domingo, 17 de agosto de 2025

Zambita roja confederal ZAMBA ARGENTINA COMBATIVA, ANTI CAPITALISTA, ANTI IMPERIALISTA, ANTI SIONISTA SOCIALISTA Y NUESTROAMERICANA De FRANCISCO ALVERO, EL ANTI JUGLAR GRACIAS POR COMPARTIR SEGUIME EN LAS REDES, TIK TOK, YOUTUBE, FACEBOOK E INSTAGRAM


 




 

   Con la MELODIA de Un día te querré

Un día te querré, no importa cuando, no lo se ni importa todavia

 Zambita rojo confederal
 ZAMBA 
 ARGENTINA


 COMBATIVA, ANTI CAPITALISTA, 

ANTI IMPERIALISTA, ANTI SIONISTA  

SOCIALISTA Y NUESTROAMERICANA

  

De FRANCISCO ALVERO, 

EL  ANTI JUGLAR 


Dedicada a Santiago Cuneo, el Dogo argentino 

y su proyecto politico CONFEDERAL. 

 

GRACIAS POR COMPARTIR

SEGUIME EN LAS REDES,

TIK TOK, YOUTUBE, FACEBOOK E INSTAGRAM


EXCLAMAMOS:
A vos, che liberfacho, no libertario,
 ni anarquista, ni revolucionario
A vos te estoy nombrando,
te estoy cantando, 
esta zamba roja y confederal.


I
Yo no soy liberfacho, soy libertario,
 anarquista y revolucionario
Anticapitalista, anti sionista, 
nada que ver con el peluca genocida.

Tampoco soy burgues, quiero aclararlo,
 soy peronista y revolucionario
Porque tambien combato al capital, 
extranjerizante, monopólico y cipayo

 Por eso, quiero aclarles, no he votarles,  
che, cipayos del orto, asi de simple 
Che, burgueses yo no pienso ni mirarlos, 
Juan Grabois me cae hasta simpático, 
pero votar a aquellos mismos de siempre 
Eso no pienso hacer, ya ni cagando 
prefiero yo votarlo ahora a Santiago 
Rojo confederal.

II
Desde nuestras provincias, hay comunión,
en cada pecho late el rojo tambor
por la misma razón, por la Argentina,
Confederal como America latina.

Mi solidaridad confederal, 
asi la llamo y es mi fuerza vital,
unidos por la Patria y la libertad, 
combatiendo por siempre al capital.

Zambita confederal, bien compañera,   
liberfacha jamás, criollita de alma, 
No comulga con la fe del anti patria, 
Y por eso jamás ha de cantarla, 
un burgués, liberal, un unitario, 
Eso no va a pasar, no importa cuándo 
Eso no va a pasar, no importa cuándo
Eso no pasará.
 




El dilema estratégico del peronismo ante Santiago Cúneo

"La Confederación como Caballo de Troya del Peronismo".

Por Andrés Bustos Fierro, especial para NOVA

Al peronismo no se lo derrota: se lo infiltra, se lo desplaza o se lo reconfigura desde adentro. Esto lo entendieron muchos actores a lo largo de la historia.

Lo supo Carlos Menem cuando privatizó sin romper con la liturgia justicialista. Lo supo Néstor cuando desde Santa Cruz se animó a tomar la palabra del movimiento y vestirla de derechos humanos. Y lo está entendiendo hoy Santiago Cúneo.

Lo que Cúneo propone no es simplemente un giro doctrinario ni un capricho discursivo. Es, en rigor, una operación política con una carga estratégica sofisticada: activar una fisura latente en el corazón del peronismo, que ha sabido ser contenida, ignorada o comprada durante décadas, pero que sigue allí: la tensión entre el peronismo centralista y el peronismo federal.

Su idea de una Argentina confederada, con autonomías provinciales robustas, nuevos capitales culturales y un poder más distribuido, no es ingenua. No apunta a destruir el peronismo; apunta a romper su centro de gravedad.

A disputarle el monopolio del relato nacional desde las orillas. A horadar la legitimidad de un modelo de conducción que, para muchos, ya no representa ni conduce.

Y ahí está el caballo de Troya

No viene vestido de neoliberalismo, ni de progresismo ilustrado. Viene cubierto de símbolos justicialistas, de apelaciones al pueblo, de una Eva Perón que ya no habita en Juncal sino en las provincias olvidadas. Viene con un escudo, pero otro mapa.

En esa maniobra, Cúneo no solo desafía al kirchnerismo (esa versión tecnopolítica del viejo peronismo) sino que interpela a todos los sectores del movimiento: a los gobernadores que se sienten rehenes de una conducción porteña, a los sindicatos que ya no movilizan como antes, a las bases que hace rato perdieron el entusiasmo por los nombres pero conservan algo del fuego por los símbolos.

El dilema es claro: ¿puede el peronismo seguir funcionando como un movimiento nacional si pierde su eje nacional? ¿Qué queda cuando la idea de “unidad” se convierte en “confederación”? ¿Puede haber justicia social en un país fragmentado territorialmente? ¿Y si la confederación no fuera el fin del peronismo sino su próxima mutación?

El peronismo está acostumbrado a sobrevivir traiciones, pero no infiltraciones simbólicas. El verdadero riesgo no es que Cúneo le gane a los candidatos del PJ. El riesgo es que conquiste a los peronistas sin romper el peronismo, que logre reprogramar sus coordenadas desde dentro.

Una confederación puede sonar a libertad territorial. Pero también puede ser el primer paso hacia una fragmentación de la voluntad colectiva. Puede ser la emancipación de los pueblos o la renuncia silenciosa a construir una comunidad organizada.

La historia no se repite, pero rima. Y hoy, más que nunca, el peronismo debe decidir si quiere seguir siendo un movimiento con centro o una suma de partes con memoria. Porque si pierde el eje, también puede perder el relato.

Y sin relato, hasta el peronismo puede degradarse en una franquicia ideológica provincial: fragmentada, desmemoriada, sin centro ni causa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario