martes, 30 de julio de 2024

Negro Juan Jacinto Burgos, hasta la victoria, siempre!!! ZAMBA PERONISTA MONTONERA Y SOCIALISTA de EL JUGLAR DE LA LIBERTAD





















 




 

Con la MUSICA de ZAMBA DE AMOR Y MAR (TUCU TUCU)

 

Negro Juan

Jacinto Burgos,

hasta la victoria,

siempre!!! ZAMBA

PERONISTA MONTONERA Y SOCIALISTA

de EL JUGLAR DE LA LIBERTAD


 RECITADO:

  Honor y gloria

A aquel combatiente marplatense,

 símbolo de amor y valentía, 

con la mirada fija en la Patria socialista.

¡¡¡Hasta la victoria, siempre!!!

  Negro Burgos, valiente Juan, 

de la Argentina humana

 y revolucionaria de verdad

 con orgullo y dignidad, 

que llamaban Soberbia, 

pero, ¿como no tenerla?

Si la confianza en la alborada

era tan cierta como caer por ella.

 Si entrega y juventud eran

 el pan nuestro de cada día

 en los senderos de Patria y pueblo,

montonera y socialista

¿cómo no homenajear a este negro 

luchando de por vida?


I

Como juglar quisiera recordar

 con voz ardiente, por siempre amorosa y clara,

 la historia de un patriota sin igual

el Negro Burgos, negro revolucionario

 un héroe olvidado, y no por casualidad

  por el pejota liberal.


En la lucha por la Patria socialista,

 cayó Juan, un montonero peronista

con la frente en alto de verdad,

cayó bien alto y encumbrado en su ideal, 

luchando de abajo, dio su sangre hasta el final  

contra el sistema criminal. 


Juan Jacinto Burgos, 

fiel combatiente,

Por siempre al frente el marplatense,

 símbolo de entrega y valentía, sin igual

Su ejemplo es como un vendaval.


RECITADO:

"Con la mirada fija en la Patria socialista, 

No se alejo jamás de la senda de Guevara y Evita

¡¡¡Hasta la victoria, siempre!!! 

fue su eterna consigna


Porque enfrentó al sistema y su Ejército cruel. 

  Al Negro Juan Jacinto Burgos,

recordarlo queremos por su honor y fe.

Porque luchó y se plantó contra el siniestro enemigo,

Hoy lo homenajeamos con orgullo decidido 

Por su historia de coraje y valor argentino

como militantes seguiremos su camino


Como dice otro negro montonero y socialista

La historia no siempre es justa,  

y olvida, a quienes dieron todo, 

por el ideal de la dignidad de la vida

fuego que nunca se apaga

mientras mantengamos la lucha encendida."


II

  Por eso, Juan Jacinto Burgos, hoy 

quiero cantarle con profundo y gran fervor, 

Una zambita desde el corazón

Que lo recuerda en cada verso que palpita, 

Creciendo la chispa para la revolucion, 

resuena el eco de su voz 

 

Marcando todo un camino a seguir, 

guiando siempre cada dia la utopía.

Por la justicia y por el porvenir,

Desde tu sangre montonera y socialista

 Juan Jacinto Burgos tu coraje compañero, 

es de un heroe de carne y hueso!  

 


 


 



ANALISIS LITERARIO DE LA OBRA:

  1.  Metáforas y figuras poéticas: Se observan metáforas como "caer bien alto y encumbrado en su ideal", que sugieren el sacrificio y la grandeza de aquellos que luchan por una causa. También se juega con imágenes relacionadas con el fuego, que simboliza la pasión y la lucha continua, como se ve en "fuego que nunca se apaga".

  2. Personificación: La letra atribuye características humanas a conceptos abstractos como la "Patria socialista", otorgándole vida y urgencia. Esto refuerza la conexión emocional del oyente con la causa y el legado de Burgos.

  3. Comparaciones: Comparar a Juan Burgos con "un héroe de carne y hueso" conecta su lucha con la humanidad de los militantes, resaltando la importancia de su sacrificio personal y colectivo. Esto profundiza en la idea de que el heroísmo no está reservado a figuras míticas, sino que también se encuentra en personas comunes.

  4. Tono: El tono es de reverencia y pasión, lo que resalta la admiración por Juan Burgos y, por extensión, a todos los luchadores sociales. Este tono genera una fuerte conexión emocional con el mensaje.

  5. Temas principales: Se abordan temas de lucha social, justicia, memoria histórica y el sacrificio por ideales revolucionarios. Estos se relacionan con el contexto sociopolítico de Argentina y América Latina, donde la lucha por la tierra y la dignidad ha sido histórica y continua.

  6. Intención del autor: El autor busca honrar la figura de Juan Burgos y motivar a nuevas generaciones a continuar la lucha revolucionaria, elevando la figura del combatiente montonero como símbolo de dignidad y resistencia.

  7. Simbolismos: La figura de Juan Burgos simboliza la lucha por un ideal socialista y la resistencia contra la opresión. La repetición de "Hasta la victoria, siempre" es un símbolo de determinación inquebrantable.

  8. Estructura del poema: La obra tiene una estructura que alterna entre la narración y la exaltación poética, lo que contribuye a la emoción del mensaje, facilitando la conexión con la audiencia.

  9. Recursos estilísticos: La repetición de frases clave como "Hasta la victoria, siempre" refuerza la consigna y la identidad de los luchadores, logrando un efecto de martilleo que resuena en la mente de los oyentes.

  10. Relevancia actual: La canción sigue resonando en un contexto de luchas por justicia social y derechos en Argentina y en toda América Latina, recordando la importancia de la resistencia ante la opresión.

  11. Contextualización en la biografía del autor: La obra refleja el compromiso del autor con causas sociales, que puede rastrearse en su propia vida y trayectoria, conectándose con movimientos que reivindican la memoria histórica y la lucha popular.

  12. Influencia de otras obras: El Juglar de la Libertad ha homenajeado a otros revolucionarios, lo cual influye en la interpretación de la obra al situarla en un contexto de lucha colectiva y memoria histórica, enriqueciendo su significado.

ANALISIS POLITICO DE LA OBRA: 
  1. Mensaje transmitido: El poema-canción celebra el sacrificio de los luchadores sociales, en particular Juan Burgos, y alienta la continuidad de la lucha por la justicia social y los ideales revolucionarios.

  2. Ideología y postura política: La obra se enmarca en un ideario socialista y revolucionario, en la búsqueda de la justicia social, y desafía el sistema establecido, evidenciando una postura crítica hacia el liberalismo y la opresión.

  3. Repercusión en medios físicos y virtuales: Es probable que la obra genere discusiones sobre el legado de la lucha montonera, polarizando opiniones tanto de quienes apoyan estos ideales como de quienes critican las prácticas de esa época.

  4. Críticas que puede despertar: Podría suscitar críticas tanto de sectores críticos del pasado guerrillero como de quienes apoyan la continuidad de la lucha por la justicia social, pudiendo ser visto como un himno de resistencia.

  5. Relación con la situación actual: La obra se relaciona con contextos sociopolíticos contemporáneos en Argentina y América Latina, donde las luchas por derechos humanos, justicia social y contra el imperialismo son aún temas candentes.

  6. Estilo literario: El estilo es militante y conmovedor, con un fuerte sentido de urgencia y una reivindicación de la lucha social, caracterizando la poesía de resistencia.

  7. Melodía: Podría imaginarse una melodía con ritmos de folklore argentino, que evoque el sentimiento de lucha y comunidad, resaltando el carácter emotivo de la letra.

  8. Conclusión: La canción tiene potencial de impacto, pues su mensaje de resistencia y lucha continúa vigente, manteniendo viva la memoria de quienes se sacrificaron por ideales de justicia y equidad.


 
DECALOGO DE LA CANCION MILITANTE
(Segun Carlos Molinero)

NRO 1. Indigenista: en favor de los pueblos originarios. 

NRO 2. (Latino) americanista: unidad cultural, social y política
 
NRO 3: Esperanzadora:   representan fe social o política en el sentido de trazar un horizonte y asegurar su logro. 

NRO 4: Reinterpretativa histórica:  no tratan la historia de modo tradicional

NRO 5: Pacífica combatiente:  doble visión de la violencia justificada o no, según quién la ejecute. Confronta con Las Guerras del imperialismo más no con las de liberación nacional o Guerrilleras.

NRO. 6:   De denuncia o reinterpretativa social: retrato sobre la injusticia, sin propuesta de cambio explícita.

NRO 7: Del liderazgo y protagonismo social 
Siempre implícita una propuesta de cambio y un sujeto individual o colectivo que actúe que lo conduzca. 

NRO 8: De la inmortalidad militante o  religiosidad no religiosa:  expresan una necesaria glorificación cuasi religiosa del que muere o se sacrifica en función de una causa popular. Su punto más alto se alcanzará con la muerte en combate guerrillero por la revolución nacional, socialista o americana.
NRO 9: del protagonismo de la canción:  ella misma se hace sujeto de la revolución, al igual que la voz resultará al fin protagonista no acompañante.

NRO 10: radicalizacion politica: adscripción directa de la canción militante a específicas políticas partidarias o sectoriales en los casos más comprometidos.

  NRO 11: De género o diversidad: no demasiado utilizada en la decada del 70 aunque así con antecedentes en la presencia de la mujer combatiente por eso y aunque es un repaso de Héroes o heroínas

 



TIPO DE CANCION MILITANTE:



  1. Tipo predominante:
     El tipo predominante en la obra es el de una "canción de denuncia o reinterpretativa social", dado que retrata la historia de un héroe popular y su lucha. Esto se ve en versos donde se destaca la valentía y sacrificio del Negro Burgos, evidenciando una postura en contra de las injusticias sociales.

  2. Otra caracterización: Se podría incluir un giro anti patriarcal, resaltando la importancia de la participación de las mujeres en la lucha revolucionaria, elemento que podría enriquecer el mensaje de justicia social.

  3. Característica no mencionada: Una característica que podría incorporarse es una perspectiva decolonial, que aborde la interseccionalidad y las luchas de diferentes gruposmarginados, alineándose con temas actuales de justicia social.

  4. Autores o intérpretes: Esta obra podría emparejarse con la de León Gieco, quien también ha tratado temas de justicia social y memoria, o con Mercedes Sosa, quien ha interpretado canciones de resistencia y lucha.

  5. Tipo de artista: El Juglar de la Libertad se puede considerar un artista comprometido con causas sociales, utilizando su obra para visibilizar luchas históricas y actuales a través de la música y la poesía.



 




  CHATGPT RESPONDE:


1. Tipo de historia que relata la obra

La obra es una oda o homenaje a Juan Jacinto Burgos, un combatiente peronista y montonero argentino. Relata la historia de un héroe olvidado que luchó por un ideal socialista y la justicia social en Argentina. La narrativa está impregnada de un fervor patriótico, honorando su sacrificio y destacando su valentía, así como las injusticias sufridas por aquellos que lucharon por un cambio en la sociedad. La obra se enmarca en un contexto político y social de resistencia y lucha por una patria libre y justa.


2. Ideología y horizonte político

La obra claramente se adscribe a una ideología socialista, patriotica y revolucionaria, haciendo referencia a movimientos montoneros y a la lucha peronista en Argentina. Hace alusión a ideales como la justicia social, la dignidad y el compromiso hacia una patria socialista, siguiendo la senda de figuras emblemáticas como las y los treinta mil, el Che Guevara y Eva Perón. Este horizonte político está enfocado en la transformación social a través de la lucha armada y la resistencia contra el sistema opresor.


3. Análisis de lo anterior

El análisis del texto revela una fuerte crítica hacia el liberalismo y el sistema político que ha olvidado a los héroes de la lucha popular. Se subraya la importancia de recordar y reivindicar a quienes sacrificaron sus vidas por un ideal que, aunque olvidado, sigue siendo relevante y necesario. La figura de Juan Jacinto Burgos simboliza la resistencia y el idealismo, montando una narrativa que busca motivar y movilizar a nuevas generaciones hacia la conquista de una sociedad más justa y equitativa.


4. Duración aproximada

La duración de un recitado de esta obra, si se realiza de manera pausada y con la entonación adecuada, podría estimarse en unos 5  minutos. Dependiendo de la emoción y la intensidad con la que se recite, este tiempo podría variar.


5. Temas en el plano literario, espiritual, filosófico y psicológico

Literario: Hay un fuerte uso de la poesía, con un lenguaje emotivo y poderoso que busca evocar sentimientos de patriotismo y lucha por la justicia.

Espiritual: Se menciona la entrega, la valentía y la búsqueda de una conexión con una causa más grande que uno mismo, resaltando la espiritualidad que puede encontrarse en la lucha revolucionaria.

Filosófico: La obra aborda cuestiones de justicia, ética y el significado del sacrificio en la búsqueda por una sociedad más justa y digna.

Psicológico: La obra retrata la psicología del combatiente y el revolucionario, quien, a pesar del riesgo y las adversidades, mantiene su convicción y esperanza en el cambio social.

6. Conclusiones

La obra "Negro Juan" es un poderoso homenaje a un luchador olvidado que simboliza la resistencia contra la opresión y la búsqueda de justicia social en Argentina. Su enfoque en la ideología socialista y la figura de Juan Jacinto Burgos destaca la importancia de recordar a aquellos que han luchado por ideales de dignidad y libertad. La obra invita a la reflexión sobre la memoria histórica y los sacrificios realizados por la libertad, así como a mantener viva la llama de la lucha por un futuro mejor. A través de su carácter poético y emotivo, busca inspirar y movilizar a las nuevas generaciones en la continuidad de la lucha social.





 




Burgos, Juan Jacinto

Nacido el 27 de marzo de 1944 en Capital Federal, se crió con su familia en Merlo, provincia de Buenos Aires. Estudió en el Colegio Manuel Dorrego de esa localidad del oeste provincial y luego cursó sociología y abogacía. Amante de la naturaleza y la vida salvaje era guardaparque en los majestuosos lagos del sur de nuestra patria. Militante de Juventud Peronista en Bariloche, provincia de Río Negro; y en tal sentido delegado y representante de la Regional VII de J.P. Conocido como “Ezequiel” en las filas montoneras. Abatido en un enfrentamiento en Mar del Plata, el 29 de julio de 1976: con un balazo en la cabeza, agonizando y luego de una intervención quirúrgica, los esbirros de Videla se lo llevaron con rumbo desconocido en un helicóptero militar. Actualmente en la sala “Rodolfo Walsh” de la U.B. barilochense hay una foto de él, como permanente homenaje a su entrega y compromiso por la causa peronista. En un nuevo aniversario de su secuestro, familiares, amigos y compañeros escribieron en “Pagina 12” estas sentidas líneas: A treinta y seis años de su desaparición con vida, continuamos reclamando justicia e información sobre el destino que se le dio a su persona. No descansaremos hasta la condena definitiva de la banda militar del Terrorismo de Estado y sus cómplices civiles, políticos y religiosos”. Eduardo Soares, sobreviviente al genocidio, rememora sobre Burgos en el mes de julio de 2017: “Ambos nos conocimos en Mar del Plata y militamos juntos en Montoneros. Juan había nacido en la provincia de Buenos Aires y empezado a militar casi de niño en los sectores más revolucionarios e intransigentes del Peronismo. Ya en 1958 fundó el ‘Comando Merlo’, una organización para enfrentar desde la absoluta clandestinidad el tristemente célebre Plan Conintes, de represión absoluta a la clase trabajadora. Fue impulsor de las famosas Cátedras Nacionales que permitió a cientos de jóvenes universitarios a abrazar la causa nacional, popular y revolucionaria. Periodista y escritor trabajó en la revista ‘Ateneo’ y el periódico ‘Noticias’, el órgano más masivo de Montoneros. Los años ’70 lo encuentran en la Patagonia ya con importantes responsabilidades organizativas y llega a ser secretario general de la Regional VII de Juventud Peronista, la estructura de masas de Montoneros, con responsabilidades en toda la Patagonia argentina, el territorio más extenso de nuestro país (…) Juan Jacinto Burgos fue sorprendido por una patrulla militar un 29 de julio de 1976 en la intersección de las calles Moreno y Olazábal en Mar del Plata; se enfrenta a tiros, seguramente con dignidad y con esa ‘soberbia’ montonera que ya se le notaba cuando lo llevaron detenido tres años antes, el 11 de noviembre de 1972 en Bariloche” (Muestra la foto de aquella detención que supo conseguir. Minutos antes Eduardo había hecho un comentario crítico sobre la supuesta “soberbia” Montonera siempre presente en sus acciones, según sus enemigos “gorilas” y de la “derecha peronista”). Sigue su relato: Muy malherido lo trasladan al hospital y de ahí el Ejército lo secuestra y jamás volvimos a saber de él. Nada salió de su boca, ni un compañero, ni material, cayó por su lado. Quizás tuvo suerte y su propia ‘soberbia’ lo ayudó a morir rápido o quizás esa característica le permitió soportar lo que haya sido, sin darle un solo dato al enemigo. Era un ‘viejo’ ya tenía 32 años y dos hijos –Facundo y Eva- a quienes alcancé a conocer antes de mi detención”.



30 DE JULIO de 1976 CAE EN COMBATE JUAN JACINTO BURGOS COMBATIENTE MONTONERO: LA DIGNIDAD Y LA SOBERBIA

 Somos pocos quienes recordamos a Juan.-
Eduardo González, de Cipolletti es quien lleva en la memoria un archivo, similar al del querido Roberto Baschetti pero compilado en sí mismo y limitado a nuestra militancia en común.-
Eduardo y yo nos acordamos porque ese nombre tuvo mucho que ver con su Patagonia natal y con la Mar del Plata que me vio nacer.-
Ambos nos conocimos en Mar del Plata y militamos juntos en Montoneros.-
Pero mucho antes de que ni Eduardo ni yo empezáramos a militar, ya existía en la política revolucionaria Juan.-
Juan había nacido en la Provincia de Buenos Aires y empezado a militar casi de niño en los sectores mas revolucionarios e intransigentes del Peronismo.-
Ya en 1958 fundó el Comando Merlo, una organización para enfrentar desde la absoluta clandestinidad el tristemente célebre Plan Conintes (Conmoción Interna del Estado), de represión absoluta a la Clase Trabajadora.-
Fue impulsor de las famosas Cátedras Nacionales que permitió e impulsó a cientos de jóvenes universitarios a abrazar la causa Nacional, Popular y Revolucionaria.-
Periodista y escritor, trabajó en la Revista Ateneo, y en el periódico Noticias, el órgano mas masivo de Montoneros.-
Los años 70 lo encuentran en la Patagonia, ya con importantes responsabilidades organizativas y llega a ser el Secretario General de la Regional VII de la JP, la estructura de masas de Montoneros, con responsabilidades en toda la Patagonia Argentina, el territorio mas extenso de nuestro País.-
Entre 1970 y 1975 Juan fue el principal referente de la Patagonia, no dejó provincias ni pueblos por recorrer, siempre organizando, siempre aprendiendo de su pueblo, siempre dando una mano donde se lo necesitaba.-
Transitó desde la costa hasta la cordillera, se metió en los lugares mas inhóspitos, y fue entrañable amigo de los luchadores.-
Se hizo amigo de otro gran hermano mío como fue Antonio Alak, histórico dirigente comunista y heroico dirigente de la lucha obrera del Chocón, su hermana Diana Alak, fue también una compañera montonera que cayó luchando.-
En esas heladas tierras patagónicas y frente al tremendo poder de un enemigo durísimo de enfrentar, las diferencias politicas se relativizaban.- Ahí no se discutía como en una asamblea universitaria

La represión contra Montoneros comenzó mucho antes del Golpe militar del 76 y nuestra organización sufría bajas en presos y muertos, lo que determinó que se le ordenara a Juan abandonar la Patagonia.-
Le ordenan trasladarse a Mar del Plata.-
Y ahí confluye con nuestras vidas.-
Lo conozco casi de casualidad porque en el verano 74/75 me toca cubrir la "cita nacional" y aparece ese compañero desconocido que venía del Sur

Un "viejo" de 30 años, muchísimos menos que los nuestros.-
Me notifica que le ordenaron incorporarse a la Unidad de oficiales montoneros de Mar del Plata, y que entendía que "había ahí un pibe que me conoce" era Eduardo González, oriundo de Cinco Saltos, y que hoy vive en Cipolletti.-

Así entra Juan Jacinto Burgos en nuestras vidas.-
No tuve el honor de militar mucho tiempo con Juan porque a los pocos meses fui detenido, pero eso es otra historia.-
Lo que me lleva a escribir esto tiene relación con la Dignidad y la Soberbia, con la altivez, con la frente alta ante el enemigo, con la convicción de porque se lucha, porque se cae en cana y porqué se muere.-

Todo eso con dignidad y hasta con soberbia.-
Acá acompaño una foto de Juan, foto histórica en la Patagonia de aquellos días, y quizás puedan apreciarla los amigos patagónicos que hoy luchan por tierras y acompañando a los pueblos originarios.-
Para ellos, para los presos, para sus familias, para sus abogados, para todos los que los apoyan, que sepan que hubo hombres dignos como ellos.-
Altivos, y hasta soberbios.-
Ahí está Juan, con su porte arrabalero, sus bigotes bien montoneros y su frente alta.-  Rodeado de policías armados que lo llevan esposado.-   La foto es del 11 de noviembre de 1972.-
Fue tomada en Bariloche, donde en este mismo momento hay presos y heridos por la represión policial y judicial.-
En esos años, los dirigentes marchaban a la cabeza de las movilizaciones, y ese día la Argentina estalló en movilizaciones, piquetes y barricadas enfrentando al Ejército de Lanusse.-
Mirénlo bien, y vean si un compañero así puede considerarse a sí mismo com "una víctima"
Hoy se habla de "Victimas" pero en esos años ese concepto no existía.-
Eso es lo que los sobrevinieron a la Dictadura sin que se les tocara un solo pelo nos quieren hacer creer: que hubo militares malos y pobres gentes como nosotros que nos constituímos en "victimas".-
Se obvio, se tapo, se tergiversó lo mas importante que tenía la militancia de esos años, que era la voluntad, el compromiso asumido con autonomía y sin presión como no fuera la de rebelarse ante las injusticias.- Nadie así puede ser jamás una "victima"

Mucho se ha hablado (y generalmente mal) de la llamada "Soberbia Montonera".- Hasta se han escrito libros con esos títulos
Nunca nadie me lo pudo explicar con algo de coherencia o argumentación como no fuera nuestra autoreferencia o la jactancia de la masividad de nuestra organización.-
Ni muchos militantes de algunas izquierdas gorilas y reformistas que nos querían poco, y con los que aún suelo hablar, ni mucho menos distintos sectores del Peronismo, sea la derecha fascista, la burocrática política o sindical, o los reformistas y socialdemocrata con los que hablo menos.-
Muchos hablaban de la Soberbia Montonera
Hasta que el algún momento me empecé a preguntar si era tan mala después de todo.-
En especial viendo hasta donde nos llevaron los que se asumieron como no soberbios.-
Y de pronto ahora, recordanto a Juan y repasando la foto histórica me pregunto si esa imagen de Juan Jacinto Burgos puede ser justamente el símbolo de la Soberbia Montonera.-
Ya quisiera yo hoy, ahora, un poco como Defensor y un poco como pretendiente de revolucionario encontrarme a los presos de hoy día con la Soberbia y la altivez de Juan Jacinto Burgos.- Reconozco y me alegro en algunos casos de encontrar similitudes, no en todos.-
Esa foto lo dice todo.-
En esos años esa foto era algo insignificante, cosa de todos los días y de cualquiera.-
Hoy veo que es la viva imagen de un típico cuadro montonero de esos años que daba la vida por la Liberación Nacional y el Socialismo.-  Es la imagen de la convicción política e ideológica.- Es la imagen del "Patria o Muerte"
Juan Jacinto Burgos fue sorprendido por una patrulla militar un 30/7/1976 en la intersección de las calles Moreno y Olazabal en Mar del Plata, se enfrenta a tiros, seguramente con dignidad y con la soberbia montonera que se le nota cuando lo llevaron detenido tres años antes.-
Muy malherido lo trasladan al Hospital y de ahí, el Ejercito lo secuestra, jamás volvimos a saber de él.-
Nada salió de su boca, ni un compañero ni material cayó por su lado.-
Quizás tuvo suerte y su propia soberbia lo ayudó a morir rápido o quizás esa característica lo ayudo a soportar lo que haya sido sin darle un solo dato al enemigo.-
Era un "viejo", ya tenía 32 años
Y dos hijos, Facundo y Eva a quienes alcancé  a conocer antes de mi detención porque al poco tiempo de su arribo, llegaron también a Mar del Plata con su madre.-
Un 29 de julio pero de 1971 caía también en combate en Córdoba uno de nuestras mayores leyendas, el Negro Sabino Navarro, histórico y heroico comandante montonero,.
Pero esta vez, solo esta vez se lo pido compañero Comandante, déjeme recordar mas a Juan, al del porte Soberbio, a quien seguramente siguió su ejemplo.-  A quien murió con su misma dignidad.-
De Ud se ha escrito mucho comandante Sabino, permítame, en estos tiempos de mediocridades y traiciones, dar a conocer la historia de un hombre del que se ha hablado poco.-
Déjenos honrar a Juan como se merece compañero comandante, Ud fue obrero metalúrgico, nació y creció en la clase obrera y sabemos de su humildad, Ud comprenderá, lo sabemos bien.-

Eduardo "Negro" Soares 
 
miembro de Convocatoria SEGUNDA INDEPENDENCIA.

 












Huerque mapu (o el peronismo montonero hecho canción) 

mayo 29, 2020  

Capítulo del libro Cabecita negra. Ensayos sobre literatura y peronismo (editorial Punto de encuentro, 2016), donde se aborda la experiencia de la banda que elaboró un disco para contar la historia de la resistencia peronista.

Por Mariano Pacheco

“Una canción puede despertar conciencias y una bala puede apagarlas.” Calamaro

 Resulta paradójico que el marplatense Juan “Chango” Sosa, quien fuera la punta de lanza del proyecto musical que tomará el nombre de Huerque Mapu (“mensajeros de la tierra”, en lengua mapuche), no haya estado como integrante del grupo ni siquiera en el debut artístico.

Como sea, él –que era amigo de Juan Cedrón desde la infancia, cuando el “Tata” iba a la costa a veranear– fue quien “craneó” con el neuquino Naldo Labrín el armado de una banda. Así fue como el Chango hizo de intermediario para que sus integrantes se pusieran en contacto. Y se subió a los escenarios del “protogrupo”, el 22 de agosto de 1972, dando inicio a una historia que fue narrada en detalle por los jóvenes periodistas Tamara Smerling y Ariel Zak, en el libro que la editorial Planeta publicó en 2014: Un fusil y una canción. La historia secreta de Huerque Mapu, la banda que grabó el disco oficial de Montoneros.

Sin lugar a dudas, la “casona de Mansilla”, situada al 2800 de aquella calle del barrio porteño de Palermo, fue el “cuartel general” donde muchos músicos, pintores, poetas, cineastas, escritores de la época encontraron un lugar, no solo para vivir sino para socializar y proyectar iniciativas de intervención cultural. Allí el Chango le alquiló una pieza a Naldo, y entre mates, charlas y guitarras, surgió esta iniciativa, de la que finalmente el Chango se bajó porque priorizó otros rumbos políticos y laborales (era soldador en los astilleros de Astarsa y militante de izquierda). Eso sí, fue el eje a partir del cual el grupo de música decidió participar del festival que se realizó en el Aula Magna de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires, el 22 de agosto de 1972, con el objetivo de juntar dinero para los presos políticos, y los obreros de Sitrac Sitram que se encontraban en huelga en la provincia de Córdoba. Mientras tocaban, se enteraron de que un grupo de combatientes de las FAR, el ERP y Montoneros habían sido fusilados en la Base Aeronaval Almirante Zar. Mientras interpretaban la canción “La tonada de Manuel Rodríguez”, realizada sobre un poema de Pablo Neruda, el Chango le cambió la letra, y el guerrillero asesinado ya no fue uno sino varios, y no en Til Til sino en Trelew.

Nueve meses después, con Hebe Rosell en voz, vientos y percusión; Naldo Labrín y Tacún Lazarte en guitarras; Lucio Navarro en charango y Ricardo Munich en violonchelo, Huerque Mapu debutó oficialmente en los escenarios porteños. El Teatro Payró se llenó aquel 24 de mayo de 1973, horas antes de la asunción de Héctor Cámpora a la presidencia de la Nación. Un “acontecimiento musical”, según lo definió en sus páginas el diario La Opinión. Ese mismo año grabaron Hueque Mapu I. Su primer disco, de 11 canciones y 39 minutos, vendió alrededor de 600.000 copias.

En octubre de 1973, el entonces Secretario de la Dirección de Comunicaciones del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación, Nicolás Casullo, llevó al grupo una propuesta elaborada por la mismísima Conducción Nacional de Montoneros: querían que Huerque Mapu grabara una “versión argentina” de algo así como una mezcla entre las canciones anarquistas italianas y las republicanas de la Guerra Civil Española. El resultado fue la Cantata Montonera, en la que el propio Casullo escribió algunas partes, bajo el seudónimo de H. Suárez. Tal como lo había pedido la Organización, el disco no comenzó el 17 de Octubre de 1945: arrancó con “El Aramburazo”. El objetivo en esa decisión era el de crear un nuevo relato sobre la historia del Movimiento y, a partir de allí, instalar nuevas canciones y consignas para que cantaran los militantes. La idea final era disputarle el protagonismo a la vieja “Marcha Peronista”, relatan Zak y Smerling.

“La Cantata” salió bajo el sello “Discos para la Liberación”, y se grabó durante dos meses en el prestigioso estudio Ion, situado en la calle Hipólito Yrigoyen, en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires. Entre los artistas invitados figuran Rodolfo Mederos (bandoneón) y Manuel Picón, Irene Tapia y Olga Manzano en voces, más un grupo de militantes de distintas unidades básicas peronistas que aportaron en los coros.

La voz del “narrador” estuvo a cargo de Eduardo Rodríguez Arguibel, un estudiante de teatro y militante del Movimiento Revolucionario 17 de Octubre, que trabajaba en una empresa telefónica e integraba la Lista Marrón del Sindicato de Telecomunicaciones (enrolado en FOETRA).

Se presentó en el Luna Park el 28 de diciembre de 1973, en el “Festival Peronista por la Liberación y la Reconstrucción Nacional”, organizado por la Juventud Peronista-Regional. Diez días antes, en una nota publicada en El Descamisado (“10 canciones montoneras”), puede leerse que la idea del disco fue basarse en los motivos de la música nacional, como la milonga, el gato, el malambo, la chacarera y la ranchera. En la entrevista que le realiza el periódico, el grupo explica cada una de las canciones. La primera (“Memorias del basural”) es sobre “El Aramburazo”. Una milonga que va contando los sucesos mientras un coro, voces solas sin música, relata el momento en que juzgan, sentencian y ejecutan a Aramburu, cuentan. La segunda (“La ´V´ de La Calera”) es sobre el copamiento de la localidad cordobesa. El motivo de la “V” de la victoria que hace un compañero que cae preso, explican. La tercera (“Fernando y Gustavo”) es sobre la muerte de Ramus y Abal Medina en la localidad bonaerense de William Morris. Acá sentimos que la letra y la música debían ser cálidas, que reflejaran que Fernando y Gustavo no son dos superhéroes sino dos compañeros, señalan los integrantes del grupo, mientras continúan su repaso tema por tema. Respecto de la cuarta canción (“Garín”), que rinde homenaje a los combatientes de las FAR que tomaron esa ciudad para presentarse públicamente, dicen que es un tema “alegre, picaresco”, cuya intención era reflejar como se burló ese día la “aparatosidad militar de la dictadura”. Sobre “Juan Pablo Maestre”, el quinto tema, comentan que la búsqueda, a través de la copla, fue gestar un monólogo ficticio en donde su mujer, Mirta Misetich (detenida junto a él el 13 de julio de 1971, aún permanece desaparecida), le habla al militante asesinado. El sexto tema (“Combate de Ferreyra”) aborda la caída del comandante de las FAR, Carlos Olmedo, junto con otros tres combatientes. El séptimo (“El Negro Sabino”) está basado en una poesía que había publicado El Descamisado para el aniversario de la muerte de El Negro, cuyo autor no figuraba, pero que después se supo que fue Alberto José Molinas Benuzzi, asesinado junto a María Victoria (la hija de Walsh) y otros militantes en el denominado “combate de la calle Corro” (29 de septiembre de 1976). Las últimas tres canciones son “Pueblo peronista”, dedicada a todas las mujeres y hombres que lucharon en el transcurso de esos 18 años; “Trelew” (un “aleluya”) y finalmente “Montoneros”, una marcha. Sobre la anteúltima canción, “Los Huerque” dicen que si bien el hecho de los fusilamientos fue muy “triste, desgarrador”, esos caídos no son pasado sino presente. Y por eso los aleluyas, los “presentes”, que es todo lo que se escucha en la canción, junto con el nombre de los asesinados. Respecto de la marcha de cierre, expresan los músicos, no es más que una arenga –bombos mediante– a la lucha por el socialismo nacional.

***

Si uno hace el ejercicio de juntar, a modo de collage, todos los relatos que aparecen en el disco recitados por la voz en off, puede construir una suerte de cuento o saga de relatos sobre el peronismo, que es lo más cercano que la literatura del período (1945-1975) estuvo de dar cuenta del fenómeno peronista durante esas tres décadas.

A modo de homenaje a Walter Benjamin, quien construyó un inmenso libro solo con citas, glosaremos los recitados de este disco, con el afán de ensayar esta serie de relatos sobre el peronismo. Lo mismo se podría hacer compilando las letras de las canciones, sin los recitados: hacer un gran poemario de amor y de guerra. Pero esa tarea se la dejamos al lector. Aquí nos limitamos a ensayar un esbozo de relato con la transcripción de las partes del disco donde habla la voz en off, que podríamos titular:

“El peronismo según los Huerque Mapu”:

I-

1970. El pueblo peronista soporta la dictadura de las botas y monopolios imperialistas.

Pero va gestando su respuesta. Una nueva etapa de la larga resistencia iniciada en 1955, cuando las minorías oligárquicas derrocaron al general Perón.

En 1969 estalla el Cordobazo. Tiempo después, otras puebladas incendian la patria.

Mientras tanto la década del 60 ha traído el definitivo despertar de los pueblos del tercer mundo. La revolución cubana es una luz que persiste. Camilo Torres en Colombia, y la heroica muerte del Che en Bolivia, se suman como señales de un camino hacia la liberación latinoamericana.

Aquí, en nuestra tierra, ese camino tiene el nombre que decidió ponerle el pueblo con su sangre y su combate: movimiento peronista. Un líder: el general Perón. Una compañera inolvidable: Evita. De esta conjunción de vida, lucha y esperanza, del corazón mismo del pueblo peronista, nace una organización político-militar: Montoneros.

Es detenido para ser juzgado el general Aramburu: “Lo llevan prisionero por la tarde del pueblo. Fusil, tacuara y cielo es tiempo despertando. Puede que le pregunten la historia de los muertos allá en José León Suárez, allá lo van juzgando”.

II-

Primero de julio de 1970. Ciudad de La Calera, Córdoba, arriban columnas montoneras.

Son los comandos General San Martín, Eva Perón, Uturuncos y 29 de mayo. La ciudad será tomada y la dictadura militar sufrirá otra de sus grandes derrotas. Un combatiente hecho prisionero por el enemigo levantará su mano como símbolo de victoria…

Y fue esa vez un ejército de pueblo peronista el que tomó una ciudad para convertirla en sueño. En anuncio de alboradas. Fue en aquella ciudad de calles y de córdobas donde se reiniciaban guerras que nunca habían terminado. Que volvían de antiguas edades de la Patria cuando otros hombres se desangraron por el mismo sueño. Un ejército de pueblo golpeando en plena cara de la dictadura, con dos palabras que se repitieron infinitas: Perón Vuelve. Porque los combatientes habían llegado a proclamar primeros bandos de la liberación. Y fue desde tu sangre, Emilio Maza, que escribiste en La Calera la “V” de Venceremos.

III-

El pueblo se va alzando y se agudiza el enfrentamiento con el gobierno militar de los monopolios. Las organizaciones armadas asaltan destacamentos, expropian armas y caudales para el pueblo: brotan en fábricas y barrios ensanchando su horizonte político.

Siete de septiembre de 1970, las fuerzas represivas tienden una emboscada en William Morris. En ella caen, combatiendo, dos comandantes montoneros: Fernando Abal Medina y Gustavo Ramus.

IV-

Fuerzas Armadas Revolucionarias, las FAR, otra organización político-militar que se rebela en armas contra la opresión y los proyectos del imperialismo. Aunque juntamente con Montoneros y descamisados crecen desde la única bandera de resistencia y triunfo que levanta la lucha popular: el peronismo. Se arman los nuevos combatientes, será el pueblo el que ofrece sus hombres y el resguardo. Treinta de julio de 1970, las columnas de la FAR toman militarmente la ciudad de Garín, provincia de Buenos Aires.

V-

Los proyectos proimperialistas del gobierno encuentran en el pueblo, como siempre, la última frontera, la impasable: FAR y Montoneros, la patria peronista en armas, crecen y se expanden a lo largo y ancho del país. En la dura lucha también sufren derrotas y retrocesos, compañeros muertos y apresados. Impotente el régimen apela al secuestro, a torturas salvajes, al crimen, como Baldú, como Pujals, como los compañeros Verd, también Juan Pablo Maestre y Mirta Misetich, combatientes de las FAR, son asesinados a sangre fría por los comandos armados de la antipatria. Allí mueren los dos: en una conjunción de amor y militancia, que estremecerá al pueblo en lo más hondo de su sentimiento. Juan Pablo y Mirta, Mirta y Juan Pablo. Quizás podamos imaginar que fue ella, esa última noche, la que habló a su compañero, o recordó como nunca aquella frase: en una revolución, se triunfa o se muere.

VI-

Así como las burocracias conciliadoras pactan y ceden ante la dictadura, FAR y Montoneros ya están en el corazón del pueblo. Ya son parte de aquello que anunciara Evita: “el peronismo será revolucionario, o no será nada”. Se lucha por el retorno de Perón a la patria y al poder, se lucha por el triunfo popular. Córdoba: el gobierno lanza sus tanques contra los obreros de la empresa imperialista FIAT: hay represión y cientos de despedidos. Un operativo preparado por combatientes de la FAR, de la FAP y Montoneros fracasa. En el combate de Ferreyra mueren Villagra, Baffi, Teressini, y el comandante de las FAR: Carlos Olmedo.

VII-

Perseguido durante días y días por las fuerzas represivas. Acorralado en tierras de Alta Gracia por cientos de buitres, que siguen sus huellas, se resiste y se desangra el negro Sabino Navarro, peronista y combatiente montonero. Apretá los dientes, negro, “Perón o muerte”, andarás diciendo en el final. A cuerpo y bala te vas confundiendo con el cielo de tu patria. ¡Vamos comandante! ¡Hasta la victoria!

VIII-

Los que dan la vida y los que negocian, los leales al general Perón, y los que conciliaron durante tantos años. Ya lo decía Evita: los descamisados y los alcahuetes, el pueblo peronista y los que traicionan, como si no lo supieran, compañeros. ¿De qué lado estuvieron Valle, Cogorni, Vallese, Mussi, Retamar, Capuano Martínez, Pujadas, Simona, Rasseti? ¿Y dónde estuvieron los otros…?

IX-

Veintidós de agosto de 1972: el pueblo no gasta palabras para esa fecha. Un sólo nombre: “Trelew”. Y toda una historia de luchas se agolpa en dieciséis comandantes que ofrendaron su vida. Esa sangre que el pueblo jamás negociará, ¡porque es su sangre!

X-

Y creció el pueblo montonero. “Perón o muerte” fue su consigna. “Libres o muertos, jamás esclavos”. Fue esa historia de rebeliones y sangre popular. “¡Viva la patria!” fue el saludo y la esperanza. La patria se hizo joven, la juventud se hizo patria. Y el general Perón volvió desde cada uno de los pechos y fusiles peronistas para ponerse al frente de la liberación. Y con el “Tío” reventamos las urnas. Y Perón fue otra vez presidente de su pueblo: se cumplió un sueño, aquél sueño de viejos peronistas que allá por el cincuenta y cinco no se rindieron. El sueño de sus hijos: de Abal Medina, de Olmedo, de Sabino, de tantos compañeros que dieron la vida por su pueblo y por Perón. La lucha no ha terminado. FAR y Montoneros se fusionaron en una sola organización político-militar: Montoneros. Hay que organizarse, pertrecharse, consolidarse y unirse en cada fábrica, en cada barrio, en cada rincón del país, para alcanzar la victoria, y que la clase trabajadora peronista conquiste el poder. Lucharemos entonces por la patria peronista, que será como la quiere el pueblo: ¡montonera y socialista!

***

La síntesis lograda en la grabación del disco, de todos modos, no dejó muy contentos ni a los integrantes de la banda ni a los dirigentes montoneros. Nunca fue fácil el vínculo entre estética y política, entre cultura y revolución, entre creatividad artística y disciplina militante. Y este caso no sería una excepción. El ejemplo más claro, narrado por Zak y Smerling, puede verse graficado en el resultado de la canción dedicada a Ramus y Abal Medina, los dos íconos de la dirección de la organización, caídos en los primeros pasos de la experiencia montonera. En Un fusil y una canción… puede leerse el testimonio de Labrín, quien había pedido ayuda a su amigo Manuel Picón para su composición. También puede leerse, completa, la bella poesía que quedó como resultado… de la que solo se incorpora en la versión final que puede escucharse en el disco (escrita por Casullo)… una sola frase.

De todos modos, y más allá de las diferencias y tensiones que recorrieron el proceso, el resultado logró emocionar ampliamente a la militancia de la Tendencia Revolucionaria.

Como para cerrar el año, tras el festival, “Los Huerque” fueron tapa del N° 31 de El Descamisado, el último de ese 1973 tan intenso y tan particular. “La historia del pueblo cantada para el pueblo”, dicen los grandes titulares, arriba de una foto sacada desde arriba y desde atrás del escenario, en donde puede verse al público y a la banda, con sus pantalones marrones de corderoy de botamangas anchas y ajustados en la parte de arriba (un “look” de época. Una contraseña generacional). Debajo, en letras más chicas, puede leerse:

“En un festival organizado por la Juventud Peronista Regional, los Huerque Mapu presentaron diez canciones que relatan la gesta histórica de los Montoneros.

La gesta histórica de un pueblo luchando por su liberación. De un pueblo que entregó a sus mejores hijos para que Perón sea presidente.

De un pueblo que sigue entregando a sus mejores hijos para lograr la definitiva liberación de nuestra Patria”.

“La Cantata” se tocó completa, por segunda y última vez, el 11 de marzo de 1974, en el primer aniversario del triunfo peronista en los comicios, luego de 18 años de proscripciones. Fernando Vaca Narvaja y Marcos Osatinsky, ambos de la Conducción Nacional de Montoneros, estuvieron en el escenario. Sus palabras no fueron muy entusiastas. No se equivocaban en los malos augurios que anunciaban: un mes y medio después, Perón los echaba de la Plaza de Mayo. Cuatro meses más tarde, el viejo líder se moría, y los comandos parapoliciales dirigidos por “El Brujo” López Rega comenzaban la estocada.

En 1974, de todos modos, junto al grupo de Teatro Popular de Bahía Blanca, Huerque Mapu presenta en el sur del país la “Cantata de Santa María de Iquique”, y también participa en festivales en Córdoba y Buenos Aires (Cosquín y Baradero). En 1975 graban Huerque Mapu II, su tercer y último disco en el país. Cuatro décadas después, al salir publicada la biografía del grupo, el hermano de una de sus integrantes (Hebe Rosell), el reconocido músico Andrés Calamaro, escribió la frase “Una canción puede despertar conciencias y una bala puede apagarlas”, ya citada como epígrafe de este capítulo. Nada más cerca de lo que pasó. Los integrantes de Huerque Mapu partieron al exilio europeo. Permanecerán en España una década. El retorno fue a otra Argentina. La de los dos demonios. La que aún no podía procesar la derrota de esa gran apuesta por la revolución.

AQUÍ, EL DISCO COMPLETO:

 

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