos proimperialistas del gobierno encuentran en el pueblo, como siempre, la última frontera, la impasable: FAR y Montoneros, la patria peronista en armas, crecen y se expanden a lo largo y ancho del país. En la dura lucha también sufren derrotas y retrocesos, compañeros muertos y apresados. Impotente el régimen apela al secuestro, a torturas salvajes, al crimen, como Baldú, como Pujals, como los compañeros Verd, también Juan Pablo Maestre y Mirta Misetich, combatientes de las FAR, son asesinados a sangre fría por los comandos armados de la antipatria. Allí mueren los dos: en una conjunción de amor y militancia, que estremecerá al pueblo en lo más hondo de su sentimiento. Juan Pablo y Mirta, Mirta y Juan Pablo. Quizás podamos imaginar que fue ella, esa última noche, la que habló a su compañero, o recordó como nunca aquella frase: en una revolución, se triunfa o se muere.

VI-

Así como las burocracias conciliadoras pactan y ceden ante la dictadura, FAR y Montoneros ya están en el corazón del pueblo. Ya son parte de aquello que anunciara Evita: “el peronismo será revolucionario, o no será nada”. Se lucha por el retorno de Perón a la patria y al poder, se lucha por el triunfo popular. Córdoba: el gobierno lanza sus tanques contra los obreros de la empresa imperialista FIAT: hay represión y cientos de despedidos. Un operativo preparado por combatientes de la FAR, de la FAP y Montoneros fracasa. En el combate de Ferreyra mueren Villagra, Baffi, Teressini, y el comandante de las FAR: Carlos Olmedo.

VII-

Perseguido durante días y días por las fuerzas represivas. Acorralado en tierras de Alta Gracia por cientos de buitres, que siguen sus huellas, se resiste y se desangra el negro Sabino Navarro, peronista y combatiente montonero. Apretá los dientes, negro, “Perón o muerte”, andarás diciendo en el final. A cuerpo y bala te vas confundiendo con el cielo de tu patria. ¡Vamos comandante! ¡Hasta la victoria!

VIII-

Los que dan la vida y los que negocian, los leales al general Perón, y los que conciliaron durante tantos años. Ya lo decía Evita: los descamisados y los alcahuetes, el pueblo peronista y los que traicionan, como si no lo supieran, compañeros. ¿De qué lado estuvieron Valle, Cogorni, Vallese, Mussi, Retamar, Capuano Martínez, Pujadas, Simona, Rasseti? ¿Y dónde estuvieron los otros…?

IX-

Veintidós de agosto de 1972: el pueblo no gasta palabras para esa fecha. Un sólo nombre: “Trelew”. Y toda una historia de luchas se agolpa en dieciséis comandantes que ofrendaron su vida. Esa sangre que el pueblo jamás negociará, ¡porque es su sangre!

X-

Y creció el pueblo montonero. “Perón o muerte” fue su consigna. “Libres o muertos, jamás esclavos”. Fue esa historia de rebeliones y sangre popular. “¡Viva la patria!” fue el saludo y la esperanza. La patria se hizo joven, la juventud se hizo patria. Y el general Perón volvió desde cada uno de los pechos y fusiles peronistas para ponerse al frente de la liberación. Y con el “Tío” reventamos las urnas. Y Perón fue otra vez presidente de su pueblo: se cumplió un sueño, aquél sueño de viejos peronistas que allá por el cincuenta y cinco no se rindieron. El sueño de sus hijos: de Abal Medina, de Olmedo, de Sabino, de tantos compañeros que dieron la vida por su pueblo y por Perón. La lucha no ha terminado. FAR y Montoneros se fusionaron en una sola organización político-militar: Montoneros. Hay que organizarse, pertrecharse, consolidarse y unirse en cada fábrica, en cada barrio, en cada rincón del país, para alcanzar la victoria, y que la clase trabajadora peronista conquiste el poder. Lucharemos entonces por la patria peronista, que será como la quiere el pueblo: ¡montonera y socialista!

***

La síntesis lograda en la grabación del disco, de todos modos, no dejó muy contentos ni a los integrantes de la banda ni a los dirigentes montoneros. Nunca fue fácil el vínculo entre estética y política, entre cultura y revolución, entre creatividad artística y disciplina militante. Y este caso no sería una excepción. El ejemplo más claro, narrado por Zak y Smerling, puede verse graficado en el resultado de la canción dedicada a Ramus y Abal Medina, los dos íconos de la dirección de la organización, caídos en los primeros pasos de la experiencia montonera. En Un fusil y una canción… puede leerse el testimonio de Labrín, quien había pedido ayuda a su amigo Manuel Picón para su composición. También puede leerse, completa, la bella poesía que quedó como resultado… de la que solo se incorpora en la versión final que puede escucharse en el disco (escrita por Casullo)… una sola frase.

De todos modos, y más allá de las diferencias y tensiones que recorrieron el proceso, el resultado logró emocionar ampliamente a la militancia de la Tendencia Revolucionaria.

Como para cerrar el año, tras el festival, “Los Huerque” fueron tapa del N° 31 de El Descamisado, el último de ese 1973 tan intenso y tan particular. “La historia del pueblo cantada para el pueblo”, dicen los grandes titulares, arriba de una foto sacada desde arriba y desde atrás del escenario, en donde puede verse al público y a la banda, con sus pantalones marrones de corderoy de botamangas anchas y ajustados en la parte de arriba (un “look” de época. Una contraseña generacional). Debajo, en letras más chicas, puede leerse:

“En un festival organizado por la Juventud Peronista Regional, los Huerque Mapu presentaron diez canciones que relatan la gesta histórica de los Montoneros.

La gesta histórica de un pueblo luchando por su liberación. De un pueblo que entregó a sus mejores hijos para que Perón sea presidente.

De un pueblo que sigue entregando a sus mejores hijos para lograr la definitiva liberación de nuestra Patria”.

“La Cantata” se tocó completa, por segunda y última vez, el 11 de marzo de 1974, en el primer aniversario del triunfo peronista en los comicios, luego de 18 años de proscripciones. Fernando Vaca Narvaja y Marcos Osatinsky, ambos de la Conducción Nacional de Montoneros, estuvieron en el escenario. Sus palabras no fueron muy entusiastas. No se equivocaban en los malos augurios que anunciaban: un mes y medio después, Perón los echaba de la Plaza de Mayo. Cuatro meses más tarde, el viejo líder se moría, y los comandos parapoliciales dirigidos por “El Brujo” López Rega comenzaban la estocada.

En 1974, de todos modos, junto al grupo de Teatro Popular de Bahía Blanca, Huerque Mapu presenta en el sur del país la “Cantata de Santa María de Iquique”, y también participa en festivales en Córdoba y Buenos Aires (Cosquín y Baradero). En 1975 graban Huerque Mapu II, su tercer y último disco en el país. Cuatro décadas después, al salir publicada la biografía del grupo, el hermano de una de sus integrantes (Hebe Rosell), el reconocido músico Andrés Calamaro, escribió la frase “Una canción puede despertar conciencias y una bala puede apagarlas”, ya citada como epígrafe de este capítulo. Nada más cerca de lo que pasó. Los integrantes de Huerque Mapu partieron al exilio europeo. Permanecerán en España una década. El retorno fue a otra Argentina. La de los dos demonios. La que aún no podía procesar la derrota de esa gran apuesta por la revolución.

AQUÍ, EL DISCO COMPLETO:

 

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